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En la luna de Babel

~ Blog sobre lenguas y traducción

En la luna de Babel

Archivos de etiqueta: traducción

Traducir películas de animación

27 lunes Abr 2015

Posted by enlalunadebabel in Cine, Subtitulación, Traducción, Traducción audiovisual

≈ 11 comentarios

Etiquetas

animación, cine, Dreamworks, El gato con botas, Kung Fu Panda, pautado, películas de animación, Pixar, Shrek, spotting, subtitulación, subtitular, TAV, traducción, traducción audiovisual

Este fin de semana he conseguido visitar (¡por fin!) una exposición a la que tenía muchas ganas: Pixar. 25 años de animación (CaixaForum, Barcelona, hasta el 3 de mayo). Todo un lujazo para los interesados en la animación, ya sea por las historias o el virtuosismo técnico de las películas.

Al salir de la exposición caí en la cuenta de que no había hablado todavía de la traducción de este tipo de películas, al menos las que yo he traducido de DreamWorks, puesto que sí hablé del doblaje y la subtitulación de Ice Age hará un tiempo.

Como han pasado ya unos años y estas películas están más que estrenadas en cine, televisión y DVD, que es el formato para el que realicé los subtítulos al catalán, supongo que puedo hablar de ellas sin problemas (ya sabéis cómo va esto de los NDA o contratos de confidencialidad). Así pues, os contaré el proceso, las dificultades y algunos detalles más.

Algunas de las películas de animación que he subtitulado

Algunas de las películas de animación que he subtitulado

1. LAS PELÍCULAS DE ANIMACIÓN: El proceso de creación

Lo primero es lo primero: la película de animación en sí. No entraré en detalles porque sabéis de sobra de qué se trata, aunque si queréis conocer los distintos tipos que existen, echadle un vistazo a esta página de la Universidad de Huelva: El cine de animación.

¿Por qué es importante conocer el proceso? Bueno, por curiosidad traductora y para conocer el producto, lo primero. Pero, sobre todo, porque cuando encargan una película suelen venir después otros encargos más pequeños: los comentarios del director y los actores, el tráiler (o avance, para evitar el anglicismo), el anuncio del videojuego o el juguete, las tomas falsas y el making of (el cómo se hizo, vaya), y hay que estar preparado para traducir de todo.

A continuación veremos el ejemplo de Pixar, pero las demás empresas de animación suelen trabajar de una forma muy parecida. Encontrareis más detalles sobre cómo trabaja Pixar aquí.

a. La propuesta

Un creativo prepara una idea y la presenta al equipo de desarrollo y animación, donde su mayor reto es lograr que el equipo se interese y vea las posibilidades de llevar adelante el proyecto.

b. El guion

Todo empieza con el guion. Las ideas se plasman en el papel de una forma concreta: qué sucede, cuándo sucede y a quién. Suele ser muy completo y consta de descripciones detalladas del ambiente y de las emociones de los personajes. En eso no se diferencia mucho de un guion para una película no animada.

c. El storyboard

El guion pasa a la secuencia visual gracias a unos dibujantes encargados de crear el storyboard o guion ilustrado, que se compone de bocetos basados en el diálogo y las acciones que se detallan en el guion. Estos dibujos se cuelgan en un tablero y se organizan para formar las escenas y mostrar cómo se suceden las acciones.

Guion ilustrado de Toy Story

Guion ilustrado de Toy Story

d. El storyboard digital

Los dibujantes que se han encargado del guion ilustrado entregan sus dibujos a los editores, que los pasan a un formato de vídeo llamado reel o animática. En este punto prestan atención al ritmo dramático y añaden diálogos, efectos sonoros y música provisionales para que la historia se vea en un formato más parecido al de una película.

Como traductor, es posible que traduzcas escenas no incluidas en la película como material adicional de la misma. Estas escenas suelen estar hechas de esta manera, con un storyboard digital y voces superpuestas.

e. El colorscript

El colorscript, o paleta de colores, es un mapa de la evolución emocional de la película, a diferencia del storyboard, que se centra en la acción. En este paso se representa la historia con grandes pinceladas y sin tanto detalle como en el guion ilustrado, en el que, además, los dibujos están en blanco y negro. Se presta atención a la gama, los tonos y la saturación para captar la atmósfera y las emociones que quieren transmitirse en cada secuencia.

Por ejemplo, aunque lo siguiente no es un colorscript, sí da una idea de cómo el color ayuda a transmitir emociones. La alegría y la felicidad se representan con tonos cálidos; los colores fríos se emplean para el miedo y la tristeza.

Momentos de El rey león

Momentos de El rey león. Fuente: http://es.slideshare.net/konbob/lenguaje-audiovisual-8281409

f. El diseño de los personajes y los decorados

Para plasmar los personajes y los decorados, el director trabaja con el diseñador y con un equipo de ilustradores que dibujan muchas versiones de los personajes y sus entornos; exploran distintas ideas de diseño y se fijan en todos los detalles. El diseño definitivo se decide entre las propuestas que reflejan el entorno más verosímil en el que pueden habitar esos personajes.

g. Los estudios de modelo

Cuando el director aprueba el modelo, el artista crea blueprints o guías que los técnicos deben seguir para construir el modelo digital. Los estudios de modelo convierten los detalles del diseño del personaje en pautas de construcción específicas para formas tridimensionales más complejas.

h. Las maquetas

Los escultores se basan en los dibujos de desarrollo para crear maquetas, una escultura de arcilla muy útil porque permite ver al personaje desde cualquier ángulo. Los modeladores en 3D usan estas maquetas como referencia para ver cómo funcionan los distintos elementos del cuerpo de un personaje.

IMG_1969

Un modelo de Sully, de Monstruos S.A., en la exposición de Pixar

i. La grabación de los diálogos

Antes de que los animadores puedan empezar a trabajar en la película hay que grabar los diálogos definitivos. El equipo editorial graba las voces de los actores de doblaje en un estudio y, después, los animadores trabajan a partir de las palabras y el tono de los intérpretes para sincronizar los movimientos y las emociones.

j. La modelización y el rigging

Los modeladores en 3D construyen los personajes y los escenarios por ordenador a partir de dibujos, estudios de modelo y maquetas. Los modeladores digitales deciden entonces cómo y por dónde se dobla y mueve un personaje, su flexibilidad, etc. En un proceso llamado rigging se incorporan al modelo miles de controles llamados avars (variables de animación). El rigging es el proceso de preparación previo a la animación de objetos o personajes y consiste en trabajar un esqueleto que permita articular los movimientos que se van a animar.

  • El layout. Este departamento se ocupa de la colocación de la cámara y la ubicación de los personajes.
  • La animación: el blocking o bloqueo. Se trabaja en los primeros movimientos. Se escuchan los diálogos y se buscan los gestos y las posturas adecuadas.
  • La animación: el polish o pulido. En este punto se añaden los detalles: respiración, movimiento de pies y la complicada expresión facial que debe corresponder al diálogo.
  • El shading y la texturización. Se aplica color, textura, sombras, etc. a las superficies.
  • El pelo. Un apartado aparte para conseguir que el pelo parezca natural tanto en reposo como, sobre todo, en movimiento.
  • La iluminación. Para que sea verosímil, se añaden unos focos virtuales que iluminen todo lo que hay en el escenario digital. Luego se van añadiendo otros toques de luz para dirigir la mirada del espectador a lo importante.

k. La renderización 

Es el proceso informático mediante el cual se comprimen las imágenes en unas bidimensionales que puedan pasarse a la película o exhibirse con un proyector digital. La matriz informática que lo realiza se llama «granja de render».

En cuanto a números, en una película hay 24 fotogramas por segundo y como hay 60 segundos en un minuto y la cinta suele durar 90 minutos, se necesitan 129 600 fotogramas o imágenes individuales para completarla.

Para terminar, se compone la música y se añade la banda sonora que acompañará algunas de las escenas. Y, bueno, el resto es historia.

2. EL ENCARGO: Cuestiones laborales y material de referencia

Estas películas, de una hora y media de duración, suelen tener unos 1 000 subtítulos. El tiempo para realizar la traducción es de unos tres o cuatro días. Si bien es más holgado que en el caso de las series de dibujos —que hay que traducir de un día para otro—, siempre es poco tiempo para pensar en todas las soluciones.

Por suerte, el material que el cliente da es abundante y va muy bien para trabajar el texto. En mi caso, suelo disponer de la guía de estilo de la empresa o del cliente, Paramount, DreamWorks, etc. Suelen variar de unos a otros porque no todos aplican las mismas convenciones.

Aquí va una tabla con algunas de las cuestiones que recogen estas guías, por lo menos las que he recibido de mis clientes. Evidentemente puede variar.

guides

Además de esta guía, hay documentos con los nombres oficiales de los personajes (sobre todo cuando estos tienen un significado) y la traducción de sus coletillas. Esto es especialmente útil cuando toca trabajar en una segunda o tercera parte (estoy pensando en Shrek, de las que hice la segunda y cuarta entrega) o cuando no has visto la película.

A veces, incluso, puede que dispongas del archivo de audio con el doblaje. Por ejemplo, cuando traduje Cómo entrenar a tu dragón al catalán, tuve acceso al audio del doblaje en castellano.  Desde luego, no vale el «escucha y pega», pero puede ir bien cuando te atascas en algún juego de palabras.

Contexto e información de apoyo para Kung Fu Panda
Frases y coletillas de los personajes de El gato con botas

3. EL PROCESO DE TRADUCCIÓN

Cuando llega el proyecto, el cliente te da acceso a un FTP con todo lo que necesitas: película, plantilla de subtítulos en inglés y material de referencia. La película puede ser en color o en blanco y negro y suele llevar siempre una marca de agua o una franja con el nombre del traductor para evitar filtraciones.

La plantilla de subtítulos es un documento RTF y, por suerte, el pautado (también llamado spotting, el marcado del tiempo de inicio y salida del subtítulo) ya está hecho. Es una suerte porque así puedes centrarte en la traducción en sí. Para este cliente no trabajo con ningún programa específico. Por ejemplo, puedo trabajar con los dos documentos en paralelo y el vídeo a un lado.

gat_botes

Otra opción, que encuentro más cómoda, es trabajar con Trados, puesto que así me aseguro de no tocar los códigos de tiempo. Una vez lo tengo listo, vuelco la traducción y lo repaso todo de nuevo en el RTF, asegurándome también de no haberme excedido de caracteres. Eso es lo malo de no trabajar con programas de subtitulación, que suelen marcar al momento si te excedes de caracteres.

Documento abierto en Trados para no tocar los tiempos

Documento abierto en Trados para no tocar los tiempos

4. EL LENGUAJE: Características y dificultades

Como comentaba en el artículo comparativo de las versiones de Ice Age, la animación suele ir dirigida a un público más joven, de modo lo que el humor es un ingrediente básico con todo lo que ello supone para el lenguaje: chistes, juegos de palabras, exageraciones, comparaciones jocosas, etc.

Además de acústico, este humor es muy visual e intenta imitar las características propias de la oralidad, es decir, naturalidad, espontaneidad, frases inacabadas, interjecciones, onomatopeyas…

Un ejemplo de gag. Po, el panda, descubre que su padre oca no es el biológico

Un ejemplo de gag. Po, el panda, descubre que su padre oca no es el biológico

El lenguaje es bastante sencillo en general: las estructuras sintácticas son simples, las frases son relativamente cortas y el tono es distendido, aunque eso no significa que las películas de animación sean más fáciles de traducir. No es infrecuente encontrar frases en el original que son ligeramente formales y que hay que adaptar en la traducción.

Por ejemplo, Kung Fu Panda 2 empieza con una especie de relato en plan fábula o leyenda y había que darle un toque más formal, en este caso con los tiempos verbales:

Sin título

Además, estamos hablando de subtitulación, de modo que lo más frecuente es tener que acortar frases. Esto dificulta y hasta imposibilita recoger completamente todos los significados de la frase original. En este caso debemos seleccionar los significados prioritarios, los que garantizan que el espectador no pierda el hilo. En este sentido, prescindimos de repeticiones, interjecciones y elementos que ya se vean en pantalla, por ejemplo. Por suerte, en mi caso siempre trabajo con los subtítulos en inglés, por lo que gran parte de esa reducción ya está hecha.

Otra característica de este tipo de películas son los referentes culturales, que muchas veces son guiños a los adultos, que al fin y al cabo son los que acompañan a los niños a ver las películas. Se pueden encontrar referencias a películas, series, canciones, etc.

El club de la lucha en El gato con botas

El club de la lucha en El gato con botas

También podemos encontrarnos otros idiomas en el original, que hay que ver cómo trasvasar. Por ejemplo, cuando traduje El gato con botas (Puss in Boots) al catalán, en el original había muchas palabras en castellano como guiño al personaje en sí, de origen latinoamericano y doblado por Antonio Banderas en la versión americana. En mi caso fue fácil dejarlas en castellano en mi versión al catalán, pero ese rasgo no pudo conservarse en los subtítulos al castellano.

Sin título

Los extranjerismos en Puss in Boots (El gat amb botes)

Las canciones son otro elemento recurrente en estas películas. En general, si una canción aparece como adorno no hay necesidad de traducirla. Sin embargo, si la misma canción cumple una función narrativa porque las letras están directamente relacionadas con el argumento, sí hay que traducirla. En este caso hay que emplearse a fondo y traducir letras, ritmos y rimas. Es lo que suele pasar con las películas de la factoría Disney y también con algunas de Pixar y DreamWorks.

En subtitulación, los clientes suelen partir de la misma base: si es pertinente para la trama, se traduce. Recuerdo algunas cancioncillas de Madagascar y de Shrek en las que tuve que emplearme a fondo para que sonaran bien, aunque fueran para leerse. Contar las sílabas es esencial, así como conservar la rima (aunque hay quien defiende que da igual porque no se oye) y, evidentemente, el sentido. Todo un reto.

Por último, otra de las dificultades en este tipo de películas la encontramos al traducir los comentarios del director y el cómo se hizo, ya que abundan los conceptos técnicos. Si bien muchas veces se dejan en inglés, hay que asegurarse de entender bien el proceso (de ahí la importancia de saber cómo se hace una película de animación) y traducirlos correctamente.

Para este vocabulario más técnico y especializado, aquí van algunos enlaces útiles:

  • Diccionario técnico Akal de cine, de Ira Konigsberg
  • Glosario de cine
  • Glosario ilustrado de animación
  • Glosario de animación [en pdf]
  • Glosarios e información variada sobre Pixar y DreamWorks

Seguro que me dejo algo en el tintero, pero con suerte tendréis una buena idea de cómo van estos proyectos de subtitulación, al menos por lo que yo he visto, traducido y revisado.

Por supuesto, hay muchas variables en este proceso: el cliente, que puede que tenga programa propio o pida al traductor que trabaje con el suyo, además de exigir ciertos requisitos; el tiempo, porque no es lo mismo subtitular para el cine o la televisión que para el DVD; el tipo de encargo, porque si piden traducción y pautado, esto último requiere más tiempo y, por consiguiente, cobrarlo extra; y muchos elementos más.

Espero que os haya gustado y nos vemos muy pronto.


Para saber más:

Animación

  • El cine de animación.
  • Proceso de animación en Puente cromático.

La subtitulación

  • Solo ante el subtítulo. Experiencias de un subtitulador, de Xosé Castro para La linterna del traductor.
  • ¿Cómo se subtitula profesionalmente? (I) (Las cosas claras…) y parte (II) de Eugenia Arrés.
  • ¿Cómo se subtitula una película en España?, en Cinemanía.
  • Guía metodológica básica para el subtitulado de vídeos [con Aegisub], de Ángel García e Iratxe Quintana.

Bibliografía en papel

  • CHAUME, Frederic: Cine y traducción, Madrid: Cátedra, 2004.
  • DÍAZ CINTAS, Jorge: Teoría y práctica de la subtitulación: inglés/español, Barcelona: Ariel, 2003.
  • MAYORAL, Roberto: La traducción cinematográfica: el subtitulado, en Sendebar, IV, Granada, 1993, pp. 45-68.

Say what? Footing, puenting y otros falsos anglicismos

05 viernes Dic 2014

Posted by enlalunadebabel in Inglés, Lengua española

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anglicismos, Christopher Nolan, Diccionario panhispánico de dudas, extranjerismos, lengua española, traducción, zapping

La inventiva de los españoles no tiene límites. Al fin y al cabo, fueron españoles los que inventaron la fregona, el futbolín, el submarino y un largo etcétera de objetos. Con los idiomas, tres cuartos de lo mismo, sobre todo con el inglés. Y no me refiero a hablarlo a nuestra manera —como en el caso de hello /jélou/, since /sains/, vegetable /vegetéibol/, pub /paf/— sino a usar anglicismos que en origen no tienen el significado que nosotros les damos o que solo adoptan una apariencia inglesa pero son creación nuestra.

Tal vez sea un ejemplo más de este fenómeno de nombre relativamente reciente, el cosmopaletismo, que es salpimentar textos con palabras inglesas que en teoría nos hacen parecer más cultos, más cosmopolitas, más connoiseurs (¿Veis? También pasa con el francés o con los galicismos que acepta el inglés. En fin, que me lío y esto parece Origen de Christopher Nolan). Sin embargo, este fenómeno no es nada nuevo, como veréis por las palabras aquí recogidas y que tanto usamos.

FALSOS ANGLICISMOS

Las palabras que nos interesan hoy son anglicismos —de los que ya hemos hablado en numerosas ocasiones—, pero con una vuelta de tuerca. Muchos anglicismos son préstamos de gran uso que tienen equivalente en español y conservan el significado de origen. Estos no. Usamos estas palabrejas pensando que los angloparlantes las usan del mismo modo y con la misma forma y no es así. Son palabras con apariencia inglesa, por eso lo de «falsos». Hay algunas más parecidas al inglés que otras y con vínculos más estrechos, pero no sucede en todos los casos.

Y, ojo, no digo que sean incorrectas en castellano, porque hay muchas que la RAE ya ha aceptado y que son de uso común. Y que conste también que no es cosa de los españolitos únicamente. El francés también ha incluido muchos de estos términos (le zapping, le footing, le parking) y hasta el alemán con su Handy, teléfono móvil, que nada tiene que ver con el handy del inglés (útil, práctico, hábil).

En The Local hablaron hace un tiempo de este tema e hicieron un listado de palabras que aún se puede consultar en este artículo. No obstante, hay algunos errores en dicha lista como kinki (o quinqui), que viene de quincallero y no del inglés kinky.

Pasión por el -ing 

Los falsos anglicismos adoptan muchas formas pero la que se lleva la palma sin duda es la terminación del gerundio «–ing». Tanto es así que incluso muchas empresas la usan para el nombre comercial de sus productos, como Vueling, cuyas campañas son una verdadera mezcla lingüística, o Ñaming.

Vueling
Ñaming

1. Footing (go jogging):

Vale, la palabrita ya está desfasada, que ahora la gente hace running, pero el footing se ha practicado siempre en inglés aunque los angloparlantes hacían jogging en realidad. Footing existe en inglés, sí, pero no con el significado de correr, como vemos en esta entrada del diccionario Collins:

1 (=foothold) asidero m
to lose one’s footing perder pie

2 (fig) (=basis)
on an equal footing en pie de igualdad
to be on a friendly footing with sb tener amistad con algn
to gain a footing lograr establecerse
to put a company on a sound financial footing enderezar la situación económica de una empresa
on a war footing en pie de guerra

footing

Eso de higiénico…

2. Zapping (channel surfing)

Otro clásico. Cómo nos gusta hacer zapping repantigados en el sofá, ¿verdad? Pues ese zapping es otro invento patrio. Los angloparlantes hacen channel surfing o, en una versión parecida, they zap the TV channels.

zap (informal) [zæp]
AEXCL ¡zas!
BVT
1(=destroy) [+ person] cargarse (familiar)
2(Comput) (=delete) [+ word, data] borrar, suprimir
3(TV)
to zap the TV channels zapear
CVI (=move quickly) ir corriendo

3. Alto standing (luxury, luxurious, standard…)

Esto de juntar español e inglés resulta en un híbrido precioso, ¿verdad? En el caso de standing, sí está contemplada en inglés una acepción con el mismo sentido, pero es más restrictiva que en castellano. En general, los angloparlantes usan luxury o luxurious cuando nosotros empleamos dicho término. En el caso de viviendas es más común encontrar en inglés upper and mid-scale residences o bien standard, high standard y standard plus, y no high standing y, desde luego, no lo usan como los españoles a la hora de hablar de prostitución.

1(=social position) rango m, estatus m inv; (=reputation) reputación f, fama f
what is his standing locally? ¿cómo se le considera en círculos locales?
financial standing solvencia f
to be in good standing tener buena reputación; (Fin) gozar de buen crédito
of high standing de categoría
the restaurant has a high standing el restaurante tiene una buena reputación
he has no standing in this matter no tiene voz ni voto en este asunto
the relative standing of these problems la importancia relativa de estos problemas
social standing posición f social
a man of some standing un hombre de cierta categoría

4. Puenting (bungee jumping)

Me encanta esta expresión, qué manera de crear vocablos: puente + ing = puenting. ¡Ideal! Esta sí es una de las palabras que un angloparlante no podrá inferir si no sabe español porque «puente» es bridge y esta modalidad en concreto recibe el nombre de bungee jumping.

Puenting no está aceptada por la RAE (al menos no en su versión digital), pero sí podemos encontrarla en muchos diccionarios online, como el mismo Collins:

puenting [ˈpwentin] SM bungee jumping (from a bridge)

5. Tuning (accessorizing, customizing)

En el mundo del automovilismo ya lleva unos años. Lo hemos cogido prestado de tune up con el sentido de puesta a punto, aunque tuning no solo es eso, ya que el sentido es el de personalizar o embellecer un vehículo (o poner pantallas de plasma y forrar los asientos de felpa en el caso de los programas estadounidenses).

tune up 
1(Mus) afinar
2(Aut) poner a punto, afinar
BVI + ADV (Mus) afinar

 

Desde la fundéu explican que el verbo «tunear», así como los derivados «tuneo» y «tuneado», son términos adecuados para referirse a la personalización de algo. Sin embargo, también existen términos en castellano para eso, como «personalizar» y «personalización» o «modificar» y «modificación». Y, aunque no está en el DRAE, puede encontrarse en muchos otros:

tuning [ˈtunin] SM car styling accessorizing and customizing cars

Cuidado con las poses, que el capó resbala

Cuidado con las poses, que el capó resbala

6. Parking (car park, parking lot)

Ya que hablamos de coches, «parking» no podia faltar. La fundéu comenta en su página que el Diccionario panhispánico de dudas acepta «parquin» (plural «párquines»), pero recomienda usar «aparcamiento», «estacionamiento», «parqueo», etc., según el país.

Una vez más, la palabra existe en inglés, pero no se usa para hacer referencia al sitio en sí (que para ellos es car park, parking lot o parking space) sino al acto.

parking [ˈpɑːkɪŋ]

AN aparcamiento m Sp, parking m, estacionamiento m esp LAm
«parking for 50 cars« parking para 50 coches
«no parking» «prohibido aparcar», «prohibido estacionarse» esp LAm
«ample parking available« amplio aparcamiento or LAm estacionamiento para coches
BCPD
parking bay N área f de aparcamiento or esp LAm estacionamiento de coches
parking lights NPL luces fpl de estacionamiento
parking lot N (US) aparcamiento m Sp, (playa f de) estacionamiento m esp LAm
parking place
parking space N aparcamiento m Sp, parking m, estacionamiento m esp LAm

 

7. Warnings (hazard lights, blinkers…)

Lo mismo sucede con los warnings o luces de emergencia cuando nos detenemos brevemente, también llamados «caravoy» (¡que ahora voy!), según un alumno sevillano.

Si bien existe warning lights, es un término más genérico y se prefiere hazard lights, emergency flashers o blinkers.

warning [bell] N
IDIOM: to set off warning bells enviar señales de alarma
warning [device] N dispositivo m de alarma
warning [light] N señal f luminosa
warning [shot] N (lit) disparo m de advertencia
to deliver or fire a warning shot (fig) hacer una advertencia
warning triangle N (Aut) triángulo m de advertencia

8. Lifting (facelift)

Tratamiento moderno con nombre a la inglesa, pero a nuestra manera. Poco faltará para que usemos tummy tuck (abdominoplastia ) o nose job (rinoplastia), tiempo al tiempo. Sin contexto, un angloparlante no sabrá de lo que hablas y en contexto de cirugía, sin más detalles, no le quedará claro que es en el rostro, ya que el verbo lift puede usarse con el sentido de levantar y tensar cualquier zona.

lifting n (act of lifting) levantamiento nm / (repeal, revocation) revocación nf

Un lifting baratito, baratito

Un lifting baratito, baratito

9. Feeling (good vibe, connection)

Otra muy de moda últimamente. «Quedé con fulanito, pero no hubo feeling». Para nosotros queda claro que no conectaron, que no terminaron de encajar. En inglés dirían «we didn’t connect», pero no mezclarían los sentimientos, que sí son feelings.

2(=emotion) sentimiento m
bad or ill feeling rencor m, hostilidad f
to speak/sing with feeling hablar/cantar con sentimiento
she showed no feeling for him se mostró totalmente indiferente con él
3
feelings sentimientos mpl
to appeal to sb’s finer feelings apelar a los sentimientos nobles de algn
no hard feelings! ¡todo olvidado!
to have feelings for sb querer a algn
to hurt sb’s feelings herir los sentimientos de algn, ofender a algn
you can imagine my feelings! ¡ya te puedes imaginar cómo me sentía!
feelings ran high about it causó mucha controversia
to relieve one’s feelings desahogarse
to spare sb’s feelings no herir los sentimientos de algn

 

Otras formas 

Hay vida más allá del gerundio, de modo que también usamos falsos anglicismos con otras formas.

10. Panties (pantyhose, tights)

Nuestros panties (de pantyhose) son tights, aunque es cierto que en español distinguimos medias (llegan al muslo) de los panties (medias enteras). ¿Qué le sorprende a un angloparlante cuando hablamos de comprar panties? Pues que en inglés son braguitas.

panties [ˈpæntɪz] NPL bragas fpl Sp, calzones mpl LAm
a pair of panties unas bragas, unos calzones LAm

11. Crac (star, genius…)

Otra palabra que por alguna extraña razón se oye mucho últimamente, sobre todo para calificar a los grandes astros del deporte. El Diccionario panhispánico también lo recoge como «deportista o artista de extraordinaria calidad», aunque su uso se ha extendido bastante.

Desde la fundéu comentan que «no es una palabra incorrecta, no se trata de una barbaridad, pero es un anglicismo que no tiene por qué arrinconar otros términos de gran solera en nuestra lengua, tanto o más eficaces y precisos» y nos dan algunos sinónimos: prodigioso, magnífico, extraordinario, magistral.

Aunque los angloparlantes no lo usan del mismo modo, sí encontramos una acepción que puede apuntar al posible origen del anglicismo:

crack ADJ[team, sportsperson, troops] de primera
he’s a crack shot es un tirador de primera

12. Friki (nerd, geek, weirdo)

Friqui, que ya recoge el DRAE en su última versión, nos viene del inglés freak y freaky, pero con un significado distinto, además de que para ellos es un adjetivo y nosotros lo usamos más como sustantivo. Para los angloparlantes se trata de una persona muy rara, extravagante, un fenómeno de la naturaleza o un monstruo de feria, incluso. Para nosotros, el significado principal es el de persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición, DRAE dixit. Sin embargo, diría que actualmente se usa de forma indiscriminada para hablar de alguien a quien, simplemente, le gusta algo (género literario, saga de películas, series etc.).

En cuanto al inglés, dependiendo del contexto, un angloparlante se decanta por un nerd o geek, e incluso weirdo si el énfasis está en que esa persona es muy rarita.

El Collins lo recoge así:

freaky (informal) [ˈfriːkɪ] ADJ raro, estrafalario

freak [friːk]
1(=person) monstruo m, fenómeno m; (=plant, animal) monstruo m; (=event) anomalía f
a freak of nature un fenómeno de la naturaleza
the result was a freak el resultado fue totalmente anómalo
2(informal) (=enthusiast) fanático[-a] m/f, adicto[-a] m/f
health freak maniático[-a] m/f en cuestión de salud
peace freak fanático[-a] m/f de la paz

 

13. Fashion (fashionable, trendy)

«¡Piluca, qué fashion vas siempre, hija!». Fashion está en boca de todos, hasta en las revistas de moda (cómo no) aunque no está aceptado y parece un fenómeno más oral. Lo gracioso es que, en cualquier caso, si queremos sonar más cosmopolitas (ejem), Mari Jose debería decirle a su amiga que es fashionable y no fashion.

fashionable [ˈfæʃnəbl] ADJ
1[dress etc] de moda, moderno, a la moda; [place, restaurant] de moda
fashionable people gente f elegante, gente f guapa (familiar)
in fashionable society en la buena sociedad
it is fashionable to do… está de moda hacer…
2(=popular)[writer, subject for discussion] de moda, popular
he is hardly a fashionable painter now es un pintor que no está ahora muy de moda

En definitiva, seamos frikis o unos cracs en idiomas, nunca está de más saber de dónde vienen estas palabras y cómo las usamos, ¿no os parece? No nos pasemos de fashion, o sea.

¿Y a vosotros? ¿Os suenan otros falsos anglicismos? ¿Otras palabras que un angloparlante no entendería aunque supuestamente sean inglesas? No dudéis en dejarlas en los comentarios.

¡Hasta la próxima!

El último caballero andante de la literatura

30 martes Sep 2014

Posted by enlalunadebabel in Medios de comunicación, Traducción, Vida traductoril

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Etiquetas

código deontológico, Día del traductor, decálogo, periódicos, prensa, traducción, traducción literaria, traducir

«El problema de traducir es en realidad el problema mismo de escribir y el traductor se halla en su centro, quizás aún más que el autor. Se le pide […] no que domine una lengua, sino todo lo que hay detrás de esa lengua es decir, toda una cultura, todo un mundo, toda una forma de ver el mundo […] Se le pide que lleve a cabo esa operación, ímproba y pese a todo apasionada, sin hacerse notar. […] Se le pide que considere como su máximo triunfo el que el lector ni siquiera se fije en él […] un asceta, un héroe esencialmente desinteresado, dispuesto a darse por entero a cambio de un mendrugo de pan y a desaparecer en el crepúsculo, anónimo y sublime, cuando la gesta épica se ha cumplido. El traductor es el último y auténtico caballero andante de la literatura». (Fruttero&Lucentini, I ferri del mestiere, Einaudi, Turín 2003).

dali_quijote

Don Quijote visto por Dalí. Hoy el pobre traductor quijotesco tiene que luchar con cosas peores que molinos.

Con esta cita empezaba su carta abierta a la prensa un grupo de traductores literarios para pedir un reconocimiento justo de la profesión, sobre todo en los medios. El grupo pide de esta forma que los críticos reconozcan la figura del traductor y que los redactores de las páginas culturales de diarios y revistas reflejen su nombre junto a los demás datos.

Los compañeros prosiguen:

Nosotros también estamos aquí, somos parte del proceso que da vida a objetos importantes: los libros. Los libros del llanto y de la risa, del amor y del dolor, del conocimiento y de la evasión, los libros que de mil maneras llegan a la mente y al corazón de las personas también se deben a nosotros. Deseamos que nuestro nombre conste y lo confirme, que nuestra obra no se silencie.

El crítico que se prodiga en elogios del estilo, del léxico, de las acrobacias lingüísticas de un autor, si ha leído el libro en su versión original, debería sentirse obligado a comentar la versión traducida y, si sólo ha leído la versión traducida, debería recordar que ha leído las palabras, las frases y el ritmo escogidos por el traductor. Pedimos un reconocimiento justo, igual que estamos dispuestos a aceptar cualquier crítica competente y motivada.

Estos traductores tienen toda la razón del mundo. ¿Cuántas veces se comparten fragmentos de libros en las redes o se recuerdan citas célebres extraídas de novelas? Muchas. Por desgracia, el traductor está siempre ausente. Y lo mismo en las recomendaciones de libros que encontramos en muchas revistas. Aquí van unos ejemplos de las ediciones de agosto y septiembre de la revista Elle:

Historias de amor
Cook lit

Cualquiera diría que se han leído la versión original para recomendarlos. ¿No hay espacio para poner el nombre del traductor en esas historias de amor y de cocina? Hace un par de años, ACEC lanzó la campaña «¿Quién ha traducido el libro?» para luchar con esta práctica periodística, pero poco han cambiado las cosas. Y que conste que no es por llorar (sí, se nos critica mucho por eso). Hay prácticas y cuestiones más graves, pero hay que abordar las cosas desde una perspectiva realista y reivindicativa.

No obstante, en ocasiones, es normal que nuestro caballero andante se sienta (y perdonadme el anacronismo) el último mono de la Nasa, como cantaba Pablo Carbonell: Soy el último mono de la Nasa / El que quita toda la grasa / Todos los trozos de cohete / Las partículas de meteoritos / Pedacitos de satélites / Las basuras y el detritus. 

Visibilidad envenenada

¡Ay!, cuántas veces el traductor se vuelve visible cuando este da (o se supone que da) un mal paso. Josefina Cornejo ilustra este momento a la perfección en un trujamán:

No es tarea del traductor corregir el texto, ¿cierto? Pero, ¿lo entenderá así el lector? ¿Escucharemos eso tan manido de «la traducción es muy mala»? ¿Se culpará a quien la firma de la mediocridad del material?

Observo desde hace un tiempo que cualquiera —sea lector asiduo, lector esporádico o alguien que apenas haya pasado las páginas de un libro— se atreve a juzgar nuestra labor sin más. «Qué pena cuando el libro está mal traducido», escuché hace unas semanas de boca de una persona que se precia de leída. ¡¿Cómo?! No creo que tenga la costumbre de leer la traducción al tiempo que la contrasta con el original. Sinceramente, lo dudo. Entre otras cosas, porque el comentario en cuestión lo hizo a propósito de una novela escrita en un idioma bastante alejado del nuestro y con el que guarda bien pocas similitudes: el húngaro.

[…] Me preguntó que si traducía libros. He de admitir que aprecio, eso sí, cierta curiosidad en el otro cuando confiesas que te dedicas a la traducción. Asentí con la cabeza. «¡Qué interesante!», dijo uno de los presentes, quien también quiso saber si mi nombre aparecía impreso. «Sí, pero, bah, la única persona que lo busca es mi madre», reconocí. «Y yo, cuando el libro está mal traducido», afirmó otro de los que allí se encontraban.

Por fortuna, cada vez somos más visibles también para lo bueno, como atestiguan algunos artículos y especiales en la prensa. Veamos algunos casos.

Los traductores en la prensa

  • La importancia de la calidad en la traducción, de Lierni Otamendi.
  • Saqueos, planes y una «femme fatale», de Manuel Rodríguez Rivero.
  • La profesión ya no llora… tanto, de Juan Cruz.
  • Los traductores, de Antonio Muñoz Molina.
  • La sabiduría de los maestros antiguos, de Carlos García Gual.
  • ‘En busca del tiempo perdido’, la traducción de nuestras vidas, de Flor Gragera de León.
  • Dime qué pone, de Manuel Rodríguez Rivero.
  • Elogio de la traducción, de Judit Carrera.
  • Traductores: la legión oculta, de Javier Firpo.
  • El poder de la lengua: la traducción, de Alejandro Aguilar.
  • El último caballero andante, de Carla Imbrogno.
Articulo en el Clarín sobre la traducción literaria en Argentina.
Articulo en el Clarín sobre la traducción literaria en Argentina.
(Para leerlo bien, os recomiendo que os bajéis la imagen)
(Para leerlo bien, os recomiendo que os bajéis la imagen)

Estos son algunos ejemplos relativamente recientes de artículos elogiosos sobre la traducción, pero también hay lugar para otro tipo de noticias, que aunque no son tan halagüeñas, reflejan el estado de la cuestión y no solo en literaria. Por ejemplo, se ha hablado mucho de los traductores en la esfera jurídica y en política. En cualquier caso, es cierto que cada vez se nos reconoce algo más.

Pero ¿quiénes son estos caballeros andantes? ¿Se rigen por un código de honor? ¿Si les pinchan, sangran?

Aunque algunos diccionarios antepongan al traductor como adjetivo y usen ejemplos tan simpáticos como el de la foto, quien traduce los libros es alguien que muchas veces suda tinta para llevar la traducción a buen puerto.

Definición de traductor

Definición en el Clave.

Porque no es solo un escribiente que repita o sustituya una palabra por otra. Como dice G. Bufalino, «si el autor es el padre y esposo del texto, el traductor es su amante». El lector en todo esto deberá dejarse seducir por ambos y sentir lo mismo con sus letras. Hay que conseguir que el lector disfrute mediante la traducción como lo haría de poder acceder al texto original.

Fragmento de prólogo de David Trueba para «El amor se escribe sin hache» de Jardiel Poncela.

Fragmento de prólogo de David Trueba para «El amor se escribe sin hache» de Jardiel Poncela.

Y sí, este caballero andante de la brillante armadura (el pijama, por ejemplo) se rige, o debería, por un código deontológico. Este que comparte Ace Traductores es un buen ejemplo:

1. El hecho de ejercer la profesión de traductor equivale, para quien la ejerce, a afirmar que cuenta con un firmísimo conocimiento de la lengua que traduce (conocida como lengua de partida) y de la lengua en que se expresa (conocida como lengua de llegada). Ésta debe ser su lengua materna u otra que domine tan bien como la materna, de la misma forma que todos los escritores dominan la lengua en que escriben.

2. El traductor tiene la obligación de saber hasta dónde llega su competencia y se abstendrá de traducir un texto cuya redacción o ámbito de conocimiento no domine.

3. El traductor se abstendrá de modificar de forma tendenciosa las ideas o la forma de expresarse del autor y suprimir algo de un texto o añadirlo a menos que cuente con el permiso expreso del autor o de sus derechohabientes.

4. Cuando no sea posible realizar la traducción a partir del texto original y el traductor utilice una «traducción-puente», deberá, para hacerlo, contar con el permiso del autor y mencionar el nombre del traductor a cuyo trabajo recurra.

5. El traductor se compromete al secreto profesional cuando deba usar, para su labor, documentos confidenciales.

6. El traductor literario debe conocer a fondo la legislación acerca de los derechos de autor así como los  usos de la profesión  y debe velar por que se respeten en el contrato de traducción.

7.  El traductor se abstendrá de menoscabar la profesión al aceptar condiciones que no garanticen un trabajo de calidad o perjudiquen a un colega de forma deliberada.

Las reglas de García Yebra

Las reglas de García Yebra

Sin embargo, si dejamos a un lado las cuestiones laborales y nos centramos en las lingüísticas, nuestro caballero también respeta directrices como las del siguiente decálogo del traductor literario de Helena Cortés (tomado de La linterna del traductor):

  1. Humildad (también fidelidad al texto). No trates de ser más brillante que el propio autor.
  2. Sensatez. Si algo sorprende sobremanera o parece no tener ningún sentido, indaga. Seguro que algo se te escapa.
  3. Sentido estético. Traducir correctamente el contenido de la obra original puede ser fácil, pero no hay que olvidarse de la forma estética. Analiza los recursos estilísticos y estéticos del autor.
  4. Paciencia. Al acabar de traducir, olvida tu versión y borra de tu mente el original. Haz una última lectura sin tener presente más que tu sentido lingüístico y literario. Tómate todas las libertades que quieras con el texto hasta hacerlo completamente tuyo.
  5. Cultura. Hay que tener cientos de horas de lectura acumulados, una sólida cultura general y cierta experiencia vital, conocer los clásicos… Pasión y curiosidad a partes iguales.
  6. Naturalidad. Es más importante que la obra suene bien en tu idioma y conseguir un texto natural y fluido, carente de todo artificio, que el que se cuele alguna disculpable metedura de pata.
  7. Buena pluma. Si no tienes talento para escribir con gracia y soltura en tu propio idioma no podrás ser nunca un buen traductor literario. Solo el que escribe bien traduce bien.
  8. Dominio de tu lengua. Ser bilingüe ayuda mucho, pero no es garantía. Conocer bien la lengua de llegada, saber jugar con ella: esa es la condición para ser un buen traductor.
  9. Actualidad. No envejezcas a propósito una traducción para acercarla a la época del autor. Los lectores contemporáneos del autor pudieron disfrutar de una lectura fluida y natural en el idioma de su tiempo. No castigues a tus lectores con una barrera idiomática artificial.
  10. Amor. Traducción correcta no equivale a buena traducción. También hacen falta grandes dosis de empatía. Además de profesión, hace falta un poco de vocación.

¿Os parece poco? Pues el pobre caballero andante muchas veces se las ve y se las desea para conservar la cordura no solo mientras traduce, sino también entre encargos.

El círculo vicioso

El círculo vicioso. Fragmento de unos apuntes.

Sin embargo, estoy convencida de que, a pesar de las tarifas, las condiciones y la presión, los caballeros andantes aman su trabajo por encima de todo y están dispuestos a matar a todos los dragones que haga falta.

A todos ellos (y a los traductores de las demás ramas) va dedicada esta entrada. ¡Feliz día, compañeros!

***

En este mismo blog y para terminar de celebrar este día…

  • ¿Por qué la traducción importa? El artículo del año pasado con los motivos por los cuales traducir no es algo banal, una oda recitada y una dosis de humor con San Jerónimo de protagonista. Y, de regalo, recursos y otras sorpresas para imprimir.
  • ¿Tradu…qué? ¿Qué es traducir? Las respuestas de los traductores a la pregunta de marras.
  • Otro tipo de visibilidad. Cómo nos ven desde fuera. Artículo centrado en los libros y los cómics en los que aparecen traductores.
  • Celebrando con citas célebres. Las citas clásicas del mundillo.

Bonus track:

Y, de regalo, Translation in Practice, un libro la mar de práctico sobre edición y traducción literaria, que compartió Miguel Marqués hace unos días.

E de «ENETI», «erotismo» y «estigma»

19 lunes May 2014

Posted by enlalunadebabel in Traducción, Vida traductoril

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alumnado, asociación, charlas, ENETI 2014, erotismo, estigma, estudiantes, formación, ponencias, traducción, traducción erótica

Tomo prestada la idea del abecedario del crimen de Sue Grafton para hablaros de la edición de este año del ENETI en Soria (1 y 2 de mayo), del tema que expuse en mi ponencia y del supuesto estigma del género erótico. Hoy, un tres en uno, señores, ¡me lo quitan de las manos!

E de «ENETI

El ENETI es el Encuentro Nacional de Estudiantes de Traducción e Interpretación que reúne a estudiantes y profesionales del sector. Detrás está la AETI (Asociación Española Universitaria de Traductores e Intérpretes en Formación), creada en el ENETI de 2012, que vela para que dicho encuentro siga celebrándose año tras año (entre muchas otras funciones). En resumen, un ENETI son unas jornadas que benefician a profesionales y a estudiantes por igual. El contacto con otros compañeros siempre es enriquecedor y aún más los conocimientos que allí se adquieren (ramas de la traducción menos conocidas, cuestiones traductológicas novedosas, mesas redondas con los aspectos más candentes, etc.).

Me faltaría un abecedario entero para abarcar todo lo que significa el ENETI —además de que ya se han publicado algunos artículos con las crónicas y las sensaciones de este año en Soria, como el de Sandra Gallart o los de ponentes como Ismael Pardo y Rafael López Sánchez—, así que me quedo con los aspectos principales tomados del artículo de Eva María Martínez y sus 10 razones para asistir al ENETI:

  • Se conoce a muchísima gente nueva y se pueden entablar relaciones con los que podrían ser futuros colegas de profesión. 
  • En las ponencias se aprenden cosas que nadie suele contar en clase.
  • Los debates que se organizan o que surgen enriquecen increíblemente a nivel personal.

Este año en particular ha habido de todo un poco: una charla sobre productividad, tres ponencias sobre tipos distintos de interpretación, una sobre cómo doblar series de televisión, etc. Todo muy variadito. De hecho, para no extenderme, podéis echarle un vistazo a los vídeos del canal de youtube de Gabriel Cabrera y al programa de esta edición.

Con algunos ponentes y asistentes al ENETI (nótese el cafelito en mis manos: el mejor amigo del traductor)

Con algunos ponentes y asistentes al ENETI (y nótese el cafelito, el mejor amigo del traductor)

Por último, no me olvido del valor añadido de las jornadas y es que las organizan los mismos estudiantes por amor al arte. ¡Gracias por vuestro trabajo, chicos!

E de «erotismo»

¿Y de qué hablé yo? Jugueteando con el encasillamiento (me consta que hay quien cree que solo traduzco novela rosa) hablé de traducción erótica. Como comenté en la ponencia, muchas veces la especialidad te elige y eso fue lo que me ocurrió a mí. A parte de las típicas traducciones por agencia, mis primeros pinitos en traducción editorial fueron con Planeta y sus sellos Deusto y Gestión 2000, para los que traduje manuales y libros sobre economía. Más adelante empecé a colaborar con tres editoriales más traduciendo novela juvenil, negra y romántica. Evidentemente, a raíz del éxito de las Cincuenta sombras, mis últimos encargos han sido todos de erótica.

  • Traducir para editoriales

No quería empezar la charla directamente con el lenguaje sexual (a veces hay que hacerse de rogar un poquito), así que a modo de introducción di algunos consejos que me han ayudado a conseguir trabajo en editoriales. Comenté qué formas hay de buscar trabajo y qué materiales usar.

Al mismo tiempo expliqué cómo suele ser una prueba de traducción y qué pasos seguir para superarla con éxito, como por ejemplo fijarse en la tipología textual, tener claro el tratamiento entre personajes, revisarla con profundidad, etc. Elementos básicos, pero no por eso menos importantes.

  • La novela rosa, erótica y pornográfica

Para entender mejor el proceso de traducción y las dificultades de este tipo de novelas, expliqué las diferencias que existen entre los diferentes tipos de novela. No es lo mismo traducir una romántica histórica en la que debemos usar un lenguaje más formal y las relaciones interpersonales son más rígidas, que una actual en la que el lenguaje es mucho más natural e incluso soez.

Como con cualquier otro tipo de traducciones, es importante conocer el contexto literario y saber en que corriente se enmarcan para poder prever las dificultades de la novela en cuestión. Si sé que se trata de una novela erótica con tintes de bondage y sadomasoquismo, tendré que empaparme del vocabulario básico y conocer aunque sea mínimamente de qué va (el concepto de dominante y sumiso, las palabras de seguridad, etc.).

En plena ponencia sobre traducción erótica

  • Vocabulario básico

Seguidamente comenté el vocabulario más instrumental de este tipo de novelas: mueble, ropa y juguetes. ¿Por qué en las historias más actuales los protagonistas viven en pisazos con camas enormes de cuatro postes y dosel? ¿Acaso no pone un minipiso? Y olvidaos de usar bragas de algodón y sostenes de deporte; en estas novelas se llevan los tanguitas de encaje. ¡Las bragafajas están terminantemente prohibidas!

En cuanto a los juguetes e instrumentos de BDSM, hay vida más allá de los consoladores. Hay que familiarizarse (al menos textualmente) con bolas chinas, correas, arneses, látigos, fustas y palmetas, entre muchos otros. ¿Y cómo es un club de BDSM por dentro? En estos libros también hay lugar para pistas de baile, reservados, mazmorras y todo tipo de mobiliario especializado.

  • El lenguaje del sexo

He aquí el momento mas esperado: el sexo sin tapujos, al menos de forma oral (en una ponencia, malpensados). Por la duración de la charla no hubo tiempo para tratar el tema con toda la profundidad que merece. No me refiero únicamente a saber cuándo usar «pene» o «polla», «vagina» o «chocho», sino a comentar los prejuicios que aún hay en la lengua o explicar por qué hay que echar mano de tantos eufemismos, por ejemplo.

En la ponencia abordé las diferencias entre expresiones como «hacer el amor», «follar» y «fornicar», y sus implicaciones, así como los diferentes nombres de los genitales. No es tan fácil como pueda parecer a simple vista.

  • Retos de la traducción erótica 

Por supuesto, no todo son revolcones en el pajar o entre sábanas de seda negra. Traducir romántica o erótica presenta ciertas dificultades. La mayor es conseguir un texto fluido, que suene natural y que huya de los dos extremos: lo cursi y lo chabacano. Es cierto que a veces el texto así lo exige y que hay que respetar al autor, pero es muy fácil caer en lo soez o en lo demasiado poético en la traducción si no nos andamos con ojo.

Además de dichos desafíos, también expliqué algunos de los rasgos típicos de estos textos, como la sinonimia (shiver, shudder, shake) y su polo opuesto, la repetición (wave of pleasure, wave of feelings, last waves of climax).

Recalcando por último la naturalidad que debe conseguirse, espero haber transmitido correctamente el mensaje de que, al final, como en toda traducción, hay que conseguir que el lector se sienta en su elemento, no distraerlo con expresiones poco acertadas que le saquen del texto y hacerle creer que lo que lee es como si se hubiera escrito en su idioma. A pesar del vocabulario y las cuestiones éticas, traducir una romántica, erótica o pornográfica tampoco dista tanto de una novela de otro género.

Si después de este resumen queréis profundizar más, aquí os dejo el vídeo:

Y, para más detalles, he aquí la presentación:

Ver este documento en Scribd

 

E de «estigma»

Como suele pasar, una parte muy interesante de las jornadas son los debates que suceden antes o después de la charla. Tuve la suerte de poder hablar con varios profesionales con miles de horas de traducción a sus espaldas; entre ellos, un traductor que se ha dedicado muchos años a la romántico-erótica. No hubo mucho tiempo para un café de esos de los que arreglan el mundo, pero sacamos conclusiones bastante parecidas.

Al parecer traducir novela rosa o erótica sigue siendo un estigma. Muchos profesionales lo ocultan; me consta que hay quien no lo pone en su currículum o en su listado de obras traducidas. ¿Por qué? Hay quien dice que el sexo es un tema delicado y que puede que haya quien después no le dé trabajo. Incluso me cuentan que hay empresas que no quieren que se las relacione con esta temática.

No obstante, también se afirma que es porque la novela rosa y la erótica son un género menor, de poca calidad literaria. He aquí donde puede darse un largo debate. A mi entender, obras muy buenas, buenas, mediocres y malas las hay en todo tipo de géneros, ¿o es que todas las novelas negras, juveniles, fantásticas e históricas son brillantes? No todas las novelas de este tipo las escribe un ama de casa aburrida, ¡faltaría más! ¿Que la mayoría no son un marqués de Sade, un Choderlos de Laclos o un D. H. Lawrence? Pues no, no nos engañemos, pero la historia de la literatura erótica es casi tan antigua como la escritura misma por mucho que ahora esté de moda. No todo son las dichosas Cincuenta sombras de Grey. Si hay que reconocerle algo a E. L. James es que ha popularizado algo más el género y por popularizar me refiero a que la gente tiene menos reparos en reconocer que lee estas novelas; amén de conseguir que se reediten los clásicos.

En cuanto al mundo de la traducción, al final uno oye de todo y casi da la impresión de que existen castas de traductores. Como si no fuera igual de «digno» traducir una novela rosa que una negra; un manual que un contrato; una aplicación informática que un videojuego. En serio, ¿qué más da? En mi caso, no voy a negar que me encantaría traducir alguna vez a uno de los grandes o enfrentarme a textos que requieran mucha más pericia, hacer acrobacias con novelas que así lo requieran. Seguir aprendiendo, reciclarse y hacer cosas distintas son el mejor aliciente para un traductor.

¿Cómo os resumo lo que pienso? Pues que no permitáis (ni como estudiantes ni como profesionales ni como persona) que nadie os diga nunca qué tenéis que leer o qué género da más o menos prestigio traducir. Trabajad con profesionalidad, ganaos la vida con el sudor de vuestra frente y estad orgullosos siempre de vuestro trabajo.

Por mi parte, es lo que pienso hacer. Aunque puedo pecar de «bonitismo» (sí, me gusta compartir imágenes y frases sobre la profesión), el trabajo no me define. También soy una traductora mercenaria como escribe Carlos Fortea en El Trujamán:

Gente que cree en lo que hace. Que cree que por los puentes igual transitan los pobres que los ricos, los tontos que los listos, los maestros igual que los aprendices.

Gente que pone su capacidad creciente (lo normal es que uno sepa más cada día si se lo toma en serio) al servicio de todos los demás. Mercenarios.

***

Saber más:

  • AETI: http://aetioficial.es/.
  • ENETI. Soria 2014: http://eneti2014uva.wix.com/eneti2014#!evento/c1pne.
  • ¿El tamaño importa? Para la traducción sí, (y mucho). Artículo en el blog Eros, de El País.
  • Artículos sobre traducción erótica de este blog: La traducción sensual; Traducir erótica y Traducir erótica II.
  • Presentación con algunos eufemismos del «have sex» inglés: http://prezi.com/i42lfzx2ymvv/cincuenta-sombras/.

Palabras comestibles. Lengua, gastronomía y traducción

22 martes Abr 2014

Posted by enlalunadebabel in Inglés, Lengua española, Traducción

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alimentación, brazo de gitano, chochito, cultura, expresiones lingüísticas, food idioms, frases hechas, gastronomía, referente cultural, traducción

Llevaba tiempo dándole vueltas a la relación entre idioma y gastronomía, a la riqueza que aportan los alimentos al léxico general. Si lo pensamos, igual que se dice aquello de que los esquimales tienen cientos de términos referidos a la nieve, cada cultura se vertebra alrededor de los productos típicos o más habituales de su zona. Al final, esto acaba siendo un reflejo de la sociedad misma.

Me pregunto, por eso, qué pensarán los extranjeros que al aprender nuestro idioma descubren las siguientes delicias: chochitos, borrachos, brazos de gitano, «pets» (pedos) o tetillas de monja, huesos de santo, lenguas de gato, sobaos pasiegos, bolas de fraile (en Argentina) y hasta cojones de anticristo. Alucinarán y con razón, pero esto es harina de otro costal. chochitos

La comida es algo más que el mero sustento; influyen en ella ciertos condicionantes geográficos, políticos, religiosos y sociales. Así, si la cocina nos permite hacer la radiografía económica de un país, la gastronomía nos ofrece el más extenso abanico de sus costumbres. La comida y los alimentos desempeñan un papel muy importante en la vida cotidiana y laboral de este país y, en consecuencia, encontramos un extenso volumen de léxico (ya sea en vocablos, locuciones, comparaciones, frases hechas, etc.) relacionado con los productos alimenticios.

Solo hay que pensar en el argot sexual, donde los alimentos traspasan las fronteras de los registros e invaden el lenguaje coloquial contemporáneo. Los genitales masculinos encuentran símiles en la berenjena, la butifarra, la cebolleta, el chorizo, el churro, el haba, la longaniza, la morcilla, el nabo y el pepino (entre otros), y los femeninos en la almeja, el bacalao, el bollo, la castaña, el higo, la patata y (casi) cualquier variedad de marisco. La cuestión es llevarse algo a la boca, vaya.

Etimología

Más allá de lo soez y los nombres chistosos de los dulces, muchas son las palabras cuyos orígenes van ligados a la comida. Por ejemplo, el término «alumno» significa «el que está siendo amamantado». Una idea preciosa la de recibir nutrición intelectual. Del mismo modo, «alma mater» en relación a la Universidad nos remite a «madre nutricia».

Algo parecido ocurre con una palabra tan habitual como «compañero» que, en origen, es aquel con quien se comparte el pan. Y «hacer buenas migas» no es nada casual. Como nos dicen en Historias de la historia, «el origen del dicho está en el plato que hace unos cuantos siglos empezaron a elaborar los pastores trashumantes con dos ingredientes básicos, hambre y pan duro. Lo que ya es más complicado de saber es por qué las migas se asocian a la concordia. Hay quien sostiene que el dicho vendría a poner en valor lo laborioso de la preparación del plato, cuyo secreto de llegada a buen puerto está en el perfecto y trabajosísimo ligado y a la vez soltura de los ingredientes; quien dice que la pesadez del cortado tradicional del pan a navaja requería de un grupo bien avenido y de ahí vendría la cosa; y quien, como Nos, sostiene que el susodicho dicho se basa y cimienta en la solidaridad de grupo que se establece en el momento del condumio».

«Chorrada», que tanto usamos para referirnos a algo que consideramos una tontería o una nimiedad, es una palabra derivada del verbo «chorrar» o «chorrear», que significa en su primera acepción: «la porción de líquido que se suele echar de propina después de dar la medida». Literalmente, una «chorreada» extra, gratis, que solía darse a los clientes que compraban leche aceite, vino o licores a granel. Es de suponer que al ser gratis, los tenderos no fueran muy generosos con la cantidad de producto y es por eso que ha derivado en esta acepción, la más habitual hoy en día.

E incluso hay términos muy coloquiales como «papear» que tienen validación filológica ya que, en este caso, proviene de pappare, vocablo en latín que significa «comer». ¿Sorprendidos?

Traducción y referencias cruzadas

Lengua y gastronomía van muy ligadas y por eso es normal que las referencias puedan cambiar de un idioma a otro. Como avanzábamos antes, en cada país hay productos específicos o más consumidos que otros y esto tiene su reflejo en la lengua.

A. Referentes coincidentes:

A menudo encontramos expresiones equivalentes, o idénticas, en distintos idiomas porque el producto en sí está muy extendido, así como su particularidad o la forma en la que se encuentra. Por ejemplo, por la forma habitual de envasado es muy frecuente lo de «estar como sardinas en lata» y esta imagen también tiene una contrapartida en francés: être serrés comme des sardines en boîte y en inglés: packed in like sardines.

También sucede en el caso de «sacar las castañas del fuego» y los equivalentes tirer les marrons du feu y to pull the chestnuts out of the fire. Este dicho suele ser común en varios idiomas porque apareció por primera vez en una fábula conocida (en teoría) por todo el mundo: El mono y el gato, de Jean de La Fontaine (1621-1695).

En dicha fábula, los dos animales decidían echar la tarde asando castañas en el fuego. Cuando llegó el momento de retirarlas, el mono —que no quería quemarse— empezó a alabar al gato y a hablar de lo valiente y bien plantado que era. El minino, que al cabo de un rato ya tenía el ego tan hinchado que debía de sentirse invencible, no dudó en meterse en el fuego para sacar las castañas y presumir delante del mono. Lo malo fue que estuvo a punto de no contarlo.

B. Sustitución del referente:

Por las diferencias en la alimentación de los habitantes de los diferentes países (principalmente), existen expresiones muy parecidas cuyo referente se transforma en otro. En España, por ejemplo, las cosas se venden como rosquillas o como churros (si no, atentos a los chiringuitos frente a las discotecas de madrugada); en Argentina se venden «como pan caliente», algo parecido al francés se vendre comme des petits pains, y en inglés they sell like hot cakes. Entre platos anda la metáfora, vamos.

Seguimos con el dulce. En castellano hablamos de la «guinda del pastel», pero esta guinda cambia a cereza en francés (de acuerdo, no es tan alejado) con la cerise sur le gâteau y en algo más distinto en inglés, the icing on the cake, tal vez porque sus postres llevan más glaseado (solo hay que fijarse en los famosos fondants de las tartas en estos programas que tan de moda están).

Si nos apetece algo más salado, fijémonos en to bring home the bacon/cheese que es nuestro «llevar el pan a casa» (también earn your bread), «ganarse las lentejas/habichuelas», o «guanyar-se les garrofes», las algarrobas en catalán.

Y aunque todo esto parezca una banalidad, no lo es cuando el riesgo de meter la pata es alto. ¿Ejemplo? El patinazo de los de Ikea en este cartel, un piece of cake que ha acabó plasmado con total literalidad en lugar de un «es pan comido» si se quería jugar con el tema de la comida, un «está chupado» o «es facilísimo».

Para pastel, la traducción de este cartel de Ikea.

Para pastel, la traducción de este cartel de Ikea.

C. Cambio integral:

Sin embargo, en ocasiones el referente desaparece por completo y lo que unos relacionan con comida, otros lo relacionan con cualquier otra cosa. Es el caso, por ejemplo, de take things with a pinch/grain of salt que equivale a nuestro «coger las cosas con pinzas» o «poner algo en cuarentena».

También sucede con it’s not my cup of tea que sería un «no es santo de mi devoción». ¿No os parece muy revelador de la cultura de ambos países? La devoción por el té de los ingleses con el fervor religioso que aún permanece —aunque sea en el idioma— en nuestro país. Tema religioso que, por cierto, trataremos también en este blog.

Algunos ejemplos más

Si os habéis quedado con hambre, aquí van algunos ejemplos comparados de expresiones en inglés y en castellano, con su correspondiente versión descargable: Food idioms Food idioms 1Food idioms 2Food idioms 3Food idioms 4

Si os ha gustado este recopilatorio en inglés, os recomiendo la colección de artículos sobre expresiones en francés del blog Chocolate and Zucchini.

En definitiva, y anécdotas aparte, es curioso ver el peso que tiene la comida y la gastronomía, no solo en la cultura sino también en el idioma.

***

Fuentes y enlaces de interés:

  • Food idioms: http://www.inglesnaturalmente.com/food-idioms-cakes-and-sweets/
  • La comida nacional en la lengua española:  http://hispanismo.cervantes.es/documentos/sazonov.pdf
  • Los filólogos: http://losfilologos.com/portal/index.php/linguistica/654-el-curioso-origen-de-esos-nombres-no-tan-propios
  • ¡Que me lo expliquen! El porqué de los dichos (y más cosas) desde que el mundo es mundo. Marta Ferrer y Salvador Pulido. Editorial Espasa, 2012.

Hazte así, tienes un malapropismo

11 martes Feb 2014

Posted by enlalunadebabel in Errores, Humor, Lengua española

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errores lingüísticos, inculteces, lapsus, lapsus linguae, malapropismo, rebuznancia, spoonerismo, traducción

«Lo vemos cada día y lo de esta familia de empresarios no es ninguna excepción. Durante un tiempo nadaron en la ambulancia, pero ahora se han declarado disolventes y no tienen donde caerse muertos. Y el pobre abuelo, el fundador de la empresa, que tiene más años que Jerusalén y se dejó la piel en el pellejo para montar el chiringuito, se ve sin un duro. Normal que los trabajadores estén hechos unos obeliscos y los pongan a parir de un burro, con todas las nóminas que les deben».

¿Hay algo que os chirríe? Normal, el texto esta plagado de malapropismos. En realidad, nadamos en la abundancia, nos declaramos insolventes, tenemos más años que Matusalén, nos dejamos la piel (o nos ponemos en el pellejo de otra persona), estamos hechos unos basiliscos y ponemos a parir (o a caer de un burro) a los demás.

Algunos ejemplos en la portada del libro «Inculteces», de Toni Garrido y Xosé Castro

Espera un momento. ¿Mala… qué? ¡Eso tú!

Llamamos «malapropismo» (término recogido en diccionarios especializados en materias lingüísticas, pero no en los generales) a la deformación o el empleo equivocado de una palabra por su similitud semántica y fonética con otra. Normalmente se dan en las personas generalmente poco instruidas, aunque no siempre, y muchas veces es un fenómeno buscado para hacer gracia. Dependiendo de un caso u otro, estos errores pueden deberse a:

  • la ultracorrección («ostentóreo» en vez de «ostentoso» o «estentóreo»; «bacalado» en lugar de «bacalao»);
  • la etimología popular, muchas veces errores muy arraigados («balandronada» por «baladronada», «antena paranoica» por «antena parabólica» o «rintintín» en lugar de «retintín»;
  • una alolalia (afasia consistente en pronunciar una palabra por otra), si es un hecho recurrente;
  • otras causas: desconocimiento, prisas, etc. («estar entre la espalda y la pared», «rascarse las vestiduras»). ¡Soy muy fan de estas combinaciones en particular!

Lo único que tienen en común es que en todos los casos provocan efectos cómicos, ya sea a propósito o sin querer. En este último caso es cuando más gracia hacen, claro.

El término proviene de la señora Malaprop, un personaje de la comedia The Rivals escrita por el inglés Richard Brinsley Sheridan. El autor sacó el nombre del francés «Mal à propos» (hablar mal a propósito). La mujer retiene vagos recuerdos de palabras oídas a personas de clase elevada y por aparentar distinción las reutiliza, confundiéndolas con otras en base a su similitud. Este personaje adquirió tanta notoriedad que dio origen a la voz malapropism. 

Claro está, este lapsus léxico ya existía con anterioridad y el lexicólogo Bolinger lo define de esta manera: «Crudely stated, this has to do with a sign whose meaning is known but whose verbal form has been forgotten». Así pues, el análisis de este fenómeno (especialmente en obras literarias) se basará en el reconocimiento de una ausencia léxica y del mecanismo de asociación mental por el cual se ha producido una sustitución errónea por parte del emisor con el objetivo de dar continuidad a su discurso.

Qué dramatismo, por favor. ¿Y no será «se emborrona»?

Sin embargo, a pesar del hombrecito y la descripción pomposa, los malapropismos están a la orden del día y aparecen en el momento más insospechado. Seguramente el mejor ejemplo de esto (y el que conoceréis) es la metedura de pata de Sofía Mazagatos cuando dijo: «Me gustan los toreros que están en el candelabro», o bien la de Carmen Sevilla al reconocer: «Soy mayor, pero no tanto como para ser del Parque Jurídico» e incluso cuando Norma Duval exclamó: «Estoy que no salgo de mi apoteosis».

Sin embargo no hay que ir muy lejos para encontrar ejemplos de malapropismos. De hecho, una persona de mi entorno más cercano (cuyo nombre me reservo para respetar su intimidad) hace un tiempo me dijo que estuvo en Bilbao, que visitó el «Julengueim» y que «entre pito y Valdemoro» se dejó una fortuna en las vacaciones. No es viuda, pero ha «sustraído» matrimonio dos veces. Y aunque a su edad se conserva bien, quiere hacer ejercicios «abominables» para fortalecer los «muslos» del estómago.

Claro que el efecto gracioso puede no serlo tanto cuando se usa un término peliagudo, como el niño que entró a clase tarde y al preguntarle la profesora de dónde vení­a, soltó: «Nada, que he ido con mi hermano al pederasta» (en vez de al pediatra). O la hermana de un amigo que, a los diez años, entró al comedor con un mechero en la mano y anunció: «Mira, mamá, soy ninfómana» (pirómana, claro).

Tampoco hay que pasarse con las condenas

Calvo de cultivo

En general los términos médicos, técnicos y científicos son una mina para los malapropistas, básicamente porque suelen ser más extraños o más difíciles de pronunciar.

¿Quién no ha oído alguna vez estas palabrejas?

  • Cólico frenético
  • Gomitó la comida, porque se mareó en el avión (típico en niños pequeños)
  • Padecer diabetes les obliga a inyectarse ursulina (las monjas deben de obrar milagros)
  • Tiene un eslince de tobillo
  • Le hicieron una retumbancia magnífica (si te mueves mucho ahí dentro…)
  • La aspirina fluorescente va bien contra el dolor de cabeza (y es más fácil de encontrar por la noche)
  • Me recetó Paracetamol en cláusulas
  • Se toma Denubil en pollas (corramos un tupido velo)
  • Consume asteroides en el gimnasio para estar más cachas
  • Me dieron un jarabe expectante (normal, tienes grandes expectativas al tomarlo)
  • Me he quedado sin agua exagerada (si la quieres en cantidades industriales, seguro)

Hace unos años se publicó Anécdotas de farmacéuticos (Styria) en el que se recogían varios ejemplos de confusiones al pedir productos varios: en lugar de profilácticos, filatélicos, o mejor aún, profiteroles; pedir piedra Gómez y no piedra pómez o confundir locutorio y colutorio, delirio y colirio, pasta centrífuga y pasta dentífrica, o suero psicológico y suero fisiológico. Hay para todos los gustos.

Al fin y al cabo es normal que con tanta jerga uno se pierda, como sucede en la famosa historia del hombre que fue a la consulta de su médico de cabecera por un problema de fertilidad.

Hernia fiscal es lo que tenemos los autónomos cada cierto tiempo

Mezclando «churros con meninas»

Decía al principio que me encantan las mezclas de dichos y refranes, así que veremos algunos de los que se suelen oír más, aunque la inventiva de la gente no tiene límites. Parece que nos gusta esto de fabricar expresiones nuevas.

Julio Somoano recoge los siguientes en su libro Deslenguados:

  • González ha puesto el toro sobre la mesa (híbrido entre «poner el asunto sobre la mesa» y «coger el toro por los cuernos»)
  • Por aquel entonces me lo creía todo a pies puntillas («creerse todo a pies juntillas» e «ir de puntillas»)
  • Con los políticos todo se queda en agua de borrascas («borrasca» y «en agua de borrajas»)
  • ¡Desde luego! Que te haga pasar esto a ti, que te dejas la piel en el pellejo («dejarse la piel en algo» y «dejarse el pellejo»)
  • Es que lo veo y se me ponen los pelos de gallina («poner la piel de gallina» y «poner los pelos de punta»)

Algunas de estas combinaciones pueden parecer demasiado rebuscadas, pero seguro que estas las hemos oído más a menudo:

  • A ella le gusta el té. Yo, sin en cambio, prefiero café (mezcla de «sin embargo» y «en cambio»)
  • No sé en qué anda metido, ni falta que me importa
 (combinación de «ni me importa» y «ni falta que me hace»)

Spoonerismos

De un modo similar existen los llamados spoonerismos, errores lingüísticos basados en un cambio accidental o intencionado de sonidos parecidos, de una permutación de letras o sílabas (no palabras enteras), que da como resultado un texto cómico. Muchas veces la frontera entre el spoonerismo y el malapropismo es algo borrosa. 

El término se acuñó en honor a William Archibald Spooner, un clérigo anglicano, que al parecer hacía cruces inintencionados de palabras que resultaban la mar de cómicos. Su metedura de pata más célebre ocurrió cuando debía presentar a la reina victoria como «nuestra querida reina madre» (our dear old queen) y al final habló de «nuestro extravagante y viejo decano» (our queer old dean).

Spoonerismo

En inglés, lengua en la que este juego lingüístico es muy apreciado, es fácil encontrar multitud de ejemplos de spoonerismo. Uno muy conocido es este de Groucho Marx: Time wounds all heels (el tiempo envuelve todos los talones) en vez de Time heals all wounds (el tiempo cura todas las heridas).

Algunos ejemplos en castellano:

  • Salir el culo por la tirata (el tiro por la culata)
  • Que no panda el cúnico (que no cunda el pánico)
  • Corramos un estúpido velo (tupido velo)
  • Blancanita y los siete enanieves.
  • Que la traba se me lengua (que la lengua se me traba)
  • No todo el monte es orgasmo (contrarrefrán de «No todo el monte es orégano»)
  • Son japonudos estos cojoneses (son cojonudos estos japoneses)

Estrategias de traducción

Tanto los malapropismos como los spoonerismos están tan ligados a la fonética, tan arraigados a la palabra, que la estrategia que debemos seguir cuando nos enfrentamos a un original así es la de recrear. De nada sirve la literalidad en frases como:

  • He is the very pineapple of politeness (the pinnacle)
  • Having one wife is called monotony (monogamy)
  • My sister has extra-century perception (extrasensory)
  • He had to use a fire distinguisher (extinguisher)

En este caso habrá que analizar el contexto, la intención y el énfasis para decantarnos por una expresión u otra. Lo más seguro es que no haya nada parecido en nuestro idioma y tengamos que reescribir la frase con algo creíble.

John D. Sanderson, en su artículo Hacia una tipología del malapropismo shakespeareano y sus estrategias de traducción, explica que el proceso traductor habría de empezar por la adecuada identificación del lapsus léxico original antes de emprender la búsqueda de un equivalente en el nuevo contexto. El traductor debe apreciar las características fonéticas de los sonidos empleados por el autor; no se trata sólo de palabras con contenido semántico, sino que a menudo la forma fónica de las mismas resulta significativa.

Una vez localizados todos los malapropismos del texto origen y determinada su casuística, la adopción de una determinada estrategia traductora dará como resultado una mayor o menor caracterización del personaje dependiendo de la recurrencia de este tipo de lapsus en el texto meta.

Siguiendo con el tema de este lapsus en literatura, Offord realizó un estudio sobre la traducción del malapropismo shakespeareano al francés con la que obtuvo una catalogación de seis estrategias traductoras que, aunque van en la línea de lo de siempre, pueden ser útiles:

  • no tener en cuenta el juego de palabras;
  • priorizar el significado superficial;
  • priorizar el significado subyacente;
  • incluir los dos significados (sin producir un juego de palabras);
  • crear un juego de palabras distinto.

Por supuesto, y como siempre, todo dependerá del contexto.

¿Ortografiado equivale a autografiado con el orto?

En definitiva, usadlos si quereis, ¡pero que no valga la rebuznancia!

***

Para saber más:

  • Deslenguados. Julio Somoano. Temas de hoy.
  • Inculteces. Toni Garrido y Xosé Castro. Planeta.
  • Sobre los límites de la fraseología. Dichos y locuciones pragmático-conversacionales de carácter burlesco en español. Lucía Luque Nadal.
  • Hacia una tipología del malapropismo shakespeareano y sus estrategias de traducción. John D. Sanderson.
  • Malapropisms and spoonerisms. En el blog Three bites of a cherry.
  • La hormona de su zapato. Artículo de El Correo. 

Por qué la traducción importa

30 lunes Sep 2013

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Día Internacional de la Traducción, San Jerónimo, traducción, traductor, valor, visibilidad

Treinta de septiembre. Un día como cualquier otro para los demás, pero especial para los traductores. Hoy celebramos el Día de la Traducción, aunque, ya, ya sé, al final hay un día para todo y el mensaje acaba desvirtuado.

El año pasado lo celebraba con unas citas célebres y este año me gustaría hablar de la importancia que tiene la traducción porque, nos lo creamos o no, la traducción está en todos sitios. Solo hay que abrir el armario de la cocina o del lavabo. Yo he hecho la prueba:

La traducción nos deja un pelo sanísimo
La traducción nos deja un pelo sanísimo
La traducción nos ayuda a mantener la línea
La traducción nos ayuda a mantener la línea
La traducción nos alimenta
La traducción nos alimenta
Con la traducción nos damos algún capricho que otro
Con la traducción nos damos algún capricho que otro
La traducción nos refresca
La traducción nos refresca
La traducción nos deja un cutis bonito, bonito
La traducción nos deja un cutis bonito, bonito

Sí. En todos sitios. De hecho, el poco (poquísimo) portugués que sé se lo debo a las traducciones en las etiquetas de los champús.

Nataly Kelly, en su artículo en el Huffington Post y en su libro Found in Translation, nos explica cómo la humanidad depende de la traducción para su buen funcionamiento. Puede parecer una exageración, pero no lo es si tenemos en cuenta varios factores.

Para empezar, la traducción salva vidas. ¿Cuántos intérpretes telefónicos han podido ayudar a una víctima de malos tratos? ¿Cuántos intérpretes médicos han sabido explicar al detalle los síntomas de un paciente? Por ejemplo, Kelly explica el caso sorprendente de «la palabra de los setenta millones de dólares», en el cual la falta de un intérprete profesional en un hospital en Florida tuvo como resultado una demanda de 70 millones de dólares por negligencia debido a una confusión entre la palabra española «intoxicado» y la palabra inglesa intoxicated (ebrio). Por no hablar de los miles de textos que se traducen en todo el ámbito médico: nuevos brotes epidémicos, medicamentos experimentales, etc.

En cuanto a política, los traductores tienen un papel esencial en la redacción de los tratados internacionales; no solo pasan textos de un idioma a otro. En este mismo sentido, los intérpretes, además de facilitar la comprensión entre ponentes, trabajan como guías para presidentes y primeros ministros que evitan malos entendidos y meteduras de pata culturales.

En tecnología es indudable también el impacto de las traducciones. Pensemos, por ejemplo, en el papel que han tenido en la transformación de las redes sociales como Facebook o LinkedIn, que son fenómenos mundiales.

Por otro lado, la traducción contribuye enormemente a la economía porque las empresas, sobre todo las multinacionales, no pueden vender sus productos y servicios sin traducción. Como hemos visto en las fotos anteriores, ya sea un champú o una caja de bombones, las etiquetas deben estar en el idioma del país en el que se vende.

Y no solo hablo de empresas que comercializan bienes sino también en general, porque la industria de la traducción mueve mucho dinero. Por ejemplo, Mario Merlino nos dice en un artículo publicado en Cedro que un 25% de los libros publicados en España son traducciones. Así pues, la industria editorial y, con ella, la labor divulgadora de otras culturas por parte de los traductores, son elementos más que suficientes para afianzar la conciencia del valor de este oficio.

Siguiendo con la cuestión cultural, ¿qué decir del aporte de la traducción en la literatura y en la cultura en general? Como describe Edith Grossman —a través de su traductor Elvio E. Gandolfo— en la pequeña gran obra cuyo título he tomado prestado para esta entrada: «La traducción no solo juega su importante papel tradicional como el medio que nos permite acceder a la literatura escrita originalmente en uno de los incontables idiomas que no podemos leer, sino que representa además, una presencia literaria concreta con la capacidad crucial de facilitar y hacer más significativa nuestra relación con quiénes podemos no haber tenido contacto antes. La traducción siempre nos ayuda a saber, a ver desde un ángulo distinto, a atribuir nuevo valor a lo que una vez puede haber sido desconocido. Como naciones y como individuos, tenemos una necesidad crítica de este tipo de comprensión y penetración. La alternativa es impensable».

No obstante, la conciencia del valor y de la importancia de la traducción siempre desemboca en el famoso tema de la visibilidad. Merlino lo tiene claro: «Para que el traductor deje de ser una sombra, deben abrirse las puertas del armario en la que todavía se obstinan algunos en encerrarlo. […] Nos sigue preocupando, por ejemplo, que los críticos literarios no siempre destaquen la importante intervención del traductor para que un libro sea posible en castellano. Y esto no quiere decir que los traductores esperemos siempre elogios y superlativos varios acerca de nuestro trabajo. Entiendo que es un compromiso que el crítico debe asumir con el lector: comunicar no sólo los buenos resultados, sino también los errores o flojeras en la tarea de traducir. Sería de desear que, cumplido este propósito, el lector comenzase a tomar conciencia de que, además de leer una obra interesante, debe preocuparse por leer una obra bien escrita.

Como reza uno de los epígrafes, firmado por George Steiner, de la página de Acett, “sin traducción habitaríamos provincias lindantes con el silencio”. Se nos educa, en general, para que vivamos nuestra actividad específica como un compartimiento estanco. Sin embargo, la plena conciencia de la importancia de la traducción y del buen trato a la lengua que nos vincula constituye el mejor camino para que la democracia no sea una mera ficción o un rótulo, sobado hasta el cansancio, en los discursos de circunstancias. Ello supone mantener viva la pasión por el buen uso del idioma. Como si siempre estuviésemos aprendiendo a hablar».

Hay que creérselo más. Como nuestro trabajo es importante y, como tal, siempre hay necesidad de traductores, os dedico este breve anuncio por palabras:

Y, por encima de todo, nunca olvides que eres importante y que haces falta, traductor. Piensa que, seguramente, San Jerónimo también tuvo sus malos momentos.

San Jerónimo y el coworking
San Jerónimo y el coworking
Problemas con Trados
Problemas con Trados
No es oro todo lo que reluce
No es oro todo lo que reluce
Factura como puedas
Factura como puedas
¿Vulgata? Tú más, por si acaso
¿Vulgata? Tú más, por si acaso
Hasta él tuvo que vérselas con PMs insistentes
Hasta él tuvo que vérselas con PMs insistentes
Un oficio que se hace querer
Un oficio que se hace querer

***

¿Eres traductor y te has quedado con ganas de más? Aquí van algunos regalos:

  • Descárgate este colgador si eres traductor o traductora.
  • Bájate este Excel con fórmulas útiles para traductores.
  • ¿Conoces estas herramientas para controlar mejor el tiempo: Grindstone y Pomodoro?
  • Una herramienta para descargar a la vez todos los archivos incluidos en un sitio web. Muy útil cuando un cliente sólo le proporciona la URL: Httrack.
  • Gestor de portapapeles. Guarda todo lo que se copia para que puedas acceder a él rápidamente. Útil para trabajos con mucho copiar y pegar: Ditto.
  • Jing, software para capturas de vídeo y de pantalla.
  • Aquí tienes una página entera con recursos para la traducción y localización.
  • ¿Más recursos? Aquí, aquí y aquí.

¿Tradu… qué? ¿Qué es traducir?

17 martes Sep 2013

Posted by enlalunadebabel in Traducción, Vida traductoril

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Nida, Steiner, teoría de la traducción, traducción, traducir, traductor profesional

¿Qué es traducir? —dices mientras clavas

en mi pupila tu pupila azul.

¿Qué es traducir? ¿Y tú me lo preguntas?

Traducir es…

A grandes rasgos, traducir es comprender el significado de un texto en un idioma, llamado texto origen o «texto de salida», para producir un texto con significado equivalente en otro idioma, llamado texto traducido o «texto meta». Eso en general, porque para empezar podríamos hablar de qué entendemos por equivalencia.

La traducción se ha descrito de muchas formas y con definiciones que nunca han llegado a ser del todo satisfactorias y, en muchos de los casos, llegan a ser contradictorias. Hablo de las definiciones hechas por los grandes nombres de la traducción, claro, porque los diccionarios suelen tener las ideas más claras:

Traducir según el diccionario Clave

Traducir según el diccionario Clave

Traducir según el María Moliner

Traducir según el María Moliner

Veamos algunas teorías antes de ver qué significa traducir para un traductor profesional:

  • Para George Steiner (1975) todo acto de comunicación es traducción.
  • Para Catford la traducción consiste en la sustitución del material textual de una lengua por el material textual equivalente en otra lengua (equivalencia textual).
  • Nida (1959) fue el primero en valorar el papel del receptor. Su definición de traducción: «operación mediante la cual se produce en la lengua del receptor el equivalente natural más próximo del mensaje de la lengua-fuente, atendiendo en primer lugar al significado y, en segundo lugar, al estilo». Nida se sitúa en un cuadro claramente comunicativo, pero se continúa considerando la traducción como un acto de norma y no del habla.
  • Edmond Cary es el autor que tiene más en cuenta el contexto extralingüístico y dice que la traducción es la operación que pretende establecer equivalencias entre dos textos expresados en lenguas diferentes. Estas diferencias son siempre necesariamente en función de la naturaleza de ambos textos, de su destino y de la relación existente entre la cultura de ambos pueblos, su clima moral, intelectual y afectivo.
  • La mayor parte de los autores actuales siguen modelos de definición similares. Es el caso, por ejemplo, de Hatim y Mason (1997), que definen la traducción como un acto de comunicación que pretende retransmitir, a través de las fronteras lingüísticas y culturales, otro acto de comunicación (que puede haber sido creado con diferentes objetivos o para diferentes lectores/oyentes).
  • Lörscher (1991) critica los modelos teóricos y se centra en describir la traducción profesional. La traducción profesional es el proceso por el cual es generado en la lengua B un texto, tomando como modelo en cuanto a su organización y contenidos un texto previo generado en una lengua diferente, más orientada funcionalmente según las nuevas condiciones que determinan su producción. El texto traducido (la traducción como producto) será el resultante de tal proceso y su función estará determinada por la intencionalidad de su producción. Podrá ser la de representar un texto previo o podrá ser cualquier otra función desempeñada por un texto. Así, podrá ser una traducción instrumental: con una función similar al texto original o documental: con una función diferente.

Traducción es ese lío intermedio

En cuanto a intención y ambición, un aspecto que creo esencial en traducción, me gusta mucho esta cita de Walter Benjamin (La tarea del traductor, traducido por H. A. Murena) en la que hace especial hincapié en la lengua meta: «Ninguna traducción sería posible si su aspiración suprema fuera la semejanza con el original. […] Pues así como el tono y la significación de las grandes obras literarias se modifican por completo con el paso de los siglos, también evoluciona la lengua materna del traductor. Es más: mientras la palabra del escritor sobrevive en el idioma de éste, la mejor traducción está destinada a diluirse una y otra vez en el desarrollo de su propia lengua y a perecer como consecuencia de esta evolución. La traducción está tan lejos de ser la ecuación inflexible de dos idiomas muertos que, cualquiera que sea la forma adoptada, ha de experimentar de manera especial la maduración de la palabra extranjera, siguiendo los dolores del alumbramiento en la propia lengua».

No obstante, después de leer apuntes y rebuscar por las redes, me quedo sin duda con la aproximación de Maite Solana, directora de la Casa del Traductor, en su artículo en Panacea:

«Me parece que a estas alturas los traductores estamos hartos de tener que repetir una y otra vez que una traducción literal de un texto no es una traducción. Es otra cosa. La traducción, para que pueda llamársela tal, no puede limitarse a la mera traslación mecánica, más o menos palabra por palabra o frase por frase, del original; la verdadera traducción requiere invertir la sintaxis, cambiar la puntuación, recrear imágenes, buscar expresiones que en la lengua de llegada signifiquen lo mismo que en la lengua original, aunque sea utilizando otras palabras, etc. Y trabajar de este modo no tiene nada que ver con ser infiel al texto. Precisamente la mejor manera de ser fiel a un original es no ser fiel a su literalidad en absoluto.

Y eso sirve tanto para la poesía y el teatro (los dos géneros que quizás necesiten un mayor grado de adaptación o esfuerzo traductor, como creo que debería llamarse) como también para la novela y el ensayo, aunque sea de divulgación. Y tampoco es cierto que, cuanto más fácil es en apariencia un texto, menos esfuerzo traductor requiere. Todo lo contrario. Las obras de divulgación, precisamente por dirigirse a un amplio sector de lectores, suelen ser, además de informativas, amenas, o al menos intentan serlo. Y esa amenidad hay que trasladarla también a la lengua a la que se está traduciendo, imprimiéndole al texto un ritmo y una frescura que sólo se consigue desarmando el texto y armándolo de nuevo.»

¿Pero qué es traducir para un traductor? Hace un tiempo lo pregunté en la página de Las 1001 traducciones para celebrar los 5000 seguidores y aquí están las respuestas. ¿Qué os parecen?

«Traducir es desandar renglones y redibujar el paisaje que otro dejó a sus espaldas.» Darío Giménez

«Decir lo mismo que ya se ha dicho, pero como nunca se ha dicho y, lo que es más difícil, sin que lo note nadie.» Irene Fernández

«Traducir es navegar en mares desconocidos para otros, pero navegables para el traductor. Traducir es un arte que no todos pueden dominar, pero que es tan antiguo como la música y la poesía. Traducir es la sangre que oxigena mi vida al hacer lo que más te gusta y saber que este trabajo no es un pesar para ti. No importa cuantos quebraderos de cabeza te produzcan algunos términos, al final de todo tendrás la satisfacción de haber trabajado en lo que te gusta y a la vez haber aprendido de la experiencia. Son tantas palabras que describirían la traducción que a la vez lo hacen indescriptible, pero el mundo de la traducción es definitivamente el motor de mi vida.» Brenda Galván

«Me gusta una cita de Gesualdo Bufalino. Dice que el traductor es el único lector auténtico de un libro. El autor es el padre y marido, y el traductor, el amante.» Óscar Nabais

«Traducir es recrear.» Sara de Albornoz

«Traducir es como un cubo de rubik a lo bestia.» Jesús Negro

«Para mí, traducir es evitar a toda costa que aberraciones como «eventualmente me fui», «me he caído en el amor» o «eres bienvenido» se cuelen en el mundo real.» Javier Pérez

«La traducción es muchas cosas, y nada a la vez. Es algo recio y delicado; mágico, pero real. Es fallar, es acertar, es reír, es arrepentirte de haber elegido esta carrera (y más de una vez) y, sin embargo, saber que estás haciendo lo correcto. Es conocer, viajar, hablar, leer, escribir, re-escribir, adaptar, documentarse, investigar. Andar, correr, (no) dormir, soñar. Es volar sin alas. Es escribir sin papel. Es entender. Es vocación. Es pensar. Es sufrir, luchar y ganar. Es… traducir.» Ismael Pardo

«Traducir, para mí, es un modo de vida. Es el aire que respiro, es lo que llena mi alma de alegría, el arte que diseño con cada palabra, la esencia por la que doy gracias cuando me despierto y con la que me acuesto a dormir. Es mi rueda de la vida llena de palabras, sin las cuales marchitaría indudablemente. Y, ¡lo mejor de todo es que hay más adictos a este modo de vida que comparten mi mismo parecer! Traducir es mi pasión.» Translating Cultures

«Traducir es un arte que solo algunos son capaces de conseguir.» Celia Felicidades

«Traducir es reelaborar lo que otro construyó desde otra interpretación diferente, la tuya, que siempre estará influida por todas tus vivencias y lo que ellas conllevan.»  Al Dakota

«Yo he nacido para esto, traducir soy yo.» Isabel Espuelas

«Traducir es comunicación en todos los casos. En mi caso concreto, hacer llegar un poquito del mundo japonés de una forma divertida porque traduzco dibujos animados y cómics.» Ayako Koike

«Jo m’acullo al comodí «Günter Grass» i les seves sàvies paraules: «Traduir és transformar-ho tot perquè no canviï res» i a més, traduir em permet jugar amb les paraules, fer màgia, rebregar-les, ballar amb elles, lluitar-hi de vegades però sempre, sempre, sempre, em fa molt feliç!» Chantal Poirot

«Para mí traducir es indescriptible. Disfruto traduciendo, pero también me enfrento a las traducciones (son todo un reto), algo con lo que siempre aprendes y no solo mejoras como traductor, sino como persona. Permitimos que hasta la sabiduría de las partes más remotas del mundo llegue a manos de todo el mundo, que cada cultura mantenga algo tan valioso como es un idioma, pero que al mismo tiempo se puedan comunicar con el resto.» Oli Poirot

«Traducir es hacer creer al receptor que los libros que lee, las películas que ve, el software que utiliza, las páginas webs que visita y los manuales de instrucciones que consulta fueron, desde el principio, pensados y creados en español.» Mari Illescas

«Traducir para mi es ejercer la profesión de puente. Saltear diferencias lingüísticas y acercar culturas. «Los autores hacen la literatura de su país, los traductores hacen la literatura del mundo».» Virginia López

«Para mí, traducir es desenredar madejas de hilos de muchos colores.» Nai Traductora

«La traducción es un modo de vida, es ver películas subtituladas y corregir los errores de subtitulación, es leer libros en versión original y quedar como un friki ante tus amigos no traductores, es encender el ordenador y abrir diccionarios, glosarios y Trados simultáneamente, es ir al extranjero y leerse de pé a pá los carteles y los folletos turísticos para ver si aprendemos algo o más del idioma del país, es tener felicitaciones multilingües en tu muro cuando llega tu cumpleaños, es tener que aguantar que muchos no se tomen en serio tu profesión, pero sobre todo, es disfrutar comunicando y ponerse en la piel de mil personas diferentes que quieren transmitir un mensaje.» MSE Interpret – Language Services

«Como dijo Saramago: Los escritores hacen la literatura nacional y los traductores hacen la literatura universal. Somos la magia de acercar cualquier historia de cualquier rincón del mundo a cualquier persona, eso es genial.» Noe Fuente

«Desde hace años me acompaña una frase, pegada en mi escritorio, que dice «A translator shall always attempt to reproduce a text so that it doesn’t look like a translation» (Un traductor siempre intentará reproducir un texto de modo tal que no parezca una traducción). Traducir es unir culturas, básicamente.» Vani Rodriguez

«Traducir es hacer que uno entienda lo que otro escribió sin pensar en él.» Itziar Hernández Rodilla

«Transmitir sentimientos, transformar culturas, adecuar ideas.» Saray Gutiérrez

«Para mí, traducir es aprender día tras día, es poder ayudar a los demás, es siempre un reto maravilloso.» Cristina Sala

«El traductor es el mensajero invisible de las palabras, en constante viaje entre lenguas y culturas.» Rocío García

«Para mí, traducir es vivir mi idioma, sumergirme en él y andar por la vida juntos de la mano.» Janis Zari

«Para mi traducir es una vía para crecer continuamente tanto en lo personal como en lo profesional.» Lucy Lu

«Decir lo mismo sin más ni menos.» Jesús López

«Tanto tiempo para decidirme qué hacer de mi vida
Retando a la suerte y a mi realidad
A pesar de lo anterior me decidí
Dedicarme a una profesión que en un principio era como mi «amante»
Una especialidad que ya no es una opción para mí
Comparte triunfos y fracasos
Con ella conocí a mis amigos que ahora son colegas
Inicié un camino largo y lleno de dudas y con
Osadía terminé, con orgullo y mucho amor. Ya lo decidí
Nunca dejaré de traducir.» Jasna Peralta

«Traducir es abrirles los ojos y el corazón a los demás.» Natalia M-p

«Para mí, traducir es un pasatiempo, un trabajo, una pasión, una frustración, un delirio, un choque con la realidad, diversión, seriedad, amor, odio, alegría, tristeza. un descubrir nuevas cosas, destruir las viejas, alegrarse por encontrar esa palabra que tardaste dos horas buscando, llorar por una traducción mala o por un revisor injusto y pirata . En fin, traducir para mí es el reflejo de la vida de todo ser humano, la realización del sueño perfecto de todas las personas: vivir aprendiendo, vivir delirando y vivir soñando.» Traductor Juan Pablo Sans

«Es ayudar a que culturas y pueblos se entiendan a través de la comunicación por medio de la traducción. Ayudar a que otros obtengan el conocimiento con publicaciones en otras lenguas y traduciéndolas a nuestro idioma.» Angélica Carrillo

«Traducir/ interpretar es ir más allá de las barreras lingüísticas y culturales, es tener el poder de hacer llegar el mensaje sin alterarlo, manteniendo su esencia, hacer de conectores en un mundo donde cada vez se necesitan las cosas para la semana anterior. Es un modo de vida, el cual no debemos dejar que se confunda con «saber idiomas». ¡Es para valientes!» Victoria Pina

«Traducir es una difícil tarea, pero con resultados satisfactorios.» Sara Gil

«Hacer asequible a los demás lo que puede ser algo muy interesante.» Mamen Ruiz Ortega

«Yo traduzco porque cada traducción que acabo es un puzzle resuelto y para resolverlo he tenido que viajar mentalmente, ponerme en el lugar del emisor y el receptor con sus circunstancias, incluso a menudo dejar a un lado mi propia identidad y colarme enmascarada en una fiesta de disfraces de una facultad a la que no pertenezco. Traducir es toda una hazaña.» Estela Roja

«Traducir es como jugar con arcilla. Hacer un jarro parecido al modelo pero con otra arcilla. Es jugar con las formas, las técnicas, las palabras para producir un jarro «lo más parecido posible» al original. Es arte, es maniobrar, es amasar, desarmar y volver a armar.» Yo, traductora.

«Traducir es crear un mundo nuevo en el cual las palabras son los habitantes y el sueño de todas ellas es que nadie descubra que antes pertenecieron a otra lengua.» Sandra GM

«Traducir es mi pasión.» Ana Cris Fernández

«Traducir es eliminar una barrera entre naciones y desempeñar la bella labor de trasladar un mensaje, una historia, un mundo de un idioma a otro.» Antonio M. Beleño

«¡Traducir es tirar puentes para unir, tender manos para acercar!» Pili Arias

«La traducción es, en todas sus vertientes, una forma de acerca culturas, de acercar a gente muy lejana que de otro modo no podrían conocerse ni compartir. La traducción también puede poner en contacto a gente de diferentes épocas. Por tanto, la traducción es un arte, porque transmite sentimientos.» Valentí Martí Sansaloni

«Traducir es un gozo al poder servir con una habilidad que tengo. Pero a la vez es un aprendizaje constante porque siempre encuentro algo nuevo que aprender. ¡Me encanta!» Roxana González 

«Alguna vez leí que «el traductor es el amante de un texto» y creo que la definición perfecta de lo que para mí es traducir: es conocer, amar, identificar un sin texto sin importar cómo esté disfrazado, es entenderlo mejor que él mismo para brindarle al lector una experiencia tan emocionante como el mismo autor la vivió.» Lina Ma. Tellez

«Traducir, en teoría, es transmitir el mismo contenido del texto de origen al texto meta. Eso es solo la teoría, la práctica va mucho más allá de eso…» Walter Wersonst

«Traducir es un oficio que exige muchas cualidades.» Zohra MF

«Abrir una puerta.» Ralala Alejo

«Traducir es navegar por los entresijos de tu lengua y enseñarla a los demás.» Eva María García

«Traducir es crear y recrear arte.» Leticia Robles

«Para mí la traducción (y el traducir) es un maravilloso puente que solo vemos aquellos que traducimos algo. Un puente entre dos campos verdes muy diferentes y parecidos a la vez. Un puente con el que los seres humanos somos capaces de entendernos un poco más y comprender lo que hay al otro lado de ese puente a través de personas (los traductores) que viven de las palabras y de su belleza en cualquiera de sus formas. No hay que notar que ha habido un traductor para que sea una buena traducción, pero sí hay que tener en cuenta que ha formado parte tejiendo esa historia.» Marta Eslava

«Para mí traducir es introducirme en un mundo mágico en el cual tengo que ir resolviendo acertijos para, al final, alcanzar ese imposible al que, a su vez, llamamos traducción.» Rachel T Mtnz

«Traducir es mi vocación, mi vida y, en ocasiones, mi perdición: pasar días sin ver la luz del día, perderme quedadas con los amigos, no ser capaz de leer tranquilamente un libro traducido por no parar de encontrarle pegas… Pero también es la emoción de realizar un buen trabajo y de poder decir bien alto: «¡Eso lo he hecho yo!». Porque yo sin traducir, creo que no podría vivir.» Noelia Moreira

«Para mi traducir es esculpir palabras de arcilla y derribar muros.» Esther Muntaner

«Traducir para mi es ejercer un enlace entre dos o más culturas distintas. Es un arte que pocas personas pueden adquirir.» Safia Abahaj

«Para mí traducir es ayudar a otras personas a entender y disfrutar tanto como yo un producto o situación que no entienden por sí solos por falta de nivel idiomático.» Herminia Indignada

«Traducir es aprender, pensar, crear y expresar.»  Pilar Peña

«Traducir es vivir.» Javi Mallo

«Traducir es un aprendizaje continuo y también una forma de transmitir esos conocimientos a personas que, sin la traducción, no podrían aprenderlos.» Mireia Bel

«Para mí cada traducción es una ventanita a un nuevo mundo. Es un momento para aprender, crear, jugar…» Univerbum Traducciones De Paula GF

«Para mí, traducir es compartir. Es un acto generoso en el que un mediador comparte con otros lo que alguien dijo. ¿Puede haber un acto más solidario que hacerle llegar al mundo las palabras de los demás?» Carla Botella

«Traducir = traicionar. Es un cliché pero es cierto.  No, pero en serio, para mí traducir es sumergirme en un océano de palabras, ideas, opciones… nadar, nadar, distraerme con los peces de colores, mira qué lindo… a veces casi que naufrago, y entonces encuentro esa frase, esa palabra que sirve como un salvavidas y ¡zas! que me salvo.» María Teresa Taylor

«Para mí, traducir el acto necesario para que personas que hablan distintas lenguas puedan comunicarse. Traducir es enriquecer al mundo. Imaginemos lo que sería la vida sin la traducción para evidenciar su importancia.» Yamila Taboada

«Traducir es mi pasión, es culturizarme, es investigar, es aprender. ¡Y además, cobro!» Connie Vazquez

«Traducir es descubrir.» Mackie Marshall

«Para mi traducir es transpensar.» Noemi Gutiérrez

«Para mí traducir es disfrutar haciendo lo que me gusta: aprender, investigar, entender, tratar con idiomas, mezclar culturas, intentar alcanzar la perfección… ¡y además cobrar!» Raquel Madrid

«Traducir es vivir, es un reto en el cual me esfuerzo por aprender y transmitir. Traducir es un sentir…» Allan Pineda

«Traducir es ayudar a la humanidad a entender el mundo interno del autor.» Noemi Carpintero

«Traducir es mi vocación y mi profesión.» Ana Hidalgo

«Para mí, traducir es hacer algo para ayudar a los demás, sin que ellos lo sepan. También me gusta corregir esos errores lingüísticos que se cometen por desconocimiento (o dejadez). Y, además, me encanta mi trabajo. Itziar Ugarte

«Para mi traducir es aprender, es enseñar y es sentirme realizado. Fer Tercero

«Traducir es como ser novelista, actor, director, crítico y espectador de una misma obra que, para acercar al mundo, interiorizas hasta hacerla parte ti. Así, con el paso del tiempo, traducir te convierte en ti envuelto en retazos del conocimiento y la creatividad de cientos de personas.» Antonella Michelli

«Traducir es comunicar.» Alba Marín

«Para mí, traducir es sentirse útil.» Pau Gros

«Para mí traducir es una tarea literaria noble y atemporal, es ayudar a que las ideas, obras y discursos de una persona en una época, fecha y lugar específicos lleguen a alguien que puede estar a una distancia geográfica, social o cultural inimaginable, es crear un puente y de alguna manera globalizar (en el mejor sentido de la palabra) los textos asegurándose siempre de respetar y serle fiel a la base, idea y contexto originales.» Angelika Tortuu

«Traducir es APRENDER y ENSEÑAR. Aprender leyendo, interiorizando e interpretando el texto a traducir, aprender del autor/escritor y de su visión y pensamiento al tiempo que completamos nuestra ideología o la complementamos con nuevos trazos. Traducir es ENSEÑAR pues volcamos palabras extranjeras en la lengua de cada uno propia dándoles forma y sentido de manera que transmitamos de forma fiel lo que alguien algún día quiso dejar para siempre en un papel plasmado. La traducción es creación, elaboración, trabajo y satisfacción.» María Gil del Campo

«Traducir es crear puentes, lazos entre las personas, dar a todo el mundo la posibilidad de explicarse y ser entendido, de llegar a cualquier persona que pueda necesitar su mensaje, dejar huellas invisibles, pues lo mejor de todo es que no se note que estamos ahí. Adoro mi profesión.» Silvia Silvins

«Ofrecer la posibilidad de leer textos que de otra manera serian inaccesibles por la lengua en que fueron escritos, sin desvirtuar su sentido.» Elena López

«Para mí, traducir es interpretar; traspasar fronteras y acercar culturas; transmitir pensamientos, sentimientos e historias; fomentar la comunicación y vivirla; y es también la profesión de mis sueños.» Cristian Marcote

«Para mí, traducir significa luchar contra el crimen (lingüístico). Véase, por ejemplo, los anglicismos innecesarios y un largo etcétera de barbaridades.» Fernando Rodríguez 

¿Qué os parecen estas definiciones? Hay algunas muy originales, ¿verdad? Al final, aunque el resultado sea el mismo, el proceso se vive de formas distintas. A todo esto, para ti ¿qué es traducir?

A tope con los típicos tópicos

28 lunes Ene 2013

Posted by enlalunadebabel in Humor, Traducción, Vida traductoril

≈ 29 comentarios

Etiquetas

humor, tópicos, traducción, traductor

Todas las profesiones tienen alguna particularidad que acaba definiéndolas (los médicos tienen una caligrafía ininteligible o los bomberos están todos muy buenos) y como traductores nos la tenemos que comer con pan y muchas veces doblada (con y sin subtítulos) día sí, día también.

Como somos seres muy sociales, aunque no lo parezca, nos desahogamos como podemos en twitter, en facebook, en nuestros blogs o en cualquier plataforma. Para muestra, algunos botones: ¿Cómo detectar a un traductor?, una entrada muy graciosa del compañero Devadip Rivero; el tumblr de über/setzer con sus experiencias en el mundo de la traducción literaria o el de las pin ups de esta humilde servidora, en el que las traductoras son de armas tomar. Porque, reconozcámoslo, muchas veces los tópicos son ciertos y hay que reírse un poco de uno mismo.

Pin up

Sin embargo, hay muchos otros lugares comunes que no hacen tanta gracia y son los que nos tocan la… fibra. Por ejemplo, la compañera Lorena Ruiz nos lo comentaba en su entrada Aquella entrevista, Alicia Martorell contaba algo parecido en Pues entonces, tradúcelo y Sandra Gallart nos explicaba los tópicos enfocados al mundo universitario en una entrada de su blog ConTraducción.

Está claro que acabar con los típicos tópicos que rodean nuestra profesión es algo sumamente complicado, pero por intentarlo que no quede.

¿Cuántas veces habremos oído …?

1. Cualquiera con unos años de idiomas a sus espaldas o con algún familiar nativo puede traducir.

Que sepas escribir no significa que seas escritor, ¿verdad? Pues lo mismo se aplica en este caso. Evidentemente es esencial tener un buen nivel de un idioma para traducir desde él, pero también debes tenerlo de la lengua a la que traduces. No hace falta que lo sepas todo pero sí saber dónde buscarlo y debes disponer de buenas herramientas lingüísticas para hacer un buen trabajo, entre muchos otros ingredientes.

2. Un buen traductor no necesita un diccionario.

O lo contrario: que se piensen que somos un diccionario andante. No, no y no. Son herramientas de trabajo indispensables, igual que los glosarios y los corpus lingüísticos. Y desde luego no somos peores profesionales por no conocer la traducción exacta de una palabra. ¡Faltaría más!

3. La traducción y la interpretación son lo mismo.

Parece que lo de traductor lo engloba todo. Y no solo traductor; me aventuraría a afirmar que cuando dices que eres traductor todos piensan que traduces libros. Nadie piensa en todo lo que está traducido a nuestro alrededor: manuales técnicos, folletos, instrucciones… Bueno, miento, sí se acuerdan de nosotros pero cuando hay algún error.

How to annoy

4. «Estudio traducción e interpretación.» «Ah, ¿quieres ser actriz?»

Un clásico. Poco más puedo añadir aquí.

5. A los traductores no les importa trabajar por la noche o en fin de semana sin coste adicional.

Nos gusta mucho nuestro trabajo, sí, pero no somos tontos. ¿Acaso no somos humanos? ¿No sangramos si nos pinchan? Necesitamos también algo de tiempo libre y si estamos dispuestos a cederlo en pos de una traducción, lo cobramos.

6. No hace falta que un traductor entienda lo que traduce.

Sí, es una frase verídica. Claro, algunos se piensan que somos robots que lo que leemos en un idioma lo transformamos automáticamente en otro. Es todo un proceso, señores. En medio suceden muchas cosas: repasar que conocemos el vocabulario, desconfiar de todo por sistema, volver a buscar una palabra, escribir, reescribir, repasar, etc.

7. A una traducción no le hace falta una corrección o edición posterior.

Un traductor profesional no solo traduce; antes de entregar un trabajo también lo repasará, sí, pero nunca está de más una corrección posterior. En las agencias serias los documentos siempre se revisan antes de entregarlos al cliente. Saltarse esta fase del proceso no es una buena idea.

8. Hacerse traductor es una forma fácil de hacerse rico.

Una idea curiosa que, sin embargo, he encontrado varias veces en internet (más de las que me gustaría). ¿Nunca habéis visto un anuncio de este tipo?

Y dale con los factores: Idioma 1 + Idioma 2 = traductor profesional. Pues vale.

9. Traducir es simplemente escribir en una lengua extranjera.

Una variación del tópico numero 6. Nada, se creen que es tan fácil como esto:

Por cierto, si alguien conoce la existencia de un teclado así, que me lo diga.

Remarco también lo de la lengua extranjera porque parece ser que todo el mundo espera que traduzcas al inglés, francés, alemán, etc. Nunca a tu lengua materna. Lo malo es que, al decírselo, es como si perdieras interés. Como si ya no fuera algo tan difícil porque, al fin y al cabo, <insert tópico 1 aquí>.

10. Pero si un traductor cuesta 39,95€ en Amazon y lleva dos pilas AA.

Te diré yo donde puedes meterte las pilas. Con lo mucho que gustan los artilugios de este tipo y las nuevas tecnologías, los traductores de esta clase no tardaron en aparecer y hace tiempo que están entre nosotros. Es la misma historia de siempre: que sí, que te ayudan a entender lo básico, que te vas a otro país y sabes qué pone en el menú, pero no te va a funcionar para mucho más.

11. Un manual de marketing en el que trabajaron veinte personas en dos meses lo puede traducir en dos días una sola persona sin perder ni una pizca, claro está, del impacto del original.

Más que tópico es una crítica a lo que nos pasa a diario y es una muestra más del poco valor que se le da a nuestro trabajo. A ver, si te trabajas un texto, lo más lógico es que quieras que en otro idioma esté igual de bien redactado que en la lengua original (aquí estoy presuponiendo mucho porque no sería la primera vez que te entregan un texto en Engrish o que huele a traducción automática de otro idioma que tira «patrás»).

Dadnos tiempo. Está claro que no necesitaremos tanto como el que se tardó en redactarlo, pero no hacemos milagros.

12. Los traductores automáticos acabarán sustituyendo a las personas.

¿En serio? Veamos rápidamente algunos ejemplos de traducciones hechas por Google Translate o sucedáneos (o textos que apestan a traducción automática):

tumblr_mbcqy4BK2L1r17queo1_500

No pasar

Resumiendo, no, no creo que ningún traductor automático sustituya nunca a un traductor. Si aún no os he convencido podéis echarle un vistazo a esta entrada con más ejemplos reales. Porque una traducción hecha así, sin repasar ni revisar ni nada, te hace churros como estos:

ecce homo gt

13. A un texto le corresponde una única traducción.

Cada persona tiene su manera de ver el mundo y entender lo que le rodea. Por muy fiel que seas al texto, no siempre existe una correlación exacta, palabra por palabra, de modo que muy pocas veces se encuentran traducciones calcadas, a no ser que sean plagiadas, claro.

14. «Estoy doblando un documental.» «¿Ah sí? Ya me dirás cuando lo ponen para escucharte.»

Vale, puedes decir «traducir» pero si sabes que me dedico a la traducción sabrás que no se trata de ponerle la voz. Cuando se habla de doblaje se piensa siempre en el resultado final y casi nunca en el primer paso, que es traducir el guión.

15. «Necesitamos una traducción. Nada, algo cortito: 2500 palabras. ¿Puedes hacerlo en un par de horas?

¡Ojalá! No obstante, se estima que un traductor traduce esa cantidad en un día, siempre dependiendo del tipo de texto, complejidad, etc. Otro tema es que, como empresa o particular, se haya dejado el engorroso proceso de la traducción para lo último, que es lo que suele pasar.

Pin up BDSM

16. «¿500€? ¿Tanto cuesta una traducción? Nosotros teníamos previsto pagarte 150€.»

Caso verídico. Muchas veces no es por escatimar —que también— sino por puro desconocimiento, pero que te suelten un comentario así, irrita. Y como un cliente directo no tiene por qué saber cómo va el tema, ¿quién mejor que nosotros para iluminarles un poco?

De paso, tampoco está de más enseñarle al cliente a encargar una traducción, como se recoge en este artículo. Como todo en esta vida, con amabilidad se llega a todas partes.

17. Los traductores traducen a todo tipo de lenguas.

Una variación del tópico tan extendido de que traducimos a otros idiomas y no al nuestro. Aquí ya no hablamos de traducir al inglés por sistema, por ejemplo, sino de hacerlo a muchas otras lenguas. Por desgracia no somos superhombres y tenemos un límite.

***

En fin, yo he recogido diecisiete pero seguro que me he dejado alguno en el tintero. ¿Conocéis otros tópicos que os saquen de vuestras casillas? ¿Creéis que la gente es cada vez más consciente de nuestra profesión o seguimos en las mismas?

El lenguaje escatológico y sus eufemismos

24 lunes Dic 2012

Posted by enlalunadebabel in Humor, Lengua española, Traducción

≈ 28 comentarios

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caga tió, caganer, cagar, Dalí, defecar, diario de un genio, escatológico, escatología, eufemismo, humor, Navidad, tradición, traducción, traducción literaria

Con la llegada de la Navidad vuelven las tradiciones a todos los hogares, si bien algunas son más extrañas que otras, como en Cataluña. Parece que al tópico de ser agarrados se une muestra pasión por lo escatológico y no es de extrañar.

Para empezar tenemos al caganer, la figurita de un hombre defecando tranquilamente en el belén con su barretina y muchas veces fumando en pipa. Esta curiosa tradición se sitúa entre el cambio de siglo XVII y XVIII, en pleno Barroco, un movimiento cultural y artístico caracterizado por un realismo algo exagerado, digamos. Esta figura se actualiza año tras año y actualmente adquiere la forma de los políticos o deportistas más prominentes, o bien del famosillo de turno.

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Piqué y Shakira en plena faena

Luego le damos de palos a un tronco para que nos cague dulces y regalos: el sufrido (caga) tió. No es que nos pirre el sadomasoquismo o la ultraviolencia a lo Alex DeLarge, el protagonista de La naranja mecánica. Todo tiene su explicación; de hecho, existen dos teorías detrás de esta práctica. La primera es que simboliza la fertilidad de la tierra y garantiza la prosperidad del próximo año; la segunda, que el tronco representa a la naturaleza que duerme en invierno y hay que despertarla a palos para que defeque y comience de nuevo el ciclo.

Caga tió

El pobre incauto sonriendo con la panza llena, ajeno a lo que está a punto de sucederle

Además, tenemos algunos refranes que respaldan lo dicho, como “Qui mengi molt i cagui fort no ha de témer la mort” (Quien come mucho y caga fuerte, no debe temer a la muerte). Y hasta Salvador Dalí, nuestro catalán más insigne, escribió un ensayo escatológico sobre las ventosidades titulado «El arte de tirarse pedos o Manual del artillero socarrón», que incluyó como apéndice en su Diario de un genio (Tusquets, 2004).

Así pues, como buena catalana, en algún momento tenía que abordar el tema y aunque en un principio pueda parecer una cuestión baladí, tiene más miga de la que parece. En esta entrada abordamos un poco este vocabulario escatológico con una pincelada de humor, sobre todo por lo mucho que tratamos de adornarlo con eufemismos, sea en el idioma que sea. Y como cada lengua modela la realidad a su antojo, al traducir estas expresiones eufemísticas deberemos adaptarlas a nuestra cultura.

Veamos algunos eufemismos para “toilet” en el Reino Unido: bog, loo, cloakroom, close stool, closet, commode, convenience, garderobe, gents’, heads, jakes, khazi, ladies’, latrine, little boys’ room, necessary, netty, place of easement, powder room, privy, smallest room, thunder-box, water-closet y WC.

En cuanto a las necesidades, empecemos por la «agüita amarilla». Lo más común en inglés es pee, piss, have a piss (UK), take a leak (US) pero encontramos otras maneras más disimuladas o todo lo contrario, más bastas y humorísticas, como mark the territory, shake the dew off one’s lily, bleed the lizard, take a slash, squeeze the weasel, drain the dragon o see a man about a horse. Esta última también puede usarse como comodín para decir que alguien debe ausentarse, aunque en general es para ir al lavabo.

Para hacer lo gordo o bien aguas mayores (más eufemismos), los angloparlantes usan shit, poop y take a dump, y como expresiones más eufemísticas: doo-doo, bake a loaf, chop a log, disembowel, do the royal squat, drop a bomb, make mud, stain the porcelain, park your breakfast, take a load off your mind, drop the kids off at the pool…

En España hablamos de lavabo, retrete, baño, excusado, aseo, servicios o sanitario, entre otros. En cuanto a expresiones, vamos al tigre/al meódromo, nos sentamos en el trono o bien visitamos al señor Roca.

Vinilo retrete

Vinilo para hacer tus necesidades como un señor feudal a lo «Juego de tronos»

Una vez allí, para responder la llamada de la naturaleza, podemos cambiarle el agua al canario, es decir, hacer aguas menores, si no queremos hablar de mear o echar un meo.

Aunque también podemos ir de vientre, dejar un regalito, plantar un pino, deshacernos de nuestro lado oscuro, sacar la leña al patio, encargar un brazo de gitano, liberar a Willy, poner un fax, pasar de lo abstracto a lo concreto, echar troncos al aserradero, darle sabor al caldo, echar al inquilino, calcular nuestro producto interior bruto, vaciar la papelera de reciclaje o compilar el Kernel (sobre todo si eres informático).

La verdad es que podemos llegar a ser muy originales a la par que faltones y no sería la primera vez que para estos menesteres oigo también: Me voy, que el perro asoma la cola/el hocico o bien Obama sale de la Casa Blanca (de hecho, este último solo se lo he oído a mi hermano. Mira, Roger, surts al blog!).

Tras una consulta en twitter salieron muchísimas más (gracias, @vulzen, @javmallo, @TraductorJur): echar una placa, bombardear la zona, aliviarse, negociar la liberación de rehenes, salir el topo de la madriguera, lanzar torpedos, ir a darlo todo, dar un concierto, parir mulatos, hablar con la ONU, entrar en modo súper guerrero… La originalidad al poder, vamos.

Con todo esto quiero decir que los eufemismos hay que adaptarlos culturalmente. Soltar un «voy a ver a un hombre por lo de un caballo» no tendría ningún sentido para nosotros porque sería una traducción literal del inglés, así como quizá tampoco lo tendría decir «voy a visitar al señor Roca» en Sudamérica, porque seguramente no sea esa la marca de sanitarios más común. Además, muchas de estas expresiones pueden llegar a tener tintes racistas o ser demasiado chabacanas, así que ojito con emplearlas alegremente y atentos al registro del texto que tengamos entre manos. Lo de siempre: sentido común (que es el menos común de los sentidos, dicen).

Y poco más por hoy aunque aprovecho para felicitaros las fiestas y desearos una buena entrada de año. Y, ya sabéis, si queréis dejar vuestras opiniones o propuestas, aquí os espero.

***

También hablé de eufemismos en:

  • Maquillaje lingüístico: los eufemismos. https://enlalunadebabel.com/2012/06/04/eufemismos-o-como-ser-politicamente-correcto/
  • Pardon my French! (eufemismos en inglés) https://enlalunadebabel.com/2012/06/07/pardon-my-french-los-eufemismos-en-ingles/

Para saber más:

  • English toilet slang: http://en.wiktionary.org/wiki/Appendix:English_toilet_slang
  • Eufemismos vs refuerzo escatológico, Albaigès, Josep Maria (2001): http://www.albaiges.com/fci/skatologia/ufemismorefuerzoescatologico.htm
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