El tiempo pasa volando y, a la que quieres darte cuenta, volvemos a la casilla de salida. En este artículo hacemos un repaso de lo que ha dado de sí este año en el blog y repasamos todas las entradas publicadas por si te has perdido alguna. ¡Empecemos!
Empezamos el año con los trucos que presentó Xosé Castro en la edición de 2016 del congreso SELM. Unos ingredientes de éxito para cualquier traductor que se precie. Entre los consejos destacan el hecho de llevar un proceso de producción eficiente, cerciorarse de que recibimos los materiales completos y que dominamos nuestras herramientas de trabajo, entre otros.
Recibimos febrero con una entrevista a varios correctores editoriales que nos hablaron de su trabajo. Para entender mejor su labor, cómo trabajan y qué suelen corregir, no te pierdas esta entrada. Utilísima para aspirantes a correctores y también para traductores que deseen saber quién y cómo corrige sus textos.
Los inicios nunca son fáciles y en esta entrada os hablé de mi experiencia: los miedos, los aciertos y también los fracasos que puede conllevar este trabajo. De lo mas personal que he escrito en el blog. Si quieres saber qué meteduras de pata he tenido durante mi carrera y cómo he conseguido hacerme un hueco en esto, este es vuestro artículo.
Marzo llegó con unos consejillos para ser más productivo. Cada maestrillo tiene su librillo, pero creo que son aplicables a cualquiera, tenga la especialidad que tenga. Así podremos ser más eficientes y sacar más provecho de nuestras horas de trabajo.
Al hilo de la plataforma Hermes para trabajar para Netflix y cómo se vendió en prensa, en esta entrada con clickbait expongo mi opinión y hablo de la concepción (errónea) que tiene la gente sobre la traducción, ya sea audiovisual o de otro tipo. Seguro que encuentras algunos de los típicos tópicos que has oído alguna vez. También se recogen las tarifas de Netflix, entre otra información.
En abril recogimos algunas lecturas más para el traductor, obras útiles para nuestro oficio. Se incluyen libros de consulta sobre falsos amigos y frases hechas, libros para una mejor redacción en español, un estudio sobra la traducción para niños y muchos otros.
Con una anécdota de la película La llegada (Arrival) empezamos un artículo sobre las palabras intraducibles, pero no nos limitamos a la simple colección de expresiones, sino que tratamos las distintas maneras de abordarlas para traducirlas. Así pues, exploramos las estrategias típicas de traducción como el préstamo, el calco, la transposición y la compensación, entre otros.
En mayo llega la entrada más completa del año. ¿Qué errores más frecuentes he observado en los alumnos que he tenido en prácticas y a lo largo de toda mi carrera? En este artículo vemos las distintas categorías de error con ejemplos prácticos y vemos cómo solucionarlos. Ideal para principiantes… y no tanto.
Un artículo con las dos presentaciones que tuvieron lugar en febrero de este año en la universidad Pompeu Fabra con Begoña Ballester Olmos, de BBO, que habló de doblaje y servidora, sobre subtitulación. Si quieres saber qué temas tratamos, vernos en directo y descubrir mi presentación, aquí lo encontrarás todo.
En julio Carlos Fortea fue entrevistado en la radio para hablar del Informe del valor económico de la traducción editorial y nos hicimos eco de su entrevista, que transcribimos en su totalidad. Condiciones, tarifas y contratos tipo fueron algunas de las cuestiones que se trataron.
Agosto suele ser un mes flojillo, pero eso no quiere decir que sea necesariamente menos productivo. En esta entrada hablamos de las cosas que podemos hacer durante este mes y también en los periodos de menos trabajo.
Aprovechando varios encargos de posedición de subtítulos, en este artículo de septiembre se abordan los problemas habituales que nos encontramos al revisar (y a veces retraducir) el texto de un traductor automático. Además, se ilustra con ejemplos reales de estos encargos y se añaden las versiones más correctas.
En 2016 tuve la oportunidad de hablar sobre la importancia de la traducción en una jornada sobre comunicación social en San Sebastián. En este artículo recojo la presentación en vídeo y en PDF para que descubráis las múltiples facetas de la traducción y su importancia en el día a día.
La última entrada del año, aprovechando que llegan las fiestas navideñas y los regalos, va sobre tres libros útiles, sobre todo, para los traductores que empiezan su andadura profesional. Los mejores regalos para un traductor e intérprete.
***
¿Qué nos depara 2018? Hablaremos de los trabajos de fin de grado, de los juegos de palabras, seguiremos tratando cuestiones de corrección, abordaremos otros aspectos de la traducción editorial y muchas cosas más. ¿Te gustaría leer sobre algo en particular? Déjalo en comentarios y podemos incluirlo este año.
Como siempre, ¡gracias por leer y feliz entrada de año!
Estas semanas ha vuelto a salir el tema en redes de si las máquinas nos van a quitar el trabajo. Es la historia interminable, sí. Al parecer hay dos corrientes de pensamiento entre traductores: los que se niegan en rotundo a pensar que algo así pueda suceder y los que opinan que es una realidad a medio/largo plazo que hay que empezar a asumir. Y por asumir me refiero a que debemos mejorar nuestras habilidades en posedición porque puede que ahí esté parte de nuestro sustento.
Hace unos años, con ese afán juvenil y amor traductoril, me hubiera decantado por la primera, pero ahora me incluyo en el segundo grupo. Avanzo ya que con matices, claro. Se están desarrollando muy buenas herramientas de traducción automática (hay que dejar de pensar únicamente en Google translate y sus meteduras de pata habituales) que pueden ser incluso ventajosas para nosotros, pero no sirven para todo tipo de textos.
La revolución de las redes neuronales artificiales
En twitter hablamos del tema algunos compañeros a raíz de una serie de artículos (me atrevería a decir publicitarios) de DeepL que han aparecido en prensa, como este. Frases como «Los traductores profesionales conservarán sus trabajos durante, al menos, 20 años más» hicieron arquear las cejas a más de uno y no es para menos. Detrás de esta herramienta está la misma empresa que desarrolla Linguee, que supongo que muchos conocéis, con sus luces y sombras.
Estas nuevas herramientas están basadas en redes neuronales, según cuenta Gereon Frahling, director general de DeepL y exempleado de Google: «El servicio, al igual que sucede con otras tecnologías similares, encuentran su motor de crecimiento en el “machine learning” o “aprendizaje automático” basadas en redes neuronales artificiales. Es, pues, una de las revoluciones más recientes y que aplicadas en el campo de la robótica está logrando, junto a los modelos de “deep learning” o “aprendizaje profundo” que la Inteligencia Artificial sea capaz de mejorar rápidamente y “aprender” en función de los supuestos introducidos».
Sin embargo, está por ver que el traductor automático supere la calidad de una traducción humana. Esto dice Frahling: «Esperamos que suceda en unos años, pero no podemos apoyarnos en ninguna base sólida. A veces, ni siquiera el contexto basta: los traductores profesionales traducen según el cliente, el público al que va destinada la traducción, el ámbito de especialidad, el objetivo de la traducción o un producto, el registro deseado, la edad del destinatario, etc. Todos estos son datos que una red neuronal no tiene».
Algunos compañeros que lo han probado en textos periodísticos y generalistas, como Jota o Jordi Balcells, se muestran sorprendidos con la calidad de la traducción, que, en efecto, es mejor que el resultado que ofrece el traductor de Google.
Otros, como Traducción jurídica siguen recelando dada la sinonimia y tecnicidad de los textos jurídicos, como mostraban en esta imagen:
Quise probar con un texto literario y el resultado era de esperar. Como bien dijo Jordi, estas máquinas no están pensadas para la ficción escrita y menos todavía para la audiovisual. Juzgad vosotros mismos:
Y observad la poca diferencia con Google Translate en este caso:
Como vemos, ni tiene el formato de diálogo adecuado ni el contenido acaba de fluir, por decirlo suavemente.
La posedición en TAV
Acabamos de comentar que este tipo de programas no acaban de funcionar bien con ficción y, sin embargo, precisamente esta semana me ha tocado participar en una especie de experimento para un cliente para ver si se puede aplicar la posedición en subtitulación. Para eso, el traductor debía controlar el tiempo con una aplicación como Toggl en dos etapas distintas: la primera, la traducción de un capítulo de una hora de una serie; la segunda, la posedición de la traducción automática de otro capítulo de la misma serie y con la misma duración. En ningún momento se nos ha dicho qué programa o herramienta han usado para traducir automáticamente el texto. Sí nos avisaron que podía haber discrepancias con el tiempo de entrada y salida de los subtítulos y con la segmentación. ¡Y vaya si las había!
En cualquier caso, la consigna era —en posedición— que tratáramos de tocar lo mínimo necesario y evitáramos retraducir siempre que se pudiera. ¿Se consiguió? Solo en parte. He querido recopilar aquí los resultados de esta tarea y algunos ejemplos de lo más llamativo.
Empecemos con los números y la ortotipografía. Por ejemplo, en la traducción automática se dan bastantes errores en medidas y cantidades. En un subtítulo en el que un personaje hablaba de cavar un agujero 5 feet deep, era de 5 metros en la traducción y no de metro y medio. Y en cuanto a ortotipografía, algo parecido: la traducción automática copiaba directamente el formato. En todos los casos de precios, la TA conservaba el orden anglosajón: $80 y no 80$ (no le he puesto el espacio entre número y símbolo porque no suele usarse en subtitulación: se perdería un espacio precioso).
Otros fallos recurrentes se observan en el tratamiento «tú» y «usted», que se pierde completamente, al igual que en número. Sin tener en cuenta la imagen, ese you puede ser tú o vosotros, usted o ustedes. Como sabéis, la imagen manda en TAV y es imprescindible fijarse en la imagen.
Un dato curioso más —que ignoro a qué es debido— es que muchos nombres propios, sobre todo topónimos, se escriben en minúscula. Por ejemplo, sucedía con la ciudad de Boulder, que pasaba a boulder en varios subtítulos. Afortunadamente no lo tradujo como «roca» o «peñasco» en ningún caso. Tampoco me hubiera extrañado.
Ya que hablamos de nombres propios, a veces se traducen literalmente. Barb aparece traducido como «diente» y «barbilla» en varias ocasiones. Un personaje llamado Salty pasaba a ser «salado» en tantas otras.
Al contrario de lo que se pueda pensar, sí se cometen errores ortográficos; por ejemplo, escribe aún así cuando debe ser «aun así» No distingue entre como y cómo y, curiosamente, no tildó casi ningún pronombre interrogativo. Y también lo observé en algunos pronombres personales: He loves me. ☛ El me ama.
También se observó arbitrariedad en los signos ortográficos: a veces usaba correctamente los dos y en otras, desaparecía el de apertura.
Por último, también bailaron algunas preposiciones: I want to see Albert. ☛ Quiero ver Albert. ☛ Quiero ver a Albert.
Sección especial merecen algunas frases y expresiones que sufrieron cambios bastante significativos. Veámoslas:
Original
Traducción automática
Traducción propuesta
Are we done?
Casa patas arriba.
¿Hemos acabado?
As if I didn’t feed you.
Como si no te metiera
Como si no os hubiera dado de comer.
Don’t see him much anymore
No lo veo mucho más.
Ya no lo veo tanto.
Don’t you dare tell another soul
No te atrevas a otra alma
No te atrevas a decir ni mu / a abrir la boca / Como le digas a alguien…
He’s good.
Es bueno.
Está bien.
No.
No hay.
No.
Power-hungry husband
Marido traga-energía
Ávido de poder
Should there be?
¿Si se realiza?
¿Debería?
So help me if…
Entonces ayúdame
Juro que…
There’s a Little buzz going up here…
Hay un ligero zumbido por ahí arriba…
Se rumorea / Hay ciertos rumores…
This is just so incredibly effed up
Esto está tan fuera lastimado
La cosa está muy jodida
…trying to ask me…
…tratando de invitarme…
…quería pedirme…
What’s the hurry?
¿No puedo controlar mis deseos?
¿Qué prisa tienes?
Ahora os preguntaréis si hace algo bien. ¿Qué se traduce correctamente? Pues sobre todo las frases más sencillas sin juegos de palabras:
And I… I said I wasn’t sure.
Y yo… dije que no estaba segura.
Don’t you want a life like mine?
¿No quieres una vida como la mía?
Go sit. Where’d your mom go?
Ve a sentarte. ¿Dónde ha ido tu madre?
I changed my mind. I’m sorry.
Cambié de opinión. Lo siento.
I have told you all this.
Ya te he contado todo esto.
It’s about Marge. I need you to talk to her.
Se trata de Marge.
Necesito que hables con ella.
It’s cold.
Hace frío.
Just hold tight.
Aguanta.
Listen to me.
Escúchame.
They’re cowards. You know that.
Son cobardes. Tú lo sabes.
This isn’t North Korea.
Esto no es Corea del Norte.
Con las frases subordinadas se pierde un poco más:
I didn’t hear Lee say
he thought it was preposterous.
Lee no oí decir que le pareciera
absurdo.
Pero a veces sorprende con algún referente que otro:
You’d better hide the Drano, Bill,
‘cause I might drink it.
Ya puedes esconder la lejía, Bill,
‘ porque puede que me la beba.
En total, un capítulo anterior de la misma duración —1 hora, recordemos— se tradujo partiendo de cero en 9 horas 43 minutos, incluyendo las diversas revisiones que requiere este cliente. La posedición supuso 7 horas 6 minutos. Nos hemos ahorrado alrededor de 2 horas 30 minutos. ¿Vale la pena? Pues por dos horas yo creo que no, sinceramente (el cliente, ya no sé). Hay que estar mucho más pendiente que si fuera una revisión normal. Piden que no se toque en exceso y que se evite retraducir, pero muchas veces no queda otra.
En general, sí me parece que hay que ser algo recelosos con el desarrollo y perfeccionamiento de estos programas, pero de momento no debe quitarnos el sueño. Por lo que sí deberíamos luchar ahora es por unas tarifas de posedición dignas (repetimos: no son simples revisiones) y pensar que nada es la panacea.
De algún modo pienso que un sistema de TA es como un(a) Roomba. No puedes encenderla sin más y esperar que te lo deje todo completamente limpio. Primero debes procurar que no haya nada que obstaculice su paso, recoger un poco y luego seguramente veas que ha quedado un rinconcito por aspirar. ¿Que por qué os hablo de esto? Pues porque para que un sistema de traducción automática funcione realmente bien tiene que haber un buen trabajo previo en el texto: hay que escribir para la máquina, de algún modo, y se debe comprobar que el texto esté bien escrito, que no haya errores, etc. Me pregunto si añadiendo todo esto en la ecuación (primera revisión completa del texto + traducción automática + posedición) nos ahorramos tiempo realmente, pero eso ya es otro debate.
Para resumir un poco todo esto, me quedo con las palabras de Ben Screen en este artículo: «Today, machine translation can create rough drafts of relatively simple language, and research shows that correcting this draft is usually more efficient than translation from scratch by a human. But machines do not now – and it is questionable whether they ever will be able to – replace a translator’s brain. No matter how complex the code behind it, an automated system would struggle to get the same sense of the words».
Estaba nublado y soplaba un viento desagradable, un viento que me recordaba que la primavera aún estaba lejos. Me dirigí al sótano del Campus y entendí que no era la única en haber recibido aquella extraña llamada. La puerta estaba entreabierta y, encima de una mesa que había en la entrada, observé unos pequeños folletos con una inscripción en código binario que interpreté como AETI. No cogí ninguno porque me dio miedo alterar el espacio-tiempo, así que avancé dos pasos para dejarlos atrás. Respiré hondo. Nadie estaba aguantando el portón, pero permanecía abierto por una extraña fuerza. “¿Qué es lo que me ATRAE?”, me pregunté. Conté hasta diez, di un paso más largo que los anteriores y, de pronto, estaba allí. Aterrorizada, me di cuenta de algo verdaderamente insólito. Unos centímetros más abajo de los rostros de todos los humanos que allí se encontraban, aparecían una especie de caracteres en apariencia indescifrables. Entonces lo comprendí: ¡estaban subtitulados!
Así empieza la original reseña de Anna Varela Griñena para la AETI de la conferencia sobre traducción audiovisual organizada por Guillermo Parra en la Universitat Pompeu Fabra. Guillermo, profesor y subtitulador profesional, invitó a Begoña Ballester-Olmos (de BBO Subtitulado) y a servidora para que habláramos de los entresijos (y tejemanejes) de la subtitulación y el doblaje.
Tuvimos la suerte de que la conferencia, que tuvo lugar el 28 de febrero de 2017, pudiera grabarse, así que aquí la tenéis para todos aquellos que os la perdisteis. Además, disfrutamos de la participación estelar de Quico Rovira-Beleta, traductor de Star Wars, entre muchísimos otros, y Paula Mariani, profesora de traducción, expresidenta de ATRAE, vocal de DAMA y traductora de Modern Family, también entre muchos otros.
El objetivo era dar una pincelada a los aspectos profesionales de ambas modalidades de traducción audiovisual. En el caso de la subtitulación, ¿cómo se trabaja? ¿Qué se cobra? ¿Dónde están los clientes? En el caso del doblaje, Begoña nos contó de qué tipos de materiales dispone, nos enseñó algunos fragmentos de películas traducidas en su empresa y nos habló de algunas dificultades específicas. Todo la mar de instructivo (y no lo digo porque yo participara, ¿eh?).
También hubo un buen coloquio posterior a raíz de las preguntas de los asistentes. No os perdáis tampoco esta parte. Aquí os la dejo:
Por si queréis echarle un vistazo a mi presentación, os la dejo también mediante enlace para que podáis ir siguiendo mi intervención o, simplemente, la tengáis de referencia.
INICIARSE Y AHONDAR EN TAV
No quiero terminar sin dejar algunos consejos y recursos para traducción audiovisual. Sois muchos los que preguntáis cómo iniciarse y moverse en este mundillo, así que aquí van algunos enlaces útiles.
La página de eldoblaje.com para consultar quién traduce qué o tener información sobre cursos varios.
Además de todos los profesionales mencionados en este artículo, también recomiendo seguir a aquellos especialistas en TAV que comparten sus vivencias y experiencias laborales (dificultades, gestión de trabajo, juegos de palabras, etc.) y de los que siempre se puede aprender: Javier Pérez, Alberto Fernández, Álvaro Méndez, Sara Hernández, Fernando Castillo, Ale Durán, Marta Baonza y tantos otros que sería imposible recopilar en una sola entrada.
Y ya para terminar, un breve apunte: acordémonos más de las buenas soluciones en traducción (audiovisual o no). Tendemos a criticar traducciones por las redes, pero tampoco cuesta nada elogiar aquellas soluciones que nos llamen la atención por lo creativas e ingeniosas que son, ¿verdad?
Si no habéis leído u oído hablar sobre la prueba para trabajar para Netflix, no sé dónde habéis estado todos estos días. Dicen que hay traductores que hasta tienen pesadillas con el número Hermes.
Sin embargo, sucede que, a pesar de lo bueno de la iniciativa, la forma con que se ha abordado esta prueba —sobre todo en los medios— deja bastante que desear. Parece que trabajar para Netflix y, en definitiva, traducir sea lo más fácil del mundo, que baste con tener nociones de inglés. Para muestra, este botón:
Imagino que cuando la empresa tuvo esta idea sabía lo que se le venía encima, ¿no? O eso espero, porque la avalancha de solicitudes los va a dejar sepultados… si no los ha sepultado ya. Para empezar, me parece bien que sea una oferta abierta a todo el público, que quieran dar la oportunidad a cuantos más profesionales posibles, mejor. Yo misma trabajo ya para Netflix, pero a través de intermediarias, con lo que, de conseguir el trabajo, me ahorraría ese paso y seguramente cobraría más (estas son sus tarifas directas) y ganaría también con un trato más directo. Y hablo con conocimiento de causa, tras diez años trabajando para estas empresas intermediarias (Deluxe, Technicolor) con unas tarifas más bajas que trabajando con la productora directamente. Para más información sobre condiciones laborales y tarifas, podéis echarle un vistazo a esta presentación.
También hay muchos traductores profesionales que prueban suerte ahora para iniciarse en otra especialidad, ¡fantástico! Pero ¿todos los que soliciten el trabajo y realicen la prueba serán profesionales? Y aquí vale la pena detenerse un momento a hablar de intrusismo. Para empezar, os diré que, para mí, un intruso no es ni un estudiante de TeI que aún no se ha graduado ni un filólogo, por poner un par de ejemplos. Al fin y al cabo, la carrera de Traducción e Interpretación es relativamente nueva. Hay grandes profesionales que han acabado como traductores por casualidad y no porque lo hubieran estudiado. Sin embargo, trabajan bien, han hecho algún curso que otro, conocen las tarifas y no van a reventar mercado.
Para mí, el intruso es aquel que pertenece a un ámbito completamente distinto y que escudándose en que sabe inglés, se ofrece a traducir por dos duros y sin facturar, así, a lo loco. Como si fuera un pasatiempo. Y no: traducir es una profesión, no un hobby. De nuevo, no lo digo por decir: hace un tiempo, me escribió un graduado de económicas que se ofrecía a traducir (sin facturar porque tampoco era autónomo) textos técnicos por 0,03 porque tenía un buen nivel de inglés (First Certificate) y solía traducir de forma amateur. Bravo.
La prueba de marras
A lo que iba, ¿que qué me parece la idea de una prueba de este tipo? Me parece bien que ofrezcan una forma sencilla de demostrar lo que sabes hacer. Tampoco me importa que no sea remunerada; hablo por mí, repito, pero dedicarle una hora de mi tiempo no me saca de pobre y si luego consigo el trabajo, pues mejor, además de que el resultado de ese trabajo no lo van a poder aprovechar más que para evaluar al candidato. Aun así, reconozco que debería haber algún paso previo más, que pidieran alguna referencia o prueba fehaciente de que se es traductor.
Según defiende la empresa, el principal objetivo de esta nueva plataforma es localizar e identificar a buenos traductores para su contenido. Si el candidato obtiene 80 puntos sobre 100, contemplarán su candidatura para formar parte de su plantilla de traductores. También comentan que la herramienta ha sido creada con la ayuda de expertos en lingüística que han tenido en cuenta muchos factores.
Las primeras pruebas se centran más en la fraseología tanto en inglés como en la lengua a la que vayas a traducir. Si bien me parece un buen punto en el que centrarse —se dan muchos errores por no detectar una expresión o frase hecha—, esta primera parte puede hacerse consultando rápidamente cualquier página web, con lo que no le acabo de ver el qué. Hay otra parte en la que el candidato debe aguzar el oído y detectar los problemas en varios subtítulos, sección que me parece bastante más interesante porque hay que saber de subtitulado. En la última parte de la prueba, el candidato debe traducir dos clips con textos que, si bien no son dificilísimos, sí tienen alguna particularidad, como referencias culturales o juegos de palabras (me permitiréis que no dé detalles, por motivos obvios).
Entonces, ¿dónde está el problema?
Dejando a un lado que se presente quien quiera, al fin y al cabo están en su derecho y no seré yo quien les pregunte si se ven capacitados (eso debería preguntárselo cada uno y responderlo también con toda sinceridad), entiendo que traducir películas y series tiene un atractivo innegable y es un trabajo agradecido. Es normal que le salgan tantas novias.
El problema, para mí, es que se subestime y desprestigie nuestro trabajo. Así de simple y, sí, soy consciente de que con este artículo estoy abriendo un buen melón. No hace falta ir muy lejos para ver todo lo que genera un anuncio de este tipo, la esencia misma de Internet: hablar de lo que se desconoce sin ningún pudor y criticar a diestro y siniestro el trabajo de los demás.
Me refiero a las opiniones que veréis a continuación. Aprovecho para decir que me centro en lo que se dice (que muchas veces es opinión generalizada) y no en quién. No aporto estos pantallazos para hacer escarnio de nadie, por eso no aparece ningún nombre.
No, no traducimos con Google translate. Un traductor profesional no lo usa como herramienta de trabajo habitual; revisar una traducción automática es un trabajo distinto, recibe otro nombre y, en cualquier caso, no es lo que hace un traductor audiovisual. ¿Puede haber algún error? Pues es posible, igual que aparecen las erratas en los libros, a pesar de que haya habido una revisión posterior. Porque sí, se revisa. Últimamente he revisado mucho para Netflix. ¿Que se nos escapa algo? Pues puede ocurrir, como ese VÍ con tilde, ¿no?
2. No vamos todos en el mismo saco ni es tan fiero el león como lo pintan. Esto me ha desalineado los chakras y eso que ayer fui a yoga: «Pues voy a pedir trabajo, que todos los traductores son malísimos y yo lo voy a hacer mucho mejor». Oye, pues a lo mejor esta prueba descubrirá grandes talentos ocultos, ¡ojalá! También estaría bien que las quejas se hicieran con conocimiento de causa y llegaran al departamento que tengan que llegar para que al final se valore el trabajo bien hecho y, con eso, la labor del traductor y lo importante de una buena remuneración.
3. No basta con conocer el idioma extranjero y ya. Hay que saber expresarse bien en el materno también y sin faltas de ortografía.
En serio, no es la cantidad: hablamos de calidad.
4. El debate de siempre. Siempre que se habla de traducción audiovisual, se acaba llegando a la supuesta guerra entre doblaje y subtitulación… y lo malos que somos por doblar cosas. Es como un reductio ad Hitlerum (reducción a Hitler, falacia ad hominem) aplicado a la TAV.
Hay tanto que analizar aquí. Para empezar, porque me ha dejado patitiesa: los traductores no metemos las risas enlatadas. De nada. Y, por favor, pensemos que el doblaje y la subtitulación dan como resultado productos distintos, cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes.
Por suerte, ahora es mucho más fácil ver una película o una serie de la forma que queramos, gracias a la televisión a la carta y todas las plataformas. Ah, y relacionado con esto último, una cosita más: las pelis y series no están pensadas para que aprendamos idiomas. ¿Que verlo todo en original ayuda? Claro, pero seguro que ni el guionista ni el director tienen en mente a los estudiantes del idioma X para hacer su serie, película, etc. No mezclemos conceptos.
5. Traducir es una profesión, no una afición. Lo repetiré las veces que haga falta. Llamadme cansina si queréis.
Si fuera una afición, no llevaría varios proyectos a la vez tratando de llegar a fin de mes; compaginar una novela que me lleva tres meses de trabajo y los episodios de una serie que deben traducirse en fin de semana para su estreno en jueves (y que me suponen 90 euros por dedicarles día y medio). Que no, que yo me lo tomo muy en serio porque es mi trabajo y no entiendo que se trate con tanta ligereza.
En definitiva, Netflix: bien por la plataforma, pero espero que valoréis el trabajo de un buen traductor. Y en cuanto a los demás comentarios, sé que es una batalla perdida, pero si poco a poco nos vamos dando cuenta de que traducir no es tan fácil, que no, no puede hacerlo todo el mundo y que no es un pasatiempo para ganarse dos perras, acabaremos disfrutando mucho más del entretenimiento, sea doblado o subtitulado.
Y por mi parte, nada más. No me preguntéis cómo traducir para Netflix, solo quería probar esto del clickbait como los artículos que se llevan ahora, a ver qué tal se me da. Ahora en serio, yo lo dejo aquí, pero ardo en deseos de leer vuestros comentarios. ¡Hasta la próxima!
Ni uno, ni dos, ni tres. Diez son los trucos que Xosé Castro compartió con los asistentes al Congreso SELM en la ponencia de clausura de esta edición. Como me parecieron la mar de útiles, le pedí si podía reproducirlos en el blog con algunos comentarios marca de la casa… y aquí los tenéis.
Si os interesa la traducción audiovisual y queréis ser aún más profesionales, ¡seguid leyendo!
1. DE CABO A RABO
Es imprescindible revisar el archivo y cerciorarse de que el material corresponde con el proyecto que nos han asignado. Un consejo que nos da Xosé Castro es comprobar que estén los créditos, porque será señal de que la película, episodio o documental está entero. Con el guion debemos hacer tres cuartos de lo mismo.
Aceptar el proyecto sin realizar estas comprobaciones y darse cuenta después de que la película no se corresponde con el guion o no está entera no solo nos hace quedar poco serios como traductores, sino que nos retrasará enormemente. Aunque no vayamos a traducir al momento, procuremos tener el material correcto y en condiciones.
Y esto es aplicable a muchas otras ramas de la traducción. Pienso, por ejemplo, en los proyectos en Excel. Fíjate bien en todo lo que hay que traducir, no solo de la primera hoja, sino de las otras que pueda haber con texto. Y digo Excel porque a mí me han pasado trabajo audiovisual en este formato para películas y series.
2. PROCESO DE PRODUCCIÓN EFICIENTE
Es importante conocer bien el teclado que usamos y estar familiarizados con los atajos de teclado. Como ha dicho Castro en alguna ocasión: «Cada vez que usas un ratón, muere un gatito».
En cuanto al proyecto en sí, también seremos más eficientes si vemos todo el vídeo antes y repasamos el guion. De esta manera sabremos qué esperar antes de traducir: ¿observamos alguna dificultad? ¿Debemos documentarnos sobre algún tema en concreto? Como sabemos que para que una traducción funcione debe causar el mismo efecto en el espectador meta, hay que conocer bien el proyecto en sí y detectar las dudas que luego nos permitan agilizar el trabajo.
Está claro: si prevemos lo problemático antes de empezar, podemos tratar de solventarlo antes de ponernos manos a la obra. Una vez más, algo que nos puede servir en otras ramas. En literaria, por ejemplo, hojear el libro y leer algunos capítulos antes (o el volumen entero) nos ayudará a ver no solo de qué trata y ponernos en contexto, sino también a fijarnos en cuestiones problemáticas (diferencias de tratamiento, argot, vocabulario especializado, etc.).
3. DOMINIO DE LA HERRAMIENTA
Es importante conocer la herramienta de trabajo que vamos a usar. Por ejemplo, en mi caso uso un programa de subtitulación propio del cliente. Antes de empezar, imprimí y encuaderné los manuales. Los tengo siempre a mano para consultar fácilmente los atajos o si se dan problemas técnicos.
Si trabajamos con Word (guion en pdf y película por separado), no está de más crearnos una macro que pueda acelerar las tareas rutinarias de modificaciones y formato; combinar varios comandos (por ejemplo, para insertar una tabla con un tamaño y bordes específicos, y con un número determinado de filas y columnas); hacer que una opción de un cuadro de diálogo sea más accesible o bien automatizar series de tareas complejas.
Parece ser que, en ocasiones, cuanto más novato se es, menos se pregunta por miedo a parecer inexperto. Para empezar hay que tener en cuenta algo esencial: debemos saber hasta dónde llegan nuestras limitaciones. ¿Podemos encargarnos de este proyecto? ¿Nos va grande? Si es la primera vez que trabajamos para un cliente, quizá conviene que les pidamos qué convenciones utiliza y cómo quiere que le entreguemos el guion. Tal vez podemos pedir incluso uno de muestra.
Si aparece alguna dificultad, hay que preguntarlo antes y durante, no al entregar. Enviar al cliente una lista de problemas el día de la entrega le servirá de muy poco si necesita el texto ya para adaptar, locutar o lo que sea. Otra cosa distinta son los informes en los que documentas posibles cuestiones de traducción. Yo lo hago al entregar una novela, por ejemplo, por si eso pudiera ayudar al corrector.
Si nos aparece algo técnico o muy especializado, busquemos algún experto que pueda revisar nuestro texto o asesorarnos de algún modo. Me pasó con una serie en la que se hablaba de baloncesto, de lo que no tengo ni idea, pero me salvó el pellejo una conocida, que es entrenadora y gran conocedora del mundo del baloncesto en los Estados Unidos. Me revisó el texto y me comentó qué soluciones eran más naturales teniendo en cuenta el contexto. En definitiva, lo que decimos siempre: no tienes por qué saberlo todo, pero sí dónde buscarlo y a quién acudir.
5. LA IMAGEN ES LA BIBLIA
Hacer caso omiso de la imagen es uno de los errores clásicos en los fansubs, los subtítulos de aficionados, que suelen fiarse a pie juntillas de la versión en inglés sin apenas mirar la pantalla. Pero la imagen va a misa. Por eso, hay que cerciorarse de que el guion coincida y sea correcto, porque lo que predomina es lo que se ve y se escucha.
Por ejemplo, you no siempre es «tú», apunta Castro, también puede ser «vosotros», «usted» y «ustedes». Es cierto que muchas veces en inglés se marca la pluralidad con un you two, pero no siempre. Y en cuanto al tratamiento de usted, hay que prestar especial atención a todo: guion, imagen y, sobre todo, contexto.
También hay que andarse con ojo con los deícticos que nos marcan lugares y objetos, para traducir al género y número que proceda o adaptarlos del modo más conveniente. Y ojito con el vocabulario que puede parecer simple en primera instancia, como shrimp, apunta Castro, que no solo puede referirse a una gamba, sino que también puede ser un camarón o un langostino. Imagina la importancia de traducirlo bien en un programa de cocina.
No nos olvidamos de los ad libs (conversaciones de fondo), que habrá que traducir también, aunque nos parezca que se entiende todo.
Y si tenemos un elemento paralingüístico en pantalla, más motivo aún para dar importancia a la imagen. Pienso en el «Don’t be a…» de Pulp Fiction, del que ya hablé en este artículo sobre adaptaciones de cine.
En este caso, como comenta Patrick Zabalbeascoa en su artículo La traducción del humor en textos audiovisuales, se da un chiste paralingüístico, que depende de una combinación de elementos verbales y no verbales. Es decir, lo que se diga va a estar supeditado a lo que se vea (un gesto, una caída, una aparición, el sonido de un disparo etc.).
En este momento de la película, Vincent Vega, personaje interpretado por John Travolta, le pide a Mia Wallace, Thurman, que lo lleve a otro restaurante para cenar, a lo que ella le responde «You can get a steak here, Daddio. Don’t be a…» y dibuja en el aire un rectángulo (aunque más bien debería ser un cuadrado porque la expresión en inglés es don’t be square).
Explica Zabalbeascoa que el sentido en inglés de «no seas antiguo» dista mucho de una traducción literal de «no seas» y luego ver el cuadrado en la pantalla, que encima va reforzado por unas líneas de puntos. Una solución puramente verbal, dice, «sería buscar una expresión en castellano que acabara con “cuadrado” y encajara en el contexto (tipo “no seas un cabeza… cuadrada” o quizás “no seas tan… cuadrado”, aunque las dos son mejorables).
Y como esto seguro que se os ocurren muchos ejemplos más. Ahora mismo pienso también en un gag del primer episodio de Modern Family en el que tras comentar el personaje Phil (Ty Burrell) el bonito vestido que lleva Gloria (Sofía Vergara), ella pronuncia su nombre de tal manera que parece que le diga feel, «tócalo», que es lo que hace él para asombro de los allí presentes. Chiste, pronunciación y gesto en pantalla: una combinación explosiva.
6. NO LO HE OÍDO, NO LO CONOZCO, NADIE LO USA
Que no lo hayamos oído no significa que no se diga y no se use en muchas otras partes. Cuidado con la influencia de zona geográfica al traducir y procuremos no caer en laísmos o en localismos que luego sean difíciles de entender.
Castro usó el ejemplo de alguien que en una película, si no recuerdo mal, pedía su hamburguesa «con todos sus avíos». Al parecer, eso significa el conjunto de extras: mayonesa, ketchup, etc. en algunas zonas del país. En esta receta aparece, por ejemplo, pero ¿se entendería en otros lares?
7. DOCUMENTACIÓN
Con el fácil y rápido alcance a las fuentes de información que tenemos gracias a Internet, a veces pensamos que con eso basta. Hay mucho mundo fuera de las redes. No vayamos a lo de siempre (Wikipedia, Wordreference, IATE), busquemos recursos offline e incluso orales. Es mejor recurrir a un experto en una materia determinada que fiarse de un glosario de Internet cuyas fuentes desconocemos.
Y si buscamos en las redes, acudamos a foros especializados antes que a uno de traductores. Los miembros de esos foros sabrán asesorarnos mejor porque son especialistas en el tema y seguramente se alegrarán de que les consultemos. Castro comentó en su ponencia que suelen agradecer las consultas porque lo interpretan como un interés hacia su trabajo. Doy fe. Tengo amigos mecánicos e ingenieros que se echan las manos a la cabeza cuando oyen alguna «burrada» en un doblaje o en unas voces superpuestas: «¿Que tiene 130 “hache pe”? Eso viene de horse power. Tendría que haber dicho «130 caballos»». Verídico.
Y sin desmerecer las bibliotecas, no olvidemos los libros en Google Libros o Google Académico, con textos de mayor fiabilidad que cualquier recurso sacado de un blog.
8. EVITA EL ESPAÑOL DE DOBLAJE
Lo malo es que está tan arraigado que oímos estas expresiones del dubbese y nos quedamos tan anchos. Para empezar, cuidado con los posesivos para las partes del cuerpo. Si uno le tiende la mano al otro para salvarle la vida, diremos «¡Agárrame la mano!» o incluso «¡Agárrate!» porque en pantalla se verá todo seguramente, pero no «Agárrame mi mano» porque ya queda claro, es redundante y es un calco del inglés. Sí, sé que hay que tener en cuenta la sincronía labial en doblaje, pero en algunos casos no cuela.
Hablando de calcos, ojo también con vocablos calcados y falsos amigos, algo que, evidentemente, hay que tener en cuenta en toda traducción. ¿Errores típicos? El detective cuando hablamos de un agente de la policía, que no es «detective» sino «inspector». O el caso de «alcaide» para warden que aquí es el director de la cárcel. Y por supuesto no es ningún nombre propio: «Soy Warden Grant, el responsable de la prisión» quedó para la posteridad en una película.
¿Y qué decir de los tacos? Como ya sabéis, en este blog he hablado bastante del tema y no me canso de repetirlo: el español es muy fértil en cuanto a tacos y expresiones soeces, ¡aprovechémoslo!
Evitemos este tipo de traducciones:
9. SÉ UN JEDI DE LA FRASEOLOGÍA
Traducir bien tiene mucho que ver con el conocimiento de la lengua meta, e incluso más, ya que nuestra traducción tiene que parecer como si se hubiera escrito originariamente en castellano. Para esto no hay nada mejor que leer mucho, fijarse bien en las colocaciones y tratar de fijar bien el vocabulario.
Desconfiemos de lo que no tenga sentido en español y traduzcamos con la expresión adecuada. Frases verídicas como «Le habían robado el trueno» o «Le había cortado el corazón» no se entienden mucho, ¿verdad? Pero, ay, si acudimos al original en inglés, vemos que el texto original sí se entiende: Finding his thunder stolen es «adelantarse a uno, robarle a uno una idea» y To cut at his heart es «herir en lo más vivo».
Y ya que hablamos de vocabulario, adaptémoslo bien según la época de la película o serie en cuestión. Una persona del siglo XVI no va a hablar como una del XXI. Oímos mucho «bizarro» o «evento» (sí, influencia del inglés), pero por mucho que se usen ahora, no podemos usarlos en un texto más antiguo, por ejemplo.
No tengamos miedo a los diminutivos o aumentativos. Por influencia del inglés, muchas veces se traduce literalmente un little o un big, pero en nuestro idioma tenemos una forma muy natural de traducirlos con los diminutivos y los aumentativos, que —según comentó Castro— apenas se oyen en los doblajes. Por ejemplo, en una frase del tipo I have a little problem, ¿por qué no decir «tengo un problemilla»?
10. SÉ MEMORABLE
Que se acuerden de nosotros. Eso se consigue de muchas formas: facilitando las cosas, siendo comunicativos y sinceros, dando seguridad («No te preocupes, yo me ocupo»). Se acordarán de nosotros si les consultamos dudas, si les facilitamos el trabajo («Mira, voy un poco liado, pero te hago un hueco ahora mismo») y porque vamos mucho más allá de entregar un texto de calidad. Podemos suplir siempre la falta de experiencia ofreciendo profesionalidad.
Demostramos esta profesionalidad, como veíamos antes, cuando aceptamos el proyecto solo si es un tema que dominamos o sabemos que podemos pedir el comodín de la revisión a otro profesional. También demostramos ser buenos profesionales si no lo aceptamos, pero le buscamos a un compañero que pueda encargarse del proyecto. En definitiva: hagámosle la vida fácil al cliente, solucionémosle los problemas (siempre que se pueda, claro).
Aunque la receta del éxito en traducción no existe, me parece que estos consejos son unos buenos apuntes para empezar, ¿no os parece? ¡Nos leemos en la próxima!
*Y por supuesto, gracias, Xosé, por darme carta blanca para hablar de tu charla.
Este fin de semana he conseguido visitar (¡por fin!) una exposición a la que tenía muchas ganas: Pixar. 25 años de animación (CaixaForum, Barcelona, hasta el 3 de mayo). Todo un lujazo para los interesados en la animación, ya sea por las historias o el virtuosismo técnico de las películas.
Al salir de la exposición caí en la cuenta de que no había hablado todavía de la traducción de este tipo de películas, al menos las que yo he traducido de DreamWorks, puesto que sí hablé del doblaje y la subtitulación de Ice Age hará un tiempo.
Como han pasado ya unos años y estas películas están más que estrenadas en cine, televisión y DVD, que es el formato para el que realicé los subtítulos al catalán, supongo que puedo hablar de ellas sin problemas (ya sabéis cómo va esto de los NDA o contratos de confidencialidad). Así pues, os contaré el proceso, las dificultades y algunos detalles más.
Algunas de las películas de animación que he subtitulado
1. LAS PELÍCULAS DE ANIMACIÓN: El proceso de creación
Lo primero es lo primero: la película de animación en sí. No entraré en detalles porque sabéis de sobra de qué se trata, aunque si queréis conocer los distintos tipos que existen, echadle un vistazo a esta página de la Universidad de Huelva: El cine de animación.
¿Por qué es importante conocer el proceso? Bueno, por curiosidad traductora y para conocer el producto, lo primero. Pero, sobre todo, porque cuando encargan una película suelen venir después otros encargos más pequeños: los comentarios del director y los actores, el tráiler (o avance, para evitar el anglicismo), el anuncio del videojuego o el juguete, las tomas falsas y el making of (el cómo se hizo, vaya), y hay que estar preparado para traducir de todo.
A continuación veremos el ejemplo de Pixar, pero las demás empresas de animación suelen trabajar de una forma muy parecida. Encontrareis más detalles sobre cómo trabaja Pixar aquí.
a. La propuesta
Un creativo prepara una idea y la presenta al equipo de desarrollo y animación, donde su mayor reto es lograr que el equipo se interese y vea las posibilidades de llevar adelante el proyecto.
b. El guion
Todo empieza con el guion. Las ideas se plasman en el papel de una forma concreta: qué sucede, cuándo sucede y a quién. Suele ser muy completo y consta de descripciones detalladas del ambiente y de las emociones de los personajes. En eso no se diferencia mucho de un guion para una película no animada.
c. El storyboard
El guion pasa a la secuencia visual gracias a unos dibujantes encargados de crear el storyboard o guion ilustrado, que se compone de bocetos basados en el diálogo y las acciones que se detallan en el guion. Estos dibujos se cuelgan en un tablero y se organizan para formar las escenas y mostrar cómo se suceden las acciones.
Guion ilustrado de Toy Story
d. El storyboard digital
Los dibujantes que se han encargado del guion ilustrado entregan sus dibujos a los editores, que los pasan a un formato de vídeo llamado reel o animática. En este punto prestan atención al ritmo dramático y añaden diálogos, efectos sonoros y música provisionales para que la historia se vea en un formato más parecido al de una película.
Como traductor, es posible que traduzcas escenas no incluidas en la película como material adicional de la misma. Estas escenas suelen estar hechas de esta manera, con un storyboard digital y voces superpuestas.
e. El colorscript
El colorscript, o paleta de colores, es un mapa de la evolución emocional de la película, a diferencia del storyboard, que se centra en la acción. En este paso se representa la historia con grandes pinceladas y sin tanto detalle como en el guion ilustrado, en el que, además, los dibujos están en blanco y negro. Se presta atención a la gama, los tonos y la saturación para captar la atmósfera y las emociones que quieren transmitirse en cada secuencia.
Por ejemplo, aunque lo siguiente no es un colorscript, sí da una idea de cómo el color ayuda a transmitir emociones. La alegría y la felicidad se representan con tonos cálidos; los colores fríos se emplean para el miedo y la tristeza.
Para plasmar los personajes y los decorados, el director trabaja con el diseñador y con un equipo de ilustradores que dibujan muchas versiones de los personajes y sus entornos; exploran distintas ideas de diseño y se fijan en todos los detalles. El diseño definitivo se decide entre las propuestas que reflejan el entorno más verosímil en el que pueden habitar esos personajes.
g. Los estudios de modelo
Cuando el director aprueba el modelo, el artista crea blueprints o guías que los técnicos deben seguir para construir el modelo digital. Los estudios de modelo convierten los detalles del diseño del personaje en pautas de construcción específicas para formas tridimensionales más complejas.
h. Las maquetas
Los escultores se basan en los dibujos de desarrollo para crear maquetas, una escultura de arcilla muy útil porque permite ver al personaje desde cualquier ángulo. Los modeladores en 3D usan estas maquetas como referencia para ver cómo funcionan los distintos elementos del cuerpo de un personaje.
Un modelo de Sully, de Monstruos S.A., en la exposición de Pixar
i. La grabación de los diálogos
Antes de que los animadores puedan empezar a trabajar en la película hay que grabar los diálogos definitivos. El equipo editorial graba las voces de los actores de doblaje en un estudio y, después, los animadores trabajan a partir de las palabras y el tono de los intérpretes para sincronizar los movimientos y las emociones.
j. La modelización y el rigging
Los modeladores en 3D construyen los personajes y los escenarios por ordenador a partir de dibujos, estudios de modelo y maquetas. Los modeladores digitales deciden entonces cómo y por dónde se dobla y mueve un personaje, su flexibilidad, etc. En un proceso llamado rigging se incorporan al modelo miles de controles llamados avars (variables de animación). El rigging es el proceso de preparación previo a la animación de objetos o personajes y consiste en trabajar un esqueleto que permita articular los movimientos que se van a animar.
El layout. Este departamento se ocupa de la colocación de la cámara y la ubicación de los personajes.
La animación: el blocking o bloqueo. Se trabaja en los primeros movimientos. Se escuchan los diálogos y se buscan los gestos y las posturas adecuadas.
La animación: el polish o pulido. En este punto se añaden los detalles: respiración, movimiento de pies y la complicada expresión facial que debe corresponder al diálogo.
El shading y la texturización. Se aplica color, textura, sombras, etc. a las superficies.
El pelo. Un apartado aparte para conseguir que el pelo parezca natural tanto en reposo como, sobre todo, en movimiento.
La iluminación. Para que sea verosímil, se añaden unos focos virtuales que iluminen todo lo que hay en el escenario digital. Luego se van añadiendo otros toques de luz para dirigir la mirada del espectador a lo importante.
k. La renderización
Es el proceso informático mediante el cual se comprimen las imágenes en unas bidimensionales que puedan pasarse a la película o exhibirse con un proyector digital. La matriz informática que lo realiza se llama «granja de render».
En cuanto a números, en una película hay 24 fotogramas por segundo y como hay 60 segundos en un minuto y la cinta suele durar 90 minutos, se necesitan 129 600 fotogramas o imágenes individuales para completarla.
Para terminar, se compone la música y se añade la banda sonora que acompañará algunas de las escenas. Y, bueno, el resto es historia.
2.EL ENCARGO: Cuestiones laborales y material de referencia
Estas películas, de una hora y media de duración, suelen tener unos 1 000 subtítulos. El tiempo para realizar la traducción es de unos tres o cuatro días. Si bien es más holgado que en el caso de las series de dibujos —que hay que traducir de un día para otro—, siempre es poco tiempo para pensar en todas las soluciones.
Por suerte, el material que el cliente da es abundante y va muy bien para trabajar el texto. En mi caso, suelo disponer de la guía de estilo de la empresa o del cliente, Paramount, DreamWorks, etc. Suelen variar de unos a otros porque no todos aplican las mismas convenciones.
Aquí va una tabla con algunas de las cuestiones que recogen estas guías, por lo menos las que he recibido de mis clientes. Evidentemente puede variar.
Además de esta guía, hay documentos con los nombres oficiales de los personajes (sobre todo cuando estos tienen un significado) y la traducción de sus coletillas. Esto es especialmente útil cuando toca trabajar en una segunda o tercera parte (estoy pensando en Shrek, de las que hice la segunda y cuarta entrega) o cuando no has visto la película.
A veces, incluso, puede que dispongas del archivo de audio con el doblaje. Por ejemplo, cuando traduje Cómo entrenar a tu dragón al catalán, tuve acceso al audio del doblaje en castellano. Desde luego, no vale el «escucha y pega», pero puede ir bien cuando te atascas en algún juego de palabras.
Contexto e información de apoyo para Kung Fu Panda
Frases y coletillas de los personajes de El gato con botas
3. EL PROCESO DE TRADUCCIÓN
Cuando llega el proyecto, el cliente te da acceso a un FTP con todo lo que necesitas: película, plantilla de subtítulos en inglés y material de referencia. La película puede ser en color o en blanco y negro y suele llevar siempre una marca de agua o una franja con el nombre del traductor para evitar filtraciones.
La plantilla de subtítulos es un documento RTF y, por suerte, el pautado (también llamado spotting, el marcado del tiempo de inicio y salida del subtítulo) ya está hecho. Es una suerte porque así puedes centrarte en la traducción en sí. Para este cliente no trabajo con ningún programa específico. Por ejemplo, puedo trabajar con los dos documentos en paralelo y el vídeo a un lado.
Otra opción, que encuentro más cómoda, es trabajar con Trados, puesto que así me aseguro de no tocar los códigos de tiempo. Una vez lo tengo listo, vuelco la traducción y lo repaso todo de nuevo en el RTF, asegurándome también de no haberme excedido de caracteres. Eso es lo malo de no trabajar con programas de subtitulación, que suelen marcar al momento si te excedes de caracteres.
Documento abierto en Trados para no tocar los tiempos
4. EL LENGUAJE: Características y dificultades
Como comentaba en el artículo comparativo de las versiones de Ice Age, la animación suele ir dirigida a un público más joven, de modo lo que el humor es un ingrediente básico con todo lo que ello supone para el lenguaje: chistes, juegos de palabras, exageraciones, comparaciones jocosas, etc.
Además de acústico, este humor es muy visual e intenta imitar las características propias de la oralidad, es decir, naturalidad, espontaneidad, frases inacabadas, interjecciones, onomatopeyas…
Un ejemplo de gag. Po, el panda, descubre que su padre oca no es el biológico
El lenguaje es bastante sencillo en general: las estructuras sintácticas son simples, las frases son relativamente cortas y el tono es distendido, aunque eso no significa que las películas de animación sean más fáciles de traducir. No es infrecuente encontrar frases en el original que son ligeramente formales y que hay que adaptar en la traducción.
Por ejemplo, Kung Fu Panda 2 empieza con una especie de relato en plan fábula o leyenda y había que darle un toque más formal, en este caso con los tiempos verbales:
Además, estamos hablando de subtitulación, de modo que lo más frecuente es tener que acortar frases. Esto dificulta y hasta imposibilita recoger completamente todos los significados de la frase original. En este caso debemos seleccionar los significados prioritarios, los que garantizan que el espectador no pierda el hilo. En este sentido, prescindimos de repeticiones, interjecciones y elementos que ya se vean en pantalla, por ejemplo. Por suerte, en mi caso siempre trabajo con los subtítulos en inglés, por lo que gran parte de esa reducción ya está hecha.
Otra característica de este tipo de películas son los referentes culturales, que muchas veces son guiños a los adultos, que al fin y al cabo son los que acompañan a los niños a ver las películas. Se pueden encontrar referencias a películas, series, canciones, etc.
El club de la lucha en El gato con botas
También podemos encontrarnos otros idiomas en el original, que hay que ver cómo trasvasar. Por ejemplo, cuando traduje El gato con botas (Puss in Boots) al catalán, en el original había muchas palabras en castellano como guiño al personaje en sí, de origen latinoamericano y doblado por Antonio Banderas en la versión americana. En mi caso fue fácil dejarlas en castellano en mi versión al catalán, pero ese rasgo no pudo conservarse en los subtítulos al castellano.
Los extranjerismos en Puss in Boots (El gat amb botes)
Las canciones son otro elemento recurrente en estas películas. En general, si una canción aparece como adorno no hay necesidad de traducirla. Sin embargo, si la misma canción cumple una función narrativa porque las letras están directamente relacionadas con el argumento, sí hay que traducirla. En este caso hay que emplearse a fondo y traducir letras, ritmos y rimas. Es lo que suele pasar con las películas de la factoría Disney y también con algunas de Pixar y DreamWorks.
En subtitulación, los clientes suelen partir de la misma base: si es pertinente para la trama, se traduce. Recuerdo algunas cancioncillas de Madagascar y de Shrek en las que tuve que emplearme a fondo para que sonaran bien, aunque fueran para leerse. Contar las sílabas es esencial, así como conservar la rima (aunque hay quien defiende que da igual porque no se oye) y, evidentemente, el sentido. Todo un reto.
Por último, otra de las dificultades en este tipo de películas la encontramos al traducir los comentarios del director y el cómo se hizo, ya que abundan los conceptos técnicos. Si bien muchas veces se dejan en inglés, hay que asegurarse de entender bien el proceso (de ahí la importancia de saber cómo se hace una película de animación) y traducirlos correctamente.
Para este vocabulario más técnico y especializado, aquí van algunos enlaces útiles:
Seguro que me dejo algo en el tintero, pero con suerte tendréis una buena idea de cómo van estos proyectos de subtitulación, al menos por lo que yo he visto, traducido y revisado.
Por supuesto, hay muchas variables en este proceso: el cliente, que puede que tenga programa propio o pida al traductor que trabaje con el suyo, además de exigir ciertos requisitos; el tiempo, porque no es lo mismo subtitular para el cine o la televisión que para el DVD; el tipo de encargo, porque si piden traducción y pautado, esto último requiere más tiempo y, por consiguiente, cobrarlo extra; y muchos elementos más.
Espero que os haya gustado y nos vemos muy pronto.
Que los traductores somos algo tiquismiquis y tenemos un radar especial para los calcos y las frases que rechinan en los doblajes no es algo nuevo. De vez en cuando, de hecho, cuelgo en twitter las que me parecen más graciosas o sangrantes. Para muestra, dos botones, ya sea en doblaje (o voces superpuestas):
o bien los calcos en prensa:
Sin embargo, hoy me centraré en los calcos presentes en las traducciones audiovisuales tomando como base el excelente artículo «Eres patético: el español traducido del cine y la televisión» de Miguel Duro en La traducción para el doblaje y la subtitulación (Cátedra, 2001) y los documentos de la Comissió de Normalització Lingüística, Versió doblada, que se publicaron entre el año 1997 y el 2002.
El calco como virus
Duro explica con mucho atino que el agente infeccioso más grave de todos los que campan en las malas traducciones de las películas y las series de televisión es el calco, en cualquiera de sus modalidades (fonético, léxico, semántico…). Aclara que en sí, como procedimiento de traducción, no es rechazable porque muchas veces enriquece la lengua, pero supone un problema cuando se usa mal.
Entonces, ¿el calco puede ser bueno? Puede ajustarse bien en una traducción cuando existe una laguna lingüística en la lengua receptora, pero hay que llevar cuidado porque muchas veces (en la mayoría, quizá) es un error. Como en los siguientes casos:
Calco léxico o paronímico: falsos cognados, como traducir actually por «actualmente» cuando es «en realidad»; o library por «librería» cuando es «biblioteca».
Calcos tipográficos: el uso de mayúsculas en los gentilicios en castellano, por ejemplo (no aparece en un doblaje, evidentemente, pero sí puede darse en subtitulación).
Calcos sintácticos: cuando se traduce literalmente la estructura de la lengua de partida y se obtiene como resultado una estructura que no es natural en la lengua de llegada.
En su artículo, Duro nos deja algunos ejemplos de calcos reales oídos en Titanic, Corrupción en Miami y El piano. He aquí algunos de Titanic (los comentarios entre paréntesis son míos y que conste que no tengo en cuenta el factor de ajuste labial):
Tiene toda mi atención — You have all my attention (¿No sería mejor: «Soy todo oídos», por ejemplo?)
¿Bromeas? — Are you kidding? (¿Dónde está nuestro «¿Me tomas el pelo?»? Y ya no digo «¿Estás de coña?» porque no quedaría bien en el contexto de la película)
Eres maravillosa — You are wonderful (Hombre, yo no sé si le diría eso a mi pareja, quizá utilizaría otro adjetivo)
Me temo que así es, mi querido amigo — I’m afraid that’s the way it is, my dear friend (en español cada vez tememos más)
No hay ninguna evidencia de que — There’s no evidence that… (Un calco bastante común también en las series policíacas. Aquí, mejor «prueba” o incluso «indicio»)
Como sigue diciendo Duro, «la gente repite lo que escucha y lee —por imitación— o lo que oye, por absorción subliminal. Si día tras día recibe el impacto continuo de un español al que se le ven las costuras del inglés, acaba por parecerle normal ese español y éste termina corrompiéndose».
Aquí es donde aparece el dubbese, el lenguaje propio de las traducciones audiovisuales, esas soluciones faltas de naturalidad que acaban impregnando nuestro idioma y llegan hasta los guiones de producciones nacionales. El compañero Alberto Fernández nos lo explica muy bien en esta entrada de blog.
Orígenes del calco
Miguel Duro comenta que puede haber dos causas que expliquen por qué traductores y adaptadores/ajustadores se aferran al calco: una técnica y otra conjetural. La técnica alude a las limitaciones o restricciones inherentes a la traducción para doblaje o subtitulación, en la que la palabra está subordinada a la imagen:
Doblaje: hay que adaptarse al sincronismo de caracterización, de contenido y fonético (labial).
Subtitulación: hay que adaptarse al tiempo y espacio disponibles.
La segunda causa, la conjetural, se refiere a las condiciones en las que el traductor realiza su trabajo: escasez de tiempo, falta de recursos, malas condiciones económicas, ausencia de revisores, comodidad, negligencia profesional o inconsciencia de la responsabilidad respecto de idioma y del público.
Tal vez añadiría la dejadez que hay a veces hacia la lengua materna. Parece que nos preocupemos más del dominio de nuestra lengua B que de la materna. Hay que leer más en castellano y preocuparse más por la ortografía y las normas generales de nuestro idioma.
¡Una solución quiero!
¿Hay cura para este mal? No es pan comido (que no trozo de pastel), pero puede hacerse. Para empezar se puede avisar a las distribuidoras o cadenas de televisión de los errores que se descubran en series y películas (igual que muchos lectores avisan a las editoriales de gazapos en libros).
Otra solución sería conseguir que los profesionales del doblaje y la subtitulación (no solo traductores) se concienciaran de la responsabilidad que tienen con la lengua, la cultura y con el público al que están destinadas las obras audiovisuales. Aunque, bueno, esto último es más difícil de ponerlo en práctica por su abstracción.
¿A vosotros se os ocurre algo más?
Casos y cosas
Veamos algunos calcos que pueden no ser tan obvios como parece. Empezaremos con la interpelación y los vocativos, y remataremos con una colección de calcos recurrentes.
Calcos en la interpelación
En inglés la interpelación a una persona se hace a menudo aludiendo a la función de la interpelación: agente, doctor, landlord,boss… En castellano no solemos identificar la interpelación salvo en casos muy determinados (como camarero, maestro, doctor), sino que se utiliza una expresión genérica como un «eh» o un «oiga».
No sé vosotros, pero la última vez que me pararon en un control no usé ni un «Bona nit, mosso» ni un «¿Algún problema, agente?». ¿Es grave, doctor?
Y no solo al saludar sino en otras interacciones también, donde podemos prescindir de la persona directamente (y más aún si ya se ve en pantalla). En lugar de «Perdone, agente o «Tenga, señor» nos basta con un «Perdone» o un «Tenga», sencillamente. Fácil de hacer en subtitulación y en doblaje dependerá de cómo quede en boca.
También hay que señalar la generalización en los inicios de las frases interpelativas de muchos doblajes un «di» absolutamente artificioso que ha surgido como recurso fácil de ajuste para alargar las frases. Sin embargo, una vez más, no hay que olvidar que nos debemos a la imagen y a los labios, de modo que a veces es necesario.
Algo parecido pasa con la apelación nominal. Es frecuente en inglés apelar un personaje con nombre y apellidos para enfatizar un reproche o una orden. Esto da lugar a frases como «Peter McDonald, siempre serás un animal» que resultarían más adecuadas usando verbos de atención como «¿Oyes, McDonald? Siempre serás un animal» o «Mira, McDonald, siempre serás un animal», por poner un ejemplo.
Traducir con el culo
A traducir se va aprendiendo con el tiempo y todos mejoramos con cada texto, pero es fácil traducir con el culo si no se va con cuidado. Así que ojito con el ass, que a veces nos nubla:
• And you want us to stick our ass out to protect him? traducido literalmente «¿Y quieres que nos juguemos el culo por protegerlo?» en lugar de la forma más genuina «¿Quieres que nos juguemos la piel para protegerlo?».
• Get your ass out of here traducido por «Quitar el culo de aquí», en vez de «Lárgate de aquí».
No hay que olvidar que ass puede traducirse muchas otras veces por cosas muy distintas:
Don’t be an ass! = No seas imbécil.
What an ass I am! = ¡Qué burro soy!
To make an ass out of somebody = Quedar en ridículo, hacer el panoli, etc.
She’s a piece of ass = Es un bombón.
«¡Maldición, Mike!». Los insultos e imprecaciones: bastardo, maldito, jodido…
Hace un tiempo ya hablé de esto en una entrada. Me maravilla que, con la riqueza léxica que tenemos en castellano para estos menesteres, aún se oigan expresiones del tipo «jodido cabrón» cuando tenemos «cabronazo», entre muchas otras lindezas.
Muchas veces parece que tengamos miedo a adaptar el texto demasiado libremente, pero es lo que requiere para que funcione y resulte veraz. Hay que atreverse a cambiar.
En este sentido os recomiendo los monólogos de Goyo Jiménez (al final del artículo) para que veáis el partido que le saca él a estas situaciones. Risas garantizadas.
¿Dónde está el calco, aquí o aquí?
El castellano no utiliza tan a menudo este adverbio de lugar como el inglés. Es un caso parecido a please y por esto no siempre es necesario traducirlo. Veamos dos ejemplos rápidos:
Un hombre invita a cenar a una chica que hace días que no sale de casa (¿será traductora?) y comienza con la frase You feel like getting out of here?, que se puede traducir por «¿Te apetecería salir?» sin necesidad de decir «¿Te gustaría salir de aquí?».
En una situación de catástrofe, un protagonista exclama Let ‘s get out of here! Si no se trata de un espacio específicamente cerrado, la traducción sería «¡Huyamos!» y no necesariamente «¡Huyamos de aquí!».
Hay que añadir que otra frase habitual en situaciones de pánico es Someone get me out of here!, cuya traducción literal «¡Que alguien me saque de aquí!» queda forzada y conviene recordar que la equivalente suele ser «¡Sacadme de aquí!». Además, en momentos de apuro, ¿no economizaríamos más con el lenguaje?
¿Cómo están ustedeeeees? (Is everything okay?/¿Todo va bien? – Are you alright?/¿Estás bien?)
Hay que adaptar siempre la traducción al contexto, eso es esencial. La primera expresión se puede traducir a menudo por «¿Cómo vamos?» o «¿Cómo va eso?» y la segunda por «¿Cómo te encuentras?», «¿Te has hecho daño?» (o «¿Te han hecho daño?», según contexto) o bien «¿Te encuentras mal?».
La traducción literal «¿Todo va bien?», por ejemplo, choca a veces con la información dada por las imágenes.
Por último, veamos algunas palabras y expresiones susceptibles de terminar calcadas:
Adultery / adulterio
En inglés, adultery, además de significar «adulterio» en el sentido de infidelidad conyugal, también puede significar «infidelidad religiosa» o «herejía»», como es el caso de la frase: Sodomy, blasphemy and adultery were the accusations made against the Templar order.
All you have to… / Todo lo que tienes que…
All inicia muchas expresiones verbales que, traducidas literalmente por «todo lo que», resultan recargadas. Quedan mejor resueltas con «solo» o «lo único»:
You said all I had to do was to try it = Has dicho que sólo tenía que probar y basta; Has dicho que sólo era cuestión de probarlo.
All I want is for Willy to be with his father = Solo quiero que Willy esté con su padre; Lo único que quiero es que…
As simple as that / tan sencillo como esto
Hay todo un repertorio en castellano para traducir la expresión It’s as simple as that: «en pocas palabras», «es muy sencillo» o, incluso, «en resumen».
To belong / pertenecer
En frases como That s where I belong / I belong to India, que designan el lugar donde uno se encuentra cómodo o considera su hogar, en vez de la traducción literal «Es donde pertenezco» o «Pertenezco a la India», debería decirse «Allí está mi casa», «La India es mi hogar» o expresiones similares.
Gimme a break / Dame un respiro
Sí, podría ser peor. Se podría traducir más literalmente aún, pero es una de esas frases muy de doblaje, muy dubbese. Más que hablar de respiros, lo que más decimos en estos casos es «No me agobies» o «No me atosigues», ¿no os parece? Incluso quedaría bien un «déjame en paz», depende del contexto.
Business / negocio
Este término en inglés también tiene el sentido genérico de «asunto», «cuestión» o «tema». Hay que fijarse en el contexto para saber si se habla de negocios estrictamente o no. En este sentido genérico, una frase como It ‘s a tricky business se traduciría por «Es un asunto complejo», y The man still had unfinished business para «El hombre aún tenía cuestiones pendientes».
Caucasian / caucásico
El inglés Caucasian nos aparece a menudo como identificación étnica utilizada por la policía. Se trata de un término de clasificación antropológica que designa el grupo humano leucodermo, también llamado «raza blanca».
En castellano, algunos diccionarios reservan «caucásico» para este concepto y «caucasiano» para el individuo de la región geográfica del Cáucaso, pero se tiende a considerarlos sinónimos. El problema es que, en doblaje, cuando un policía estadounidense dice que busca un hombre de aspecto caucásico o caucasiano, el espectador podría entender que hablamos de alguien del Cáucaso. Sería mejor, pues, traducir por «un hombre de raza blanca» o «un hombre blanco».
Este criterio no sirve, sin embargo, cuando este término se opone a otras identificaciones étnicas que, para un europeo, son también de piel blanca. Es el caso de hispano o latino, por ejemplo. Cuando en una película salen juntas estas identificaciones, se deberá mantener la traducción literal «caucásico» o «caucasiano».
Condescending / condescendiente
Es condescendiente quien se digna consentir algo alguien. No obstante, el inglés condescending alude a alguien que es altivo o desdeñoso. Y, en consecuencia, condescended debe traducirse por «despreciado».
Decent / decente
Según el contexto hay muchas más soluciones que la traducción literal. Veamos algunas:
Are you decent yet? = ¿Estás vestido? ¿Estás visible?
Decent chap= Un chico formal / Un buen tío
He was very decent to me= Fue muy amable conmigo
A decent sum= Una suma considerable
El antónimo indecent también puede tener alguna solución alejada del calco:
Indecent assault = Abusos deshonestos, agresión sexual
Detective / detective
Tiende a traducirse por «detective» cuando la mayoría de las veces sería mejor usar «inspector» o «comisario». En castellano, «detective» nos remite al privado.
detective constable(n)(Britain) agente (m) (de policía)
detective inspector(n)(Britain) inspector, inspectora (m)(f) (de policía)
detective sergeant(n)(Britain) oficial (m) de policía
detective story(n) novela (f) policíaca
detective superintendent(n)(Britain) comisario, comisaria (m)(f) (de policía); comisaria
detective work(n) trabajo (m) detectivesco; trabajo (m) de investigación
Devotion / devoción
Hay contextos, sobre todo los no religiosos, en el que el vínculo personal expresado por devotion se puede traducir mejor por «lealtad» o «afecto».
Dozen of / docenas de
En inglés dozen of tiene el valor de abundancia y es mejor traducirlo por: «bastante», «mucho», «un montón de», etc.
Escort / escolta – To escort / escoltar
En inglés to escort también tiene el significado acompañar, sobre todo en el sentido de cortesía. Así tenemos que escort agency debe traducirse por «agencia de azafatas» (sí, ya, a veces son algo más que azafatas) y no por «empresa de seguridad».
Eventually / eventualmente
Quizá uno de los calcos más odiosos. Con lo bonitos que son «al final», «finalmente», «a la larga»…
Subtítulo de un episodio de True Blood
Exciting / excitante
Este adjetivo tiene en general el sentido de emocionante, apasionante o estimulante. Y lo mismo ocurre con excite y excited, que corresponden a menudo a «emocionar» y «entusiasmar», en un caso, y «emocionado» o «ilusionado», en el otro.
You are a fraud! / eres un fraude
En inglés, fraud se aplica tanto a cosas como personas. En castellano no termina de funcionar con personas. Debe traducirse por «farsante», «impostor» o «tramposo». El sustantivo fraud también se puede traducir por «estafa», «trampa» o «engaño».
Funeral / funeral
En inglés, funeral designa genéricamente cualquier ceremonia de enterramiento, mientras que en castellano se refiere a la ceremonia religiosa, generalmente en un recinto cerrado. Por lo tanto, resulta más adecuado traducir el inglés funeral sólo por «entierro» en los casos que no haya rito religioso o bien cuando éste se hace en el cementerio mismo.
To get in one’s way / interponerse en el camino
El verbo interponerse corresponde a un registro formal que no se ajusta al registro coloquial habitual los diálogos de las películas. Si la expresión That’s the second time you got in my way today se traduce literalmente por «Hoy es la segunda vez que te interpones en mi camino», el resultado queda afectado por la connotación formal. La expresión equivalente sería «Hoy es la segunda vez que te me metes por medio» o también «Ya la segunda vez que…».
Long life / larga vida
En las aclamaciones del tipo Long life to the Queen la traducción más genuina es «Viva la reina» y no «Larga vida a la reina».
Macho / machista
En inglés este término designa comportamientos «de macho» que no siempre corresponden al concepto de «machista», a la relación de poder del sexo masculino sobre el femenino.
Por ejemplo, en una conversación entre dos agentes forestales en el que uno pretende resolver por su cuenta un problema grave y el otro le dice What are you telling me, more macho bullshit!, el sentido de la frase es «No te quieras hacer el duro», sin connotación machista propiamente dicha.
Make yourself comfortable / ponte cómodo
Hay contextos en los que la traducción «Ponte cómodo» no es la más adecuada. Cuando llegamos a casa y «nos ponemos cómodos» la frase tiene una implicación física, es decir, puede significar que nos cambiamos de ropa y de zapatos, lo que nos hace sentir cómodos de verdad. En cambio, a la gente que se invita a casa, las expresiones de acogida que se le dedican en castellano, y que son equivalentes a Make yourself confortable, son del tipo «no te cortes» o «como si estuvieras en tu casa».
Monument / monumento
En inglés monument puede hacer referencia a un paisaje singular (montaña, cañón) o área de interés histórico o científico (campo de batalla, yacimientos fósiles) de propiedad pública. En este caso, una traducción más adecuada que monumento sería «espacio protegido».
Officer / oficial
Calco en el ámbito policial que también se da en otros, como el militar o el educativo. En el ámbito militar el calco más frecuente es traducir mecánicamente officer por «oficial», cuando en realidad officer solo, sin ningún complemento, es un genérico que designa cualquier militar con mando, de sargento en general.
Así, officer’s uniform es más adecuado traducirlo por «uniforme militar» y no por «uniforme de oficial». Recordemos que el equivalente inglés de «oficial» es commissioned officer.
Plastic / plástico
En inglés tenemos el término plastic money referido al pago en tarjetas de crédito o débito. Una abreviación de plastic money muy usada es «plástico», que evidentemente no traduciremos por plástico, sino por «tarjeta».
Positive / positivo
Cuando un personaje ha de expresar una opinión en una reunión tensa, la traducción más adecuada de I’ll be positive es «Seré categórico o claro».
Proud / orgulloso
Este adjetivo tiene en inglés el sentido de orgulloso cuando se refiere a persona. Pero cuando se refiere a objetos inanimados o conceptos abstractos tiene el sentido de espléndido o glorioso. Así, la traducción adecuada de Our country has an old and proud history es «Nuestro país tiene una vieja y gloriosa historia».
Rank / rango
Este calco también es muy frecuente en películas bélicas. Normalmente rank se traduce por «graduación», o también, según el caso, por los símbolos que le indican, como «galones» o «estrellas». Así, high rank se traducirá por «alta graduación» y no por «alto rango».
Relax / relájese
La traducción literal del imperativo relax para «relájese» olvida un amplio repertorio de expresiones genuinas equivalentes: «tranquilícese», «tranquilo», «estése tranquilo» o «no sufra».
Room / habitación
Este término tiene también un sentido genérico de espacio, lugar o cabida. There ‘s no room for you puede significar «No hay sitio para ti». Hay que fijarse en la imagen porque una frase como Get out of the room se puede pronunciar en un despacho o un comedor y, en vez de la traducción literal «Sal de la habitación», habría que decir «Sal del despacho» o también «Sal de ahí/aquí».
Pasa lo mismo con frases como She’s in the next room cuando la imagen muestra claramente que la estancia del lado no es precisamente una habitación. Según el contexto, la traducción sería «Está en el otro despacho» o «justo al lado».
Scalpel / escalpelo
Este término inglés corresponde a dos términos diferentes en castellano: escalpelo y bisturí. El primero es un cuchillo pequeño usado para disecar y esculpir, mientras que el segundo es el instrumento usado en las incisiones quirúrgicas. Hay que fijarse en el contexto para elegir la traducción adecuada.
Sect / secta
En inglés, sect también tiene el significado de colectivo de creyentes de una religión sin connotaciones minoritarias o exclusivistas. Por lo tanto, a veces, en vez de traducirlo por «secta» es mejor traducirlo por «confesión», «religión», «credo». En inglés, una secta es cult.
Sexy / sexy
En inglés americano, este adjetivo se aplica a personas, cosas y situaciones (aparte del sentido puramente sexual, que es el único que tiene en castellano) en el sentido de interesante, agradable, goloso (atractivo en general) y también moderno, a la última moda, como se puede ver en los siguientes ejemplos: a sexy project, a sexy new car, a sexy party, a sexy book. Se deben evitar traducciones literales como «Buscamos empresas competitivas y sexys».
Single / soltero
Single referido a persona designa a alguien que vive solo y no necesariamente soltero. Según el contexto puede tratarse de una persona separada, como es el caso de I’m a single dad, que no se puede traducir literalmente por «Soy un padre soltero».
Special delivery / entrega especial
Mejor dicho se trata de una entrega urgente. Eso es lo que tiene de especial.
Verdict / veredicto
En situaciones que no correspondan al ámbito jurídico, verdict significa simplemente «opinión» o «dictamen».
Vigilantes
Este término inglés designa los grupos de ciudadanos que realizan funciones parapoliciales en EE. UU. Debe traducirse por «patrullas» o «justicieros», según el contexto.
Subtítulo de la película Gangster Squad
We’re history / Somos historia
La expresión To be history tiene varias traducciones según el contexto:
We’re history en boca de alguien que expresa una acción que se acaba de ejecutar se traduciría por «Hemos terminado».
That’s history para opinar sobre un hecho se podría traducir literalmente por Esto ya es historia y también para «Esto ya es agua pasada».
We did it! / ¡Lo hemos hecho!
Calco que también se da en la traducción literal «Lo haremos» de We’ll make it. Las traducciones adecuadas serían «Lo hemos conseguido», «lo conseguiremos» o «saldremos adelante», incluso.
To be welcome / Ser bienvenido
Esta expresión pide varias traducciones según el contexto. You’re not welcome es una expresión de rechazo muy frecuente que se puede decir de muchas maneras: «No te queremos aquí» o «¿Qué se te ha perdido?».
En las frases siguientes observamos otras traducciones más adecuadas que la literal «No eres bienvenido».
You’re not going to be welcome in this neighborhood se puede traducir por «No te recibirán bien en este vecindario».
A gunfighter’s not very welcome in most plazas se puede traducir por «A un pistolero no lo quieren en ninguna parte», por ejemplo.
We’ll make him welcome se traduce mejor con «Le daremos una buena acogida/un buen recibimiento» que por «Haremos que se sienta bienvenido».
Hasta aquí la entrada de hoy sobre calcos. ¿Se os ocurre algo más? ¿Hay alguno que os dé rabia?
***
¿Qué dicen del calco y del dubbese en otros artículos?
Nos os perdáis este monólogo de Goyo Jiménez en los que reflexiona sobre el mundo audiovisual español y estadounidense, y su forma de hablar. Momento lingüístico en el 05:50, sobre los insultos.
Otro monólogo en cuanto a disparidades culturales. En el 14:30, cómo se liga en el instituto; en el 17:00, cómo se habla en el ámbito médico y en el 19:00, el policial.
Una de las cosas que más cuestan, en literaria y también en audiovisual, es transmitir naturalidad y que el texto no suene a traducción precisamente. Eso pasa por trasvasar correctamente y de una forma creíble los insultos y las expresiones malsonantes, entre otros. Seguro que tenéis muy presentes algunos doblajes y traducciones impresas que abusan de los «maldito/a» y «puto/a» o emplean expresiones que en la vida real no usamos tanto. Hace poco oí incluso un «esto apesta» para traducir un «this sucks» que se podría haber resuelto con mayor naturalidad con un «esto es una mierda» o «vaya mierda de…», por ejemplo. Por no hablar de la gran metedura de pata en el doblaje de St. Elmo, punto de encuentro (1985) y su «el amor chupa» («love sucks«).
Y es que parece que el tema de los «tacos» y el lenguaje soez en general no está bien resuelto. Como dice Joan Fontcuberta en su artículo incluido en La traducción para el doblaje y la subtitulación (Duro, 2001): «No se ha estudiado con profundo rigor la función social y comunicativa de los insultos, los tacos y las exclamaciones en general. Los diccionarios ayudan poco o nada en estos casos; suelen dar traducciones neutras que casi nunca coinciden con la intención de quien los profiere o con la situación en que se producen».
Además sabemos que, como con tantas otras cuestiones, todo «depende» en traducción. Un buen trasvase depende del medio social del personaje que dice el taco, de la situación que lo haya provocado a expresarse así (no es lo mismo el miedo que la rabia) y de a quién va dirigido el mensaje. Por ejemplo, el personaje de Travolta en Pulp Fiction no imprecará de la misma forma que el timorato Flanders de Los Simpsons. ¿Quién diría «¡Me cago en la puta!» y quién «¡Córcholis!»? Sí, son mundos opuestos pero son un buen ejemplo de esto.
Por su parte, Xosé Castro (1997) habla en un artículo de la «alta traición» que hay que cometer a la hora de abordar este tipo de traducciones: «[…] debemos traicionar intencionadamente al texto cuando nos encontramos expresiones vulgares y malsonantes, mucho más variadas en nuestra lengua que en inglés y que, sin embargo, se ven una y otra vez mutiladas por la falta de imaginación de algunos traductores (jodido, jódete, bastardo, etc.). El habla vulgar y la germanía también es muy fértil en castellano y no se le saca todo el partido por miedo a hacer una adaptación demasiado libre del texto original».
A continuación expongo algunos ejemplos reales del doblaje que hice para The Good Guys, una serie policíaca, y de las traducciones para los subtítulos de Sons of Anarchy, en los que abunda el lenguaje malsonante (porque va de unos moteros muy machotes) y de Paranormal Activity 4, con muchas expresiones de este tipo motivadas por el miedo de los personajes. [Tendría que haber hecho una estadística de las veces que los personajes decían «What the fuck!» o «Holy shit!«.]
Lo que aquí encontraréis, por lo tanto, son algunas formas de trasvasar estas expresiones pero no pretendo sentar cátedra ni establecer reglas fijas. Hay mil maneras de traducir las cosas y cada maestrillo tiene su librillo. Y tampoco animo a salpimentarlo todo con estas palabras soeces: hay que tener en cuenta las preferencias y/o exigencias del cliente.
En esta tienda de Osaka no se han enterado de que no es necesario ser faltón para vender
LOS INSULTOS
Todas las lenguas son ricas en este tipo de léxico pero las expresiones no son siempre equivalentes. Por ejemplo, el «cunt» inglés es excesivamente ofensivo (The Oatmeal le ha dedicado un cómic, incluso) mientras que, en español, el «coño» está en boca de todos (no pun intended).
En palabras y expresiones tan enfáticas como estas, lo esencial es transmitir el tono (enfado, sorpresa, miedo, etc.) con lo que muchas veces los términos no coincidirán.
Veamos algunos ejemplos de insultos:
Aquí me pareció más natural utilizar esta expresión en lugar de optar por un simple adjetivo y ser más literal («scumbag» suele ser «basura», «escoria»…). Un cambio parecido al del caso siguiente: «twerp» puede ser «bruto»o «idiota» pero «imbécil» me pareció más fuerte.
Muchas veces, los insultos vienen dados por la apariencia de la persona, ya sea rasgos físicos o por la ropa que lleva:
En este caso la literalidad no me acababa de gustar, por muy simpática que resultara una pajarita, de modo que lo extrapolé un poco para que siguiera teniendo el matiz de algo raro y ridículo.
Esta última expresión, a la vez, es una referencia cultural. Los «munchkin» son unos hombrecitos que aparecen en el libro El maravilloso Mago de Oz, de Lyman Frank Baum.
Muchas veces encontraremos expresiones que no son excesivamente insultantes pero sí despectivas y, por lo tanto, no debemos pasarnos de la raya.
En los casos en los que es posible opto por usar el sufijo despectivo -ucho/-ucha o cambiarlo un poco y añadirle un adjetivo peyorativo.
EXPRESIONES MALSONANTES
En The Good Guys se intentaba reflejar el día a día de una comisaría, la calle, los criminales, y por eso había muchas expresiones malsonantes como indicador de naturalidad.
En los fansub de esta serie se optó por una versión mucho más literal que no encuentro muy acertada para doblaje porque le falta naturalidad, especialmente la respuesta. Me gusta «puñetero/a» pero no en esa construcción.
La idiosincrasia de uno de los personajes de la serie policíaca, Dan, hacía que algunas veces las expresiones no fueran convencionales y tuvieran un toque antiguo o ridículo, como esta:
Volvemos a tener un «damn» pero combinado con el «hot» no tiene mucho sentido o, al menos, no es una combinación que se oiga mucho por EE.UU., por lo que traté de reflejarlo con una expresión que tuviera doble sentido y también tuviera su gracia.
En este fragmento, por ejemplo, el «damn it» está traducido de otra manera porque la situación lo requería. El efecto de este fragmento no debía ser humorístico sino que debía expresar su mal humor. Un «mierda» también hubiera quedado bien.
Aquí no me parecía que hubiera que reproducirlo por una expresión realmente malsonante, de modo que opté por reproducir el sentido y darle el tono que requería el contexto. A diferencia de los fansub, donde sí se tradujo con el recurrente «puto/a».
El siguiente ejemplo me llamó especialmente la atención no porque fuera excesivamente malsonante sino porque debía recogerse con la fuerza que requiere la situación, algo que los fansub no consiguieron por su literalidad:
En este sentido, hay veces que nuestra opción será más fuerte que el original. Pienso, por ejemplo, en el típico «no kidding» que en español queda mejor con un «¡no jodas!», siempre que las circunstancias lo permitan. No olvidemos también el socorrido «no me digas» pero, por favor, nada de «¿bromeas?».
MAQUILLAR LA BLASFEMIA
Algo que me ha parecido curioso siempre es cómo muchas lenguas usan eufemismos a la hora de imprecar para no caer en la blasfemia. Me da la impresión de que en España empleamos bastantes expresiones de tintes religiosos sin tantas cortapisas. No nos ponemos las manos a la cabeza cuando alguien «se caga en Dios» o se exclama con un «Jesús, María y José».
Veamos algunos casos en EE.UU., el Reino Unido o Francia:
1. En los Estados Unidos:
gad, gosh, por God
gee, gee whiz, jiminy whiskers, jiminy christmas por Jesus Christ
criminy por Christ
heck por hell
darn, dang por damn
2. En el Reino Unido:
gadzooks por God’s hooks (los clavos de Cristo)
zounds por God’s wounds (las llagas de Cristo)
3. En Francia:
sacre bleu por sacre Dieu (Dios santo)
morbleu por Mort de Dieu (muerte de Dios)
parbleu por par Dieu (por Dios, de forma similar al castellano «pardiez»)
¿Cómo podemos reflejar esto como es debido en una traducción? No sé de ninguna expresión española eufemística para estos casos y está claro que si encontramos una expresión de estas en el texto original es por algo; se ha querido rebajar un poco el tono. Si alguien dice «Gee, that hurts!» lo mejor es evitar el «joder» (descarto hablar de figuras religiosas en este caso) y optar por un «caray», por ejemplo.
LAS MIL Y UNA CARAS DE «SHIT» Y «FUCK»
Para terminar me gustaría recoger algunas de las traducciones más habituales para las siguientes expresiones. Si tenéis alguna sugerencia o comentario acerca de las opciones que aquí propongo, no os cortéis, sed insolentes y dejadme un comentario soez. Y, si os gustan, os podéis descargar la recopilación aquí: La traducción de shit y fucking.
Shit
«Shit» es muy recurrente como expresión pero parece que tendemos a trasvasarla demasiado con «mierda» cuando no siempre corresponde con nuestra indignación escatológica. Fijaos en el siguiente cuadro las muchas (y variadas) maneras que hay de usar el término y entenderéis lo que os decía de lo recurrente de la palabrita:
Como expresión no siempre aparece sola; «holy shit!» es bastante común para expresar sorpresa, principalmente. En español podríamos traducirlo así:
darle hostias a algn / dar una paliza (un palizón) / darle de hostias hasta en el carné de identidad
it’s a crock ofshit
exp.
es una gilipollez
to be full ofshit
exp.
no tener ni puñetera idea
to have {or} take ashit
exp.
cagar
to be in theshit
exp.
estar bien jodido(s)
toughshit
exp.
te jodes / ¡mala suerte!
shit-scared
adj.
cagado / aterrorizado / muerto de miedo
shit-hot
adj.
Estupendo / que te cagas
shit-hole
n.
un lugar de mierda, un tugurio…
holyshit!
exp.
¡Mierda! / Me cago en (la puta)
noshit?!
exp.
¡No (me) jodas!
to have the shits
exp.
tener el vientre descompuesto
as thick as (pig)shit
exp.
más burro/bruto que la hostia
Fuck
«Fuck» aka «the F word» es omnipresente en todas sus formas: «fucking«, «fucked«, «fucker«, «motherfucker«, «motherfucking«. ¿Qué sería de películas como Pulp Fiction sin ella? Seguramente duraría la mitad, si llega.
Si os interesan los orígenes y los usos de esta palabra os recomiendo el siguiente vídeo, aunque casi es mejor escucharlo que verlo porque está plagado de faltas de ortografía.
Veamos algunas opciones:
fucking hell!
exp.
¡joder! / ¡coño!
it was fucking awful
exp.
fue de puta pena
it’s fucking cold!
exp.
¡hace un frío del carajo! / …que te cagas
that’s no fucking good
exp.
no vale una puta mierda
I don’t fucking know! / fuck knows!
exp.
¡no lo sé, coño! / ¡qué coño sé yo!
fuck (it)!
exp.
¡joder! / ¡carajo! / ¡a tomar por el culo!
fuck you!
exp.
¡que te den por culo! / ¡jódete!
fuck off!
exp.
¡vete a tomar por el culo! / ¡vete al carajo! / ¡vete a la chingada!
it’s fuck-all use
exp.
no sirve para una mierda
you dumb fuck!
exp.
¡tonto de los cojones!
fuck this car!
exp.
¡este coche de mierda! / puta mierda de coche / ¡este coche del carajo!
Fucking es polifacética y dependiendo de la palabra a la que acompañe (su categoría sintáctica y sus rasgos semánticos) podemos traducirla de tres modos distintos.
1. Con un expletivo tabú colocado al principio o al final de la oración y separado con una coma. Se pueden usar: joder, coño, hostias, pijo, cojones… Es la mejor opción cuando fucking va delante del verbo y también cuando modifica a un adjetivo.
We’re here to fucking sell! = ¡Estamos aquí para vender, joder!
What is she fucking thinking? = ¿Pero en qué coño está pensando?
Don’t fucking touch me! = Que no me toques, hostia.
2. En posición pre-nuclear, traducido como un adjetivo que se coloca antes del núcleo al que modifica. Palabras que pueden usarse: cochino, jodido, puto…
Pick up the fucking chalk! = ¡Coge la puta tiza ya!
3. En posición post-nuclear, traducido como un sintagma preposicional colocado después del núcleo al que modifica. Algunas opciones: de mierda, de la hostia, de los cojones.
Open the fucking door! = Abre la puerta de los cojones
Muchas veces se pueden usar las tres opciones en una misma frase:
Fucking car! = ¡Joder con el coche! / ¡Puto coche! / ¡Coche de mierda!
Y en otras ocasiones, la expresión puede cambiar bastante:
I don’t fucking care = Me importa una mierda / Me suda la polla (más nuestra)
This is fucking awesome = ¡Es la hostia! / ¡Es la polla!
Por último, en relación a esta manida palabrita, también encontramos la expresión What the fuck / what the hell!:
¿Qué os parecen estas soluciones? ¿Propondríais alguna más? ¿Hay alguna de estas cosas que no diríais nunca?
Y, próximamente, el insulto en España y todas sus variantes. Daremos un repaso a los insultos propios de cada comunidad autónoma.
“Insults i renecs. Estudi comparatiu anglès-català”. Dentro de: Montserrat Bacardí (ed.), Actes del II Congrés Internacional sobre Traducció. Bellaterra: Servei de Publicacions de la Universitat Autònoma de Barcelona, p. 235-243.http://ddd.uab.cat/pub/llibres/1994/25/coninttra_a1994_3.pdf, p. 235-243.
Pero no Lecturas con L mayúscula. Me aparto un poco del tema, pero ¿os imagináis una revista Lecturas para traductores? Como si lo viera: fotos a todo color de los académicos de la RAE con sus modelitos en la playa, Chomsky posando en su casa de campo, Xosé Castro revelándonos sus trucos de belleza o una sección de moda con lo último en pijamas para traducir cómodamente en casa…
Evidentemente me refiero a otra cosa. A lo largo de la carrera, los distintos cursos y también el día a día de la práctica traductora, uno va adquiriendo un bagaje cultural y lingüístico importante, tanto literal como metafórico. Siempre he pensado que el saber sí ocupa lugar, sobre todo si vives en un pisito (con énfasis en el sufijo diminutivo). Pero no me quejo; estos libritos me han sacado de algún apuro en algún momento u otro. Esta, pues, es mi colección de libros sobre lengua y traducción. No es tan extensa como la de Mox pero dadme tiempo…
Empezamos con las herramientas de escritura. Si bien son dos libros distintos, los dos abordan las cuestiones de estilo y sobre todo ortotipográficas de la lengua española. El libro de Ramón Sol es más un manual de consulta (esencial en traducción literaria porque aporta ideas muy claras sobre la escritura de los diálogos, por ejemplo) y el segundo, Perdón, imposible, se centra más en la puntuación con ejemplos tomados de varias fuentes con una pizca de humor.
Paralelamente, otro clásico en cuestiones de estilo es el Manual de estilo de la lengua española de Martínez de Sousa por lo completo que es. Habla de normalización lingüística, de derechos de autor, de cómo citar referencias bibliográficas, de sintaxis, de ortotipografía… en fin, de todo.
En cuanto a traducción audiovisual, considero que estos cuatro libros son bastante buenos, aunque de decantarme por uno, escogería el libro de Miguel Duro,La traducción para el doblaje y la subtitulación. Recoge varios artículos de profesionales que tratan temas bastante diversos dentro de la TAV de los que se puede sacar mucho jugo. Algo parecido pasa con el libro de Chaume, también muy útil, si bien bastante teórico.
Los otros dos, de Ávila y Díaz Cintas, están más centrados en la práctica profesional del doblaje y del subtitulado respectivamente pero vale la pena echarles un ojo si es tu especialización o te interesa mucho el tema.
Otro pilar en TAV es Traducción y Doblaje: Palabras, Voces e Imágenes de Rosa Agost (Ariel) pero está descatalogado y me ha resultado imposible encontrarlo y eso que lo he buscado en librerías especializadas e Internet, pero nada. Diría que solo puede encontrarse en bibliotecas.
De los años universitarios conservo este manual de tres profesores de la Universitat Pompeu Fabra. Diría que es de los pocos o el único que aborda la traducción al catalán y además de aportar algunos trucos útiles es una buena herramienta de consulta en temas de estilo. Además, propone ejercicios muy interesantes.
No estoy especializada en traducción jurídica pero alguna vez he traducido algún documento y este librito me ha ido bastante bien. Contiene muchos ejemplos de textos y vocabulario que valen la pena. Podría ser un poco más exhaustivo pero cumple lo prometido.
En cuanto a libros sobre traducción en inglés, recomiendo fervientemente la colección de St. Jerome Publishing. Tienen un catálogo variado de libros sobre traducción a buen precio y los portes son gratuitos.
El libro de Díaz Cintas es una traducción al inglés de su libro en Ediciones Almar pero lleva un DVD muy útil con vídeos para practicar y el programa WinCAPS.
Siguiendo con el inglés, Thinking Spanish Translation es un buen manual para los interesados en traducción inversa. Está pensado para un angloparlante que quiera dedicarse a la traducción ES-EN pero tiene apartados muy interesantes como la traducción como producto, los aspectos culturales y la traslación de las estructuras pasivas e impersonales, por poner algunos ejemplos.
Is that a Fish in Your Ear? de David Bellos es una defensa del arte de la traducción en toda regla. Aborda todo tipo de temas tan diversos como el concepto que la gente tiene de la traducción, la traducción automática o la literalidad en las traducciones con anécdotas y con humor, que siempre se agradece.
En cuanto a libros acerca de la práctica traductora en sí están estos dos volúmenes que quizá os suenen de la red, como How to succeed as a freelance translator de Corinne McKay y su página TranslateWrite. Del libro de McKay destacaría las secciones acerca de cómo buscar, tratar y mantener a los clientes. Ya se sabe que, muchas veces, el sentido común es el menos común de todos y ofrece ejemplos muy útiles al respecto.
El de Samuelsson-Brown ofrece una visión más general y desde cero de la práctica y el día a día de un traductor: desde cómo hacerse traductor autónomo y tener el equipo adecuado hasta montar una agencia. De todo un poco. Ninguno de los dos son biblias de la traducción precisamente pero se pueden encontrar algunos datos interesantes.
Otro que también habla de la práctica traductora pero desde un punto de vista más irónico y en forma de cómic es Mox, el personaje creado por el traductor Alejandro Moreno-Ramos. Yo me he sentido bastante identificada con muchas de las viñetas.
En cuanto a lengua inglesa, estoy enamorada de este libro de Eric Partridge. Contiene muchas frases hechas y otras expresiones comunes en inglés británico, estadounidense, australiano, etc. que vale la pena conocer. Ofrece una explicación muy detallada así como su origen.
Por último, para los curiosos de la lengua inglesa recomiendo The Cambridge Encyclopedia of the English Language de David Crystal. Este volumen cubre la historia del idioma, sus dialectos, el uso sexista de la lengua, el inglés en los medios de comunicación… Todo (o casi todo) lo que hay que contar del inglés explicado de una forma muy amena.
Otros recursos en línea
Estas lecturas no os ocuparán espacio en casa, por suerte. Los siguientes enlaces son artículos y documentos que he utilizado en algún momento u otro y que creo que pueden resultar de interés.
Los traductores siempre hablamos de visibilidad en términos de consideración y respeto hacia la profesión más que de ver nuestros nombres escritos por ahí (que también, no lo negaremos) pero, a veces, la visibilidad viene dada por otros factores.
Hace tiempo que recopilo ejemplos (gráficos y en su mayoría divertidos) de cómo se nos ve a los traductores e intérpretes y nuestra profesióndesde otras disciplinas como el cómic y la novela. La verdad es que se recurre mucho a los tópicos. Muchas veces es por desconocimiento, otras porque es el recurso fácil y otras, sinceramente, porque es verdad. ¿Qué le vamos a hacer?
Intérpretes
Ejemplo clásico de reducción. Curiosamente es una idea bastante generalizada.
Otro tópico, que esta vez pasa por reinterpretar o simplificar el mensaje. No obstante, visto así, ojalá todos los políticos llevaran siempre a un intérprete que nos dijera las verdades sin eufemismos ni tapujos, ya que ellos no se atreven.
Un ejemplo más del intérprete, aunque en este caso se trata de un programa de televisión, es este fragmento de The Catherine Tate Show.
¿Se puede faltar más al respeto en siete idiomas? Lo dudo mucho.
Intérpretes de la lengua de signos
Algo que no se debe hacer nunca ni al traducir ni al interpretar, pero aquí está: verter nuestras opiniones en el texto, discurso, etc.
Es una buena máxima y muy cierta. Ojalá la aplicáramos más, aunque quizá no sea el motivo por el cual muchos intérpretes de la lengua de signos escogen esta profesión.
Bueno, en este caso quizá no haría falta interpretar nada, ¿no?
No está de más hacer este tipo de advertencias. Me imagino que interpretar programas tan «finos» como Sálvame (entre otros) y Jersey Shore sería todo un reto.
Traductores
Fragmento de La soledad de los números primos de Paolo Giordano. Me pareció precioso y tuve que hacerle una foto. Quizá no todos traduzcamos para llenar los vacíos que van dejando los años pero sí me parece muy apropiado lo de diseccionar las páginas o las frases, mejor dicho. Al fin y al cabo traducir un texto es la mejor manera de entenderlo y eso es porque lo examinamos muy a fondo.
Fragmento de Te dejo es jódete al revés de la Señorita Puri (@SenoritaPuri). En este caso los que reciben son los traductores de subtítulos y aquí se nos acusa de añadir más información de la que el espectador oye.
Quino es un maestro del lenguaje y aquí nos lo demuestra con un concepto bello pero sobre todo práctico de la traducción.
Dilbert y el perjuicio que una mala traducción puede causar en los procesos industriales.
Mingote nos presenta como una figura clave para la correcta comprensión en un matrimonio. ¿A que no habíais pensado nunca en esa salida profesional?
Estas dos imágenes pertenecen al cómic Pyongyang de Guy Delisle, en el que se relata en primera persona la vida en Corea del Norte y las situaciones surrealistas que el autor vivió allí.
Delisle, francocanadiense, tuvo que echar mano de un traductor/intérprete que le hizo de acompañante y cicerone. Las condiciones sociopolíticas del país hacen que la profesión se aparte un poco de nuestros cánones en cuanto a la figura del traductor en sí y la manera de presentar la realidad. A lo largo del cómic, el traductor le explica o le oculta lo que quiere, con lo que el autor (que no es ingenuo) se va empapando de la realidad manipulada del día a día en la capital.
La figura del intérprete también aparece en los cómics de Astérix de Goscinny y Uderzo. Aquí le vemos en una situación que pasa algunas veces cuando los interlocutores no se ponen de acuerdo. (¡Gracias, Irene, por la foto!)
Para terminar no podía faltar una mención especial para Liniers (@porliniers) y su serie de viñetas protagonizadas por El señor que traduce los títulos de las películas. Ya sabemos que los traductores no tenemos nada que ver con los títulos (ni de películas ni de libros), que es todo cuestión de los departamentos de márketing y publicidad, pero él lo puede todo. Además, nos enseña varias cosas:
1. Cómo nos gustan los nombres rimbombantes:
2. A veces el método de trabajo es algo particular:
3. Como buen traductor, es un gran defensor de nuestras neuronas y se encarga de eliminar cualquier inventiva en los títulos del cine. (En cuanto al uso recurrente de «mortal», hay un especial muy interesante en «La traducción del mal»)
Gracias a él podemos ir a cine tranquilos porque se ha encargado de eliminar cualquier complejidad lexicográfica, poder de sugerencia o poesía en las marquesinas:
(En España, «Superbad» fue «Supersalidos»)
Claro que, por suerte, no siempre se sale con la suya.
Aunque, cuidado: ¡dicen que el «traductor» se pasa a la literaria!
¿Y vosotros que opináis? ¿Se nos retrata de forma realista? ¿Recordáis algún otro fragmento en el que salgamos bien o mal parados?