• Contacto y otras páginas web
  • Política de privacidad
  • Ponencias y entrevistas
  • Proyectos
  • Servicios
  • Sobre la autora

En la luna de Babel

~ Blog sobre lenguas y traducción

En la luna de Babel

Archivos de etiqueta: traductora novel

Acabo de terminar el grado. ¿Y ahora qué? (XVIII) Sara Castro, Brandon Queen y Carla Meli

09 lunes Dic 2019

Posted by enlalunadebabel in Testimonios, Traducción, Traducción audiovisual, Vida traductoril

≈ 1 comentario

Etiquetas

cómo buscar trabajo de traducción, cómo ser traductor autónomo, empezar a traducir, traducción profesional, traductora novel

SARA CASTRO

Cuarto de carrera es el año de las dudas en todas las facultades de TeI. Así estaba yo, empezando el último año y sin saber muy bien qué hacer después de una experiencia agridulce con algunas asignaturas y las expectativas deprimentes del sector que nos pintaba algún docente cenizo.

Una de las profesoras que sí estaba al pie del cañón invitó a una exalumna a hablarnos de las salidas después de terminar la ardua época en la que nos encontrábamos. Os destripo el final: esa exalumna ahora es mi jefa y una de las personas de las que más he aprendido a lo largo de mi trayectoria.

Unos meses después de esa charla, ahí estaba yo, delante de un ordenador en una oficina del centro de Madrid, acompañada por tres profesionales del sector y tecleando mi primera traducción fuera de las aulas. Mi primer día de prácticas también fue mi primer día en el mundo de la traducción. Empecé a gestionar proyectos, a hacer presupuestos, a buscar clientes, a traducir textos diferentes a diario (algunos resueltos mejor que otros) y, lo más importante, descubrí mi especialidad: la traducción audiovisual.

Ahora, dos años después y terminando el Máster de Traducción Audiovisual de la UAB, hago encaje de bolillos para compaginar el trabajo en plantilla con otras prácticas profesionales, esta vez en localización de videojuegos, con otra gran maestra del sector.

Como dice mi madre, a nosotros no nos regalan nada, así que no hay que quedarse de brazos cruzados y, sobre todo, no debemos conformarnos con lo que nos dan masticado en las aulas. En mi facultad, la TAV era la gran ausente —¿qué es eso, se come?— y las prácticas tenías que buscártelas por tu cuenta, así que, si no hubiera tenido la iniciativa de buscar fuera, no habría llegado hasta aquí.

¡Sed inconformistas y luchad por lo que os apasiona, pequeños traductores!

*Podéis encontrar a Sara en Twitter y en LinkedIn.

BRANDON QUEEN
Tras una licenciatura en historia del arte y francés y algunos años trabajando como mercadotécnico, cursé un año de posgrado en traducción en una universidad puertorriqueña —un programa que no me satisfacía— para luego seguir en un posgrado de filología con cursos de lingüística y comunicación. Por cuestiones económicas e institucionales, no completé ningún grado a pesar de pasar tres años estudiando. 

Durante el primer año en traducción, pude trabajar en el departamento como traductor, más o menos como aprendiz haciendo prácticas. Durante mi segundo año de estudios, trabaje como instructor de inglés en un centro Berlitz.

Después de todo eso, volví a trabajar como oficinista en Estados Unidos y al mismo tiempo fui voluntario durante unos meses, impartiendo clases de inglés a inmigrantes en una biblioteca pública. Esto duró hasta el año pasado, cuando me dieron de baja de mi trabajo. Alrededor de 6 meses después de esto, hacía traducciones (como voluntario) para un medio ciudadano de Venezuela (Aporrea Internacional). 

En otoño del año pasado, hice un curso de TEFL en un centro gestionado por el gobierno de Australia, ubicado en Vietnam, y ahora vivo en Corea del Sur, donde soy instructor de inglés en un centro de idiomas para adultos. 

Lo de no completar la carrera no me despistó tanto, pero no pude hacer todo lo necesario para lanzarme como traductor profesional después de dejar la universidad. Aprender todo lo relacionado con el mercadeo en línea, buscar clientes, obtener las credenciales necesarias y los gastos implicados en todo lo anterior mientras trabajaba y vivía en Los Ángeles (de California, n.b.) me impidió avanzar en el gran proyecto de ser un traductor profesional. Simple y sencillamente, no tuve los cojones para luchar 🙂 

Mi historia no es una exitosa que se puede compartir para dar ánimo a otros traductores aspirantes, pero no me doy por vencido. Sigo con ganas de ejercer esta profesión en el futuro, aunque ya acepto que no es para mañana, ni siquiera para los próximos años, sino que tiene que ser una meta de largo plazo. No sé si todo esto te sirve, pero te agradezco por la oportunidad de contar mi historia.

CARLA MELI

Mi nombre es Carla, soy de Mendoza, Argentina, y me recibí de Traductora Pública en el año 2013. Realmente no fue nada fácil el comienzo, considero que tiene que ver con que mi generación busca el éxito rápido, fácil y de manera simple. Al ser buena estudiante y simplemente estudiar y obtener buenas calificaciones, pensé que todo funcionada así. Pues no, mi experiencia comenzó con algunas traducciones legales de conocidos y luego el boca en boca fue ayudando a que ese tipo de trabajos (ya sean contratos, títulos, analíticos, etc.) fuesen en aumento. Hoy, esas traducciones particulares forman parte de mis ahorros.

Por otro lado, decidí incursionar como PM en una agencia y siento que he aprendido y sigo aprendiendo mucho día a día. Algunas horas soy PM y otras trabajo como QM. A pesar de ser roles muy distintos, ambos de cierta manera ayudan a formarme y debo decir que al traducir y editar sigo aprendiendo todos los días (ya sea del tema o del idioma en cuestión). Lo que me gusta de nuestra profesión es que aprendes todos los días y considero que para ser bueno, debemos capacitarnos siempre. Si encuentras un área que disfrutes, pues es genial destacarse, perfeccionarse, aprender, siempre aprender…

En mi opinión, tenemos una profesión donde hay que ir a buscar al cliente, ofrecernos, vendernos, destacarnos. El cliente rara vez vendrá a nosotros (solo esos clientes del boca en boca que necesitan una traducción porque viajan). Para tener clientes rentables y fijos creo que debemos empezar por dedicar horas y horas de búsqueda y paciencia. Vivimos en un mundo globalizado y si nos sentamos frente a una computadora a buscar, algo encontraremos.

Vuelvo al punto de partida: no esperemos que el primer cliente sea el mejor, aprovechemos para aprender, alimentemos nuestras ideas con nuestros colegas, estemos atentos a lo que pasa alrededor. Ese es mi consejo. Soy una persona bastante conservadora y hoy me siento bien trabajando contratada. No descarto en un futuro sumergirme a pleno en la vida autónoma y disfrutar de nuestra profesión desde otra perspectiva, donde seguramente deba enfrentar desafíos, pero a fin de cuentas, estamos capacitados y debemos explotar nuestras habilidades de resolución de problemas.

*Podéis poneros en contacto con Carla por Skype y en LinkedIn.

***

Abrirse camino no es fácil, como hemos ido viendo todas estas semanas. También hemos visto que no hay una única manera de llegar. Hay quien se busca las castañas nada más terminar el grado; otros empiezan con un máster o un posgrado. Otros ven la luz gracias a las prácticas profesionales.

Sea como sea, cada historia es personal e intransferible. Brandon, en este caso, sigue buscando su camino (de hecho, hasta se fue de Twitter hace un tiempo) impartiendo clases en varios países; Sara quizá no hubiera llegado donde está sin esa charla en su universidad; Carla empezó a traducir para su círculo más cercano y acabó en plantilla. Traducir es aprender, es esforzarse, es especializarse, pero sobre todo es buscar, porque no todas las oportunidades vienen solas.

¡Hasta la próxima!

Acabo de terminar el grado. ¿Y ahora qué? (XI) Shaila Mélmed

29 lunes Jul 2019

Posted by enlalunadebabel in Testimonios, Traducción

≈ 1 comentario

Etiquetas

empezar a traducir, encontrar trabajo de traductor, traductora novel

Shaila Mélmed nos trae esta semana un testimonio tan extenso y completo que merecía un artículo único. Consejos y sentido común a raudales. Le cedo la palabra:

Aún recuerdo la primera vez que nos dijeron durante la carrera que podíamos empezar a trabajar ya. ¿Trabajar? ¿Nosotros, estudiantes? Llevábamos dos años estudiando y parecía que el tema laboral era algo tabú. Mucha teoría y poca práctica y, de repente, una profesora de una asignatura optativa había entrado en el aula pisando fuerte y nos había enseñado una factura, una lista de tarifas (¡por fin se había desentrañado el gran misterio de cuánto cobraba un traductor!), un ejemplo de una carta de presentación y primeros contactos, un presupuesto… Nuestros ojos y nuestras mentes se abrieron de golpe.

Pero su ayuda no se limitó a enseñarnos y darnos plantillas (las cuales aún conservo y sigo utilizando), sino que también nos orientó para que empezáramos a darles uso. Nos dio unos pasos simples pero importantes:  

  1. Redacción de documentación
  2. Seleccionar el mercado y especialización al que nos queremos dirigir
  3. Hacernos visibles en internet
  4. Especialización
  5. Envío de CV

1. Redacción de documentación: aquí, obviamente, lo primero que nos viene a la mente es el currículum. Lo que yo hice fue prepararlo en mis idiomas de trabajo. Hay muchas páginas, blogs y vídeos de profesionales de la traducción donde podréis encontrar plantillas, ejemplos, consejos y errores más frecuentes. También sería interesante tener preparado de antemano una lista de tarifas en varios idiomas, modelos de facturas… estos pasos nos ahorrarán tiempo en un futuro.

2. Seleccionar el mercado y especialización al que nos queremos dirigir: es importante tener claro el mercado que va a ser nuestro objetivo, porque esto nos ayuda a saber cómo acercarnos a él. Dependiendo de tu área de especialización, puedes empezar a colaborar en proyectos sin ánimo de lucro donde puedes adquirir mucha experiencia. Yo, por ejemplo, estuve un tiempo traduciendo anuncios para ONGs o aplicaciones para móviles financiadas con crowdfunding donde gané confianza y trabajos que añadir a mi CV. Hace poco vi un proyecto muy interesante de varias chicas que estaban a punto de acabar la carrera y habían creado una antología de traducciones de relatos como forma de salir al mundo laboral, para mostrar un ejemplo de su trabajo.

3. Hacernos visibles en internet: este es el modo de decir que estás en el mercado, de conectar con colegas de profesión y de contactar con futuros clientes. Si estás leyendo esto ahora mismo y no tienes, como mínimo, un correo profesional, ve corriendo a hacértelo. Personalmente, te recomiendo uno de gran capacidad y que tenga herramientas adicionales como Gmail, donde también sería interesante añadir una firma con tus datos cada vez que envíes un correo laboral. También he leído a otros compañeros que dicen que, aunque el currículum sigue siendo muy importante para el traductor, hoy en día es más producente mantener actualizado y completo el perfil de LinkedIn o crearse una página web sencilla. Siendo honesta, mi experiencia con LinkedIn no ha sido muy fructífera, seguramente porque no he invertido el tiempo suficiente en él. En cambio, sí puedo recomendarte con propiedad que te crees una página que te respalde cuando un cliente quiera informarse sobre tu trabajo y que sirva de tarjeta de presentación online, sobre todo si eres autónomo. Si en un principio no cuentas con medios económicos suficientes para conseguirlo, existen algunos gratuitos como WordPress, Blogger, Wix… Yo también tengo cuenta en Twitter donde sigo a otros compañeros, ya sean de mi rama de especialidad o no, y compartimos anécdotas de trabajo, consejos, búsquedas de trabajo, dudas, noticias que afectan a nuestro sector… es importante este intercambio que también puedes encontrar en bases de datos de traductores, foros de traducción, asociaciones y revistas especializadas. Compartir con los colegas de profesión, te ayudará a sentirte menos solo ante el gran gigante que puede parecer a veces el mundo laboral. Pero también puede convertirse en una recopilación de recursos y experiencia. Recuerdo que mis primeros pasos más serios los di después de leer en blogs y páginas personales cómo otros los habían dado antes que yo.

4. Especialización: una de las primeras cosas que aprendí y de las que fui consciente es que los idiomas son algo que está en constante cambio, por lo que no podemos quedarnos atrás si queremos que sigan contando con nosotros. Nuestra carrera es una de formación continua. Existen másteres, postgrados o cursos en modalidad presencial u online que pueden ayudarnos a especializarnos y seguir aumentando nuestros conocimientos. También tengo que añadir que existen cursos, charlas y clases magistrales gratuitas en internet o, por ejemplo, tutoriales sobre herramientas de traducción a los que podemos acceder con un solo clic. Hacerte un hueco en un nicho particular es conseguir que los clientes se interesen por ti porque ofreces algo que nadie, o pocos más, pueden ofrecer.

5. Envío de CV: resulta casi imprescindible diferenciar el destinatario de nuestro currículum entre clientes directos o empresas de traducción, porque dependiendo de si se trata de unos u otros, será más útil usar según qué métodos para aproximarnos a ellos. Según mi experiencia, el CV es lo que suelen pedir las agencias de traducción junto a alguna prueba, mientras que con los clientes directos me ha funcionado el ponerme yo en contacto exponiéndoles por qué iban a necesitar mis servicios para un proyecto concreto; mandar un correo personalizado, por ejemplo, a una editorial cuya línea de publicación hubiera revisado antes y adjuntara ejemplos de traducciones similares, sin necesidad de que me pidan el CV. En algunas ocasiones, aunque no te cojan en un primer momento, se quedan con tu propuesta por si les interesa más adelante.

Tres consejos de propina:

1. Existe una leyenda urbana de que si buscas todo el tiempo palabras en diccionarios mientras trabajas, no tienes ni idea de traducir, o no sirves para ello. Nos acostumbran en los exámenes a no tener material de apoyo a mano pero, a medida que leas experiencias de traductores pro, verás que esto es falso, que todos buscamos palabras y definiciones todo el tiempo porque esto significa que quieres el término más adecuado para ese contexto. No sientas que sabes menos por eso, ¡recuerda que no somos diccionarios andantes!

2. Que no te dé miedo trabajar en campos similares y no en trabajos estrictamente de traducción. Yo, por ejemplo, he estado bastantes años dando clases de inglés que me ayudaban a pagar.

3. Una buena inversión inicial que puede resultar complicada al principio, pero que agradeceremos a la larga, es la que hagamos en hardware (equipo informático adecuado) y software (ofimática y herramientas de traducción). En cuanto a las TAO, no olvides que hay algunas gratuitas e igual de profesionales que pueden servirte de ayuda según tu especialización.

Espero que mi humilde experiencia te haya servido de ayuda, igual que leer el punto de vista de otros compañeros me ha ayudado siempre a mí. Si me permites un último consejo, es que practiques; nunca dejes de traducir, después de todo, a traducir se aprende traduciendo.

Podéis hablar con Shaila por Twitter, consultar su web o enviarle un correo.

Acabo de terminar el grado. ¿Y ahora qué? (X) Alba Valle, Valentí Martí y Francisco J. Muñoz

22 lunes Jul 2019

Posted by enlalunadebabel in Testimonios, Traducción

≈ Deja un comentario

Etiquetas

cómo ser traductor autónomo, empezar a traducir, encontrar trabajo, traducción, traductor autónomo, traductor principiante, traductora novel

Diez artículos llevamos ya y cada vez está claro que cada uno se forja el destino a su manera. Hoy tenemos tres testimonios muy distintos que nos ayudarán a seguir explorando esta búsqueda de oportunidades desde otras perspectivas.

La firma de correo de Alba me tiene enamorada

ALBA VALLE

Me llamo Alba Valle, tengo 25 años y en 2016 terminé el grado de Traducción e Interpretación en la universidad Pablo de Olavide. En aquel entonces, recuerdo que me sentía muy perdida y desorientada de cara al mundo laboral, los comentarios de los compañeros de otras promociones no eran del todo alentadores y me daba la sensación de que en la universidad no nos contaban del todo lo difícil que sería el camino, a veces incluso se insinuaba lo contrario.

Mi sueño siempre ha sido trabajar en el mundo de la localización y la TAV, por lo que decidí inscribirme al Experto en Traducción y Localización de Videojuegos del ISTRAD para reforzar y ampliar conocimientos, además de comenzar a meter la cabeza en el mundillo laboral. Recuerdo que a mitad de curso Todas Gamers llegó a mi vida. Me registré y comencé a hablar con diferentes compañeras de gremio, y de casualidad, di con Eugenia Arrés, le comenté que no tenía prácticas obligatorias en el Experto de Traducción y me ofreció unas prácticas remuneradas centradas sobre todo en traducción y localización de videojuegos y TAV.

Comencé las prácticas en verano de 2017 y al finalizar estas, me di de alta como autónoma, ya tenía un par de clientes y quería seguir creciendo en el ámbito. Además de trabajar como autónoma, decidí matricularme en el Máster en Traducción y Nuevas Tecnologías, también del ISTRAD.

A lo largo de este año y medio, he enviado cientos de CV a diferentes empresas, a veces con respuesta y otras con el silencio más absoluto. Mentiría si dijera que no he pensado que me equivoco de profesión o que no sirvo para esto. Darse de bruces contra el silencio al enviar una carta de presentación y tu CV cargados de ilusión y ganas siempre duele, aunque se aprende a sobrellevarlo.

A día de hoy, continúo como autónoma, con más clientes y cada vez más ganas de hacerme visible, aunque me cueste horrores socializar y crear vínculos.

No puedo decir que la entrada en el mundo de la traducción sea sencilla, es complicado y hay que invertir esfuerzo y tiempo para ver resultados a largo plazo, pero siempre hay que tener en cuenta que no todo depende de uno mismo, también hace falta suerte y conocer a la gente adecuada para conseguir avanzar.

Si tienes alguna duda o quieres escuchar un consejo, puedes ponerte en contacto conmigo a través de mi correo electrónico, Twitter o LinkedIn. ¡Estaré encantada de ayudarte!

VALENTÍ MARTÍ

En Valentí ens deixa el seu testimoni en clau de decàleg:

10 consells per a començar a traduir

1. Trobeu unes bones pràctiques en empreses que vos agraden.

2. No defalliu mai: seguiu enviant correus i CV, encara que no conteste ningú.

3. Atents a les xarxes socials i als grups de Facebook de traducció.

4. Atreviu-vos amb tot: no penseu que no podeu, sou capaços de més del que penseu.

5. Envieu ofertes que no vos interessen a companys als quals sí que els interessen (i ells vos les enviaran a vosaltres).

6. Seguiu formant-vos: sempre hi ha cursets, articles i xarrades que ajudaran.

7. Networking a les xarrades: com més gent coneixeu, millor.

8. Tots hem entropessat amb els primers encàrrecs: la qüestió és aprendre dels errors.

9. No depeneu d’un sol client i trieu una bona gestoria.

10. Com canta Zoo: «No tot en la vida és faena». Teniu un horari de treball i vida social més enllà de la traducció.

Em podreu trobar a LinkedIn i a Twitter.

FRANCISCO J. MUÑOZ

Mis aventuras en el mundo de la traducción profesional empezaron cuando terminé de cursar un máster de traducción audiovisual hace ya dos años. ¿Por qué hice un máster después de la carrera? Pues porque creo que en esta profesión hay que especializarse en algún ámbito, sea el que sea, ya que lo normal es que una persona que quiere traducir, por ejemplo, un videojuego, buscará a algún profesional especializado en eso antes que a alguien que dice que traduce de todo. Y ojo, esto no quiere decir que no se pueda probar a colaborar con agencias o empresas que se dediquen a otro ámbito diferente al de nuestra especialización.

A los pocos meses de terminar este máster, elaboré mi primer currículum y empecé a enviarlo a empresas especializadas en localización de videojuegos para tantear un poco el terreno y ver cómo funciona lo de buscar clientes. Muchas empresas ni siquiera van a contestar, muchas otras te incluyen en su base de datos y no vuelves a saber más de ellas y algunas hasta pueden llegar a hacerte una prueba de traducción y, aunque la apruebes, tampoco te ofrecerán trabajo. Sin embargo, puede que más tarde o más temprano, una de estas empresas te ofrezca proyectos o te contacte para hacer una prueba. Una práctica que me resultó muy útil es crear un documento donde voy apuntando el nombre de las empresas o agencias con las que contacto, la dirección de correo, la forma en la que les he enviado mi CV (por correo o algunas tienen formularios en sus páginas web), la fecha y cómo me han respondido. Así puedo ver si me interesa contactar de nuevo en el futuro con esas empresas para volver a intentar colaborar con ellas.

Otra buena forma de encontrar clientes es LinkedIn. Yo me creé un perfil y por ahí aparecen muchas ofertas de trabajo e incluso puedes crear alertas de las búsquedas que más te interesen y contactar directamente con las empresas o clientes. A veces, puede que algunos te hablen directamente por ahí sin que tú ni siquiera les hayas enviado tu CV (aunque tampoco hay que confiar en esto).

Por último, también es interesante crear un perfil en páginas como ProZ, ya que continuamente surgen ofertas para traducir todo tipo de textos de todo tipo de empresas y sectores. Y hasta puedes hacer que las ofertas te lleguen al correo.

Y de estas tres formas conseguí a mis tres únicos clientes por ahora, que por suerte me envían encargos a menudo exceptuando dos o tres meses en los que no he recibido ningún proyecto. En mi caso, tuve que hacerme autónomo nada más empezar porque me ofrecieron formar parte de un proyecto muy grande y difícil de rechazar, pero mi intención era buscar trabajo en plantilla en alguna agencia. Y sí es verdad que hay oportunidades que no se pueden dejar pasar, aunque luego cueste más.

Creo que el mejor consejo que puedo dar es que hay que ser perseverante e intentar no caer en el desánimo, porque si no paras de intentarlo (¡pero con cabeza!), se puede vivir de esta maravillosa profesión. Además, es muy importante formarse continuamente, ya sea con talleres, cursos o eventos de traducción, por ejemplo. Seguro que me he dejado muchas cosas más en el tintero, pero mi correo y mi LinkedIn están abiertos a cualquier duda. ¡Mucha suerte!

Una semana más, gracias a todos por participar y por leernos. Hasta la próxima.

Acabo de terminar el grado. ¿Y ahora qué? (IX) Carmen María González

15 lunes Jul 2019

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, Testimonios, Traducción, Vida traductoril

≈ 1 comentario

Etiquetas

empezar en traducción, mentorías en traducción, traductor principiante, traductora novel

Esta semana contamos con el testimonio de Carmen María González Morales, egresada de la Universidad de Córdoba, que ha hecho de todo un poco y tiene muchas ideas que darnos. Le cedemos la palabra.

Me llamo Carmen María, tengo casi 25 años y, aunque actualmente vivo en Salamanca, soy cordobesa de los pies a la «cabesa». Mi pasión por los idiomas, la comunicación y las relaciones interculturales, desde que tenía 12 años, me condujo directamente al mundo de la traducción. Así fue como en 2012 entré en el Grado de Traducción e Interpretación de la Universidad de Córdoba y, cuatro años después, me embarqué en un Máster de Traducción y Mediación Intercultural en la Universidad de Salamanca.

En este máster, tuve la oportunidad de realizar unas prácticas como gestora de proyectos para la revista de la universidad y, a pesar de todo el agobio y problemas que tuve que solventar, descubrí que me apasionaba el trabajo. Las tareas de organización, la negociación con los clientes, la resolución de problemas en el equipo, la gestión de terminología y los plazos de entrega ajustados me hacían sentir muy realizada, a la par que me obligaban a aprender constantemente. Fue entonces cuando decidí especializarme en Gestión de Proyectos con un curso a distancia en Cálamo y Cran.

Antes de terminar la universidad, empecé a buscar trabajo a la misma vez que estudiaba, ya que para mí era muy importante tener una primera toma de contacto con el mundo real antes de salir al mercado laboral. Me postulé a todas las ofertas que encontraba interesantes y realicé varias entrevistas fructíferas, pero las condiciones que me ofrecían no se adaptaban a mis necesidades. Siempre recibía la misma respuesta: «Nos gusta tu perfil, pero no tienes experiencia. Podemos ofrecerte un contrato de prácticas». ¿Estaba dispuesta a trabajar 8 h al día durante 6 meses o 1 año sin poder llegar a fin de mes? En ese punto de mi vida, necesitaba un trabajo y conseguir experiencia, pero también ser independiente y, aunque eran ofertas tentadoras, decidí no aferrarme a opciones que no me llenaban.

Tras mes y medio recibiendo respuestas desalentadoras, me di cuenta de que me había estancado y que tenía que replantearme la situación. Fue entonces cuando surgió en mi cabeza la idea de ser autónoma. Si había conseguido que varias empresas se fijaran en mi CV, ¿por qué no lo iban a hacer también mis potenciales clientes? Así fue como dos semanas después de terminar la universidad, conseguí mi primer proyecto. Ya han transcurrido casi dos años desde aquel momento y, a día de hoy, sigo trabajando como traductora y gestora de proyectos autónoma. Aún me queda mucho camino por recorrer y muchos sueños por cumplir, pero, a pesar de todos los momentos malos que han venido y que vendrán, ahora tengo una seguridad en mí misma que nunca antes había tenido.

Basándome en mi breve, pero intensa experiencia, me gustaría dejaros los consejos que más habría valorado cuando empecé:

Lo más importante desde mi punto de vista es que tengáis claro a qué queréis dedicaros. Aunque parezca una tontería, conozco a muchas personas que no consiguen encontrar un trabajo en el que se sientan realizadas y valoradas. Si no lo tenéis claro, no pasa nada, a veces hay que probar diferentes opciones hasta encontrar la adecuada. Yo misma trabajé en una academia tres meses, a la misma vez que traducía, y me sirvió para darme cuenta de que la formación no era lo mío. La pregunta es: ¿dónde os gustaría estar dentro de 5 o 10 años?

Me gustaría hacer hincapié en algo a lo que, quizás, no se le da tanta importancia: el diseño de un currículum original. Vivimos en un mundo lleno de posibilidades, pero también de muchísima competencia. Por tanto, tenemos que esforzarnos lo máximo posible para diferenciarnos de los demás. Como gestora de proyectos autónoma, recibo varios currículums al día y he visto muy pocos que me hayan llamado la atención. Yo dediqué muchas horas de trabajo a la creación de mi propio CV. Busqué miles de ideas y, cuando tuve en mente lo que quería, me puse manos a la obra. Tengo que decir que más de una vez me han felicitado por él y, por esta razón, os recomiendo invertir dinero en un especialista si vosotros no podéis o sabéis hacerlo. Se trata de una inversión de futuro.

Buscad prácticas en empresas en plantilla o en remoto, haced voluntariados como traductores o traducid libros por pasión. Adquirid experiencia antes de terminar los estudios y os aseguro que os dará muchísimas más posibilidades y seguridad en vosotros mismos. En mi caso, opté por realizar una mentoría con una profesional fabulosa, Marián Amigueti, que ahora se ha convertido en una increíble amiga en la que sé que siempre puedo confiar. Ha sido una de las personas que más seguridad me ha aportado, ya que, desde el principio, estuvo encantada con mi forma de trabajar. Fue el empujón que necesitaba para darme cuenta de que este era mi futuro.

Intentad formaos todo lo que podáis, durante la universidad y cuando estéis trabajando. El saber no ocupa lugar. La traducción es una profesión que no solo se aprende con la experiencia, sino que requiere una formación constante. Tampoco está de más que os mantengáis informados de las nuevas tecnologías y de la evolución de nuestro sector.

Si podéis, aprended marketing, sobre todo, si queréis ser autónomos. Saber vender nuestros servicios o a nosotros mismos es fundamental hoy en día para conseguir clientes, para encontrar trabajo en cualquier empresa o incluso en nuestra vida personal. Entender cómo funcionan otras marcas puede ayudarnos a adaptar nuestro negocio y diferenciarnos de la competencia.

Por último, pero no menos importante, creo que el principal consejo que os puedo dar es que creáis en vosotros mismos y que nadie os diga que es imposible o que no podréis hacerlo. Los sueños también se cumplen y os animo a que luchéis por ellos. Mucha suerte a todos y no dudéis en poneros en contacto conmigo en mi correo electrónico o LinkedIn si creéis que puedo ayudaros en algo más.

Gracias, Carmen, por el testimonio tan completo. Como ya sabéis, los comentarios y mi correo están abiertos para vuestras consultas y testimonios. ¡Hasta la próxima!

Entradas recientes

  • El lenguaje de la noche
  • Juego en el trono
  • Cómo plantear una subida de tarifas
  • End of the year… when you’re a freelancer
  • Lo que dio de sí el #CongresoASATI

Archivos

Tweets

  • ¡Yuju! ¡Hoy va de cómic! 💬 Este viernes 31 empieza en Barcelona el Salón del Cómic, al que asistiré como fan, pero… twitter.com/i/web/status/1… 1 hour ago
  • @JavieraCanbel Me chifla el pelo. 1 hour ago
  • RT @mortajuza: —Papi, ¿qué es fricción? —Las películas esas fantásticas. —¿Y rodamiento? —Cuando las graban. —¡Qué crack papi! —¡Y sin… 2 hours ago
  • @lawrenceschimel That's a great topic! 6 hours ago
  • RT @InstCervantes: @CadizLengua @MAECgob @RAEinforma @ASALEinforma #CILE2023 🎟️ La entrada a las actividades de nuestro ambicioso programa… 7 hours ago
Follow @Scheherezade_SL

Traducción

  • Algo más que traducir
  • De traducciones y otras rarezas
  • El arte de traducir
  • El blog de Mar Traducciones
  • El taller del traductor
  • El traductor en la sombra
  • La paradoja de Chomsky
  • Localización y testeo con Curri
  • No disparen al traductor
  • Nobody is perfect
  • Traducirco
  • TraducThor, la fuerza de las palabras

Categorías

Meta

  • Registro
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.com

Temas y conceptos

calcos castellano cómic cómo ser traductor autónomo diccionarios doblaje empezar a traducir emprender errores inglés lengua literatura productividad recursos subtitulación TAV traducción traducción audiovisual traducción editorial traducción erótica traducción literaria traductor traductor autónomo traductor novel traductor principiante

Enter your email address to follow this blog and receive notifications of new posts by email.

Únete a otros 122.735 suscriptores
Follow En la luna de Babel on WordPress.com

Estadísticas

  • 2.038.119 lunáticos

Las 1001 traducciones

Las 1001 traducciones
Top 25 Language Professional Blogs 2016
Top 25 Language Facebook Pages 2016
Top 25 Language Twitterers 2016

Entradas y Páginas Populares

  • Cómo encontrar tu primer encargo de traducción y no desfallecer en el intento
  • Maquillaje lingüístico: los eufemismos
  • La puntuación inglesa y española. Similitudes y diferencias
  • El traductor insolente: traducir el lenguaje soez
  • ¿Tradu... qué? ¿Qué es traducir?
  • Sexo oral y escrito: argot, eufemismos y etimología
  • Trucos y herramientas para la revisión de traducciones
  • El lenguaje escatológico y sus eufemismos
  • Ana Frank y la «pornografía»
  • Pinceladas de lengua: las onomatopeyas y las voces de los animales

Blog de WordPress.com.

  • Seguir Siguiendo
    • En la luna de Babel
    • Únete a 1.912 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Accede ahora.
    • En la luna de Babel
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Acceder
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...