Se ha vuelto a liar por un doblaje. Si no habéis estado muy atentos a las redes porque estáis de vacaciones y tenéis mejores cosas que hacer —os entiendo, la verdad—, os lo resumo por aquí. Hace unos días salió el tráiler de la película de Rompe Ralph 2 (2018) en el que vemos a todas las princesas Disney en una habitación y Mérida (Brave, Indomable, 2012) habla un escocés cerrado, rápido y vocalizando poco. El chiste es que las princesas no la entienden y una zanja: «Es que es del otro estudio» (Pixar).
En las redes empezaron a especular con el doblaje al castellano y por vete a saber tú qué mecanismos, muchos fantasearon con un doblaje murciano o gallego. Los defensores del primero porque supuestamente se entiende poco y los del segundo también por sus raíces gaélicas (sic).
Sea como fuere, el avance en español salió hace un par de días y no, no han usado ni gallego ni murciano. Han optado por hacerla hablar rápido y de forma ininteligible, sin vocalizar. Y claro, se ha liado. Que si se pierde la magia, que si se ha traicionado el original, etc.
Va, me mojo. A mí me parece que han hecho bien. ¿Que quizá la podrían haber hecho vocalizar menos o de otra forma? Puede. Pero hacer hablar a este personaje con un acento o dialecto del español, no. Primero, hablemos de credibilidad. El cine tiene un pacto sagrado con el espectador: tienes que creerte lo que sucede en pantalla. Aunque sea animación, ¿es creíble que un personaje hable con un acento español muy marcado? Tengamos en cuenta que este personaje viene de una película ambientada en Escocia y no en la Manga del Mar Menor. Traicionar esa credibilidad tiene consecuencias y, si se hace a propósito, se crea otro tipo de versión, no es una mera traducción sino adaptación. Los ejemplos clásicos de esto son los doblajes de las sitcoms de los 90 y, más recientemente, películas como Ted (2012), de la que ya hablamos en este blog.
Por otro lado tenemos la coherencia. En Brave, Mérida se dobló al castellano y se la entendía perfectamente. Si en su película hablaba un español estándar (no hablo de neutro para evitar equívocos), ¿por qué debería cambiar aquí de forma de hablar? ¿Qué sucede en la versión original de la película? ¿El acento escocés era tan fuerte como en este avance? No. En Brave no estaba tan marcado el acento aunque la actriz fuera la misma. Se ha marcado ahora para hacer la gracia en Rompe Ralph 2. Creedme, si hubiera habido alguna discrepancia, la gente se hubiera quejado igual. ¿Recordáis la que se montó cuando en el avance de Buscando a Dory, la voz de Dory no era la de Anabel Alonso? Pues eso, la coherencia es esencial.
Y otro factor importante, al menos a mi entender, es la sensibilidad. En un momento en el que tenemos los sentimientos lingüísticos y territoriales a flor de piel, no me extrañaría que alguien se quejara por asociar al gallego o al murciano estas características del sketch: que no se entiende, que habla con una patata en la boca, que…
Los otros en traducción
En traducción a veces se gana y otras se pierde. Intentamos que se pierda lo menos posible, pero no hay una única solución para todo ni que contente a todos. Es así. Y puede haber problemas hasta cuando se hace referencia al propio idioma, el típico «Do you speak English?» en una película norteamericana que se suele salvar con «¿Hablas mi idioma?» o «¿Me entiendes?».
Otro problema habitual es cuando traducimos al español algo que ya está en español. Por ejemplo, recuerdo una novela erótica de hace unos años en la que los protagonistas, estadounidenses, se iban de escapada a México. La chica andaba algo perdida porque no entendía español y el chico le hacía de intérprete. El problema era que ese español se entendía perfectamente y en la traducción iba a quedar descafeinadísimo. Mi solución fue usar mexicanismos y rasgos más dialectales para que a la protagonista le costara entender. Traducir es decidir qué o a quién traicionar para que el destinatario de la traducción reciba y disfrute el producto como lo haría el destinatario de la versión original.
Sin duda, la mayor dificultad es al traducir un acento determinado, claro. Por suerte ahora disponemos de muchos ejemplos, algunos más recientes que otros, de cómo se han solucionado estos casos en el cine y la televisión y eso siempre es una ayuda. Aquí tenéis algunos ilustrados por +Babbel:
No quiero extenderme mucho más, porque un blog tiene sus limitaciones, pero os dejo este fragmento de un artículo de Gloria Uclés, para que veáis la complejidad del asunto y lo muy estudiada que está esta problemática:
«En el terreno práctico, a la hora de proponer maneras de actuar con respecto a la presencia de la variación diatópica en el texto origen, existen fundamentalmente dos posturas: una de tendencia no intervencionista y otra que propone sustituir las variedades del original por otras funcionalmente equivalentes. En el primer grupo se sitúa Rabadán (1991: 97), quien considera inaceptable que se utilicen equivalentes funcionales para traducir la variedad diatópica y afirma que se suele resolver este problema mediante el uso de la forma estándar de la lengua meta, o bien traduciendo a las formas estándar y explicitando que el enunciado se ha expresado en dialecto. Centrándose exclusivamente en la TAV, Agost (1999: 129) señala la dificultad que representa en TAV la presencia de los dialectos y afirma que en las versiones dobladas es común oír a los indios hablar con infinitivos, que los negros del Harlem utilicen el pasota o cheli, o incluso que los dialectos del inglés se traduzcan al catalán otorgándole a cada personaje una variante geográfica de esta lengua (Agost, 1999: 63). Sin embargo, a continuación, en la línea de Rabadán (1991), añade que adoptar estas soluciones suele considerarse desaconsejable: “Muchos profesionales de la traducción consideran que esta no es la mejor solución y son partidarios de dar unas pinceladas para caracterizar a cada personaje, con lo cual el espectador ya puede saber que hay una diferencia respecto de otros personajes.” (Agost, 1999: 63).
Frente a esta postura, otros autores proponen como solución a la presencia de variedades dialectales la sustitución del dialecto de la lengua origen por otro dialecto equivalente en la lengua meta. La noción de equivalencia se debe considerar no como una correspondencia geográfica (imposible, al tratarse de dos lenguas distintas), sino en términos de equifuncionalidad: que el dialecto de la lengua meta cumpla las mismas funciones que tenía el original (Catford, 1965: 87). En esta importancia de la función del dialecto incide también Pym (2000), quien considera fundamental identificar, en primer lugar, cuál es exactamente la función que la variación diatópica cumple dentro de un texto y, una vez analizada, Pym concluye que los traductores se deben centrar en reproducir en el texto meta el efecto que el dialecto producía en el texto original.
Escasos son los ejemplos en los que se adopta esta postura para la traducción de la variación en TAV. Uno de ellos, con la combinación de lenguas de italiano y alemán, es el de Heiss y Sofritti (2009) que, partiendo de Pym (2000), analizan cuál es la función de los fenómenos dialectales concretos escogidos y cómo se traslada dicha función a la lengua meta, y proponen una lista de soluciones para compensar la pérdida de los rasgos dialectales de las producciones originales.
En la misma línea se sitúa Alemán (2005), donde encontramos una propuesta de doblaje de la película británica Billy Elliot diferente a la usada en un doblaje oficial. En el metraje original, la variedad diatópica geordie de los personajes se solapa con su condición social de clase obrera; sin embargo, en el doblaje para el cine y la distribución comercial de la película al español de España, el acento se neutraliza, lo cual genera una pérdida que Alemán (2005) propone paliar. Para el autor, los personajes de clase trabajadora se deberían distinguir por el uso de un castellano vulgar que, si bien no los enmarcaría en la variedad diatópica, sí daría cuenta de la diferencia social. El peligro de esta solución es que el espectador meta tenga la impresión de que los personajes emplean un registro más bajo que en la versión inglesa, ya que el contexto social y lingüístico del original se pierde y puede que no se llegue a entender el uso de un castellano vulgar en las circunstancias en las que se da la película».
Como veis, no es un tema nada baladí y hay que pensárselo muy mucho antes de sustituir un acento o dialecto por otro. Pero si nada de esto os convence, pensad en la figura dellektor en la televisión polaca:nada de acentos, poca entonación y una misma voz para todos los personajes.
Y a vosotros, ¿qué opinión os merece la solución del avance? ¿Os convence? Como siempre, agradeceré los comentarios que queráis dejar. ¡Hasta la próxima!
Estaba nublado y soplaba un viento desagradable, un viento que me recordaba que la primavera aún estaba lejos. Me dirigí al sótano del Campus y entendí que no era la única en haber recibido aquella extraña llamada. La puerta estaba entreabierta y, encima de una mesa que había en la entrada, observé unos pequeños folletos con una inscripción en código binario que interpreté como AETI. No cogí ninguno porque me dio miedo alterar el espacio-tiempo, así que avancé dos pasos para dejarlos atrás. Respiré hondo. Nadie estaba aguantando el portón, pero permanecía abierto por una extraña fuerza. “¿Qué es lo que me ATRAE?”, me pregunté. Conté hasta diez, di un paso más largo que los anteriores y, de pronto, estaba allí. Aterrorizada, me di cuenta de algo verdaderamente insólito. Unos centímetros más abajo de los rostros de todos los humanos que allí se encontraban, aparecían una especie de caracteres en apariencia indescifrables. Entonces lo comprendí: ¡estaban subtitulados!
Así empieza la original reseña de Anna Varela Griñena para la AETI de la conferencia sobre traducción audiovisual organizada por Guillermo Parra en la Universitat Pompeu Fabra. Guillermo, profesor y subtitulador profesional, invitó a Begoña Ballester-Olmos (de BBO Subtitulado) y a servidora para que habláramos de los entresijos (y tejemanejes) de la subtitulación y el doblaje.
Tuvimos la suerte de que la conferencia, que tuvo lugar el 28 de febrero de 2017, pudiera grabarse, así que aquí la tenéis para todos aquellos que os la perdisteis. Además, disfrutamos de la participación estelar de Quico Rovira-Beleta, traductor de Star Wars, entre muchísimos otros, y Paula Mariani, profesora de traducción, expresidenta de ATRAE, vocal de DAMA y traductora de Modern Family, también entre muchos otros.
El objetivo era dar una pincelada a los aspectos profesionales de ambas modalidades de traducción audiovisual. En el caso de la subtitulación, ¿cómo se trabaja? ¿Qué se cobra? ¿Dónde están los clientes? En el caso del doblaje, Begoña nos contó de qué tipos de materiales dispone, nos enseñó algunos fragmentos de películas traducidas en su empresa y nos habló de algunas dificultades específicas. Todo la mar de instructivo (y no lo digo porque yo participara, ¿eh?).
También hubo un buen coloquio posterior a raíz de las preguntas de los asistentes. No os perdáis tampoco esta parte. Aquí os la dejo:
Por si queréis echarle un vistazo a mi presentación, os la dejo también mediante enlace para que podáis ir siguiendo mi intervención o, simplemente, la tengáis de referencia.
INICIARSE Y AHONDAR EN TAV
No quiero terminar sin dejar algunos consejos y recursos para traducción audiovisual. Sois muchos los que preguntáis cómo iniciarse y moverse en este mundillo, así que aquí van algunos enlaces útiles.
La página de eldoblaje.com para consultar quién traduce qué o tener información sobre cursos varios.
Además de todos los profesionales mencionados en este artículo, también recomiendo seguir a aquellos especialistas en TAV que comparten sus vivencias y experiencias laborales (dificultades, gestión de trabajo, juegos de palabras, etc.) y de los que siempre se puede aprender: Javier Pérez, Alberto Fernández, Herminia Páez, Álvaro Méndez, Sara Hernández, Fernando Castillo, Ale Durán, Marta Baonza y tantos otros que sería imposible recopilar en una sola entrada.
Y ya para terminar, un breve apunte: acordémonos más de las buenas soluciones en traducción (audiovisual o no). Tendemos a criticar traducciones por las redes, pero tampoco cuesta nada elogiar aquellas soluciones que nos llamen la atención por lo creativas e ingeniosas que son, ¿verdad?
…y no solo por el paso del tiempo en sí —el mismo que nos marchita la frente y platea nuestra sien—, sino por el contenido mismo.
En general las obras originales no suelen modificarse al reeditarse, a no ser que se le añada un nuevo prólogo o unas notas al pie o se haga una edición comentada, pero los retoques sí suceden de forma más habitual con las traducciones.
La retraducción
Hay muchas obras, clásicas y no tan clásicas, que han tenido varias traducciones con el paso del tiempo. ¿A qué se debe? Dice David Paradela en un artículo en el Centro Virtual Cervantes: «Retraducimos por los motivos siguientes: por capricho; por rifirrafes de derechos; por haberse realizado por lengua interpuesta la versión anterior; porque la traducción existente ha envejecido. […] Pero el caso típico, más comentado y más proclive a la repetición de lugares comunes es el cuarto, el de las traducciones viejas. Pero ¿qué es una traducción vieja? Hoy en día, hasta la pescadera repite que las traducciones deben repetirse cada equis años, porque «la lengua de la traducción envejece mientras que la del original no», cosa que, a priori, no acabo de entender (¿la lengua del Guzmán de Alfarache no ha envejecido?)».
Y me parece una reflexión muy acertada. Coincido con David en que la traducción es fruto de su tiempo, en general el mismo que la obra original, y que no por ser vieja deja de ser válida. También coincido en la necesidad de realizar una nueva traducción cuando la primera tiene deficiencias, como comenta él mismo en el caso de retraducir a Malaparte, «cuyos traductores de los años cuarenta y cincuenta tienen lagunas de bulto en italiano, porque planchan metáforas decisivas y domestican una sintaxis a veces caprichosa, porque no identifican ciertos referentes (no saben lo que es un basso napolitano) ni algunos deslices ortográficos del autor (el palacio presidencial de Helsinki está edificado a la manera de Engel, no de Engels), porque sufrieron la censura franquista (el capítulo de la virgen de Nápoles en La piel es el más flagrante: podado resulta simple y llanamente incomprensible), porque aplicaron criterios que ya no compartimos (como llamar Santa Teresita de los Españoles a la napolitana vía de Santa Teresella degli Spagnoli), pero no porque su lengua estuviera vieja, enmohecida o dificultara el disfrute del texto».
Sin embargo, otras voces defienden la retraducción por cuestiones de lengua y estilo, como Juan Manuel Ortiz en Retraducir, una nueva mirada: «Retraducir es en suma una necesidad engendrada por el hecho de que la traducción perfecta es inaccesible, por lo que esta se convierte entonces en una utopía en pos de la cual el mundo de la cultura no deja de progresar y de buscar nuevos caminos de expresión. […] Cada época tiene un gusto y una manera de concebir la lengua y la literatura, desde luego, pero a mi modo de ver es la exigencia de los lectores avezados lo que ofrece el impulso para continuar adelante en el establecimiento definitivo de sus clásicos procedentes de otras lenguas».
Modernizando que es gerundio
Algo que me ha sorprendido últimamente en la traducción de una colección de libros infantiles, cuyos volúmenes he traducido al catalán, es no ya la retraducción en sí, que sospecho tiene que ver con motivos puramente económicos —es una editorial distinta a la que publicó los libros veinte años atrás—, sino el afán de querer modernizarlos.
Estos libros, publicados en los años ochenta y noventa, solían tener referencias tecnológicas de la época como los cartuchos primero, los disquetes después o las cintas de VHS. Pues bien, me llevé una sorpresa al ver que en la nueva traducción al castellano habían modernizado estos conceptos, por lo que los niños compraban los videojuegos en DVD o se los bajaban de Internet. Lo pregunté a uno de los traductores al castellano y él no había recibido consigna alguna de cambiar estos términos, con lo que supongo que es una decisión que tomaría la editorial de forma unilateral.
No pregunté al editor, pero imagino que debe de ser para que quede más «fresco» para el chaval de ahora. No obstante, me parece mejor conservar estos elementos porque, al fin y al cabo, el icono de «guardar» de Word viene de algo y si no se sabe qué es un floppy o un discman, pues se busca y ese conocimiento que uno se lleva, ¿no?
Llevo dándole vueltas a esto desde hace un mes, que he estado trabajando en la traducción de otra novela juvenil repleta de juegos de palabras y referencias culturales. En ella se habla de programas recientes como Jersey Shore y The Voice, así como de libros y videojuegos en formatos muy específicos. Si tan ancladas están las referencias a los últimos años, ¿por qué cambiarlas? Toda obra se enmarca en una zona y una época determinada y cambiar elementos solo por hacerle un lifting es traicionar aún más el libro, novela, película, etc.
Modificar estas cosas se ve más y de forma más surrealista cuando se piensa en una película. Pongamos Se7en, que tuve el placer de comentar este pasado sábado en los cines Phenomena con dos grandes de los podcasts de cine (Carne de Videoclub y Sin Audiencia). Descubren a John Doe, el asesino, por los libros que sacaba de la biblioteca (porque el FBI tenía control sobre algunos volúmenes en particular). No sé, pero ahora me lo imagino bajándoselos en formato eBook en alguna plataforma o incluso descargándoselos ilegalmente… y la película sería muy distinta. A lo mejor ni lo descubrían, vaya, y la película al garete.
Con las películas veo más justificado un nuevo doblaje que deshiciera el desaguisado que la censura provocó en muchos largometrajes, algo que ya comenté en la entrada Sexo oral y escrito II. (Auto)censura.
Cuando el original evoluciona
El tema cambia cuando hablamos de una obra didáctica. Entiendo que en muchos casos hay que adaptarse a los nuevos tiempos si, por ejemplo, se quieren eliminar ciertas referencias y abarcar más opciones, ya sean religiosas, sexuales o de género.
Un buen caso es el de Richard Scarry, autor e ilustrador de unos 250 libros infantiles que traspasaron fronteras y se tradujeron a varios idiomas. Algunas de sus obras, puros clásicos, han ido cambiando con el paso del tiempo, pero hay un libro en cuestión donde los cambios son más apreciables: Best Word Book Ever.
Veamos algunas de estas modificaciones:
Resumen en la cubierta
Toda una declaración de intenciones y buen resumen de lo que encontraremos en el interior: los hombres también entran en la cocina (y no solo para picotear), también hay mujeres policía y las mujeres no son las únicas encargadas del cuidado de los niños, por ejemplo.
La belleza como personaje
Los auxiliares de vuelo pueden ser tanto hombres como mujeres —de un tiempo a esta parte observo un menor uso de «azafata» en documentaciones y contextos específicos— y, al igual que los pilotos, no es necesario que sean atractivos.
Lo mismo en la escena del incendio. Los mininos del montón también tienen derecho a ser rescatados.
Sensibilidad religiosa
La Navidad no es lo único que se celebra en invierno y en futuras ediciones incluyeron la menorá para aquellos que celebran Janucá (a mí no me miréis, lo dice la Fundéu).
Repartirse las tareas
Ya lo veíamos en la cubierta, pero en el interior hay muchos más casos, como este. Un cambio sutil que refleja bastante. No necesariamente es la madre quien prepara el desayuno, aunque sí sea algo habitual. Ya sabéis, lo típico de madre cuando te llama y dices «¡Voy!» y te responde con sorna «Voy, voy, pero quieto me estoy».
También vemos al padre con la sartén en la mano y en plena faena, que para algo hay dos fogones también.
Profesiones inclusivas
Ya hace bastante tiempo que todas las profesiones terminadas en -man/-woman (policeman, policewoman) del inglés cambiaron la forma para abarcar los dos géneros sin discriminar (police officer). En las nuevas ediciones no solo lo tuvieron en cuenta, sino que añadieron otras profesiones, también ilustradas con mujeres, como scientist.
Respeto a los nativos americanos
En su lucha contra los estereotipos, las nuevas ediciones omiten al indio americano ataviado con las plumas típicas. Así pues, dejan solamente una ilustración para la «i» de ice cream.
¿Y vosotros qué pensáis? ¿Creéis que hay que ir retraduciendo los clásicos porque la traducción envejece? ¿Sois partidarios de modernizar las obras originales?
El estreno de la película de Pixar Del revés (Inside Out, 2015), además de la polémica con los personajes (Tristeza es rellenita y poco agraciada —dicen— y Alegría es delgada y atractiva) ha sacado a la luz un aspecto curioso, que no nuevo, del cine: las adaptaciones culturales.
Si la intención primordial de un producto audiovisual es que llegue al espectador y que este lo reciba con naturalidad y no le cause extrañeza, hay que tener en cuenta muchos factores y no solo lo que se oye, sino también lo que se ve. Y aunque muchos lo llamen «localización», es en realidad un ejemplo de adaptación cultural.
En esta película se dan dos buenos ejemplos. El primero, y del que se ha hablado más, es el cambio del brócoli por el pimiento verde para la versión japonesa. ¿El motivo? Parece ser que lo que más asquea a los niños japoneses es el pimiento verde (como quizá muchos recuerden por Shin Chan) y con una modificación de este tipo los espectadores se sienten mejor identificados, la situación les resulta más cercana.
No es el único cambio ni hay que irse a países tan lejanos como Japón. Hay otro momento de la película en el que somos testigos de un cambio de imagen. En la versión original los sentimientos ven un partido de hockey y en otros países (como Gran Bretaña, que comparte idioma con los Estados Unidos pero no cultura), un partido de fútbol.
Y es que traducir una película con el fin de proyectarla en otros países va mucho más allá del trasvase del guion de un idioma a otro. Barriendo para casa, como explica Adela Martínez en su artículo para La traducción para el doblaje y la subtitulación (Miguel Duro, Ediciones Cátedra, 2001): «En la actualidad está muy extendida la idea de considerar la traducción como un acto de comunicación intercultural y de que el texto fílmico comparte con otros textos la finalidad de comunicar algo a otro. La traducción tiene la finalidad de comunicarse con el espectador. Pero, a diferencia de otros textos susceptibles de traducción, el texto fílmico cuenta con varios canales de información: la imagen, el sonido, el ruido y el lenguaje hablado».
Pues sí, como si traducir no fuera ya lo bastante complejo, abordar la traducción de una película lo es más por todos estos factores a los que hay que prestar atención porque, como comenta Martínez: «El guion hablado de una película se coordina con los otros canales informativos con los que cuenta el lenguaje cinematográfico. Desde esta perspectiva, resulta lógico sostener que la traducción —el doblaje o la subtitulación— de ese guion hablado se considere subordinada a la imagen, al sonido, a los gestos de los actores, e incluso a la coincidencia del mayor número posible de consonantes labiales, etc.».
Pero, como vemos, hay mucho más y la cultura pesa mucho. Para hablar de casos concretos, un ejemplo famoso es el de Regreso al futuro del que ya hablé en un artículo anterior sobre adaptaciones culturales. En una de las entregas de la trilogía, la madre de Marty McFly se dirigía a él como Calvin porque en sus calzoncillos tenía escrito Calvin Klein. En España, dado que por entonces no había llegado aún esa marca, se cambió a Levi Strauss. Es un caso de referencia cultural adaptada que respeta también el idioma de partida, es decir, se opta por usar una marca americana que encaja en las dos lenguas y no provoca extrañeza en la versión española.
Podemos encontrar más ejemplos de adaptaciones y cambios por diferencias entre culturas (y no solo idiomas) en muchas más películas, sobre todo en las dirigidas a un público más joven. Por ejemplo, en Monstruos University (Monsters University, 2013) las notas cambian según el país, los textos en pantalla se traducen todos y se producen modificaciones curiosas como la siguiente.
En un momento del largometraje, Randall, el monstruo que más tarde sería el villano de Monstruos S.A., quería que los demás compañeros le aceptaran y preparaba unas magdalenas con el texto «Be my pal» (seamos amigos). Pues bien, en otras versiones, como la española y la británica, estas magdalenas perdieron las letras y pasaron a estar decoradas con caritas sonrientes.
¿El problema? Se perdía la gracia cuando en plena persecución de la mascota de la universidad rival, Sully y Mike le tiraban la bandeja y Randall terminaba con un «lame» (soso, bobo, tontaina) en la cara porque las letras se habían desordenado.
Y ya que estamos con textos…
Textos en pantalla
En el caso de la película de Pixar, el quid estaba en las imágenes en movimiento, pero pueden darse cambios también en los textos que aparecen en pantalla. La mayoría de las veces lo que se lee, sea un texto escrito, una carta, un cartel, etc., se ve en un subtítulo. Es la solución más rápida y barata porque no implica cambiar la imagen.
Sin embargo, por cuestiones culturales puede que este texto cambie también en la imagen. Un buen ejemplo lo encontramos en Capitán América: El soldado de invierno (2014). El protagonista elabora una lista de cosas que se ha perdido al estar congelado y que debe repasar para estar al corriente de todo. Lo curioso es que la lista cambia según el país. Solo se mantienen la comida tailandesa, Star Wars, Star Trek, Nirvana, Rocky y la canción de Marvin Gaye; lo demás va variando.
Versión original
En la versión española, por ejemplo, añaden a Rafa Nadal, Héroes del Silencio, Camino José Cela, la Constitución de 1978 y el Chupa Chups. Claro, de todos es sabido que el caramelo marcaría un antes y un después en nuestras vidas.
Versión española
En Francia, por ejemplo, Daft Punk toma el relevo de Héroes del Silencio (a ver si son los mismos bajo ese casco…).
Versión francesa
En el Reino Unido no podían faltar los Beatles.
Versión inglesa
Y en México… ahí está Shakira, aunque sea colombiana.
Versión mexicana
Mucho más que palabras
Los dos ejemplos que veíamos al principio del artículo llaman mucho la atención porque son cambios completos de imagen, pero en una película pueden darse muchos momentos complejos para la traducción que no tengan que ver con elementos verbales. Un ejemplo de esto sería el gesto de Uma Thurman en Pulp Fiction (1994):
En este caso, como comenta Patrick Zabalbeascoa en su artículo La traducción del humor en textos audiovisuales (recogido en el libro anteriormente mencionado), se da un chiste paralingüístico, aquel que depende de una combinación de elementos verbales y no verbales. Es decir, lo que se diga va a estar supeditado a lo que se vea (un gesto, una caída, una aparición, el sonido de un disparo etc.).
En este momento de la película, Vincent Vega, personaje interpretado por John Travolta, le pide a Mia Wallace, Thurman, que lo lleve a otro restaurante para cenar, a lo que ella le responde «You can get a steak here, Daddio. Don’t be a…» y dibuja en el aire un rectángulo (aunque más bien debería ser un cuadrado porque la expresión en inglés es don’t be square).
Explica Zabalbeascoa que el sentido en inglés de «no seas antiguo» dista mucho de una traducción literal de «no seas» y luego ver el cuadrado en la pantalla, que encima va reforzado por unas líneas de puntos. Una solución puramente verbal, dice, «sería buscar una expresión en castellano que acabara con «cuadrado» y encajara en el contexto (tipo «no seas un cabeza… cuadrada» o quizás «no seas tan… cuadrado», aunque las dos son mejorables). Una solución más tecnológica consistiría en borrar la línea de puntos de la imagen para dar cabida a versiones menos literales («abre tu mente», «rompe tus esquemas» que dieran otra interpretación al gesto de la actriz)».
¡Arguméntame esta!
Ahora bien, como adaptaciones que se llevan la palma, porque más que adaptaciones son cambios de argumento y de guion integrales, están los ejemplos de los que se hacía eco la agencia EFE esta misma semana.
Esto va más allá de cuestiones lingüísticas y se aparta de la traducción, que es lo que nos ocupa en este blog, pero según filtraciones de Wikileaks, los productores de la película Píxels (2015) «cambiaron el guion para evitar que en él hubiera menciones a China, con el fin de no herir sensibilidades en ese país y que la cinta pudiera ser estrenada en sus cines».
Dan más ejemplos, como el deWorld War Z, en la que se cambió ligeramente el argumento y se quitó la sugerencia de que el virus que volvía zombi a los seres humanos se había originado en China. O de Skyfall, de la que retiraron escenas en las que un soldado chino era asesinado, así como referencias a que el villano de la película parte de su maldad al hecho de haber sido torturado en una prisión asiática.
Según el artículo, «estos y muchos otros cambios de guion se justifican en un momento en el que el mercado chino, aún con mucho potencial de crecimiento, se está convirtiendo en el más importante de Hollywood en el exterior, y en ocasiones en tabla de salvación de grandes superproducciones que fracasan en Occidente pero no en Oriente».
Y, sin llegar a estos extremos, cambiar el contenido de los tráileres es algo bastante común. Seguramente os habréis dado cuenta de que, en ocasiones, lo que habíais visto en el avance no aparece en la película. Pues bien, dependiendo del país, se hace hincapié en ciertos contenidos para hacer que la película resulte más atractiva y llame la atención de los espectadores. Algunos ejemplos de esto lo encontramos en Los Vengadores, Lincoln, ¡Rompe Ralph!, Prometheus o Godzilla.
En definitiva, ya sea por motivos económicos, políticos, lingüísticos o culturales, muchas películas pueden sufrir cambios sustanciales y no siempre son cosa del traductor, que os veo venir. Aunque pueda haber consultas (me ha pasado en subtitulación), nos compete lo lingüístico. El lenguaje es la base de la cultura y deben verse las estrategias que se utilizan en el texto fílmico para determinar el entorno cultural. El texto es parte de la cultura y la unidad de traducción es la cultura misma, pero nosotros no decidimos estos cambios tan grandes de imagen.
¿A vosotros qué os parece? ¿Todas las modificaciones son aceptables? ¿Debería respetarse más el original en lugar de adaptarlo tanto al espectador meta? El debate —¿o la polémica?— está servido.
Buen ambiente, público atento, grandes profesionales y una organización de lujo. Si me pidieran resumir el ENETI (Encuentro Nacional de Estudiantes de Traducción e Interpretación) de este año, lo haría con estas palabras.
Después de acudir a la edición anterior en Soria, donde hablé de traducción erótica, y ver lo que allí se cocía y vivía, no pude resistirme esta vez. Y menos aún conociendo el emplazamiento de este año y los organizadores, unas auténticas bestias pardas: Jairo Lara, Carlota Lifante y Vicent Torres.
Organizadores, ayudantes e intérpretes del ENETI 2015
Gracias a estas jornadas, los estudiantes tienen la oportunidad de ver diferentes aspectos profesionales de la traducción y la interpretación, echarle un vistazo a la realidad del oficio y, cómo no, relacionarse con alumnos de otras universidades. Para los profesionales es igualmente beneficioso pues permite el intercambio de pareceres y opiniones, aprender de otros ámbitos de la traducción y, evidentemente, salir de la traducueva un par de días.
ENETI 2015
Este año ha habido de todo un poco, como podéis ver en el programa: traducción biosanitaria, con el gran Fernando Navarro; traducción de videojuegos, con traductores de la talla de Curri Barceló, Ramón Méndez, Alba C. Porrúa, Belén Agulló y Francisco Molina; traducción del manga con Marc Bernabé, que recogió un premio a su carrera (¡grande!), etc. Más allá del oficio de traducir, Marta Stelmaszak y Valeria Aliperta abordaron cuestiones económicas y de marca.
También hubo mesas redondas prácticas y amenas como la de Carla Botella, Marián Morón y Beatriz Benítez sobre salidas profesionales molonas, y la de traducción de franquicias (#frikicias) con Josep Llurba, Quico Rovira-Beleta, Javier P. Alarcon y Fran Molina. Y no me olvido de la mesa sobre interpretación con María Abad, Aida González, Maider Armentia y Alessandra Vita, que hablaron de todo un poco y dieron consejos muy útiles, sobre todo porque me descubrieron datos que ignoraba al no conocer bien este sector.
Si queréis verlas todas, cosa que recomiendo, podéis acceder desde aquí:
Como ya anunciaba en el título, en esta edición hablé de los insultos y las expresiones malsonantes, los rasgos principales que tienen en nuestro idioma y cómo se pueden traducir. Todo con un único fin: demostrar que el castellano es tremendamente fértil y podemos realizar traducciones la mar de naturales sin caer en los jodidos y putos de siempre. Ahora bien, sin pasarse, porque un inspector del Bronx no va a hablar como un señor de Murcia, por decir algo. Como decimos siempre, el contexto es básico, así como conocer el tono del texto original, el personaje en sí y lo que nos pide el cliente, claro.
Para encarrilar la charla usé como base algunas ideas de El traductor insolente, que complementé con un breve marco teórico y ejemplos variados tanto de traducción editorial como audiovisual, principalmente fansubs.
Foto de Isabel Ramón para la entrevista en el periódico Información
Como no os quiero aburrir con más detalles, podéis acceder al vídeo aquí: http://vertice.cpd.ua.es/142806 (a partir de 4:10:35) y ver la presentación íntegra.
Si lo hacéis, vale la pena fijarse en la buenísima labor que realizaron los intérpretes de lengua de signos, que no lo tuvieron nada fácil al interpretar algunos momentos de la charla, sobre todo por la complejidad de los sinónimos y algunos de los términos. De paso, quiero agradecer también el trabajo de los intérpretes en cabina, que seguramente se vieron apurados al principio con mi velocidad. ¡Perdonad, chicos!
Si también queréis echarle un vistazo a la presentación en sí, podéis encontrarla a continuación y en la misma plataforma de Scribd. Disculpad la calidad de la presentación, pero al subirla ha cambiado el tipo y el tamaño de la fuente.
Paralelamente, me hicieron una entrevista para el periódico Información acerca de esta ponencia. Si bien hay algunas cuestiones que no son del todo exactas (hablé de cunt como ejemplo de insulto realmente fuerte en inglés, pero no dije que no se pudiera traducir, entre otros), es un resumen de la charla en sí y de cómo va la traducción de lo soez. Se lee bastante bien al hacer clic en la imagen.
Termino este apunte con algunos tuits sobre la presentación. Los demás pueden seguirse con el hashtag #TraduSoez y #Eneti2015.
PD: Gracias de nuevo a la organización, ayudantes, intérpretes, ponentes y asistentes. Entre todos habéis conseguido algo muy grande. ¡Ah! Y felicidades a Manu Crespo y Fernando Carrero, que organizarán el ENETI 2016 en la Universidad de Valencia.
Que los traductores somos algo tiquismiquis y tenemos un radar especial para los calcos y las frases que rechinan en los doblajes no es algo nuevo. De vez en cuando, de hecho, cuelgo en twitter las que me parecen más graciosas o sangrantes. Para muestra, dos botones, ya sea en doblaje (o voces superpuestas):
o bien los calcos en prensa:
Sin embargo, hoy me centraré en los calcos presentes en las traducciones audiovisuales tomando como base el excelente artículo «Eres patético: el español traducido del cine y la televisión» de Miguel Duro en La traducción para el doblaje y la subtitulación (Cátedra, 2001) y los documentos de la Comissió de Normalització Lingüística, Versió doblada, que se publicaron entre el año 1997 y el 2002.
El calco como virus
Duro explica con mucho atino que el agente infeccioso más grave de todos los que campan en las malas traducciones de las películas y las series de televisión es el calco, en cualquiera de sus modalidades (fonético, léxico, semántico…). Aclara que en sí, como procedimiento de traducción, no es rechazable porque muchas veces enriquece la lengua, pero supone un problema cuando se usa mal.
Entonces, ¿el calco puede ser bueno? Puede ajustarse bien en una traducción cuando existe una laguna lingüística en la lengua receptora, pero hay que llevar cuidado porque muchas veces (en la mayoría, quizá) es un error. Como en los siguientes casos:
Calco léxico o paronímico: falsos cognados, como traducir actually por «actualmente» cuando es «en realidad»; o library por «librería» cuando es «biblioteca».
Calcos tipográficos: el uso de mayúsculas en los gentilicios en castellano, por ejemplo (no aparece en un doblaje, evidentemente, pero sí puede darse en subtitulación).
Calcos sintácticos: cuando se traduce literalmente la estructura de la lengua de partida y se obtiene como resultado una estructura que no es natural en la lengua de llegada.
En su artículo, Duro nos deja algunos ejemplos de calcos reales oídos en Titanic, Corrupción en Miami y El piano. He aquí algunos de Titanic (los comentarios entre paréntesis son míos y que conste que no tengo en cuenta el factor de ajuste labial):
Tiene toda mi atención — You have all my attention (¿No sería mejor: «Soy todo oídos», por ejemplo?)
¿Bromeas? — Are you kidding? (¿Dónde está nuestro «¿Me tomas el pelo?»? Y ya no digo «¿Estás de coña?» porque no quedaría bien en el contexto de la película)
Eres maravillosa — You are wonderful (Hombre, yo no sé si le diría eso a mi pareja, quizá utilizaría otro adjetivo)
Me temo que así es, mi querido amigo — I’m afraid that’s the way it is, my dear friend (en español cada vez tememos más)
No hay ninguna evidencia de que — There’s no evidence that… (Un calco bastante común también en las series policíacas. Aquí, mejor «prueba” o incluso «indicio»)
Como sigue diciendo Duro, «la gente repite lo que escucha y lee —por imitación— o lo que oye, por absorción subliminal. Si día tras día recibe el impacto continuo de un español al que se le ven las costuras del inglés, acaba por parecerle normal ese español y éste termina corrompiéndose».
Aquí es donde aparece el dubbese, el lenguaje propio de las traducciones audiovisuales, esas soluciones faltas de naturalidad que acaban impregnando nuestro idioma y llegan hasta los guiones de producciones nacionales. El compañero Alberto Fernández nos lo explica muy bien en esta entrada de blog.
Orígenes del calco
Miguel Duro comenta que puede haber dos causas que expliquen por qué traductores y adaptadores/ajustadores se aferran al calco: una técnica y otra conjetural. La técnica alude a las limitaciones o restricciones inherentes a la traducción para doblaje o subtitulación, en la que la palabra está subordinada a la imagen:
Doblaje: hay que adaptarse al sincronismo de caracterización, de contenido y fonético (labial).
Subtitulación: hay que adaptarse al tiempo y espacio disponibles.
La segunda causa, la conjetural, se refiere a las condiciones en las que el traductor realiza su trabajo: escasez de tiempo, falta de recursos, malas condiciones económicas, ausencia de revisores, comodidad, negligencia profesional o inconsciencia de la responsabilidad respecto de idioma y del público.
Tal vez añadiría la dejadez que hay a veces hacia la lengua materna. Parece que nos preocupemos más del dominio de nuestra lengua B que de la materna. Hay que leer más en castellano y preocuparse más por la ortografía y las normas generales de nuestro idioma.
¡Una solución quiero!
¿Hay cura para este mal? No es pan comido (que no trozo de pastel), pero puede hacerse. Para empezar se puede avisar a las distribuidoras o cadenas de televisión de los errores que se descubran en series y películas (igual que muchos lectores avisan a las editoriales de gazapos en libros).
Otra solución sería conseguir que los profesionales del doblaje y la subtitulación (no solo traductores) se concienciaran de la responsabilidad que tienen con la lengua, la cultura y con el público al que están destinadas las obras audiovisuales. Aunque, bueno, esto último es más difícil de ponerlo en práctica por su abstracción.
¿A vosotros se os ocurre algo más?
Casos y cosas
Veamos algunos calcos que pueden no ser tan obvios como parece. Empezaremos con la interpelación y los vocativos, y remataremos con una colección de calcos recurrentes.
Calcos en la interpelación
En inglés la interpelación a una persona se hace a menudo aludiendo a la función de la interpelación: agente, doctor, landlord,boss… En castellano no solemos identificar la interpelación salvo en casos muy determinados (como camarero, maestro, doctor), sino que se utiliza una expresión genérica como un «eh» o un «oiga».
No sé vosotros, pero la última vez que me pararon en un control no usé ni un «Bona nit, mosso» ni un «¿Algún problema, agente?». ¿Es grave, doctor?
Y no solo al saludar sino en otras interacciones también, donde podemos prescindir de la persona directamente (y más aún si ya se ve en pantalla). En lugar de «Perdone, agente o «Tenga, señor» nos basta con un «Perdone» o un «Tenga», sencillamente. Fácil de hacer en subtitulación y en doblaje dependerá de cómo quede en boca.
También hay que señalar la generalización en los inicios de las frases interpelativas de muchos doblajes un «di» absolutamente artificioso que ha surgido como recurso fácil de ajuste para alargar las frases. Sin embargo, una vez más, no hay que olvidar que nos debemos a la imagen y a los labios, de modo que a veces es necesario.
Algo parecido pasa con la apelación nominal. Es frecuente en inglés apelar un personaje con nombre y apellidos para enfatizar un reproche o una orden. Esto da lugar a frases como «Peter McDonald, siempre serás un animal» que resultarían más adecuadas usando verbos de atención como «¿Oyes, McDonald? Siempre serás un animal» o «Mira, McDonald, siempre serás un animal», por poner un ejemplo.
Traducir con el culo
A traducir se va aprendiendo con el tiempo y todos mejoramos con cada texto, pero es fácil traducir con el culo si no se va con cuidado. Así que ojito con el ass, que a veces nos nubla:
• And you want us to stick our ass out to protect him? traducido literalmente «¿Y quieres que nos juguemos el culo por protegerlo?» en lugar de la forma más genuina «¿Quieres que nos juguemos la piel para protegerlo?».
• Get your ass out of here traducido por «Quitar el culo de aquí», en vez de «Lárgate de aquí».
No hay que olvidar que ass puede traducirse muchas otras veces por cosas muy distintas:
Don’t be an ass! = No seas imbécil.
What an ass I am! = ¡Qué burro soy!
To make an ass out of somebody = Quedar en ridículo, hacer el panoli, etc.
She’s a piece of ass = Es un bombón.
«¡Maldición, Mike!». Los insultos e imprecaciones: bastardo, maldito, jodido…
Hace un tiempo ya hablé de esto en una entrada. Me maravilla que, con la riqueza léxica que tenemos en castellano para estos menesteres, aún se oigan expresiones del tipo «jodido cabrón» cuando tenemos «cabronazo», entre muchas otras lindezas.
Muchas veces parece que tengamos miedo a adaptar el texto demasiado libremente, pero es lo que requiere para que funcione y resulte veraz. Hay que atreverse a cambiar.
En este sentido os recomiendo los monólogos de Goyo Jiménez (al final del artículo) para que veáis el partido que le saca él a estas situaciones. Risas garantizadas.
¿Dónde está el calco, aquí o aquí?
El castellano no utiliza tan a menudo este adverbio de lugar como el inglés. Es un caso parecido a please y por esto no siempre es necesario traducirlo. Veamos dos ejemplos rápidos:
Un hombre invita a cenar a una chica que hace días que no sale de casa (¿será traductora?) y comienza con la frase You feel like getting out of here?, que se puede traducir por «¿Te apetecería salir?» sin necesidad de decir «¿Te gustaría salir de aquí?».
En una situación de catástrofe, un protagonista exclama Let ‘s get out of here! Si no se trata de un espacio específicamente cerrado, la traducción sería «¡Huyamos!» y no necesariamente «¡Huyamos de aquí!».
Hay que añadir que otra frase habitual en situaciones de pánico es Someone get me out of here!, cuya traducción literal «¡Que alguien me saque de aquí!» queda forzada y conviene recordar que la equivalente suele ser «¡Sacadme de aquí!». Además, en momentos de apuro, ¿no economizaríamos más con el lenguaje?
¿Cómo están ustedeeeees? (Is everything okay?/¿Todo va bien? – Are you alright?/¿Estás bien?)
Hay que adaptar siempre la traducción al contexto, eso es esencial. La primera expresión se puede traducir a menudo por «¿Cómo vamos?» o «¿Cómo va eso?» y la segunda por «¿Cómo te encuentras?», «¿Te has hecho daño?» (o «¿Te han hecho daño?», según contexto) o bien «¿Te encuentras mal?».
La traducción literal «¿Todo va bien?», por ejemplo, choca a veces con la información dada por las imágenes.
Por último, veamos algunas palabras y expresiones susceptibles de terminar calcadas:
Adultery / adulterio
En inglés, adultery, además de significar «adulterio» en el sentido de infidelidad conyugal, también puede significar «infidelidad religiosa» o «herejía»», como es el caso de la frase: Sodomy, blasphemy and adultery were the accusations made against the Templar order.
All you have to… / Todo lo que tienes que…
All inicia muchas expresiones verbales que, traducidas literalmente por «todo lo que», resultan recargadas. Quedan mejor resueltas con «solo» o «lo único»:
You said all I had to do was to try it = Has dicho que sólo tenía que probar y basta; Has dicho que sólo era cuestión de probarlo.
All I want is for Willy to be with his father = Solo quiero que Willy esté con su padre; Lo único que quiero es que…
As simple as that / tan sencillo como esto
Hay todo un repertorio en castellano para traducir la expresión It’s as simple as that: «en pocas palabras», «es muy sencillo» o, incluso, «en resumen».
To belong / pertenecer
En frases como That s where I belong / I belong to India, que designan el lugar donde uno se encuentra cómodo o considera su hogar, en vez de la traducción literal «Es donde pertenezco» o «Pertenezco a la India», debería decirse «Allí está mi casa», «La India es mi hogar» o expresiones similares.
Gimme a break / Dame un respiro
Sí, podría ser peor. Se podría traducir más literalmente aún, pero es una de esas frases muy de doblaje, muy dubbese. Más que hablar de respiros, lo que más decimos en estos casos es «No me agobies» o «No me atosigues», ¿no os parece? Incluso quedaría bien un «déjame en paz», depende del contexto.
Business / negocio
Este término en inglés también tiene el sentido genérico de «asunto», «cuestión» o «tema». Hay que fijarse en el contexto para saber si se habla de negocios estrictamente o no. En este sentido genérico, una frase como It ‘s a tricky business se traduciría por «Es un asunto complejo», y The man still had unfinished business para «El hombre aún tenía cuestiones pendientes».
Caucasian / caucásico
El inglés Caucasian nos aparece a menudo como identificación étnica utilizada por la policía. Se trata de un término de clasificación antropológica que designa el grupo humano leucodermo, también llamado «raza blanca».
En castellano, algunos diccionarios reservan «caucásico» para este concepto y «caucasiano» para el individuo de la región geográfica del Cáucaso, pero se tiende a considerarlos sinónimos. El problema es que, en doblaje, cuando un policía estadounidense dice que busca un hombre de aspecto caucásico o caucasiano, el espectador podría entender que hablamos de alguien del Cáucaso. Sería mejor, pues, traducir por «un hombre de raza blanca» o «un hombre blanco».
Este criterio no sirve, sin embargo, cuando este término se opone a otras identificaciones étnicas que, para un europeo, son también de piel blanca. Es el caso de hispano o latino, por ejemplo. Cuando en una película salen juntas estas identificaciones, se deberá mantener la traducción literal «caucásico» o «caucasiano».
Condescending / condescendiente
Es condescendiente quien se digna consentir algo alguien. No obstante, el inglés condescending alude a alguien que es altivo o desdeñoso. Y, en consecuencia, condescended debe traducirse por «despreciado».
Decent / decente
Según el contexto hay muchas más soluciones que la traducción literal. Veamos algunas:
Are you decent yet? = ¿Estás vestido? ¿Estás visible?
Decent chap= Un chico formal / Un buen tío
He was very decent to me= Fue muy amable conmigo
A decent sum= Una suma considerable
El antónimo indecent también puede tener alguna solución alejada del calco:
Indecent assault = Abusos deshonestos, agresión sexual
Detective / detective
Tiende a traducirse por «detective» cuando la mayoría de las veces sería mejor usar «inspector» o «comisario». En castellano, «detective» nos remite al privado.
detective constable(n)(Britain) agente (m) (de policía)
detective inspector(n)(Britain) inspector, inspectora (m)(f) (de policía)
detective sergeant(n)(Britain) oficial (m) de policía
detective story(n) novela (f) policíaca
detective superintendent(n)(Britain) comisario, comisaria (m)(f) (de policía); comisaria
detective work(n) trabajo (m) detectivesco; trabajo (m) de investigación
Devotion / devoción
Hay contextos, sobre todo los no religiosos, en el que el vínculo personal expresado por devotion se puede traducir mejor por «lealtad» o «afecto».
Dozen of / docenas de
En inglés dozen of tiene el valor de abundancia y es mejor traducirlo por: «bastante», «mucho», «un montón de», etc.
Escort / escolta – To escort / escoltar
En inglés to escort también tiene el significado acompañar, sobre todo en el sentido de cortesía. Así tenemos que escort agency debe traducirse por «agencia de azafatas» (sí, ya, a veces son algo más que azafatas) y no por «empresa de seguridad».
Eventually / eventualmente
Quizá uno de los calcos más odiosos. Con lo bonitos que son «al final», «finalmente», «a la larga»…
Subtítulo de un episodio de True Blood
Exciting / excitante
Este adjetivo tiene en general el sentido de emocionante, apasionante o estimulante. Y lo mismo ocurre con excite y excited, que corresponden a menudo a «emocionar» y «entusiasmar», en un caso, y «emocionado» o «ilusionado», en el otro.
You are a fraud! / eres un fraude
En inglés, fraud se aplica tanto a cosas como personas. En castellano no termina de funcionar con personas. Debe traducirse por «farsante», «impostor» o «tramposo». El sustantivo fraud también se puede traducir por «estafa», «trampa» o «engaño».
Funeral / funeral
En inglés, funeral designa genéricamente cualquier ceremonia de enterramiento, mientras que en castellano se refiere a la ceremonia religiosa, generalmente en un recinto cerrado. Por lo tanto, resulta más adecuado traducir el inglés funeral sólo por «entierro» en los casos que no haya rito religioso o bien cuando éste se hace en el cementerio mismo.
To get in one’s way / interponerse en el camino
El verbo interponerse corresponde a un registro formal que no se ajusta al registro coloquial habitual los diálogos de las películas. Si la expresión That’s the second time you got in my way today se traduce literalmente por «Hoy es la segunda vez que te interpones en mi camino», el resultado queda afectado por la connotación formal. La expresión equivalente sería «Hoy es la segunda vez que te me metes por medio» o también «Ya la segunda vez que…».
Long life / larga vida
En las aclamaciones del tipo Long life to the Queen la traducción más genuina es «Viva la reina» y no «Larga vida a la reina».
Macho / machista
En inglés este término designa comportamientos «de macho» que no siempre corresponden al concepto de «machista», a la relación de poder del sexo masculino sobre el femenino.
Por ejemplo, en una conversación entre dos agentes forestales en el que uno pretende resolver por su cuenta un problema grave y el otro le dice What are you telling me, more macho bullshit!, el sentido de la frase es «No te quieras hacer el duro», sin connotación machista propiamente dicha.
Make yourself comfortable / ponte cómodo
Hay contextos en los que la traducción «Ponte cómodo» no es la más adecuada. Cuando llegamos a casa y «nos ponemos cómodos» la frase tiene una implicación física, es decir, puede significar que nos cambiamos de ropa y de zapatos, lo que nos hace sentir cómodos de verdad. En cambio, a la gente que se invita a casa, las expresiones de acogida que se le dedican en castellano, y que son equivalentes a Make yourself confortable, son del tipo «no te cortes» o «como si estuvieras en tu casa».
Monument / monumento
En inglés monument puede hacer referencia a un paisaje singular (montaña, cañón) o área de interés histórico o científico (campo de batalla, yacimientos fósiles) de propiedad pública. En este caso, una traducción más adecuada que monumento sería «espacio protegido».
Officer / oficial
Calco en el ámbito policial que también se da en otros, como el militar o el educativo. En el ámbito militar el calco más frecuente es traducir mecánicamente officer por «oficial», cuando en realidad officer solo, sin ningún complemento, es un genérico que designa cualquier militar con mando, de sargento en general.
Así, officer’s uniform es más adecuado traducirlo por «uniforme militar» y no por «uniforme de oficial». Recordemos que el equivalente inglés de «oficial» es commissioned officer.
Plastic / plástico
En inglés tenemos el término plastic money referido al pago en tarjetas de crédito o débito. Una abreviación de plastic money muy usada es «plástico», que evidentemente no traduciremos por plástico, sino por «tarjeta».
Positive / positivo
Cuando un personaje ha de expresar una opinión en una reunión tensa, la traducción más adecuada de I’ll be positive es «Seré categórico o claro».
Proud / orgulloso
Este adjetivo tiene en inglés el sentido de orgulloso cuando se refiere a persona. Pero cuando se refiere a objetos inanimados o conceptos abstractos tiene el sentido de espléndido o glorioso. Así, la traducción adecuada de Our country has an old and proud history es «Nuestro país tiene una vieja y gloriosa historia».
Rank / rango
Este calco también es muy frecuente en películas bélicas. Normalmente rank se traduce por «graduación», o también, según el caso, por los símbolos que le indican, como «galones» o «estrellas». Así, high rank se traducirá por «alta graduación» y no por «alto rango».
Relax / relájese
La traducción literal del imperativo relax para «relájese» olvida un amplio repertorio de expresiones genuinas equivalentes: «tranquilícese», «tranquilo», «estése tranquilo» o «no sufra».
Room / habitación
Este término tiene también un sentido genérico de espacio, lugar o cabida. There ‘s no room for you puede significar «No hay sitio para ti». Hay que fijarse en la imagen porque una frase como Get out of the room se puede pronunciar en un despacho o un comedor y, en vez de la traducción literal «Sal de la habitación», habría que decir «Sal del despacho» o también «Sal de ahí/aquí».
Pasa lo mismo con frases como She’s in the next room cuando la imagen muestra claramente que la estancia del lado no es precisamente una habitación. Según el contexto, la traducción sería «Está en el otro despacho» o «justo al lado».
Scalpel / escalpelo
Este término inglés corresponde a dos términos diferentes en castellano: escalpelo y bisturí. El primero es un cuchillo pequeño usado para disecar y esculpir, mientras que el segundo es el instrumento usado en las incisiones quirúrgicas. Hay que fijarse en el contexto para elegir la traducción adecuada.
Sect / secta
En inglés, sect también tiene el significado de colectivo de creyentes de una religión sin connotaciones minoritarias o exclusivistas. Por lo tanto, a veces, en vez de traducirlo por «secta» es mejor traducirlo por «confesión», «religión», «credo». En inglés, una secta es cult.
Sexy / sexy
En inglés americano, este adjetivo se aplica a personas, cosas y situaciones (aparte del sentido puramente sexual, que es el único que tiene en castellano) en el sentido de interesante, agradable, goloso (atractivo en general) y también moderno, a la última moda, como se puede ver en los siguientes ejemplos: a sexy project, a sexy new car, a sexy party, a sexy book. Se deben evitar traducciones literales como «Buscamos empresas competitivas y sexys».
Single / soltero
Single referido a persona designa a alguien que vive solo y no necesariamente soltero. Según el contexto puede tratarse de una persona separada, como es el caso de I’m a single dad, que no se puede traducir literalmente por «Soy un padre soltero».
Special delivery / entrega especial
Mejor dicho se trata de una entrega urgente. Eso es lo que tiene de especial.
Verdict / veredicto
En situaciones que no correspondan al ámbito jurídico, verdict significa simplemente «opinión» o «dictamen».
Vigilantes
Este término inglés designa los grupos de ciudadanos que realizan funciones parapoliciales en EE. UU. Debe traducirse por «patrullas» o «justicieros», según el contexto.
Subtítulo de la película Gangster Squad
We’re history / Somos historia
La expresión To be history tiene varias traducciones según el contexto:
We’re history en boca de alguien que expresa una acción que se acaba de ejecutar se traduciría por «Hemos terminado».
That’s history para opinar sobre un hecho se podría traducir literalmente por Esto ya es historia y también para «Esto ya es agua pasada».
We did it! / ¡Lo hemos hecho!
Calco que también se da en la traducción literal «Lo haremos» de We’ll make it. Las traducciones adecuadas serían «Lo hemos conseguido», «lo conseguiremos» o «saldremos adelante», incluso.
To be welcome / Ser bienvenido
Esta expresión pide varias traducciones según el contexto. You’re not welcome es una expresión de rechazo muy frecuente que se puede decir de muchas maneras: «No te queremos aquí» o «¿Qué se te ha perdido?».
En las frases siguientes observamos otras traducciones más adecuadas que la literal «No eres bienvenido».
You’re not going to be welcome in this neighborhood se puede traducir por «No te recibirán bien en este vecindario».
A gunfighter’s not very welcome in most plazas se puede traducir por «A un pistolero no lo quieren en ninguna parte», por ejemplo.
We’ll make him welcome se traduce mejor con «Le daremos una buena acogida/un buen recibimiento» que por «Haremos que se sienta bienvenido».
Hasta aquí la entrada de hoy sobre calcos. ¿Se os ocurre algo más? ¿Hay alguno que os dé rabia?
***
¿Qué dicen del calco y del dubbese en otros artículos?
Nos os perdáis este monólogo de Goyo Jiménez en los que reflexiona sobre el mundo audiovisual español y estadounidense, y su forma de hablar. Momento lingüístico en el 05:50, sobre los insultos.
Otro monólogo en cuanto a disparidades culturales. En el 14:30, cómo se liga en el instituto; en el 17:00, cómo se habla en el ámbito médico y en el 19:00, el policial.
Una de las cosas que más cuestan, en literaria y también en audiovisual, es transmitir naturalidad y que el texto no suene a traducción precisamente. Eso pasa por trasvasar correctamente y de una forma creíble los insultos y las expresiones malsonantes, entre otros. Seguro que tenéis muy presentes algunos doblajes y traducciones impresas que abusan de los «maldito/a» y «puto/a» o emplean expresiones que en la vida real no usamos tanto. Hace poco oí incluso un «esto apesta» para traducir un «this sucks» que se podría haber resuelto con mayor naturalidad con un «esto es una mierda» o «vaya mierda de…», por ejemplo. Por no hablar de la gran metedura de pata en el doblaje de St. Elmo, punto de encuentro (1985) y su «el amor chupa» («love sucks«).
Y es que parece que el tema de los «tacos» y el lenguaje soez en general no está bien resuelto. Como dice Joan Fontcuberta en su artículo incluido en La traducción para el doblaje y la subtitulación (Duro, 2001): «No se ha estudiado con profundo rigor la función social y comunicativa de los insultos, los tacos y las exclamaciones en general. Los diccionarios ayudan poco o nada en estos casos; suelen dar traducciones neutras que casi nunca coinciden con la intención de quien los profiere o con la situación en que se producen».
Además sabemos que, como con tantas otras cuestiones, todo «depende» en traducción. Un buen trasvase depende del medio social del personaje que dice el taco, de la situación que lo haya provocado a expresarse así (no es lo mismo el miedo que la rabia) y de a quién va dirigido el mensaje. Por ejemplo, el personaje de Travolta en Pulp Fiction no imprecará de la misma forma que el timorato Flanders de Los Simpsons. ¿Quién diría «¡Me cago en la puta!» y quién «¡Córcholis!»? Sí, son mundos opuestos pero son un buen ejemplo de esto.
Por su parte, Xosé Castro (1997) habla en un artículo de la «alta traición» que hay que cometer a la hora de abordar este tipo de traducciones: «[…] debemos traicionar intencionadamente al texto cuando nos encontramos expresiones vulgares y malsonantes, mucho más variadas en nuestra lengua que en inglés y que, sin embargo, se ven una y otra vez mutiladas por la falta de imaginación de algunos traductores (jodido, jódete, bastardo, etc.). El habla vulgar y la germanía también es muy fértil en castellano y no se le saca todo el partido por miedo a hacer una adaptación demasiado libre del texto original».
A continuación expongo algunos ejemplos reales del doblaje que hice para The Good Guys, una serie policíaca, y de las traducciones para los subtítulos de Sons of Anarchy, en los que abunda el lenguaje malsonante (porque va de unos moteros muy machotes) y de Paranormal Activity 4, con muchas expresiones de este tipo motivadas por el miedo de los personajes. [Tendría que haber hecho una estadística de las veces que los personajes decían «What the fuck!» o «Holy shit!«.]
Lo que aquí encontraréis, por lo tanto, son algunas formas de trasvasar estas expresiones pero no pretendo sentar cátedra ni establecer reglas fijas. Hay mil maneras de traducir las cosas y cada maestrillo tiene su librillo. Y tampoco animo a salpimentarlo todo con estas palabras soeces: hay que tener en cuenta las preferencias y/o exigencias del cliente.
En esta tienda de Osaka no se han enterado de que no es necesario ser faltón para vender
LOS INSULTOS
Todas las lenguas son ricas en este tipo de léxico pero las expresiones no son siempre equivalentes. Por ejemplo, el «cunt» inglés es excesivamente ofensivo (The Oatmeal le ha dedicado un cómic, incluso) mientras que, en español, el «coño» está en boca de todos (no pun intended).
En palabras y expresiones tan enfáticas como estas, lo esencial es transmitir el tono (enfado, sorpresa, miedo, etc.) con lo que muchas veces los términos no coincidirán.
Veamos algunos ejemplos de insultos:
Aquí me pareció más natural utilizar esta expresión en lugar de optar por un simple adjetivo y ser más literal («scumbag» suele ser «basura», «escoria»…). Un cambio parecido al del caso siguiente: «twerp» puede ser «bruto»o «idiota» pero «imbécil» me pareció más fuerte.
Muchas veces, los insultos vienen dados por la apariencia de la persona, ya sea rasgos físicos o por la ropa que lleva:
En este caso la literalidad no me acababa de gustar, por muy simpática que resultara una pajarita, de modo que lo extrapolé un poco para que siguiera teniendo el matiz de algo raro y ridículo.
Esta última expresión, a la vez, es una referencia cultural. Los «munchkin» son unos hombrecitos que aparecen en el libro El maravilloso Mago de Oz, de Lyman Frank Baum.
Muchas veces encontraremos expresiones que no son excesivamente insultantes pero sí despectivas y, por lo tanto, no debemos pasarnos de la raya.
En los casos en los que es posible opto por usar el sufijo despectivo -ucho/-ucha o cambiarlo un poco y añadirle un adjetivo peyorativo.
EXPRESIONES MALSONANTES
En The Good Guys se intentaba reflejar el día a día de una comisaría, la calle, los criminales, y por eso había muchas expresiones malsonantes como indicador de naturalidad.
En los fansub de esta serie se optó por una versión mucho más literal que no encuentro muy acertada para doblaje porque le falta naturalidad, especialmente la respuesta. Me gusta «puñetero/a» pero no en esa construcción.
La idiosincrasia de uno de los personajes de la serie policíaca, Dan, hacía que algunas veces las expresiones no fueran convencionales y tuvieran un toque antiguo o ridículo, como esta:
Volvemos a tener un «damn» pero combinado con el «hot» no tiene mucho sentido o, al menos, no es una combinación que se oiga mucho por EE.UU., por lo que traté de reflejarlo con una expresión que tuviera doble sentido y también tuviera su gracia.
En este fragmento, por ejemplo, el «damn it» está traducido de otra manera porque la situación lo requería. El efecto de este fragmento no debía ser humorístico sino que debía expresar su mal humor. Un «mierda» también hubiera quedado bien.
Aquí no me parecía que hubiera que reproducirlo por una expresión realmente malsonante, de modo que opté por reproducir el sentido y darle el tono que requería el contexto. A diferencia de los fansub, donde sí se tradujo con el recurrente «puto/a».
El siguiente ejemplo me llamó especialmente la atención no porque fuera excesivamente malsonante sino porque debía recogerse con la fuerza que requiere la situación, algo que los fansub no consiguieron por su literalidad:
En este sentido, hay veces que nuestra opción será más fuerte que el original. Pienso, por ejemplo, en el típico «no kidding» que en español queda mejor con un «¡no jodas!», siempre que las circunstancias lo permitan. No olvidemos también el socorrido «no me digas» pero, por favor, nada de «¿bromeas?».
MAQUILLAR LA BLASFEMIA
Algo que me ha parecido curioso siempre es cómo muchas lenguas usan eufemismos a la hora de imprecar para no caer en la blasfemia. Me da la impresión de que en España empleamos bastantes expresiones de tintes religiosos sin tantas cortapisas. No nos ponemos las manos a la cabeza cuando alguien «se caga en Dios» o se exclama con un «Jesús, María y José».
Veamos algunos casos en EE.UU., el Reino Unido o Francia:
1. En los Estados Unidos:
gad, gosh, por God
gee, gee whiz, jiminy whiskers, jiminy christmas por Jesus Christ
criminy por Christ
heck por hell
darn, dang por damn
2. En el Reino Unido:
gadzooks por God’s hooks (los clavos de Cristo)
zounds por God’s wounds (las llagas de Cristo)
3. En Francia:
sacre bleu por sacre Dieu (Dios santo)
morbleu por Mort de Dieu (muerte de Dios)
parbleu por par Dieu (por Dios, de forma similar al castellano «pardiez»)
¿Cómo podemos reflejar esto como es debido en una traducción? No sé de ninguna expresión española eufemística para estos casos y está claro que si encontramos una expresión de estas en el texto original es por algo; se ha querido rebajar un poco el tono. Si alguien dice «Gee, that hurts!» lo mejor es evitar el «joder» (descarto hablar de figuras religiosas en este caso) y optar por un «caray», por ejemplo.
LAS MIL Y UNA CARAS DE «SHIT» Y «FUCK»
Para terminar me gustaría recoger algunas de las traducciones más habituales para las siguientes expresiones. Si tenéis alguna sugerencia o comentario acerca de las opciones que aquí propongo, no os cortéis, sed insolentes y dejadme un comentario soez. Y, si os gustan, os podéis descargar la recopilación aquí: La traducción de shit y fucking.
Shit
«Shit» es muy recurrente como expresión pero parece que tendemos a trasvasarla demasiado con «mierda» cuando no siempre corresponde con nuestra indignación escatológica. Fijaos en el siguiente cuadro las muchas (y variadas) maneras que hay de usar el término y entenderéis lo que os decía de lo recurrente de la palabrita:
Como expresión no siempre aparece sola; «holy shit!» es bastante común para expresar sorpresa, principalmente. En español podríamos traducirlo así:
darle hostias a algn / dar una paliza (un palizón) / darle de hostias hasta en el carné de identidad
it’s a crock ofshit
exp.
es una gilipollez
to be full ofshit
exp.
no tener ni puñetera idea
to have {or} take ashit
exp.
cagar
to be in theshit
exp.
estar bien jodido(s)
toughshit
exp.
te jodes / ¡mala suerte!
shit-scared
adj.
cagado / aterrorizado / muerto de miedo
shit-hot
adj.
Estupendo / que te cagas
shit-hole
n.
un lugar de mierda, un tugurio…
holyshit!
exp.
¡Mierda! / Me cago en (la puta)
noshit?!
exp.
¡No (me) jodas!
to have the shits
exp.
tener el vientre descompuesto
as thick as (pig)shit
exp.
más burro/bruto que la hostia
Fuck
«Fuck» aka «the F word» es omnipresente en todas sus formas: «fucking«, «fucked«, «fucker«, «motherfucker«, «motherfucking«. ¿Qué sería de películas como Pulp Fiction sin ella? Seguramente duraría la mitad, si llega.
Si os interesan los orígenes y los usos de esta palabra os recomiendo el siguiente vídeo, aunque casi es mejor escucharlo que verlo porque está plagado de faltas de ortografía.
Veamos algunas opciones:
fucking hell!
exp.
¡joder! / ¡coño!
it was fucking awful
exp.
fue de puta pena
it’s fucking cold!
exp.
¡hace un frío del carajo! / …que te cagas
that’s no fucking good
exp.
no vale una puta mierda
I don’t fucking know! / fuck knows!
exp.
¡no lo sé, coño! / ¡qué coño sé yo!
fuck (it)!
exp.
¡joder! / ¡carajo! / ¡a tomar por el culo!
fuck you!
exp.
¡que te den por culo! / ¡jódete!
fuck off!
exp.
¡vete a tomar por el culo! / ¡vete al carajo! / ¡vete a la chingada!
it’s fuck-all use
exp.
no sirve para una mierda
you dumb fuck!
exp.
¡tonto de los cojones!
fuck this car!
exp.
¡este coche de mierda! / puta mierda de coche / ¡este coche del carajo!
Fucking es polifacética y dependiendo de la palabra a la que acompañe (su categoría sintáctica y sus rasgos semánticos) podemos traducirla de tres modos distintos.
1. Con un expletivo tabú colocado al principio o al final de la oración y separado con una coma. Se pueden usar: joder, coño, hostias, pijo, cojones… Es la mejor opción cuando fucking va delante del verbo y también cuando modifica a un adjetivo.
We’re here to fucking sell! = ¡Estamos aquí para vender, joder!
What is she fucking thinking? = ¿Pero en qué coño está pensando?
Don’t fucking touch me! = Que no me toques, hostia.
2. En posición pre-nuclear, traducido como un adjetivo que se coloca antes del núcleo al que modifica. Palabras que pueden usarse: cochino, jodido, puto…
Pick up the fucking chalk! = ¡Coge la puta tiza ya!
3. En posición post-nuclear, traducido como un sintagma preposicional colocado después del núcleo al que modifica. Algunas opciones: de mierda, de la hostia, de los cojones.
Open the fucking door! = Abre la puerta de los cojones
Muchas veces se pueden usar las tres opciones en una misma frase:
Fucking car! = ¡Joder con el coche! / ¡Puto coche! / ¡Coche de mierda!
Y en otras ocasiones, la expresión puede cambiar bastante:
I don’t fucking care = Me importa una mierda / Me suda la polla (más nuestra)
This is fucking awesome = ¡Es la hostia! / ¡Es la polla!
Por último, en relación a esta manida palabrita, también encontramos la expresión What the fuck / what the hell!:
¿Qué os parecen estas soluciones? ¿Propondríais alguna más? ¿Hay alguna de estas cosas que no diríais nunca?
Y, próximamente, el insulto en España y todas sus variantes. Daremos un repaso a los insultos propios de cada comunidad autónoma.
“Insults i renecs. Estudi comparatiu anglès-català”. Dentro de: Montserrat Bacardí (ed.), Actes del II Congrés Internacional sobre Traducció. Bellaterra: Servei de Publicacions de la Universitat Autònoma de Barcelona, p. 235-243.http://ddd.uab.cat/pub/llibres/1994/25/coninttra_a1994_3.pdf, p. 235-243.
Pero no Lecturas con L mayúscula. Me aparto un poco del tema, pero ¿os imagináis una revista Lecturas para traductores? Como si lo viera: fotos a todo color de los académicos de la RAE con sus modelitos en la playa, Chomsky posando en su casa de campo, Xosé Castro revelándonos sus trucos de belleza o una sección de moda con lo último en pijamas para traducir cómodamente en casa…
Evidentemente me refiero a otra cosa. A lo largo de la carrera, los distintos cursos y también el día a día de la práctica traductora, uno va adquiriendo un bagaje cultural y lingüístico importante, tanto literal como metafórico. Siempre he pensado que el saber sí ocupa lugar, sobre todo si vives en un pisito (con énfasis en el sufijo diminutivo). Pero no me quejo; estos libritos me han sacado de algún apuro en algún momento u otro. Esta, pues, es mi colección de libros sobre lengua y traducción. No es tan extensa como la de Mox pero dadme tiempo…
Empezamos con las herramientas de escritura. Si bien son dos libros distintos, los dos abordan las cuestiones de estilo y sobre todo ortotipográficas de la lengua española. El libro de Ramón Sol es más un manual de consulta (esencial en traducción literaria porque aporta ideas muy claras sobre la escritura de los diálogos, por ejemplo) y el segundo, Perdón, imposible, se centra más en la puntuación con ejemplos tomados de varias fuentes con una pizca de humor.
Paralelamente, otro clásico en cuestiones de estilo es el Manual de estilo de la lengua española de Martínez de Sousa por lo completo que es. Habla de normalización lingüística, de derechos de autor, de cómo citar referencias bibliográficas, de sintaxis, de ortotipografía… en fin, de todo.
En cuanto a traducción audiovisual, considero que estos cuatro libros son bastante buenos, aunque de decantarme por uno, escogería el libro de Miguel Duro,La traducción para el doblaje y la subtitulación. Recoge varios artículos de profesionales que tratan temas bastante diversos dentro de la TAV de los que se puede sacar mucho jugo. Algo parecido pasa con el libro de Chaume, también muy útil, si bien bastante teórico.
Los otros dos, de Ávila y Díaz Cintas, están más centrados en la práctica profesional del doblaje y del subtitulado respectivamente pero vale la pena echarles un ojo si es tu especialización o te interesa mucho el tema.
Otro pilar en TAV es Traducción y Doblaje: Palabras, Voces e Imágenes de Rosa Agost (Ariel) pero está descatalogado y me ha resultado imposible encontrarlo y eso que lo he buscado en librerías especializadas e Internet, pero nada. Diría que solo puede encontrarse en bibliotecas.
De los años universitarios conservo este manual de tres profesores de la Universitat Pompeu Fabra. Diría que es de los pocos o el único que aborda la traducción al catalán y además de aportar algunos trucos útiles es una buena herramienta de consulta en temas de estilo. Además, propone ejercicios muy interesantes.
No estoy especializada en traducción jurídica pero alguna vez he traducido algún documento y este librito me ha ido bastante bien. Contiene muchos ejemplos de textos y vocabulario que valen la pena. Podría ser un poco más exhaustivo pero cumple lo prometido.
En cuanto a libros sobre traducción en inglés, recomiendo fervientemente la colección de St. Jerome Publishing. Tienen un catálogo variado de libros sobre traducción a buen precio y los portes son gratuitos.
El libro de Díaz Cintas es una traducción al inglés de su libro en Ediciones Almar pero lleva un DVD muy útil con vídeos para practicar y el programa WinCAPS.
Siguiendo con el inglés, Thinking Spanish Translation es un buen manual para los interesados en traducción inversa. Está pensado para un angloparlante que quiera dedicarse a la traducción ES-EN pero tiene apartados muy interesantes como la traducción como producto, los aspectos culturales y la traslación de las estructuras pasivas e impersonales, por poner algunos ejemplos.
Is that a Fish in Your Ear? de David Bellos es una defensa del arte de la traducción en toda regla. Aborda todo tipo de temas tan diversos como el concepto que la gente tiene de la traducción, la traducción automática o la literalidad en las traducciones con anécdotas y con humor, que siempre se agradece.
En cuanto a libros acerca de la práctica traductora en sí están estos dos volúmenes que quizá os suenen de la red, como How to succeed as a freelance translator de Corinne McKay y su página TranslateWrite. Del libro de McKay destacaría las secciones acerca de cómo buscar, tratar y mantener a los clientes. Ya se sabe que, muchas veces, el sentido común es el menos común de todos y ofrece ejemplos muy útiles al respecto.
El de Samuelsson-Brown ofrece una visión más general y desde cero de la práctica y el día a día de un traductor: desde cómo hacerse traductor autónomo y tener el equipo adecuado hasta montar una agencia. De todo un poco. Ninguno de los dos son biblias de la traducción precisamente pero se pueden encontrar algunos datos interesantes.
Otro que también habla de la práctica traductora pero desde un punto de vista más irónico y en forma de cómic es Mox, el personaje creado por el traductor Alejandro Moreno-Ramos. Yo me he sentido bastante identificada con muchas de las viñetas.
En cuanto a lengua inglesa, estoy enamorada de este libro de Eric Partridge. Contiene muchas frases hechas y otras expresiones comunes en inglés británico, estadounidense, australiano, etc. que vale la pena conocer. Ofrece una explicación muy detallada así como su origen.
Por último, para los curiosos de la lengua inglesa recomiendo The Cambridge Encyclopedia of the English Language de David Crystal. Este volumen cubre la historia del idioma, sus dialectos, el uso sexista de la lengua, el inglés en los medios de comunicación… Todo (o casi todo) lo que hay que contar del inglés explicado de una forma muy amena.
Otros recursos en línea
Estas lecturas no os ocuparán espacio en casa, por suerte. Los siguientes enlaces son artículos y documentos que he utilizado en algún momento u otro y que creo que pueden resultar de interés.
Después de ver Ted (Seth MacFarlane, 2012) he creído oportuno hablar un poco de las adaptaciones culturales. Con esto no me refiero a la traducción de un único referente cultural sino al cambio prácticamente total de una película.
Pero para entender cómo funciona esto, repasemos primero qué es un referente cultural y qué importancia tiene.
Para ser un buen profesional, un buen traductor no sólo necesita una formación lingüística, sino también debe conocer muy bien la cultura de la lengua origen y la cultura de la lengua de llegada para poder trasvasar correctamente el mensaje y hacer bien su trabajo, de ahí la importancia que tiene el referente cultural o culturema en traducción.
Esta tarea no es fácil en ningún tipo de traducción, pero menos aún en traducción audiovisual, cuando hay veces que tenemos una imagen que complementa lo que estamos oyendo o incluso lo contradice. El referente cultural es, por tanto, esencial.
Para entender bien el concepto de referente / referencia cultural cito a Rosa Agost (1999), que entiende que los elementos culturales son aquellos «que hacen que una sociedad se diferencie de otra, que cada cultura tenga su idiosincrasia». Para la autora, elementos culturales son: lugares específicos de alguna ciudad o de algún país, aspectos relacionados con la historia, con el arte y con las costumbres de una sociedad y de una época determinada (canciones, literatura, conceptos estéticos); personajes muy conocidos, la mitología, la gastronomía, las instituciones, las unidades monetarias, de peso y medida, etc.
A la hora de traducir, ante un referente cultural podemos adoptar tres posturas:
a) Domesticación/naturalización: consiste en eliminar los elementos del texto origen (TO) que puedan resultar extraños para la cultura de llegada. Para ello, se sustituyen los elementos desconocidos por otros propios de la cultura del texto meta (TM). Como ejemplo de esta estrategia tenemos el mítico doblaje de Cosas de casa (Family Matters), donde una familia afroamericana de Chicago hablaba felizmente de personajes como Bertín Osborne.
b) Extranjerización: es la estrategia traductora opuesta a la anterior. Los elementos propios de la cultura del TM se mantienen en la traducción del TO, se dejan en ese idioma sin más.
c) Neutralización: consiste en trasladar un elemento de la cultura del TO en la cultura del TM sin marcas culturales, bien sea por desconocimiento del traductor o por conveniencia en la traducción. Un ejemplo puede ser el de una marca comercial de la cultura de origen que no encontramos en la nuestra. En este caso se suele sustituir marca comercial por su genérico. Una frase como «She put some Hunt’s on her meat» podríamos reformularla como «Le echó salsa barbacoa a la carne».
Para hablar de casos concretos, un ejemplo famoso es el de Regreso al futuro. En una de las entregas, la madre de Marty McFly se dirigía a él como «Calvin» porque en sus calzoncillos tenía escrito «Calvin Klein». En España, dado que por entonces no había llegado aún esa marca, se cambió a «Levi Strauss». Es un caso de referencia cultural adaptada que respeta también el idioma de partida, es decir, se ha optado por usar una marca americana que encaja en las dos lenguas y no provoca extrañeza en la versión española.
Lo que quizá sí podría provocar extrañeza es que por aquella época en España, Levi’s solo comercializaba vaqueros. Donde debería llevar escrito lo de Levi’s Strauss es en la etiqueta exterior del vaquero, no en la ropa interior.
Versión EN
Versión ES
La estrategia de naturalización se usó mucho en el doblaje de series norteamericanas de los ochenta y los noventa. En Cosas de casa y en El príncipe de Bel-Air se referían muchas veces a famosos españoles como Carmen Sevilla, María Teresa Campos, Julio Iglesias o Chiquito de la Calzada. Era una forma de no perder la gracia que en la lengua original tendría el hacer referencia a otro famoso como Oprah, por ejemplo.
En Sabrina, cosas de brujas, una serie más o menos reciente (sí, sé que ya han pasado unos añitos también), el gato Salem hacía muchas referencias a la comida española, famosos españoles y estereotipos de las diversas comunidades.
Últimamente este fenómeno se observa, sobre todo, en los largometrajes que nos llegan de Estados Unidos y las doblan aquí cómicos famosos. Es el caso de Ali G in da House, donde se hacían referencias a los maderos (en el original, feds) cuando podrían haber usado un genérico como polis, por ejemplo. Claro que aludir a nuestra realidad hace más gracia. Si queréis ver algunos ejemplos más, vale mucho la pena consultar este artículo de la compañera Carla Botella y esta entrada de su blog, Nobody is perfect.
Por cierto, ¿sabíais que según el doblaje español, Ali G viene de Lugo? Mirad, mirad (minuto 1:10): http://youtu.be/sn9zbLMWBDY
Shrek es otra película adaptada a nuestra realidad. ¿Quién puede olvidar el “Ahora vas y lo cascas” que José Mota ponía en boca del asno haciendo referencia a una coletilla suya? Pues bien, esta frase se aparta totalmente del texto original. En la película, la princesa Fiona lanzaba un eructo, semejante al que acababa de lanzar el personaje del ogro y el asno le decía a su amigo: «She’s as nasty as you are» (es tan desagradable como tú). Nada que ver con lo doblado.
También pasa en Austin Powers (doblaje con voces de Florentino Fernández), donde, además de las referencias, el personaje del Gordo Cabrón habla como Jesús Gil y Gil, y el malvado Miembro de Oro lo hace como Van Gaal.
Adaptación sí – Adaptación no
Para empezar, quien ve estas series o acude al cine a ver estas comedias espera reírse y que el humor le resulte cercano. La adaptación es la mejor opción en estos casos.
El marketing también tiene mucho que ver. Las frasecitas de «con doblaje de José Mota» (Shrek) o «con las voces de Andrés Iniesta y Piqué» (Piratas, 2012) tienen mucho gancho en la promoción. Y no solo porque le pongan las voces, sino porque le añadirán sus coletillas y frases célebres.
Por otro lado, una adaptación suele traer polémica. No todo el mundo (y seguramente menos aún la crítica) entenderá que se use esta opción. Y esto nos da pie a hablar de los subtítulos. ¿Es igual de aceptable una adaptación en los subtítulos? La discrepancia entre los referentes de la VO y la VS provocarán mucha extrañeza e incluso rechazo en el espectador.
Y, por último, ¿dónde está el límite? ¿Cuánto se puede cambiar sin que los personajes o la película, en definitiva, se pasen de ridículos?
El caso de Ted (achtung, spoilers)
En Ted veníamos avisados por el cartel promocional, que rezaba: «Una película que contiene juerga, pasotes, chonis y todas esas cosas que molan mogollón».
Pues, como siempre, los dichos tienen razón y quien avisa no es traidor. A mí ya me chocó que se hablara de chonis porque, para empezar, el término me remite a un tipo de chica española, que no americana, muy concreto.
En la película, por ejemplo, el personaje de Wahlberg trata de adivinar el nombre de la novia del oso y la retahíla de nombres es increíble (Vane, Yessy, Yoli, Chari…) pero no acierta. Al final cae en la cuenta y pregunta: «¿No será de esos nombres que empiezan por «la»?». Y efectivamente, la novia se llama «la Vane». No sé pero, dejando de lado que el doblaje es una ilusión y que sabemos que los protagonistas no hablan español, la historia transcurre en una ciudad norteamericana y a mí me cuesta pensar que haya chonis.
De todos modos, el fragmento original tiene tela:
Ted: I met a girl; she’s a cashier. John: No way! That’s awesome! We should fuckin’ double date or something, you, me and Lori and w-what’s her name? Ted: White trash name. Guess. John: Mandy. Ted: Nope. John: Marilyn. Ted: Nope. John: Brittany? Ted: Nope. John: Tiffany. Ted: Nope. John: Candace. Ted: Nope. John: Don’t fuck with me on this! I know this shit! Ted: Do you see me fuckin’ with you? I’m completely serious. John: Alright, speed round. I’m gonna rattle off some names, and when I hit it, you fuckin’ buzz it, okay? You got me? Ted: You do it. I will tell you. Yeah. John: Alright: Brandy, Heather, Channing, Brianna, Amber, Serena, Melody, Dakota, Sierra, Bambi, Crystal, Samantha, Autumn, Ruby, Taylor, Tara, Tammy, Lauren, Charlene, Chantelle, Courtney, Misty, Jenny, Krista, Mindy, Noel, Shelby, Trina, Reba, Cassandra, Nikki, Kelsey, Shawna, Jolene, Urleen, Claudia, Savannah, Casey, Dolly, Kendra, Kylie, Chloe, Devon, Emmalou, fuckin’ *Becky*? Ted: No. John: Wait; was it any of those names with a «Lynn» after it? Ted: *Yes*. John: Oh, I got you, motherfucker! I got you!
[Ted laughs] John: Okay. Brandi-Lynn, Heather-Lynn… Ted: Tami-Lynn. John: [Exasperated] *Fuck*!
Cómo no, también echan mano de famosos españoles. Por ejemplo, «la Vane» habla como Belén Esteban (pero igual, ¿eh?) e incluso dice aquello de «Por mi hija, ma-to», hacen referencia a los personajes de Verano Azul y a un niño regordete le llaman Falete. En este caso, en VO decían «Back off, Susan Boyle» y es un personaje que también conocemos aquí. Si se pensó que no haría gracia, quizá podrían haber optado por otra cosa en lugar de adaptarlo tanto. No sé, se me ocurre «tonelete» o mejor «gordito», si querían conservar las tres sílabas puesto que se dice muy rápido.
A mí todo estas estas referencias me dejaron sin palabras pero os juro, porque estaba ahí y doy fe, que la gente se partía de la risa.
Por la red ya se han hecho eco del doblaje y es alucinante ver el desconocimiento que impera en general. Para empezar, no es cosa del traductor y aún menos de los dobladores (sí, hay quién aún no ve la diferencia entre ambos). Por otro lado, está claro que si recibes la consigna de adaptar, adaptas, y las órdenes vienen de arriba. Me imagino que desde un principio quisieron trasladar la película a la cultura española.
Hay opiniones para todos los gustos. Hay quien piensa que españolizar tanto el doblaje es un signo de la poca confianza que se tiene en la inteligencia del espectador. Por el contrario, hay personas que defienden este tipo de doblajes porque si se hiciera otro tipo de traducción se perdería la gracia.
Otros comentan, con bastante acierto, que el problema añadido de este tipo de doblajes es su fecha de caducidad. Al utilizar bromas sobre famosos del momento, cuando vuelves a ver la película en pocos años ha perdido la gracia que tenía en su momento.
Sea como sea, lo que está claro es que la película en inglés y la doblada son dos cosas distintas. ¿A vosotros qué os parece?
En las redes se habla mucho de las diferencias entre doblaje y subtitulación, y está claro que es un debate muy acalorado. A grandes rasgos sabemos que:
El subtitulado es más auténtico pero rompe con la estructura de la película porque añade algo escrito. Está sujeto a las normas de lenguaje escrito. Suele complementar y condensar la información.
En el doblaje la traducción es más o menos natural porque sustituye lo oral por lo oral, pero nunca creará una impresión 100% auténtica (sabemos que Bruce Willis, por decir algo, no habla castellano).
Partiendo de la base que son estrategias diferentes, analizaremos estos aspectos en Ice Age (2002) y en dos idiomas: catalán y castellano. La película, además, presenta la complejidad añadida del humor, que también veremos y que influye enormemente a la hora de traducir, sea la versión que sea.
En general, al tratarse de una película de animación dirigida a un público más joven el humor es más obvio, directo y fácil; el lenguaje es más sencillo (en principio y eso tampoco significa que las películas de animación sean más fáciles de traducir) . Además de acústico, el humor es muy visual e intenta imitar las características propias de la oralidad, es decir, naturalidad, espontaneidad, frases inacabadas, interjecciones, onomatopeyas, estructuras sintácticas simples…
Analicemos un poquito esto del humor antes de hablar del doblaje y la subtitulación en sí.
Humor visual:
Personajes (de actitudes exageradas/desproporcionadas)
Cámara lenta (por ejemplo, en la escena en la que Sid persigue un melón)
Colores/ escenarios (especialmente pensados para llamar la atención de los niños)
Humor verbal/lingüístico:
Personajes (tono, forma de hablar)
Juegos de palabras:wormy – worm, big bad tigey-wigey, meany-weeny mammoth, knucklehead, bucktooth, Mr. Stinky Drool Face
Abreviaturas: helpin’, makin’, scarin’, need’em, name’s Diego, good lookin’…
Coloquialismos: whoa, jerk, in front of ya, jeez, gotcha, buddy, yuck…
Otras expresiones: zip the lip, impale me, this is cake…
El género de animación y los dibujos animados, además de atraer al público infantil/juvenil, debe atraer al público adulto. Esto se consigue recurriendo a métodos diversos: referencias culturales (visuales, texto hablado), efectos especiales, carga humorística, etc. Ice Age presenta una gran cantidad de recursos humorísticos que favorece la vinculación con el público adulto entre los que destacan, sobre todo:
– Anacronismos. Los anacronismos consisten en presentar un hecho como si ya hubiera ocurrido antes o después del tiempo en que sucedió y, por extensión, incongruencia que resulta de presentar algo como propio de una época a la que no corresponde. Aquí, no obstante, no se trata de errores sino que es una parte fundamental del humor de la película, una licencia poética de los creadores.
VO
VDE
‒ Come on, kids, let’s go. The traffic’s movin’.‒ But, but, but, Dad.‒ No buts. You can play extinction later.
‒ Nada de peros. Ya jugaréis a la extinción luego.
‒ So, where’s Eddie?‒ He said he was on the verge of an evolutionary breakthrough.‒ Really?‒ I’m flying.
‒ Oye, ¿dónde está Eddie?‒ No deja de repetir que está a punto de hacer no sé qué descubrimiento de la evolución.‒ ¿De veras?‒ ¡Vuelo!(tortuga: evolución a ave)
‒ Subarctic temperatures will force us underground for a billion years.
‒ Las temperaturas subárticas nos obligarán a estar bajo tierra billones de años.(pájaro dodo: lucha por la supervivencia)
‒ This whole Ice age thing is getting old.You know what I could go for? Global warming.
Toda esta historia de la edad de hielo está desfasada. ¿Sabéis lo que me gustaría a mí? ¡El calentamiento global!
– Referencias culturales y presentación de situaciones propias del mundo adulto.
‒ That south thing is way overrated. The heat, the crowds – who needs it?
‒ El tema del sur se ha exagerado. Mucho calor, mucha gente, ¿a quién le apetece?
Humor adulto (el sur como símbolo de calor, ajetreo, diversión…)
‒ If you find a mate, you should be loyal. In your case, grateful.
‒ Si encuentras pareja debes serle leal y en tu caso, además, estarle agradecido.
Se transparenta la moral americana. Valores.Nota: leal en vez de fiel.
‒ I think mating for life is stupid. There’s plenty of Sid to go around.
‒ Atarse de por vida es estúpido porque, bueno, hay Sid para todas…
Humor para adultos. Frase típica: despierta simpatía.
‒ Actually, that pink thing belongs to us.‒ «Us»? You two are a bit of an odd couple.‒ There is no «us».‒ I see. Can’t have one of your own, so you want to adopt.
‒ No, porque esa bolita es nuestra.‒¿Nuestra? Pues formáis una extraña pareja.‒ No hay un “nuestra”.‒ Entiendo, no tenéis crías y queréis adoptar.
Clara alusión a los matrimonios homosexuales. Me atrevería a decir que con poca simpatía por lo de “extraña pareja” y el tono sarcástico.
Dinner and a show.
Cena con espectáculo.
Referencia para adultos.
‒ Yeah, well, he needed me, and I only wish I had one of my own, too.‒ Really? I find that attractive in a male.‒ Alas. Who wouldn’t want a family, I always say.
‒ Él me necesitaba y yo siempre he deseado tener un hijito.‒¿En serio? Eso me resulta muy atractivo en un varón.‒ Sí, ya. ¿Quién no desearía tener su propia familia?
Clara alusión a la relación hombre-mujer, en el que las mujeres encuentran “adorables” a los hombres que tienen buena mano con los bebés y desean formar una familia.
‒ He’s not much to look at, but it’s so hard to find a family guy.‒ Tell me about it. All the sensitive ones get eaten.
‒ Es muy feúcho, pero ¡cuesta tanto encontrar un tipo familiar!‒ Dímelo a mí, los sensibles siempre acaban devorados.
Se gana la simpatía del público. Es un guiño a las relaciones adultas.
Versión doblada al castellano y al catalán
Como muestra de la buena salud de la que goza el doblaje en nuestro país, ambas versiones están muy bien hechas. La estrategia predominante en ambas ha sido la naturalización odomestication. Se ha optado por una equivalencia dinámica, es decir, se ha buscado causar el mismo efecto en TO y en TT, en detrimento de la forma. Los principales rasgos observados son:
Adaptación total a la cultura receptora y alejamiento del texto original.
Expresiones típicas castellanas y catalanas con el mismo sentido que la frase o expresión original.
Adaptación de los juegos de palabras y de las rimas en la lengua de llegada.
En general se consigue plasmar sin problemas el sentido y se produce la misma sensación en los espectadores.
Versiones subtituladas
Sin embargo, es en las versiones subtituladas donde encontramos mayor disparidad. De entrada, el canal es muy distinto y el enfoque de traducción deberá serlo también. No es lo mismo escuchar que leer y el destinatario tampoco lo es. Dudo que a un niño muy pequeño se le pongan los subtítulos, por ejemplo, y eso debería influir de algún modo a la hora de traducir.
Además, en subtitulación el mensaje debe ser más conciso por las limitaciones de tiempo y capacidad lectora de modo que, inevitablemente, puede haber pérdidas de información.
No obstante, si hablaba de disparidad era porque las dos versiones subtituladas, la castellana y la catalana, son muy distintas.
En la versión castellana se ha optado por la naturalización o domesticación de los elementos humorísticos, tales como los juegos de palabras, las expresiones, etc., aunque no siempre se consigue salvar el 100% de la carga humorística. En ciertas ocasiones no se mantiene la suficiente distancia lingüística con respecto al original y eso da como resultado ciertas fórmulas poco idiomáticas.
También es curioso observar que hay pocas diferencias entre la VDE y la VSE. Claramente la versión doblada influyó en la elaboración de los subtítulos. Eso puede haber pasado porque al traductor se le dio la versión doblada para hacer los subtítulos del DVD y se basó demasiado en ellos.
En la versión catalana de los subtítulos, no obstante, se ha optado por la extranjerización o foreignization. No es un enfoque erróneo de entrada, es simplemente distinto. El motivo es que el traductor tiene menos libertad porque el espectador tiene acceso al original a través del canal acústico y, al naturalizar contenidos, un espectador conocedor del idioma podría notar las diferencias entre lo que escucha y lo que lee. De aquí viene que muchas veces un espectador se queje de que los subtítulos están mal o que no se corresponden con lo que oye.
La lástima es que esta versión deja mucho que desear por lo siguiente:
Hay pérdida de la carga humorística en numerosas ocasiones.
Falta cohesión y coherencia.
Hay incorrecciones sintácticas y faltas de ortografía.
Hay muchas omisiones importantes.
Se emplean frases y expresiones poco naturales en catalán: demasiado formales o bien demasiado parecidas al inglés, calcos.
Pese a que en subtitulación se tiende más a la extranjerización y existen estas restricciones, no se pueden justificar los errores sintácticos y ortográficos (entre otros) como estos:
calentament (por escalfament)
muscles (por músculs)
estalviat (por estalvia’t)
apartat (por aparta’t)
En muchas ocasiones se podrían haber encontrado soluciones mucho más convincentes y adecuadas. Se observa una gran falta de originalidad; la traducción es demasiado literal. Todo eso hace que surjan las preguntas de siempre: ¿Fue un encargo muy limitado de tiempo? ¿No ha habido corrección posterior? Algo que demuestra que no siempre los subtítulos oficiales (no fansubs) son mejores.
Para terminar, veamos algunos ejemplos de todo lo dicho:
Traducción muy natural, muy “de la calle”
No cae en traducción literal de “get away” = alejarse/allunyar-se. Traducción muy bien lograda. La traducción de “junk food” por “porqueries” también está muy bien: en entorno infantil es una palabra que se utiliza muchísimo.
Traducción literal y muy poco lograda. “Escombraries” no se utiliza en ese contexto y se pierde connotación con “allunya’t de mi”.
Se podría haber utilizado: “A ver si es verdad eso de que más vale maña que fuerza”.
Idéntico a la versión doblada.
Se utiliza la expresión catalana que se conoce popularmente, con el mismo sentido que la expresión original.
Calco. / Error: no sería “muscles” sino “músculs”.
Dentro de lo que cabe está bien.
Rima sosa, pero adaptada.
Se ha adaptado la rima.
Se pierde la rima y el efecto del original.
No es literal però queda cariñoso y hace gracia.
Además de que va en contra de la brevedad del subtitulo, a mitad de la pel·lícula empiezan a llamarle “Pinky”, en inglés, con lo que se produce una falta de cohesión total.
***
Con las contribuciones de Juan Ruibérriz (@juanruiber), Myriam Zaragozí y Txell Mas.