Hasta hoy, nunca había pensado en lo que tatuadores y traductores tenemos en común. Y lo tenemos. ¿No me crees? Pues sigue leyendo. 😉
Hace un par de días llegué por azar a esta historia en el Instagram del tatuador Kasti (@kasti.tattoo en instagram), en la que repasa los aprendizajes tras varios años en la profesión. Leyendo punto por punto, me dije «ostras, esto me suena».
Así que decidí hacer lo propio con nuestro sector. A ver qué te parece:
1️⃣ Te tiene que gustar mucho traducir. De cajón, pero es así. Luego hay otras cosas que quizá no gusten tanto (llevar la contabilidad, perseguir a clientes, vértelas con altibajos de trabajo, etc.), pero lo esencial es que te guste tu trabajo: en este caso, amaestrar textos y hacer acrobacias lingüísticas.
2️⃣ Hay muchos compañeros que ofrecen un servicio similar y la competencia es elevada. También hay que luchar contra la idea de que los traductores automáticos son la panacea. Lo más importante *no* es que un cliente te abra sus puertas y te confíe un trabajo: el truco está en fidelizarlo y eso se consigue ofreciendo el mejor servicio posible.
3️⃣ La ergonomía suele ser la gran olvidada. Pasamos muchas horas sentados y es imprescindible cuidar la espalda. En palabras de mi fisio, tampoco es tan importante el tipo de silla en sí —que influye, no nos engañemos—, sino que nos movamos más a lo largo del día.
4️⃣ Los problemas en el túnel carpiano no son ninguna broma. De nuevo, un buen teclado y una buena postura son esenciales.
5️⃣ A traducir se aprende traduciendo y, además, es una carrera de fondo. No hay más. Hay que ser paciente, sobre todo al principio, para ir ampliando la cartera de clientes.
6️⃣ ¿Cuántas veces se me habrá ocurrido la traducción perfecta para ese juego de palabras justo cuando me estaba duchando o a punto de apagar la lamparita de la mesita de noche? Pues eso. Una libretita a mano y la función de notas del móvil son mano de santo.
7️⃣ Quien más, quien menos (dentro de una misma rama y combinación lingüística) te puede solventar la papeleta, pero dar ese paso más, ofrecer lo que no ofrecen los demás…, ay, amigos, ahí está el punto diferencial.
8️⃣ El nuestro suele ser un trabajo agradecido. Hay traducciones cortas, otras más largas; unas son fáciles y otras te hacen sudar más, pero esa sensación al terminar un trabajo bien hecho no tiene precio.
9️⃣ Siempre está el miedo de decir que no por si perdemos al cliente. Aun así, tanto si se debe a que no nos vemos capacitados para encargarnos de un texto como si tenemos la agenda llena y no nos da la vida, ser sinceros es esencial. Trata de negociar plazos, deriva el trabajo, recomienda a otro compañero. El cliente te lo agradecerá.
🔟 Somos humanos: todos nos equivocamos. Me equivoco yo como traductora y se puede equivocar la otra persona como compañera, gestora de proyectos, etc. Que no se nos olvide ese trato humano y cercano (tatúes un pajarito o traduzcas un texto sobre ornitología).
En fin, que somos primos hermanos. O tal vez es que algunas experiencias son, de hecho, universales. ¿Tú qué opinas?
Mira, no sé tú, pero incluso en castellano, tengo que repasarlas en el diccionario, porque tienen miga. Pero no me adelanto, te dejo el diccionario más abajo.
Las preposiciones son palabras invariables que sirven de nexo dentro de una oración. Son unidades carentes de autonomía y, por eso, no pueden funcionar aisladas, exceptuando algunos casos muy determinados. En algunas ocasiones las preposiciones tienen significado léxico (El lápiz está bajo la libreta), pero en muchas otras aportan solo contenido gramatical (La camiseta de Paula).
Hasta ahí está todo más o menos claro, pero cuando hablamos de verbos de régimen preposicional, ay, la historia cambia. Los verbos de régimen preposicional, también llamados verbos prepositivos, exigen la presencia de una preposición específica para su correcto funcionamiento; es decir, si la preposición se suprime, el significado del verbo queda afectada. Si sabes inglés, te habrán venido a la cabeza los phrasal verbs (look after, look up to y look out significan cosas muy distintas).
Para mí, las preposiciones son de las cuestiones gramaticales más difíciles cuando se aprende un idioma… e incluso en el propio. ¿Por qué? Veámoslo:
Variedad de preposiciones: por regla general los idiomas tienen una amplia variedad de preposiciones, cada una con significados y usos específicos. Recordar cuándo usar cada una puede ser abrumador y requerir tiempo y práctica.
Diferencias entre idiomas: las preposiciones no siempre tienen equivalentes directos entre los idiomas. Cada idioma tiene preposiciones con significados y usos únicos, lo que dificulta la traducción directa y la comprensión para quienes aprenden una nueva lengua.
Uso contextual: a menudo dependen del contexto y del significado particular de una frase. Comprender cómo una preposición afecta el significado de una oración puede ser complicado, ya que no siempre sigue reglas estrictas.
Expresión de relaciones abstractas: las preposiciones se utilizan para expresar relaciones abstractas entre elementos en una oración, como tiempo, lugar, dirección, posesión, entre otros. Estas relaciones pueden no ser tan concretas como otros aspectos gramaticales, lo que dificulta su asimilación.
La intuición del nativo: los hablantes nativos de un idioma a menudo las usan de manera intuitiva, lo que puede dificultar la explicación explícita de las reglas gramaticales. Las preposiciones pueden ser parte del conocimiento tácito de un hablante nativo, pero explicar estas reglas a alguien que aprende el idioma puede ser complicado.
Para estos casos, e igual que comentaba ayer con los errores ortográficos, no queda otra que leer, leer y leer. Es decir, a golpe de práctica y exposición. La práctica regular, la retroalimentación para corregir errores y la exposición a las preposiciones en situaciones reales son esenciales para internalizar su uso correcto. Si no se emplean con frecuencia en la práctica, un aprendiz de un idioma puede tener dificultades para recordarlas y aplicarlas de manera efectiva.
Aprovecho que hoy empieza la campaña Fas 6 anys! Tria un llibre! («¡Cumples 6 años! ¡Escoge un libro!») para hablar un poquito del fomento de la lectura en peques. Si no conoces esta iniciativa fuera de Cataluña, te la cuento rápidamente: si tienes un hijo o hija que cumple 6 años en 2023 (en este caso), recibes en casa un vale que puedes canjear por un libro infantil (el que sea) en cualquiera de las librerías adheridas.
Me parece una campaña maravillosa para acercar la lectura a los peques, tengan o no el hábito ya instaurado, porque es una gran aventura: acudir a la librería más cercana, pasear y ver todas las posibilidades que tenemos a nuestro alcance, explorar cubiertas y contracubiertas, dejarse seducir por los colores… Además, dicha campaña viene con materiales de apoyo para la familia y para trabajar en la escuela.
Y es que incentivar la lectura en los niños y niñas pequeñas es fundamental para fomentar su desarrollo cognitivo, creatividad y habilidades lingüísticas. Aquí van algunas estrategias para fomentar la lectura en los más peques de la casa:
Ejemplo personal: Los niños tienden a imitar a los adultos. Si ven que tú disfrutas de la lectura, es más probable que desarrollen interés por los libros. Lee frente a ellos y anímales a unirse a ti.
Crea un ambiente de lectura: Designa un rincón acogedor para la lectura en la casa. Llénalo de libros apropiados para su edad y asegúrate de que haya buena iluminación. Si no dispones de ese espacio, también es aconsejable que el peque tenga una balda solo para él o ella, con sus libros favoritos.
Libros al alcance: Ligado con lo anterior, mantén libros a su alcance, especialmente los que son adecuados para su nivel de desarrollo: libros de cartón o tela para los más pequeños, álbumes y cómics para los más mayorcitos, etc.
Lectura en voz alta: Lee en voz alta a tus hijos desde una edad temprana. Los bebés disfrutan de la melodía de las palabras y las historias. A medida que crecen, elige libros con historias interesantes y variadas. No todo tiene por qué ser una enseñanza, no tiene por qué haber siempre una moraleja. Les divierte muchísimo leer aventuras e historias alocadas… y si les pones vocecillas, mejor que mejor.
Visitas a la biblioteca: Lleva a tus hijos e hijas a la biblioteca local. Permíteles explorar y elegir sus propios libros. Muchas bibliotecas ofrecen programas de lectura para ellos. De hecho, en mi zona, los viernes es el día del cuento y un profesional acude a leer una historia a los peques.
Regalos de libros: Regala libros en ocasiones especiales. Los libros pueden ser tan emocionantes como cualquier otro regalo, que no lo vean como un fastidio o unos «deberes». A mí me chifla regalar libros a los hijos de mis amistades cuando quedamos para comer o para festejar cualquier cosa.
Tiempo de lectura diario: Establece un tiempo de lectura diario, como antes de acostarse. Esto crea una rutina y un ambiente reconfortante. En casa leemos antes de dormir, es el momento en que estamos más relajados y es un momentito de intimidad y cariño que no cambio por nada.
Participación activa: Anima a tus hijos a hacer preguntas sobre la historia, los personajes y las ilustraciones. Esto promueve la comprensión y el pensamiento crítico.
Respeto por los gustos individuales: Permíteles elegir los libros que les interesen. No todos los niños disfrutarán de los mismos géneros o temas. Para mí esto es muy importante, leer historias variadas es genial, pero aún más lo es cuando el peque empieza a tener sus gustos.
Actividades relacionadas con la lectura: Haz actividades relacionadas con los libros, como manualidades basadas en las historias, cocinar recetas de libros o visitas a lugares que se mencionan en las historias. Muchos libros, incluso, tiene actividades relacionadas que se pueden descargar en internet: fichas para colorear, ejercicios de lectura, etc.
Utiliza la tecnología de manera educativa: Las aplicaciones y los libros electrónicos pueden ser útiles, pero procura supervisar el tiempo de pantalla y elegir contenido de calidad.
Participación en eventos literarios: Busca eventos locales relacionados con la literatura, como ferias del libro o cuentacuentos en la biblioteca, como el que comentaba en el punto 5.
En definitiva, recuerda que cada niño es único, y el amor por la lectura se desarrolla a su propio ritmo. Lo más importante es que la lectura sea una experiencia positiva y placentera para los peques, no una tarea. Al fomentar un ambiente enriquecedor y cariñoso alrededor de los libros, estarás sentando las bases para que desarrollen una sólida relación con la lectura.
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¿Qué te parece? ¿Has recibido ya el vale en casa? Y si vives en otra comunidad, ¿me cuentas qué iniciativas de fomento de la lectura hay en tu zona?
Veinte años no se cumplen todos los días. Si no, que se lo pregunten a ASATI (Asociación Aragonesa de Traductores e Intérpretes), que los celebró la semana pasada por todo lo alto aprovechando el Día Internacional de la Traducción. El viernes 30 de septiembre y sábado 1 de octubre nos reunimos ponentes y asistentes, miembros y no miembros de ASATI en la Cámara de Comercio de Zaragoza para celebrar ese aniversario tan especial.
Tras el emotivo discurso de María Pilar Cardos, presidenta de ASATI, tuve el placer de inaugurar las jornadas con mi ponencia sobre las redes sociales como escaparate para el traductor. Cada vez somos más conscientes de la fuerza que tienen las redes sociales para promocionarnos, así que aproveché la oportunidad para dar algunos consejos sobre cómo desenvolverse en distintas redes (Twitter, páginas de Facebook, LinkedIn, Instagram y blog) sin enredarnos en exceso. ¿Los puntos principales? Ser memorable, publicar con regularidad y calidad (más que cantidad), tener una voz clara y no perder de vista a nuestro lector/espectador objetivo.
Después salió a la palestra Carmelo Beltrán, que nos habló de copywriting y, más concretamente, el orientado al marketing por correo electrónico. Carmelo nos explicó cómo ayuda a sus clientes, tanto marcas como profesionales independientes, a vender más y mejor. Nos contó cómo se vertebra un correo eficaz (idea + justificación + llamada a la acción + gancho) y cómo pensar en ideas para cubrir el contenido en cuestión (dar con el tema y los muchos subtemas; pensar en 10 problemas que puedan tener los clientes y 10 maneras de abordar cada uno; usar anécdotas, etc.). Y creatividad debe de tener un rato porque escribe a sus suscriptores un correo cada día. Ahí es nada.
Después de la pausa del café (madre mía, esos agujeros de dónut qué buenos estaban), volvimos con la mesa redonda sobre la jubilación, con Alicia Martorell y Álvaro Bajena, representante de la UPTA Aragón. Se habló de la importancia de conocer nuestros derechos y obligaciones como autónomos, con todas las cartas sobre la mesa. Un tema complejo pero muy muy necesario… y más viendo la que se avecina.
Y como colofón antes del almuerzo, vino Daniel Segura a contarnos cómo coordina los servicios de traducción e interpretación en la FIFA: los archivos que pasan a los lingüistas para que se documenten, el encaje de bolillos que tienen que hacer para cubrir las ruedas de prensa en los mundiales, etc. Curiosamente, la unidad de interpretación de la FIFA es bastante reciente, se creó en 2016, algo que cuesta de creer con la cantidad ingente de idiomas que se mueven en el mundo del fútbol y los eventos que se celebran al año para los que necesitan intérpretes: ¡más de 700! También nos explicó que cuentan con unos 200 intérpretes, pero, al principio, fue una auténtica odisea encontrar personal cualificado que quisiera trabajar para la FIFA. Increíble, ¿eh?
Después de comer, Fernando Navarro nos habló de las preguntas recurrentes que le han hecho a lo largo de estos años y procedió a desmontar los típicos tópicos: sí, se puede trabajar de traductor (médico); un traductor médico puede trabajar a la perfección aun no siendo médico, eso sí, formándose mucho, y sí, la traducción médica es difícil, pero vale muchísimo la pena. Habló de las impresionantes cifras de ventas que manejan las farmacéuticas y de la gran responsabilidad que tiene un traductor e intérprete médico. Nos recordó el terrible caso de «la palabra de los setenta millones de dólares» en el que la mala traducción de un término estuvo a punto de acabar con la vida de un paciente.
Alicia Martorell hizo doblete después de Navarro con su charla sobre la traducción institucional en la que nos contó cómo se trabaja para las grandes instituciones y qué hay que tener en cuenta para hacerlo bien. Pista: prestar mucha atención a las directrices de nuestro cliente (si prefiere mercadeo a marketing o emplear un anglicismo, aunque los más puristas se rasguen las vestiduras, pues eso hay que usar). Ponencias así animan a la fuerza, porque aunque siempre habrá clientes que paguen de aquella manera, las buenas —y buenísimas— tarifas existen.
No está nada mal para un solo día, ¿eh? Pues al siguiente, hubo tres talleres muy distintos. Los dos primeros, paralelos, corrieron a cargo de Fernando Navarro y Rosa Llopis. Navarro dictó el suyo sobre la traducción e interpretación de la jerga de los médicos y Llopis nos endulzó con «El traductor entre fogones: la traducción de recetarios». Porque traducir gastronomía tiene miga, como explicaba ella misma en este artículo sobre la importancia de una buena traducción en el sector turístico y gastronómico.
Y ya como clausura de estos dos días intensos, ASATI trajo a Marián Amigueti, que nos habló de la marca personal para traductores e intérpretes. Ante algo que puede parecer muy poco concreto, nos ayudó a ver la importancia de destacar nuestro valor diferencial y comunicarlo con estrategia. ¿Con qué clientes trabajamos y con cuáles nos gustaría trabajar? ¿Qué fortalezas y debilidades nos vemos como profesionales? ¿Cómo les resolvemos la papeleta a los clientes? Solo conociéndonos a fondo podemos llegar a mejorar y cambiar también nuestro rumbo, si así lo queremos.
Tras estas jornadas variopintas y tan gratificantes, volví a casa con ganas de comerme el mundo, llena de ideas y con el corazón henchido de orgullo por nuestra profesión. Y sé de buena tinta que no soy la única, porque ASATI ha conseguido organizar algo muy muy especial. ¡Felicidades de nuevo por estos 20 años y que cumpláis muchos más!
Empezando mi charla sobre redes socialesCarmelo, aka copymelo, hablándonos de copywritingDani Segura en su ponencia sobre el departamento de TeI de la FIFAFernando Navarro en su primera ponencia sobre traducción médicaAlicia Martorell en su charla sobre traducir para institucionesGuillermo Pinilla y Clara Guelbenzu con Edna Santizo en remotoEl taller matinal de Fernando NavarroUn momento del taller de Rosa LlopisEl taller de Marián Amigueti con aforo completoLos maravillosos dibujos de Sarah QuijanoEl cartel del programa del #CongresoASATI
PD.: Muchísimas gracias por la invitación, la organización y por el cariño de estos días. Desde Mapi a mi adorado Pinilla, pasando por Eva, Natalia, Jose, Núria, Sarah, Patri, Ana, Carles, Enrique, Sara, Amelia, Armando (gran charla, aunque casi perdiera el tren, jaja), Marián (por más cenas en las que casi tienen que echarnos) y tantísimos compañeros que me dejo y que espero sepan perdonarme. Ojalá podamos volver a vernos pronto.
«En la casa todo se magnifica», recuerdo que dijeron en la primera edición de Gran Hermano. También que se trataba de un experimento sociológico, ejem. Veintidós años después lo compruebo en mis carnes tras una semana de trabacaciones en Cantabria. Y es que el curso de Traducción Médica que organiza Fernando Navarro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander cada verano es una experiencia intensa que hay que vivir. Y este año más aún, puesto que se trataba del décimo aniversario.
Veintitrés alumnas de distintas partes del globo —España, Latinoamérica y hasta Estados Unidos— con perfiles muy distintos (traductoras médicas, alumnas de grado y de máster en TeI, técnicas en emergencias sanitarias, bioquímicas, pediatras, traductoras de patentes, traductoras veterinarias, etc.) han disfrutado de treinta horas lectivas y actividades de todo tipo concentradas en una semana.
Este año ha habido talleres sobre trucos y metáforas del lenguaje médico, que impartía el mismísimo Fernando Navarro; sesiones prácticas de inglés médico y variedades del inglés bajo la batuta de la encantadora Jennifer Salmon; talleres sobre interpretación médica y mediación intercultural en reproducción asistida de la incombustible Carolina Lleó; clases magistrales y teatralizadas sobre medicina con el sabio Enrique Saldaña, y talleres sobre la traducción del lenguaje soez y la sexualidad, que tuve el placer de impartir yo.
Acreditación del curso (¡me encanta coleccionarlas!)Docentes y becarias del X Curso de Traducción Médica de la UIMP.
La verdad es que ante semejantes eminencias y todo tan especializado, tuve mis reservas a la hora de aceptar, sobre todo la primera vez que impartí estas sesiones en 2016, pero en realidad todo está relacionado y los temas que traía encajaban muy bien con las dramatizaciones en consulta que preparó Carolina Lleó o los roleplays de Jennifer Salmon. De hecho, algunos de los contenidos de mis sesiones constan en el Libro rojo de Cosnautas por su intríngulis (¿qué NO sale en el Libro rojo, por otro lado?). También fue de gran ayuda que el grupo participara con un interés genuino, poniendo toda la carne —y las carnes— en el asador, sin tapujos ni desinhibiciones.
Pero volvamos a lo de que todo se magnifica. El curso de Navarro es tan humano, además de educativo y profesional, que siempre consigue unir a las personas, vengan de donde vengan o independientemente del momento vital en que se encuentren. Se crean tales vínculos y sensación de pertenencia que es inevitable sentir el dolor de la separación al final.
Porque, como decía antes, ha habido actividades de todo tipo para fortalecer este vínculo y que nadie se quedara solo. El domingo 14 tuvimos almuerzo en casa de Fernando para que nos conociéramos los profesores y ese mismo día hubo una cena en la residencia para las alumnas que acababan de llegar a Santander. El lunes se organizó una excursión hasta el faro y el martes tuvimos la gran suerte de visitar las neocuevas de Altamira (qué de curiosidades para un ávido grupo de traductoras). El miércoles, tras un paseo en el que algunas valientes degustaron los deliciosos —a la par que enormes— helados de Regma, disfrutamos de una cena de confraternidad con antiguas alumnas del curso de verano en las caballerizas de La Magdalena. El jueves estuvimos en la exposición virtual de Vincent van Gogh y luego nos fuimos al Palacio de la Magdalena para la cena de despedida. Pero eso no es todo, porque al término del curso, el viernes después del almuerzo, hubo una última excursión con cafelito en casa de Fernando Navarro.
De excursión después de la visita a las neocuevas de Altamira.De camino a la cena de confraternidad en las hermosísimas caballerizas de La Magdalena.La merienda con la que deleitó Lydia a las alumnas del curso el viernes.Delante de la escultura de Jaume Plensa en el Palacio de la Magdalena tras la cena de clausura.En la exposición virtual de Vincent van Gogh.
Es imposible no sentirse parte de un todo y diría que hasta encontrar tu propósito después de unos días así de intensos. Cuántas cosas en la cabeza para escribir (como muestra este artículo después de tanto tiempo) y proyectos por empezar, porque como profesora he aprendido muchísimo tras conversaciones con los demás docentes y alumnas, sobre todo de los monólogos que se marcaron el jueves sobre distintas facetas de la traducción médica… y no solo. Desde el amor por las novelas negras y su relación con la medicina de Elena, pasando por un emotivo monólogo de Laura sobre el trastorno obsesivo-compulsivo, la importancia del saber para detectar enfermedades, de Carmen, de dónde viene lo de las cigüeñas que traen a los bebés de París, de Lucía, y muchas otras anécdotas e historias para el recuerdo. Porque sí, porque por si fuera poco, hubo hasta un concurso de monólogos a lo Famelab. Curiosamente, me di cuenta después de que he subtitulado varios de este tipo para una agencia. ¿Veis? Lo que os decía: todo está relacionado.
En definitiva, un curso inolvidable que deja huella en lo personal y lo profesional, y que no deberíais perderos si os apasiona la traducción médica y la divulgación científica. Atención a las redes de Fernando Navarro porque las plazas son limitadas y vuelan. Y es fácil ver por qué.
Por la parte que me toca, ha sido un verdadero honor participar en la edición de 2016 y la de este año. No sé si habrá una tercera ocasión, pero me guardo lo vivido en el corazón y lo atesoraré siempre. Gracias, Fernando, y gracias también a la Fundación Lilly, Cosnautas, Fundación Dr. Antoni Esteve y Tremédica por el patrocinio.
Obsequios para las alumnas y los docentes. Porque nunca se tienen demasiados libros… ni bolsas de tela.
Y con esta van ya siete publicaciones con lecturas útiles para traductores. La última fue para el Día del Libro de 2019 y parece que fue ayer, pero desde entonces han llovido libros muy interesantes sobre la profesión. Echémosles un vistazo.
Un compendio de artículos de grandísimas profesionales del sector que abarcan los distintos ámbitos de la especialidad: doblaje, subtitulación, accesibilidad, videojuegos, voces superpuestas. Muchos tienen un enfoque práctico y profesionalizador ideal para las personas que empiezan… y las que llevan ya un tiempito en esto. Mención especial al capítulo-charla de María José Aguirre de Cárcer y Raquel G. Rojas porque me encanta leer batallitas del sector.
Los autores, fundadores de Ampersound, se han marcado una guía la mar de útil para adentrarse en el mundo profesional. Abarcan cuestiones como los errores más frecuentes en doblaje, las tarifas en traducción audiovisual, las pruebas de traducción, los programas más usados del mercado y muchas cosas más. Además, incluye las pildoritas de traducción que Fernando Castillo publica en Twitter y hasta hago un cameo sin saberlo (¡gracias por mencionar mi artículo sobre la traducción soez!).
En definitiva, si acabas de salir del cascarón y te interesa la TAV, no lo dudes: es práctico e informativo a partes iguales.
Si os llama la atención la lingüística forense tanto como a mí, este libro os gustará este libro de Sheila Queralt que, como perito judicial, ha seleccionado 50 casos en que el análisis lingüístico ha sido crucial para determinar el grado de participación de los presuntos delincuentes. Desde el experto en fonética que supo encontrar la pista en los secuestradores de Anabel Segura o del supuesto narco de Barcelona que pasó 626 días en una cárcel italiana, hasta el lingüista forense que analiza denuncias por amenazas o casos de suplantación de identidad.
Queralt no se olvida de la traducción y también habla de ejemplos en los que la traducción o interpretación ha tenido un papel central para la resolución o el enfoque de un caso determinado. Porque el cómo decimos las cosas importa, en este caso, tanto como el qué decimos.
Tras más de veinte años de experiencia en traducción, Ruth Gámez y Fernando Cuñado, el dúo dinámico detrás de Traducción Jurídica, se lanzan a recopilar consejos para los traductores noveles y para aquellas personas sin formación en traducción que quieren aprender el oficio. Incluye una sección muy interesante en la que desmontan los mitos: no se puede vivir de esto, hay mucho intrusismo, la traducción automática nos quitará el trabajo, etc. Quizá no es un manual tan práctico como informativo, pero vale la pena si partes de cero.
Ensayos deliciosos sobre traducción
5. Simpatía por el traidor, Mark Polizzotti. Trama editorial, 2020. Con traducción de Íñigo García Ureta. (Cortesía de la editorial)
«Me preocupa la aparición de un mundo donde la traducción ya no sea realmente necesaria, no porque todos podamos hablar la misma lengua, sino porque las distintas lenguas del mundo ya no expresen las diferencias psicológicas y culturales que las hacían especiales e interesantes.»
Mark Polizzotti lleva casi medio siglo traduciendo y se plantea aquí qué es una traducción, para qué sirve, cómo leerla. Para conseguirlo, nos cuenta la historia de cómo llegamos a usar las distintas lenguas en nuestro beneficio, y qué sucede cuando no es así. ¿Cuál es el objetivo final de una traducción? ¿Qué significa tildar una traducción de «fiel» o «infiel»? Y, ya puestos, ¿resultan útiles estos criterios? ¿Qué responsabilidad ética tiene el traductor para con el lector y el texto de origen? ¿Es inevitable «perder» algo en la traducción, o también se puede ganar algo? ¿Puede y debe una traducción mejorar el original? ¿Qué hace que algunas versiones canten y otras chirríen? Y en última instancia, ¿importa la traducción? Y de ser así, ¿por qué importa?
No os perdáis la reseña de Carlos Fortea porque, como bien indica, «no hace falta estar iniciado en los secretos del oficio para disfrutarlo, y sin duda será una lectura de cabecera para muchos estudiantes de traducción que no saben por dónde dar el primer mordisco a la bibliografía».
6 y 7.This litte art, Kate Briggs. Fitzcarraldo Editions, 2020. // Este pequeño arte, Kate Briggs. Jekyll & Jill, 2020. Con traducción de Rubén Martín Giráldez.
Recomendación al cuadrado porque este ensayo (más bien un diario novelado) bien lo vale. Al menos, yo no pude resistirme a tenerlo en inglés y traducido. Para explicaros de qué va, os dejo mejor un fragmento de la completísima reseña de Ricardo Menéndez Salmón en La Nueva España:
«Kate Briggs, traductora al inglés de Roland Barthes, lanza en Este pequeño arte una singularísima mirada a las aventuras de la traducción, a propósito de sus límites y certezas, en torno a sus expedientes satisfechos y sus cuitas inagotables. Lo hace valiéndose de herramientas características del espíritu barthesiano (elogio de la delicadeza, cuestionamiento de la autoridad, desviación y reformulación del canon) para urdir un bellísimo libro que, sin dejar de ser un ensayo, se lee con la emoción de una autobiografía y con el hechizo de una novela. La clave de tan feliz centauro, su encanto y fascinación, radica en la capacidad de Briggs para explorar con inteligencia, pero también con pasión, las estancias de su tarea. Libro cerebral y al tiempo casi romántico, nacido de las miles de horas de trabajo de la traductora y a la vez de la devoción de una lectora que emprende sus excursiones textuales sin buscar otra recompensa que el propio viaje, Este pequeño arte es un homenaje a la literatura y a tres de sus provincias mayores, la lectura, la escritura y la traducción, inextricables en ocasiones, estancas otras veces, de pronto inefables, puntualmente iluminadoras, opacas a menudo incluso para quienes más y mejor las cortejan».
Tiene frases lapidarias y reflexiones que, si os apasiona la traducción como tal, os encantarán.
Obras de consulta
Las siguientes obras no son nuevas, pero sí incorporaciones relativamente recientes a mi biblioteca que ojalá hubiera tenido antes.
8. Diccionario combinatorio práctico del español contemporáneo (o Práctico para los amigos), Ignacio Bosque (dir.), Ediciones SM, 2011.
«En español sembramos trigo, pero también esperanzas, dudas y sospechas; clavamos una chincheta, pero también una respuesta; y se nos hiela el cuerpo por frío, pero también la sonrisa o la sangre por el miedo». A esto nos ayuda exactamente el Práctico, a ver cómo se combinan las palabras. Es un gran manual para traductores para dar con ese verbo que va con tal sustantivo y rehuir así de la posible influencia del inglés (o de cualquier otra lengua autonómica; que me lo digan a mí con todos los fer del catalán…). Muy muy recomendable.
9.Diccionario de ideas afines, Fernando Corripio. Editorial Herder, 2020 (2.ª edición).
La afinidad entre palabras que encontraremos en este diccionario puede surgir por tratarse de palabras sinónimas, antónimas o de mera relación ideológica. Es decir, no es un simple tesauro aunque pueda parecerlo a primera vista. A veces se incluyen voces que no son del todo equivalentes (fraile, sacerdote, órdenes religiosas) por la notoria afinidad de ideas o conceptos que están muy interrelacionados y constituyen una unidad ideológica homogénea (educación, enseñanza, alumno, profesor, escuela y estudio).
Os dejo varias fotografías para que veáis algunos ejemplos.
¿Os han gustado estas propuestas? ¿Tenéis ya alguno de estos libros o queréis dejar vuestras recomendaciones? Os espero, como siempre, en los comentarios.
Para más lecturas, os emplazo a artículos anteriores:
Seguimos a medio gas por la crisis de la COVID-19. Parece que está todo en el aire: algunas semanas entra mucho trabajo; otras, nada. Algunos compañeros van desbordados y otros no reciben encargos desde hace días. Algunos pagos se demoran y la incertidumbre se palpa en el ambiente.
En momentos así no sabes si empezar a buscar trabajo o aprovechar esta etapa tan rara para retocar el currículo y seguir formándote. Cualquier opción es buena. Decidas lo que decidas estará bien. Lo más importante —en mi humilde opinión— es no sobrecargarte con obligaciones, sobre todo las que te impones tú mismo. ¿Te apetece hacer un curso de traducción mientras andas mano sobre mano? Perfecto. ¿Quieres empezar ya a buscar clientes porque este momento de parón es ideal para hacer pruebas de traducción? Perfecto también. Que no te abrume y te pese no haber leído ya cinco libros al mes, haber hecho las 25 sentadillas al día o haber horneado ya los diez panes y cuatro bizcochos de rigor. Take it easy!
Pero en esta situación tan distópica que vivimos sí hay cosillas que podemos hacer para seguir formándonos como traductores y disfrutar al mismo tiempo y es que cada vez son más los compañeros que usan las redes para echar un cable a los demás y que suben vídeos y podcasts con pildoritas, entrevistas o debates acerca de la traducción. Así pues, de esto vamos a hablar hoy, aunque estoy convencida de que ya conocerás a la mayoría.
1. ATRAE
Aunque no va en ningún orden específico, empiezo con el canal de la asociación ATRAE, porque la iniciativa (de Mario Pérez, si no me equivoco) de reunir a varios compañeros y especialistas en varias cuestiones de la traducción audiovisual me parece fantástica.
Aquí tenéis el primer vídeo de la serie «Las quedadas de ATRAE» centrado en la traducción del humor, pero en su canal encontraréis muchas más entregas.
2. En Pantuflas
Marina y Paola llevan ya 105 episodios de su podcast En Pantuflas, en los que abarcan todo tipo de temas, pero siempre desde el humor y el salero que las caracteriza. Como ellas mismas describen en su página: «En Pantuflas es un podcast que buscar dar voz y valor a la profesión del traductor. En cada episodio, las conductoras Paola y Marina los llevarán a recorrer un camino diferente, reflexionar sobre cuestiones de la traducción, debatir sobre noticias de la industria y entrevistar a profesionales que son exitosos en lo que hacen y que tienen muchos consejos interesantes para compartir con traductores e intérpretes. Pero, además de informar, En Pantuflas busca entretener y permitirles a los traductores divertirse un rato y reírse de lo que hacemos que, muchas veces, nadie entiende como otro colega que está en la misma».
Los compañeros de Traducción jurídica, Ruth y Fernando, son de sobra conocidos en esta rama de la traducción y en su canal de YouTube suben vídeos sobre su especialidad, aunque también hay cabida para consejos sobre tarifas o sobre cómo empezar en traducción, como este:
Por cierto, el 28 y 29 de mayo organizan un taller sin coste: Cómo orientar tu carrera para vivir de la traducción (en el mundo post COVID-19) al que os podéis apuntar aquí: http://bit.ly/2WcOCCI.
4. The Translation Show
The Translation Show es un espacio de noticias, entrevistas, recursos y mucho más sobre traducción e interpretación conducido por Rafael López Sánchez y Damián Santilli. En el blog de Rafael, Jugando a traducir, encontrarás la declaración de intenciones del canal.
Barriendo para casa, os dejo como muestra la entrevista que me hicieron hace ya un tiempo.
5. Trágora Formación
Las compañeras de Trágora tienen canal propio en YouTube y en su serie #HangoutsTrágora podréis encontrar multitud de entrevistas a profesionales del sector. Gabriel Cabrera, su ínclito presentador, maneja con destreza todos los temas y entrevistados. En una ocasión hablé con Gabriel sobre traducción editorial, pero para no saturarte, te dejo con este vídeo en el que Xosé Castro habla de cómo aumentar nuestra cartera de clientes, algo que siempre viene bien.
También tienen otro tipo de vídeos: la serie #Asociatrad, sobre las distintas asociaciones de traductores, y #TFTRAD, en la que los recién egresados cuentan los entresijos de sus TFG. ¡Hay para todos los gustos!
6. Traduversia
Traduversia son Pablo Muñoz y Rafael López y ofrecen cursos de traducción desde su web, pero también tienen un canal en YouTube en el que podemos encontrar, sobre todo, vídeos prácticos sobre software de traducción. Además tienen un pódcast en el que tratan otras cuestiones, como este episodio en el que hablan de sus inicios en el mundo de la traducción, de por qué estudiaron Traducción e Interpretación y cómo encontraron su primera experiencia laboral.
7. El idioma del cine
Judit Jiménez Cuenca es El idioma del cine tanto en Twitter como en YouTube y sube periódicamente vídeos sobre películas, series y lanzamientos varios, pero también tiene vídeos relacionados con la profesión que podéis encontrar aquí.
En esta entrega, por ejemplo, varios compañeros hablan de cómo fue su primer encargo:
8. Laura Traducción
Por último, pero no por eso menos importante, está Laura López, que tiene un blog desde hace un tiempo y recientemente se ha lanzado a los vídeos en directo en su cuenta de Instagram, que luego sube a YouTube. Ahora mismo podéis encontrar entrevistas a Quico Rovira-Beleta y Pilar Ramírez Tello.
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¿Qué os han parecido estos canales? ¿Ya los conocíais? ¿Me dejáis en comentarios otros que os gusten? ¡Hasta la próxima!
Hoy empieza la tercera edición oficial del curso de traducción romántica y erótica con AulaSIC y me acabo de dar cuenta de que no había hablado de él por aquí. A veces parece que me cuesta vender(me). ¿También te pasa?
Bueno, pues voy a ponerle remedio. En la entrada de hoy te cuento qué incluye el curso y cómo funciona. Para empezar, el objetivo del curso es dar a conocer y practicar la traducción romántica y erótica en la combinación EN-ES. Pero no solo eso, además de descubrir la terminología, el tono y las demás cuestiones propias del género, también es una forma amena de conocer la traducción editorial. En el curso hacemos hincapié en el mercado específico de este tipo de traducciones y en las oportunidades para introducirse en él.
Veamos los módulos y materiales que integran el curso:
Módulo 1. Introducción a la traducción romántico-erótica. Los clásicos
En este módulo comentamos algunas de las obras clásicas más relevantes del género erótico-romántico. También vemos aspectos prácticos de la traducción editorial como las técnicas de traducción aplicadas al formato de los diálogos o los errores más comunes en este género para empezar a traducir desde cero con solidez.
Material de soporte:
Dosier con el temario
Apuntes sobre el formato de los diálogos
Apuntes sobre diferencias léxicas, morfológicas y de puntuación entre inglés y español
Compendio de errores comunes en traducción editorial
Muestra de traducción
Práctica: Traducción de dos textos clásicos.
Módulo 2. La novela romántica en la actualidad: histórica y moderna
En este apartado profundizamos en los distintos géneros de la romántica, haciendo hincapié en los subgéneros más actuales, y vemos las estructuras, tópicos y líneas narrativas más habituales que nos ayudan a entender mejor el contexto de cada historia.
Material de soporte:
Dosier con géneros y subgéneros
Comparativa de traducciones
Glosario
Prácticas: Traducción de dos textos de novela romántica (histórico y actual).
Módulo 3. La novela erótica y coqueteos con el BDSM
En este módulo descubrimos los entresijos de la novela erótica y vemos la gama de instrumental que podemos esperar en aquellas historias con BDSM. Además, vemos una pincelada de la traducción homoerótica con un fragmento actual.
Material de soporte:
Dosier con teoría sobre las novela eróticas
Glosario con jerga sexual
Vocabulario erótico
Ejemplo de narrativa erótica en español
Prácticas: Traducción de tres fragmentos de novelas eróticas.
Módulo 4. El mercado de la traducción romántico-erótica
En este módulo hablamos de editoriales que publican el género, abarcando números y ventas. Vemos también cómo acceder a esta rama de la traducción y cómo se hace una propuesta editorial con su correspondiente informe de lectura.
Material de soporte:
Capítulo completo e información de contexto para la práctica final
Modelos de informes de lectura
Sesión online conmigo para hablar del mercado editorial y responder a cualquier duda.
Práctica final: Traducción.
Aunque normalmente en los cursos de AulaSIC las prácticas son autocorregibles tras haber rellenado un cuestionario por módulo (que es parte de la nota final), en este curso reviso y comento todos y cada uno de los textos traducidos para que el alumno aprenda de las correcciones.
¿Qué más ofrece el curso? Hay un foro llamado tutoría en el que, además de cuestiones organizativas, también hablamos de temas relacionados con la traducción y luego hay un foro por módulo para debatir sobre los ejercicios o plantear dudas sobre el tema en cuestión. Evidentemente, tienes línea directa conmigo y, además de usar los foros, puedes preguntarme lo que necesites por privado.
¿Cuál es el perfil del alumno? Hasta ahora ha habido de todo, desde estudiantes de último curso de TeI, recién egresados y traductores de otras ramas y géneros. La única condición indispensable es saber usar bien los dos idiomas, el inglés y el castellano.
¿Cuánto tiempo dura? Normalmente se dispone de un mes para presentar todo. En la edición normal del curso, cada semana se abre un módulo para ir paso a paso, aunque no es necesario haber entregado las prácticas del módulo 1 para acceder al 2, por ejemplo. En la edición especial que aún está en curso durante este confinamiento por la COVID-19 (con ediciones que empiezan cada miércoles), tienes los cuatro módulos abiertos desde el principio y puedes organizarte como prefieras. Y lo mejor es que, en caso de ir con el tiempo justo, siempre puedes pedir una extensión, aunque normalmente hay margen suficiente.
Y eso sería más o menos todo. Si tienes alguna duda, puedes preguntarme a mí o acudir a AulaSIC, que a fin de cuentas es quien lo gestiona todo y se ocupa de precios, promociones y demás.
Si no nos vemos por el curso, ya sabes, ¡nos seguimos por las redes! Cuídate mucho. #StaySafe
Con esta primera entrada de 2020 despedimos la serie de artículos de recién graduados o, por lo menos, su publicación regular. Como sabéis, el blog siempre está abierto a colaboraciones si queréis hablar de vuestra experiencia o dar vuestras opiniones.
En esta ocasión, Enya Fernández y Celia M. Duro nos cuentan brevemente su vida después del grado.
He de decir que cuento con muy poca experiencia porque me gradué en 2018. A pesar de esto, cuando terminé tercero de carrera, hice unas prácticas extracurriculares de traducción técnica en una compañía danesa dedicada a la fabricación, venta, instalación y mantenimiento de aerogeneradores. Cuando terminé las prácticas, decidieron contratarme y estuve durante un año y medio aproximadamente trabajando con ellos como traductora en plantilla. Esta experiencia me sirvió, además de para conocer los entresijos de la traducción técnica, para darme cuenta de que no quiero trabajar en plantilla, ya no solo por el tema de las tarifas sino por la poca independencia que tienes: estás ceñida a horarios, tienes que desplazarte, etc. Por esto, he decidido hacerme autónoma.
Actualmente me encuentro lidiando con los «problemas» del principiante: encontrar clientes, pasar pruebas de traducción, conseguir encargos en agencias, etc. En definitiva, estoy intentando hacerme un hueco en el mercado.
Cuando terminé la carrera y tuve que plantearme qué hacer, el máster ya no era una opción porque me había quedado una asignatura para septiembre y no iba a conseguir entrar en el que quería. Tampoco me veía preparada para empezar a buscar clientes y darme de alta como autónoma, así que me quedaba la opción de trabajar por cuenta ajena.
Ni siquiera había presentado el TFG cuando, por casualidades de la vida, encontré una beca para una agencia de comunicación en la que pedían redactar un post. Me animé pensando que no iba a llegar a ninguna parte y porque siempre me ha gustado escribir.
Era una especie de concurso en el que el premio era un contrato de 6 meses y así fue cómo empecé a trabajar en el mundo de la comunicación. Estos primeros meses, seguidos de un contrato de otros 6 más, me ayudaron a ampliar mis servicios y a especializarme casi sin quererlo. Aprendí a redactar contenido web y el famoso copywriting, a saber qué es el SEO, a programar y a gestionar redes sociales y, por supuesto, a traducir y localizar páginas web. Después de esa experiencia pude empezar otras prácticas en una agencia de traducción que se especializa en marketing y localización web y creo que, gracias a la casualidad de aquel concurso, he ido definiendo mi carrera poco a poco.
Mi consejo a los que acaban de terminar la carrera es que no se cierren ninguna puerta, que el mundo de la traducción es mucho más amplio que traducir siendo autónomo o en una agencia de traducción y que nunca se sabe cómo te puede ayudar una experiencia distinta en el futuro. También les diría que no pasa nada por no empezar traduciendo desde el principio. Poco a poco, con paciencia, llegará.
Como sabéis, a lo largo de toda esta serie he querido dar mi opinión o comentar algo sobre los testimonios que me parecía importante. Hoy me voy a detener en esta frase de Celia: «No pasa nada por no empezar traduciendo desde el principio». No digo que sea un caso generalizado porque, por lo que veo en los estudiantes que he tenido en prácticas, los recién graduados trabajan en varias cosas: desde hacer de canguro a poner copas pasando por impartir clases particulares.
Por favor, que esto se os quede grabado a fuego: no es ninguna derrota no empezar a traducir al acabar el grado. En serio. Cualquier cosa que hagáis os dará experiencia y será un colchoncito para ir buscando clientes con relativa tranquilidad. Que no os dé miedo aceptar un trabajo a media jornada con contrato, por ejemplo, porque se puede compatibilizar con la traducción autónoma. Yo empecé a impartir clases de inglés poco antes de terminar la carrera (con contrato) y las traducciones llegaron un poco después (como autónoma también). Ambas actividades pueden hacerse de forma legal y no son incompatibles. Eso sí, tienes menos tiempo para traducir, pero poco a poco. Calma. Es normal querer ver los frutos del grado después de esos años de inversión, pero todo llega; que no os dé apuro ir haciendo otra cosa hasta que empezáis a traducir.
No avanzo gran cosa porque estoy preparando un artículo sobre el tema, pero no os lancéis a hacer lo que hace todo el mundo porque es «lo que toca». No os sintáis mal si no habéis hecho un Erasmus como fulanito; no tenéis por qué hacer un máster como menganita si no os apetece; no os comparéis con nadie, por favor. Cada uno se labra su camino como puede según sus circunstancias. En un momento importante de cambio como es el paso de la Universidad al mundo laboral, sentaos, pensad qué queréis hacer e id a por ello. Hay trabajo y muchos caminos para conseguirlo, pero no tengáis prisa. Tiempo al tiempo.
Y hasta aquí la serie y la entrada de hoy. Encontraréis todas las demás entradas tecleando «testimonios» en el buscador del blog. Como siempre, tenéis los comentarios y mi correo para lo que necesitéis. ¡Feliz semana!
Una de las cosas que más me gusta de esta profesión es que siempre aprendes cosas nuevas y, normalmente, salen encargos y proyectos que te empujan a salir de tu zona de confort.
Cada traducción es distinta a la anterior; un mismo día puedes estar traduciendo sobre un niño y su amigo imaginario, sobre medidas contra el acoso escolar y sobre una empresa de alquiler de coches. No digo que no haya trabajos más rutinarios o más aburridos, hay de todo, pero en la variedad está el gusto y en este oficio suele darse en abundancia.
Sin embargo, estos últimos días he salido de la burbuja a lo grande. Para poneros en situación, empecé a colaborar con la editorial Mai Més hace unos meses con la traducción al catalán de Trail of Lightning, El rastre del llamp, de Rebecca Roanhorse, una novela distópica con protagonista femenina muy cañera y trasfondo navajo muy interesante. ¡Y ganadora del premio Locus, por si fuera poco!
Para mí, esta fue mi primera incursión en el género fantástico, por el que siempre he tenido bastante respeto. Los lectores son muy exigentes (como debe ser, por otro lado), no había tocado ciencia ficción desde mi adolescencia y no había leído a grandes como Sanderson o Pratchett (shame on me!). Aun así, me informé sobre el libro, me gustó y vi que no pertenecía a ninguna saga ya empezada. Recalco esto porque llegar a una saga a medias es complicado; debes empaparte bien del mundo creado en el libro, el estilo y la terminología propia.
Disfruté mucho con esta historia (os la recomiendo si sabéis catalán y, si no, creo que se han adquirido ya los derechos para traducirla al castellano), el libro quedó de diez y también por primera vez mi nombre apareció en una cubierta.
Pero lo que me empujó a salir de la burbuja de mi despacho fue hacer de intérprete para la autora en su visita a Barcelona. Los editores de Mai Més, más majos que las pesetas, me pidieron si podía echarles una mano aunque no fuera intérprete. Necesitaban interpretación para la presentación de la autora a varios periodistas y blogueras y, posteriormente, para el encuentro con lectores en la librería Gigamesh, templo friqui por excelencia.
Presentación de Rebecca a la prensa en la librería Gigamesh este pasado viernes.
No sabéis los nervios que me entraron. Si me leéis por redes, sabéis que siempre he alabado el trabajo de los intérpretes, lo respeto muchísimo y me parece realmente encomiable. Solo había hecho un par de interpretaciones para empresas y de eso hacía muchos años. Además, siempre digo que tengo poca memoria y, claro, no dejaba de imaginarme ahí delante de la gente boquiabierta y con la mente en blanco.
Así pues, me preparé la tarea como si fuera un examen, de algún modo lo era. Lo mejor fue que gran parte de esa documentación ya estaba hecha. Cuando traduzco un libro suelo apuntar las directrices que sigo para que puedan ayudar después a la correctora y la editora. Apunto las dificultades o las curiosidades terminológicas y algunas cuestiones máspara entender mejor el contexto. En este caso, me había hecho también un glosario porque en la novela aparecen muchos términos en navajo.
Fragmento de los apuntes que me fueron de perlas también para interpretar.
Llegó el viernes, la prueba de fuego después de tanto tiempo sin desempolvar mis herramientas de interpretación, y la experiencia fue muy grata. Además, por primera vez (¡otra primera vez!) conocía a una autora a la que había traducido y me hizo mucha ilusión. Debo decir que en este caso, muchos asistentes sabían inglés, lo que supuso una ventaja.
Ayer volvimos a reunirnos para que los lectores conocieran a Roanhorse y pudieran preguntarle lo que quisieran. En este caso me encargaba no solo de la interpretación, sino también de hacerle las preguntas y de servir de enlace con los asistentes. Esta vez iba bastante más tranquila porque ya había tenido contacto con la tarea la semana anterior, había practicado la toma de notas, conocía a la autora y, sobre todo, su acento y su forma de hablar. También me había leído entrevistas anteriores, con lo que tenía una idea aproximada de los temas que podían salir.
Encuentro de Rebecca Roanhorse con los lectores en la librería Gigamesh.
Me sentí muy cómoda y creo que eso al final se nota. No soy intérprete profesional (siempre he separado bastante traducción de interpretación), pero creo que al final conseguí transmitir bien su mensaje. Y, por supuesto, me alegro de haberme atrevido a salir de mi zona de confort.
En definitiva, con preparación y sin subestimar ningún encargo, si nos vemos capacitados va bien de vez en cuando salir de nuestra burbujita y lanzarnos a probar más primeras veces. Puede que nos guste tanto que no se quede en esa primera vez.