El tiempo pasa volando y, a la que quieres darte cuenta, volvemos a la casilla de salida. En este artículo hacemos un repaso de lo que ha dado de sí este año en el blog y repasamos todas las entradas publicadas por si te has perdido alguna. ¡Empecemos!
Empezamos el año con los trucos que presentó Xosé Castro en la edición de 2016 del congreso SELM. Unos ingredientes de éxito para cualquier traductor que se precie. Entre los consejos destacan el hecho de llevar un proceso de producción eficiente, cerciorarse de que recibimos los materiales completos y que dominamos nuestras herramientas de trabajo, entre otros.
Recibimos febrero con una entrevista a varios correctores editoriales que nos hablaron de su trabajo. Para entender mejor su labor, cómo trabajan y qué suelen corregir, no te pierdas esta entrada. Utilísima para aspirantes a correctores y también para traductores que deseen saber quién y cómo corrige sus textos.
Los inicios nunca son fáciles y en esta entrada os hablé de mi experiencia: los miedos, los aciertos y también los fracasos que puede conllevar este trabajo. De lo mas personal que he escrito en el blog. Si quieres saber qué meteduras de pata he tenido durante mi carrera y cómo he conseguido hacerme un hueco en esto, este es vuestro artículo.
Marzo llegó con unos consejillos para ser más productivo. Cada maestrillo tiene su librillo, pero creo que son aplicables a cualquiera, tenga la especialidad que tenga. Así podremos ser más eficientes y sacar más provecho de nuestras horas de trabajo.
Al hilo de la plataforma Hermes para trabajar para Netflix y cómo se vendió en prensa, en esta entrada con clickbait expongo mi opinión y hablo de la concepción (errónea) que tiene la gente sobre la traducción, ya sea audiovisual o de otro tipo. Seguro que encuentras algunos de los típicos tópicos que has oído alguna vez. También se recogen las tarifas de Netflix, entre otra información.
En abril recogimos algunas lecturas más para el traductor, obras útiles para nuestro oficio. Se incluyen libros de consulta sobre falsos amigos y frases hechas, libros para una mejor redacción en español, un estudio sobra la traducción para niños y muchos otros.
Con una anécdota de la película La llegada (Arrival) empezamos un artículo sobre las palabras intraducibles, pero no nos limitamos a la simple colección de expresiones, sino que tratamos las distintas maneras de abordarlas para traducirlas. Así pues, exploramos las estrategias típicas de traducción como el préstamo, el calco, la transposición y la compensación, entre otros.
En mayo llega la entrada más completa del año. ¿Qué errores más frecuentes he observado en los alumnos que he tenido en prácticas y a lo largo de toda mi carrera? En este artículo vemos las distintas categorías de error con ejemplos prácticos y vemos cómo solucionarlos. Ideal para principiantes… y no tanto.
Un artículo con las dos presentaciones que tuvieron lugar en febrero de este año en la universidad Pompeu Fabra con Begoña Ballester Olmos, de BBO, que habló de doblaje y servidora, sobre subtitulación. Si quieres saber qué temas tratamos, vernos en directo y descubrir mi presentación, aquí lo encontrarás todo.
En julio Carlos Fortea fue entrevistado en la radio para hablar del Informe del valor económico de la traducción editorial y nos hicimos eco de su entrevista, que transcribimos en su totalidad. Condiciones, tarifas y contratos tipo fueron algunas de las cuestiones que se trataron.
Agosto suele ser un mes flojillo, pero eso no quiere decir que sea necesariamente menos productivo. En esta entrada hablamos de las cosas que podemos hacer durante este mes y también en los periodos de menos trabajo.
Aprovechando varios encargos de posedición de subtítulos, en este artículo de septiembre se abordan los problemas habituales que nos encontramos al revisar (y a veces retraducir) el texto de un traductor automático. Además, se ilustra con ejemplos reales de estos encargos y se añaden las versiones más correctas.
En 2016 tuve la oportunidad de hablar sobre la importancia de la traducción en una jornada sobre comunicación social en San Sebastián. En este artículo recojo la presentación en vídeo y en PDF para que descubráis las múltiples facetas de la traducción y su importancia en el día a día.
La última entrada del año, aprovechando que llegan las fiestas navideñas y los regalos, va sobre tres libros útiles, sobre todo, para los traductores que empiezan su andadura profesional. Los mejores regalos para un traductor e intérprete.
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¿Qué nos depara 2018? Hablaremos de los trabajos de fin de grado, de los juegos de palabras, seguiremos tratando cuestiones de corrección, abordaremos otros aspectos de la traducción editorial y muchas cosas más. ¿Te gustaría leer sobre algo en particular? Déjalo en comentarios y podemos incluirlo este año.
Como siempre, ¡gracias por leer y feliz entrada de año!
Estaba nublado y soplaba un viento desagradable, un viento que me recordaba que la primavera aún estaba lejos. Me dirigí al sótano del Campus y entendí que no era la única en haber recibido aquella extraña llamada. La puerta estaba entreabierta y, encima de una mesa que había en la entrada, observé unos pequeños folletos con una inscripción en código binario que interpreté como AETI. No cogí ninguno porque me dio miedo alterar el espacio-tiempo, así que avancé dos pasos para dejarlos atrás. Respiré hondo. Nadie estaba aguantando el portón, pero permanecía abierto por una extraña fuerza. “¿Qué es lo que me ATRAE?”, me pregunté. Conté hasta diez, di un paso más largo que los anteriores y, de pronto, estaba allí. Aterrorizada, me di cuenta de algo verdaderamente insólito. Unos centímetros más abajo de los rostros de todos los humanos que allí se encontraban, aparecían una especie de caracteres en apariencia indescifrables. Entonces lo comprendí: ¡estaban subtitulados!
Así empieza la original reseña de Anna Varela Griñena para la AETI de la conferencia sobre traducción audiovisual organizada por Guillermo Parra en la Universitat Pompeu Fabra. Guillermo, profesor y subtitulador profesional, invitó a Begoña Ballester-Olmos (de BBO Subtitulado) y a servidora para que habláramos de los entresijos (y tejemanejes) de la subtitulación y el doblaje.
Tuvimos la suerte de que la conferencia, que tuvo lugar el 28 de febrero de 2017, pudiera grabarse, así que aquí la tenéis para todos aquellos que os la perdisteis. Además, disfrutamos de la participación estelar de Quico Rovira-Beleta, traductor de Star Wars, entre muchísimos otros, y Paula Mariani, profesora de traducción, expresidenta de ATRAE, vocal de DAMA y traductora de Modern Family, también entre muchos otros.
El objetivo era dar una pincelada a los aspectos profesionales de ambas modalidades de traducción audiovisual. En el caso de la subtitulación, ¿cómo se trabaja? ¿Qué se cobra? ¿Dónde están los clientes? En el caso del doblaje, Begoña nos contó de qué tipos de materiales dispone, nos enseñó algunos fragmentos de películas traducidas en su empresa y nos habló de algunas dificultades específicas. Todo la mar de instructivo (y no lo digo porque yo participara, ¿eh?).
También hubo un buen coloquio posterior a raíz de las preguntas de los asistentes. No os perdáis tampoco esta parte. Aquí os la dejo:
Por si queréis echarle un vistazo a mi presentación, os la dejo también mediante enlace para que podáis ir siguiendo mi intervención o, simplemente, la tengáis de referencia.
INICIARSE Y AHONDAR EN TAV
No quiero terminar sin dejar algunos consejos y recursos para traducción audiovisual. Sois muchos los que preguntáis cómo iniciarse y moverse en este mundillo, así que aquí van algunos enlaces útiles.
La página de eldoblaje.com para consultar quién traduce qué o tener información sobre cursos varios.
Además de todos los profesionales mencionados en este artículo, también recomiendo seguir a aquellos especialistas en TAV que comparten sus vivencias y experiencias laborales (dificultades, gestión de trabajo, juegos de palabras, etc.) y de los que siempre se puede aprender: Javier Pérez, Alberto Fernández, Álvaro Méndez, Sara Hernández, Fernando Castillo, Ale Durán, Marta Baonza y tantos otros que sería imposible recopilar en una sola entrada.
Y ya para terminar, un breve apunte: acordémonos más de las buenas soluciones en traducción (audiovisual o no). Tendemos a criticar traducciones por las redes, pero tampoco cuesta nada elogiar aquellas soluciones que nos llamen la atención por lo creativas e ingeniosas que son, ¿verdad?
Ni uno, ni dos, ni tres. Diez son los trucos que Xosé Castro compartió con los asistentes al Congreso SELM en la ponencia de clausura de esta edición. Como me parecieron la mar de útiles, le pedí si podía reproducirlos en el blog con algunos comentarios marca de la casa… y aquí los tenéis.
Si os interesa la traducción audiovisual y queréis ser aún más profesionales, ¡seguid leyendo!
1. DE CABO A RABO
Es imprescindible revisar el archivo y cerciorarse de que el material corresponde con el proyecto que nos han asignado. Un consejo que nos da Xosé Castro es comprobar que estén los créditos, porque será señal de que la película, episodio o documental está entero. Con el guion debemos hacer tres cuartos de lo mismo.
Aceptar el proyecto sin realizar estas comprobaciones y darse cuenta después de que la película no se corresponde con el guion o no está entera no solo nos hace quedar poco serios como traductores, sino que nos retrasará enormemente. Aunque no vayamos a traducir al momento, procuremos tener el material correcto y en condiciones.
Y esto es aplicable a muchas otras ramas de la traducción. Pienso, por ejemplo, en los proyectos en Excel. Fíjate bien en todo lo que hay que traducir, no solo de la primera hoja, sino de las otras que pueda haber con texto. Y digo Excel porque a mí me han pasado trabajo audiovisual en este formato para películas y series.
2. PROCESO DE PRODUCCIÓN EFICIENTE
Es importante conocer bien el teclado que usamos y estar familiarizados con los atajos de teclado. Como ha dicho Castro en alguna ocasión: «Cada vez que usas un ratón, muere un gatito».
En cuanto al proyecto en sí, también seremos más eficientes si vemos todo el vídeo antes y repasamos el guion. De esta manera sabremos qué esperar antes de traducir: ¿observamos alguna dificultad? ¿Debemos documentarnos sobre algún tema en concreto? Como sabemos que para que una traducción funcione debe causar el mismo efecto en el espectador meta, hay que conocer bien el proyecto en sí y detectar las dudas que luego nos permitan agilizar el trabajo.
Está claro: si prevemos lo problemático antes de empezar, podemos tratar de solventarlo antes de ponernos manos a la obra. Una vez más, algo que nos puede servir en otras ramas. En literaria, por ejemplo, hojear el libro y leer algunos capítulos antes (o el volumen entero) nos ayudará a ver no solo de qué trata y ponernos en contexto, sino también a fijarnos en cuestiones problemáticas (diferencias de tratamiento, argot, vocabulario especializado, etc.).
3. DOMINIO DE LA HERRAMIENTA
Es importante conocer la herramienta de trabajo que vamos a usar. Por ejemplo, en mi caso uso un programa de subtitulación propio del cliente. Antes de empezar, imprimí y encuaderné los manuales. Los tengo siempre a mano para consultar fácilmente los atajos o si se dan problemas técnicos.
Si trabajamos con Word (guion en pdf y película por separado), no está de más crearnos una macro que pueda acelerar las tareas rutinarias de modificaciones y formato; combinar varios comandos (por ejemplo, para insertar una tabla con un tamaño y bordes específicos, y con un número determinado de filas y columnas); hacer que una opción de un cuadro de diálogo sea más accesible o bien automatizar series de tareas complejas.
Parece ser que, en ocasiones, cuanto más novato se es, menos se pregunta por miedo a parecer inexperto. Para empezar hay que tener en cuenta algo esencial: debemos saber hasta dónde llegan nuestras limitaciones. ¿Podemos encargarnos de este proyecto? ¿Nos va grande? Si es la primera vez que trabajamos para un cliente, quizá conviene que les pidamos qué convenciones utiliza y cómo quiere que le entreguemos el guion. Tal vez podemos pedir incluso uno de muestra.
Si aparece alguna dificultad, hay que preguntarlo antes y durante, no al entregar. Enviar al cliente una lista de problemas el día de la entrega le servirá de muy poco si necesita el texto ya para adaptar, locutar o lo que sea. Otra cosa distinta son los informes en los que documentas posibles cuestiones de traducción. Yo lo hago al entregar una novela, por ejemplo, por si eso pudiera ayudar al corrector.
Si nos aparece algo técnico o muy especializado, busquemos algún experto que pueda revisar nuestro texto o asesorarnos de algún modo. Me pasó con una serie en la que se hablaba de baloncesto, de lo que no tengo ni idea, pero me salvó el pellejo una conocida, que es entrenadora y gran conocedora del mundo del baloncesto en los Estados Unidos. Me revisó el texto y me comentó qué soluciones eran más naturales teniendo en cuenta el contexto. En definitiva, lo que decimos siempre: no tienes por qué saberlo todo, pero sí dónde buscarlo y a quién acudir.
5. LA IMAGEN ES LA BIBLIA
Hacer caso omiso de la imagen es uno de los errores clásicos en los fansubs, los subtítulos de aficionados, que suelen fiarse a pie juntillas de la versión en inglés sin apenas mirar la pantalla. Pero la imagen va a misa. Por eso, hay que cerciorarse de que el guion coincida y sea correcto, porque lo que predomina es lo que se ve y se escucha.
Por ejemplo, you no siempre es «tú», apunta Castro, también puede ser «vosotros», «usted» y «ustedes». Es cierto que muchas veces en inglés se marca la pluralidad con un you two, pero no siempre. Y en cuanto al tratamiento de usted, hay que prestar especial atención a todo: guion, imagen y, sobre todo, contexto.
También hay que andarse con ojo con los deícticos que nos marcan lugares y objetos, para traducir al género y número que proceda o adaptarlos del modo más conveniente. Y ojito con el vocabulario que puede parecer simple en primera instancia, como shrimp, apunta Castro, que no solo puede referirse a una gamba, sino que también puede ser un camarón o un langostino. Imagina la importancia de traducirlo bien en un programa de cocina.
No nos olvidamos de los ad libs (conversaciones de fondo), que habrá que traducir también, aunque nos parezca que se entiende todo.
Y si tenemos un elemento paralingüístico en pantalla, más motivo aún para dar importancia a la imagen. Pienso en el «Don’t be a…» de Pulp Fiction, del que ya hablé en este artículo sobre adaptaciones de cine.
En este caso, como comenta Patrick Zabalbeascoa en su artículo La traducción del humor en textos audiovisuales, se da un chiste paralingüístico, que depende de una combinación de elementos verbales y no verbales. Es decir, lo que se diga va a estar supeditado a lo que se vea (un gesto, una caída, una aparición, el sonido de un disparo etc.).
En este momento de la película, Vincent Vega, personaje interpretado por John Travolta, le pide a Mia Wallace, Thurman, que lo lleve a otro restaurante para cenar, a lo que ella le responde «You can get a steak here, Daddio. Don’t be a…» y dibuja en el aire un rectángulo (aunque más bien debería ser un cuadrado porque la expresión en inglés es don’t be square).
Explica Zabalbeascoa que el sentido en inglés de «no seas antiguo» dista mucho de una traducción literal de «no seas» y luego ver el cuadrado en la pantalla, que encima va reforzado por unas líneas de puntos. Una solución puramente verbal, dice, «sería buscar una expresión en castellano que acabara con “cuadrado” y encajara en el contexto (tipo “no seas un cabeza… cuadrada” o quizás “no seas tan… cuadrado”, aunque las dos son mejorables).
Y como esto seguro que se os ocurren muchos ejemplos más. Ahora mismo pienso también en un gag del primer episodio de Modern Family en el que tras comentar el personaje Phil (Ty Burrell) el bonito vestido que lleva Gloria (Sofía Vergara), ella pronuncia su nombre de tal manera que parece que le diga feel, «tócalo», que es lo que hace él para asombro de los allí presentes. Chiste, pronunciación y gesto en pantalla: una combinación explosiva.
6. NO LO HE OÍDO, NO LO CONOZCO, NADIE LO USA
Que no lo hayamos oído no significa que no se diga y no se use en muchas otras partes. Cuidado con la influencia de zona geográfica al traducir y procuremos no caer en laísmos o en localismos que luego sean difíciles de entender.
Castro usó el ejemplo de alguien que en una película, si no recuerdo mal, pedía su hamburguesa «con todos sus avíos». Al parecer, eso significa el conjunto de extras: mayonesa, ketchup, etc. en algunas zonas del país. En esta receta aparece, por ejemplo, pero ¿se entendería en otros lares?
7. DOCUMENTACIÓN
Con el fácil y rápido alcance a las fuentes de información que tenemos gracias a Internet, a veces pensamos que con eso basta. Hay mucho mundo fuera de las redes. No vayamos a lo de siempre (Wikipedia, Wordreference, IATE), busquemos recursos offline e incluso orales. Es mejor recurrir a un experto en una materia determinada que fiarse de un glosario de Internet cuyas fuentes desconocemos.
Y si buscamos en las redes, acudamos a foros especializados antes que a uno de traductores. Los miembros de esos foros sabrán asesorarnos mejor porque son especialistas en el tema y seguramente se alegrarán de que les consultemos. Castro comentó en su ponencia que suelen agradecer las consultas porque lo interpretan como un interés hacia su trabajo. Doy fe. Tengo amigos mecánicos e ingenieros que se echan las manos a la cabeza cuando oyen alguna «burrada» en un doblaje o en unas voces superpuestas: «¿Que tiene 130 “hache pe”? Eso viene de horse power. Tendría que haber dicho «130 caballos»». Verídico.
Y sin desmerecer las bibliotecas, no olvidemos los libros en Google Libros o Google Académico, con textos de mayor fiabilidad que cualquier recurso sacado de un blog.
8. EVITA EL ESPAÑOL DE DOBLAJE
Lo malo es que está tan arraigado que oímos estas expresiones del dubbese y nos quedamos tan anchos. Para empezar, cuidado con los posesivos para las partes del cuerpo. Si uno le tiende la mano al otro para salvarle la vida, diremos «¡Agárrame la mano!» o incluso «¡Agárrate!» porque en pantalla se verá todo seguramente, pero no «Agárrame mi mano» porque ya queda claro, es redundante y es un calco del inglés. Sí, sé que hay que tener en cuenta la sincronía labial en doblaje, pero en algunos casos no cuela.
Hablando de calcos, ojo también con vocablos calcados y falsos amigos, algo que, evidentemente, hay que tener en cuenta en toda traducción. ¿Errores típicos? El detective cuando hablamos de un agente de la policía, que no es «detective» sino «inspector». O el caso de «alcaide» para warden que aquí es el director de la cárcel. Y por supuesto no es ningún nombre propio: «Soy Warden Grant, el responsable de la prisión» quedó para la posteridad en una película.
¿Y qué decir de los tacos? Como ya sabéis, en este blog he hablado bastante del tema y no me canso de repetirlo: el español es muy fértil en cuanto a tacos y expresiones soeces, ¡aprovechémoslo!
Evitemos este tipo de traducciones:
9. SÉ UN JEDI DE LA FRASEOLOGÍA
Traducir bien tiene mucho que ver con el conocimiento de la lengua meta, e incluso más, ya que nuestra traducción tiene que parecer como si se hubiera escrito originariamente en castellano. Para esto no hay nada mejor que leer mucho, fijarse bien en las colocaciones y tratar de fijar bien el vocabulario.
Desconfiemos de lo que no tenga sentido en español y traduzcamos con la expresión adecuada. Frases verídicas como «Le habían robado el trueno» o «Le había cortado el corazón» no se entienden mucho, ¿verdad? Pero, ay, si acudimos al original en inglés, vemos que el texto original sí se entiende: Finding his thunder stolen es «adelantarse a uno, robarle a uno una idea» y To cut at his heart es «herir en lo más vivo».
Y ya que hablamos de vocabulario, adaptémoslo bien según la época de la película o serie en cuestión. Una persona del siglo XVI no va a hablar como una del XXI. Oímos mucho «bizarro» o «evento» (sí, influencia del inglés), pero por mucho que se usen ahora, no podemos usarlos en un texto más antiguo, por ejemplo.
No tengamos miedo a los diminutivos o aumentativos. Por influencia del inglés, muchas veces se traduce literalmente un little o un big, pero en nuestro idioma tenemos una forma muy natural de traducirlos con los diminutivos y los aumentativos, que —según comentó Castro— apenas se oyen en los doblajes. Por ejemplo, en una frase del tipo I have a little problem, ¿por qué no decir «tengo un problemilla»?
10. SÉ MEMORABLE
Que se acuerden de nosotros. Eso se consigue de muchas formas: facilitando las cosas, siendo comunicativos y sinceros, dando seguridad («No te preocupes, yo me ocupo»). Se acordarán de nosotros si les consultamos dudas, si les facilitamos el trabajo («Mira, voy un poco liado, pero te hago un hueco ahora mismo») y porque vamos mucho más allá de entregar un texto de calidad. Podemos suplir siempre la falta de experiencia ofreciendo profesionalidad.
Demostramos esta profesionalidad, como veíamos antes, cuando aceptamos el proyecto solo si es un tema que dominamos o sabemos que podemos pedir el comodín de la revisión a otro profesional. También demostramos ser buenos profesionales si no lo aceptamos, pero le buscamos a un compañero que pueda encargarse del proyecto. En definitiva: hagámosle la vida fácil al cliente, solucionémosle los problemas (siempre que se pueda, claro).
Aunque la receta del éxito en traducción no existe, me parece que estos consejos son unos buenos apuntes para empezar, ¿no os parece? ¡Nos leemos en la próxima!
*Y por supuesto, gracias, Xosé, por darme carta blanca para hablar de tu charla.
El estreno de la película de Pixar Del revés (Inside Out, 2015), además de la polémica con los personajes (Tristeza es rellenita y poco agraciada —dicen— y Alegría es delgada y atractiva) ha sacado a la luz un aspecto curioso, que no nuevo, del cine: las adaptaciones culturales.
Si la intención primordial de un producto audiovisual es que llegue al espectador y que este lo reciba con naturalidad y no le cause extrañeza, hay que tener en cuenta muchos factores y no solo lo que se oye, sino también lo que se ve. Y aunque muchos lo llamen «localización», es en realidad un ejemplo de adaptación cultural.
En esta película se dan dos buenos ejemplos. El primero, y del que se ha hablado más, es el cambio del brócoli por el pimiento verde para la versión japonesa. ¿El motivo? Parece ser que lo que más asquea a los niños japoneses es el pimiento verde (como quizá muchos recuerden por Shin Chan) y con una modificación de este tipo los espectadores se sienten mejor identificados, la situación les resulta más cercana.
No es el único cambio ni hay que irse a países tan lejanos como Japón. Hay otro momento de la película en el que somos testigos de un cambio de imagen. En la versión original los sentimientos ven un partido de hockey y en otros países (como Gran Bretaña, que comparte idioma con los Estados Unidos pero no cultura), un partido de fútbol.
Y es que traducir una película con el fin de proyectarla en otros países va mucho más allá del trasvase del guion de un idioma a otro. Barriendo para casa, como explica Adela Martínez en su artículo para La traducción para el doblaje y la subtitulación (Miguel Duro, Ediciones Cátedra, 2001): «En la actualidad está muy extendida la idea de considerar la traducción como un acto de comunicación intercultural y de que el texto fílmico comparte con otros textos la finalidad de comunicar algo a otro. La traducción tiene la finalidad de comunicarse con el espectador. Pero, a diferencia de otros textos susceptibles de traducción, el texto fílmico cuenta con varios canales de información: la imagen, el sonido, el ruido y el lenguaje hablado».
Pues sí, como si traducir no fuera ya lo bastante complejo, abordar la traducción de una película lo es más por todos estos factores a los que hay que prestar atención porque, como comenta Martínez: «El guion hablado de una película se coordina con los otros canales informativos con los que cuenta el lenguaje cinematográfico. Desde esta perspectiva, resulta lógico sostener que la traducción —el doblaje o la subtitulación— de ese guion hablado se considere subordinada a la imagen, al sonido, a los gestos de los actores, e incluso a la coincidencia del mayor número posible de consonantes labiales, etc.».
Pero, como vemos, hay mucho más y la cultura pesa mucho. Para hablar de casos concretos, un ejemplo famoso es el de Regreso al futuro del que ya hablé en un artículo anterior sobre adaptaciones culturales. En una de las entregas de la trilogía, la madre de Marty McFly se dirigía a él como Calvin porque en sus calzoncillos tenía escrito Calvin Klein. En España, dado que por entonces no había llegado aún esa marca, se cambió a Levi Strauss. Es un caso de referencia cultural adaptada que respeta también el idioma de partida, es decir, se opta por usar una marca americana que encaja en las dos lenguas y no provoca extrañeza en la versión española.
Podemos encontrar más ejemplos de adaptaciones y cambios por diferencias entre culturas (y no solo idiomas) en muchas más películas, sobre todo en las dirigidas a un público más joven. Por ejemplo, en Monstruos University (Monsters University, 2013) las notas cambian según el país, los textos en pantalla se traducen todos y se producen modificaciones curiosas como la siguiente.
En un momento del largometraje, Randall, el monstruo que más tarde sería el villano de Monstruos S.A., quería que los demás compañeros le aceptaran y preparaba unas magdalenas con el texto «Be my pal» (seamos amigos). Pues bien, en otras versiones, como la española y la británica, estas magdalenas perdieron las letras y pasaron a estar decoradas con caritas sonrientes.
¿El problema? Se perdía la gracia cuando en plena persecución de la mascota de la universidad rival, Sully y Mike le tiraban la bandeja y Randall terminaba con un «lame» (soso, bobo, tontaina) en la cara porque las letras se habían desordenado.
Y ya que estamos con textos…
Textos en pantalla
En el caso de la película de Pixar, el quid estaba en las imágenes en movimiento, pero pueden darse cambios también en los textos que aparecen en pantalla. La mayoría de las veces lo que se lee, sea un texto escrito, una carta, un cartel, etc., se ve en un subtítulo. Es la solución más rápida y barata porque no implica cambiar la imagen.
Sin embargo, por cuestiones culturales puede que este texto cambie también en la imagen. Un buen ejemplo lo encontramos en Capitán América: El soldado de invierno (2014). El protagonista elabora una lista de cosas que se ha perdido al estar congelado y que debe repasar para estar al corriente de todo. Lo curioso es que la lista cambia según el país. Solo se mantienen la comida tailandesa, Star Wars, Star Trek, Nirvana, Rocky y la canción de Marvin Gaye; lo demás va variando.
Versión original
En la versión española, por ejemplo, añaden a Rafa Nadal, Héroes del Silencio, Camino José Cela, la Constitución de 1978 y el Chupa Chups. Claro, de todos es sabido que el caramelo marcaría un antes y un después en nuestras vidas.
Versión española
En Francia, por ejemplo, Daft Punk toma el relevo de Héroes del Silencio (a ver si son los mismos bajo ese casco…).
Versión francesa
En el Reino Unido no podían faltar los Beatles.
Versión inglesa
Y en México… ahí está Shakira, aunque sea colombiana.
Versión mexicana
Mucho más que palabras
Los dos ejemplos que veíamos al principio del artículo llaman mucho la atención porque son cambios completos de imagen, pero en una película pueden darse muchos momentos complejos para la traducción que no tengan que ver con elementos verbales. Un ejemplo de esto sería el gesto de Uma Thurman en Pulp Fiction (1994):
En este caso, como comenta Patrick Zabalbeascoa en su artículo La traducción del humor en textos audiovisuales (recogido en el libro anteriormente mencionado), se da un chiste paralingüístico, aquel que depende de una combinación de elementos verbales y no verbales. Es decir, lo que se diga va a estar supeditado a lo que se vea (un gesto, una caída, una aparición, el sonido de un disparo etc.).
En este momento de la película, Vincent Vega, personaje interpretado por John Travolta, le pide a Mia Wallace, Thurman, que lo lleve a otro restaurante para cenar, a lo que ella le responde «You can get a steak here, Daddio. Don’t be a…» y dibuja en el aire un rectángulo (aunque más bien debería ser un cuadrado porque la expresión en inglés es don’t be square).
Explica Zabalbeascoa que el sentido en inglés de «no seas antiguo» dista mucho de una traducción literal de «no seas» y luego ver el cuadrado en la pantalla, que encima va reforzado por unas líneas de puntos. Una solución puramente verbal, dice, «sería buscar una expresión en castellano que acabara con «cuadrado» y encajara en el contexto (tipo «no seas un cabeza… cuadrada» o quizás «no seas tan… cuadrado», aunque las dos son mejorables). Una solución más tecnológica consistiría en borrar la línea de puntos de la imagen para dar cabida a versiones menos literales («abre tu mente», «rompe tus esquemas» que dieran otra interpretación al gesto de la actriz)».
¡Arguméntame esta!
Ahora bien, como adaptaciones que se llevan la palma, porque más que adaptaciones son cambios de argumento y de guion integrales, están los ejemplos de los que se hacía eco la agencia EFE esta misma semana.
Esto va más allá de cuestiones lingüísticas y se aparta de la traducción, que es lo que nos ocupa en este blog, pero según filtraciones de Wikileaks, los productores de la película Píxels (2015) «cambiaron el guion para evitar que en él hubiera menciones a China, con el fin de no herir sensibilidades en ese país y que la cinta pudiera ser estrenada en sus cines».
Dan más ejemplos, como el deWorld War Z, en la que se cambió ligeramente el argumento y se quitó la sugerencia de que el virus que volvía zombi a los seres humanos se había originado en China. O de Skyfall, de la que retiraron escenas en las que un soldado chino era asesinado, así como referencias a que el villano de la película parte de su maldad al hecho de haber sido torturado en una prisión asiática.
Según el artículo, «estos y muchos otros cambios de guion se justifican en un momento en el que el mercado chino, aún con mucho potencial de crecimiento, se está convirtiendo en el más importante de Hollywood en el exterior, y en ocasiones en tabla de salvación de grandes superproducciones que fracasan en Occidente pero no en Oriente».
Y, sin llegar a estos extremos, cambiar el contenido de los tráileres es algo bastante común. Seguramente os habréis dado cuenta de que, en ocasiones, lo que habíais visto en el avance no aparece en la película. Pues bien, dependiendo del país, se hace hincapié en ciertos contenidos para hacer que la película resulte más atractiva y llame la atención de los espectadores. Algunos ejemplos de esto lo encontramos en Los Vengadores, Lincoln, ¡Rompe Ralph!, Prometheus o Godzilla.
En definitiva, ya sea por motivos económicos, políticos, lingüísticos o culturales, muchas películas pueden sufrir cambios sustanciales y no siempre son cosa del traductor, que os veo venir. Aunque pueda haber consultas (me ha pasado en subtitulación), nos compete lo lingüístico. El lenguaje es la base de la cultura y deben verse las estrategias que se utilizan en el texto fílmico para determinar el entorno cultural. El texto es parte de la cultura y la unidad de traducción es la cultura misma, pero nosotros no decidimos estos cambios tan grandes de imagen.
¿A vosotros qué os parece? ¿Todas las modificaciones son aceptables? ¿Debería respetarse más el original en lugar de adaptarlo tanto al espectador meta? El debate —¿o la polémica?— está servido.
Este fin de semana he conseguido visitar (¡por fin!) una exposición a la que tenía muchas ganas: Pixar. 25 años de animación (CaixaForum, Barcelona, hasta el 3 de mayo). Todo un lujazo para los interesados en la animación, ya sea por las historias o el virtuosismo técnico de las películas.
Al salir de la exposición caí en la cuenta de que no había hablado todavía de la traducción de este tipo de películas, al menos las que yo he traducido de DreamWorks, puesto que sí hablé del doblaje y la subtitulación de Ice Age hará un tiempo.
Como han pasado ya unos años y estas películas están más que estrenadas en cine, televisión y DVD, que es el formato para el que realicé los subtítulos al catalán, supongo que puedo hablar de ellas sin problemas (ya sabéis cómo va esto de los NDA o contratos de confidencialidad). Así pues, os contaré el proceso, las dificultades y algunos detalles más.
Algunas de las películas de animación que he subtitulado
1. LAS PELÍCULAS DE ANIMACIÓN: El proceso de creación
Lo primero es lo primero: la película de animación en sí. No entraré en detalles porque sabéis de sobra de qué se trata, aunque si queréis conocer los distintos tipos que existen, echadle un vistazo a esta página de la Universidad de Huelva: El cine de animación.
¿Por qué es importante conocer el proceso? Bueno, por curiosidad traductora y para conocer el producto, lo primero. Pero, sobre todo, porque cuando encargan una película suelen venir después otros encargos más pequeños: los comentarios del director y los actores, el tráiler (o avance, para evitar el anglicismo), el anuncio del videojuego o el juguete, las tomas falsas y el making of (el cómo se hizo, vaya), y hay que estar preparado para traducir de todo.
A continuación veremos el ejemplo de Pixar, pero las demás empresas de animación suelen trabajar de una forma muy parecida. Encontrareis más detalles sobre cómo trabaja Pixar aquí.
a. La propuesta
Un creativo prepara una idea y la presenta al equipo de desarrollo y animación, donde su mayor reto es lograr que el equipo se interese y vea las posibilidades de llevar adelante el proyecto.
b. El guion
Todo empieza con el guion. Las ideas se plasman en el papel de una forma concreta: qué sucede, cuándo sucede y a quién. Suele ser muy completo y consta de descripciones detalladas del ambiente y de las emociones de los personajes. En eso no se diferencia mucho de un guion para una película no animada.
c. El storyboard
El guion pasa a la secuencia visual gracias a unos dibujantes encargados de crear el storyboard o guion ilustrado, que se compone de bocetos basados en el diálogo y las acciones que se detallan en el guion. Estos dibujos se cuelgan en un tablero y se organizan para formar las escenas y mostrar cómo se suceden las acciones.
Guion ilustrado de Toy Story
d. El storyboard digital
Los dibujantes que se han encargado del guion ilustrado entregan sus dibujos a los editores, que los pasan a un formato de vídeo llamado reel o animática. En este punto prestan atención al ritmo dramático y añaden diálogos, efectos sonoros y música provisionales para que la historia se vea en un formato más parecido al de una película.
Como traductor, es posible que traduzcas escenas no incluidas en la película como material adicional de la misma. Estas escenas suelen estar hechas de esta manera, con un storyboard digital y voces superpuestas.
e. El colorscript
El colorscript, o paleta de colores, es un mapa de la evolución emocional de la película, a diferencia del storyboard, que se centra en la acción. En este paso se representa la historia con grandes pinceladas y sin tanto detalle como en el guion ilustrado, en el que, además, los dibujos están en blanco y negro. Se presta atención a la gama, los tonos y la saturación para captar la atmósfera y las emociones que quieren transmitirse en cada secuencia.
Por ejemplo, aunque lo siguiente no es un colorscript, sí da una idea de cómo el color ayuda a transmitir emociones. La alegría y la felicidad se representan con tonos cálidos; los colores fríos se emplean para el miedo y la tristeza.
Para plasmar los personajes y los decorados, el director trabaja con el diseñador y con un equipo de ilustradores que dibujan muchas versiones de los personajes y sus entornos; exploran distintas ideas de diseño y se fijan en todos los detalles. El diseño definitivo se decide entre las propuestas que reflejan el entorno más verosímil en el que pueden habitar esos personajes.
g. Los estudios de modelo
Cuando el director aprueba el modelo, el artista crea blueprints o guías que los técnicos deben seguir para construir el modelo digital. Los estudios de modelo convierten los detalles del diseño del personaje en pautas de construcción específicas para formas tridimensionales más complejas.
h. Las maquetas
Los escultores se basan en los dibujos de desarrollo para crear maquetas, una escultura de arcilla muy útil porque permite ver al personaje desde cualquier ángulo. Los modeladores en 3D usan estas maquetas como referencia para ver cómo funcionan los distintos elementos del cuerpo de un personaje.
Un modelo de Sully, de Monstruos S.A., en la exposición de Pixar
i. La grabación de los diálogos
Antes de que los animadores puedan empezar a trabajar en la película hay que grabar los diálogos definitivos. El equipo editorial graba las voces de los actores de doblaje en un estudio y, después, los animadores trabajan a partir de las palabras y el tono de los intérpretes para sincronizar los movimientos y las emociones.
j. La modelización y el rigging
Los modeladores en 3D construyen los personajes y los escenarios por ordenador a partir de dibujos, estudios de modelo y maquetas. Los modeladores digitales deciden entonces cómo y por dónde se dobla y mueve un personaje, su flexibilidad, etc. En un proceso llamado rigging se incorporan al modelo miles de controles llamados avars (variables de animación). El rigging es el proceso de preparación previo a la animación de objetos o personajes y consiste en trabajar un esqueleto que permita articular los movimientos que se van a animar.
El layout. Este departamento se ocupa de la colocación de la cámara y la ubicación de los personajes.
La animación: el blocking o bloqueo. Se trabaja en los primeros movimientos. Se escuchan los diálogos y se buscan los gestos y las posturas adecuadas.
La animación: el polish o pulido. En este punto se añaden los detalles: respiración, movimiento de pies y la complicada expresión facial que debe corresponder al diálogo.
El shading y la texturización. Se aplica color, textura, sombras, etc. a las superficies.
El pelo. Un apartado aparte para conseguir que el pelo parezca natural tanto en reposo como, sobre todo, en movimiento.
La iluminación. Para que sea verosímil, se añaden unos focos virtuales que iluminen todo lo que hay en el escenario digital. Luego se van añadiendo otros toques de luz para dirigir la mirada del espectador a lo importante.
k. La renderización
Es el proceso informático mediante el cual se comprimen las imágenes en unas bidimensionales que puedan pasarse a la película o exhibirse con un proyector digital. La matriz informática que lo realiza se llama «granja de render».
En cuanto a números, en una película hay 24 fotogramas por segundo y como hay 60 segundos en un minuto y la cinta suele durar 90 minutos, se necesitan 129 600 fotogramas o imágenes individuales para completarla.
Para terminar, se compone la música y se añade la banda sonora que acompañará algunas de las escenas. Y, bueno, el resto es historia.
2.EL ENCARGO: Cuestiones laborales y material de referencia
Estas películas, de una hora y media de duración, suelen tener unos 1 000 subtítulos. El tiempo para realizar la traducción es de unos tres o cuatro días. Si bien es más holgado que en el caso de las series de dibujos —que hay que traducir de un día para otro—, siempre es poco tiempo para pensar en todas las soluciones.
Por suerte, el material que el cliente da es abundante y va muy bien para trabajar el texto. En mi caso, suelo disponer de la guía de estilo de la empresa o del cliente, Paramount, DreamWorks, etc. Suelen variar de unos a otros porque no todos aplican las mismas convenciones.
Aquí va una tabla con algunas de las cuestiones que recogen estas guías, por lo menos las que he recibido de mis clientes. Evidentemente puede variar.
Además de esta guía, hay documentos con los nombres oficiales de los personajes (sobre todo cuando estos tienen un significado) y la traducción de sus coletillas. Esto es especialmente útil cuando toca trabajar en una segunda o tercera parte (estoy pensando en Shrek, de las que hice la segunda y cuarta entrega) o cuando no has visto la película.
A veces, incluso, puede que dispongas del archivo de audio con el doblaje. Por ejemplo, cuando traduje Cómo entrenar a tu dragón al catalán, tuve acceso al audio del doblaje en castellano. Desde luego, no vale el «escucha y pega», pero puede ir bien cuando te atascas en algún juego de palabras.
Contexto e información de apoyo para Kung Fu Panda
Frases y coletillas de los personajes de El gato con botas
3. EL PROCESO DE TRADUCCIÓN
Cuando llega el proyecto, el cliente te da acceso a un FTP con todo lo que necesitas: película, plantilla de subtítulos en inglés y material de referencia. La película puede ser en color o en blanco y negro y suele llevar siempre una marca de agua o una franja con el nombre del traductor para evitar filtraciones.
La plantilla de subtítulos es un documento RTF y, por suerte, el pautado (también llamado spotting, el marcado del tiempo de inicio y salida del subtítulo) ya está hecho. Es una suerte porque así puedes centrarte en la traducción en sí. Para este cliente no trabajo con ningún programa específico. Por ejemplo, puedo trabajar con los dos documentos en paralelo y el vídeo a un lado.
Otra opción, que encuentro más cómoda, es trabajar con Trados, puesto que así me aseguro de no tocar los códigos de tiempo. Una vez lo tengo listo, vuelco la traducción y lo repaso todo de nuevo en el RTF, asegurándome también de no haberme excedido de caracteres. Eso es lo malo de no trabajar con programas de subtitulación, que suelen marcar al momento si te excedes de caracteres.
Documento abierto en Trados para no tocar los tiempos
4. EL LENGUAJE: Características y dificultades
Como comentaba en el artículo comparativo de las versiones de Ice Age, la animación suele ir dirigida a un público más joven, de modo lo que el humor es un ingrediente básico con todo lo que ello supone para el lenguaje: chistes, juegos de palabras, exageraciones, comparaciones jocosas, etc.
Además de acústico, este humor es muy visual e intenta imitar las características propias de la oralidad, es decir, naturalidad, espontaneidad, frases inacabadas, interjecciones, onomatopeyas…
Un ejemplo de gag. Po, el panda, descubre que su padre oca no es el biológico
El lenguaje es bastante sencillo en general: las estructuras sintácticas son simples, las frases son relativamente cortas y el tono es distendido, aunque eso no significa que las películas de animación sean más fáciles de traducir. No es infrecuente encontrar frases en el original que son ligeramente formales y que hay que adaptar en la traducción.
Por ejemplo, Kung Fu Panda 2 empieza con una especie de relato en plan fábula o leyenda y había que darle un toque más formal, en este caso con los tiempos verbales:
Además, estamos hablando de subtitulación, de modo que lo más frecuente es tener que acortar frases. Esto dificulta y hasta imposibilita recoger completamente todos los significados de la frase original. En este caso debemos seleccionar los significados prioritarios, los que garantizan que el espectador no pierda el hilo. En este sentido, prescindimos de repeticiones, interjecciones y elementos que ya se vean en pantalla, por ejemplo. Por suerte, en mi caso siempre trabajo con los subtítulos en inglés, por lo que gran parte de esa reducción ya está hecha.
Otra característica de este tipo de películas son los referentes culturales, que muchas veces son guiños a los adultos, que al fin y al cabo son los que acompañan a los niños a ver las películas. Se pueden encontrar referencias a películas, series, canciones, etc.
El club de la lucha en El gato con botas
También podemos encontrarnos otros idiomas en el original, que hay que ver cómo trasvasar. Por ejemplo, cuando traduje El gato con botas (Puss in Boots) al catalán, en el original había muchas palabras en castellano como guiño al personaje en sí, de origen latinoamericano y doblado por Antonio Banderas en la versión americana. En mi caso fue fácil dejarlas en castellano en mi versión al catalán, pero ese rasgo no pudo conservarse en los subtítulos al castellano.
Los extranjerismos en Puss in Boots (El gat amb botes)
Las canciones son otro elemento recurrente en estas películas. En general, si una canción aparece como adorno no hay necesidad de traducirla. Sin embargo, si la misma canción cumple una función narrativa porque las letras están directamente relacionadas con el argumento, sí hay que traducirla. En este caso hay que emplearse a fondo y traducir letras, ritmos y rimas. Es lo que suele pasar con las películas de la factoría Disney y también con algunas de Pixar y DreamWorks.
En subtitulación, los clientes suelen partir de la misma base: si es pertinente para la trama, se traduce. Recuerdo algunas cancioncillas de Madagascar y de Shrek en las que tuve que emplearme a fondo para que sonaran bien, aunque fueran para leerse. Contar las sílabas es esencial, así como conservar la rima (aunque hay quien defiende que da igual porque no se oye) y, evidentemente, el sentido. Todo un reto.
Por último, otra de las dificultades en este tipo de películas la encontramos al traducir los comentarios del director y el cómo se hizo, ya que abundan los conceptos técnicos. Si bien muchas veces se dejan en inglés, hay que asegurarse de entender bien el proceso (de ahí la importancia de saber cómo se hace una película de animación) y traducirlos correctamente.
Para este vocabulario más técnico y especializado, aquí van algunos enlaces útiles:
Seguro que me dejo algo en el tintero, pero con suerte tendréis una buena idea de cómo van estos proyectos de subtitulación, al menos por lo que yo he visto, traducido y revisado.
Por supuesto, hay muchas variables en este proceso: el cliente, que puede que tenga programa propio o pida al traductor que trabaje con el suyo, además de exigir ciertos requisitos; el tiempo, porque no es lo mismo subtitular para el cine o la televisión que para el DVD; el tipo de encargo, porque si piden traducción y pautado, esto último requiere más tiempo y, por consiguiente, cobrarlo extra; y muchos elementos más.
Espero que os haya gustado y nos vemos muy pronto.
Que los traductores somos algo tiquismiquis y tenemos un radar especial para los calcos y las frases que rechinan en los doblajes no es algo nuevo. De vez en cuando, de hecho, cuelgo en twitter las que me parecen más graciosas o sangrantes. Para muestra, dos botones, ya sea en doblaje (o voces superpuestas):
o bien los calcos en prensa:
Sin embargo, hoy me centraré en los calcos presentes en las traducciones audiovisuales tomando como base el excelente artículo «Eres patético: el español traducido del cine y la televisión» de Miguel Duro en La traducción para el doblaje y la subtitulación (Cátedra, 2001) y los documentos de la Comissió de Normalització Lingüística, Versió doblada, que se publicaron entre el año 1997 y el 2002.
El calco como virus
Duro explica con mucho atino que el agente infeccioso más grave de todos los que campan en las malas traducciones de las películas y las series de televisión es el calco, en cualquiera de sus modalidades (fonético, léxico, semántico…). Aclara que en sí, como procedimiento de traducción, no es rechazable porque muchas veces enriquece la lengua, pero supone un problema cuando se usa mal.
Entonces, ¿el calco puede ser bueno? Puede ajustarse bien en una traducción cuando existe una laguna lingüística en la lengua receptora, pero hay que llevar cuidado porque muchas veces (en la mayoría, quizá) es un error. Como en los siguientes casos:
Calco léxico o paronímico: falsos cognados, como traducir actually por «actualmente» cuando es «en realidad»; o library por «librería» cuando es «biblioteca».
Calcos tipográficos: el uso de mayúsculas en los gentilicios en castellano, por ejemplo (no aparece en un doblaje, evidentemente, pero sí puede darse en subtitulación).
Calcos sintácticos: cuando se traduce literalmente la estructura de la lengua de partida y se obtiene como resultado una estructura que no es natural en la lengua de llegada.
En su artículo, Duro nos deja algunos ejemplos de calcos reales oídos en Titanic, Corrupción en Miami y El piano. He aquí algunos de Titanic (los comentarios entre paréntesis son míos y que conste que no tengo en cuenta el factor de ajuste labial):
Tiene toda mi atención — You have all my attention (¿No sería mejor: «Soy todo oídos», por ejemplo?)
¿Bromeas? — Are you kidding? (¿Dónde está nuestro «¿Me tomas el pelo?»? Y ya no digo «¿Estás de coña?» porque no quedaría bien en el contexto de la película)
Eres maravillosa — You are wonderful (Hombre, yo no sé si le diría eso a mi pareja, quizá utilizaría otro adjetivo)
Me temo que así es, mi querido amigo — I’m afraid that’s the way it is, my dear friend (en español cada vez tememos más)
No hay ninguna evidencia de que — There’s no evidence that… (Un calco bastante común también en las series policíacas. Aquí, mejor «prueba” o incluso «indicio»)
Como sigue diciendo Duro, «la gente repite lo que escucha y lee —por imitación— o lo que oye, por absorción subliminal. Si día tras día recibe el impacto continuo de un español al que se le ven las costuras del inglés, acaba por parecerle normal ese español y éste termina corrompiéndose».
Aquí es donde aparece el dubbese, el lenguaje propio de las traducciones audiovisuales, esas soluciones faltas de naturalidad que acaban impregnando nuestro idioma y llegan hasta los guiones de producciones nacionales. El compañero Alberto Fernández nos lo explica muy bien en esta entrada de blog.
Orígenes del calco
Miguel Duro comenta que puede haber dos causas que expliquen por qué traductores y adaptadores/ajustadores se aferran al calco: una técnica y otra conjetural. La técnica alude a las limitaciones o restricciones inherentes a la traducción para doblaje o subtitulación, en la que la palabra está subordinada a la imagen:
Doblaje: hay que adaptarse al sincronismo de caracterización, de contenido y fonético (labial).
Subtitulación: hay que adaptarse al tiempo y espacio disponibles.
La segunda causa, la conjetural, se refiere a las condiciones en las que el traductor realiza su trabajo: escasez de tiempo, falta de recursos, malas condiciones económicas, ausencia de revisores, comodidad, negligencia profesional o inconsciencia de la responsabilidad respecto de idioma y del público.
Tal vez añadiría la dejadez que hay a veces hacia la lengua materna. Parece que nos preocupemos más del dominio de nuestra lengua B que de la materna. Hay que leer más en castellano y preocuparse más por la ortografía y las normas generales de nuestro idioma.
¡Una solución quiero!
¿Hay cura para este mal? No es pan comido (que no trozo de pastel), pero puede hacerse. Para empezar se puede avisar a las distribuidoras o cadenas de televisión de los errores que se descubran en series y películas (igual que muchos lectores avisan a las editoriales de gazapos en libros).
Otra solución sería conseguir que los profesionales del doblaje y la subtitulación (no solo traductores) se concienciaran de la responsabilidad que tienen con la lengua, la cultura y con el público al que están destinadas las obras audiovisuales. Aunque, bueno, esto último es más difícil de ponerlo en práctica por su abstracción.
¿A vosotros se os ocurre algo más?
Casos y cosas
Veamos algunos calcos que pueden no ser tan obvios como parece. Empezaremos con la interpelación y los vocativos, y remataremos con una colección de calcos recurrentes.
Calcos en la interpelación
En inglés la interpelación a una persona se hace a menudo aludiendo a la función de la interpelación: agente, doctor, landlord,boss… En castellano no solemos identificar la interpelación salvo en casos muy determinados (como camarero, maestro, doctor), sino que se utiliza una expresión genérica como un «eh» o un «oiga».
No sé vosotros, pero la última vez que me pararon en un control no usé ni un «Bona nit, mosso» ni un «¿Algún problema, agente?». ¿Es grave, doctor?
Y no solo al saludar sino en otras interacciones también, donde podemos prescindir de la persona directamente (y más aún si ya se ve en pantalla). En lugar de «Perdone, agente o «Tenga, señor» nos basta con un «Perdone» o un «Tenga», sencillamente. Fácil de hacer en subtitulación y en doblaje dependerá de cómo quede en boca.
También hay que señalar la generalización en los inicios de las frases interpelativas de muchos doblajes un «di» absolutamente artificioso que ha surgido como recurso fácil de ajuste para alargar las frases. Sin embargo, una vez más, no hay que olvidar que nos debemos a la imagen y a los labios, de modo que a veces es necesario.
Algo parecido pasa con la apelación nominal. Es frecuente en inglés apelar un personaje con nombre y apellidos para enfatizar un reproche o una orden. Esto da lugar a frases como «Peter McDonald, siempre serás un animal» que resultarían más adecuadas usando verbos de atención como «¿Oyes, McDonald? Siempre serás un animal» o «Mira, McDonald, siempre serás un animal», por poner un ejemplo.
Traducir con el culo
A traducir se va aprendiendo con el tiempo y todos mejoramos con cada texto, pero es fácil traducir con el culo si no se va con cuidado. Así que ojito con el ass, que a veces nos nubla:
• And you want us to stick our ass out to protect him? traducido literalmente «¿Y quieres que nos juguemos el culo por protegerlo?» en lugar de la forma más genuina «¿Quieres que nos juguemos la piel para protegerlo?».
• Get your ass out of here traducido por «Quitar el culo de aquí», en vez de «Lárgate de aquí».
No hay que olvidar que ass puede traducirse muchas otras veces por cosas muy distintas:
Don’t be an ass! = No seas imbécil.
What an ass I am! = ¡Qué burro soy!
To make an ass out of somebody = Quedar en ridículo, hacer el panoli, etc.
She’s a piece of ass = Es un bombón.
«¡Maldición, Mike!». Los insultos e imprecaciones: bastardo, maldito, jodido…
Hace un tiempo ya hablé de esto en una entrada. Me maravilla que, con la riqueza léxica que tenemos en castellano para estos menesteres, aún se oigan expresiones del tipo «jodido cabrón» cuando tenemos «cabronazo», entre muchas otras lindezas.
Muchas veces parece que tengamos miedo a adaptar el texto demasiado libremente, pero es lo que requiere para que funcione y resulte veraz. Hay que atreverse a cambiar.
En este sentido os recomiendo los monólogos de Goyo Jiménez (al final del artículo) para que veáis el partido que le saca él a estas situaciones. Risas garantizadas.
¿Dónde está el calco, aquí o aquí?
El castellano no utiliza tan a menudo este adverbio de lugar como el inglés. Es un caso parecido a please y por esto no siempre es necesario traducirlo. Veamos dos ejemplos rápidos:
Un hombre invita a cenar a una chica que hace días que no sale de casa (¿será traductora?) y comienza con la frase You feel like getting out of here?, que se puede traducir por «¿Te apetecería salir?» sin necesidad de decir «¿Te gustaría salir de aquí?».
En una situación de catástrofe, un protagonista exclama Let ‘s get out of here! Si no se trata de un espacio específicamente cerrado, la traducción sería «¡Huyamos!» y no necesariamente «¡Huyamos de aquí!».
Hay que añadir que otra frase habitual en situaciones de pánico es Someone get me out of here!, cuya traducción literal «¡Que alguien me saque de aquí!» queda forzada y conviene recordar que la equivalente suele ser «¡Sacadme de aquí!». Además, en momentos de apuro, ¿no economizaríamos más con el lenguaje?
¿Cómo están ustedeeeees? (Is everything okay?/¿Todo va bien? – Are you alright?/¿Estás bien?)
Hay que adaptar siempre la traducción al contexto, eso es esencial. La primera expresión se puede traducir a menudo por «¿Cómo vamos?» o «¿Cómo va eso?» y la segunda por «¿Cómo te encuentras?», «¿Te has hecho daño?» (o «¿Te han hecho daño?», según contexto) o bien «¿Te encuentras mal?».
La traducción literal «¿Todo va bien?», por ejemplo, choca a veces con la información dada por las imágenes.
Por último, veamos algunas palabras y expresiones susceptibles de terminar calcadas:
Adultery / adulterio
En inglés, adultery, además de significar «adulterio» en el sentido de infidelidad conyugal, también puede significar «infidelidad religiosa» o «herejía»», como es el caso de la frase: Sodomy, blasphemy and adultery were the accusations made against the Templar order.
All you have to… / Todo lo que tienes que…
All inicia muchas expresiones verbales que, traducidas literalmente por «todo lo que», resultan recargadas. Quedan mejor resueltas con «solo» o «lo único»:
You said all I had to do was to try it = Has dicho que sólo tenía que probar y basta; Has dicho que sólo era cuestión de probarlo.
All I want is for Willy to be with his father = Solo quiero que Willy esté con su padre; Lo único que quiero es que…
As simple as that / tan sencillo como esto
Hay todo un repertorio en castellano para traducir la expresión It’s as simple as that: «en pocas palabras», «es muy sencillo» o, incluso, «en resumen».
To belong / pertenecer
En frases como That s where I belong / I belong to India, que designan el lugar donde uno se encuentra cómodo o considera su hogar, en vez de la traducción literal «Es donde pertenezco» o «Pertenezco a la India», debería decirse «Allí está mi casa», «La India es mi hogar» o expresiones similares.
Gimme a break / Dame un respiro
Sí, podría ser peor. Se podría traducir más literalmente aún, pero es una de esas frases muy de doblaje, muy dubbese. Más que hablar de respiros, lo que más decimos en estos casos es «No me agobies» o «No me atosigues», ¿no os parece? Incluso quedaría bien un «déjame en paz», depende del contexto.
Business / negocio
Este término en inglés también tiene el sentido genérico de «asunto», «cuestión» o «tema». Hay que fijarse en el contexto para saber si se habla de negocios estrictamente o no. En este sentido genérico, una frase como It ‘s a tricky business se traduciría por «Es un asunto complejo», y The man still had unfinished business para «El hombre aún tenía cuestiones pendientes».
Caucasian / caucásico
El inglés Caucasian nos aparece a menudo como identificación étnica utilizada por la policía. Se trata de un término de clasificación antropológica que designa el grupo humano leucodermo, también llamado «raza blanca».
En castellano, algunos diccionarios reservan «caucásico» para este concepto y «caucasiano» para el individuo de la región geográfica del Cáucaso, pero se tiende a considerarlos sinónimos. El problema es que, en doblaje, cuando un policía estadounidense dice que busca un hombre de aspecto caucásico o caucasiano, el espectador podría entender que hablamos de alguien del Cáucaso. Sería mejor, pues, traducir por «un hombre de raza blanca» o «un hombre blanco».
Este criterio no sirve, sin embargo, cuando este término se opone a otras identificaciones étnicas que, para un europeo, son también de piel blanca. Es el caso de hispano o latino, por ejemplo. Cuando en una película salen juntas estas identificaciones, se deberá mantener la traducción literal «caucásico» o «caucasiano».
Condescending / condescendiente
Es condescendiente quien se digna consentir algo alguien. No obstante, el inglés condescending alude a alguien que es altivo o desdeñoso. Y, en consecuencia, condescended debe traducirse por «despreciado».
Decent / decente
Según el contexto hay muchas más soluciones que la traducción literal. Veamos algunas:
Are you decent yet? = ¿Estás vestido? ¿Estás visible?
Decent chap= Un chico formal / Un buen tío
He was very decent to me= Fue muy amable conmigo
A decent sum= Una suma considerable
El antónimo indecent también puede tener alguna solución alejada del calco:
Indecent assault = Abusos deshonestos, agresión sexual
Detective / detective
Tiende a traducirse por «detective» cuando la mayoría de las veces sería mejor usar «inspector» o «comisario». En castellano, «detective» nos remite al privado.
detective constable(n)(Britain) agente (m) (de policía)
detective inspector(n)(Britain) inspector, inspectora (m)(f) (de policía)
detective sergeant(n)(Britain) oficial (m) de policía
detective story(n) novela (f) policíaca
detective superintendent(n)(Britain) comisario, comisaria (m)(f) (de policía); comisaria
detective work(n) trabajo (m) detectivesco; trabajo (m) de investigación
Devotion / devoción
Hay contextos, sobre todo los no religiosos, en el que el vínculo personal expresado por devotion se puede traducir mejor por «lealtad» o «afecto».
Dozen of / docenas de
En inglés dozen of tiene el valor de abundancia y es mejor traducirlo por: «bastante», «mucho», «un montón de», etc.
Escort / escolta – To escort / escoltar
En inglés to escort también tiene el significado acompañar, sobre todo en el sentido de cortesía. Así tenemos que escort agency debe traducirse por «agencia de azafatas» (sí, ya, a veces son algo más que azafatas) y no por «empresa de seguridad».
Eventually / eventualmente
Quizá uno de los calcos más odiosos. Con lo bonitos que son «al final», «finalmente», «a la larga»…
Subtítulo de un episodio de True Blood
Exciting / excitante
Este adjetivo tiene en general el sentido de emocionante, apasionante o estimulante. Y lo mismo ocurre con excite y excited, que corresponden a menudo a «emocionar» y «entusiasmar», en un caso, y «emocionado» o «ilusionado», en el otro.
You are a fraud! / eres un fraude
En inglés, fraud se aplica tanto a cosas como personas. En castellano no termina de funcionar con personas. Debe traducirse por «farsante», «impostor» o «tramposo». El sustantivo fraud también se puede traducir por «estafa», «trampa» o «engaño».
Funeral / funeral
En inglés, funeral designa genéricamente cualquier ceremonia de enterramiento, mientras que en castellano se refiere a la ceremonia religiosa, generalmente en un recinto cerrado. Por lo tanto, resulta más adecuado traducir el inglés funeral sólo por «entierro» en los casos que no haya rito religioso o bien cuando éste se hace en el cementerio mismo.
To get in one’s way / interponerse en el camino
El verbo interponerse corresponde a un registro formal que no se ajusta al registro coloquial habitual los diálogos de las películas. Si la expresión That’s the second time you got in my way today se traduce literalmente por «Hoy es la segunda vez que te interpones en mi camino», el resultado queda afectado por la connotación formal. La expresión equivalente sería «Hoy es la segunda vez que te me metes por medio» o también «Ya la segunda vez que…».
Long life / larga vida
En las aclamaciones del tipo Long life to the Queen la traducción más genuina es «Viva la reina» y no «Larga vida a la reina».
Macho / machista
En inglés este término designa comportamientos «de macho» que no siempre corresponden al concepto de «machista», a la relación de poder del sexo masculino sobre el femenino.
Por ejemplo, en una conversación entre dos agentes forestales en el que uno pretende resolver por su cuenta un problema grave y el otro le dice What are you telling me, more macho bullshit!, el sentido de la frase es «No te quieras hacer el duro», sin connotación machista propiamente dicha.
Make yourself comfortable / ponte cómodo
Hay contextos en los que la traducción «Ponte cómodo» no es la más adecuada. Cuando llegamos a casa y «nos ponemos cómodos» la frase tiene una implicación física, es decir, puede significar que nos cambiamos de ropa y de zapatos, lo que nos hace sentir cómodos de verdad. En cambio, a la gente que se invita a casa, las expresiones de acogida que se le dedican en castellano, y que son equivalentes a Make yourself confortable, son del tipo «no te cortes» o «como si estuvieras en tu casa».
Monument / monumento
En inglés monument puede hacer referencia a un paisaje singular (montaña, cañón) o área de interés histórico o científico (campo de batalla, yacimientos fósiles) de propiedad pública. En este caso, una traducción más adecuada que monumento sería «espacio protegido».
Officer / oficial
Calco en el ámbito policial que también se da en otros, como el militar o el educativo. En el ámbito militar el calco más frecuente es traducir mecánicamente officer por «oficial», cuando en realidad officer solo, sin ningún complemento, es un genérico que designa cualquier militar con mando, de sargento en general.
Así, officer’s uniform es más adecuado traducirlo por «uniforme militar» y no por «uniforme de oficial». Recordemos que el equivalente inglés de «oficial» es commissioned officer.
Plastic / plástico
En inglés tenemos el término plastic money referido al pago en tarjetas de crédito o débito. Una abreviación de plastic money muy usada es «plástico», que evidentemente no traduciremos por plástico, sino por «tarjeta».
Positive / positivo
Cuando un personaje ha de expresar una opinión en una reunión tensa, la traducción más adecuada de I’ll be positive es «Seré categórico o claro».
Proud / orgulloso
Este adjetivo tiene en inglés el sentido de orgulloso cuando se refiere a persona. Pero cuando se refiere a objetos inanimados o conceptos abstractos tiene el sentido de espléndido o glorioso. Así, la traducción adecuada de Our country has an old and proud history es «Nuestro país tiene una vieja y gloriosa historia».
Rank / rango
Este calco también es muy frecuente en películas bélicas. Normalmente rank se traduce por «graduación», o también, según el caso, por los símbolos que le indican, como «galones» o «estrellas». Así, high rank se traducirá por «alta graduación» y no por «alto rango».
Relax / relájese
La traducción literal del imperativo relax para «relájese» olvida un amplio repertorio de expresiones genuinas equivalentes: «tranquilícese», «tranquilo», «estése tranquilo» o «no sufra».
Room / habitación
Este término tiene también un sentido genérico de espacio, lugar o cabida. There ‘s no room for you puede significar «No hay sitio para ti». Hay que fijarse en la imagen porque una frase como Get out of the room se puede pronunciar en un despacho o un comedor y, en vez de la traducción literal «Sal de la habitación», habría que decir «Sal del despacho» o también «Sal de ahí/aquí».
Pasa lo mismo con frases como She’s in the next room cuando la imagen muestra claramente que la estancia del lado no es precisamente una habitación. Según el contexto, la traducción sería «Está en el otro despacho» o «justo al lado».
Scalpel / escalpelo
Este término inglés corresponde a dos términos diferentes en castellano: escalpelo y bisturí. El primero es un cuchillo pequeño usado para disecar y esculpir, mientras que el segundo es el instrumento usado en las incisiones quirúrgicas. Hay que fijarse en el contexto para elegir la traducción adecuada.
Sect / secta
En inglés, sect también tiene el significado de colectivo de creyentes de una religión sin connotaciones minoritarias o exclusivistas. Por lo tanto, a veces, en vez de traducirlo por «secta» es mejor traducirlo por «confesión», «religión», «credo». En inglés, una secta es cult.
Sexy / sexy
En inglés americano, este adjetivo se aplica a personas, cosas y situaciones (aparte del sentido puramente sexual, que es el único que tiene en castellano) en el sentido de interesante, agradable, goloso (atractivo en general) y también moderno, a la última moda, como se puede ver en los siguientes ejemplos: a sexy project, a sexy new car, a sexy party, a sexy book. Se deben evitar traducciones literales como «Buscamos empresas competitivas y sexys».
Single / soltero
Single referido a persona designa a alguien que vive solo y no necesariamente soltero. Según el contexto puede tratarse de una persona separada, como es el caso de I’m a single dad, que no se puede traducir literalmente por «Soy un padre soltero».
Special delivery / entrega especial
Mejor dicho se trata de una entrega urgente. Eso es lo que tiene de especial.
Verdict / veredicto
En situaciones que no correspondan al ámbito jurídico, verdict significa simplemente «opinión» o «dictamen».
Vigilantes
Este término inglés designa los grupos de ciudadanos que realizan funciones parapoliciales en EE. UU. Debe traducirse por «patrullas» o «justicieros», según el contexto.
Subtítulo de la película Gangster Squad
We’re history / Somos historia
La expresión To be history tiene varias traducciones según el contexto:
We’re history en boca de alguien que expresa una acción que se acaba de ejecutar se traduciría por «Hemos terminado».
That’s history para opinar sobre un hecho se podría traducir literalmente por Esto ya es historia y también para «Esto ya es agua pasada».
We did it! / ¡Lo hemos hecho!
Calco que también se da en la traducción literal «Lo haremos» de We’ll make it. Las traducciones adecuadas serían «Lo hemos conseguido», «lo conseguiremos» o «saldremos adelante», incluso.
To be welcome / Ser bienvenido
Esta expresión pide varias traducciones según el contexto. You’re not welcome es una expresión de rechazo muy frecuente que se puede decir de muchas maneras: «No te queremos aquí» o «¿Qué se te ha perdido?».
En las frases siguientes observamos otras traducciones más adecuadas que la literal «No eres bienvenido».
You’re not going to be welcome in this neighborhood se puede traducir por «No te recibirán bien en este vecindario».
A gunfighter’s not very welcome in most plazas se puede traducir por «A un pistolero no lo quieren en ninguna parte», por ejemplo.
We’ll make him welcome se traduce mejor con «Le daremos una buena acogida/un buen recibimiento» que por «Haremos que se sienta bienvenido».
Hasta aquí la entrada de hoy sobre calcos. ¿Se os ocurre algo más? ¿Hay alguno que os dé rabia?
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¿Qué dicen del calco y del dubbese en otros artículos?
Nos os perdáis este monólogo de Goyo Jiménez en los que reflexiona sobre el mundo audiovisual español y estadounidense, y su forma de hablar. Momento lingüístico en el 05:50, sobre los insultos.
Otro monólogo en cuanto a disparidades culturales. En el 14:30, cómo se liga en el instituto; en el 17:00, cómo se habla en el ámbito médico y en el 19:00, el policial.
Después de ver Ted (Seth MacFarlane, 2012) he creído oportuno hablar un poco de las adaptaciones culturales. Con esto no me refiero a la traducción de un único referente cultural sino al cambio prácticamente total de una película.
Pero para entender cómo funciona esto, repasemos primero qué es un referente cultural y qué importancia tiene.
Para ser un buen profesional, un buen traductor no sólo necesita una formación lingüística, sino también debe conocer muy bien la cultura de la lengua origen y la cultura de la lengua de llegada para poder trasvasar correctamente el mensaje y hacer bien su trabajo, de ahí la importancia que tiene el referente cultural o culturema en traducción.
Esta tarea no es fácil en ningún tipo de traducción, pero menos aún en traducción audiovisual, cuando hay veces que tenemos una imagen que complementa lo que estamos oyendo o incluso lo contradice. El referente cultural es, por tanto, esencial.
Para entender bien el concepto de referente / referencia cultural cito a Rosa Agost (1999), que entiende que los elementos culturales son aquellos «que hacen que una sociedad se diferencie de otra, que cada cultura tenga su idiosincrasia». Para la autora, elementos culturales son: lugares específicos de alguna ciudad o de algún país, aspectos relacionados con la historia, con el arte y con las costumbres de una sociedad y de una época determinada (canciones, literatura, conceptos estéticos); personajes muy conocidos, la mitología, la gastronomía, las instituciones, las unidades monetarias, de peso y medida, etc.
A la hora de traducir, ante un referente cultural podemos adoptar tres posturas:
a) Domesticación/naturalización: consiste en eliminar los elementos del texto origen (TO) que puedan resultar extraños para la cultura de llegada. Para ello, se sustituyen los elementos desconocidos por otros propios de la cultura del texto meta (TM). Como ejemplo de esta estrategia tenemos el mítico doblaje de Cosas de casa (Family Matters), donde una familia afroamericana de Chicago hablaba felizmente de personajes como Bertín Osborne.
b) Extranjerización: es la estrategia traductora opuesta a la anterior. Los elementos propios de la cultura del TM se mantienen en la traducción del TO, se dejan en ese idioma sin más.
c) Neutralización: consiste en trasladar un elemento de la cultura del TO en la cultura del TM sin marcas culturales, bien sea por desconocimiento del traductor o por conveniencia en la traducción. Un ejemplo puede ser el de una marca comercial de la cultura de origen que no encontramos en la nuestra. En este caso se suele sustituir marca comercial por su genérico. Una frase como «She put some Hunt’s on her meat» podríamos reformularla como «Le echó salsa barbacoa a la carne».
Para hablar de casos concretos, un ejemplo famoso es el de Regreso al futuro. En una de las entregas, la madre de Marty McFly se dirigía a él como «Calvin» porque en sus calzoncillos tenía escrito «Calvin Klein». En España, dado que por entonces no había llegado aún esa marca, se cambió a «Levi Strauss». Es un caso de referencia cultural adaptada que respeta también el idioma de partida, es decir, se ha optado por usar una marca americana que encaja en las dos lenguas y no provoca extrañeza en la versión española.
Lo que quizá sí podría provocar extrañeza es que por aquella época en España, Levi’s solo comercializaba vaqueros. Donde debería llevar escrito lo de Levi’s Strauss es en la etiqueta exterior del vaquero, no en la ropa interior.
Versión EN
Versión ES
La estrategia de naturalización se usó mucho en el doblaje de series norteamericanas de los ochenta y los noventa. En Cosas de casa y en El príncipe de Bel-Air se referían muchas veces a famosos españoles como Carmen Sevilla, María Teresa Campos, Julio Iglesias o Chiquito de la Calzada. Era una forma de no perder la gracia que en la lengua original tendría el hacer referencia a otro famoso como Oprah, por ejemplo.
En Sabrina, cosas de brujas, una serie más o menos reciente (sí, sé que ya han pasado unos añitos también), el gato Salem hacía muchas referencias a la comida española, famosos españoles y estereotipos de las diversas comunidades.
Últimamente este fenómeno se observa, sobre todo, en los largometrajes que nos llegan de Estados Unidos y las doblan aquí cómicos famosos. Es el caso de Ali G in da House, donde se hacían referencias a los maderos (en el original, feds) cuando podrían haber usado un genérico como polis, por ejemplo. Claro que aludir a nuestra realidad hace más gracia. Si queréis ver algunos ejemplos más, vale mucho la pena consultar este artículo de la compañera Carla Botella y esta entrada de su blog, Nobody is perfect.
Por cierto, ¿sabíais que según el doblaje español, Ali G viene de Lugo? Mirad, mirad (minuto 1:10): http://youtu.be/sn9zbLMWBDY
Shrek es otra película adaptada a nuestra realidad. ¿Quién puede olvidar el “Ahora vas y lo cascas” que José Mota ponía en boca del asno haciendo referencia a una coletilla suya? Pues bien, esta frase se aparta totalmente del texto original. En la película, la princesa Fiona lanzaba un eructo, semejante al que acababa de lanzar el personaje del ogro y el asno le decía a su amigo: «She’s as nasty as you are» (es tan desagradable como tú). Nada que ver con lo doblado.
También pasa en Austin Powers (doblaje con voces de Florentino Fernández), donde, además de las referencias, el personaje del Gordo Cabrón habla como Jesús Gil y Gil, y el malvado Miembro de Oro lo hace como Van Gaal.
Adaptación sí – Adaptación no
Para empezar, quien ve estas series o acude al cine a ver estas comedias espera reírse y que el humor le resulte cercano. La adaptación es la mejor opción en estos casos.
El marketing también tiene mucho que ver. Las frasecitas de «con doblaje de José Mota» (Shrek) o «con las voces de Andrés Iniesta y Piqué» (Piratas, 2012) tienen mucho gancho en la promoción. Y no solo porque le pongan las voces, sino porque le añadirán sus coletillas y frases célebres.
Por otro lado, una adaptación suele traer polémica. No todo el mundo (y seguramente menos aún la crítica) entenderá que se use esta opción. Y esto nos da pie a hablar de los subtítulos. ¿Es igual de aceptable una adaptación en los subtítulos? La discrepancia entre los referentes de la VO y la VS provocarán mucha extrañeza e incluso rechazo en el espectador.
Y, por último, ¿dónde está el límite? ¿Cuánto se puede cambiar sin que los personajes o la película, en definitiva, se pasen de ridículos?
El caso de Ted (achtung, spoilers)
En Ted veníamos avisados por el cartel promocional, que rezaba: «Una película que contiene juerga, pasotes, chonis y todas esas cosas que molan mogollón».
Pues, como siempre, los dichos tienen razón y quien avisa no es traidor. A mí ya me chocó que se hablara de chonis porque, para empezar, el término me remite a un tipo de chica española, que no americana, muy concreto.
En la película, por ejemplo, el personaje de Wahlberg trata de adivinar el nombre de la novia del oso y la retahíla de nombres es increíble (Vane, Yessy, Yoli, Chari…) pero no acierta. Al final cae en la cuenta y pregunta: «¿No será de esos nombres que empiezan por «la»?». Y efectivamente, la novia se llama «la Vane». No sé pero, dejando de lado que el doblaje es una ilusión y que sabemos que los protagonistas no hablan español, la historia transcurre en una ciudad norteamericana y a mí me cuesta pensar que haya chonis.
De todos modos, el fragmento original tiene tela:
Ted: I met a girl; she’s a cashier. John: No way! That’s awesome! We should fuckin’ double date or something, you, me and Lori and w-what’s her name? Ted: White trash name. Guess. John: Mandy. Ted: Nope. John: Marilyn. Ted: Nope. John: Brittany? Ted: Nope. John: Tiffany. Ted: Nope. John: Candace. Ted: Nope. John: Don’t fuck with me on this! I know this shit! Ted: Do you see me fuckin’ with you? I’m completely serious. John: Alright, speed round. I’m gonna rattle off some names, and when I hit it, you fuckin’ buzz it, okay? You got me? Ted: You do it. I will tell you. Yeah. John: Alright: Brandy, Heather, Channing, Brianna, Amber, Serena, Melody, Dakota, Sierra, Bambi, Crystal, Samantha, Autumn, Ruby, Taylor, Tara, Tammy, Lauren, Charlene, Chantelle, Courtney, Misty, Jenny, Krista, Mindy, Noel, Shelby, Trina, Reba, Cassandra, Nikki, Kelsey, Shawna, Jolene, Urleen, Claudia, Savannah, Casey, Dolly, Kendra, Kylie, Chloe, Devon, Emmalou, fuckin’ *Becky*? Ted: No. John: Wait; was it any of those names with a «Lynn» after it? Ted: *Yes*. John: Oh, I got you, motherfucker! I got you!
[Ted laughs] John: Okay. Brandi-Lynn, Heather-Lynn… Ted: Tami-Lynn. John: [Exasperated] *Fuck*!
Cómo no, también echan mano de famosos españoles. Por ejemplo, «la Vane» habla como Belén Esteban (pero igual, ¿eh?) e incluso dice aquello de «Por mi hija, ma-to», hacen referencia a los personajes de Verano Azul y a un niño regordete le llaman Falete. En este caso, en VO decían «Back off, Susan Boyle» y es un personaje que también conocemos aquí. Si se pensó que no haría gracia, quizá podrían haber optado por otra cosa en lugar de adaptarlo tanto. No sé, se me ocurre «tonelete» o mejor «gordito», si querían conservar las tres sílabas puesto que se dice muy rápido.
A mí todo estas estas referencias me dejaron sin palabras pero os juro, porque estaba ahí y doy fe, que la gente se partía de la risa.
Por la red ya se han hecho eco del doblaje y es alucinante ver el desconocimiento que impera en general. Para empezar, no es cosa del traductor y aún menos de los dobladores (sí, hay quién aún no ve la diferencia entre ambos). Por otro lado, está claro que si recibes la consigna de adaptar, adaptas, y las órdenes vienen de arriba. Me imagino que desde un principio quisieron trasladar la película a la cultura española.
Hay opiniones para todos los gustos. Hay quien piensa que españolizar tanto el doblaje es un signo de la poca confianza que se tiene en la inteligencia del espectador. Por el contrario, hay personas que defienden este tipo de doblajes porque si se hiciera otro tipo de traducción se perdería la gracia.
Otros comentan, con bastante acierto, que el problema añadido de este tipo de doblajes es su fecha de caducidad. Al utilizar bromas sobre famosos del momento, cuando vuelves a ver la película en pocos años ha perdido la gracia que tenía en su momento.
Sea como sea, lo que está claro es que la película en inglés y la doblada son dos cosas distintas. ¿A vosotros qué os parece?