El lenguaje de la noche

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Hace unos añitos, Dinio (famoso en España por mantener una relación sentimental con Marujita Díaz) dijo en unas declaraciones a la prensa rosa que «la noche me confunde» y la frase se quedó en el acervo lingüístico de muchos españoles. No es para menos, ¿se referiría a la etimología y a las distintas partes de la noche?

La palabra noche viene del latín noctem y este de la raíz indoeuropea (nekw-t), que encontramos en casi todos los idiomas indoeuropeos: ночь (notch, ruso), Nacht (alemán), νῡκτός (niktos, griego), niça (sánscrito); y fijémonos en los más cercanos: noite (gallego), nit (catalán); nueit (occitano), notte (italiano) o noapte (rumano).

¿Cuándo empieza la noche? ¿Solo es cuando se agota la luz del sol? ¿Por qué en castellano dura tanto la tarde, si en catalán, por ejemplo, está el vespre y el evening en inglés? Casi parece que, en general, la noche es para recogerse y dormir (sobre todo entre semana).

Sin embargo, la noche tiene lo suyo y ya los centinelas romanos dividían la noche en cuartos.

  1. prima
  2. modorra (que también es lo que te entra después de una comida copiosa en domingo antes de o durante la peli de Antena3)
  3. modorrilla
  4. alba

San Isidoro de Sevilla, polímata (sabio en varias disciplinas, vaya) del siglo VI, dividía la noche en siete partes:

  1. vesper
  2. crepusculum
  3. conticinium
  4. intempestum
  5. gallicinium
  6. matutinum
  7. diluculum

Alfonso de Palencia recogió en su Vocabulario universal en latín y en romance (Sevilla, 1490) las siguientes ocho partes de la noche:

  1. tarde (poniéndose el sol).
  2. crepúsculo (quando comiençan las tinieblas).
  3. concubio (quando los hombres duermen).
  4. noche intempesta (quando todos los animales profundamente reposan).
  5. conticinio (quando todas cosas parecen estar callando y adormidas).
  6. gallicinio (quando los gallos comienzan a cantar).
  7. dilúculo (quando más espesas vezes cantan anunciando la cercanía del alba).
  8. antelucano (quando ya el alba comienza a desparzir las tinieblas).

El castellano posee numerosas palabras para definir los diversos aspectos de la noche. De la división de San Isidoro se heredan muchas de las etimologías, así conticinio (parte de la noche en que todo está en silencio), galicinio (hora previa al alba en la que canta el gallo; ¿no os parece una palabra preciosa?), o dilúculo (la última de las partes). Por otro lado, de la división recogida por Alfonso de Palencia procede concubio, tiempo en que se recogen las gentes para dormir.

Siguiendo con la noche y sus curiosidades, leo en redes que, en muchos idiomas, noche es una derivación de N + 8. Es un caso de coincidencia fonética que no tiene ninguna base real (è ben trovato), pero para trolear al cuñado en Nochebuena…

  • Español: n + ocho = noche.
  • Portugués: n + oito = noite.
  • Italiano: n + otto = notte.
  • Francés: n + huit = nuit.
  • Inglés: n + eight = night.
  • Alemán: n + acht = nacht.

Bueno, después de todo esto, espero que la noche haya dejado de confundiros, como a Dinio. ¡Nos vemos a la próxima!

Fuentes:

Juego en el trono

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Poco imaginaba yo que me tocaría traducir sobre excrementos, pero en plan lúdico. Algunos encargos son como un soplo de aire fresco y este, aunque parezca lo contrario, lo fue.

Me dio la oportunidad de jugar mucho con la lengua (con sinónimos e hipérboles; acertijos y juegos de palabras) y de trastear con programitas que usaba cuando impartía clases de inglés a niños pequeños (benditas páginas de recursos para profes, como las sopas de letras). 

Y qué maravilla fue desempolvar el diccionario para ver todas las formas de hablar de excrementos humanos. El DRAE, por ejemplo, incluye: aca, acatanca, alhorre, bojote, caca, cagada, cagajón, cagaluta, cagarruta, cámara, catalina, cerote, chichina, deyección, egestión, excremento, heces, jiña, majada, meconio, miércale, miércoles, miéchica, mierda, mojón, naco, ñaña, ñisca, pez, plasta, popó, privada, zulla o zurullo. Algunos términos más coloquiales no los recoge el DRAE, pero se usan con frecuencia también como chuzo, kea, ñeja o truño.

Además, he descubierto cosas como que las heces del uombat son cúbicas y que el primer cubículo de un baño suele ser el menos frecuentado y, por ende, el más limpio. Yo intento acordarme siempre ahora, por aquello de no ensuciarme mucho las posaderas. 

Sin embargo, el mundo escatológico es muy muy amplio. En este artículo ya os hablé un poco del tema, de hecho. Y como quiero sacarle todo el jugo posible (ya, una imagen un poco desafortunada, lo sé), aquí van algunas curiosidades más que no están en el librito, pero que pueden sernos útiles en algún momento como traductores.

Deyecciones animales

Si la deposición es animal, distinguimos:

boñigaganado vacuno y caballar

bostaganado vacuno y caballar
burrilganado bovino o caballar
cagarrutaganado menor
caninaperro
cagajónganado caballar
carajónganado cabrío
cuitaaves
estiércolcualquier animal
frezcualquier animal
gallinazagallina
guanoaves marinas
morceguilamurciélago
murcielaguinamurciélago
palominapaloma
sirleganado lanar y cabrío
tulliduraaves de rapiña

Otras palabras relacionadas con lo excrementicio

coprofagiaingestión de excrementos
coprofiliaatracción fetichista por los excrementos
coprolitoexcremento fósil
coprologíaestudio de los excrementos sólidos
descomerevacuar el vientre
escagarruciarsehacer de vientre involuntariamente
escatófiloinsecto que, como larva, se desarrolla entre excrementos
palominomancha de excremento en la ropa interior
pujogana continua o frecuente de defecar o de orinar, con gran dificultad de lograrlo y acompañada de dolores
tarzanitolo que cuelga cual liana tras una deposición
zurrapa, zurraspapalomino

En fin, ya veis que, al igual que en el caso del miembro viril, en el mundo de los excrementos también hay nombres mil.

Si os ha llamado la curiosidad el libro y tenéis alguna amistad de las que se pasa un buen rato en el baño con el móvil, ¿qué mejor que regalárselo para que desahogue… aprendiendo? 

Cómo plantear una subida de tarifas

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¿Año nuevo… tarifas nuevas? Pues todo es planteárselo y más con las nuevas cuotas de autónomo que están al caer. Cuesta hablar de temas económicos porque en esta profesión —que tendemos a romantizar, y yo la primera— parece que esté feo hablar de dinero. Sin ir más lejos, leía en LinkedIn hace un par de días a un compañero que decía que no era buena idea meterse en la rama X de la traducción pensando solo en el beneficio. No sé, a mí me encanta lo que hago, pero quiero ganar dinero con ello y que me salga lo más rentable posible. De hecho, me gusta mucho esta cita de Paul Freet: «A business is a repeatable process that makes money. Everything else is a hobby».

Sea como sea, si eres un (traductor) autónomo y quieres plantearles una subida de tarifas a tus clientes, hay varias cosas que debes tener en cuenta:

  1. Ten una justificación para la subida. Como profesionales que somos podemos decidir cambiar un precio cuando y cómo queramos, sí, pero una subida siempre entra mejor con una justificación. Por ejemplo, si has aumentado tus costes operativos por lo que sea o, sobre todo, has mejorado tus habilidades o servicios, es más fácil justificar una subida de tarifas.
  2. Comunícalo a tus clientes con anticipación. Dales tiempo para adaptarse a los cambios y plantearse si desean seguir trabajando contigo. Evita plantearlo en mitad de un proyecto o traducción en marcha. Puede pasar que nos demos cuenta de que hemos calculado mal y, de repente, no nos sale tanto a cuenta cierto proyecto ya empezado. Cualquier cambio de precio debe hacerse antes de cualquier colaboración.
  3. Ofrece opciones a tus clientes. Por ejemplo, puedes ofrecer un paquete de servicios a un precio más ajustado, tal vez para trabajos más pequeños.
  4. Explica a tus clientes cómo les beneficiará la subida. Por ejemplo, y en relación con el primer punto, si has mejorado tus habilidades o servicios, explícales cómo les puede beneficiará eso a ellos. Quizá ahora ofreces un servicio de transcripción porque dispones de un buen programa para ello y sabes que al cliente Z le puede ir bien.
  5. Considera la posibilidad de negociar. Si mantienes una buena relación con los clientes, es posible que puedas llegar a un acuerdo sobre una tarifa intermedia. No hace mucho, le planteé una subida a una agencia. No me la aceptaron a nivel general, pero conseguí que para traducciones de X palabras, el precio sí fuera superior.

Por regla general, es importante ser sinceros y transparentes con los clientes a la hora de plantear una subida de tarifas y tratar de llegar a un acuerdo que convenga a ambas partes (pero, sobre todo, que te convenga a ti). Y no te fustigues si te responden con una negativa. Si se oponen a esa subida o directamente te dicen que te enviarán menos trabajo (sí, tal cual), es buen momento de reevaluar tu trabajo con ese cliente. ¿Te interesa seguir trabajando con esas condiciones? ¿Puedes prescindir de ese cliente? Tal vez así tengas más tiempo para encontrar a otro mejor.

¿Cuándo es mejor plantear una subida de tarifas u honorarios?

No hay un momento específico que sea el «mejor» para subir tarifas. Cada situación es única y dependerá de tus circunstancias personales y profesionales. También entran en juego varios factores, como el mercado en el que te encuentras, tu nivel de experiencia y la situación financiera de tus clientes Algunos puntos que puedes tener en cuenta al decidir si es el momento adecuado para subir tus tarifas son:

  • Tu situación financiera: Si han aumentado tus costes o estás pasando por un período de gran demanda, es posible que necesites subir las tarifas para que tu negocio siga siendo rentable.
  • Tu experiencia y formación: Si has mejorado tus habilidades o adquirido nuevas certificaciones o credenciales, es un buen momento para comunicarlo y plantearlo.
  • La situación del mercado: Si hay una alta demanda por tus servicios o si tienes una posición de liderazgo en el sector (porque quizá tienes una combinación lingüística poco frecuente o una especialización única), es posible que puedas subir tus tarifas sin perder clientes.
  • Tu relación con los clientes: Si tienes una buena relación con tus clientes y les has brindado un buen servicio, es más probable que lo entiendan y estén dispuestos a aceptar la subida de tarifas.

Sobre todo, y como decíamos antes, es importante examinar las circunstancias y asegurarte de tener una justificación para subir las tarifas antes de proceder. Comunícalo a tus clientes con tiempo suficiente y ofréceles opciones para que la transición sea más fácil para ellos.

No quiero terminar sin dejar por aquí el recursazo de ASETRAD, CalPro, para calcular honorarios, contabilizar gastos, etc. Y también esta plantilla más sencilla de #TeamTranslator, que te permite calcular a cuánto deberías cobrar la hora, la palabra, etc., para tener X beneficios, vacaciones y disponer de días libres en caso de una baja, por ejemplo.

¿Cómo lo haces tú? ¿Qué has hecho en una situación así? Te leo en comentarios. ¡Hasta la próxima!

End of the year… when you’re a freelancer

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As a freelancer, the end of the year can be a busy time as you wrap up projects and prepare for the new year. Here are a few things you can do to make the most of this time:

1️⃣ Review your projects and accomplishments: Take some time to reflect on your work over the past year. What projects were successful? What did you learn from any challenges you faced? This can help you set goals and priorities for the new year.

2️⃣ Update your portfolio: Use this time to showcase your best work by updating your portfolio with your most recent projects. This will help you attract new clients and opportunities in the coming year.

3️⃣ Plan for the new year: Use this time to set goals and create a plan for the upcoming year. Consider what projects you want to work on, what skills you want to develop, and how you aim to grow your business.

4️⃣ Network and market your services: The end of the year is a great time to reach out to potential clients and promote your services. Consider attending events, joining professional organizations, or reaching out to your network to let them know what you have been working on and what you can offer in the new year.

5️⃣ Take some time for yourself: It’s important to take care of yourself, especially during busy times. Make sure to take breaks and set aside time for relaxation and self-care.

Calendar page with the weeks from the 25th of December to the 6th of January blurred.

Pic by instachaaz (https://lnkd.in/d3VRaKpv)

Also, something that has helped me focus lately: declutter my desk. Believe me, it has been a real lifesaver.

And you? What do you usually do around this time?

Lo que dio de sí el #CongresoASATI

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Veinte años no se cumplen todos los días. Si no, que se lo pregunten a ASATI (Asociación Aragonesa de Traductores e Intérpretes), que los celebró la semana pasada por todo lo alto aprovechando el Día Internacional de la Traducción. El viernes 30 de septiembre y sábado 1 de octubre nos reunimos ponentes y asistentes, miembros y no miembros de ASATI en la Cámara de Comercio de Zaragoza para celebrar ese aniversario tan especial.

Tras el emotivo discurso de María Pilar Cardos, presidenta de ASATI, tuve el placer de inaugurar las jornadas con mi ponencia sobre las redes sociales como escaparate para el traductor. Cada vez somos más conscientes de la fuerza que tienen las redes sociales para promocionarnos, así que aproveché la oportunidad para dar algunos consejos sobre cómo desenvolverse en distintas redes (Twitter, páginas de Facebook, LinkedIn, Instagram y blog) sin enredarnos en exceso. ¿Los puntos principales? Ser memorable, publicar con regularidad y calidad (más que cantidad), tener una voz clara y no perder de vista a nuestro lector/espectador objetivo.

Después salió a la palestra Carmelo Beltrán, que nos habló de copywriting y, más concretamente, el orientado al marketing por correo electrónico. Carmelo nos explicó cómo ayuda a sus clientes, tanto marcas como profesionales independientes, a vender más y mejor. Nos contó cómo se vertebra un correo eficaz (idea + justificación + llamada a la acción + gancho) y cómo pensar en ideas para cubrir el contenido en cuestión (dar con el tema y los muchos subtemas; pensar en 10 problemas que puedan tener los clientes y 10 maneras de abordar cada uno; usar anécdotas, etc.). Y creatividad debe de tener un rato porque escribe a sus suscriptores un correo cada día. Ahí es nada.

Después de la pausa del café (madre mía, esos agujeros de dónut qué buenos estaban), volvimos con la mesa redonda sobre la jubilación, con Alicia Martorell y Álvaro Bajena, representante de la UPTA Aragón. Se habló de la importancia de conocer nuestros derechos y obligaciones como autónomos, con todas las cartas sobre la mesa. Un tema complejo pero muy muy necesario… y más viendo la que se avecina.

Y como colofón antes del almuerzo, vino Daniel Segura a contarnos cómo coordina los servicios de traducción e interpretación en la FIFA: los archivos que pasan a los lingüistas para que se documenten, el encaje de bolillos que tienen que hacer para cubrir las ruedas de prensa en los mundiales, etc. Curiosamente, la unidad de interpretación de la FIFA es bastante reciente, se creó en 2016, algo que cuesta de creer con la cantidad ingente de idiomas que se mueven en el mundo del fútbol y los eventos que se celebran al año para los que necesitan intérpretes: ¡más de 700! También nos explicó que cuentan con unos 200 intérpretes, pero, al principio, fue una auténtica odisea encontrar personal cualificado que quisiera trabajar para la FIFA. Increíble, ¿eh?

Después de comer, Fernando Navarro nos habló de las preguntas recurrentes que le han hecho a lo largo de estos años y procedió a desmontar los típicos tópicos: sí, se puede trabajar de traductor (médico); un traductor médico puede trabajar a la perfección aun no siendo médico, eso sí, formándose mucho, y sí, la traducción médica es difícil, pero vale muchísimo la pena. Habló de las impresionantes cifras de ventas que manejan las farmacéuticas y de la gran responsabilidad que tiene un traductor e intérprete médico. Nos recordó el terrible caso de «la palabra de los setenta millones de dólares» en el que la mala traducción de un término estuvo a punto de acabar con la vida de un paciente.

Alicia Martorell hizo doblete después de Navarro con su charla sobre la traducción institucional en la que nos contó cómo se trabaja para las grandes instituciones y qué hay que tener en cuenta para hacerlo bien. Pista: prestar mucha atención a las directrices de nuestro cliente (si prefiere mercadeo a marketing o emplear un anglicismo, aunque los más puristas se rasguen las vestiduras, pues eso hay que usar). Ponencias así animan a la fuerza, porque aunque siempre habrá clientes que paguen de aquella manera, las buenas —y buenísimas— tarifas existen.

Y como colofón, Clara Guelbenzu, Edna Santizo y Guillermo Pinilla compartieron mesa redonda en la que abordaron los avances y los retos futuros en interpretación de conferencias.

No está nada mal para un solo día, ¿eh? Pues al siguiente, hubo tres talleres muy distintos. Los dos primeros, paralelos, corrieron a cargo de Fernando Navarro y Rosa Llopis. Navarro dictó el suyo sobre la traducción e interpretación de la jerga de los médicos y Llopis nos endulzó con «El traductor entre fogones: la traducción de recetarios». Porque traducir gastronomía tiene miga, como explicaba ella misma en este artículo sobre la importancia de una buena traducción en el sector turístico y gastronómico.

Y ya como clausura de estos dos días intensos, ASATI trajo a Marián Amigueti, que nos habló de la marca personal para traductores e intérpretes. Ante algo que puede parecer muy poco concreto, nos ayudó a ver la importancia de destacar nuestro valor diferencial y comunicarlo con estrategia. ¿Con qué clientes trabajamos y con cuáles nos gustaría trabajar? ¿Qué fortalezas y debilidades nos vemos como profesionales? ¿Cómo les resolvemos la papeleta a los clientes? Solo conociéndonos a fondo podemos llegar a mejorar y cambiar también nuestro rumbo, si así lo queremos.

Tras estas jornadas variopintas y tan gratificantes, volví a casa con ganas de comerme el mundo, llena de ideas y con el corazón henchido de orgullo por nuestra profesión. Y sé de buena tinta que no soy la única, porque ASATI ha conseguido organizar algo muy muy especial. ¡Felicidades de nuevo por estos 20 años y que cumpláis muchos más!

PD.: Muchísimas gracias por la invitación, la organización y por el cariño de estos días. Desde Mapi a mi adorado Pinilla, pasando por Eva, Natalia, Jose, Núria, Sarah, Patri, Ana, Carles, Enrique, Sara, Amelia, Armando (gran charla, aunque casi perdiera el tren, jaja), Marián (por más cenas en las que casi tienen que echarnos) y tantísimos compañeros que me dejo y que espero sepan perdonarme. Ojalá podamos volver a vernos pronto.

Ecos del X Curso de Traducción Médica

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«En la casa todo se magnifica», recuerdo que dijeron en la primera edición de Gran Hermano. También que se trataba de un experimento sociológico, ejem. Veintidós años después lo compruebo en mis carnes tras una semana de trabacaciones en Cantabria. Y es que el curso de Traducción Médica que organiza Fernando Navarro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander cada verano es una experiencia intensa que hay que vivir. Y este año más aún, puesto que se trataba del décimo aniversario.

Veintitrés alumnas de distintas partes del globo —España, Latinoamérica y hasta Estados Unidos— con perfiles muy distintos (traductoras médicas, alumnas de grado y de máster en TeI, técnicas en emergencias sanitarias, bioquímicas, pediatras, traductoras de patentes, traductoras veterinarias, etc.) han disfrutado de treinta horas lectivas y actividades de todo tipo concentradas en una semana.

Este año ha habido talleres sobre trucos y metáforas del lenguaje médico, que impartía el mismísimo Fernando Navarro; sesiones prácticas de inglés médico y variedades del inglés bajo la batuta de la encantadora Jennifer Salmon; talleres sobre interpretación médica y mediación intercultural en reproducción asistida de la incombustible Carolina Lleó; clases magistrales y teatralizadas sobre medicina con el sabio Enrique Saldaña, y talleres sobre la traducción del lenguaje soez y la sexualidad, que tuve el placer de impartir yo.

La verdad es que ante semejantes eminencias y todo tan especializado, tuve mis reservas a la hora de aceptar, sobre todo la primera vez que impartí estas sesiones en 2016, pero en realidad todo está relacionado y los temas que traía encajaban muy bien con las dramatizaciones en consulta que preparó Carolina Lleó o los roleplays de Jennifer Salmon. De hecho, algunos de los contenidos de mis sesiones constan en el Libro rojo de Cosnautas por su intríngulis (¿qué NO sale en el Libro rojo, por otro lado?). También fue de gran ayuda que el grupo participara con un interés genuino, poniendo toda la carne —y las carnes— en el asador, sin tapujos ni desinhibiciones.

Pero volvamos a lo de que todo se magnifica. El curso de Navarro es tan humano, además de educativo y profesional, que siempre consigue unir a las personas, vengan de donde vengan o independientemente del momento vital en que se encuentren. Se crean tales vínculos y sensación de pertenencia que es inevitable sentir el dolor de la separación al final.

Porque, como decía antes, ha habido actividades de todo tipo para fortalecer este vínculo y que nadie se quedara solo. El domingo 14 tuvimos almuerzo en casa de Fernando para que nos conociéramos los profesores y ese mismo día hubo una cena en la residencia para las alumnas que acababan de llegar a Santander. El lunes se organizó una excursión hasta el faro y el martes tuvimos la gran suerte de visitar las neocuevas de Altamira (qué de curiosidades para un ávido grupo de traductoras). El miércoles, tras un paseo en el que algunas valientes degustaron los deliciosos —a la par que enormes— helados de Regma, disfrutamos de una cena de confraternidad con antiguas alumnas del curso de verano en las caballerizas de La Magdalena. El jueves estuvimos en la exposición virtual de Vincent van Gogh y luego nos fuimos al Palacio de la Magdalena para la cena de despedida. Pero eso no es todo, porque al término del curso, el viernes después del almuerzo, hubo una última excursión con cafelito en casa de Fernando Navarro.

Es imposible no sentirse parte de un todo y diría que hasta encontrar tu propósito después de unos días así de intensos. Cuántas cosas en la cabeza para escribir (como muestra este artículo después de tanto tiempo) y proyectos por empezar, porque como profesora he aprendido muchísimo tras conversaciones con los demás docentes y alumnas, sobre todo de los monólogos que se marcaron el jueves sobre distintas facetas de la traducción médica… y no solo. Desde el amor por las novelas negras y su relación con la medicina de Elena, pasando por un emotivo monólogo de Laura sobre el trastorno obsesivo-compulsivo, la importancia del saber para detectar enfermedades, de Carmen, de dónde viene lo de las cigüeñas que traen a los bebés de París, de Lucía, y muchas otras anécdotas e historias para el recuerdo. Porque sí, porque por si fuera poco, hubo hasta un concurso de monólogos a lo Famelab. Curiosamente, me di cuenta después de que he subtitulado varios de este tipo para una agencia. ¿Veis? Lo que os decía: todo está relacionado.

En definitiva, un curso inolvidable que deja huella en lo personal y lo profesional, y que no deberíais perderos si os apasiona la traducción médica y la divulgación científica. Atención a las redes de Fernando Navarro porque las plazas son limitadas y vuelan. Y es fácil ver por qué.

Por la parte que me toca, ha sido un verdadero honor participar en la edición de 2016 y la de este año. No sé si habrá una tercera ocasión, pero me guardo lo vivido en el corazón y lo atesoraré siempre. Gracias, Fernando, y gracias también a la Fundación Lilly, Cosnautas, Fundación Dr. Antoni Esteve y Tremédica por el patrocinio.

Obsequios para las alumnas y los docentes. Porque nunca se tienen demasiados libros… ni bolsas de tela.

¡Extra! ¡Extra! ¿Cómo se traduce un cómic?

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Este fin de semana pasado se celebró la última edición del Salón del Cómic en Barcelona; una ocasión única para descubrir las novedades, conocer a los autores y conseguir alguna firma que otra. Como traductora, aproveché para saludar a algunas editoriales. Pero ¿en qué consiste esto de traducir cómics?

La traducción de cómics (tiras cómicas, historietas gráficas, tebeos) es un ejemplo de traducción subordinada. En este tipo de textos, el contenido de los diálogos de los personajes están marcados en globos o bocadillos (callouts, speech baloons, speech bubbles, dialogue baloons) y cajas, con lo que se limita el espacio disponible para su traducción.

Este tipo de traducción tiene una dificultad añadida: los diálogos están estrechamente relacionados con el contenido visual; forman una unidad indivisible. Así pues, además de la limitación de espacio a la que nos vemos sometidos, es esencial mantener la correspondencia entre el texto y el dibujo.

Los cómics son historias visuales que están divididas en espacios de recuadros llamados viñetas (panels, en inglés). Cada viñeta representa un momento de la historia un cómic puede estar compuesto por una sola viñeta o por varias, que pueden cubrir una sola línea (a lo que llamamos tira), una página o un álbum entero.

¿Cuál es el orden de lectura de las viñetas y los globos?

Normalmente, las viñetas siguen el siguiente orden: primero, de izquierda a derecha y después, de arriba abajo. Los globos dentro de cada viñeta se organizan de la misma manera. Es importantísimo establecer correctamente la secuencia de los globos en una viñeta, ya que nuestra traducción deberá respetar este mismo orden. Caso aparte es el manga, donde las convenciones son distintas.

¿Cómo entregamos la traducción de un cómic?

Si el cómic tiene varias páginas, hay especificar primero el número de la página del TO que estamos traduciendo («Pág. 4»).

En el renglón siguiente indicamos por orden las viñetas y su traducción. Por ejemplo, «4-3:» indicaría que el texto pertenece a la viñeta número 4 y al globo número 3 dentro de esa viñeta. Algunas veces tampoco hace falta numerar el globo en sí si se sigue el orden de lectura. Como todo, lo mejor es preguntar a la editorial por sus preferencias.

También debemos respetar los resaltes en el texto; las negritas, por ejemplo, y cuando haya alguna cartela, rótulo o elemento especial en la imagen (en una viñeta aparece un cómic y también hay un cartel para el lavabo; ambos elementos anunciados entre corchetes).

Muestra de una página de un cómic de Bob Esponja.

Particularidades de la traducción de cómics:

1. Limitación de espacio: el traductor debe intentar que el texto meta de cada globo tenga aproximadamente la misma longitud que la del texto original. Cuando no sea posible, se usarán estrategias para ajustar la extensión.

2. Lenguaje coloquial (oralidad fingida): los cómics conservan muchas de las características del lenguaje hablado que, por lo general, tienda emplear un registro familiar y coloquial, aunque no siempre sea el caso.

  • Las oraciones suelen ser breves y sencillas.
  • La entonación es variada, con mezcla de oraciones interrogativas exclamativas y declarativas.
  • Las interjecciones son frecuentes.
  • Se encuentran repeticiones y redundancias.
  • Las oraciones pueden no terminar o interrumpirse.
  • Presencia de titubeos
  • Uso de contracciones
  • Palabras apocopadas y alargadas
  • Uso de modismos, frases hechas, refranes
  • Presencia de vocativos y apelaciones, además de expresiones de saludo y despedida.
  • Según el cómic, también puede haber insultos o palabras malsonantes.

3. Recursos de entretenimiento: los cómics se consideran literatura de entretenimiento, lo cual conlleva unas características específicas del uso de la lengua que se convierten en dificultades de comprensión y traslado a otra lengua.

  • Comparaciones humorísticas
  • Juegos de palabras
  • Chistes
  • Dobles sentidos,
  • Nombres humorísticos
  • Exageraciones
  • Equivocaciones
  • Coloquialismos
  • Ironías

4. Onomatopeyas: aunque encontramos los mismos sonidos en todas las culturas, la representación gráfica de estos sonidos puede variar de una lengua a otra. El típico «quiquiriquí» del gallo español que equivale al cock-a-doodle-do del inglés. Con onomatopeyas inventadas, se puede mantener la original o crear una nueva que funcione en la lengua meta.

5. Aspectos culturales:

Como en todas las traducciones, los aspectos culturales pueden ser problemáticos al trasvasar a la lengua meta. La cosa se complica en una traducción subordinada como es el cómic, porque algunas veces se desaconseja dejar notas al pie.

Las posibles soluciones dependerán de si es una traducción extranjerizante, domesticante o equilibrada. Por eso, antes de empezar a traducir, es fundamental determinar su función principal. ¿Traducimos una novela gráfica con alto grado de sátira social y política? ¿Es una historieta que busca reír? ¿Es un cómic didáctico para niños?

La función del cómic es la pieza clave que nos servirá de base para solucionar los problemas o escollos de traducción que nos presente el texto. Por ejemplo, si la función principal es provocar la risa del lector, cuando nos encontremos un juego de palabras intraducible, podemos hacer una traducción libre con el objetivo de mantener la función del texto: hacer reír.

Páginas y recursos útiles

Bibliografía

  • Gasca, Luis y Román Gubern. Diccionario de onomatopeyas del cómic. Cátedra, 2009 (2.ª edición).
  • Gasca, Luis y Román Gubern. El discurso del cómic. Cátedra, 2011.
  • McCloud, Scott. Entender el cómic. El arte invisible. Astiberri, 2019.
  • Riera-Eures, Manel y Margarida Sanjaume. Diccionari d’onomatopeies i altres interjeccions. Amb equivalències en anglès, espanyol i francés. Eumo Editorial, 2010. (Aquí va un ejemplo)
  • Rodríguez, Francisco. Cómic y traducción: preliminar teórico-práctico de una disciplina. Editorial Sindéresis, 2019.

Revisa que algo queda

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Hables con el profesional que hables, te contará su forma de trabajar para hacerle llegar el texto final al cliente lo mejor posible. No hay métodos infalibles, pero sí una regla de oro: revisar bien una traducción antes de entregarla.

No es la primera vez que hablo de revisión por aquí, puesto que ya abordé el tema en este artículo (con recursos fantásticos) y también hay consejos valiosos en este otro. Sin embargo, hoy vengo con una lista abreviada y directa al grano.

Este es mi camino:

✒️ Traducción (donde ocurre la magia). Para los encargos con Word, algunos trucos que van muy bien para ahorrarse trabajo después son los siguientes:

  • Escribir siempre con la función «Mostrar todo» habilitada te permitirá evitar la mayoría de errores de formato. Se activa pulsando el calderón (¶).
  • Memorizar los atajos de teclado más útiles. Puedes incluso configurar el teclado para asignar números sencillos a ciertos símbolos frecuentes.
  • Automatizar las palabras que siempre (o casi siempre) escribimos mal. Me pasa con «tambine» o «entocnes», por ejemplo. Si sabéis con qué palabras falláis más, utilizad el autocorrector para memorizar estas formas erróneas y que las cambie automáticamente por la forma correcta. En literaria, te será muy útil asignar «atajos» para aquellos personajes con nombres largos o complicados (que escribas Sch y te lo cambie directamente a Schwarzenegger, por ejemplo).
  • Controlar el uso de las comillas. La secuencia es la siguiente: «…“…‘…’…”…». Es más complicado retocarlo todo de un plumazo después.

✒️ Corrector de Word (básico). Eso sí, ojo con aceptar a ciegas porque puede ser que algún cambio no sea pertinente. Si trabajamos con alguna herramienta de traducción asistida, hay que usar la función de revisión también. La mayoría la llevan integrada ya, pero hay aplicaciones adicionales para hacer el control de calidad y corregir incoherencias, como Xbench.

✒️ Sugerencias de LanguageTool o mystilus: No está de más una segunda opinión para valorar si hay demasiados «pero» que podrían ser un «sin embargo», entre otros posibles cambios. Son aplicaciones ideales si las tienes integradas en el mismo Word.

✒️ Quitamanchas del Dr. Macro: Una macro fantástica para eliminar espacios dobles, colocar bien los espacios duros después de una cifra, etc.

✒️ Relectura: Hay cosas que solo puede captar el ojo humano y, sobre todo, el ojo entrenado del traductor y corrector. Y porque después de haber hecho algunos cambios, lo mejor es cerciorarse de que todo queda bien cohesionado.

¿Qué te parece? ¿Cuáles son tus pasos? ¿Me recomiendas alguna otra herramienta? ¡Hasta la próxima!

Volvemos con más lecturas para traductores

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Y con esta van ya siete publicaciones con lecturas útiles para traductores. La última fue para el Día del Libro de 2019 y parece que fue ayer, pero desde entonces han llovido libros muy interesantes sobre la profesión. Echémosles un vistazo.

Libros para aprender el oficio

1. Mujeres en la traducción audiovisual. Perspectivas desde el mundo académico y el profesional. Carla Botella y Belén Agulló (eds). Editorial Sindéresis, 2021.

Un compendio de artículos de grandísimas profesionales del sector que abarcan los distintos ámbitos de la especialidad: doblaje, subtitulación, accesibilidad, videojuegos, voces superpuestas. Muchos tienen un enfoque práctico y profesionalizador ideal para las personas que empiezan… y las que llevan ya un tiempito en esto. Mención especial al capítulo-charla de María José Aguirre de Cárcer y Raquel G. Rojas porque me encanta leer batallitas del sector.

2. Luces, cámara y… traducción audiovisual. Guía para futuros traductores audiovisuales. Eugenia Arrés, Fernando Castillo, Javier Rebollo y Juan Yborra. Pie de página, 2020.

Los autores, fundadores de Ampersound, se han marcado una guía la mar de útil para adentrarse en el mundo profesional. Abarcan cuestiones como los errores más frecuentes en doblaje, las tarifas en traducción audiovisual, las pruebas de traducción, los programas más usados del mercado y muchas cosas más. Además, incluye las pildoritas de traducción que Fernando Castillo publica en Twitter y hasta hago un cameo sin saberlo (¡gracias por mencionar mi artículo sobre la traducción soez!).

En definitiva, si acabas de salir del cascarón y te interesa la TAV, no lo dudes: es práctico e informativo a partes iguales.

3. Atrapados por la lengua. Sheila Queralt. Larousse, 2020.

Si os llama la atención la lingüística forense tanto como a mí, este libro os gustará este libro de Sheila Queralt que, como perito judicial, ha seleccionado 50 casos en que el análisis lingüístico ha sido crucial para determinar el grado de participación de los presuntos delincuentes. Desde el experto en fonética que supo encontrar la pista en los secuestradores de Anabel Segura o del supuesto narco de Barcelona que pasó 626 días en una cárcel italiana, hasta el lingüista forense que analiza denuncias por amenazas o casos de suplantación de identidad.

Queralt no se olvida de la traducción y también habla de ejemplos en los que la traducción o interpretación ha tenido un papel central para la resolución o el enfoque de un caso determinado. Porque el cómo decimos las cosas importa, en este caso, tanto como el qué decimos.

4. Cómo vivir (muy bien) de la traducción. Ruth Gámez y Fernando Cuñado. Autoeditado, 2021.

Tras más de veinte años de experiencia en traducción, Ruth Gámez y Fernando Cuñado, el dúo dinámico detrás de Traducción Jurídica, se lanzan a recopilar consejos para los traductores noveles y para aquellas personas sin formación en traducción que quieren aprender el oficio. Incluye una sección muy interesante en la que desmontan los mitos: no se puede vivir de esto, hay mucho intrusismo, la traducción automática nos quitará el trabajo, etc. Quizá no es un manual tan práctico como informativo, pero vale la pena si partes de cero.

Ensayos deliciosos sobre traducción

5. Simpatía por el traidor, Mark Polizzotti. Trama editorial, 2020. Con traducción de Íñigo García Ureta. (Cortesía de la editorial)

«Me preocupa la aparición de un mundo donde la traducción ya no sea realmente necesaria, no porque todos podamos hablar la misma lengua, sino porque las distintas lenguas del mundo ya no expresen las diferencias psicológicas y culturales que las hacían especiales e interesantes.»

Mark Polizzotti lleva casi medio siglo traduciendo y se plantea aquí qué es una traducción, para qué sirve, cómo leerla. Para conseguirlo, nos cuenta la historia de cómo llegamos a usar las distintas lenguas en nuestro beneficio, y qué sucede cuando no es así. ¿Cuál es el objetivo final de una traducción? ¿Qué significa tildar una traducción de «fiel» o «infiel»? Y, ya puestos, ¿resultan útiles estos criterios? ¿Qué responsabilidad ética tiene el traductor para con el lector y el texto de origen? ¿Es inevitable «perder» algo en la traducción, o también se puede ganar algo? ¿Puede y debe una traducción mejorar el original? ¿Qué hace que algunas versiones canten y otras chirríen? Y en última instancia, ¿importa la traducción? Y de ser así, ¿por qué importa?

No os perdáis la reseña de Carlos Fortea porque, como bien indica, «no hace falta estar iniciado en los secretos del oficio para disfrutarlo, y sin duda será una lectura de cabecera para muchos estudiantes de traducción que no saben por dónde dar el primer mordisco a la bibliografía».

6 y 7. This litte art, Kate Briggs. Fitzcarraldo Editions, 2020. // Este pequeño arte, Kate Briggs. Jekyll & Jill, 2020. Con traducción de Rubén Martín Giráldez.

Recomendación al cuadrado porque este ensayo (más bien un diario novelado) bien lo vale. Al menos, yo no pude resistirme a tenerlo en inglés y traducido. Para explicaros de qué va, os dejo mejor un fragmento de la completísima reseña de Ricardo Menéndez Salmón en La Nueva España:

«Kate Briggs, traductora al inglés de Roland Barthes, lanza en Este pequeño arte una singularísima mirada a las aventuras de la traducción, a propósito de sus límites y certezas, en torno a sus expedientes satisfechos y sus cuitas inagotables. Lo hace valiéndose de herramientas características del espíritu barthesiano (elogio de la delicadeza, cuestionamiento de la autoridad, desviación y reformulación del canon) para urdir un bellísimo libro que, sin dejar de ser un ensayo, se lee con la emoción de una autobiografía y con el hechizo de una novela. La clave de tan feliz centauro, su encanto y fascinación, radica en la capacidad de Briggs para explorar con inteligencia, pero también con pasión, las estancias de su tarea. Libro cerebral y al tiempo casi romántico, nacido de las miles de horas de trabajo de la traductora y a la vez de la devoción de una lectora que emprende sus excursiones textuales sin buscar otra recompensa que el propio viaje, Este pequeño arte es un homenaje a la literatura y a tres de sus provincias mayores, la lectura, la escritura y la traducción, inextricables en ocasiones, estancas otras veces, de pronto inefables, puntualmente iluminadoras, opacas a menudo incluso para quienes más y mejor las cortejan».

Tiene frases lapidarias y reflexiones que, si os apasiona la traducción como tal, os encantarán.

Obras de consulta

Las siguientes obras no son nuevas, pero sí incorporaciones relativamente recientes a mi biblioteca que ojalá hubiera tenido antes.

8. Diccionario combinatorio práctico del español contemporáneo (o Práctico para los amigos), Ignacio Bosque (dir.), Ediciones SM, 2011.

«En español sembramos trigo, pero también esperanzas, dudas y sospechas; clavamos una chincheta, pero también una respuesta; y se nos hiela el cuerpo por frío, pero también la sonrisa o la sangre por el miedo». A esto nos ayuda exactamente el Práctico, a ver cómo se combinan las palabras. Es un gran manual para traductores para dar con ese verbo que va con tal sustantivo y rehuir así de la posible influencia del inglés (o de cualquier otra lengua autonómica; que me lo digan a mí con todos los fer del catalán…). Muy muy recomendable.

9. Diccionario de ideas afines, Fernando Corripio. Editorial Herder, 2020 (2.ª edición).

La afinidad entre palabras que encontraremos en este diccionario puede surgir por tratarse de palabras sinónimas, antónimas o de mera relación ideológica. Es decir, no es un simple tesauro aunque pueda parecerlo a primera vista. A veces se incluyen voces que no son del todo equivalentes (fraile, sacerdote, órdenes religiosas) por la notoria afinidad de ideas o conceptos que están muy interrelacionados y constituyen una unidad ideológica homogénea (educación, enseñanza, alumno, profesor, escuela y estudio).

Os dejo varias fotografías para que veáis algunos ejemplos.

¿Os han gustado estas propuestas? ¿Tenéis ya alguno de estos libros o queréis dejar vuestras recomendaciones? Os espero, como siempre, en los comentarios.

Para más lecturas, os emplazo a artículos anteriores:

  1. https://enlalunadebabel.com/2012/09/10/lecturas-para-el-traductor/
  2. https://enlalunadebabel.com/2014/08/11/mas-lecturas-para-el-traductor/
  3. https://enlalunadebabel.com/2017/04/10/seguimos-con-las-lecturas-para-traductores/
  4. https://enlalunadebabel.com/2017/11/27/lecturas-para-el-traductor-especial-principiantes-iv/
  5. https://enlalunadebabel.com/2019/02/13/lecturas-para-traductores-clasicos-basicos-con-sorpresa-v/
  6. https://enlalunadebabel.com/2019/04/23/lecturas-para-traductores-especial-dia-del-libro/

Traducción a cuatro manos: la experiencia de Yuliss y Tamara

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A Julia M. Priego, Yuliss, la conocí en Málaga para unas jornadas del máster de la UMA y posteriormente participamos en una mesa redonda en las Jornadas Ándalus Románticas de 2015 con Juan Pascual y Puerto Barruetabeña. Por aquel entonces ya la veía con unas ganas tremendas de comerse el mundo… y en ello está ahora mismo junto a Tamara Arteaga, con quien lleva traducidos ya un buen puñado de libros.

Siempre me ha llamado la atención este modo de trabajo a cuatro manos para traducir libros, así que hoy las invito al blog para que me cuenten un poco cómo lo hacen ellas. ¡Vamos allá!

Tamara Arteaga (izquierda) y Yuliss M. Priego (derecha).

Antes de nada, un poco de contexto. Contadme, ¿qué formación tenéis?

Yuliss: Pues yo estudié el Grado en Traducción e Interpretación en la Universidad de Málaga, de donde soy, y luego decidí hacer el Máster en Traducción para el Mundo Editorial en la misma universidad, igual que Tamara.

Tamara: Así es. Yo cursé la licenciatura en Traducción e Interpretación en la Universidad del País Vasco y acto seguido el Máster en Traducción para el Mundo Editorial de la UMA.

Os conozco como tándem desde hace ya unos años, tenéis cuenta común en Twitter y web propia, Manzanitas Servicios Editoriales. ¿Cómo decidisteis unir fuerzas para traducir a cuatro manos?

Yuliss: Pues nosotras nos conocimos en 2008 gracias al fenómeno mundial de Crepúsculo, porque ambas traducíamos fanfics en una comunidad fan (www.fanfiction.net). Empezamos a entablar conversación sobre lo que habíamos leído y lo que nos gustaba, y…

Tamara: …y el resto es historia. Gracias a esa amistad yo me vine a Málaga a estudiar el máster y desde entonces fue natural para las dos trabajar juntas. De hecho, yo ya me he establecido aquí en Málaga y, además de traducir juntas, también impartimos clases de inglés en la misma academia.

Yuliss: Vaya, que nos tenemos más vistas que nada. Nos falta vivir juntas *Se ríe*.

¿Cómo es vuestro proceso de trabajo? ¿Cómo os repartís el trabajo? ¿Qué etapas seguís?

Tamara: Nos gusta dividir cada proyecto en varias etapas. Primero, echamos un vistazo a la longitud del documento, la fuente, la terminología, el número de capítulos… y después procedemos a repartirnos el libro de forma equitativa. A veces, una hace los capítulos pares, y la otra, los impares. En otras ocasiones, los hacemos de dos en dos, si son muy cortitos. De esa forma, las dos vamos avanzando a la par y conforme vamos acabando capítulos, revisamos los de la otra antes de la corrección final.

Yuliss: Lo bueno que tenemos nosotras es que, como nos conocemos desde hace tanto tiempo, y estamos tan compenetradas ¾tanto que a veces hasta hablamos a la vez y con la misma entonación y las mismas palabras¾, sabemos en qué peca más la otra y nos complementamos bien. De hecho, al ser Tamara del País Vasco y yo de Andalucía, nos ayudamos mutuamente a no caer en localismos que, sin el punto de vista de la otra, se nos escaparían seguro. Luego, cuando terminamos de traducir el manuscrito, nos gusta imprimirnos la novela (si la fecha de entrega nos lo permite) y corregirla a mano.

Tamara: Sí. Y es en esa revisión final (que yo personalmente odio, pero es muy necesaria), donde hacemos cambios de última hora y ponemos en común los errores más frecuentes que nos hemos encontrado para intentar evitarlos en los futuros proyectos.

¿Qué pros y contras creéis que tiene este método de trabajo? ¿Cómo explotáis las ventajas y solucionáis los contras que pueda haber?

Yuliss: Pues, a ver. Yo empecé traduciendo sola y luego seguí haciéndolo a cuatro manos con Tamara. Tener a otra persona que te corrija y que use otro tipo de expresiones y de lenguaje, a fin de cuentas, es bastante beneficioso para el texto. Cuando una traduce sola, luego depende de sí misma para revisarlo y es probable o, mejor dicho, seguro, que se nos pasen cosas por tener el texto viciado. Cuando somos dos, aunque ambas hayamos trabajado en el texto a la vez, es mucho más fácil identificar errores que se nos hayan escapado a cualquiera de las dos.

Tamara: En mi caso, yo siempre he traducido a cuatro manos. Mi primer encargo fue con Juan Pascual, y a partir de ahí he trabajado codo con codo con Julia. No sabría decirte qué contras hay de trabajar a cuatro manos porque, sinceramente, no los veo. El tema del dinero dividido… Teniendo en cuenta que al final solo traduzco medio libro, lo veo justo, y me permite compaginarlo con otro trabajo que me ayuda a pagar facturas, para qué nos vamos a engañar. A mí me gusta desahogarme de lo que traduzco con Julia, escribirle sobre lo que pasa y comentar en caso de que haya salseo *se ríe*, así que en todos los años que llevo traduciendo con ella, me quedo con lo mucho que he aprendido, la facilidad que tenemos de solventar problemas que nos han ocasionado varios textos a lo largo de los años y, por último, en que lejos de crear tensión en nuestra amistad, la ha fortalecido muchísimo.

Yuliss: Sí, aunque siendo sinceras, yo sí que podría ver una desventaja en trabajar junto a otra persona con la que, a fin de cuentas, no compartes un vínculo o una conexión. Lógicamente, este no es nuestro caso, porque lo único que nos falta es saber lo que está pensando la otra (y, a veces, hasta eso pasa *se ríe*). Pero cuando una editorial X, por ejemplo, necesita la traducción de un libro en un plazo de tiempo exageradamente corto e imposible para un solo traductor, suele encargarla a diferentes traductores que muy posiblemente no se conocen de nada. Eso sí podría llevar a que el lector luego note y perciba discrepancias por culpa de no haber unificado bien, o porque cada uno tiene un estilo muy distinto a la hora de narrar. Diríamos, entonces, que un requisito indispensable para que una traducción a cuatro manos sea un éxito es que haya cierta sinergia entre las dos personas involucradas.

Está claro que en vuestro caso hay mucha química, pero también mucho conocimiento del género romántico. Creo recordar que también teníais un blog y escribíais reseñas. ¿Seguís en la blogosfera? ¿Diríais que eso os ha especializado de alguna manera?

Tamara: Para mí, tener un blog, un canal de YouTube, o varias redes sociales a la vez es un «quiero y no puedo». Hay gente que lo llamaría un mal necesario, el problema que tenemos nosotras es que somos tan puntillosas que no pasaríamos precisamente poco tiempo con eso, un tiempo que no nos sobra. Si tenemos que elegir entre traducir los fines de semana o dedicarnos a las redes/blog/YouTube, la respuesta está clara. La traducción ya afecta a mi yo lector en sí. Así que necesito un poco de espacio personal también.

Yuliss: En lo referente a ser o no «especialista». Yo no creo que seamos especialistas de nada. Es cierto que tenemos unos gustos literarios similares y más específicos, pero, como ya hemos mencionado antes, no queremos limitarnos en nuestro trabajo. Suena a cliché, pero la traducción es aprender, y si nos encasillamos en un tipo de novela o género únicamente, entonces dejaríamos de aprender, y sería una pena. Además, cada novela es un mundo, y cada autor una rama de ese gran árbol que es la literatura.

Tamara y Yuliss con una de sus criaturas.

Tamara: Yo nunca he querido limitarme a la hora de géneros o subgéneros. Sí que es cierto que yo leo novelas románticas en su gran mayoría, y eso se nota también a la hora del interés que me pueda generar un encargo u otro. Sin embargo, también me gusta el desafío que implica traducir una novela a la inversa o que nos manden un encargo de algo completamente ajeno a lo que estamos acostumbradas, como puede ser una biografía o algo de esoterismo. Pero, vaya, que, siendo franca, siempre y cuando sea una editorial que se porte bien (y con eso me refiero a que pague bien, aunque hoy en día difícil…), yo no me quejo…

Yuliss: Yo leo un poco de todo, la verdad. Me gusta la novela romántica, así como la ciencia ficción, la fantasía, o la literatura juvenil. Debo decir que la novela romántica tiene un lugar especial en mi corazón porque fue el género con el que empecé a traducir profesionalmente, pero hoy día flipo con los encargos de juvenil fantástica, o incluso con la narrativa sentimental. Pero bueno, que yo le meto mano a todo *je, je*, tal y como ha dicho Tamara.

¿Tenéis algún trabajo interesante entre manos ahora mismo? ¿Y algún encargo que os haya marcado?

Tamara: En cuanto a proyectos que tengamos entre manos, no podemos desvelar mucho, pero sí que hay novelas New Adult que nos están gustando mucho, así como alguna que otra erótica que…*ñam*. No obstante, si tenemos que mencionar una traducción en especial, diríamos que con la que más hemos aprendido por el reto que nos supuso y el estilo particular de la autora es La maestra de la oscuridad de Addie Thorley, publicada por Munyx Editorial este pasado septiembre.

Yuliss: Totalmente. Es una novela juvenil fantástica, una reinterpretación de la famosísima novela Nuestra señora de París de Victor Hugo, que ha supuesto un antes y un después en nuestra carrera profesional. Ojalá todos los encargos fuesen así de satisfactorios.

Sé que ambas trabajáis en una academia de inglés. ¿Cómo lleváis lo de compaginar la traducción con la docencia?

Tamara: Tenemos la suerte de trabajar de lunes a jueves en la academia de inglés en la que llevamos impartiendo clases desde 2014. Gracias a eso, pagamos facturas y tenemos el tiempo libre suficiente como para dedicarnos a la traducción literaria; a cuatro manos, por supuesto. En mi caso, jamás lo he visto como un sacrificio de mi tiempo libre, sino más bien como cumplir un sueño. El sueño de trabajar en lo que he estudiado, aunque sea durante los fines de semana (y no esté tan bien remunerado como yo querría). Pero, bueno, si quiero tener perspectivas de futuro, no me queda de otra.

Yuliss: Mentiría si dijera que no me encantaría poder trabajar únicamente de la traducción literaria. Lo cierto es que es muy difícil vivir únicamente de eso. Soy consciente de que hay compañeros que lo hacen, o que malviven, no lo sé, pero en mi caso es imposible. Siempre me ha gustado traducir y, al igual que Tamara, tampoco veo como un sacrificio tener que dedicar muchos fines de semana a esa tarea. Pero, bueno, a veces necesitamos desconectar y, aunque tengamos que rechazar algún encargo, priorizamos nuestra salud mental. O si no los rechazamos, al menos sí pedimos unos plazos de entrega más que razonables, incluso para ser dos. De hecho, que seamos dos no necesariamente supone que tengamos el trabajo en la mitad de tiempo. Más bien lo contrario, dado lo rigurosas y perfeccionistas que somos.

Ya para terminar, porque sé que interesa y muchos querrán conocer vuestro modus operandi, ¿cómo buscáis trabajo y os presentáis a las editoriales? ¿Algún consejo para los traductores noveles (y no tan noveles) que nos leen?

Yuliss: En nuestro caso, lo que más nos ha funcionado a la hora de encontrar trabajo es, sin duda, hacer contactos. Conocer a los editores, a otros traductores, a gente del gremio. Aunque parezca una tontería, que te puedan poner cara es una ventaja sobre aquellas personas que mandan los CV sin ton ni son y a las que las editoriales no conocen de nada. Incluso un mismo compañero del gremio puede conseguirnos algún trabajo cuando este ve que no puede aceptarlo. En definitiva, ir a ferias, a encuentros, a charlas, conferencias, y hacer contactos.

Tamara: De hecho, conseguimos nuestra primera traducción a cuatro manos tras proponer una novela a una editorial en la Feria del Libro de Madrid de hace ya unos cuantos años. Además, ya hemos mencionado anteriormente que es importante conocer la línea editorial del sector en el que trabajamos. Así que nos aseguramos de tener algo en «común» con las editoriales a las que nos dirigimos o escribimos. La comunicación es clave. Por otra parte, yo recomendaría no limitarse solo a eventos españoles. No hay que olvidar que también se pueden encontrar clientes en autores extranjeros.

Yuliss: Y en cuanto a consejos, básicamente yo lo resumiría en una frase: ECHADLE MORRO. Mucho. Mi madre siempre me ha insistido desde pequeña que el que no llora, no mama, que el no ya se tiene, así que, ¿por qué no? Nosotras, cuando hacemos ronda de emails, sabemos que en su gran mayoría no vamos a recibir respuesta; pero, mira, siempre hay alguna editorial que responde, ya sea de forma positiva o negativa. Hay que insistir y ser pesados. Y, por mucha pereza que dé, las redes sociales ayudan mucho a eso. Conectar con editoriales ahora es muchísimo más fácil que antes, pero tampoco hay que olvidar que lo que vemos en Twitter, o Facebook, o Instagram, luego realmente no se refleja en la vida real.

Tamara: Bueno, yo no me considero nadie como para dar consejos; de hecho, casi preferiría que me los den a mí. Pero si tuviese que quedarme con algo de lo mucho que he aprendido, diría que no hay que hacerle caso a esa vocecita en nuestra cabeza que dice que no valemos para esto. Hay momentos en los que dudamos de nuestra capacidad, de nuestra competencia, pero jamás hay que olvidar que todos empezamos, todos progresamos, y al final lo que cuenta es que el lector, la editorial y el propio traductor queden satisfechos con el trabajo realizado.

Me encanta terminar con estos consejos y lecciones, porque son aplicables a muchas otras ramas también. Lo que decimos muchos a riesgo de hacernos pesados: paciencia, morro y mucho ánimo siempre. Yuliss, Tamara, muchísimas gracias a las dos por vuestro tiempo e interés. ¡Y por muchas más traducciones!