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En la luna de Babel

~ Blog sobre lenguas y traducción

En la luna de Babel

Publicaciones de la categoría: Aprendizaje

Lecturas para traductores. Clásicos básicos… con sorpresa (V)

13 Miércoles Feb 2019

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, Recursos, Traducción, traducción literaria

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documentación para traducir, lecturas, libros para traductores

Sabéis que, de vez en cuando, en el blog hablo de los libros que deberían estar en la biblioteca de cualquier traductor que se precie; como muestra, aquí van la primera entrega, la segunda, la tercera y la cuarta, que dediqué a los principiantes.

Pues hoy os propongo una muy especial. Los libros que veréis a continuación suelen recomendarse durante la carrera y los másteres por un buen motivo. Aunque a veces puedan parecer aburridos (sobre todo durante el grado), son fruto de años de práctica e investigación y son un buen apoyo no solo para los estudiantes sino también para los profesionales. Por ejemplo, el libro de Mossop es muy muy útil para la revisión y corrección de traducciones propias y ajenas.

 

Aquí tenéis la lista completa:

  1. Introducing Translation Studies de Jeremy Munday
  2. In Other Words de Mona Baker
  3. Translating as a Purposeful Activity, de Christiane Nord
  4. The Translation Studies Reader, a cargo de Lawrence Venuti
  5. Translation: The Basics de Juliane House
  6. Revising and Editing for Translators de Brian Mossop
  7. The Translator’s Invisibility de Lawrence Venuti
  8. Exploring Translation Theories de Anthony Pym
  9. Teaching Translation de Lawrence Venuti
  10. The Routledge Handbook of Translation and Culture, a cargo de Sue-Ann Harding y Ovidi Carbonell Cortés

¿Y por qué son tan especiales estos libros? Pues porque hasta el 28 de febrero de 2019, Routledge nos ofrece acceso gratuito para que podamos disfrutarlos desde ESTA PÁGINA.

Así que ¡leed cuanto podáis! En casos como estos, recomiendo que le echéis un buen vistazo a cada uno. Es la mejor forma de valorar si os merece la pena la inversión. De los libros más recientes solo puede consultarse en línea el 10 % del contenido, así que fijaos bien en el índice o la tabla de contenidos. Una oportunidad como pocas. ¡Aprovechad!

Este artículo se autodestruirá en tres, dos, uno…

Traductores sin fronteras y la traducción voluntaria

28 Lunes May 2018

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, Traducción

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colaboración, ONG, traducción humanitaria, traducción voluntaria, traducir para ONG, Traductores sin fronteras, Translators without Borders, TWB, voluntariado

¿Queréis practicar traduciendo de verdad y ayudar a los demás al mismo tiempo? Sara Olano, alumna del grado de Lenguas modernas y Traducción de la UAH escribe este interesante artículo sobre Translators without Borders para el blog. ¿Quieres saber cómo traducir para esta organización? ¡Sigue leyendo! Y no te pierdas la reflexión final sobre la traducción para ONG.

Antes de continuar, aprovecho también para comentaros que el blog tiene una página nueva con la política de privacidad para adecuarse a la nueva ley. Como aún hay algunas áreas grises y WordPress no lo tiene muy claro del todo, se irá actualizando para ajustarse a las novedades. Aun así, que sepáis que los datos que dejáis solo sirven para suscribiros al blog y dejar comentarios. No los recopilo para ningún otro fin.

Y ahora sí, ¡empecemos!

Traductores sin fronteras. Qué es y cómo podemos ayudar

Todos los días nos bombardean a través de los medios de comunicación sobre la importante labor que desarrollan determinados sectores profesionales contra el hambre, la pobreza y demás catástrofes del mundo. Parece que todas las profesiones tienen una rama altruista «sin fronteras». Quizá la más famosa sea «médicos sin fronteras», pero también hay otros colectivos implicados como los dentistas, maestros, arquitectos…y sí, traductores. Todos sabemos lo necesarios que somos para facilitar el intercambio de información entre culturas, pero solo algunos se han parado a pensar que no todas las organizaciones pueden permitirse contratar un traductor.

¿Sabías que hay plataformas que facilitan la traducción altruista a quienes más lo necesitan? Ojo, hay que llevar cuidado porque una cosa es poner nuestro granito de arena y otra muy distinta regalar nuestro trabajo a alguien que, simplemente, no le apetece pagar por él. Por ello, en este artículo voy a enseñaros una de las plataformas más importantes y reconocidas a nivel mundial que es, además, totalmente fiable: Translators without borders (TWB).

twblogo1

Esta organización sin ánimo de lucro se dedica a proporcionar servicios lingüísticos a diferentes organizaciones de todo el mundo. Nació en 1993 en Francia con el nombre de Traducteurs sans Frontières y se centraba en temas relacionados con la salud, la nutrición y la educación. La actual TWB —a la que se unió The Rosetta Foundation— trabaja para crear una red mundial de traductores que ayuden a transmitir la información de los programas de ayuda entre la población de aquellos lugares que más lo necesiten. Desde 2011, gracias a la comunidad de voluntarios que se ha formado, ha podido traducir más de 50 millones de palabras de forma altruista y cuenta con más de 190 pares de lenguas. Además, TWB también se dedica a formar traductores en lugares como Kenia y Guinea donde, debido a las más de 200 lenguas locales, es muy difícil acceder a cierta información. Podéis obtener más información en https://translatorswithoutborders.org/our-work/kenya/.

TWB nos ofrece dos formas de colaborar, no solo a traductores, sino a cualquiera dispuesto a ayudar.

  1. DONAR.

Es la forma más rápida y sencilla; nos ofrecen distintas modalidades.

a. Podemos realizar una donación, de forma ocasional o recurrente del importe que deseemos.

b. Podemos convertirnos en patrocinador de manera anual en la categoría que mejor nos convenga (desde bronce, 1000 € al año, hasta diamante+, 000 €). A cambio nos dan un pequeño obsequio según la cantidad.

patrocinador.jpg

c. Podemos recaudar fondos realizando algún tipo de evento.

Para más información, consultad https://translatorswithoutborders.org/support-us/.

(También hay una pequeña sección para voluntarios no traductores como contables, directores de proyectos, encargado de bases de datos…).

 

  1. HACERSE VOLUNTARIO (traducir de manera altruista)

Para manejar la gran cantidad de encargos y voluntarios con lo que cuenta, TWB junto con The Rosetta Foundation ha creado la plataforma web Trommons (Translation Commons), que funciona de la siguiente manera:

El primer paso es presentar la solitud por medio de este enlace https://translatorswithoutborders.org/volunteer/translators/ en la cual nos pedirán los datos principales, nuestros pares de lenguas, experiencia profesional…

Una vez enviada, esperaremos dos o tres días hasta que nos habiliten una cuenta en la plataforma.

La plataforma funciona de la siguiente manera: en la parte superior encontraremos la sección de búsquedas donde seleccionaremos nuestros pares de lenguas y el tipo de encargo que nos gustaría (traducción, segmentación, corrección…).

Suponiendo que nuestros pares fueran inglés>español, este sería un ejemplo de resultado de la búsqueda:

Tareas traducción

Cabe destacar que hay ciertos pares de lenguas que necesitan más traducciones que otros. La cantidad de traducciones que se necesitan a idiomas de lugares con menos recursos y más conflictos como, por ejemplo, Vietnam, Irán o Guyarat es bastante mayor que la de otros idiomas más populares y económicamente desarrollados como el español, el francés o el italiano. Así pues, dependiendo de los pares de lenguas de cada voluntario, podrá realizar más o menos tareas.

En el caso de que encontremos una tarea que podamos y queramos realizar, este será el procedimiento: una vez seleccionada la tarea, se nos mostrará una página con toda la información necesaria: recuento de palabras, plazo de entrega, descripción del encargo, futura repercusión, lugar donde va a ser publicado…

Revisión

El siguiente paso será confirmar nuestra disponibilidad para realizar la tarea dentro del plazo que nos proponen y descargar el archivo o archivos necesarios. Debemos tener cuidado y revisar el tipo de archivo que nos proporcionan para asegurarnos de tener las herramientas necesarias antes de aceptar de manera definitiva la tarea.

revisión 2

Una vez realizada, debemos volver a la página principal de Trommons y seleccionar la pestaña de «Claimed Tasks» para poder subirla.

Para agradecernos el trabajo realizado, TWB notificará por Twitter nuestro trabajo y nos enviara un correo mencionando todos los trabajos en los que hemos colaborado.

Además de colaborar en proyectos humanitarios o medioambientales, es una muy buena forma de ganar experiencia si te acabas de incorporar al mundo de la traducción.

La traducción voluntaria. ¿Es oro lo que reluce?

Cuando Sara Olano me propuso este tema, me pareció interesantísimo puesto que es algo que se suele recomendar a los recién licenciados. No obstante, recordaba haber leído algo raro sobre TWB y el compañero Jota Ele me lo acabó de confirmar. En efecto, hay que llevar cuidado con las organizaciones a las que decidimos ayudar para que no nos tomen el pelo. Él, por ejemplo, no recomienda trabajar para TWB y me pasó un artículo bastante ilustrativo del tema y que puede resumirse en este fragmento:

The work donated to TwB not only covers short-term needs and frees up funds to pay for administration, information technology services and other more professional, compensation-worthy needs, it comprises long-term intangible (language) assets which are not localized to the charity recipients but which can be stored, replicated and perhaps transferred to commercial applications by its curators, those who control the organization. There is no special legal regime to regulate the use of such assets; translation work which is given today in good faith for disaster relief might tomorrow find its way into the resources for paid pharmaceutical projects ordered from one of the large companies represented on the TwB boards.

«Voluntariado sí, pero vigilando», dice. Depende del cómo y para quién. Y es cierto que debemos ser conscientes de muchas cosas: ¿quién está al frente de estas organizaciones? En el caso de TWB hay muchos directivos de la privada (Microsoft, Moravia, Mondragon…), como puede verse en esta imagen del artículo anteriormente mencionado.

Hay que saber qué fin tiene exactamente lo que vamos a traducir y quién se queda después las MT que crea el traductor y si se las queda la organización para su beneficio, que puede incluir la venta.

Por otro lado, en cuanto a las traducciones voluntarias, hablar de dinero no está fuera de lugar. «¿Es normal no cobrar una traducción para una ONG que sí tiene dinero para pagar a sus trabajadores? Los salarios en algunas ONG son de escándalo», me comentaba él cuando hablamos.
En definitiva, que aunque casi todos hemos empezado así —por ejemplo, yo trabajé un tiempo para S.O.S. Racisme—, que las ganas de ayudar no nos cieguen. Hay muchas maneras de contribuir y lo ideal sería saber exactamente a quién va a beneficiar realmente nuestro trabajo.

Como siempre, aquí tenéis la información, el cómo y el quién, y que cada uno decida. Si queréis añadir algo al debate, podéis dejar el comentario en esta entrada. ¡Salud y hasta la próxima!

***

Artículos de interés:

  • Manifiesto de ECOS, traductores e intérpretes por la solidaridad.
  • Traducción voluntaria, sí pero, en Letras de Sastre de Rai Rizo.
  • Traducción voluntaria, ¿sí o no? en Más de una lengua de Laura Moreno.

Lecturas para el traductor. Especial principiantes (IV)

27 Lunes Nov 2017

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, Cuestiones laborales, Recursos, Traducción

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Celia Rico, Editorial Pie de Página, Gabriel Cabrera, Gary Smith, interpretación, lecturas de traducción, libros para traductores, traducción, traductor novel

Volvemos a la carga con nuevas lecturas para traductores e intérpretes. En esta cuarta entrada sobre libros, traigo tres propuestas enfocadas a los traductores principiantes: Guía de supervivencia para traductores, Mamá, quiero ser intérprete y Confessions of a freelance translator. Secrets to success.

Empezamos con la Guía de supervivencia para traductores de Celia Rico, publicada por la editorial Pie de página, una breve pero completa obra para empezar como traductores. La guía es una ampliación del librito 9 días para empezar tu actividad como traductor autónomo, que la autora publicó hace ya un tiempo.

Da las pinceladas básicas para que los traductores noveles se inicien tras la carrera: desde dónde deben buscar clientes potenciales, cómo afrontar sus primeros encargos, qué trámites legales tienen que cumplimentar para ejercer como traductores hasta cómo aprovechar los últimos avances en el ámbito de la traducción automática.

¿Por qué me gusta? Es un libro muy práctico, ideal para saber qué trámites son necesarios para empezar nuestra actividad como autónomos. Incluye ejemplo de presupuesto, factura y plantilla para idear nuestra empresa, entre otros.

Aquí os dejo el índice y una página de ejemplo con una muestra de factura. Sé de buena tinta que no todos salimos sabiendo facturar y este tipo de recursos no van nada mal.


Podéis conseguirlo en Amazon o en la página web de la editorial, en la que me consta que —al menos hasta hace poco— regalaban tés con cada compra.

En la misma colección encontramos Mamá, quiero ser intérprete de Gabriel Cabrera. Al igual que el libro de Celia Rico, se nos presentan las bases de la profesión y, como interesante añadido, Gabriel nos explica mil y una anécdotas que le han pasado y que ofrecen una visión bastante completa de la interpretación.

A lo largo de quince años entre cabinas y escenarios, sus ponentes le han contado chistes en mitad de una conferencia, algún compañero se ha desmayado justo al encender el micrófono, ha tenido que lidiar con oradores que hablaban a la velocidad del rayo, le apagaron la luz que necesitaba para leer sus notas, interpretó en situaciones de dudosa legalidad, se enfrentó a la interpretación que jamás pudo llegar a hacer, se durmió en cabina y vivió un sinfín de anécdotas de las que siempre aprendió algo y que ahora comparte en este libro.

No contiene información detallada sobre la burocracia como sí incluye el de Rico, pero ilustra muy bien el día a día de un intérprete y todo lo que este puede encontrarse en el camino.

¿Por qué me gusta? Porque aborda el tema con mucha naturalidad y hay muchas anécdotas curiosas hasta para los que no somos intérpretes. Fantástico si lo tuyo es la interpretación y quieres dedicarte a ello profesionalmente.


También puede adquirirse en Amazon y en la misma editorial.

La tercera recomendación es Confessions of a freelance translator de Gary Smith, una obra más extensa que las anteriores (338 páginas) que abarca las múltiples facetas del mundo de la traducción. Nos ofrece consejos la mar de útiles para traductores principiantes y para los que no lo son tanto: desde los distintos tipos de clientes a las tarifas, pasando por el sempiterno asunto de la visibilidad y cómo organizarnos la vida como autónomos. Además, incluye varios ejercicios sobre terminología y un descacharrante capítulo final sobre los tipos de cliente.

Me harían falta varias entradas para hablar de todo lo que contiene el libro, de modo que os dejo el índice para que juzguéis vosotros mismos.



¿Por qué me gusta? Porque es el libro que me hubiera gustado escribir si tuviera bastantes años más de experiencia. Es completo, contiene muchos consejos útiles y está explicado de una forma muy personal.

Para saber algo más del libro, podéis leer aquí una entrevista al autor. Confessions of a freelance translator se puede comprar en Amazon.

Si os habéis quedado con ganas de más, aquí van dos sugerencias descargables y útiles para aquellos que empiezan. Becoming a translator, de Douglas Robinson, nos explica cómo funciona el mercado, ayuda a los traductores a aprender a traducir más rápido y con mayor exactitud, y da consejos para abordar ciertos problemas y gestionar el estrés. Y, por último, una guía práctica de la Asati (Asociación aragonesa de traductores e intérpretes) sobre la calidad en traducción. ¡Espero que os resulten útiles!

***

Si os han gustado estas propuestas, no os perdáis las que se recogen en otras entradas:

  • Lecturas para el traductor
  • Más lecturas para el traductor
  • Seguimos con las lecturas para traductores

Errores en traducción editorial y cómo erradicarlos

22 Lunes May 2017

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, corrección, Documentación, english, Errores, Inglés, Lengua española, Traducción, traducción literaria

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aprender a traducir, corregir textos, directrices traducción, errores al traducir un libro, errores de traducción, mejorar como traductor, ortotipografía, ortotipografía para traductores, traducción editorial, traducir diálogos

Hace tres años tuve la oportunidad de tener a mi primer alumno en prácticas. Recuerdo lo perdidos que íbamos los dos, pero también las ganas de aprender mutuas. Desde ese 2014 he tenido a varios alumnos más y juntos hemos descubierto muchas cosas. De alguna manera, con ellos he rememorado la etapa universitaria y he entendido sus miedos y frustraciones, su incertidumbre ante el futuro que les espera, pero también he aprendido con ellos y he visto otras formas de pensar y de enfocar un texto.

El trabajo de un tutor empresarial de prácticas va mucho más allá de pasar traducciones. Me gusta pensar que puede establecerse una relación personal y profesional duradera; en mi caso, hay alumnos con los que sigo contando para algunos encargos. Al final somos una mano amiga que les ayuda a la hora de dar el salto profesional.

Sin embargo, durante estos años también me he dado cuenta de que hay errores recurrentes que se cometen al principio de la andadura profesional y por eso he decidido recopilarlos en esta entrada. Y como ya sabéis que no me gusta que mi experiencia sea única o vaya a misa, he contado con la colaboración de Devadip Rivero y Gorinkai Rivas, ambos correctores, que le han echado un vistazo a estos errores y sus recomendaciones. Todos los ejemplos que encontraréis aquí son reales y para que no caigan en saco roto, también veréis enlaces para cotejar la información. Los encargos han sido principalmente de traducción editorial de novela juvenil y también de romántica contemporánea.

Así pues, ¡empecemos! Y espero que os sea útil a los que estáis empezando.

1. ERRORES DE FORMATO Y ORTOTIPOGRAFÍA

Cuando planteo una práctica, suelo redactar un pequeño texto con la información de la obra y los requisitos formales. Igual que sucedería con una traducción que nos encarga una editorial, es importante seguir las directrices que nos marcan sobre todo en cuanto al formato (tipo y cuerpo de letra, interlineado, sangrado, separación de escenas dentro de un capítulo) y al tono, estilo, etc. Y siempre les digo que, si la editorial no nos las marca, hay que preguntar: así lo hacemos bien desde un principio y no hay que retocarlo todo al final.

Muchas veces los alumnos pasan por alto estas directrices y luego hay que hacer un repaso doble para dejarlo como conviene. Sin embargo, este punto en sí no es tan problemático como lo es la ortotipografía y la traducción de los diálogos.

Un error recurrente es calcar siempre la aparición de la cursiva inglesa. Dependerá del contexto, evidentemente, pero muchas veces podemos optar por el entrecomillado con comillas angulares («»), que no inglesas (“ ”), que también es un error clásico. Hay que tener en cuenta que la cursiva enfática del inglés no es tan frecuente en nuestro idioma, sobre todo al marcar los pronombres personales: She did it.

Como comenta Gorinkai, en un texto literario es incorrección. En científicos, técnicos, libros de texto, etc. tiene su utilidad porque se trata de transmitir información claramente o recalcar puntos clave; en literaria tiene usos muy específicos y el énfasis no es uno de ellos. Hay que buscar otras fórmulas de énfasis. No es pecado alterar levemente el texto con ese fin (convertir un «what?» en «¿pero qué dices?» y trucos así).

No vale pensar «eso ya lo arreglará el revisor o el corrector de pruebas». No dominar esas cosas es un buen sistema para que no te encarguen más trabajo. Si se carga a los correctores con una montaña de minucias se les pueden escapar cosas más gordas por saturación, cuanto más correcto ortotipográficamente salga el texto de manos del traductor, mejor (y más imagen de profesionalidad se da).

Como decía antes, los diálogos son otro gran escollo. Yo me aprendí las directrices fijándome bien en novelas escritas en español y con manuales como el de Ramón Sol (Manual práctico de estilo. Urano, 1992).

No hace mucho, hice esta infografía con los usos principales con verbos dicendi, los verbos de habla, comparándolos con una versión original en inglés. Os la podéis descargar en PDF si queréis.

Aquí falta añadir el caso en el que el inciso no empiece por un dicendi. En estos casos lo mejor es cerrar con un punto la intervención y luego escribir el inciso empezando con mayúscula:

—Ven. —Me hace un gesto con la mano—. No tengas miedo.

Otra opción, si queremos que la primera intervención siga después del inciso (no con punto final sino con una coma, que irá detrás de la raya):

—Ven —me hace un gesto con la mano—, no tengas miedo.

No obstante, Gorinkai dice «yo intento evitar construcciones así porque estéticamente me resulta poco agradable ese “me hace” en minúscula no siendo un dicendi y habría usado la primera opción (al hacer una pausa con el inciso podemos considerar que separa dos oraciones independientes separadas con punto), o una reordenación». Esta opción quedaría así:

Me hace un gesto con la mano.

—Ven, no tengas miedo.

En cuestión de diálogo es importante recalcar que se escriben en líneas distintas. No van pegados al texto:

EN: He looked at me. “You must be starving.”

No reproduciríamos así:

Me miró. —Tienes que estar muerta de hambre.

Sino así:

Me miró.

—Tienes que estar muerta de hambre.

Y cuando una misma persona habla sin parar en varios párrafos, solo ponemos la raya en la primera intervención. Luego marcamos los otros párrafos con la comilla angular (»). De lo contrario parecerá que es otra persona la que habla, con lo que transformaremos un monólogo en diálogo. Lo explica muy bien Jimena Licitra en este artículo del blog de Cálamo y Cran.

La raya también se usa mucho en literaria con otro valor y no solo el de marcar un diálogo. Inglés y español coinciden en usarla cuando se hace un inciso en medio de una frase. En español, con las rayas pegadas siempre al inciso.

En cuanto a usos divergentes está el siguiente: en inglés acota incisos que son explicaciones, recapitulaciones o enfatizaciones y no se cierran si la frase termina con un punto. Para este uso, el español usa otras marcas: dos puntos, coma, punto y coma o puntos suspensivos. Reproduzco ejemplo de López Guix y Minett, autores del Manual de traducción inglés-castellano:

Ej. 1

EN: Ives, Stravinsky, and Bártok —these were the composers he most admired.

ES:  Ives, Stravinsky y Bártok: estos eran sus compositores más admirados.

Ej. 2

EN: “I ‘rite terribly little —about three poems a year,” Mr Larkin says.

ES: —Escribo poquísimo… unos tres libros al año —afirma Larkin.

Y también se usa en inglés para marcar la interrupción del discurso o la omisión de parte de una palabra. En español, esta omisión suele marcarse con puntos suspensivos. Otro ejemplo de López Guix y Minett:

EN: “Hello, Tim. It’s Dr. Thompson calling you back. If you’d—”

ES: —Hola, Tim. Soy la doctora Thompson. He recibido su llamada. Si quiere…

En general, pues, no se copian los signos de puntuación del TO. El español tiene reglas propias y hay que saber usarlas. Se dan errores como el de colocar la coma antes de «y» en oraciones coordinadas que comparten sujeto. Ej.: Fui con Paloma, y estuve encantado todo el rato.

La Oxford comma también es un error frecuente en enumeraciones. Lo que en inglés es «one, two, and  three»  debe quedar «uno, dos y tres». Muchos calcan esa coma y es fallo gordo.

 

2. EXCESO DE POSESIVOS

Cierto es que en inglés siempre queda clarísimo quién hace qué —algo especialmente útil en erótica cuando estás traduciendo una postura en especial— y que los posesivos y las partes del cuerpo son un binomio imprescindible. En castellano no sucede lo mismo. Hay momentos en que echamos de menos esa versatilidad que no nos da el «su», sí, pero evitemos emplear los posesivos cuando traduzcamos algo así:

EN: “Give me your hand.”

ES1: —Dame tu mano.

ES2: —Dame la mano.

López Guix y Minett lo dejan claro en su manual: el inglés hace un uso inflacionario de posesivos (The woman, in fact, holds her hands by her sides and tilts her head at an angle of five and a half degrees. Her hair falls just to her shoulders). En español hacemos un uso más reducido, solo cuando es necesario denotar posesión (En realidad, la mujer tiene las manos junto al cuerpo y ladea la cabeza en un ángulo de cinco grados y medio. El pelo le llega a los hombros).

 

3. REPETICIÓN DE NOMBRES PROPIOS 

En general, el inglés tolera mejor las repeticiones. Es preferible usar pronombres cuando se pueda u omitirlos si fuera suficiente con la adjetivación.

En los diálogos hay que pasar la podadora abundantemente, dice Gorinkai, y coincido plenamente. Siempre digo que es donde convergen la traducción editorial y la audiovisual. Los diálogos tienen que sonar naturales y creíbles.

EN: “Look, Frank, maybe…”

ES: —Mira, quizá… (Frank ya sabe que le están hablando a él; nosotros no tenemos la costumbre de estar repitiendo todo el rato el nombre de nuestro interlocutor, así que trasladar los nombres crea diálogos nada naturales).

Y lo mismo sucede con los pronombres personales. En inglés la presencia del pronombre personal es obligatoria en función de sujeto, pero en español suele ser innecesario gracias al morfema que indica persona en el verbo. Lo explicitamos para deshacer ambigüedades o dar un valor enfático o expresivo.

 

4. ERRORES ORTOGRÁFICOS, GRAMATICALES O DE SINTAXIS

Veamos en este primer cajón de sastre algunos de los errores comunes en cuanto a gramática, sintaxis y ortografía:

  • Muchas traducciones abusan de las oraciones pasivas tan típicas del inglés. «Fue diagnosticado de cáncer» será más natural expresado así: «Le diagnosticaron cáncer». Gorinkai añade en este punto: «el uso de la pasiva es un buen recurso para dar tono arcaizante en novelas de ambiente medievaloide, pero que se quede en esas».
  • Aún así en la mayor parte de los casos es «aun así».
  • Las comas del vocativo son las grandes olvidadas.
  • Hay confusión con la coma antes y después de «pero» y «sino».
  • Y también hay confusiones con las comas antes de las subordinadas: ya que, puesto que, aunque, etc.
  • «Quizá» y otras oraciones que indiquen supuestos, ruegos, deseos, posibilidades van con subjuntivo. Ej.: Quizá es buena idea. Quizá sea buena idea.
  • OR en inglés con valor de negación es NI en español. Ej.: No fui al cine, ni al teatro ni a playa. Ojo a un detalle importante de intercambio de conjunciones. Muchas veces, lo que en inglés es «A and B», en español debe ser «A o B», y un «A or B» debe ser «A y B». Hay que vigilar bien los contextos.
  • No abusemos de adverbios terminados en -mente: rápidamente y lentamente, p. ej., pueden ser deprisa y despacio. En inglés suele haber profusión de adverbios terminados en -ly, pero en español hacemos un uso más moderado de los adverbios terminados en -mente.
  • Evitemos también las redundancias del tipo: ¿Qué es lo que te pasa? ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué es lo que te dijo? Podemos ser más directos con: ¿Qué quieres? ¿Qué te pasa?

 

5. CALCOS, FALSOS AMIGOS Y AUTOMATISMOS VARIOS  

¿Por qué eso de automatismos? Aunque es cierto que los errores siguientes pueden deberse a un desconocimiento del idioma del TO, creo que también pueden darse casos motivados por las prisas, por no cotejar y por dejarnos llevar por lo que nos sale primero (tal vez porque se parece al inglés, en este caso).

Veamos algunos de estas palabras o expresiones que nos dan algún quebradero de cabeza que otro:

  • Able to: no siempre es «ser capaz de» sino simplemente «poder».
  • At the end of the day: no es al final del día, sino «al fin y al cabo».
  • Builders: no es «constructores». En inglés, builders suelen ser los albañiles. En castellano reservamos «constructor» para el dueño de la empresa que rara vez se ensuciará las manos.
  • Can feel, can hear, can see…:En lugar de «poder sentir, etc.» bastaría con «oír, sentir, etc.». Muy importante a la hora de dar naturalidad a los diálogos. «Can you hear me?» jamás será «¿Puedes oírme?» sino «¿Me oyes?».
  • Collapse: no es colapsar sino derrumbarse, desmoronarse, caer, etc.
  • Devastating: en español se dice devastador para una catástrofe normalmente relacionada con la naturaleza: «El terremoto tuvo efectos devastadores». No se usa para sentimientos, aunque en inglés utilicen devastating o devastated. Ej.: «Me dijo unas palabras devastadoras» o «Me sentí devastado/Fue devastador». MEJOR: «Me dijo unas palabras muy duras» y «Me derrumbé. Me sentaron muy mal/Estaba desolada».
  • Dramatic: solo en ciertos contextos es «dramático». Más a menudo suele tener el sentido de «espectacular» o algo igual de superlativo.
  • Emotions: vamos directos a «emociones» y nos olvidamos de «sentimientos», que seguramente refleja mejor el sentido. Y este caso nos lleva a un clásico: Sense and Sensibility, que no es Sentido y sensibilidad, sino Sensatez y sentimiento.
  • Expresiones de tiempo: in a minute, [I haven’t seen him] in a year y similares. Seamos específicos con: desde hace, durante, dentro de.
  • Give me a minute, wait a minute, etc.: en español esperamos un momento, un rato.
  • Hear/listen y oír/escuchar. Aquí le cedo la palabra a Xosé Castro: «Cada vez se usa más el segundo verbo con el sentido del primero. Como dice el lexicógrafo Martínez de Sousa, para oír sólo es necesario tener oídos sanos, pero para escuchar, debe prestarse atención, debe “querer oírse”. García Yebra lo resuelve al recordar una anécdota que le sucedió mientras daba una conferencia: “En cierto momento, se levantó una señora que estaba al fondo del aula y dijo ‘Señor García, aquí atrás no se le escucha’.” García respondió: “Si han venido a la conferencia es porque me escuchan, lo que ocurre es que no me oyen”. Estos son unos ejemplos de mal uso extraídos de la prensa española de esta semana: Se escucharon unos disparos. / Podían escucharse voces supuestamente fantasmales».
  • Ironically: muchas veces se traduce automáticamente como «irónicamente» cuando es «paradójicamente». Diferencia entre ambos. Paradójico = algo que parece no tener lógica; irónico = dicho con burla, sorna, sarcasmo. Que nieve en primavera es paradójico, pero no irónico (no hay sarcasmo).
  • Need: no siempre es necesitar. De hecho, suele referirse a «tener que». We need to talk = tenemos que hablar. *Necesitamos hablar.
  • Office: cuando se refiere a toda la planta de la empresa o a toda la empresa es «oficina», pero cuando se refiere a la habitación de uno de los empleados es «despacho». Ej.: Hoy fui a trabajar a la oficina y al llegar vi que me habían cambiado a un despacho más pequeño.
  • Once, como en once I got his attention, que en lugar de «una vez tuve su atención», muy calcada, es mejor usar un «cuando» o «en cuanto».
  • Realize: no siempre es «darse cuenta de que». Esta expresión se usa muchísimo en estas novelas, conque conviene buscar sinónimos e incluso fijarse mejor, ya que a veces ni siquiera significa «darse cuenta de que». Observar, fijarse en, percatarse de que, etc.
  • Share: se calca con «compartir» cuando muchas veces nos referimos a «contar», «explicar», etc.
  • Slide: mejor no traducirlo por «deslizar» (o no constantemente). Ej.: *Deslizó su mano por debajo de mi ropa interior. Mejor: Introdujo/metió la mano por debajo de la ropa interior.
  • The fact that: la traducción literal es «el hecho de que», pero este circunloquio sobra la mayor parte de las veces. Ej.: El hecho de que= Que Juan apareciera en mi casa…

Y ya que antes hablábamos de cosas superlativas, ¿no os parece que los diminutivos y superlativos han desaparecido de las traducciones? Se tiende muchas veces a calcar directamente y usar «pequeño» o «grande», cuando podemos encontrar soluciones mucho más creativas.

EN: I’ve got a big problem

ES1: Tengo un gran problema.

ES2: Tengo un problema gordo. / Tengo un problemón.

 

6. REFERENCIAS CULTURALES

Cuidado con falta de documentación. Sé que es una asignatura que no suele hacer gracia en la carrera, pero es muy útil al trabajar. Hay que buscar todo lo que nos chirría. La única solución a largo plazo para este tipo de errores es culturizarse mucho, leer (por vicio) en inglés, ver las películas y las series en V.O… Cuanto más conozcamos la cultura fuente menos caeremos en esos fallos (a veces es cierto que no se puede uno documentar si ni siquiera sabe que hace falta documentarse).

Ej. 1

Aquí tenemos una referencia clara a la universidad de Brown. La mayúscula nos tendría que haber dado una pista:

EN: “I have this old Brown T-shirt that was stuffed in my gym bag.”

ES1: —Tenía esta camisa marrón y vieja en la mochila del gimnasio

ES2: —Tenía esta vieja camiseta de Brown en la mochila/bolsa del gimnasio.

Ej. 2

Los alimentos, productos de higiene y similares también pueden suponer un problema. Siempre dependerá del contexto, claro, pero debemos evitar traducirlos por una marca española que nos pueda sacar de la novela. ¿Sería creíble hablar del arroz La Fallera o de la harina Hacendado en un supermercado de Boston? Pues eso. Lo esencial, no obstante, es saber qué son para evitar meteduras de pata.

Veámoslo en este fragmento original:

El refresco (soda) del que hablan es una lata de Dr. Pepper que sirve de tema de conversación entre los protagonistas. La estudiante lo resolvió de esta manera:

Traducido así, parece que la protagonista ha comprado una Coca Cola y una barrita energética de marca Dr. Pepper. En un principio no parece que afecte mucho a la historia, pero es un error de interpretación del original. Una sencilla búsqueda en Google nos dice que Dr. Pepper es un refresco.

 

7. PROBLEMAS CON LA FRASEOLOGÍA

Veamos algunos errores al trasvasar ciertas expresiones, frases hechas o modismos:

1. With a vengeance: no es «con venganza» sino «con ganas, con fuerza, a lo grande». Por ejemplo, una frase que no tiene nada que ver con la venganza: I thought I’d lost that cold, but it came back with a vengeance! I feel terrible!

2. Hand it to someone: otro gran desconocido. Y fijaos también en el uso de esa raya en inglés.

EN: I had to hand it to her, though—she gave a good sales pitch.

ES1: Tuve que darle la mano —dio un buen discurso sobre ventas.

ES2: Tenía que reconocerlo: había dado un buen discurso de ventas.

3. Get the best of someone no es recibir lo mejor de alguien. Veamos el siguiente ejemplo real con un poco de contexto: el protagonista va hecho unos zorros.

EN: “It was a bear,” Kol says. “I guess it got the best of me.”

ES1: —Ha sido un oso —dice Kol—. Supongo que se ha llevado lo mejor de mí.

ES2: —Ha sido un oso —dice Kol—. No he podido con él // Ha sido más fuerte que yo.

4. Otras expresiones que a veces se calcan son las de can’t…, que no se pueden traducir literalmente:

  • Can’t be bothered: no molestarse, no dar la gana.
  • Can’t help: no puedo evitar/es superior a mí.
  • Can’t get enough: no me canso de.
  • Can’t tell the difference: no distingo, no veo en qué difieren.

 

8. PROBLEMAS CON LA INTERPRETACIÓN GENERAL DEL ORIGINAL

A veces entra en juego el desconocimiento del inglés, ya sea porque no hemos visto jamás una palabra o giro determinado, o porque esa expresión se parece mucho a otra que sí conocemos o porque se trata de una palabra polisémica y tal vez tiene un sentido distinto al más habitual. Ante algo así, para empezar, hay que leer mucho en inglés (o en alemán o francés o el idioma desde el que traduzcáis) para ir ampliando el vocabulario. Y, una vez más, es necesario fijarse siempre en el contexto.

Si dudamos, recurramos a un buen diccionario, sea monolingüe o bilingüe, pero sabiendo buscar bien. No nos podemos quedar con la primera acepción. Un buen monolingüe nos dará toda la información relativa al término y un buen bilingüe ofrecerá buenos ejemplos que nos ilustren las diferentes traducciones de la palabra.

Veamos algunos ejemplos reales de errores de traducción por polisemia:

Ej. 1 

Draw no es solo dibujar, tiene muchas acepciones. En el siguiente ejemplo, además, va acompañado de preposición. Puede significar sacar, extraer, suscitar y hasta desenfundar si es un arma.

EN: His kiss is searching; it holds a question and hi slips move over mine as if he intends to draw out my answer.

ES1: Su beso es minucioso, contiene una pregunta y sus labios se mueven por los míos como si intentara dibujar una respuesta.

ES2: …como si quisiera sonsacarme/obtener una respuesta.

Ej. 2

EN: But fear hovers over me, like a shag that won’t fly far away from its young.

ES1: Pero el miedo se cierne sobre mí, como un cormorán que no vuela lejos de su juventud.

ES2: …como un cormorán que no vuela lejos de sus crías.

Ej. 3 

Pants pueden ser pantalones, braguitas y también jadeos.

EN: Eventually, my pants became breaths, and the rise and fall of Chase’s chest

ES1: Al final, las bragas estaban empapadas, y Chase redujo el ritmo al mismo tiempo que…

ES2: Al final, mis jadeos volvieron a ser respiraciones más sosegadas…

Ej. 4 

Pet puede ser una mascota o el verbo acariciar.

EN: She got closer to the horse and pet him over the fence.

ES1: Se acercó al caballo y le dio de comer un animalito por encima de la zanja.

ES2: Se acercó a la valla y acarició al caballo. / Se acercó al caballo y lo acarició por encima de la valla.

Ej. 5

EN: “You’re right.” He lies back down. “They need me, and I need them, too.

ES1: —Tienes razón. —Miente echándose atrás—. Me necesitan y yo a ellos también.

ES2: —Tienes razón. —Vuelve a tumbarse—. Me necesitan y yo a ellos también.

Ej. 6

EN: […] to give him a comfortable hut beside a hunting ground rich with game.

ES1: […]para darle un refugio agradable junto a una buena zona de caza con juego.

ES2: […] para darle una cabaña junto a una buena zona de caza con animales de presa/presas abundantes.

Ej. 7

EN: He pushes through the bear hide that drapes across the doorway to his hut, pulling me in behind him.

ES1: Empuja al oso oculto que adorna la puerta hacia su cabaña, poniéndome detrás de él.

ES2: Empuja la piel de oso que hace las veces de puerta de la cabaña y me hace entrar tras él.

Ej. 8

Aquí ha habido confusión por la polisemia de tear. Tear es «lágrima» y como verbo es «rasgar», «desgarrar», etc.

EN:  I notice her knee protruding through a tear in her pants.

ES1: Por una lágrima que le cae en los pantalones, me doy cuenta de que sobresale una rodilla.

ES2: La rodilla le sobresale por el roto que lleva en el pantalón.

Ej. 9

EN: I hear the laughing sound of running water—the spring must not be far.

ES1: Empiezo a pensar en volver cuando oigo el sonido alegre del agua que corre —la primavera debe de llegar pronto.

ES2: Empiezo a pensar en volver cuando oigo el sonido alegre del agua; el manantial no debe de andar muy lejos.

Otras veces el error viene dado por una similitud. Imagino que, con el turbo puesto, uno no se fija como debiera en el sentido de la frase. Aquí van un par de muestras:

Ej. 1: Imagino que ese timers despistó al traductor en este caso.

EN: A few old timers had straggled in and staggered out throughout the day.

ES1: Los relojes de arena habían empezado y acabado varias veces.

ES2: Unos ancianos habían entrado y salido/habían ido y venido a lo largo del día.

Ej. 2: ¿Tal vez confundió flat con «flato»?

EN: Flat on my stomach, I extend my arms. Kol takes my hands.

ES1: Con pinchazos en el estómago, extiendo los brazos. Kol me coge las manos.

ES2: Tumbada bocabajo, extiendo los brazos y Kol me coge las manos.

Creado por Freepik

 

9. CUESTIONES ANATÓMICAS

9.1. Errores básicos de traducción: me gustaría pensar que se deben a las prisas o a un lapsus, porque no es infrecuente encontrar errores básicos de traducción de partes del cuerpo.

Ej. 1

EN: to pull the sling from around my waist and load it with the rock she just threw at me.

ES1: Sea lo que sea, no se imagina que me voy a sacar una honda de la muñeca y la voy a cargar con la piedra que me acaba de lanzar.

ES2: …me sacaré una honda de la cintura y usaré la piedra que me acaba de lanzar.

Ej. 2

EN: All my focus is on my toes pressing into the rock, finding a foothold. Then another. The climbing gets easier.

ES1: Dirijo toda mi atención al tobillo buscando un punto de apoyo. Luego otro. Se hace más fácil escalar.

ES2: Me centro en los dedos del pie/la punta del pie y busco un punto de apoyo. Luego otro. Así se hace más fácil escalar.

9.2. Errores por imprecisión (y por calcar el inglés):

  • Back of the hand: mejor «dorso» y no parte trasera de la mano, opuesta a la palma. Y, volviendo a los modismos, ojo a lo siguiente: los anglos conocen algo «como the back of his hand» y nosotros «como la palma de la mano».
  • Back of the head: la gran mayoría de las veces se refiere a «nuca» y no solo parte trasera de la cabeza.
  • Back of the leg: muchas veces son las «corvas», las «pantorrillas», depende.
  • «Poner las manos en jarra» por She put her hands on her waist en lugar de «poner los brazos en jarra».
  • Knot in my stomach: en español el nudo suele ser en la garganta.
  • Skip a beat (del corazón): Ni siquiera es anatómico, muchas veces puede ser llevarse un sobresalto, quedarse helado…

Marco aquí también el uso inadecuado de «mesarse la barba/el cabello». Mesarse es arrancarse o tirarse del pelo. La gran mayoría de las veces el texto se refiere a «atusarse», «tocarse», «acariciarse» o simplemente «pasarse la mano por el pelo».

9.3. Alargamientos:

  • Tenía las manos apretadas formando puños, cerró los dedos en un puño, etc. ☛ cerrar los puños o apretar los puños
  • Sus ojos se dirigieron hacia la puerta y luego se bajaron hasta los zapatos ☛ Miró… y luego bajó la vista a/se fijó en…
  • Paseó los ojos por la presencia del hombre que acababa de entrar ☛ Miró al hombre que acababa de entrar.

9.4. Cuando las partes del cuerpo tienen vida propia:

  • Sus rodillas cayeron sobre la alfombra ☛ Se arrodilló…
  • Su rostro se endureció y sus labios se apretaron ☛ Se le endurecieron las facciones/la expresión y apretó los labios.

 

10. MOVIMIENTOS Y ACCIONES

A veces parece que, por querer ser muy literales (tenemos miedo a despegarnos del texto) o porque nos parece que un verbo más sencillo no queda lo bastante «literario», usamos expresiones y circunloquios innecesarios para muchas acciones. Veamos algunos:

  • Rodeos innecesarios para no usar «acercar»: «Atravesó la habitación hasta llegar a la mesa», «Eliminó la distancia que los separaba y la besó».
  • Para «negar con la cabeza» y «asentir» se observan formas tan dispares como «sacudir la cabeza», «zarandear la cabeza», «mover la cabeza de modo afirmativo».
  • Parece que desaparecen verbos tan concisos como «meter», «sacar» y «quitar» y aparecen «extraer», con lo que se redactan frases como: «Se extrajo la cartera» o «Se extrajo los pantalones».
  • Los «subir», «bajar», «entrar» y «salir» se calcan también del inglés: «Fue arriba a buscar una camiseta», «Ascendió al dormitorio», «Se despidió y se fue dentro».

 

11. EDIFICIOS Y MOBILIARIO

Otro punto en el que encontramos confusión es al hablar de edificios. Por ejemplo, ojo con despistarse con story, que según el contexto puede ser «planta» (de un edificio). También en el caso de first floor. Si el texto es británico, será «primer piso»; si es estadounidense será «planta baja». (Y de ahí correlativamente con second, third…). La planta baja en textos de RU es ground floor.

Y como error recurrente, no me olvido del caos que suele haber en las puertas. No nos podemos «detener bajo el umbral» o «apoyarnos en el umbral» porque «umbral» es la parte inferior (igual que «dintel» es la superior), sino que nos apoyamos en el marco de la puerta, por ejemplo.

Y, por último, no sé si por confusión misma de sofa, couch y armchair, hay confusión con sofá y sillón: el sillón es de una plaza y el sofá, de dos o más. Sería incorrecto decir «Me acosté en el sillón a su lado para leer un rato», a no ser que se trate de personas diminutas.

 

LA PREGUNTA DEL MILLÓN

Elvira Cámara, en Hacia una traducción de calidad, dice: «De poco o nada sirve toda la teoría escrita o por escribir sobre traducción [y para establecer qué es y en qué consiste una buena traducción] si nos olvidamos de lo que, quizá por demasiado evidente, es fácil dejarse atrás: el fin último de la traducción es trasladar el texto a aquellos que no pueden acceder a él en su forma original». Y al final eso es a lo que debemos aspirar, a que nuestro texto sea bueno, correcto y que el lector meta lo reciba de la misma forma que el lector origen.

«La calidad de una traducción depende directamente de la persona que la realiza. Para llevar a cabo una buena labor, el traductor debe tener un buen conocimiento de ambas lenguas y culturas. […] En opinión de García Yebra, dominar dos idiomas es imposible, pues ya es difícil conocer absolutamente la propia lengua debido a que está siempre evolucionando. Suponiendo que fuera posible, el bilingüismo cuenta con el agravante de que la mezcla de estructuras y las interferencias lingüísticas son prácticamente inevitables. Estas limitaciones no son un inconveniente para que se pueda dar la figura de un buen profesional. El único requisito que debe reunir es que sea un “maestro de su propia lengua”».

Entonces, la pregunta del millón: ¿Cómo mejorar? ¿Cómo evitar estos errores en nuestras traducciones? No hay una receta milagrosa y, como se ha dicho alguna vez, los traductores somos como el vino porque mejoramos con los años. Y así es. El tiempo y la práctica nos va dando herramientas y bagaje para crecer como profesionales, aunque no seamos perfectos y podamos meter la pata.

Sin embargo, sí podemos hacer algo desde ya para mejorar:

  1. Leer mucho en nuestra lengua materna. Aunque dominemos la lengua extranjera, ¿de qué nos va a servir si no sabemos escribir o trasvasar esa información correctamente a nuestra lengua?
  2. Leer mucho y ver material audiovisual en inglés (o en vuestra lengua de trabajo). Es la forma de aprender vocabulario y familiarizarnos con aspectos culturales que luego puedan aparecer en nuestras traducciones.
  3. Saber utilizar los diccionarios, tanto monolingües como bilingües, y no quedarnos nunca con la primera acepción que aparezca. Fijémonos bien en los ejemplos de uso.
  4. No olvidar que el contexto manda. Siempre. Esto es especialmente útil en casos de polisemia, como hemos visto en los ejemplos, pero también para determinar el lenguaje que debe usarse si se trata de textos de otra época o saber darle el tono apropiado al conjunto de la traducción.
  5. Asistir a seminarios y charlas, leer artículos de traducción y, en definitiva, estar al día en cuestión de idioma.

Y con esto me despido hoy. Espero que la entrada os haya parecido útil. No olvidéis escribir si queréis dejar algún comentario al respecto o queréis proponer algún consejillo más.

¡Ah! Os recuerdo que Bab.la organiza el concurso con las 100 mejores cuentas de twitter, páginas de facebook y blogs sobre idiomas y estoy nominada en dos categorías. Si queréis votarme, podéis dejar aquí vuestro voto para mi cuenta de Twitter (@Scheherezade_SL) y aquí para la página de Facebook, Las 1001 traducciones.

¡Hasta la próxima!

***

Bibliografía útil:

  • Ana Durante. Guía práctica de neoespañol. Enigmas y curiosidades del nuevo idioma. Debate, 2015.*
  • Elvira Cámara Aguilera. Hacia una traducción de calidad. Técnicas de revisión y corrección de errores. Grupo Editorial Universitario, 1999.*
  • Esther Morillas y Jesús Álvarez (eds.). Las herramientas del traductor. Ediciones del Grupo de Investigación Traductología. Málaga, 2000.
  • Juana Rosa Eugenio Galván y Karina Socorro Trujillo. Tratamiento de las discrepancias ortotipográficas inglés-español en Revista Nebrija.
  • Mariana Orozco. Traducción del inglés al castellano. Materiales de introducción a la traducción general directa. Universitat Autònoma de Barcelona, 2007.*
  • Ramón Sol. Manual práctico de estilo. Urano, 1992.*

*Enlaces afiliados

Seguimos con las lecturas para traductores (III)

10 Lunes Abr 2017

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, Documentación, Recursos, Traducción

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Ya ha pasado un tiempo desde las últimas recomendaciones de lecturas para traductores, lingüistas y frikis de la lengua en general que recogí en este primer artículo y en el segundo. Ahora que se acerca Sant Jordi, día del libro, es el momento ideal para recomendar algunos más.

En esta entrada, como siempre, te contaré de qué van (o cómo lo describe su autor o editor) y por qué me gustan. Y, además, te pondré algunos enlaces para comprarlos por internet si te es imposible acercarte a la librería del barrio.

Quiero empezar con una mención especial a Larousse, que de un tiempo a esta parte ha publicado libros de lo más variopinto sobre cuestiones lingüísticas y de traducción. Creo que hasta ahora no lo había publicado en este blog, pero hace un año salieron a la venta un par de deliciosos libritos sobre idioms y frases hechas en inglés y su traducción al castellano, y sobre falsos amigos.

pigs
false
  • When pigs fly es un libro escrito por Carmen G. Aragón y recoge un buen montón de frases hechas del inglés con su correspondencia en nuestro idioma. Como ya sabes, conocer estas frases y expresiones y saberlas usar en la forma y contexto adecuados nos dará una mayor naturalidad y fluidez en inglés y nos ayudará a traducirlas correctamente. Los dichos se dividen por temas (alimentos, animales, acciones, etc.) y se incluye un glosario con todos los idioms y sus traducciones.

Una de las expresiones típicas que se recogen.

  • Falsos amigos/False friends está escrito por servidora. ¡Siempre estaré en deuda con mi fantástica editora, M. José Simón, por la gran oportunidad! Igual que su hermanito, recoge las típicas expresiones, esta vez falsos amigos, que pueden torpedear nuestros textos, explica la etimología de dichas palabras y el posible porqué de los errores.
Dos parejas de falsos amigos con su pincelada etimológica.
Ejemplo de páginas con ejercicios.

Ambos libros están ilustrados e incluyen ejercicios al final para practicar las expresiones aprendidas o repasadas en los libros.

¿Por qué me gustan? Obviando que uno lo haya escrito la menda, son libros muy amenos con los que siempre (y eso te lo garantizo) vas a aprender algo. Las ilustraciones son graciosísimas y poder practicar lo aprendido siempre es un buen extra.

Podéis adquirirlos en Amazon, en Casa del Libro, etc.

palabras
anatomía
  • Palabras Mayores, de Alberto Gómez Font, Xosé Castro, Antonio Martín Fernández y Jorge de Buen (Vox/Larousse, 2015)

Según la descripción de los autores, es una reflexión sobre curiosidades de la lengua o fenómenos lingüísticos, organizada a partir de casos concretos que permiten ampliar el comentario a otras expresiones o palabras. Estas líneas de reflexión son:

• la relación entre norma y uso (atendiendo especialmente a usos que resultan genuinos aunque la norma no los contemple),
• la distorsión provocada por el permanente contacto con el inglés,
• los errores más frecuentes al escribir en papel y en soporte digital (siglas, símbolos, puntos suspensivos, etc.), y
• las variedades geográficas (desde geosinónimos, hasta uso de preposiciones).

Los cuatro autores nos acompañan a lo largo del libro.

¿Por qué me gusta? Porque la información es muy variada y se expone de una forma clara y amena. Y porque tiene los ingredientes necesarios para ayudar en la labor de cualquier traductor. De hecho, lo regalo siempre a los alumnos que tengo en prácticas.

Puedes encontrarlo en Amazon, Casa del Libro, etc.

  • Anatomía de la lengua, de Elena Álvarez (Vox/Larousse, 2016)

Un libro muy entretenido en torno a las curiosidades de la lengua, o mejor dicho, de las lenguas. Elaborado por los integrantes del colectivo Molino de ideas, responsables, entre otras muchas iniciativas, de los encuentros Lenguando; este volumen es una caja de sorpresas y una fuente de sabiduría acerca de cuestiones tan variadas como las siguientes: los orígenes y la historia de la lingüística, la etimología, las palabras de otras lenguas, etc.

Marchando una extranjerismos relacionados con la cocina.
Las palabras que tienen un origen comercial.

¿Por qué me gusta? Porque Elena es una todoterreno y te cuenta las cosas como nadie. Es un libro que puedes leerte en el orden que quieras y gracias al que siempre aprenderás algo nuevo.

Puedes encontrarlo en Amazon, Casa del Libro, etc.

dilobien
español_esconde
  • Dilo bien y dilo claro, de Antonio Martín, fundador de Cálamo y Cran, y Víctor J. Sanz (Larousse, 2017)

El libro se estructura en seis capítulos que proponen un entrenamiento para mejorar las capacidades comunicativas tanto en el ámbito escrito como en el oral, partiendo de la reflexión sobre qué queremos comunicar, a quién y cómo para llegar a producir discursos y textos eficaces. Incluye también gráficos y esquemas para ilustrar o ejemplificar las diferentes situaciones que se plantean, así como ejemplos de malas y buenas prácticas.

Es un manual práctico y muy visual repleto de ejemplos recientes extraídos de los medios de comunicación, de internet, de la publicidad; y es interactivo porque con un solo clic ofrece enlaces a ejemplos prácticos así como una particular «caja de herramientas» con recursos varios.

Usos correctos e incorrectos
Ayuda para crear tablas de contenido

Dilo bien y dilo claro da herramientas muy útiles para escribir y exponer lo escrito y ofrece trucos básicos pero eficaces como: «Una buena manera de armar tu discurso es comenzar a hablar de lo que más tarde pasarás a detallar. Ni más ni menos que eso» o «Una idea no debe extenderse más de un párrafo, y un párrafo no debe albergar más de una idea».

¿Por qué me gusta? Por todos los trucos que ofrece para redactar un texto (con algunos secretos de Word), escribir una presentación y hasta dar una charla. Todo lo que hay que saber para encandilar con nuestro atractivo textual. Ah, y lleva códigos QR para poder ver vídeos sobre las cuestiones de las que se habla.

Puedes encontrarlo a partir de esta misma semana en Amazon.

  • Lo que el español esconde, de Juan Romeu, fundador de sinfaltas.com (Larousse, 2017)

Otra manera de aprender Lengua, con respuestas a preguntas como estas: ¿Qué palabras parecen olvidadas, pero aún quedan como restos? ¿Cuáles hemos olvidado? ¿Cómo influyen otras lenguas en el español? ¿Cómo es el español alrededor del mundo? ¿Qué diferencias hay entre el español que hablamos cuando estamos en confianza y el español formal? ¿Qué relación existe entre el español hablado y el escrito? ¿Es verdad que hay palabras que se pueden pronunciar, pero no escribir? ¿Se pueden establecer reglas ortográficas para WhatsApp o Twitter?

Algunas palabras bonitas que recoge Juan Romeu
Esas palabras que decimos regular.
¿Cómo abordamos el asunto de los anglicismos?

Como si lo tuvieras delante, Juan Romeu te cuenta las cosas como (imagino) te las contaría con unas cervecitas y unas patatuelas. Además, te da trucos como los siguientes: «Para saber si a gusto se escribe junto o separado a mí me sirvió pensar que jamas escribiría a disgusto junto» o para diferenciar de parte y aparte «si se puede meter algo entre dos palabras (sin que cambie el significado), es que se escriben separadas. Según esto, como, al decir de parte de Juan, se podría decir de su parte, se puede saber que de parte se escribe separado. En cambio, como, al decir aparte de Juan, no se podría decir *a su parte (con el mismo significado), se sabría que aparte se escribe junto».

¿Por qué me gusta? Porque me encanta la etimología y descubrir palabras nuevas. Es ideal para curiosos de la lengua, vaya.

Puedes encontrarlo a partir de esta misma semana en Amazon, Casa del Libro, etc.

ana durante
alemán
  • Guía práctica de neoespañol. Enigmas y curiosidades del nuevo idioma, Ana Durante (Debate, 2015)

El editor lo describe como una guía práctica, escrita con humor, que señala y corrige los malos usos instalados en nuestra lengua.

Desde hace unos años, el neoespañol se ha ido propagando a una velocidad inusitada. Es una lengua nueva y extraña que nace de la distorsión y el empobrecimiento de un español cada vez más olvidado. Su triunfo es imparable. Se cuela en nuestras casas a través de los libros y los medios de comunicación, la radio, la televisión o la prensa escrita, hasta que los hablantes, ignorantes del peligro, nos contagiamos y caemos atrapados en él. Palabras que sustituyen a otras fonéticamente similares, omisión o intercambio de preposiciones, abuso de los verbos comodín o sustitución de estos por otros absurdos…, y al final nace un idioma incomprensible para quienes todavía hacen uso del español.

Ana Durante, con mucho humor y otro tanto de resignación, ofrece una guía práctica de este nuevo idioma, da las claves para su comprensión y nos advierte del futuro al que nos condena. Documentado con multitud de ejemplos y ejercicios que nos invitan a pensar en la lengua y nos enseñan a estar alerta y a mejorarla, Guía práctica de neoespañol, enigmas y curiosidades del nuevo idioma es un tratado a la vez divertidísimo y sobrecogedor sobre el uso y la delirante transformación de la lengua en nuestros días.

Parte del capítulo sobre la antieconomía del lenguaje.
Ejercicios para acabar con tanta redundancia.

¿Por qué me gusta? Porque recoge muchos errores de traducción tan arraigados que casi no sorprenden, pero que vale mucho la pena revisar para erradicar. Ofrece, además, unos ejercicios después de cada apartado para practicar lo expuesto. Es otro de los libros que suelo regalar a compañeros traductores y alumnos en prácticas.

Se vende en Amazon, Casa del Libro, etc.

  • La duda, el sentido común y otras herramientas para escribir bien, de Ramón Alemán (Libros.com, 2017)

La duda, el sentido común y otras herramientas para escribir bien es una recopilación de artículos, rigurosos pero también divertidos, sobre el buen uso del idioma español. Es el mejor lugar para encontrar soluciones a los problemas con los ex (y con cualquier otro prefijo), para aprender a escribir una carcajada, conocer los secretos de la bohemia coma o acertar con las mayúsculas. Es también el escenario ideal para citarse con «los guardianes de la lengua» y poner en práctica nuestra capacidad de dudar.

¿Por qué me gusta? Porque me gusta cómo escribe Ramón, tras haber leído su libro Lavadora de textos —también el nombre de su blog—, y cómo explica los puntos ortográficos más relevantes.

Disponible en Amazon, Casa del Libro, etc.

montolio 2
montolio
  • Manual de escritura académica y profesional (Vol. I). Estrategias gramaticales y Manual de escritura académica y profesional (Vol. II) Estrategias discursivas (Estrella Montolío, Ariel letras, 2014)

Un curso completo de escritura al alcance de todos. El primer volumen está dedicado a las estrategias gramaticales y centra su atención en materias como acentuación, la corrección de textos, el léxico, la planificación, una nueva versión adaptativa del párrafo, la puntuación, la cohesión textual y las estrategias para mantener un estilo de escritura objetivo en los textos académicos y profesionales. En el segundo volumen se hace una propuesta orientada hacia las estrategias discursivas que expanden y enriquecen nuestra concepción de la escritura y de sus usos actuales.

¿Por qué me gusta? Porque son dos manuales completísimos que, como traductores, pueden ayudarnos a escribir mejor. Podemos repasar locuciones preposicionales y aprender a evitar queísmos y dequeísmos y a llevar cuidado con los parónimos, entre muchos otros. Además, viene repleto de ejercicios para practicar.

Puedes comprarlos en Amazon, Casa del libro, etc.

anecdotakes
traducor para niños
  • Traducir para niños, de Riita Oittinen y traducido por I. Pascua y G. Marcelo (Servicio de publicaciones de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 2004)

Este volumen se centra principalmente en cuestiones teóricas relacionadas con la traducción de libro para niños. Es una magnifica fuente de referencia puesto que, además de tratar sobre la propia cuestión de traducción, da a conocer temas relacionados con la filosofa de la literatura infantil.

¿Por qué me gusta? Porque es novedoso en cuanto a enfoque y aborda un tema que se ha tratado relativamente poco.

Disponible en Amazon, Casa del Libro, etc.

  • Anécdotakes, de Salvador Aldeguer (Editorial Círculo Rojo, 2017)

Por fin alguien aclara y desvela aspectos, trucos, secretos, anécdotas y curiosidades de la siempre controvertida profesión del doblaje cinematográfico y de series de televisión. Un libro escrito para el espectador que no se ha planteado qué hay y quiénes están detrás del doblaje de una película. Un homenaje a todos los profesionales implicados en el apasionante proceso de poner voces y compartir emociones a través de los personajes de la pantalla.

Una guía imprescindible para todas esas futuras estrellas del atril que se encuentran en su periodo de aprendizaje. Y, lo más importante, escrito en su totalidad en versión original y sin subtitular.

¿Por qué me gusta? Porque me encanta descubrir lo que pasa entre bastidores de cualquier profesión y la del doblaje me parece muy atractiva. Aldeguer empieza con la historia del doblaje y también aborda la traducción para doblaje y la censura, un tema apasionante.

Una de trucos de sonido al atril.
La importancia de las comas.
¿Qué se hace cuando hay distintos acentos?

Disponible en Amazon, Casa del Libro, Editorial Círculo Rojo.

***

¡PRIMICIA!

El 27 de abril sale mi nuevo libro con Larousse/VOX, Flash Grammar, y ya puedes encargarlo por aquí. Si eres traductor o filólogo inglés tal vez no te cuente nada nuevo (no te voy a mentir), pero sí es un libro recomendable para estudiantes y todos los que deseen repasar la gramática básica, intermedia y un poquito más avanzada.

Mi nuevo pequeñín es un manual muy práctico para entender de un vistazo las dificultades gramaticales más típicas del inglés. Cada página responde a una duda, que se muestra mediante una infografía clara y sencilla con las cuestiones principales, a toda página; ejercicios y pasatiempos para practicar el tema de forma amena; las soluciones a pie de página, volteadas; y notas con explicaciones adicionales, cuando es necesario.

Los temas se presentan con un orden progresivo, que van desde el nivel A1 hasta el B2. Al final de cada nivel se ofrecen unas cuantas páginas de ejercicios y pasatiempos, con las soluciones en cada página, para repasar lo aprendido hasta ese momento.

Y ahora sí, termino por hoy. Sea como sea y elijas el libro que elijas, ¡feliz lectura y hasta la próxima!

PD: ¡Sorpresa! Si lees esto y eres uno de los cuatro primeros en dejar un comentario, te llevas un ejemplar de False friends/Falsos amigos gratis. Sí, así de fácil.

Carta abierta al traductor principiante

19 Domingo Feb 2017

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, Cuestiones laborales, Errores, Traducción, Vida traductoril

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Hace tiempo que tenía pensado escribir algo así, pero esperaba algún motivo. ¿Comienzo de año? ¿Cumpleaños del blog? Parece que, si no hay un motivo, es escribir por escribir, igual que hablar por hablar. Como si escribiera porque me ha pasado algo en concreto. Y no.

Escribo esto porque, en ocasiones, las redes pueden ser nocivas, porque nos llevan a engaño o nos hacen sentir mal. Escribo para ti, alumno que me lees habitualmente y que, quizá ya en cuarto, no sabes qué hacer con tu vida cuando termines la uni. Pero también escribo para mí, que en ocasiones va bien echar la vista atrás para ver qué ha funcionado, qué no, y ver por dónde va bien seguir.

Sobre todo escribo porque hace tiempo que observo cierta amargura o frustración en algunos casos: «En el grado nos lo pintan todo negro», «Nunca me habían explicado esto y no sé qué hacer», «No encuentro trabajo», «Qué suerte que tú llevas X libros traducidos y a mí no me hace caso nadie». No hace mucho, un chico dejaba un comentario en este blog quejándose de lo poco solidario que era el gremio, que nadie le había ayudado ni dado una oportunidad para empezar a trabajar, para seguir aprendiendo. Sé que no es el único.

Muchas veces, desde las redes, parece que todo es facilísimo y de color de rosa: «Anda, a Fulanito le han asignado esta serie tan molona», «A Menganita le sale el trabajo por las orejas», «Zutano está de intérprete en Nueva York, qué bien vive». Pero no muchos cuentan lo que hay detrás, los rechazos, las meteduras de pata, las horas intempestivas de traducción, los días sin nada de trabajo, mano sobre mano, mirando la pared. Aunque ¿por qué deberían? Cada uno es libre de contar en redes lo que le plazca, ¿verdad?  Al fin y al cabo ¿no son blogs y cuentas de redes sociales personales? Sí, algunos intentamos proponer ideas y compartir experiencias que, en el fondo son eso: personales. Sin embargo, e inconscientemente, muchas veces nos comparamos con los demás y acabamos saboteándonos a nosotros mismos.

Pero no estás solo. Todos hemos pasado por lo que estás pasando tú. Cuando leí el comentario de este chico que te contaba antes, pensé en cómo fueron mis inicios y me vi muy identificada. Si no tienes mucha prisa, hazte un té o un café y te lo cuento.

En cuarto de carrera me fui un semestre a Saint Andrews, Escocia. No era un Erasmus, puesto que el primero lo hice en Dinamarca (y ahí no hice nada de nada, solo teníamos que escribir un «diario lingüístico» sobre nuestras experiencias en el país). En cuarto quise estudiar fuera y hacerlo de verdad. Al volver, quedaba poco ya para acabar el curso, tuve que ponerme al día con alguna asignatura no convalidable y, a la vez, empezar a pensar en qué haría cuando terminara la licenciatura. Así pues, empecé a buscar editoriales y agencias de traducción porque, a diferencia de algunos compañeros, yo sí tenía claro que quería dedicarme a esto. Recibí algunas negativas, muchos «ahora no tenemos nada, pero te incluimos en nuestra base de datos» y muchos más silencios por respuesta. Pero no podía quedarme ahí. Empecé a colaborar con S.O.S. Racisme traduciendo documentación del inglés y el castellano al catalán; quería tener experiencia demostrable y si encima ayudaba en algo, mejor que mejor.

Inicios

Recuerdo que, al terminar la carrera, estaba perdida. Lo fácil, por llamarlo de algún modo, era seguir estudiando para especializarme (seguir estudiando te envuelve en ese papel de burbujitas), de modo que me matriculé en el posgrado de traducción literaria de la Universitat Pompeu Fabra. Corría el año 2004 —sí, «corría» porque el tiempo vuela— e iba a clase, impartía clases de inglés (fue de lo primero que busqué también para ir subsistiendo) y empezaba a traducir. Como no recibía encargos con regularidad, el gestor me aconsejó que me diera de alta y de baja en un mismo mes; en ese mes facturaría todo lo que hubiera trabajado hasta entonces.

A partir de entonces, como una hormiguita. Y es que todo hay que currárselo. Conozco otros compañeros que tampoco empezaron directamente con muchos clientes en la cartera. Mandaron muchísimos currículos, llamaron a muchas puertas, empezaron de gestores de proyectos en agencias muy pequeñas o volvieron a la traducción de rebote. Cuesta hacerse con una buena cartera de clientes, es algo que lleva su tiempo, como cualquiera podrá decirte.

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A lo que iba, al terminar el posgrado, Olivia de Miguel, directora y profesora de este, que había visto mi interés y le gustaba cómo trabajaba, me pasó el contacto de una editora de mesa de Planeta que se ocupaba de los sellos empresariales Deusto y Gestión 2000. Para ellos traduje algunos manuales y libros sobre innovación en la empresa y similares.

Ahora pensarás: «¡Aja! Tenía enchufe». Bueno, prefiero llamarlo contacto. Piensa que nadie va a darte trabajo si no lo haces bien solo porque alguien te recomiende. Pero, y esto es importante, sí que la suerte puede ser un factor. Reconozcámoslo, el trabajo es importantísimo —hay que estar al pie del cañón y estar motivado, querer hacer lo que haces—, pero tampoco podemos descartar el factor suerte; ya sabes, eso de estar en el momento justo en el lugar indicado. A lo mejor ese currículum que envías en marzo no lo tienen en cuenta hasta pasado un año (sí, también me ha pasado), pero justo entonces necesitan a alguien y… ¡pam! O quizá conoces a alguien que resulta que conoce a alguien que… Y de ahí también que sea tan importante que todo el mundo sepa a qué te dedicas.

De calidad y otras criaturas

No, yo tampoco salí de la carrera traduciendo fantásticamente. Pasaba algunas pruebas, otras no, pero algunas agencias me mandaban encargos de forma más o menos regular, con lo cual, tampoco debía de hacerlo tan mal. La práctica, como en cualquier otro trabajo, es esencial. También lo es leer mucho, tanto texto en lengua original (para seguir puliendo nuestra lengua B), como en lengua meta (para expresarnos mejor en nuestro idioma) y traducciones. Sí, creo firmemente en que podemos aprender de los demás compañeros. A veces leo traducciones e incluso comparo con el original y me apunto (mentalmente o no) las buenas soluciones que un compañero ha encontrado. De todo se aprende, créeme.

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Y hablando de que de todo se aprende, encontrarás chinitas en tu camino. O piedras más grandes. Hasta rocas. Todo forma parte del proceso. El primer año de autónoma tuve un encargo un 23 de diciembre —me acordaré toda la vida—; un volumen pequeño para una agencia de traducción de Granada: la traducción de un folleto del castellano al catalán para una cadena de centros de belleza. En total, el trabajo ascendía a 30 euros. Eran fechas señaladas, parecía un texto fácil y quizá no puse todo el esmero que debía. Se me colaron dos faltas de ortografía y me equivoqué al traducir una planta medicinal, aunque eso lo supe el día D. El día D fue cuando la agencia me contó que el cliente se había quejado de que el texto se había imprimido con faltas y que debían tirar todos esos folletos. Miré el texto, les expliqué lo que estaba mal y lo que no y les pregunté si había habido corrección posterior. No, no la hubo, pero la responsable única era yo, según la agencia.

Contacté con una asociación de traductores para preguntarles y no obtuve respuesta. Hablé con una abogada, que —no te miento— me tuvo una hora en su despacho buscando jurisprudencia en internet para determinar mi grado de responsabilidad. Alucinaba. Solo se le ocurrió que, amparándome en la poca gravedad de los errores y que ellos habían reconocido que no habían revisado el texto, me ofreciera a pagar parte. Y así fue como conocí a vuestra madre como acabé pagando 400 euros. Lo mejor fue que, poco después esa misma agencia me escribió para que siguiera colaborando con ellos. Vaya, y yo que pensaba que lo hacía fatal. Evidentemente les dije que no. Y eso también es importante: decide con quién te compensa más trabajar, mi joven padawan. Luego seguimos hablando de este tema.

Después de eso estuve una semana sin aceptar nada, pensaba ¿y si meto la pata con algo más grave? Por aquel entonces traducía para otra agencia partes de accidentes, informes médicos y documentos de siniestros del alemán al castellano. Mi confianza estaba por los suelos. Pero the show must go on, como dicen, ¿no?

Pasarán muchas más cosas durante tu trayectoria profesional. Habrá malos momentos, claro, y cosas que tal vez no publiquemos en redes sociales. Seguramente no decimos que no hemos pasado la prueba de traducción de una editorial o que no hemos entregado a tiempo una traducción y el cliente se ha enfadado o la agencia nos ha reprendido. Que se nos ha olvidado una entrega y estamos la noche anterior dándole que te pego a la tecla para subsanar nuestro error. Que entregamos un documento a medias porque no vimos que había más pestañitas en el Excel o que en el zip había más documentos. Y no son casos aislados, nos pasa a todos.

Y este proceso de aprendizaje no acaba nunca. Después de doce años, me sigo pillando los dedos con algún proyecto, meto la pata o me despisto. Digo que sí aun yendo saturada por miedo al «no» o no peleo lo suficiente por subir una tarifa en un caso concreto, con mucha urgencia o que aceptas casi por compromiso. Créeme, sigo trabajando en esto.

Por eso cuando doy consejos a estudiantes en las charlas o en este mismo blog, no es porque sepa más que nadie, sino porque me ha pasado a mí y lo he solucionado de esta forma o esta otra. Claro que, muchas veces, no podemos controlar la idea que se hace alguien de nosotros y hay quien pensará que voy de estrellita. Y eso me lleva al siguiente punto, el blog y las redes, de lo que sé que te han hablado en la universidad.

Redes y telarañas

No te lleves a engaño: un blog no es la panacea. Hazlo si realmente te apetece, pero no es garantía de nada. Tenerlo abandonado o sentirte obligado a escribir constantemente es una pérdida de tiempo y motivo de frustración. Hace tiempo decidí que escribiría cuando me apeteciera o tuviera algo que decir. Publicar por publicar, tener la obligación de escribir solo por tener una entrada o dos al mes no va conmigo. No quiero acabar teniendo una colección de entradas con enlaces a cosas que luego nadie (ni yo misma) va a consultar.

Pero, una vez más, nada es flor de un día. En mi caso, abrí el blog y la cuenta de Twitter casi a la vez. Era 2011 y estaba acabando el Máster en Traducción Audiovisual de la UAB. Tuvimos una asignatura de orientación laboral y la profesora nos recomendó salir al mundo… de las redes. Nos habló de algunos blogs de traducción (creo recordar que el de Pablo Muñoz, el de Curri, el de Eugenia Arrés y el de Eva Martínez) y me pareció una idea estupenda para hablar de lo que sabía o de lo que aprendía. Como todo hay que probarlo al menos una vez —sobre todo si no es nocivo—, allá que me fui. Para entonces ya llevaba seis años de autónoma y pensé que tenía cosas que contar.

Al principio no conocía a nadie, ni me leía nadie, evidentemente, pero sí vi que era una manera fantástica de aprender de los demás. En general, puedo decir que estar presente en las redes ha sido muy positivo para mí. He conocido a profesionales fantásticos y mejores personas, me han invitado a congresos muy chulos y me han ofrecido proyectos interesantes gracias a la visibilidad, sí, pero también porque creo que hay algo más. No creo en las fachadas sin un buen trabajo de construcción por dentro. Una vez más, hay años de trabajo detrás.

Porque, y esta es la otra, ser visible tiene sus cosas malas. Están las habladurías («Pero si esa solo traduce novela rosa», «Pues repitió charla el otro día», «No sé por qué se jacta de traducir erótica») y sus momentos de frustración, de compartir algo y que se pueda tergiversar el fin con que se ha compartido o que no he expresado con suficiente claridad lo que quería decir. Bueno, y por qué no decirlo, que me equivoco, claro está. Siempre existe la posibilidad de que la gente se forme una idea equivocada de ti, pero tengas que aguantarlo porque «eres visible» y esas cosas pasan.

Pero ¿sabes qué? Si lo que escribo hoy puede ayudarte en algo, solo te diré que seas tú, que publiques lo que te apetezca, que compartas tus logros en redes si te apetece o te quejes de lo que sea menester si así te nace.

Y te diré que trabajes, que estés activo, pero que no te compares con nadie. Tú eres tú y tus circunstancias. Que una prueba de traducción no superada no te desanime. Como en los «rasca y gana»: sigue jugando. Que hay momentos buenos y malos, días tranquilos y noches casi sin dormir para llegar a una entrega. Que no traduces peor por facturar menos que Fulano.

Aun así, convendría tener en cuenta que la traducción es una amante exigente, sobre todo si eres autónomo. Que debes ser traductor, gestor de proyectos y contable a la vez. Que ser dueño de tu tiempo como autónomo es una trampa y que, muchas veces, al final le acabas dedicando más tiempo del que deberías.

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Y, si me permites un consejo —un consejo de madre—: sé buen compañero. Sé amable con los que te rodean, aunque sea virtualmente. Conocerás a mucha gente en el camino y al final aprenderás a separar a los compañeros de los conocidos. Hazte con gente que sume y no que reste. Compañeros en los que puedas confiar. Tengo suerte de tener un buen grupito, un grupo de amigos traductores y revisores a mi lado (no voy a dar nombres, ya sabéis quiénes sois) que me echan una mano de vez en cuando y con los que comparto traducción, una copita y algo de frustración en ocasiones.

¿Por qué te digo esto? Pues porque otra manera de empezar es haciendo piña con otros compañeros de tu promoción (o de otras promociones) o incluso buscando a un mentor, un profesional en activo que pueda aconsejarte (como el sistema que ofrece Asetrad). En mi caso, trabajo ahora mismo con una traductora que me lo pidió y, de momento, está siendo una buena experiencia para ambas.

Clientes

Antes te comentaba que ser autónomo es un arma de doble filo. Eso de que no tenemos jefes es mentira: somos nuestro propio jefe y, en ocasiones, llegamos a ser demasiado duros con nosotros mismos. Aunque nos cueste organizarnos y le dediquemos más horas de las necesarias, podemos elegir con quién trabajamos. Al principio quizá te resulte más difícil porque quieres tener la oportunidad de traducir y adquirir experiencia, pero con el tiempo no está de más revisar con quién te interesa más seguir colaborando.

También empecé traduciendo por cuatro céntimos la palabra; por eso cuando algunos decimos en charlas, blogs o donde sea que empieces con una tarifa más alta porque luego cuesta más subirla es cierto. Para una de las primeras agencias que me ofreció encargos periódicamente al principio de ser autónoma cobraba esta tarifa y te prometo que casi todo eran faxes escaneados guardados en pdf no editables. Una joyita, sí. Sin embargo, me dije que era una manera de empezar y me lie la manta a la cabeza. Cuando hace unos meses volvieron a ponerse en contacto conmigo para un proyecto similar y la misma tarifa les dije que, si no era un importe superior, no lo haría porque el precio era muy bajo y el trabajo, considerable. Me contestaron que no podía ser, así que… good riddance! Entiendo que cuando empiezas no tengas tantas opciones para escoger, pero merece la pena planteárselo.

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En el caso de las editoriales, más de lo mismo. Hace ya unos años —parece la prehistoria, hará unos diez ya—, tras una de las batidas que hago enviando currículos, hice una prueba de traducción para la editorial VM (con iniciales, como en los programas de cotilleo, por si acaso), ahora extinta, y me «reclutaron». Con la promesa de trabajo con regularidad, las tarifas que ofrecían eran irrisorias: 5,5 € los 2100 caracteres. Pero bueno, pensé, empecemos y luego ya habrá tiempo de pedir más. Craso error. Y no solo por las tarifas, sino porque su gestión era nefasta, no enviaban nunca ejemplares justificativos al traductor y porque acabaron cerrando debiéndoles dinero a muchos colaboradores externos. Tuve la suerte de que a mí me lo pagaron todo, pero otros no pueden decir lo mismo, por desgracia. También dejaron sin publicar muchas traducciones, como una novela la mar de maja de Brandon Sanderson que traduje y se quedó en el olvido.

Tarifas y condiciones aparte, el trato —una vez más— también es importante. Trabajamos y somos personas, no robots sin alma. Recuerdo lo comprensivos que fueron conmigo la mayoría de mis clientes cuando mi padre estuvo a punto de morir hace unos años. Fueron un par de meses de incertidumbre, de correr al hospital en el momento más inoportuno y de noches sin dormir. Tenía proyectos a medias que quedaron en el aire o que tuvieron que ser reasignados. Hubo quien lo entendió y quien no, como una empresa para la que hacía audiodescripciones.

Como pasa con los amigos, es en los malos momentos donde ves la calidad humana y te das cuenta de si vale la pena o no trabajar para según qué clientes. Y con el tiempo te darás cuenta de que priorizar es ventajoso. Trabajas más tranquilo y, por ende, mucho mejor, sabiendo que el cliente tal o cual paga bien y a tiempo, que es flexible si tienes algún imprevisto.

En definitiva, querido lector principiante, que te entiendo y que casi todos —por lo menos yo— hemos empezado así, con incertidumbre, inseguridades y miedos. Que no, que no todo es de color de rosa, pero tampoco te lo pinten negro como la pez. Que, como todo en la vida, si realmente quieres dedicarte a traducir, inténtalo, trabájatelo y procura no desanimarte. Porque esta profesión vale la pena.

Diez trucos típicos de un buen traductor audiovisual

18 Miércoles Ene 2017

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Ni uno, ni dos, ni tres. Diez son los trucos que Xosé Castro compartió con los asistentes al Congreso SELM en la ponencia de clausura de esta edición. Como me parecieron la mar de útiles, le pedí si podía reproducirlos en el blog con algunos comentarios marca de la casa… y aquí los tenéis.

Si os interesa la traducción audiovisual y queréis ser aún más profesionales, ¡seguid leyendo!

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1. DE CABO A RABO

Es imprescindible revisar el archivo y cerciorarse de que el material corresponde con el proyecto que nos han asignado. Un consejo que nos da Xosé Castro es comprobar que estén los créditos, porque será señal de que la película, episodio o documental está entero. Con el guion debemos hacer tres cuartos de lo mismo.

Aceptar el proyecto sin realizar estas comprobaciones y darse cuenta después de que la película no se corresponde con el guion o no está entera no solo nos hace quedar poco serios como traductores, sino que nos retrasará enormemente. Aunque no vayamos a traducir al momento, procuremos tener el material correcto y en condiciones.

Y esto es aplicable a muchas otras ramas de la traducción. Pienso, por ejemplo, en los proyectos en Excel. Fíjate bien en todo lo que hay que traducir, no solo de la primera hoja, sino de las otras que pueda haber con texto. Y digo Excel porque a mí me han pasado trabajo audiovisual en este formato para películas y series.

2. PROCESO DE PRODUCCIÓN EFICIENTE

Es importante conocer bien el teclado que usamos y estar familiarizados con los atajos de teclado. Como ha dicho Castro en alguna ocasión: «Cada vez que usas un ratón, muere un gatito».

Aquí van algunos enlaces:

  • Atajos de teclado para traductores: http://algomasquetraducir.com/atajos-de-teclado-para-traductores/
  • Atajos de teclado en Mac (para traductores y no traductores): http://dgimirizaldu.blogspot.com.es/2013/04/atajos-de-teclado-en-mac-para.html
  • Los atajos de teclado: https://traduciresdescubrir.wordpress.com/2012/02/11/los-atajos-del-teclado/
  • Los atajos de teclado más importantes (también en herramientas varias): http://www.henter.co/los-atajos-teclado-mas-importantes-traductores/

En cuanto al proyecto en sí, también seremos más eficientes si vemos todo el vídeo antes y repasamos el guion. De esta manera sabremos qué esperar antes de traducir: ¿observamos alguna dificultad? ¿Debemos documentarnos sobre algún tema en concreto? Como sabemos que para que una traducción funcione debe causar el mismo efecto en el espectador meta, hay que conocer bien el proyecto en sí y detectar las dudas que luego nos permitan agilizar el trabajo.

Está claro: si prevemos lo problemático antes de empezar, podemos tratar de solventarlo antes de ponernos manos a la obra. Una vez más, algo que nos puede servir en otras ramas. En literaria, por ejemplo, hojear el libro y leer algunos capítulos antes (o el volumen entero) nos ayudará a ver no solo de qué trata y ponernos en contexto, sino también a fijarnos en cuestiones problemáticas (diferencias de tratamiento, argot, vocabulario especializado, etc.).

3. DOMINIO DE LA HERRAMIENTA

Es importante conocer la herramienta de trabajo que vamos a usar. Por ejemplo, en mi caso uso un programa de subtitulación propio del cliente. Antes de empezar, imprimí y encuaderné los manuales. Los tengo siempre a mano para consultar fácilmente los atajos o si se dan problemas técnicos.

Si trabajamos con Word (guion en pdf y película por separado), no está de más crearnos una macro que pueda acelerar las tareas rutinarias de modificaciones y formato; combinar varios comandos (por ejemplo, para insertar una tabla con un tamaño y bordes específicos, y con un número determinado de filas y columnas); hacer que una opción de un cuadro de diálogo sea más accesible o bien automatizar series de tareas complejas.

He aquí un ejemplo de macro para Word, https://www.youtube.com/watch?v=HI-T1gDy3Q4, aunque podemos encontrar muchos más tutoriales.

Y como no solo de macros vive el hombre, conozcamos también los diferentes formatos de archivo en que puede estar nuestro proyecto y qué conversores podemos usar. Por ejemplo, aquí va uno que convierte a otros formatos de archivo sin instalar programas:  http://computerhoy.com/paso-a-paso/internet/convertir-otros-formatos-archivo-instalar-programas-17507.

4. DUDA Y PREGUNTA (MUCHO)

Parece ser que, en ocasiones, cuanto más novato se es, menos se pregunta por miedo a parecer inexperto. Para empezar hay que tener en cuenta algo esencial: debemos saber hasta dónde llegan nuestras limitaciones. ¿Podemos encargarnos de este proyecto? ¿Nos va grande? Si es la primera vez que trabajamos para un cliente, quizá conviene que les pidamos qué convenciones utiliza y cómo quiere que le entreguemos el guion. Tal vez podemos pedir incluso uno de muestra.

Si aparece alguna dificultad, hay que preguntarlo antes y durante, no al entregar. Enviar al cliente una lista de problemas el día de la entrega le servirá de muy poco si necesita el texto ya para adaptar, locutar o lo que sea. Otra cosa distinta son los informes en los que documentas posibles cuestiones de traducción. Yo lo hago al entregar una novela, por ejemplo, por si eso pudiera ayudar al corrector.

Si nos aparece algo técnico o muy especializado, busquemos algún experto que pueda revisar nuestro texto o asesorarnos de algún modo. Me pasó con una serie en la que se hablaba de baloncesto, de lo que no tengo ni idea, pero me salvó el pellejo una conocida, que es entrenadora y gran conocedora del mundo del baloncesto en los Estados Unidos. Me revisó el texto y me comentó qué soluciones eran más naturales teniendo en cuenta el contexto. En definitiva, lo que decimos siempre: no tienes por qué saberlo todo, pero sí dónde buscarlo y a quién acudir.

5. LA IMAGEN ES LA BIBLIA

Hacer caso omiso de la imagen es uno de los errores clásicos en los fansubs, los subtítulos de aficionados, que suelen fiarse a pie juntillas de la versión en inglés sin apenas mirar la pantalla. Pero la imagen va a misa. Por eso, hay que cerciorarse de que el guion coincida y sea correcto, porque lo que predomina es lo que se ve y se escucha.

Por ejemplo, you no siempre es «tú», apunta Castro, también puede ser «vosotros», «usted» y «ustedes». Es cierto que muchas veces en inglés se marca la pluralidad con un you two, pero no siempre. Y en cuanto al tratamiento de usted, hay que prestar especial atención a todo: guion, imagen y, sobre todo, contexto.

También hay que andarse con ojo con los deícticos que nos marcan lugares y objetos, para traducir al género y número que proceda o adaptarlos del modo más conveniente. Y ojito con el vocabulario que puede parecer simple en primera instancia, como shrimp, apunta Castro, que no solo puede referirse a una gamba, sino que también puede ser un camarón o un langostino. Imagina la importancia de traducirlo bien en un programa de cocina.

No nos olvidamos de los ad libs (conversaciones de fondo), que habrá que traducir también, aunque nos parezca que se entiende todo.

Y si tenemos un elemento paralingüístico en pantalla, más motivo aún para dar importancia a la imagen. Pienso en el «Don’t be a…» de Pulp Fiction, del que ya hablé en este artículo sobre adaptaciones de cine.

En este caso, como comenta Patrick Zabalbeascoa en su artículo La traducción del humor en textos audiovisuales, se da un chiste paralingüístico, que depende de una combinación de elementos verbales y no verbales. Es decir, lo que se diga va a estar supeditado a lo que se vea (un gesto, una caída, una aparición, el sonido de un disparo etc.).

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En este momento de la película, Vincent Vega, personaje interpretado por John Travolta, le pide a Mia Wallace, Thurman, que lo lleve a otro restaurante para cenar, a lo que ella le responde «You can get a steak here, Daddio. Don’t be a…» y dibuja en el aire un rectángulo (aunque más bien debería ser un cuadrado porque la expresión en inglés es don’t be square).

Explica Zabalbeascoa que el sentido en inglés de «no seas antiguo» dista mucho de una traducción literal de «no seas» y luego ver el cuadrado en la pantalla, que encima va reforzado por unas líneas de puntos. Una solución puramente verbal, dice, «sería buscar una expresión en castellano que acabara con “cuadrado” y encajara en el contexto (tipo “no seas un cabeza… cuadrada” o quizás “no seas tan… cuadrado”, aunque las dos son mejorables).

Y como esto seguro que se os ocurren muchos ejemplos más. Ahora mismo pienso también en un gag del primer episodio de Modern Family en el que tras comentar el personaje Phil (Ty Burrell) el bonito vestido que lleva Gloria (Sofía Vergara), ella pronuncia su nombre de tal manera que parece que le diga feel, «tócalo», que es lo que hace él para asombro de los allí presentes. Chiste, pronunciación y gesto en pantalla: una combinación explosiva.

6. NO LO HE OÍDO, NO LO CONOZCO, NADIE LO USA

Que no lo hayamos oído no significa que no se diga y no se use en muchas otras partes. Cuidado con la influencia de zona geográfica al traducir y procuremos no caer en laísmos o en localismos que luego sean difíciles de entender.

Castro usó el ejemplo de alguien que en una película, si no recuerdo mal, pedía su hamburguesa «con todos sus avíos». Al parecer, eso significa el conjunto de extras: mayonesa, ketchup, etc. en algunas zonas del país. En esta receta aparece, por ejemplo, pero ¿se entendería en otros lares?

7. DOCUMENTACIÓN

Con el fácil y rápido alcance a las fuentes de información que tenemos gracias a Internet, a veces pensamos que con eso basta. Hay mucho mundo fuera de las redes. No vayamos a lo de siempre (Wikipedia, Wordreference, IATE), busquemos recursos offline e incluso orales. Es mejor recurrir a un experto en una materia determinada que fiarse de un glosario de Internet cuyas fuentes desconocemos.

Y si buscamos en las redes, acudamos a foros especializados antes que a uno de traductores. Los miembros de esos foros sabrán asesorarnos mejor porque son especialistas en el tema y seguramente se alegrarán de que les consultemos. Castro comentó en su ponencia que suelen agradecer las consultas porque lo interpretan como un interés hacia su trabajo. Doy fe. Tengo amigos mecánicos e ingenieros que se echan las manos a la cabeza cuando oyen alguna «burrada» en un doblaje o en unas voces superpuestas: «¿Que tiene 130 “hache pe”? Eso viene de horse power. Tendría que haber dicho “130 caballos”». Verídico.

Y sin desmerecer las bibliotecas, no olvidemos los libros en Google Libros o Google Académico, con textos de mayor fiabilidad que cualquier recurso sacado de un blog.

8. EVITA EL ESPAÑOL DE DOBLAJE

Lo malo es que está tan arraigado que oímos estas expresiones del dubbese y nos quedamos tan anchos. Para empezar, cuidado con los posesivos para las partes del cuerpo. Si uno le tiende la mano al otro para salvarle la vida, diremos «¡Agárrame la mano!» o incluso «¡Agárrate!» porque en pantalla se verá todo seguramente, pero no «Agárrame mi mano» porque ya queda claro, es redundante y es un calco del inglés. Sí, sé que hay que tener en cuenta la sincronía labial en doblaje, pero en algunos casos no cuela.

Hablando de calcos, ojo también con vocablos calcados y falsos amigos, algo que, evidentemente, hay que tener en cuenta en toda traducción. ¿Errores típicos? El detective cuando hablamos de un agente de la policía, que no es «detective» sino «inspector». O el caso de «alcaide» para warden que aquí es el director de la cárcel. Y por supuesto no es ningún nombre propio: «Soy Warden Grant, el responsable de la prisión» quedó para la posteridad en una película.

¿Y qué decir de los tacos? Como ya sabéis, en este blog he hablado bastante del tema y no me canso de repetirlo: el español es muy fértil en cuanto a tacos y expresiones soeces, ¡aprovechémoslo!

Evitemos este tipo de traducciones:

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9. SÉ UN JEDI DE LA FRASEOLOGÍA

Traducir bien tiene mucho que ver con el conocimiento de la lengua meta, e incluso más, ya que nuestra traducción tiene que parecer como si se hubiera escrito originariamente en castellano. Para esto no hay nada mejor que leer mucho, fijarse bien en las colocaciones y tratar de fijar bien el vocabulario.

Desconfiemos de lo que no tenga sentido en español y traduzcamos con la expresión adecuada. Frases verídicas como «Le habían robado el trueno» o «Le había cortado el corazón» no se entienden mucho, ¿verdad? Pero, ay, si acudimos al original en inglés, vemos que el texto original sí se entiende: Finding his thunder stolen es «adelantarse a uno, robarle a uno una idea» y To cut at his heart es «herir en lo más vivo».

Y ya que hablamos de vocabulario, adaptémoslo bien según la época de la película o serie en cuestión. Una persona del siglo XVI no va a hablar como una del XXI. Oímos mucho «bizarro» o «evento» (sí, influencia del inglés), pero por mucho que se usen ahora, no podemos usarlos en un texto más antiguo, por ejemplo.

No tengamos miedo a los diminutivos o aumentativos. Por influencia del inglés, muchas veces se traduce literalmente un little o un big, pero en nuestro idioma tenemos una forma muy natural de traducirlos con los diminutivos y los aumentativos, que —según comentó Castro— apenas se oyen en los doblajes. Por ejemplo, en una frase del tipo I have a little problem, ¿por qué no decir «tengo un problemilla»?

10. SÉ MEMORABLE

Que se acuerden de nosotros. Eso se consigue de muchas formas: facilitando las cosas, siendo comunicativos y sinceros, dando seguridad («No te preocupes, yo me ocupo»). Se acordarán de nosotros si les consultamos dudas, si les facilitamos el trabajo («Mira, voy un poco liado, pero te hago un hueco ahora mismo») y porque vamos mucho más allá de entregar un texto de calidad. Podemos suplir siempre la falta de experiencia ofreciendo profesionalidad.

Demostramos esta profesionalidad, como veíamos antes, cuando aceptamos el proyecto solo si es un tema que dominamos o sabemos que podemos pedir el comodín de la revisión a otro profesional. También demostramos ser buenos profesionales si no lo aceptamos, pero le buscamos a un compañero que pueda encargarse del proyecto. En definitiva: hagámosle la vida fácil al cliente, solucionémosle los problemas (siempre que se pueda, claro).

Aunque la receta del éxito en traducción no existe, me parece que estos consejos son unos buenos apuntes para empezar, ¿no os parece? ¡Nos leemos en la próxima!

*Y por supuesto, gracias, Xosé, por darme carta blanca para hablar de tu charla.

Cómic y Medicina. Entrevista a Blanca Mayor Serrano

14 Miércoles Dic 2016

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Arrugas, Blanca Mayor Serrano, cómic, cómics sobre Medicina, comunicación, comunicación médica, Diario médico, divulgación médica, Fernando Navarro, Fundación Dr. Antonio Esteve, historietas gráficas, María y yo, Mónica Lalanda, medicina, Paco Roca

Este pasado mes de julio se celebró la 4ª edición del curso Problemas, métodos y cuestiones en traducción médica organizado por Fernando Navarro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en la que tuve el placer de participar.  El curso abarcó un temario muy variopinto en el que se trataron los aspectos culturales y de comprensión en la traducción biosanitaria; la traducción e interpretación en el ámbito de la violencia de género; las nomenclaturas normalizadas en medicina, biología y metrología; y la traducción del lenguaje de la sexualidad y lo soez, que recayó en mí y centré en el vocabulario más frecuente de nuestra sexualidad.

Siguiendo esta línea más informal de la vertiente médica, Fernando Navarro habló de los cómics en Medicina. Dio una pincelada al mundo de las historietas en nuestro país y nos ilustró, nunca mejor dicho, con las viñetas de Mónica Lalanda, que tratan las relaciones médico-paciente o denuncian las irregularidades de nuestro sistema sanitario. Si no la conocéis, os recomiendo que echéis un vistazo a su blog Médico a cuadros o a su libro Con-ciencia médica.

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Pues bien, como no podía ser de otro modo, se habló y mucho de Blanca Mayor Serrano, Dra. en Traducción e Interpretación por la Universidad de Granada y especialista en divulgación y comunicación médico-sanitaria. Y aunque no nos conocemos en persona, Blanca tuvo a bien responderme a unas preguntillas sobre la relación entre cómic y Medicina, de la que habla con asiduidad en su blog Comunicación y educación en salud.

Además, ha publicado recientemente El cómic como recurso didáctico en los estudios de Medicina, volumen destinado, como ella misma explica, «a los docentes, tanto a aquellos que se inician en la enseñanza de la competencia “Habilidades de comunicación” como a los que llevan un tiempo dedicándose a ella pero desean incorporar nuevos materiales didácticos o un nuevo enfoque a sus clases. También es de interés para aquellos estudiantes y residentes que, debido, por una parte, a la juventud de esta materia y, por otra, al hecho de que la formación en esta área es, en algunas facultades, aún escasa e incluso nula, busquen un complemento formativo».

Aquí va, pues, la entrevista a Blanca Mayor Serrano para el blog. Espero que os guste y os resulte interesante. ¡Gracias, Blanca!

  1. Desde tu blog en el Diario médico llevas mucho tiempo divulgando, recomendando y escribiendo sobre el cómic en el ámbito sanitario. Pregunta obligada, ¿qué te atrae del mundo del cómic y qué crees que este puede aportar al sector médico?

En realidad, son muchos los aspectos que me atraen del cómic: su lenguaje, sus elementos identificativos, que favorecen que el lector se involucre en el relato, se proyecte en las historias narradas, lo que lo convierte en un medio singular; su capacidad de comunicar no solo datos, informaciones, sino también pensamientos, sentimientos o emociones, algo impensable en otros tipos de texto como, por ejemplo, los folletos o las guías de salud destinados a los pacientes, familiares y cuidadores.

Y son, entre otros, a mi juicio, estos aspectos los que convierten al cómic —en sus distintos formatos (historieta, novela gráfica, tira cómica, etcétera)— en una herramienta excelente tanto para la promoción de la salud y la educación médico-sanitaria de la población como para la formación de médicos en ciernes y la mejora de la comunicación entre profesionales sanitarios y pacientes.

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  1. Este verano se publicó tu libro «El cómic como recurso didáctico en los estudios de Medicina». ¿Cómo se le ocurre a una licenciada en TeI escribir un libro sobre este tema?

Es una pregunta muy interesante que se ha hecho más de uno, te lo aseguro. Y lo entiendo, pues no deja de sorprender el hecho de que haya sido una traductora, por muy Doctora que sea, y no un profesional sanitario, la que haya intentado cubrir, mediante el uso del cómic como herramienta didáctica, una laguna importante en los estudios de Medicina como es la formación de los estudiantes en la competencia denominada «Habilidades de comunicación», conocida también como «Comunicación médica», «Relación médico-enfermo y habilidades comunicativas», «Comunicación en Medicina» o «Comunicación Asistencial».

Es mi pasión por la investigación, la didáctica, la educación médico-sanitaria del lego en medicina, la comunicación entre médicos y pacientes lo que me llevó a investigar, en un primer momento, sobre la utilidad del cómic para la promoción de la salud y la educación médico-sanitaria de la población, y, posteriormente, sobre las prebendas docentes de este fantástico medio de comunicación para la formación de estudiantes de Medicina en «Habilidades de comunicación» tras descubrir que en algunas facultades de medicina extranjeras se hacía uso del cómic como instrumento docente.

El último libro de Blanca Mayor sobre el cómic como recurso didáctico

El último libro de Blanca Mayor sobre el cómic como recurso didáctico

  1. ¿Qué rasgo diferencial tiene o qué aporta el cómic que no podamos obtener a partir de otro tipo de documentos (folletos, trípticos, etc.)?

Como decía anteriormente, la capacidad de este medio de comunicar no solo datos, informaciones, sino también pensamientos, sentimientos, fantasías o emociones, lo que favorece la identificación del lector con el relato, con la historia narrada.

En el cómic, al contrario de lo que ocurre en el tipo de documentos que mencionas, prima la narración, de ahí que sus elementos constitutivos —narrador, acción, personajes, tiempo y espacio— doten al texto de un gran potencial informativo. Y al relatar, por tanto, en un determinado periodo de tiempo hechos vividos por personajes, con los cuales el destinatario pueda identificarse fácilmente, al analizar experiencias personales prácticamente imposibles de ser abordadas por otras vías y, por ende, permitir al lector proyectarse en las historias narradas, el cómic se transforma en una herramienta idónea para la divulgación médico-sanitaria.

  1. Solemos relacionar un cómic o tebeo con una temática graciosa, simpática, agradable. ¿Cómo podemos hablar de temas tan espinosos como el Alzheimer, el SIDA o la muerte mediante ilustraciones y bocadillos?

En efecto, aunque la percepción social del medio está variando, la gran mayoría suele asociar la palabra «cómic» con un medio eminentemente enfocado al ocio, con un medio de entretenimiento que aborda el humor o la acción, destinado principalmente a la población infantil y juvenil, y poco más. Sin embargo, nos hallamos ante un medio de comunicación soberbio tanto para la promoción de la salud y la educación médicosanitaria de la población como para la narración de vivencias personales asociadas al enfermar. Tanto es así que la acogida entre el gran público de esta modalidad narrativa, me refiero en concreto a la novela gráfica —un formato de cómic en el que los autores relatan sus experiencias, sus vivencias asociadas al enfermar, sean ellos los propios dolientes o algún miembro de su familia—, ha sido tal que se puede afirmar, sin caer en la exageración, que ha revolucionado la industria editorial. Puede apreciarse bien en la copiosa publicación de novelas gráficas en distintos idiomas, traducidas a su vez a otras lenguas.

  1. ¿El formato permite hablar de todo? ¿Se puede explicar bien una enfermedad sin usar jerga médica? 

De hecho, se habla de todo. He leído cómics que abordan temas tan distintos, y desde diversas perspectivas, como la medicina genómica, el Alzheimer, la gripe, el cáncer de mama, de testículo, de laringe, la depresión, la psoriasis, el TDAH, la disfunción eréctil, la oncología radioterápica, el autismo, la epilepsia, la diabetes, la parálisis cerebral, la anorexia, la hemofilia… La lista es interminable.

En cuanto al uso de la jerga médica, no veo por qué hay que prescindir de ella para que el texto resulte comprensible. Es más, en los cómics destinados a la promoción de la salud y a la educación médico-sanitaria de la población es, a mi juicio, necesario hacer uso de tecnicismos. En primer lugar, resulta prácticamente imposible prescindir en todo momento de la terminología médica. En segundo lugar, debido a que los materiales destinados a la información y formación en salud aspiran precisamente a la educación médico-sanitaria de los ciudadanos, en mi opinión, sí conviene hacer uso de la terminología médica siempre que los términos empleados sean debidamente sometidos a un proceso de reformulación la primera vez que aparecen en el texto.

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  1. ¿Qué dificultades existen al plasmar en cómic la realidad de un paciente con una enfermedad grave?

Me temo que no soy la persona más indicada para responder a esta pregunta pues no soy dibujante de cómics. Yo tan solo me dedico a analizarlos y a explotarlos desde el punto de vista pragmaligüístico y didáctico, pero, por desgracia, soy incapaz de hacer un cómic.

  1. En tu libro hablas de la empatía del médico (y del estudiante de Medicina) cuando debe tratar ciertas cuestiones con el paciente. ¿Cómo se desarrolla esta habilidad de comunicación, cómo se aprende a dar malas noticias?

Para desarrollar esta habilidad de comunicación, como cualquier otra, es necesario disponer del enfoque didáctico y el material docente adecuados. En mi libro opté por el denominado «enfoque por tareas», porque implica un aprendizaje activo y favorece la autonomía de los estudiantes. Y, como queda patente en el título de mi libro, por el cómic como material docente, concretamente por la historieta y la novela gráfica por los motivos comentados anteriormente. Además, la novela gráfica, en concreto, permite conocer hechos y situaciones que difícilmente se encuentran en los libros de texto tradicionales de medicina. Y, a diferencia del cine o la novela tradicional, exige una implicación mayor del lector, pues le obliga a la participación activa en la decodificación del conjunto de códigos diversos de lenguajes o paralenguajes diferentes que entran en juego en la narración. Y, cómo no, hay que saber qué se enseña.

Aunque parezca mentira hay profesionales de la salud —sean docentes o no— que suelen confundir el concepto de empatía con el de simpatía, cordialidad, compasión y hasta con los buenos modales. Una vez se tenga claro el concepto de empatía, los factores que la favorecen y la propician, así como la enorme importancia que tiene en la práctica asistencial, esta habilidad de comunicación se puede enseñar, aprender, ejercitar y hasta evaluar con, como decía, el enfoque didáctico y el material docente adecuados.

Invito a los lectores de esta entrevista a que lean el apartado 3.3 de mi libro donde hago una propuesta didáctica para el desarrollo de la capacidad empática. Como todas las publicaciones de la Fundación Dr. Antonio Esteve, se puede obtener, de manera gratuita, un ejemplar impreso del libro haciendo clic en «Solicitar publicación» en este enlace o bien descargar una copia en PDF de la misma página.

  1. Soy muy fan del cómic Oh Joy Sex Toy de Erika Moen y sé que también lo conoces, ya que alguna vez hemos hablado de él por la red. ¿Un cómic es un buen método para hablar de una cuestión tan peliaguda como el sexo, por cuestiones morales y no solamente médicas? ¿Crees que sería posible una publicación de este tipo en castellano?

He leído folletos y guías de salud sobre este tema destinadas a los ciudadanos con un contenido que algunos lectores considerarían subiditas de tono y hasta un pelín pornográficas. Así que, creo que el cómic, si además se adereza con una pizca de humor, sería el método más apropiado para abordar un tema tan peliagudo como el sexo y tratar el tema con la naturalidad que se merece. Sinceramente, pienso que una publicación de este tipo no solo sería posible en castellano, sino también necesaria.

A pesar del título, Erika no solo habla de juguetes sexuales

  1. ¿Cómo ves el futuro del tándem cómic y comunicación/divulgación médica? 

Cada vez son más numerosas las entidades públicas y privadas que apuestan por la edición de cómics para tales fines en lugar de recurrir a los materiales tradicionales. Esto no ha hecho más que empezar y, como no podía ser de otro modo, le auguro un futuro fantástico siempre, claro está, que se elaboren cómics por dibujantes expertos y profesionales sanitarios, y con rigor. Hay que cuidar los elementos tanto gráficos como narrativos y no perder de vista al destinatario del texto. No todo vale.

  1. Por último, ¿te atreverías a hacer un top 5 o top 10 de cómics sobre medicina que te gusten especialmente?

Son muchos los que tengo entre mis favoritos, algunos de ellos reseñados en mi blog. Entre las historietas destacaría Atenta (sobre el TDAH), Alzheimer. ¿Qué tiene el abuelo?, ¿Qué le pasa a Isabel? Los Medikidz explican la diabetes tipo 1 (sobre la diabetes), Un día como hoy (el cáncer de mama entró en casa). De las novelas gráficas, sin lugar a dudas, Una posibilidad entre mil (sobre la parálisis cerebral), Arrugas (sobre la enfermedad de Alzheimer), Los silencios de David (sobre el cáncer de laringe), Alicia en un mundo real (sobre el cáncer de mama), 17. Vivir, revivir, sobrevivir (sobre el cáncer de testículo) y María y yo (sobre el autismo).


De nuevo, gracias por la entrevista y las recomendaciones, Blanca. Doy fe de lo grandes que son Arrugas, cualquiera que haya pisado una residencia de ancianos se sentirá automáticamente identificado; María y yo, cómic del gran Miguel Gallardo que se convirtió poco después en documental; y Píldoras azules, de Peeters y que, no, no tiene nada que ver con las pastillitas de Pfizer en las que muchos estaréis pensando. Si no los habéis leído ya, no os los perdáis, porque cómics y Medicina están mucho más ligados de lo que nos imaginamos.

Practicar idiomas subtitulando

06 Lunes Jun 2016

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, Traducción audiovisual

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aprender inglés, aprendizaje idiomas, closed captioning, learning apps, recursos, SpanishDict, subtitulado

En esta bitácora hemos hablado muchas veces del aprendizaje de idiomas, con consejos y enlaces útiles a mil recursos. Sin embargo, casi siempre lo habíamos abordado con un especial hincapié en la lectura. Esta semana damos voz a los compañeros de SpanishDict, que nos enseñarán a usar herramientas de subtitulado y vídeo para aprender idiomas.

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Hoy en día, los vídeos en línea son muy populares y por este motivo son muchos los interesados en saber cómo subtitularlos. En un ámbito profesional recomendamos encarecidamente la contratación de un traductor profesional, que se encarga de acercar a las casas y a los cines los idiomas que el público pueda no entender. Por eso, series, películas, entre otros materiales audiovisuales, van acompañados de subtítulos: el traductor profesional trasvasa el texto original dándole sentido en la lengua meta, que no se debe traducir palabra por palabra. Sin embargo, conocer las herramientas de subtitulado es una buena baza para aprender una lengua como mejor se aprenden las cosas: practicando.

En este artículo te explicaremos qué son los subtítulos y para qué se usan. Te mostraremos algunas herramientas para subtitular vídeos y destacaremos las ventajas de usarlos para aprender idiomas. Además, compartiremos información sobre cómo el uso de una herramienta de traducción nos puede facilitar el proceso para subtitular vídeos.

Qué son los subtítulos

Los subtítulos son textos que aparecen por la parte inferior (más habitual) o superior de los vídeos, con el objetivo de facilitar la comprensión del texto original a personas que no conocen el idioma original o bien no pueden escucharlo.

Subtitular no es un proceso tan sencillo como pueda parecer puesto que deben tenerse en cuenta factores como la cantidad de información, ligada a la velocidad de lectura, los cambios de plano, los personajes que aparezcan en pantalla (si coinciden habrá que diferenciar las frases de unos y de otros) y mucho más. Podéis fijaros en este análisis de unos subtítulos hechos por aficionados para ver algunas de las directrices más importantes.

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Por qué se usan los subtítulos

Incluir (o incrustar, hablando técnicamente) subtítulos en vídeos y programas de televisión crea más oportunidades para conectar y compartir información con el público.

Los subtítulos ayudan al público que está en proceso de aprendizaje de su lengua materna o de una segunda lengua. También son útiles en situaciones en las que hay mucho ruido y se desea que el público presente acceda a cierta información. El Closed Captioning, conocido también como subtitulado oculto, ayuda en todos estos casos, y sobre todo a las personas con alguna discapacidad auditiva, que de este modo pueden disfrutar de un programa al relacionar la acción en pantalla con el diálogo.

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Cómo subtitular vídeos

A continuación, presentamos varias opciones para añadir subtítulos a los vídeos:

  1. YouTube permite que los usuarios añadan de forma gratuita subtítulos a vídeos que ya están en el sitio web. Sin embargo, solamente puedes añadir subtítulos si tienes cuenta de YouTube y si tú has subido el vídeo. YouTube ofrece subtítulos automáticos a través del reconocimiento de voz, pero hay que tener en cuenta que si el volumen no está alto o hay demasiado ruido de fondo, no será posible captar la voz y los subtítulos no se producirán.foto3_spanishdict
  2. Overstream Editor es un editor gratuito donde puedes crear y sincronizar subtítulos en cualquier vídeo de Internet de las plataformas YouTube, MySpace Vídeo, Veoh, Maker.tv y Vimeo. En cuanto hayas instalado y abierto la herramienta, el diálogo se proyectará directamente en la interfaz del vídeo.
  3. Dotsub lleva un par de años y es un buen sitio para buscar vídeos que ya están traducidos por aficionados. Esta plataforma también permite editar vídeos propios o ajenos. Se pueden subtitular vídeos en cualquier idioma, solo tienes que registrarte en la página web para usarlo. Mediante Dotsub también puedes compartir vídeos con subtítulos en cualquier sitio de Internet.
  4. En Subtitle Horse puedes subir cualquier vídeo a YouTube y añadir subtítulos donde mejor se vean. Jubler es una herramienta que puedes usar para escribir subtítulos nuevos o para corregir y refinar los existentes.
  5. Amara, como Jubler, es un editor que te permite fácilmente subtitular y traducir vídeo.

Herramientas para traducir los subtítulos

Ya que las herramientas para subtitular vídeos no van a traducir los subtítulos por ti y como estás aprendiendo y practicando no vas a contratar a un traductor profesional, tendrás que aguzar el oído y usar buenas aplicaciones, como aquellas páginas que te permitan escuchar la pronunciación de las palabras. El inglés es uno de los idiomas más utilizados, por lo que el traductor de inglés a español de SpanishDict es una buena herramienta para tus traducciones amateur con el fin de practicar.

Cuando tengas el guion en el idioma original (o lo hayas sacado de oído) y comiences a hacer la traducción, puedes buscar en el diccionario e introducir en el traductor todas aquellas palabras de las que dudes, ya sea por significado o pronunciación. Debes tener cuidado: traducir no solo implica cambiar una palabra por otra, debes dar coherencia a cada uno de los renglones que escribas, algo en lo que los traductores profesionales insisten siempre.

Si deseas conocer otras herramientas y recursos que te ayuden a revisar las traducciones de subtítulos, puedes leer «Trucos y herramientas para la revisión de traducciones» y «El traductor creativo: juegos, aplicaciones y recursos para fomentar la creatividad».

Las ventajas de subtitular vídeos

Subtitular un vídeo tiene muchas ventajas, sobre todo para aprender otro idioma. Cuando un vídeo está subtitulado hay una mejor conexión entre la imagen y la pronunciación de las palabras del idioma original, así como su significado. Puedes enriquecer tu vocabulario y aprender frases coloquiales de otro idioma. Además, el contexto para saber cuándo utilizar expresiones humorísticas o sarcásticas se entiende mejor con los subtítulos.

Esperamos que este artículo te haya ayudado a comprender la importancia de los subtítulos y te otorgue las herramientas adecuadas para hacer tus pinitos al practicar un idioma. La próxima vez que veas un vídeo en inglés con subtítulos en español, piensa en todas las ventajas que los subtítulos te ofrecen para aprender y comprender otra lengua.

Y recuerda: los traductores profesionales nos ayudan también a divulgar idiomas y a acercarnos la cultura de otros países; si leemos sus subtítulos también aprenderemos.

Otras maneras de usar vídeos para aprender inglés

Si te has quedado con ganas de más, puedes probar con lo siguiente:

  • English Central: vídeos sobre diferentes temas y por niveles.
  • Words in the News: sección de la BBC para aprender inglés con las noticias.
  • Speechyard: vídeos subtitulados de diversa índole (clips de humor, cortos, documentales, etc.).
  • AgendaWeb: colección de vídeos con subtítulos y explicaciones con distintos niveles de dificultad.
  • Aplicación del British Council para practicar con vídeos.

***

Fuentes:

  • https://www.etwinning.net/es/pub/collaborate/modules/subtitling_tools_great_for_et.htm
  • https://support.google.com/youtube/answer/2734796?hl=en
  • http://periodismoyotrasyerbas.blogspot.com/2010/11/tres-formas-de-subtitular-videos-en.html
  • http://www.kabytes.com/aplicaciones-online/agregar-subtitulos-online-a-cualquier-video/
  • https://www.wondershare.com/subtitle/subtitle-editor.html

Sobre el autor

SpanishDict es un traductor automático y diccionario de inglés a español y de español a inglés gratis y rápido. Queremos cultivar una comunidad divertida y activa donde nuestros miembros puedan hacer y contestar preguntas así como experimentar la maravilla de aprender y usar otro idioma.

10 claves para mejorar como traductor

22 Lunes Feb 2016

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, Cuestiones laborales, Documentación, Lengua española, Recursos

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diccionarios, formación continua, mejorar en traducción, recursos, ser mejor traductor

No hay nadie mejor que uno mismo para ver qué debe mejorar y qué carencias se observa, ya sea por las insuficiencias que se note al traducir —dudas gramaticales, desconocimiento de cierta terminología, pobreza de vocabulario— o tal vez por los comentarios que recibe de sus traducciones y que tanto ayudan a mejorar: ¿Textos muy pegados al original? ¿Repeticiones excesivas?

Hace unos días, buscando documentación sobre el tema, encontré un ejemplar de «La traducción del inglés al castellano: guía para el traductor» de Marina Orellana y me gustó mucho la manera en que exponía algunas cuestiones, como la que nos ocupa hoy: la mejora como traductores.

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Veamos qué consejos y prácticas nos da para mejorar y perfeccionarnos, y cómo podemos aplicarlos:

1. Leer mucho y a buenos escritores en castellano. Dominar la lengua materna es esencial para que un texto suene natural y sea impecable en términos de gramática, ortografía, etc., así que uno de los consejos principales es leer y fijarse en el estilo de las mejores plumas. Saber distinguir bien los tipos de narrativa y reparar en cómo escriben es un buen ingrediente para traducir después.

2. Leer sobre diferentes disciplinas y materias. Ya sea agricultura, economía o tecnología, por mencionar algunas, y aunque tal vez ciertas ramas no sean de nuestro interés o especialidad, es útil ir adquiriendo vocabulario. Nunca se sabe cuándo se va a necesitar. No es infrecuente que en una novela contemporánea aparezcan temas especializados de los que no hayamos oído hablar, como me pasó a mí en una en la que hablaban de béisbol. O que haya referencias muy concretas que rocen los campos más técnicos.

Cito textualmente a Orellana en este punto: «Al igual que el buen nadador, el traductor debe estar preparado para nadar en todas las aguas, es decir, lanzarse a traducir un texto sobre materias que desconoce, o conoce poco, y hacerlo de manera satisfactoria con todos los recursos a su alcance (bibliotecas, diccionarios, material de referencia, etc.)». Y así es.

3. Leer diferentes tipos de material impreso: novelas, informes, resoluciones, leyes… Encontraremos términos útiles en muchos tipos de texto y todo este material, ayudará a enriquecer nuestro vocabulario y nos familiariza con distintas modalidades de expresión. Hasta la etiqueta del champú o la composición del caldo de pollo aportan información que puede ser relevante en algún momento. You never know.

4. Recurrir al diccionario para precisar términos. Un diccionario no sirve únicamente para comprobar la definición de un término, también nos enseña a expresar lo mismo de otra forma enlazando a otras palabras o expresiones que tal vez desconocíamos, nos da ejemplos de uso para saber cómo usar la palabra y, si es de calidad, mucha otra información interesante: pinceladas etimológicas, sinónimos, etc. Y cuando hablamos de diccionario, evidentemente nos referimos a todo tipo de obra, monolingüe en la lengua de partida y en nuestra lengua materna, bilingüe, especializado y muchos más.

✎ Encontraréis aquí una buena colección de recursos lexicográficos en línea: https://enlalunadebabel.com/2014/10/22/la-caja-de-herramientas-del-traductor-i-recursos-lexicograficos/

✎ Otro diccionario reciente que he descubierto en inglés y que puede ser de interés es Fine Dictionary, con información etimológica y contextual. En la siguiente galería encontraréis los resultados de búsqueda de la palabra «translator». Muy completo.




5. Acumular sinónimos. El traductor debe llevar una maleta repleta de palabras y frases que puedan no solo sacarle de un apuro, sino también evitar que se repita como el ajo (sin traicionar excesivamente el estilo del autor al que traduce, ojo). Orellana dice que un traductor debería ser capaz de invocar al menos tres equivalentes de cualquier palabra; yo no sé si pediría tanto, pero sí coincido con ella en que es importante que tengamos una buena base de vocabulario y que sepamos introducir variedad en un texto porque, como bien dice: «en castellano, la repetición constituye por norma general un defecto estilístico, a diferencia del inglés que lo tolera mejor».

He aquí, pues, algunos diccionarios de sinónimos:

  • Wordreference: http://www.wordreference.com/sinonimos/
  • Busca palabra: http://www.buscapalabra.com/sinonimos-y-antonimos.html
  • Sinónimo: http://www.sinonimos.com/
  • Tesauro de Signum: http://lenguaje.com/herramientas/tesauro.php

6. Recurrir a las fuentes de información, sobre todo las más fidedignas. Por suerte, disponemos de un gran acervo de terminología en todas las ramas de actividad: economía, finanzas, tributación… Las Naciones Unidas, así como sus organismos especializados, entidades nacionales e internacionales, etc., han profundizado en estas esferas, así que el vocabulario especializado suele estar a nuestro alcance.

Y para facilitarnos la tarea, Orellana sugiere algo que he defendido siempre: leer antes el documento que ha de traducirse y marcar todos los tecnicismos que puedan suponer un problema. Si nos anticipamos a los obstáculos —buscando los términos y teniendo clara su traducción o, por lo menos, el sentido—, el proceso de traducción será más fluido y no a trompicones, que suele pasar cuando tenemos que interrumpir la escritura para buscar los términos en cuestión.

Y, ojo, que cuando hablamos de fuentes de información no nos referimos solo a material impreso o subido a Internet. También puede ser «el comodín de la llamada». Por ejemplo, en literaria se puede consultar al autor (es una posibilidad que no se da siempre, pero está ahí) y en especializada, tal vez tengas a un amigo o conocido que se dedique a esa rama en cuestión.

Sin ir más lejos, me pasó la semana pasada al traducir unos documentos científicos sobre lácteos. Tuve que recurrir a un amigo ingeniero agrónomo para que me explicara y me dijera cómo llamaban ellos al “curd fine” que no lograba encontrar en ningún sitio.

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No me lo invento; he aquí el chivatazo.

Porque muchas veces ni siquiera las colecciones de glosarios que descubrimos, recopilamos y compartimos en redes nos solventan la papeleta. Eso sí, ayudan, como esta recopilación de glosarios multilingües que podéis descargaros aquí mismo en PDF: Multilingual Dictionaries.

7. Comparar textos publicados en dos idiomas. Estos textos nos permiten ver cómo otros han traducido un término, expresión o, simplemente, cómo se desenvuelven con el tema en cuestión. Cotejar textos es un buen ejercicio porque nos permite aprender siempre, ya sea una expresión o una nueva modalidad lingüística.

Orellana nos habla de la conveniencia de familiarizarnos con series de las Naciones Unidas sobre tratados, convenios, resoluciones, decisiones y recomendaciones; discursos; tipos de cartas, etc., que nos ayuden sobre todo si tenemos entre manos una traducción de índole institucional.

En este apartado yo haría hincapié también en la importancia de los textos paralelos, textos originales en la lengua de partida o en la de llegada sobre el mismo tema y cuya función es similar o equivalente a la de la traducción. Documentarse con documentos parecidos, no solo es útil para la traducción que tengamos entre manos, sino también para ganar más soltura en esa especialidad. Pablo Muñoz lo explica muy bien en este artículo de su blog Algo más que traducir.

Y ya que hablamos de textos para comparar el que tenemos entre manos, aprovecho para recordar la importancia de los corpus —conjuntos amplios y estructurados de ejemplos reales de uso de la lengua— para ver en qué contextos encontramos una palabra, por ejemplo, y que pueden ayudarnos a cotejar la conveniencia o no de usarlos en determinados textos.

  • Corpus de Referencia del Español Actual (CREA): http://corpus.rae.es/creanet.html
  • Corpus Diacrónico del Español (CORDE): http://corpus.rae.es/cordenet.html
  • British National Corpus: http://www.natcorp.ox.ac.uk/
  • Corpus of Contemporary American English (COCA): http://corpus.byu.edu/coca/
  • Colección de corpus en inglés, español, portugués: http://corpus.byu.edu

8. Ejercitarse en la redacción. Orellana nos aconseja «tomar algunas frases para traducirlas con precisión, economía o elegir algunas mal hilvanadas para estructurarlas mejor», puesto que con este tipo de ejercicios el traductor usa su espíritu crítico, sentido del ridículo u otras cualidades.

De algún modo estamos también ejercitando nuestra creatividad, como propuse hace un tiempo en otro artículo. Fomentar la creatividad y practicar la escritura solo puede ir en beneficio del traductor, que al final puede aportar más calidad a los textos. Saber escribir y aprender estrategias de escritura nos ayuda a ganar fluidez y confianza para despegarnos de los textos, sin dejar de ser fieles, ojo.

Marina Orellana termina aquí sus consejos, pero yo añadiría un par más:

9. Releer y revisar siempre con atención lo que traducimos. Otra forma de analizarnos y ver de qué pecamos y qué hacemos bien —que para eso somos buenos profesionales y no va a ser todo negativo— es releer con ojo crítico lo que traducimos. Dejar reposar las traducciones y ver qué podríamos haber hecho de otro modo, y aplicarlo después. En este artículo del blog sobre la revisión de traducciones encontraréis algunas claves.

10. Tener curiosidad por lo que nos rodea y seguir formándonos. Ya lo dijo Xosé Castro hace unos meses: «La curiosidad mató al pobre gato … y engordó el intelecto del traductor». Para mejorar hay que ser proactivos y no hay nada mejor que estar atentos a lo que nos rodea, tener sed de aprendizaje y estar dispuestos a seguir formándonos.

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Actualmente el traductor tiene muchas opciones para seguir formándose, como ya comenté en la serie de artículos con consejos traductoriles. Hay muchos cursos especializados para suplir aquellas carencias o engrosar nuestro bagaje como profesionales. Algunas empresas que ofrecen cursos útiles para traductores son:

  • Cálamo y Cran: http://www.calamoycran.com/
  • Trágora Formación: http://www.tragoraformacion.com/
  • Aulasic: http://www.aulasic.org/
  • Con trazo firme: http://www.contrazofirme.es/
  • Zot Formación: http://www.zotformacion.com/
  • Estudio Sempere: http://www.sampere.edu.es/index.php/cursos-a-distancia
  • Traduversia: http://traduversia.com

Y no olvidemos los cursos que ofrecen las asociaciones de traducción de todo el país: Asetrad, Aptic, Xarxa, etc.

Como siempre, las listas no suelen ser exclusivas y lo que a uno le va bien, a otro tal vez no tanto, pero en general son buenos consejos para novatos y no tan novatos. ¿Se os ocurren otras maneras de seguir mejorando como traductores?

***

Para saber más:

  • La traducción del inglés al castellano: guía para el traductor. Marina Orellana. Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 1994.
  • Cómo mejorar tus traducciones si eres estudiante o estás empezando, artículo de Pablo Muñoz en su bitácora.
  • Consejos básicos para mejorar las traducciones de textos científicos del inglés al español, artículo de M. Gonzalo Claros en la revista Panacea.
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