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En la luna de Babel

~ Blog sobre lenguas y traducción

En la luna de Babel

Publicaciones de la categoría: Lengua española

Traducción automática para dummies

26 jueves Jul 2012

Posted by enlalunadebabel in Lengua española, Traducción

≈ 10 comentarios

Etiquetas

castellano, catalán, errores, errors en català, machine translation, MT, TA, traducción, traducción automática

Cuando la gente piensa en un traductor automático piensa en esto, una especie de robot que traduce al momento una frase o un texto entero de una lengua a otra.

(De hecho, esto es una instalación llamada ‘bios [bible]’ (2007) de Robotlab que consiste en un robot industrial que escribe la Biblia en papel trazando las líneas caligráficas con una precisión excepcional.)

Pero en realidad se asemeja más a esto otro (y no solo por el error que ha producido al traducir del alemán al inglés):

Como todo, un traductor automático puede ser algo positivo si se usa bien, como un superhéroe hace con sus poderes. Por ejemplo, puede resultar de ayuda para cualquier persona que desee comprender rápidamente (y sin muchas pretensiones) un texto escrito en una lengua que desconoce. Ahora bien, y nunca me canso de recalcarlo: en caso de duda, consulte a un especialista.

Últimamente son muchos los traductores que, con miras a optimizar el trabajo de traducción, emplean también este tipo de programas. Por ejemplo, existen programas que se pueden usar conjuntamente con Trados, como el GT4T, que permite hacer una pretraducción del segmento con Google Translate.

No obstante, para entregar un producto de calidad, la interacción hombre-máquina debe seguir (idealmente) unos parámetros: preedición, edición interactiva y postedición. En la fase de preedición, el traductor revisa el texto que se va a traducir antes de que éste lo introduzca en la máquina con el fin de resolver ambigüedades que puedan existir en el texto. La edición interactiva consiste en realizar la traducción de manera que, durante el proceso, la máquina entregue opciones al traductor para que éste determine la mejor solución en cada caso. Finalmente, la postedición consiste en “corregir” el producto resultante del programa de TA, y es una de las fases más usadas en los diferentes programas que existen en el mercado. Esto último es esencial si no se quiere meter la pata hasta el corvejón.

Tipos de traductores automáticos 

Hay que matizar que no todos los traductores automáticos son iguales. Según M. Isabel Diéguez (cuyos estudios sobre los errores y los aciertos de los sistemas de TA son dignos de leer y se han tomado de base para el post) hay que distinguir los tipos de programas:

  1. Sistemas autónomos que requieren una edición posterior del texto traducido a cargo de un traductor humano;
  2. Sistemas interactivos, ya sea de TA asistida por el usuario o traducción manual asistida por el computador, y
  3. Sistemas más independientes, entre los cuales podemos destacar los sistemas de gestión de bases de datos terminológicos, los programas de vaciado automático de términos y los programas de TA dotados de un módulo de terminología.

La calidad en el punto de mira

En lo referente a la calidad, se han hecho estudios comparativos de diferentes programas de TA cuyos resultados no son del todo alentadores en comparación con la calidad que presentan las traducciones hechas por el traductor humano, evidentemente. Algunos investigadores reconocen que la calidad del producto de un programa de TA depende fundamentalmente de variables como la cantidad y grado de fiabilidad de la información terminológica que el programa contenga (básico). En otras palabras, reconocen que la calidad aumenta en la medida en que el programa cuente con un glosario general y con varios microglosarios especializados según áreas temáticas.

Además, está claro que no es lo mismo un traductor en línea como Babelfish, Bing, que el traductor de El Mundo (aprovecharon el software de Reverso), el de Google Translate o el de Systran.

Errores típicos

Algunos de los errores más típicos, según se recogen en este estudio de Esperanza Alarcón, son:

  1. Imprecisiones terminológicas (estos programas suelen contener el vocabulario más general y no contemplan los términos más especializados que, además, pueden variar de una rama a otra)
  2. Falsos sentidos
  3. Sinsentidos
  4. Palabras sin traducir (a veces se dejan en la lengua original aquellas palabras que no se encuentran recogidas en el programa o bien si contienen erratas)
  5. Repeticiones
  6. Alteración del orden de las palabras
  7. Uso incorrecto de las preposiciones (pasa mucho con el «à» del francés)
  8. Uso incorrecto de los tiempos verbales
  9. Traducción incorrecta de la doble negación en francés y catalán
  10. Calcos sintácticos y léxicos de la LO
  11. Extranjerismos innecesarios
  12. Alteración de la puntuación

Casos reales

Las mayores barbaridades que he observado se producen especialmente en lenguas muy cercanas, por ejemplo el castellano y el catalán. En estos casos me parece que el motivo principal son las prisas y la desidia porque no se entiende que se produzcan fallos garrafales como los que se recogen a continuación.

Veamos la siguiente fotografía. Es el escaparate de una panadería y entre los tipos de pan está el «pa engonals» que, en español sería «pan inglés». Por lo visto teclearon «pan ingles» (así, sin acento) en el traductor de Google y creyeron a pies juntillas en la propuesta del programa.

En el caso siguiente el error se debe a que el programa no distingue entre palabras polisémicas si no se da un contexto claro e incluso a veces a pesar de tenerlo. «Empeño» en castellano es (según la RAE) la «acción y efecto de empeñar un objeto» o bien «deseo vehemente de conseguir algo», entre otros significados. Pues bien, a la hora de trasvasar su sentido al catalán, este establecimiento ha optado por el segundo significado, que no tiene ningún sentido aquí. La palabra adecuada seria «empenyorament». Además, en el escaparate se mezcla el castellano y el catalán, pero eso es otro tema.

Ocurre tres cuartos de lo mismo en el siguiente adhesivo en un escaparate de una tienda de ropa. Se supone que regalan una bolsa para la playa pero al traducirlo literalmente (me niego a pensar que lo ha traducido una persona) ha quedado en «borsa», que en catalán equivale a «la Bolsa».

En las cartas de los restaurantes abundan este tipo de errores que huelen a traducción automática. Este es de juzgado de guardia:

Los callos (de vaca, ternera o carnero) han pasado a ser callos (de pies humanos) en esta carta. ¿Da miedo o no?

Para terminar os dejo unos pantallazos de la técnica «depurada» que tiene Microsoft en cuanto al uso del traductor automático en su página. Este es el original:

Y esta la versión castellana del Knowledge Base hecha con un TA:

Al menos tienen la decencia de avisar de que se trata de una traducción automática y que «no garantizan la calidad lingüística de las traducciones». Algo es algo, pero podrían contratar a un traductor de carne y hueso, ¡leñe!

Y, como no, veamos lo que hace Google:

¡Sin palabras! Google Translator sí es un buen bicho…

Y a los compañeros traductores os pregunto: en vuestro trabajo ¿TA sí o TA no?

¡Hasta la próxima!

***

Para saber un poquito más:

  • María Isabel Diéguez. 1998. Análisis del error en la traducción automática: algunos ejemplos de las formas -ing del inglés al español. / 2001. Aciertos y errores en la traducción automática: metodología de la enseñanza-aprendizaje de la traducción humana.
  • Joseba Abaitua. 2001. Introducción a la traducción automática (en 10 horas). Grupo DELi, Universidad de Deusto.
  • Victoria López. 2002. Posibilidades y realidades de la Traducción Automática traducción.rediris.

Con sentimiento pero sin sentido

02 lunes Jul 2012

Posted by enlalunadebabel in Inglés, Lengua española, Off topic, Traducción

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asesor lingüístico, coldplay, corrector, letras, letrista, lyrics, madonna, música, shakira, sin sentido, the beatles

Hace tiempo que pienso que a según qué cantantes y/o letristas les vendría bien la ayuda de un asesor lingüístico, un corrector o alguien que repasara un poco las letras.

Para empezar siempre he pensado que los The Clash podrían haber echado mano de algún traductor profesional para las frases en español de Should I stay or should I go. Entonces no existía Google Translate, ¿cómo se las apañaron para escribirla? Leo en Wikipedia que los coros en español los cantó Joe Strummer. En una entrevista dijo: «Pensé en hacer los coros en español. Necesitábamos un traductor, así que Eddie García, el técnico de sonido, llamó a su madre a Brooklyn Heights y le leyó la letra por el teléfono, y ella la tradujo. Pero Eddie y su madre son ecuatorianos, así que es español ecuatoriano lo que Joe Ely y yo cantamos en los coros”. Sinceramente, me resulta difícil que un hispanohablante haya escrito algo así, pero bueno, esto es lo que pasa cuando no se contrata a un traductor profesional, señores 🙂

This indecision’s bugging me

Esta indecisión me molesta

If you don’t want me, set me free

Si no me quieres, líbrame

Exactly whom I’m supposed to be

Dígame qué tengo ser

Don’t you know which clothes even fit me?

¿Sabes qué ropa me queda?

Come on and let me know

Me tienes que decir

Should I cool it or should I blow?

¿Me debo ir o quedarme?

En cuanto a mensajes sin sentido encontramos a Manu Chao, que quizá pierde un poco el norte al mezclar español y francés.

Qué voy a hacer, je ne sais pas
Qué voy a hacer, je ne sais plus
Qué voy a hacer, je suis perdu
Qué horas son, mi corazón 

Nirvana también tiene algún momento gibberish, como en este fragmento de «Smells like teen spirit»:

A mulatto, an albino, a mosquito, my libido… 

¿Qué tienen que ver? ¿Se supone que es un chiste: «Un mulato, un albino y un mosquito entran en un bar y…»?

Mecano también tiene alguna frasecita que déjala correr como «No hay marcha en Nueva York y los jamones son de york». Por cierto, se trabajaron mucho la rima (guiño, guiño). No olvidemos algún que otro patinazo como en el verso «Y tú contestastes que no» de La fuerza del destino. ¡Ay! La forma correcta de la segunda persona del singular del pretérito perfecto simple de indicativo es «contestaste», señores.

Otra invención famosa del grupo fue lo de las «magdalenas del sexo convexo», de Cruz de navajas, ¿a que os suena? Pero para descubrir otras rimas gloriosas de Mecano, os animo a ver este hilarante post.

Los Red Hot Chili Peppers tienen alguna canción digna de mención, como Californication, donde cantan: «First born unicorn, hardcore soft porn, dream of Californication». ¿Mande?

Otros casos de oscuridad conceptual los encontramos en Coldplay, y que conste que me gustan. Veamos este ejemplo de Paradise: «When she was just a girl / she expected the world / But it flew away from her reach / And the bullets catch in her teeth / Life goes on, it gets so heavy / The wheel breaks the butterfly». Será muy metafísico o no le veo la relación. Ah, espera, que en el vídeo sale un elefante. Ya me queda más claro.

 

Ahí donde la veis con sus nalgas de acero, a Madonna también se le va la mano. Estos fragmentos son de Impressive Instant: «Cosmic systems intertwine / Astral bodies drip like wine». Ajá. «Comets shoot across the sky / Can’t explain the reasons why». Bueno, quizá si has estudiado astronomía, sí… «I like to singy singy singy / Like a bird on a wingy wingy wingy». Lo dejo; inglés muuuy avanzado para mí.

Luego están las canciones con estribillos del todo inconexos como Ob-la-di, ob-la-da de los Beatles, Abonibi aboebe del Chaval de la Peca y De Do Do Do, De Da Da Da de The Police. Algo que pasa ahora también con Lady Gaga («Rah-rah-ah-ah-ah / Roma-roma-mah / Gaga-ooh-la-la», pasó con las Spice Girls en su Wannnabe («Zigazig-ha»), y como hizo también Little Richard con su «A-wop-bop-a-loo-bop-a-lop-bam-boom!», que aún se recuerda.

Shakira merece un apartado para ella solita. A ver, eres latina, se supone que conoces la diferencia entre «ser» y «estar», ¿no? Pues cuando cantas eso de «soy loca con mi tigre» no lo parece, a no ser que se trate de un dialectalismo o de una licencia poética… Ahí ya no entro.

Y este estribillo, ¿qué significa?: «Él está por mí y por ti borró, y eso que tú tienes to y yo ni un kikí».

De hecho, hace un tiempo hizo unas declaraciones para el Daily Telegraph en las que reconocía que, a veces, escribe palabras o expresiones que simplemente riman y quedan bien cuando son cantadas, pero no siempre tienen sentido.

Y no os penséis que sus letras en inglés tienen mejor acogida. En un capítulo de la séptima temporada de Padre de Familia (Family Guy) el bebé, Stewie, canta una canción sobre una lista de víctimas que tiene en mente…

«There’s the guy who sits beside you and keeps farting on the plane
And Shakira’s lyricist
I’ve got him on the list»

Y aunque hablar de estas disparidades lingüísticas parezca baladí, recordemos el chaparrón que le cayó a Alanis Morisette por la canción Ironic. La crítica se cebó con ella porque todos los ejemplos que citaba en la canción (un hombre mayor que gana la lotería y se muere al día siguiente; un hombre que tiene miedo a volar y se estrella el único avión que toma en su vida) no eran precisamente irónicos sino ejemplos de mala suerte. Desde entonces, casi siempre que se habla del concepto «ironía» sale a colación la canción de la canadiense.

Por lo que respecta a la composición, la música ha cambiado mucho también, como se aprecia en estos diagramas. Los primeros son canciones de los Beatles: letras sencillas pero no por ello menos hermosas:

Hey Jude para dummies 🙂

I want to hold your hands

Algo muy distinto a las letras del reggaetón (de letras como «ella me bate como haciendo mayonesa» o «a ella le gusta la gasolina»), aunque en cuestión de gustos no hay nada escrito, ¿no?

En fin, si os gustan las curiosidades del mundo de la música os recomiendo visitar estas páginas:

  • Top 10 misinterpreted songs
  • 3 best websites to find the meaning of a song
  • 10 famous music lyrics that make absolutely no sense

¿Conocéis alguna canción más que os llame la atención por ilógica o incluso por alguna que otra incorrección?

Perlas del lenguaje periodístico

25 lunes Jun 2012

Posted by enlalunadebabel in Lengua española

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calcos, deporte, error, errores, extranjerismos, fashion, gerundio, incorrecciones, latinismos, lenguaje, lenguaje periodístico, moda, periodismo, periodismo deportivo

El lenguaje periodístico es funcional; pretende, ante todo, informar. Debe ser claro, conciso, fluido, sencillo, ágil y fácilmente comprensible para el lector, el oyente o el telespectador. Además tiene que ser económico: ser lo más fiel posible a la realidad con el número de palabras justas, ni más ni menos. Y todo esto tiene que hacerlo en poco tiempo: el periodista necesita escribir rápido. Quizá es por eso que incurren en las perlitas, en los errores, que comentaremos hoy.

Por cierto, cuando hablo de lenguaje o estilo periodístico no me refiero a los mensajes de Pedro Piqueras y su predilección por los adjetivos negativos y sensacionalistas…

(A esa frase la falta «dantesco»)

…ni a los chascarrillos o comentarios socarrones de Matías Prats que ya se han convertido en un meme.

No es mi objetivo criminalizar a nadie, porque todos cometemos errores, pero cuando tus palabras tienen tanta difusión tienes el deber de tratar la lengua con mimo. Al final, esta manera de hablar llega a la calle y puede impregnarla de incorrecciones también.

Aunque puede hacerse un estudio pormenorizado, hoy nos centraremos en el léxico, las preposiciones (sobre todo «a»), el gerundio, las locuciones latinas y los extranjerismos.

A. Léxico

A continuación veremos una lista de errores léxicos y gramaticales que encontramos con frecuencia en los medios de información y comunicación. Muchos están extraídos del Manual de Estilo de El País, que vale mucho la pena visitar.

  1. A nivel de. En origen parece un galicismo (au niveau de) y en los manuales de estilo como el de El País desaconsejan su uso a no ser que se hable de altura, grado, categoría o situación (por ejemplo: «a nivel del mar» es correcto). Es una expresión fácilmente substituible: «a nivel personal» sería «personalmente», «a nivel mundial» es «en el mundo» o «mundialmente», «a nivel de Estado» es «a escala estatal» o «en el ámbito estatal».
  2. Agresivo. Esta palabra significa «propenso a faltar al respeto, a ofender o a provocar a los demás» (DRAE) y no «activo, audaz, dinámico o emprendedor» que es lo que significa aggresive en inglés.
  3. Barajar. Se oye mucho hoy en día la expresión «barajar una hipótesis» cuando, en realidad es incorrecta. En general se barajan varias hipótesis, no solo una, para eso se barajan, como las cartas y se necesita más de un naipe, ¿no?
  4. Confrontar y confrontación. «Confrontar» no es sinónimo de «enfrentar». Confrontar significa contrastar y comparar. Enfrentar sí significa afrontar, hacer frente a alguien.
  5. Contra. Es incorrecto decir «contra más estudies, más posibilidades tienes de aprobar». En estos casos usamos «cuanto».
  6. Deber. «Deber» y «deber de» son cosas muy distintas. El primero indica obligación (Tienes fiebre, debes ir al médico) y el segundo indica suposición (Qué raro que llegue tarde. Debe de estar en un atasco).
  7. Derecho. A veces se usa incorrectamente por las preposiciones que le acompañan. Se usa la preposición «a» antes de un sustantivo y «de» cuando sigue un verbo. Por ejemplo: el derecho a la vida y el derecho de nacer.
  8. Destacar y resaltar. Aunque significan lo mismo a veces se usan incorrectamente porque el primero es transitivo y el segundo no, de modo que necesitan construcciones distintas. Decimos «el ministro destacó en su discurso la necesidad de…», pero no «el ministro resaltó» sino «hizo resaltar».
  9. Discrepar. Otro verbo conflictivo por sus preposiciones. Se discrepa de alguien y no con alguien.
  10. En base a. Se oye muchísimo (suena rimbombante y parece dar más solidez a los argumentos) pero es un latiguillo que se utiliza mal. Son preferibles expresiones del tipo: a partir de, basándonos en, sobre la base de, tomando como base, en relación con, según, de acuerdo con… Todo depende del contexto, claro, pero tenemos muchas opciones.
  11. Entrenar. Es un verbo transitivo o pronominal, nunca intransitivo. Por lo tanto no podemos decir «la selección entrenó en el campo» sino «se entrenó en el campo». Los deportistas «se entrenan» y es el entrenador quien «entrena».
  12. Estimación. Estimar significa «apreciar y dar valor a algo». Es un error hablar de «un retraso estimado de dos horas». Lo correcto es: «se prevé un retraso de dos horas».
  13. Evitar. Indica una acción voluntaria y deliberada. No diremos «Mourinho evitó referirse al último escándalo» si no estamos seguros de que es cierto, que fue deliberado. En todo caso podríamos decir «se abstuvo de…».
  14. Incautar. Es un verbo pronominal, así que no puede decirse: «la policía incautó quince kilos de cocaína». Lo correcto es «se incautó de quince kilos».
  15. Involucrar. «Diez coches se han visto involucrados en el accidente». De acuerdo, no es un error pero, ¿no estamos hartos ya de oírlo? Ya no hay nada «implicado» o «envuelto» en algo. Muchas veces este abuso es por la traducción de «involve» que tiende a traducirse directamente por «involucrar» en lugar de dar con otras traducciones más precisas.
  16. Producir. Un acontecimiento sucede, acontece u ocurre, pero no se produce.
  17. Provocar. No es sinónimo de «causar» sino de «excitar, inducir». Se causa algo cuando la acción recae en una persona o cosa de forma directa y se provoca cuando esa causa genera otra acción. Se provoca una reacción pero se causa un daño. No podemos decir: «la bala le provocó una herida en la pierna». Y sucede lo mismo con los incendios. No podemos hablar de un incendio provocado si queremos decir que se trata de un fuego intencionado, porque todos los incendios son provocados por algo (un rayo, un cortocircuito o la cerilla de una persona).
  18. Puntual. Muchas veces se habla de «propuestas o aspectos puntuales» en lugar de «concretos». Esta acepción de «puntual» es incorrecta ya que, según el DRAE, significa «pronto, diligente; indubitable, cierto; conforme, adecuado»… pero no recoge el sentido de «concreto».
  19. Relanzar. Muchas veces se usa incorrectamente en frases como «se relanzó la economía» cuando lo correcto es hablar de «reactivar» o «impulsar» pensando que nos referimos a «volver a lanzar algo». En realidad, «relanzar» significa rechazar o repeler.
  20. Valorar. «Valorar» se usa incorrectamente si lo empleamos como sinónimo de «analizar, estudiar algo» porque quiere decir «dar valor» de forma positiva (Valoro tu interés). De modo que no podemos «valorar algo negativamente» y es redundante «valorarlo positivamente». Si hablamos de «valorar los daños» lo estamos usando mal; lo correcto es «evaluar».

Expresiones periodísticas recurrentes

A propósito del léxico, hay que comentar la gran cantidad expresiones recurrentes que se utilizan. Vale, no lo computamos como error en sí, pero es cierto que con lo rico que es nuestro idioma, se puede variar más.

Algo que he oído mucho últimamente, por ejemplo, son las frases que empiezan con «Y es que» cuando se informa de la causa o consecuencia de un hecho. También sienten predilección por «la friolera de» cuando se anuncia una cantidad elevada.

En cuanto al apartado social y de sucesos, las fiestas que molestan a los vecinos de la localidad X siempre lamentan de que «se prolongan hasta altas horas de la noche/madrugada». Y si hay un accidente, con suerte los pacientes «se encuentran estables dentro de su gravedad» o «presentan heridas de distinta consideración». Además, seguro que en ese lugar del siniestro «se vivieron escenas de profundo dolor».

¿Y cuántas veces habremos oído eso de…?

  • Según ha podido saber esta cadena; la cadena X está en disposición de confirmar que…; la noticia que les adelantábamos en la cadena X.
  • Al filo de las 10 saltaba la noticia.
  • Fuentes bien informadas / fuentes próximas al caso
  • X puso el cargo a disposición de su partido (en política)
  • La gente acude a las urnas / Las urnas tendrán la última palabra.
  • El vehículo quedó convertido en un amasijo de hierros.
  • La carretera se ha cobrado la vida de X personas durante el pasado fin de semana.
  • Por expreso deseo de la familia, el funeral se celebrará en la más estricta intimidad.
  • Los peores augurios se han cumplido.
  • Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado han detenido esta mañana a X.
  • La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.
  • Se mascaba la tensión (en periodismo deportivo al narrar un partido)
  • [Nombre de deportista] brilló con luz propia.
  • España se cita con la Historia (al hablar de un partido de la selección, por ejemplo)
  • El gol del [equipo de fútbol aquí] se hizo esperar 
  • El fútbol es así. / Fue un once contra once…
  • El frío ha llegado para quedarse (periodista modalidad invierno)
  • El calor ha llegado para quedarse (periodista modalidad verano)
B. La preposición «a»

La preposición a en frases como «Lleva una corbata a rayas que le regalé» es un calco sintáctico importado del francés. Este error se puede subsanar fácilmente con la preposición de en estructuras de «sustantivo + a + sustantivo»:

  • *una falda a rayas – una falda de rayas
  • *cocina a gas – cocina de gas
  • *vehículo a motor – vehículo de motor
  • *transistor a pilas – transistor de pilas
Sin embargo, sí se admiten construcciones de este tipo en:
  • expresiones muy arraigadas en español: avión a reacción, olla a presión.
  • cuando el primer sustantivo es resultado de una acción específica: pintura al temple, bordado a mano. 
También encontramos este galicismo en estructuras de «sustantivo + a + verbo», para las que usaremos la conjunción que o la preposición para:
  • *libros a leer – libros que leer / libros para leer
  • *casas a construir – casas que construir / casas para construir
  • *ladrillos a colocar – ladrillos que colocar / ladrillos para colocar
La excepción en este caso se da cuando el sustantivo pertenece al ámbito de la economía o presenta un carácter abstracto (aspectos, puntos, temas, política, doctrina…) y el infinitivo pertenece a ámbitos semánticos del tipo: debatir, tratar, elegir, resolver, etc.
Ejemplos:
  • los temas a debatir en la reunión
  • la cantidad a devolver es de…

C. Locuciones latinas

Las locuciones latinas grosso modo, motu proprio, corpore insepulto no admiten preposición.

  • Lo explicaré grosso modo (no: *a grosso modo)
  • Lo hizo motu proprio (no: *de motu proprio)
  • Asistió a una misa corpore insepulto (no: *de corpore insepulto)
No obstante, añadir preposiciones no es un problema de latinismos únicamente. La expresión contra reloj tampoco lleva preposición:
  • Trabajarán contra reloj (no: *a contra reloj)

D. Gerundio

Tanto en inglés como en francés, el gerundio puede emplearse para indicar no solamente simultaneidad de acciones, sino para marcar que una acción es consecuencia de la otra. Es decir, sirve para marcar la posterioridad de una acción respecto de la otra.

En castellano, la norma no recoge este uso. El gerundio español implica simultaneidad (Hablaba comiendo) o duración (Continúa lloviendo). De esta manera son incorrectas expresiones como: El presidente pronunció un breve discurso, dirigiéndose luego hacia la sede…. Primero pronunció el discurso y después se marchó; las acciones no tuvieron lugar al mismo tiempo.

E. Extranjerismos

Hace unos días, la compañera Paola Turakiewich propuso en twitter el hashtag #extranjerismosinnecesarios y los traductores nos lanzamos cual ave de rapiña a cazar los que más abundan en nuestra lengua. Sorpresa, sorpresa, muchos pertenecen (aunque no sea de forma exclusiva) al mundo periodístico. Incluso la Fundéu le dedicó un post a los extranjerismos innecesarios del mundo de la televisión el año pasado.

He aquí algunos de los que se comentaron:

Extranjerismo

Equivalente español

Amateur Aficionado
Backstage Entre bambalinas, entre bastidores
Bestseller Éxito de ventas
Budget Presupuesto
Bullying Acoso escolar
Celebrity Famoso
Escenario (scenario) Caso, situación
Hall Vestíbulo, recibidor
Kit Juego, equipo, estuche
Meeting Reunión
Mobbing Acoso laboral
Pack Lote, conjunto, envase
Performance  Actuación
Planning Planificación, programa, programación
Première Estreno
Prime time Horario de máxima audiencia
Ranking Clasificación, lista…
Set Plató
Show Espectáculo, función, gala
Talent show Concurso

Susanna Griso pillada con un extranjerismo (y una expresión facial curiosa) el pasado 22 de junio en Espejo Público

En el periodismo deportivo se utilizan muchos extranjerismos evitables. Aquí os dejo algunos de los que he encontrado en este post:

  • average: diferencial, promedio o coeficiente
  • center: pívot o centro
  • dribbling: regate o gambeta
  • evento: acontecimiento, cita, acto, presentación o celebración
  • foto finish: foto de llegada
  • hat trick: triplete o tripleta
  • indoor: (competición) en pista cubierta o bajo techo
  • manager: representante o agente (de un deportista), director, gerente, administrador o apoderado
  • match: encuentro, partido, partida o combate
  • míster: entrenador, preparador o técnico
  • outdoor: al aire libre
  • playoff: liguilla final, eliminatoria, segunda fase, fase final, serie semifinal, serie final o desempate (golf)
  • rookie: novato, principiante o debutante en una competición
  • safety car: coche de seguridad
  • training: entrenamiento, adiestramiento o perfeccionamiento
  • tránsfer: pase internacional
  • warm up: calentamiento o vuelta de calentamiento
En el periodismo de moda, los extranjerismos (sobretodo de origen francés y anglosajón) son recurrentes. Fijaos en estos ejemplos de la revista Elle de julio y de Yo Dona del 23 de junio.
¿»Customizar»? ¿No existe «personalizar»?
Estilo beach. ¿Y «para la playa», «de playa», «playero»?
Man y beauty. ¿Era realmente necesario decirlo en inglés?
Partenaire, workout, barmen… que no compañero, ejercicio y camareros.
Cool, fashionista y shopping. Palabras clave en cualquier revista de moda que se precie.
Snack, workshop y top cuando tenemos aperitivo o picoteo, taller y modelo. 
La pregunta del millón es: si existen palabras en español, ¿por qué usamos las inglesas? ¿Por desidia, por comodidad, por ir de cultos, por quedar mejor…?
Para terminar, decidme, ¿hay alguna otra expresión o estructura del lenguaje periodístico que os llame la atención a vosotros?
***
Para saber más:
  • El sitio web de la Fundéu
  • Las Notas para un manual de estilo periodístico de Ricardo Soca
  • Errores comunes del lenguaje periodístico (y general) de Alberto Fernández

La puntuación inglesa y española. Similitudes y diferencias

18 lunes Jun 2012

Posted by enlalunadebabel in Inglés, Lengua española, Traducción

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convenciones tipográficas, guión, guión largo, punctuation, puntuación, puntuación española, puntuación inglesa

La puntuación es un reflejo gráfico de la sintaxis y la prosodia. El uso de los signos de puntuación se rige en buena parte por unas normas, fruto de las tradiciones editoriales de cada lengua y cultura, aunque siempre hay margen para las preferencias del redactor. La puntuación  estructura el texto, facilita su comprensión, deshace ambigüedades y marca las pausas para una lectura oral.

Desde el punto de vista de la traducción, redactar el texto meta incluye también saberlo puntuar según las convenciones de la lengua de llegada, meta. Por eso hoy repasamos estas convenciones en inglés y español, veremos en qué se parecen y en qué se diferencian.

Para empezar, los protagonistas:

Full stop . Punto
Period . Punto (inglés estadounidense)
Ellipses … Puntos suspensivos
Colon : Dos puntos
Semicolon ; Punto y coma
Comma , Coma
Question mark ? Signo de interrogación
Exclamation mark ! Signo de exclamación
Dash – Guión largo
Underscore _ Guión bajo
Quotation marks « » Comillas
Parenthesis ( ) Paréntesis
Brackets [ ] Corchetes
Braces / curly brackets { } Corchetes
Asterisk * Asterisco

Para examinar estas similitudes y diferencias con más detalle tomaremos como referencia la puntuación inglesa, que es la que podemos encontrar en nuestros TO.

1. Full stop

Igual que en castellano, marca final de oración (I went to Paris last week.) y no se coloca al final de una frase exclamativa o interrogativa. También se emplea después de una palabra abreviada (Jackson and Co.) pero no si la última letra de la abreviatura es la misma que en la versión completa: Ltd = limited (S.A.); Mr = mister (Sr.).

De todas formas, en las cartas (sobre todo en inglés británico), es normal que el punto se omita por completo (USA). Y nunca se emplea en abreviaturas que se pronuncian como palabras: NATO (OTAN).

2. Ellipses

Los tres puntos se colocan al final de una palabra
 y significan que lo que se quiere decir sigue en la próxima línea o no se ha terminado, queda en suspense. Como en español, vamos.

3. Colon

El uso principal de los dos puntos está en enumerar una lista.
 Por ejemplo: We saw all of Paris’s attractions: the Eiffel tower, the Champs Elysés, the Louvre. También se usan delante de una explicación: We can’t stay here any longer: the money has run out. Y, finalmente, introducen una cita, algo que alguien ha dicho: In the words of Marco Polo: ‘The man who travels alone travels furthest.’

Pero, cuidado, no empleamos los dos puntos en una carta en inglés después del encabezamiento como en una carta en español. En inglés se usa una coma, que es algo que (como no)está empezando a arraigar en nuestro idioma.

4. Semicolon

Se usa el punto y coma para separar dos cláusulas, dos ideas, como si fuesen dos frases distintas; sin embargo, la segunda idea se refiere a, o califica, la idea anterior: Some people work best at night; others prefer working in the morning. / It’s a good plan; let’s hope it works out. 

Se emplea el punto y coma también para separar los elementos en una lista dentro de una frase; pero estos elementos suelen ser pequeñas frases y no palabras sueltas: We’ve got a lot to do today: take the car to the garage; clean the house; take the dog for a walk and loads of other things.

Si queréis verle el lado más salvaje, leed este artículo ilustrado de The Oatmeal.

5. Comma

Aparece después de palabras como ‘sin embargo’ (however) y ‘así que’ (therefore), sobre todo, cuando están situadas al principio de la frase aunque también pueden aparecer al final y en mitad de una frase: We ran back to the road; the car had gone, however. We didn’t, therefore, have any other option.

También se usan las comas dentro de una frase para evitar la necesidad de escribir muchas pequeñas frases; y convierten una frase larga en algo más comprensible y estilísticamente más atractivo. En este sentido coincide con el español.

En vez de repetir «and» entre una serie de elementos en una frase, utilizamos las comas con la excepción de los últimos dos elementos que se dividen con «and»: In the park there were trees, bushes, flowers and a lovely statue. Sin embargo, en inglés estadounidense también separan con una coma el penúltimo elemento de la conjunción que precede al último: We bought apples, pears, bananas, and oranges. ¡Cuidado! Esto en español sería un error.

No obstante, como comenta Merche García (Traducir&co), sí que se emplea la coma si el resto de los elementos están separados por punto y coma: «asistieron las siguientes personalidades: el vicepresidente del Gobierno; el obispo de Osma; los directivos del club de fútbol local, y una amplia representación de los ayuntamientos afectados».

En cualquier caso, en inglés empleamos «and» si hay dos elementos que pertenecen al mismo grupo de cualidades; ej. colores: Blue and white flowers. (flores azules y blancas); pero: A dirty, old man. (Un hombre sucio y viejo.)

La coma es imprescindible para evitar un significado ambiguo. Tomemos esta frase como ejemplo: Charles, Prince of England, took a plane to New York. (Carlos, Príncipe de Inglaterra, cogió el avión para Nueva York.) Se entiende aquí que hablamos del príncipe Carlos. Pero aquí: Charles Prince of England took a plane to New York. (Carlos Príncipe de Inglaterra cogió un avión para Nueva York); puede que hablemos de un tal Charles Prince.

¿Quién dijo que la puntuación no era importante?

La coma decimal (decimal point) es algo distinto. Hay que recordar la información siguiente acerca del uso de las comas y puntos con los números: ¡todo es al revés! Por ejemplo: 3,4 en español, se escribe 3.4 en inglés, así como 2 827 232 en español, se escribe 2,827,232 en inglés.

6. Interrogation and exclamation marks

Ambos signos se escriben al final de la frase, es decir, solo usamos el signo de cierre. Además de las frases interrogativas propiamente dichas, también encontramos el signo de interrogación en los famosos «question tags»: una oración al final de una otra afirmativa que suele decir «¿verdad?», aunque se sabe que el interlocutor no pide respuesta alguna, simplemente afirma lo dicho: Oh, no. We’re going to be late again, aren’t we?

¿Alguna otra diferencia? Un signo de exclamación puede dividir una frase y así sigue el resto de la frase comenzada por una minúscula: Alas! the worst happened.

7. Dash

Un guión solo se agrega cuando se añade información extra pero no se vuelve a la información inicial. La frase suele terminar. Ejemplo: 
I went to France – in fact, it was my second visit. En este sentido, se usa también para presentar incisos, algo que en español podemos expresar con una coma:

«Maybe he took the pill, but I doubt it–he’s a ninny»

–Quizá se haya tomado la pastilla, pero lo dudo, es un bobo.

Muchas veces el guión largo inglés se usa para introducir también una enumeración, con lo que se traduce al español con dos puntos.

Los dos guiones se utilizan para añadir información adicional o información contraria. Se trata de una versión más suave de los paréntesis. La diferencia es que los paréntesis son un salto más largo en el flujo narrativo: Jimmy wanted everything –apart from responsibility, of course– and he wanted it now.

La puntuación en los diálogos

En los textos literarios las convenciones son generalmente bastante distintas por lo que respecta a la señalización de diálogos (la única coincidencia es que cada cambio de participante se marca con un salto de línea). A modo de resumen podríamos decir que en inglés se marcan los límites de las intervenciones directas y se considera el inciso del narrador como parte del texto principal, mientras que en castellano no se marcan las intervenciones directas (salvo el inicio de línea), pero sí se señala el inciso del narrador.

Los signos usados también son diferentes: en inglés se usan las comillas (simples o dobles) y en castellano utilizamos el guión largo. Esta diferencia también se refleja en el contacto de los signos. En inglés, las marcas de pausa (comas, punto, punto y coma…) que se considera que forman parte del enunciado directo entran dentro del período delimitado por las comillas (aunque en textos contemporáneos también pueden ir fuera). En cambio, en español las mismas marcas «salen» del enunciado y forman parte del texto principal, de modo que reaparecen después del inciso del narrador y no antes. Lo veremos más claro con este ejemplo de El señor de las moscas:

EN:

The fat boy stood by him, breathing hard.

“My auntie told me not to run,” he explained, “on account of my asthma.”

ES:

El chico rellenito se detuvo a su lado, jadeando.

−Mi tía me dijo que no corriera −explicó−. Por el asma.

Con este fragmento observamos que:

  1. En inglés introducen los diálogos con comillas mientras que en español usamos el guión largo.
  2. Los incisos en español van entre guiones largos y pegados al inciso mismo.
  3. Los signos de puntuación en inglés se escriben antes de las comillas. En español se escriben inmediatamente del inciso, después del guión largo.

La cursiva delatora

Hay que andarse con ojo con la cursiva (italics). Cuando una palabra se escribe en cursiva en una novela o en un correo electrónico, significa que hay que dar énfasis a esa palabra.

“Tim, your father really wants you to go.”

“Yeah, well I really don’t want to go!”.

En español no usamos la cursiva de este modo y hay que buscar otras estrategias (léxicas, preferiblemente) para enfatizar.

***

Para saber más:

  • Ramón Sol. Manual práctico de estilo (Urano). Muy, muy recomendable.
  • Josep M. Pujol i Joan Solà. Ortotipografia. Manual de l’autor, l’autoeditor i el dissenyador gràfic (Columna). En catalán.
  • Jordi Ainaud, Anna Espunya , Dídac Pujol. Manual de traducció anglès-català (Eumo Editorial). En catalán.
  • Puntuación en inglés (más detallada): http://www.englishcom.com.mx/secciones/aprender-ingles/escribir/puntuacion-en-ingles/
  • The Chicago Manual of Style (de referencia para los redactores estadounidenses): http://www.chicagomanualofstyle.org/home.html

Maquillaje lingüístico: los eufemismos

04 lunes Jun 2012

Posted by enlalunadebabel in Lengua española

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castellano, español, eufemismos, retórica

La desaceleración económica está ocasionando muchos daños colaterales como ceses temporales de la convivencia al darse situaciones de falta de liquidez en las que no se puede hacer frente a los pagos. ¿Queda bonito, verdad?

Pues, en realidad, que la crisis ocasione muchas víctimas y provoque separaciones y divorcios porque las familias se arruinan y no pueden pagar las facturas, por ejemplo, no tiene nada de bonito. Pero no pasa nada, porque lo malo siempre se puede adornar. De eso se encargan los eufemismos, palabras o expresiones políticamente aceptables o menos ofensivas que sustituyen a otras palabras de mal gusto o tabú, que pueden ofender o sugerir algo no placentero o peyorativo al oyente o al lector.

Los eufemismos se usan mucho en el lenguaje políticamente correcto para evitar posibles ofensas a grupos de individuos. También son comunes en política para camuflar o hacer que suenen más naturales las políticas impopulares, suavizar declaraciones controvertidas, o bien reducir el impacto al comunicar una crisis económica (¿de qué me suena?). De hecho, si este lenguaje se usa tanto en los discursos políticos es por algo. Como dijo el alemán Hannes Mäder: “Todo el que pretenda imponer su dominio al hombre ha de apoderarse de su idioma”. Ya lo he comentado alguna vez en el blog: las palabras pueden ser tan peligrosas como las armas.

Se habla de “daños colaterales” cuando se informa de muertes civiles, de “operación militar” como sinónimo de invasión de una nación, de “escudos humanos” en alusión a mujeres y niños expuestos como objetivo bélico y de “fuego amigo» como el causante de muertes por error en el propio bando. Dolor camuflado con palabras.

Claro que también lo usamos en nuestro día a día. ¿Os acordáis de cómo la Casa Real evitó la palabra “separación” al anunciar el “cese temporal de la convivencia” entre la infanta Elena y su marido?

Sin embargo, está claro que los que oímos más últimamente son los que tienen que ver con la economía y el trabajo, de modo que podemos empezar por ver algunos ejemplos de este tipo:

Hablando de eufemismos en el mundo laboral, siempre me ha apasionado el maquillaje de los cargos. ¡Son la mar de útiles para adornar nuestros currículos! Fijaos en los que proponen en 1de3:

  • Coordinador Oficial de Movimientos Internos (portero)
  • Coordinador Oficial de Movimiento Nocturno (vigilante)
  • Distribuidor Interno de Recursos Humanos (ascensorista)
  • Especialista en Logística de Energía Combustible (butanero)
  • Auxiliar de Servicios de Ingeniería Civil (peón de obra)
  • Subalterno Auxiliar de Servicios de Ingeniería Civil (ayudante de peón de obra)
  • Especialista en Logística de Documentos (mensajero)
  • Especialista Avanzado en Logística de Documentos (mensajero con moto)
  • Técnico de Mercadeo Dirigido (repartidor de volantes en las esquinas)
  • Especialista en Logística de Alimentos (mozo de almacén)
  • Abastecedor Logístico en Ubicaciones de Alta Concentración (vendedor de bocatas en el estadio)
  • Distribuidor de Productos Alternativos de Alta Rotación (vendedor ambulante)
  • Técnico Sanitario de Caminos Públicos (barrendero de calles)

¡Si hasta nos sirve para maquillar nuestras aficiones! Un viciado a los videojuegos y a la consola podría poner que es «Técnico Operador de Dispositivos Lúdico-electrónicos a Jornada Completa». ¿Por qué no?

Y ya no digamos, cuando los cargos se ponen en inglés, que da más caché. Pero esto lo dejo en una imagen, que vale más que mil palabras.

(Hacía tiempo que buscaba una excusa para colgar esta foto. ¡Pobre Paco!)

Pasemos a los eufemismos político. Os propongo los siguientes pero no es una lista exhaustiva. ¿Os acordáis de los famosos «hilillos» de Rajoy al hablar del chapapote que tantas pérdidas provocó en Galicia? En fin, aquí van algunos:

Y, por último, veamos los relacionados con la vida cotidiana y las relaciones humanas, que tampoco se libran del maquillaje lingüístico por cuestión de finura, para suavizar. Va, reconocedlo, seguro que alguna vez los habéis usado.

(Si os han gustado los ejemplos, podéis descargaros un PDF con las listas de eufemismos)

Y, en el próximo post, eufemismos en inglés.

***

Fuentes: el periscopio, el jueves y 1de3.

Interjecciones y naturalidad

23 miércoles May 2012

Posted by enlalunadebabel in Doblaje, Lengua española, Traducción

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audiovisual, doblaje, eh, interjecciones, lingüística, naturalidad, oh, onomatopeyas, oye, traducción

En doblaje ambos conceptos van bastante ligados. El producto doblado debe ser verosímil, que la lengua hablada sea prácticamente igual a la de la calle.

Las interjecciones son un tipo de palabras invariables con las que se expresan sentimientos y emociones, por lo que suelen pronunciarse con entonación exclamativa.

Las interjecciones se encuentran también en traducción literaria, sobre todo en las diálogos, que le dan naturalidad al texto, pero comparativamente encontramos muchas más en traducción audiovisual.

Su significado es expresivo: se emplean para expresar sentimientos del hablante (por ejemplo, impresiones repentinas como el dolor, la sorpresa, la admiración, etc.) o para influir en el receptor o receptores.

Las interjecciones no suelen realizar ninguna función sintáctica en la oración ni servir de enlace entre elementos de la oración. Sin embargo, algunas interjecciones pueden llevar un complemento introducido por una preposición. Estas construcciones se denominan frases interjectivas.

En general, las expresiones más aceptadas son:

El uso de unas interjecciones impropias u otras cambia con el paso del tiempo. Caracoles y cáspita eran antaño interjecciones de uso frecuente que hoy en día apenas tienen utilización en la lengua oral.

El caso de caracoles es un caso curioso de expresión española que ha pasado a formar parte de la «lengua traducida», según se expone en un artículo del Centro Virtual Cervantes. Hoy, por ejemplo, las que más encontramos por influencia del inglés son cielos y demonios. 

A continuación daremos un repaso más exhaustivo a estas interjecciones.

Interjecciones

Por antonomasia, las interjecciones son un buen indicador de la lengua espontánea y, por tanto, de la pragmática (subcampo de la lingüística que estudia los principios de la comunicación humana y como el contexto influye en la interpretación del significado).

Martínez Álvarez (1990) las clasifica en tres tipos: (a) onomatopéyicas (adaptaciones fonemáticas de ruidos o acciones), (b) apelativas (destinadas a atraer la atención del interlocutor o imponer alguna actitud), (c) emotivas, las que manifiestan el estado de ánimo del hablante ante lo que expone, ante lo que experimenta interiormente o ante la situación en sí.

Afirma que cada interjección puede aludir a realidades muy diversas, solo deducibles gracias al contexto. Las referencias de las interjecciones son múltiples y variables de situación a situación, de manera que los límites de su aplicabilidad son siempre difusos. Por este motivo, resulta aún más complicado, si es posible, averiguar la finalidad comunicativa de una interjección en una situación muy concreta del diálogo de una lengua determinada para su traslado a otro idioma. La traducción de las interjecciones es, por tanto, terreno abonado para el calco pragmático si no se tienen en cuenta estas consideraciones.

1.1. Interjecciones onomatopéyicas

En audiovisual no encontramos muchas interjecciones onomatopéyicas, quizás por ser más propias de otras tipologías textuales y audiovisuales (dibujos animados destinados a un público infantil).

Un ejemplo puede ser:

  • Pss-pss-pss-ss! Over here. — ¡Pst, pst, pst! ¡Estoy aquí!

1.2. Interjecciones apelativas

Esta modalidad no presenta muchas dificultades de traducción, ya que se trata de partículas que responden a usos pragmáticos bastante próximos en inglés y en español.

Algunos ejemplos que he encontrado a la hora de traducir productos audiovisuales:

  • Uh, Dan! Come over here — ¡Oye, Dan! ¡Ven aquí!
  • Oh, guys. Can you…? — Eh, tíos. ¿Podéis…?
  • Hey, Leo. I’m the only friend… — Oye, Leo. Soy el único amigo…

Se han utilizado diversas partículas en inglés y yo también las he traducido de forma diferente en castellano dependiendo del contexto.

1.3. Interjecciones emotivas

Recordemos que son las que manifiestan el estado de ánimo del hablante ante lo que expone, lo que experimenta interiormente o ante la situación en que se encuentra. Responden a estas características algunos casos que se detallan, a continuación, según el tipo de emoción expresado:

a. Sorpresa, extrañeza, admiración, decepción, compasión, miedo (entre otras emociones y estados de ánimo que se deducen según la situación comunicativa y el contexto)

  • Wow — Vaya

(Le pregunta a un personaje si está bien y él responde)

  • Hell, yeah, man! It ‘rush! — ¡Ya ves, tío! ¡Un subidón! (El hell aquí enfatiza, pero tampoco hay traducirlo con una palabra malsonante, como suelen hacer los fansubs)

b. Acuerdo, asentimiento o aprobación

  • Okey. All right. — Vale. De Acuerdo
  • Uh-huh. Yeah. See, you know what? — Ajá. Ya. Mira, ¿sabes qué? No tengo ni idea.

c. Desaprobación, rechazo, desdén o asco

  • Oh, come …! You gotta be kidding me! — ¡Venga ya! ¡Tiene que ser una broma!

d. Sobresalto, susto o dolor

  • OW! — ¡Ay!
  • ¡Ah! Get your hands off me …  — ¡Ah! Quítame las manos de …

e. Duda, reserva, indecisión, desconfianza

  • JACK: I’m great. / LIZ: Mm. — Mmm.

f. Sarcasmo, incredulidad, ironía

  • Oh, yeah? When will that be? — ¿Ah sí? ¿Y Cuando será eso?

La omnipresente «oh» y sus dificultades 

Una interjección que me parece curiosa es «oh». Tradicionalmente es la que conlleva más problemas de traducción, quizá porque su uso en todo tipo de situaciones diferentes la convierte en una partícula de difícil sistematización a la hora de fijar las correspondencias en español. Destacamos el caso de «oh, yes», que es uno de los anglicismos pragmáticos más extendidos y criticados porque en doblaje se suele oír mucho «¡oh, sí!» En lugar del habitual «ah, sí».

A diferencia del inglés, en nuestra lengua no la usamos casi nunca en una conversación coloquial y, por tanto, las numerosas veces que aparece en los diálogos en inglés, hay que recurrir a estrategias diversas.

A continuación podemos observar tres usos aprovechando la ocasión de tres ejemplos extraídos de algunos productos audiovisuales:

1. Se utiliza, con gran frecuencia, para expresar emociones de todo tipo (sorpresa, temor, decepción, etc.), Para las que el español dispone de más variedad de interjecciones que el inglés, por lo que el calco, además de poco natural, es estilísticamente empobrecedor y repetitivo.

  • Oh, you did listen to it? — ¿Lo has escuchado? (Aquí, «did» ya enfatiza, y con el tono de voz ya se puede reflejar la sorpresa.)

2. También se utiliza a menudo como mecanismo intensificador para enfatizar el enunciado que acompaña, función de la cual no tiene esta interjección en español. Por tanto, en estos contextos, en vez de calcar la interjección, es preferible recurrir a otras fórmulas más propias de la intensificación en nuestra lengua:

  • Oh, please. That twerp belong donde tricycle with a red nose. —
  • Venga, va. A ese imbécil solo le falta un triciclo y una nariz roja.

3. En otras ocasiones, aparece en el discurso como una adición imprecisa de la conversación que ni siquiera expresa ningún tipo de emoción en particular, sobre todo cuando va al lado de fórmulas rutinarias y muy usuales como thank you, well, right, don’t worry, de modo que la omisión se convierte, en estos casos, en el mejor procedimiento en la traducción al español

  • Oh, thank you, darling. — Ay, gracias, cariño. (Aquí me pareció que quedaba bien un «ay» porque el personaje está distraído)

En definitiva, hay que entender bien el contexto y evitar caer en expresiones calcadas. A veces basta con releer en voz alta lo que hemos escrito para darnos cuenta de si chirría o no. Como en la vida misma, la naturalidad lo es todo.

Ortografía, palabros y ventas

17 jueves May 2012

Posted by enlalunadebabel in Lengua española

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anuncios, errores, FNAC, marketing, ortografía, palabros, phishing, spam

«El que nunca haya cambiado una «b» por una «v», olvidado una «h» o una tilde o se haya comido alguna que otra letra para acortar una palabra, que tire la primera piedra.» Podría ser una buena frase lapidaria (y nunca mejor dicho).

Profesores, lingüistas, correctores y traductores solemos ser muy tiquismiquis por lo que respecta a la ortografía pero, en realidad, estos pequeños errores ortográficos pueden salir muy caros tanto a los consumidores como a las empresas.

La prueba del delito

El año pasado se publicó un artículo que hablaba precisamente de esto. Un empresario online afirmaba que la mala ortografía le estaba costando millones de libras al Reino Unido.

Charles Duncombe, que dirige sitios web de viajes, teléfonos móviles y ropa, exponía que la mala ortografía es un problema grave para la economía online. Al analizar las cifras de un sitio web, decía, se observa que un solo error de ortografía puede reducir a la mitad las ventas online. Las cifras de ventas indican que las faltas de ortografía disuaden a los consumidores porque recelan de la credibilidad del sitio web. Evidentemente, los textos no se redactan solos y Ducombe hablaba también de las dificultades que tenía para contratar personal que supiera escribir bien.

William Dutton, director del Oxford Internet Institute, reconoce que en algunas áreas informales de Internet, como Facebook, existe una mayor tolerancia y laxitud por lo que respecta a la ortografía y la gramática. Sin embargo, los errores ortográficos en una página de inicio o en una oferta comercial pueden plantear dudas acerca de la confianza y la credibilidad del sitio. «En estos casos en los que al consumidor le preocupan el spam o el phishing, una palabra mal escrita podría suponer un gran problema.»

Y con razón. ¿Quién no ha recibido un email así o se le ha abierto una ventanita de este tipo? ¿No se nota a la legua que es falso? Y eso que no es de los peores. Lo que falla aquí es más bien la construcción de las frases en sí:

El siguiente caso es el más típico: «Si tu línea fue faborecida«, «recorda que tu línea»… Fijaos también en el batiburrillo de lenguas.

Y ya no hablemos solo de phishing. ¿No da mala imagen que una empresa de renombre como FNAC publique textos con faltas de ortografía? Por ejemplo, la siguiente imagen es de una publicidad por email de FNAC el día del libro en Cataluña de este año.

¿Descuente? Aún no entiendo el origen de este error. En catalán es «descompte». De haber pasado por un traductor automático, como el sustantivo «descuento» se corresponde también a la primera persona del verbo, lo más normal sería que hubiera traducido «descompto», pero no la palabra que finalmente salió publicada.

¿Y qué me decís de las faltas que campan por las modernas aplicaciones para smartphones? Me da a mí que algunas vienen del inglés, como en este caso. Refrescos los hay de todo tipo (limón, naranja, cola) pero, no sé vosotros, yo no he probado aún ninguno de «elementos».

¡Si hasta las hay en el tan popular Apalabrados! ¿Felicitaciones? ¿No será «felicidades»?

¿Se entiende el mensaje? Sí. ¿Sangran los ojos? Psé. Pero, ¿no creéis que es muy cutre que se gasten una buena suma en desarrollar y comercializar algo para luego no echarle un vistazo?

Jugando al desconcierto

Aunque no siempre las faltas son despistes. A veces, en la publicidad de las grandes empresas es frecuente el uso palabras coloquiales o juegos de palabras inventadas para agradar a los consumidores. Un ejemplo sería el de 7up “pura refrescancia”:

La palabra «refrescancia» no existe según el diccionario de la Real Academia Española. El problema es que, muchas veces, las personas creen que estas palabras son correctas y las empiezan a utilizar sin saber que tan solo es una técnica de la empresa para llamar la atención. ¿A que aún recordáis lo del ziritione?

Otro caso memorable fue el error que el centro comercial Illa Diagonal, en Barcelona, perpetró en su publicidad en 2002.

Letra blanca. Fondo negro. Fallo garrafal.

Al principio de las rebajas se habló muchísimo de este cartel y al final resultó que habían usado esa falta elemental («revaixes», que no «rebaixes») como reclamo comercial. El mismo centro tuvo que reconocer que respondía a una estrategia de marketing que pretendía que los ciudadanos comparasen la bajada de los precios con la transformación de la «b» en una «v».

A río revuelto…

Sin embargo, estos errores ortográficos (los no intencionados, se entiende) pueden tener su contrapartida, ya que las malas noticias para las empresas se convierten en buenas oportunidades para los consumidores. Por ejemplo, la compañía Typo Buddy encuentra productos ofertados en eBay o en otras webs de subastas y ventas online siempre y cuando el anuncio contenga faltas de ortografía.

Estos anuncios son menos visitados porque no aparecen en las búsquedas debido a sus errores tipográficos (en lugar de «polo Abercrombie» quizá la marca en el anuncio rece «Abercombie» o «Abrecombie» o cualquier otra variante), los productos no suben de precio y así los usuarios de Typo Buddy pueden conseguirlos con un precio inferior.

El futuro

Pues como tantas otras cosas actualmente, lo veo un poco negro. Volviendo al artículo, Ducombe comenta que, al contratar al personal, muchas de las solicitudes de empleo contienen errores de ortografía o muestran una gramática que deja mucho que desear. «Algunas personas incluso utilizan el lenguaje de los sms en su carta de presentación e incluso aquellos que parecían ser capaces de escribir en un principio, al someterles a una prueba escrita y sin acceso a un corrector ortográfico, tuvieron problemas con la ortografía.»

Resulta que en el Reino Unido el 42% de los empresarios no está satisfecho con las habilidades de lectura y escritura de los estudiantes que acaban el instituto (o la universidad, incluso) y prácticamente la mitad ha tenido que invertir en formación para que su personal tuviera una buena base de partida. «Esta situación es un problema real y el gobierno debe hacer de la mejora de la alfabetización básica una prioridad.»

Y ahí voy ahora, como broche final, ¿cómo se come eso en un momento en el que se recorta hasta en educación?

Madre no hay más que una…

06 domingo May 2012

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Día de la Madre, frases, lengua, madre, tradición

…pero muy original no es.

«¡Con tu tío y con tu tía irás a Bel Air!»

Como prueba de esto tenemos las típicas frases que todos hemos oído en alguna ocasión y que son dignas de estudio por su universalidad. Por las célebres: «Tómate el zumo que se le van las vitaminas», «No quiero ver nada en el plato», «Lo que pica cura», «Como vaya yo y lo encuentre…» (típica amenaza tras preguntarle «¿Dónde está X?» y que te diga «En su sitio»), «¿Y si tus amigos se tiran por un puente tú también te tiras?» (como dice una amiga, por encajar, de adolescente lo hubieras hecho), «No voy a comprar más helados, que os los coméis» (¿La idea no es esa?), «Me tenéis hasta el gorro», «¿Te crees que la policía es tonta?» o «La silla de tu habitación no es un perchero».

Veamos algunos rasgos básicos del lenguaje materno:

  • Hipérboles: «¡Es la primera vez que me siento en todo el día!» o «Te he dicho mil veces que eso no se toca».
  • Rimas: «Si eres buena para trasnochar, eres buena para madrugar», «Andando que es gerundio», en plan frase hecha «De bien nacido es ser agradecido» o en diálogos verídicos como este:

    —Venga, a comer.

    —Ahora voy.

    —Voy, voy, pero quieto me estoy.

    También se suelen emplear a modo de réplicas:

    —Me aburro.

    —Cómprate un burro.

    O la célebre frase de una madre catalana:

    —Tinc gana (tengo hambre)

    —Menja’t una cama (cómete una pierna)

  • Ejemplificación y comparación: «A ver si te crees que esto es una pensión y puedes entrar y salir cuando te dé la gana» o «¿Te has pensado que soy tu chacha?».
  • Enumeración: «Cuento hasta tres. A la unaaaaaa, a las dooooos, a las dos y mediaaaaaaaa…»(está claro que mucho caso no se suele hacer si se llega a este punto). Como ayuda, en un blog de padres aconsejan: «La postura es muy importante. Brazos en jarra, que no falten. Un pie más adelantado que el otro y repiqueteando con la punta al suelo. Cabeza ladeada. Si no se abusa, se pronuncia con rigidez castrense y voz firme, tiene propiedades asombrosas para la ecuación velocidad igual a espacio dividido por tiempo». Tomaré nota.
  • Repetición:

—X, ¿qué estás haciendo? [Madre en algún lugar de la casa]

—Nada. [Tú en cualquier otro]

—Nada bueno…

  • Refranes: así, en general. Tengo la suerte de que mi madre siempre ha sido muy refranera y creo que es un rasgo muy bonito que vale la pena conservar. Ahora bien, nunca he entendido que se puedan contradecir como «A quien madruga Dios le ayuda» y «No por mucho madrugar amanece más temprano». ¿En qué quedamos?
  • Modificación de letras: esta me tiene intrigada.

—Mamá, quiero coca cola.

—¡Ni coca cola ni coca colo!

Igual que:

—Dame dinero para ropa.
—Sí, para ropo te voy a dar.

El cómico Manu Sánchez se hace eco también de esas idiosincrasias.

Por cierto, si queréis más ejemplos y consejos de madre de este estilo, echadle un ojo al blog Cómo no ser una drama mama. Y, cómo no, también corre una cadena por Internet con estas cosas que necesitamos saber y que hemos aprendido de nuestras madres:

✎ Mi madre me enseñó a apreciar un trabajo bien hecho:

«Si os vais a matar, hacedlo afuera, ¡que acabo de limpiar!»

✎ Mi madre me enseñó religión:

«Reza para que esta mancha salga de la alfombra» o bien «Reza para que tu padre no se entere»

✎ Mi madre me enseñó razonamiento:

«Porque yo lo digo. Por eso… ¡y punto!»

✎ Mi madre me enseñó previsión:

«Lleva siempre ropa interior limpia, por si tienes un accidente.»

✎ Mi madre me enseñó ironía:

«Tú sigue llorando… Ya verás como te doy un motivo para que llores de verdad.»

✎ Mi madre me enseñó a ser ahorrativo:

«Guárdate las lágrimas para cuando yo me muera.»

✎ Mi madre me enseñó osmosis:

«Cierra la boca y come.»

✎ Mi madre me enseñó contorsionismo:

«¡Mira la suciedad que tienes en la nuca, vuélvete!»

✎ Mi madre me enseñó fuerza y voluntad:

«Te vas a quedar sentado hasta que te lo comas todo.»

✎ Mi madre me enseño meteorología:

«Parece que haya pasado un huracán por tu cuarto.»

✎ Mi madre me enseñó a decir la verdad:

«¡Te he dicho un millón de veces que no seas exagerado!»

✎ Mi madre me enseñó habilidades como ventriloquia:

«No me rezongues, cállate y contéstame: ¿por qué lo has hecho?!»

✎ Mi madre me enseñó lenguaje encriptado

«No me, no me… que te, que te…»

✎ Mi madre me enseñó geografía de España:

«¡Como sigáis así os voy a mandar a uno a Cádiz y al otro a La Coruña!»

✎ Mi madre me enseñó lógica:

«Mamá, ¿qué hay de comer?» «¡Comida!»

Pero, sin duda, la frase más definitiva es «Cuando tengas hijos lo entenderás» (y la versión «Cuando seas padre comerás huevos»). Porque resulta que sí, que pasan los años, y acabas repitiéndolas. Y eso que no tengo hijos, pero a mi pareja y a mi perro ya se las he soltado alguna vez.

Para terminar os dejo con unas viñetas de Maitena sobre la maternidad. Porque no lo tiene nada fácil, dale ya un buen achuchón a la tuya.



Pinceladas de lengua: las onomatopeyas y las voces de los animales

26 jueves Abr 2012

Posted by enlalunadebabel in Lengua española, Traducción

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animales, onomatopeyas, voces

Las onomatopeyas son palabras que imitan o recrean el sonido de la cosa o la acción nombrada, son un recurso expresivo muy potente, capaz de condensar una idea o situación en muy poco espacio y, por último, también son un procedimiento para formar palabras.

En traducción nos es muy útil dominarlas para no acabar calcándolas del otro idioma. Seguramente las onomatopeyas animales no sean ningún problema ya que todos sabemos que el perro español ladra «guau» y el inglés «woof», pero quizá nos resulte más complicado con otros ruidos. ¿Cuántas veces en literaria nos hemos dejado llevar por un «shhh» cuando tenemos «chist» o incluso «chitón», por ejemplo?

A continuación, os aporto la lista de 95 onomatopeyas que redactó José Martínez de Sousa y no os perdáis las voces de los animales del final. Y si os apetece curiosear un poco cómo «hablan» algunos animales en idiomas tan dispares como el coreano o el japonés, os recomiendo esta infografía.

Principales onomatopeyas

▪  aceleración de motocicleta: ¡brrrum, brrrum!

▪  ametralladora: ¡ra-ta-tá!; ¡ra-ta-tá!

▪  aplausos: ¡plas, plas!

▪  asco: ¡aj!; ¡puaj!

▪  aullido del lobo: ¡auuu!

▪  balido de la oveja: ¡beee!

▪  beso: chuic; mua

▪  bofetada: ¡zas!; ¡paf!

▪  bomberos: ¡uuuuh, uuuuh!;¡niinoo, niinoo!

▪  burbujas del agua: ¡glu, glu, glu!

▪  caída: ¡catapumba!; ¡pumba!

▪  campana: ¡talán, talán!; ¡tolón,tolón!; ¡tan, tan!

▪  campanas (repique): ¡din don!, ¡dindon!; ¡din, don,dan!, ¡din, don,dan!

▪  campanilla: ¡tilín, tilín!; ¡tintín,tintín!

▪  canto de los pájaros: ¡pío, pío, pío!

▪  canto de los pollitos: ¡pío, pío, pío!

▪  canto del gallo: ¡quiquiriquí!

▪  cañonazo: ¡buuum!

▪  carcajada: ¡ja, ja, ja!; ¡je, je, je!;¡ji, ji, ji!; ¡jo, jo, jo!

▪  carraspeo: ¡ejem, ejem!

▪  castañuelas: ¡ria-pitá!

▪  cencerro: ¡tolón, tolón!

▪  chapoteo: ¡chap, chap!; ¡chop,chop!

▪  chasquido: ¡chas!; ¡zas!

▪  claxon: ¡piiii!, ¡piiii!

▪  cloquear la gallina: ¡cloc, cloc!

▪  comer: ñam, ñam, ñam

▪  conversación ininteligible: bla, bla, bla

▪  corneta: ¡tururú!

▪  cornetín de órdenes: ¡tararí!

▪  cristal contra cristal: ¡chin-chin!, ¡tintín!

▪  cuco: ¡cu-cu, cu-cu!

▪  desperezarse: ¡oaaa, oaaa!

▪  disparo de cañón: ¡pum!

▪  disparo de escopeta: ¡pum!

▪  disparo de fusil: ¡pum!

▪  disparo de pistola: ¡bang!; ¡pam, pam!

▪  estallido fuerte: ¡buuum!

▪  estallido pequeño: ¡tric!; ¡tris!

▪  estornudo: ¡achís!

▪  explosión: ¡buuum!; ¡pum!

▪  gallina: co, co, co

▪  ganso: on, on

▪  golpe (en general): ¡cataplam!,¡cataplán!;¡cataplum!; ¡cataplún!;¡catapum!; ¡plum!;¡pum!

▪  golpe contra el agua: ¡paf!; ¡zas!

▪  golpe en la puerta: ¡toc, toc!; ¡tras, tras!,¡pon, pon!

▪  golpe contra el suelo: ¡plaf!; ¡clonc!

▪  golpe sobre el yunque: ¡tan, tan!

▪  golpes repetidos: ¡zis, zas!

▪  gota de agua: ¡ploc!

▪  grillo: ¡cri, cri!

▪  grito de dolor: ¡ay!

▪  gruñido: ¡gr…!

▪  gruñido del cerdo: ¡oenc, oenc!

▪  hipo: ¡hip!

▪  ladrido del perro: ¡guau, guau!

▪  llanto de un bebé: ¡bua, bua!

▪  lluvia suave: plic, plic

▪  maullido del gato: ¡miau, miau!

▪  muelles del colchón: ¡ñeeec, ñeeec!

▪  mugido de vaca o buey: ¡muuu, muuu!

▪  oca: on, on

▪  pajarito: ¡pío, pío!, ¡pío, pío!

▪  parpeo del pato: ¡cua, cua, cua!

▪  pavo: ¡gluglú!

▪  péndulo del reloj: tic-tac, tic-tac, tic-tac

▪  perdiz: ¡aj, aj, aj!

▪  pito: ¡piiii!, ¡piiii!

▪  puñetazo: ¡zas!

▪  rama que se quiebra: ¡crac!

▪  rana: ¡croac!

▪  rasgadura: ¡ris ras!; ¡tris!

▪  ratón (de ordenador): clic

▪  rebuzno: ¡hiaaa, hiaaa!

▪  relincho del caballo: ¡hiiii, hiiii, hiiii!

▪  repugnancia: ¡aj!, ¡puaj!

▪  risa abierta: ¡ja, ja!

▪  risa astuta: ¡je, je!

▪  risa contenida: ¡ji, ji!

▪  risa socarrona: ¡jo, jo!

▪  roce de seda contra seda: frufrú

▪  ronquido: rrrrrrrrr

▪  ronroneo del gato: rrr rrr rrr

▪  rotura de objetos: ¡crag!

▪  silencio: ¡chist!; ¡chiss!; ¡chsss! (la incluimos aquí porque es muy frecuente, aunque no sea propiamente una onomatopeya).

▪  sirena de ambulancia: ¡uuuuh, uuuuh!

▪  sueño: zzz, zzz, zzz

▪  tambor: ran rataplán; tantarán;tantarantán

▪  teléfono: ¡riiin, riiin!

▪  timbre: ¡rin, rin!

▪  toque de trompeta: ¡tarara!; ¡tarará!; ¡tararí!; ¡tururú!; ¡turututú!; ¡tuturutú!

▪  trasiego de líquido: ¡glu, glu, glu!

▪  viento: sss sss sss

▪  zumbido de abejas: zzzzzzzz

En relación a las onomatopeyas, repasamos por último  las voces de los animales:

Abeja: zumba. Asno: rebuzna, ornea, rozna. Autillo: ulula.
Becerro: berrea. Buey: muge. Búho: ulula.
Caballo: relincha, bufa. Cabra: bala. Cabrito: chozpa.
Cerdo: gruñe, guarrea. Ciervo: bala, berrea, ronca, brama. Cigarra: chirría.
Cigüeña: crotora. Cochinillo: guañe. Conejo: chilla.
Cordero: bala, chozpa. Cotorra: carretea. Cuervo: grazna, grajea, urajea, vozna.
Chacal: aúlla. Chicharra: chirría. Elefante: barrita, berrea.
Gallina: cacarea, cloquea. Gallo: canta, cacarea. Gamo: bala, gamita, ronca.
Ganso: grazna, grajea, urajea, vozna. Gato: maúlla, bufa, ronronea, maya. Grajo: grazna, grajea, croaja, crocita.
Grillo: grilla, chirría. Grulla: gruye. Jabalí: arrúa, rebudia, gruñe, guarrea.
León: ruge. Liebre: chilla. Lobo: aúlla, ulula, otila, guarrea.
Loro: garre, carretea. Mochuelo: ulula. Mono: chilla.
Onza: himpla. Oso: gruñe. Oveja: bala, balita, balitea.
Pájaro: gorjea, piola, gorgorita, trina. Paloma: arrulla, zurea, cantalea. Pantera: himpla.
Pato: parap, tita, grita, grazna. Pavo: gluglutea, tita. Perdiz: cuchichia, titea, ajea, serra.
Perro: ladra, gañe, late, gruñe. Pollito: pía. Pollo: pía, piola, piula, pipía.
Rana: croa, groa, charlea. Ratón: chilla. Rinoceronte: barrita.
Serpiente: silba. Toro: brama, muge, bufa, aturnea. Tórtola: arrulla.
Vaca: muge, remudia, brama. Zorra: ladra, tautea. Zorro: aúlla, guarrea.

Y vosotros, ¿conocéis alguna voz más? ¿Sabéis de alguna otra onomatopeya que se traduzca mal de forma recurrente?

***

Referencia:

El listado de las onomatopeyas ha sido elaborado por José Martínez de Sousa y está publicado en su Manual de estilo de la lengua española, 3.ª ed., Gijón: Trea, 2007, pp. 481-482.

Día del Libro: lectura, traducción y visibilidad

23 lunes Abr 2012

Posted by enlalunadebabel in Lengua española, Literatura, Traducción

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editoriales, literatura, reconocimiento, sant jordi, traducción, traducción literaria, traductor

Sant Jordi, el Día del Libro, me ha parecido siempre un día muy especial. Es un día de celebración de la lectura y, por extensión, de la originalidad y la imaginación. Al fin y al cabo, leer nos abre las puertas a otras realidades, a nuevos mundos. Como dice George R.R. Martin en A Game of Thrones: «A mind needs books as a sword needs a whetstone, if it is to keep its edge».

A modo de inciso, aprovecho para comentar que no creo que deba verse la lectura como algo a lo que obligar, sino como un acto motivado por la curiosidad y por el afán de saber, comunicarse. Para mí la lectura es como escuchar a una persona que de otra manera no podría comunicarse conmigo.

Además, el dominio del lenguaje no se adquiere solamente con el estudio exhaustivo de las normas gramaticales. Existe un camino más rico, más sugerente y, por supuesto, mucho más divertido: la lectura de obras literarias ya sea en nuestro idioma, en otro o a través de una traducción.

La traducción literaria

El libro no es más que uno de los soportes que sirven para cualquier tipo de traducción. La traducción literaria se refiere a la de aquellas obras o textos que sirven generalmente en su lengua original para crear o reflejar una experiencia estética o artística, en lugar de estrictamente recoger y transmitir información o conocimientos, ámbito propio de la traducción técnica.

La traducción literaria requiere habilidades en estilo, una buena imaginación y una gran base cultural porque las obras suelen estar fuertemente impregnadas de la cultura de la lengua en la que están escritas. Este tipo de traducción requiere que el traductor posea el mismo conocimiento y dominio de la lengua de partida que de la lengua de llegada (como en cualquier otro tipo de traducción, evidentemente), pero sobre todo de los contextos culturales e históricos propios del texto literario correspondiente en ambas lenguas.

El traductor literario, además de enfrentarse a las dificultades que presenta toda traducción, ha de atender a la belleza del texto, a su estilo y sus marcas (léxicas, gramaticales o fonológicas), teniendo en cuenta que las marcas estilísticas en una lengua pueden no serlo en otra. Debe tratar de reproducir el efecto completo del texto original en el lector de lengua de destino, por lo que debe recoger el significado adecuado de las palabras y evocar las mismas emociones que el original. En este sentido traducir poesía, por ejemplo, ofrece un doble desafío ya que hay que respetar tanto el sentido como la métrica.

Por último, la traducción literaria es también una forma de crear: una obra traducida es siempre otra obra distinta, adquiere significados diferentes, ritmos diferentes, contenidos diferentes, el éxito al traducirla está sobre todo en el placer estético que provoca.

La visibilidad del traductor literario

Como en las demás áreas de traducción, el traductor es ese ser que trasvasa la información de un texto de una lengua a otra pero pocas veces tiene rostro. En este sentido, la ACEC lanzaba hace unas semanas la campaña “¿Quién ha traducido el libro?” en pro de la visibilidad de la traducción literaria. De esta manera se pretende luchar contra la práctica periodística que consiste en no mencionar el nombre del traductor o traductora cuando se comenta un libro traducido de otra lengua. Al fin y al cabo, cuando alguien cita un párrafo de una novela traducida o comenta lo bien escrito que estaba el libro X o Y, en realidad está hablando de la traducción, no del original.

Por su lado, el grupo Tibónidas realizó una encuesta acerca de esta misma cuestión en la Feria del libro de Granada en 2011, que concluyó que la gran mayoría de la gente si bien reconocía la importancia de la calidad de las traducciones, admitía no comprobar el nombre del traductor de las obras que leían. ¿Lo más positivo? Muchos aseguraron que a partir de entonces se fijarían más.

Sin embargo, a mi parecer, la responsabilidad primera recae en los editores, porque es la editorial quien decide cómo se menciona al traductor del libro en cuestión. La mayoría de las veces, el nombre aparece en la página del título interior y en la de los créditos. Por poner un ejemplo, barro para casa:

En el caso de otras editoriales, como Acantilado, el traductor aparece en la misma portada e incluso en internet se recoge el nombre justo debajo del título:

Es cierto que el traductor cobra; es cierto que no en todos los trabajos los empleados tienen el reconocimiento que se merecen; es cierto que los traductores nos hacemos muy pesados con este tema, pero hay que darse cuenta de que es un trabajo duro, arduo, que muchas veces se prolonga varios meses y, en definitiva, si nosotros no luchamos por esto, nadie lo hará.

***

Para saber más:

  • Rasgos de una buena traducción literaria. http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/asele/pdf/02/02_0393.pdf
  • A vueltas con el traductor literario: una reflexión sobre sus competencias. http://www.lalinternadeltraductor.org/n4/traductor-literario.html
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