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En la luna de Babel

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En la luna de Babel

Archivos de etiqueta: traducción gastronómica

Lo que dio de sí el #CongresoASATI

04 martes Oct 2022

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, Congresos

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Congreso ASATI, copywriting, empezar a traducir, FIFA, interpretación, marca personal, redes sociales, traducción, traducción gastronómica, traducción institucional, traducción médica, traductor, traductores Aragón

Veinte años no se cumplen todos los días. Si no, que se lo pregunten a ASATI (Asociación Aragonesa de Traductores e Intérpretes), que los celebró la semana pasada por todo lo alto aprovechando el Día Internacional de la Traducción. El viernes 30 de septiembre y sábado 1 de octubre nos reunimos ponentes y asistentes, miembros y no miembros de ASATI en la Cámara de Comercio de Zaragoza para celebrar ese aniversario tan especial.

Fotomural de la ciudad en el interior de la Cámara de Comercio de Zaragoza
Vitrales decorados con figuras alegóricas

Tras el emotivo discurso de María Pilar Cardos, presidenta de ASATI, tuve el placer de inaugurar las jornadas con mi ponencia sobre las redes sociales como escaparate para el traductor. Cada vez somos más conscientes de la fuerza que tienen las redes sociales para promocionarnos, así que aproveché la oportunidad para dar algunos consejos sobre cómo desenvolverse en distintas redes (Twitter, páginas de Facebook, LinkedIn, Instagram y blog) sin enredarnos en exceso. ¿Los puntos principales? Ser memorable, publicar con regularidad y calidad (más que cantidad), tener una voz clara y no perder de vista a nuestro lector/espectador objetivo.

Después salió a la palestra Carmelo Beltrán, que nos habló de copywriting y, más concretamente, el orientado al marketing por correo electrónico. Carmelo nos explicó cómo ayuda a sus clientes, tanto marcas como profesionales independientes, a vender más y mejor. Nos contó cómo se vertebra un correo eficaz (idea + justificación + llamada a la acción + gancho) y cómo pensar en ideas para cubrir el contenido en cuestión (dar con el tema y los muchos subtemas; pensar en 10 problemas que puedan tener los clientes y 10 maneras de abordar cada uno; usar anécdotas, etc.). Y creatividad debe de tener un rato porque escribe a sus suscriptores un correo cada día. Ahí es nada.

Después de la pausa del café (madre mía, esos agujeros de dónut qué buenos estaban), volvimos con la mesa redonda sobre la jubilación, con Alicia Martorell y Álvaro Bajena, representante de la UPTA Aragón. Se habló de la importancia de conocer nuestros derechos y obligaciones como autónomos, con todas las cartas sobre la mesa. Un tema complejo pero muy muy necesario… y más viendo la que se avecina.

Y como colofón antes del almuerzo, vino Daniel Segura a contarnos cómo coordina los servicios de traducción e interpretación en la FIFA: los archivos que pasan a los lingüistas para que se documenten, el encaje de bolillos que tienen que hacer para cubrir las ruedas de prensa en los mundiales, etc. Curiosamente, la unidad de interpretación de la FIFA es bastante reciente, se creó en 2016, algo que cuesta de creer con la cantidad ingente de idiomas que se mueven en el mundo del fútbol y los eventos que se celebran al año para los que necesitan intérpretes: ¡más de 700! También nos explicó que cuentan con unos 200 intérpretes, pero, al principio, fue una auténtica odisea encontrar personal cualificado que quisiera trabajar para la FIFA. Increíble, ¿eh?

Después de comer, Fernando Navarro nos habló de las preguntas recurrentes que le han hecho a lo largo de estos años y procedió a desmontar los típicos tópicos: sí, se puede trabajar de traductor (médico); un traductor médico puede trabajar a la perfección aun no siendo médico, eso sí, formándose mucho, y sí, la traducción médica es difícil, pero vale muchísimo la pena. Habló de las impresionantes cifras de ventas que manejan las farmacéuticas y de la gran responsabilidad que tiene un traductor e intérprete médico. Nos recordó el terrible caso de «la palabra de los setenta millones de dólares» en el que la mala traducción de un término estuvo a punto de acabar con la vida de un paciente.

Alicia Martorell hizo doblete después de Navarro con su charla sobre la traducción institucional en la que nos contó cómo se trabaja para las grandes instituciones y qué hay que tener en cuenta para hacerlo bien. Pista: prestar mucha atención a las directrices de nuestro cliente (si prefiere mercadeo a marketing o emplear un anglicismo, aunque los más puristas se rasguen las vestiduras, pues eso hay que usar). Ponencias así animan a la fuerza, porque aunque siempre habrá clientes que paguen de aquella manera, las buenas —y buenísimas— tarifas existen.

Y como colofón, Clara Guelbenzu, Edna Santizo y Guillermo Pinilla compartieron mesa redonda en la que abordaron los avances y los retos futuros en interpretación de conferencias.

No está nada mal para un solo día, ¿eh? Pues al siguiente, hubo tres talleres muy distintos. Los dos primeros, paralelos, corrieron a cargo de Fernando Navarro y Rosa Llopis. Navarro dictó el suyo sobre la traducción e interpretación de la jerga de los médicos y Llopis nos endulzó con «El traductor entre fogones: la traducción de recetarios». Porque traducir gastronomía tiene miga, como explicaba ella misma en este artículo sobre la importancia de una buena traducción en el sector turístico y gastronómico.

Y ya como clausura de estos dos días intensos, ASATI trajo a Marián Amigueti, que nos habló de la marca personal para traductores e intérpretes. Ante algo que puede parecer muy poco concreto, nos ayudó a ver la importancia de destacar nuestro valor diferencial y comunicarlo con estrategia. ¿Con qué clientes trabajamos y con cuáles nos gustaría trabajar? ¿Qué fortalezas y debilidades nos vemos como profesionales? ¿Cómo les resolvemos la papeleta a los clientes? Solo conociéndonos a fondo podemos llegar a mejorar y cambiar también nuestro rumbo, si así lo queremos.

Tras estas jornadas variopintas y tan gratificantes, volví a casa con ganas de comerme el mundo, llena de ideas y con el corazón henchido de orgullo por nuestra profesión. Y sé de buena tinta que no soy la única, porque ASATI ha conseguido organizar algo muy muy especial. ¡Felicidades de nuevo por estos 20 años y que cumpláis muchos más!

Empezando mi charla sobre redes sociales
Carmelo, aka copymelo, hablándonos de copywriting
Dani Segura en su ponencia sobre el departamento de TeI de la FIFA
Fernando Navarro en su primera ponencia sobre traducción médica
Alicia Martorell en su charla sobre traducir para instituciones
Guillermo Pinilla y Clara Guelbenzu con Edna Santizo en remoto
El taller matinal de Fernando Navarro
Un momento del taller de Rosa Llopis
El taller de Marián Amigueti con aforo completo
Los maravillosos dibujos de Sarah Quijano
El cartel del programa del #CongresoASATI

PD.: Muchísimas gracias por la invitación, la organización y por el cariño de estos días. Desde Mapi a mi adorado Pinilla, pasando por Eva, Natalia, Jose, Núria, Sarah, Patri, Ana, Carles, Enrique, Sara, Amelia, Armando (gran charla, aunque casi perdiera el tren, jaja), Marián (por más cenas en las que casi tienen que echarnos) y tantísimos compañeros que me dejo y que espero sepan perdonarme. Ojalá podamos volver a vernos pronto.

La importancia de una buena traducción en el sector turístico y gastronómico

19 viernes Ene 2018

Posted by enlalunadebabel in Traducción

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Etiquetas

FITUR18, hostelería, localización, sector turístico, traducción gastronómica, turismo, web Ayuntamiento de Santander

Escrito por Rosa Llopis

En los últimos días, en el sector de la traducción hemos vivido un gran revuelo a causa de la nueva web que ha publicado la concejalía de Turismo de Santander coincidiendo con FITUR. Lo anunciaron en Twitter llenos de orgullo, destacando que se tradujo a siete idiomas y deseando que todo el mundo quedara tan satisfecho como ellos. Los comentarios no se hicieron esperar, aunque es de suponer que no los que ellos esperaban:

«Menuda vergüenza de textos traducidos… ¡No hay por dónde cogerlos en ningún idioma! ¿Habéis usado Google Translate? ¿En serio habéis gastado dinero en esa chapuza, porque no tiene otro nombre?»

«La versión alemana de vuestra web no se entiende y parece un festival del humor […]».

«La lista es inagotable, un disparate tras otro […]».

«La traducción al italiano da lástima… no creo que consigáis muchos turistas […]».

Captura de pantalla de la web con el famoso «Loot Center»

Al revisar los textos traducidos, además de no tener sentido, se aprecia claramente que todos han sido traducidos desde el inglés, que es, a su vez, una mala traducción automática del español.

Esto, para los traductores, por desgracia, no es nuevo, sobre todo para los que trabajamos en traducción especializada en turismo y gastronomía. Es muy habitual encontrar webs con traducciones que son, claramente, fruto de un programa de traducción automática o del trabajo de alguien que sabe inglés, pero no es traductor y no sabe cómo afrontar una tarea así.

Dejando a un lado las burlas, los chistes, las críticas y las quejas que suelen recibir las empresas en estos casos, muchos se preguntan cómo es posible que no se pague a un traductor para traducir el contenido como es debido.

La respuesta a esta pregunta es muy sencilla: porque no se tiene en cuenta el trabajo de traducción al elaborar el presupuesto ni al calcular los plazos. Se entiende como algo fácil que cualquiera puede hacer en un momento. Así que se calcula cuánto costará el inmueble donde abrir el restaurante, hotel o negocio en cuestión, el mobiliario, la maquinaria, la web (dominio, diseño, fotografías…) y, sí, es posible que se piense en la traducción, pero suele ser algo que se piensa resolver sobre la marcha. «Ya lo haremos… ya lo iremos viendo».

¿Qué sucede cuando el negocio ya está listo y la web finalizada? Pues que se quiere abrir y publicar al momento, porque ya está «todo listo». Entonces, es cuando se piensa en la traducción y se pide un presupuesto. «¡Carísimo! ¿Cómo es posible?», se pregunta el empresario. En realidad, no lo es, pero al empresario se lo parece por estas tres razones:

  1. De entrada, en el presupuesto de la empresa no hay una partida asignada al trabajo de traducción; por lo tanto, si no hay dinero, va a parecer caro, cueste lo que cueste.
  2. La traducción gastronómica y turística, al contrario de lo que creen algunos ajenos al sector, es muy compleja, requiere que el traductor tenga conocimientos muy especializados, conozca muy bien ambas culturas y por eso escasean los profesionales especializados. En resumen: es una especialización elaborada y costosa.
  3. Los encargos, como decía antes, suelen llegar a última hora y con plazos de entrega ajustados o muy difíciles de cumplir. Son los recargos por urgencia los que encarecen el precio final.

El empresario, airado, lo rechaza y busca opciones más baratas: pedir que lo traduzca un conocido o empleado que habla inglés o recurre a un traductor automático gratuito de los que pueden encontrarse en internet.

Sin embargo, como ya he indicado, se trata de textos que requieren de una gran especialización: hay falta de equivalencias, falsos amigos, neologismos, culturemas, lenguaje especializado, interpretaciones personales del empresario o del chef y otros muchos factores que convierten este tipo de traducción en un trabajo laborioso y complejo. Si esto es así para un traductor con experiencia y especializado, ¿cómo podemos esperar que una máquina o alguien lego en la materia pueda hacerlo medianamente bien?

Y no, no lo hacen bien. Al final, se obtiene una traducción literal, sin sentido en el otro idioma, calcos, falsos amigos y conceptos substituidos por otros que más o menos se parecen, pero no son intercambiables. Con suerte, el cliente extranjero puede que se ría al leer el contenido que tiene ante sus ojos.

Sin embargo, el resultado es que se transmite al cliente una sensación de dejadez, de hacer las cosas de cualquier manera, y esto causa rechazo, desconfianza, quejas y reclamaciones. El empresario pone en peligro la imagen de su producto, servicio o negocio.

Si no se remedia y la mala imagen persiste en el tiempo, acabará afectando al prestigio y al nivel de ingreso del negocio. Un coste muy alto para muchas empresas que, por no haber previsto en el presupuesto el trabajo y tiempo de un traductor especializado, ven cómo esa mala traducción afecta al resto de la inversión.

Que una mala traducción no afecte a tu negocio: contrata profesionales

Pero el presupuesto y los plazos no son el único problema. Muchas empresas del sector, al estar centradas en el turismo, quieren sus páginas traducidas a muchos idiomas: ¡cuantos más, mejor! No obstante, si la traducción a un idioma ya parece cara al cliente desinformado, ¡traducir a seis o siete idiomas, más aún! Si alguno de ellos es uno de esos idiomas que consideramos «exótico», le podría parecer exorbitante.

De nuevo, para cubrir tanto idioma al menor coste posible se hace uso de traductores automáticos (sobre todo con los idiomas exóticos). «Total, con que se entienda…». Sin embargo, no es tan sencillo. No solo se tienen que entender las palabras, ni basta con que gramaticalmente el texto sea correcto (algo en lo que fallan estrepitosamente los traductores automáticos). No. Tiene que tener sentido y tiene que trasladar y adaptar conceptos propios de una cultura a la otra, e incluso introducir explicaciones y conceptos que no están en el texto original y son necesarios para la comprensión del lector foráneo.

En inglés, historical se entiende; helmet (‘casco para proteger la cabeza’), también. Si juntas ambas palabras, no tienen sentido, y menos aún si se pretende que un angloparlante entienda historical helmet como ‘casco antiguo/histórico’ de una ciudad (Old Town, en inglés).

En estos casos es más recomendable no querer abarcar demasiado y publicar una web bien traducida a uno o dos idiomas, si el presupuesto no da para más, en lugar de una web traducida a muchos idiomas, pero mal. Además, las traducciones que ahora no se puedan hacer por falta de presupuesto o tiempo se pueden dejar para más adelante. Es más, lo aconsejable en turismo y gastronomía es traducir al principio solo al inglés y, en el futuro, dependiendo del volumen de clientes por nacionalidad, traducir a sus correspondientes idiomas.

Por último, otro problema que se comete a menudo al trabajar con traductores: muchas empresas delegan la traducción en lugar de trabajar en equipo con el traductor. La idea de cooperar con el traductor puede parecer un poco absurdo, pero no lo es. A menudo hay conceptos (platos, por ejemplo) que varían según quién los prepare, o son interpretaciones propias del empresario o del chef, o no existen en la cultura de llegada.

Por poner un ejemplo muy simple relacionado con la gastronomía: no es lo mismo que el salmón se sirva acompañado de espinacas (un producto al lado del otro) que sobre un lecho de espinacas (el salmón está encima de las espinacas, los jugos de ambos productos se mezclan y el sabor final cambia). Sin una foto o una descripción es posible que la traducción no transmita al 100 % lo que se presenta en el plato. Por no hablar de las traducciones horrorosas en las que poco se corresponde con la realidad.

Ahora, imaginemos este problema con platos más complejos o que no existen en el otro idioma. La complejidad es aún mayor. Por eso, no es recomendable que el traductor trabaje sin ningún tipo de documentación gráfica, descripción o acceso a alguien para resolver dudas.

No podemos traducir bien lo que no vemos; en el caso de la gastronomía es esencial

Seguro que a estas alturas del texto muchos se preguntarán cuál es entonces la mejor forma de trabajar con un traductor. De nuevo, la respuesta es bien sencilla: cooperando desde el primer momento. Al elaborar un presupuesto y planificar un nuevo negocio, es bueno reunirse con el traductor, explicarle en qué consiste el proyecto, qué tipo de textos se van a publicar, qué estilo se desea y, si fuera posible, aportar muestras. De este modo, el traductor puede ofrecer una orientación del precio y de lo que se tardaría más o menos en tenerlo todo listo (siempre a confirmar una vez se tiene el material definitivo).

A medida que se avanza en el negocio (se hacen obras en el local, se contrata el personal, se negocia con proveedores…) se puede aprovechar para avanzar también en el trabajo de traducción: acordar normas de estilo, idiomas a los que traducir, formar un equipo de traductores, hacer pruebas o elaborar un glosario.

Una vez llega la fase de traducción, además del texto, lo ideal sería aportar toda la documentación posible (fotos, descripciones, referencias, etc.) y acceso a alguien de la empresa que pueda aclarar dudas o confirmar conceptos al traductor.

Por último, una vez se ha traducido todo el contenido, es aconsejable hacer una revisión conjunta que servirá para acabar de definir detalles y para asegurarse de que todo funciona correctamente.

El trabajo en equipo es lo mejor para traducir este tipo de textos

No olvidemos que las empresas del sector turístico y gastronómico renuevan sus contenidos constantemente; esta forma de trabajar, aunque parece una locura, en realidad es la más beneficiosa para ambas partes. Al principio supone mucho trabajo, sobre todo para el traductor, que dedica mucho tiempo a reuniones, llamadas y tareas previas; pero una vez pasan las primeras traducciones, el trabajo se vuelve fluido y la calidad de los contenidos es infinitamente mejor, lo que beneficia enormemente a la imagen del negocio.

A priori, a aquellos empresarios que no entienden la traducción como una inversión, esta forma de trabajar puede parecerles cara y laboriosa, pero, como ya hemos visto, una mala traducción puede salir mucho más cara y afectar negativamente a todo lo labrado hasta el momento. Sin embargo, trabajar con un profesional desde el principio es una apuesta segura para el negocio y su imagen final, y eso, a largo plazo, no tiene precio.

***

Rosa Llopis es traductora e intérprete especializada en gastronomía, prensa y turismo. Además, ha sido intérprete en Le Cordon Bleu. Podéis seguirla también en twitter.

Fuentes:

  • El Centro Botín, convertido en «Centro de Saqueo» en la nueva web de turismo de Santander, traducida con Google
  • Entrevista en Onda Cero sobre la polémica
  • Tuit de Turismo Santander donde aparecen los comentarios citados: https://twitter.com/TurismoSDR/status/951449025118687232
  • Hilo de Rosa en el que se basa este escrito: https://twitter.com/rosallopis_/status/953227302967693312
  • Hilo en el que se aclara el truquito de la «revisión a cargo de profesionales»: https://twitter.com/rosallopis_/status/953572380579950592

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