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Vivimos un momento de cambio, la «nueva normalidad» ya está aquí y ha venido para quedarse. Si eres profesional en activo, puede que hayas recibido menos encargos y si acabas de graduarte en TeI, quizá te veas como pollo sin cabeza y no sepas por dónde empezar a buscar. Es muy normal y nos ha pasado a todos. De hecho, es una de las mayores preocupaciones cuando lanzo las sesiones de Preguntas frecuentes en mi cuenta de Instagram.

En este post recopilo algunos artículos que te pueden orientar un poco y, al final, tienes algunas direcciones y consejos básicos de interés. ¿Empezamos?

Reflexiones previas

En «Mamá, quiero ser traductor», Isabel García Cutillas te cuenta qué hay que hacer para empezar en traducción: http://eltraductorenlasombra.com/2015/05/27/mama-quiero-ser-traductor.

También te recomiendo su «12 secretos sobre los traductores autónomos» con las preguntas más frecuentes sobre la labor del traductor freelance: http://eltraductorenlasombra.com/2012/04/11/12-secretos-sobre-los-traductores-autonomos

¡Al lío!

En «A puerta fría. Encontrar trabajo “con la que está cayendo”» te propongo los pasos básicos para buscar (y encontrar) trabajo con consejos variados para el currículo, la carta de presentación, el uso de redes, etc.: https://enlalunadebabel.com/2013/04/30/a-puerta-fria-encontrar-trabajo-con-la-que-esta-cayendo.

En «Cómo conseguir un trabajo de traducción: da confianza», Pablo Muñoz Sánchez te ayuda a encontrar el tono adecuado para presentarte a los clientes: https://algomasquetraducir.com/como-conseguir-un-trabajo-de-traduccion-da-confianza.

En «Cómo buscar trabajo de traducción», Ricard Lozano te habla de sus métodos y consejos para abrirte paso: https://rlozano.com/vademecum/buscar-trabajo-traduccion.php.

En «¿Cómo obtener mi primer trabajo de traducción?», nos invitan a hacernos unas preguntas básicas para empezar a buscar: https://hablemosdetraducirydivertirnos.wordpress.com/2012/09/04/como-obtener-mi-primer-trabajo-de-traduccion.

En «How to Become a Freelancer & Keep Your Day Job», Jennifer Gregory se marca un manual del autónomo muy muy apañado que puede aplicarse a muchas otras ramas, no solo a la traducción: https://www.websiteplanet.com/blog/how-to-become-a-freelancer-keep-your-day-job/.

Trato con los clientes

En «El arte de tratar con los clientes: consejos y pautas de actuación» encontramos consejos para saber qué hacer cuando nos piden presupuesto y nos encargan una traducción. También aborda algunos problemas que podemos encontrarnos en el desempeño de nuestra actividad. Pero como nos recuerda también «todos estos consejos y pautas pueden reducirse a tres: cortesía, profesionalidad y sentido común». https://eltraductorenlasombra.com/2013/11/06/el-arte-de-tratar-con-los-clientes-consejos-y-pautas-de-actuacion.

Bonus track con consejos variados sobre la profesión

Hace un tiempo redacté un minimanual en tres entregas con consejos variados para nuestro desempeño profesional y los tienes aquí por apartados:

Además de estos artículos, te recomiendo seguir a traductores en Twitter, puesto que siempre comparten información que puede serte útil, además de la compañía y los ratitos de diversión que brindan. Por ejemplo, no puedes perderte este hilo de Elisa de la Torre o este de Mercedes Tabuyo, que, aunque está centrado en la corrección, aborda cuestiones que nos sirven como traductores.

Un momento…

«Esto está muy bien, pero ¿dónde encuentro yo el trabajo exactamente? ¡Una solución quiero!», puede que estés pensando. En alguno de los artículos ya se aborda esta cuestión, pero sé que es algo que inquieta. Como buen profesional autónomo deberás pensar qué clientes te interesan y por dónde quieres empezar a buscar. Es muy goloso apuntar primero a los estudios de doblaje si te va la TAV o a las editoriales si te decantas más por la traducción literaria, pero no descartes las agencias de traducción tanto españolas como internacionales o las plataformas de traducción.

Hazte una lista de agencias de traducción (busca en Google, en Proz o en Translator’s Café) y envía tus datos llevando siempre un registro de todo: fecha de envío, de respuesta, ¿has hecho prueba de traducción?

Aprovecho, ya que sale a colación: «¿Sale a cuenta pagar la afiliación a Proz?». Veamos, es un buen portal para ver qué se cuece, hacer consultas de traducción en los foros, buscar agencias y comprobar si son buenos clientes (el llamado Blue Board). Se mueven muchas ofertas en muchos idiomas. Yo estuve pagando varios años y dejé de hacerlo cuando ya me vi asentada… y porque no vi ofertas que me interesaran. Sobre todo, pagar te da acceso a las ofertas de trabajo 24 horas antes de los que no son miembros de pago y eso tiene sus ventajas. Mi experiencia es que últimamente hay tarifas muy bajas, pero siempre se puede encontrar algo interesante. Pagar o no pagar la suscripción o membresía ya es cosa tuya, pero te recomiendo que antes explores a fondo el portal para tenerlo un poco más claro.

Siguiendo con las agencias de traducción, seguramente te haya pasado que no hayan contestado a tus correos. Suele pasar, sí. Las agencias reciben muchísimos correos al día y solicitudes varias por formulario; no es excusa, pero pasa. En estos casos, como ya llevarás un registro de las agencias a las que escribes (guiño, guiño), vuelve a darles un toque pasado un tiempo prudencial. Puedes hacerlo coincidir con alguna novedad que tengas en el CV. Tal vez has hecho un curso o tienes más experiencia o lo que sea. Aprovecha esta nueva información para escribir: «Me puse en contacto con vosotros hace un tiempo y aprovechando que he hecho un curso de traducción jurídica, os reenvío mi currículum por si hubiera la posibilidad de colaborar profesionalmente», por ejemplo.

En cuanto a las plataformas de traducción que te avanzaba antes, me refiero a las siguientes:

También las hay generalistas (es decir, no centradas únicamente en traducción) como:

Aunque no tengo experiencia directa con estas plataformas, sí he visto que las tarifas suelen ir a la baja, pero nunca se sabe. El que más conozco es Fiverr por haber encargado ahí algunas imágenes y logotipos y el sistema funciona muy bien… si el vendedor es profesional.

En el caso de la traducción, tú pones tu precio por unidades de trabajo, o gigs, y a partir de ahí decides el precio por gig y lo que incluye cada uno. Por ejemplo, si tienes una tarifa de 0,06 dólares/palabra, puedes ofrecer gigs de 24 dólares (por 400 palabras de texto). Si el cliente necesita traducir 1200 palabras, te comprará 3 gigs. En Proz hay un foro sobre el tema y la traductora Natalie Soper hizo un experimento contratando traducciones en esta plataforma. Si tienes curiosidad por ver qué descubrió, pincha aquí. Básicamente, y a modo de destripe, te cuento que la gente no fue muy profesional. De nuevo, para meter la cabecita en traducción y mantenerse, da igual el método para encontrar trabajo que elijas: debes trabajar bien, ser serio con las entregas y mantener una buena comunicación con el cliente.

Si quieres más información, tienes todas estas plataformas analizadas con sus pros y sus contras en Smartcat o en Website Planet, donde encontrarás esta tabla tan maja:

Tabla comparativa con varias plataformas de traducción, de Adam Warner.

Bien, ya hemos visto agencias y plataformas, pero tampoco te quedes ahí. ¿Se te había ocurrido enviar tus datos a empresas de importación/exportación? Puede que tengan documentación que necesiten traducir. ¿Y despachos de abogados? Si eres traductor jurado, tal vez puedan enviarte trabajo cuando lo requiera alguno de sus clientes. Y el mejor consejo que me dieron jamás y que siempre doy: que todo el mundo sepa que eres traductor. Desde tu tía la del pueblo al vecino del quinto tercera, porque en nuestra profesión —como en muchas otras— funciona muy bien el boca a boca y nunca se sabe quién puede necesitar tus servicios en un futuro.

Otra pregunta del millón cuando hablamos de empezar en este mundillo es «¿Tengo que estar dado de alta y pagar mis autónomos?». Sí y ahora es más fácil porque tienes la ventaja de acogerte a reducciones los primeros años. Además, digo este «sí» rotundo en esta cuestión porque puede que haya clientes que no te pidan ningún papel, pero otros (agencias, sobre todo) piden que estés dado de alta y querrán ver el documento en cuestión; muchas te piden el certificado de contratistas cada año para comprobar que estás al corriente de las obligaciones fiscales.

En este aspecto, te aconsejo que pidas cita con un gestor (si no me equivoco, la visita puede rondar los 30-40 €, según la zona) para que te guíe como es debido. Muchos damos consejos en Twitter, blogs y redes en general, pero es una cuestión demasiado importante para dejarla en manos de gente no experta en estas lides, aunque lo hagamos con buena fe.

Las asociaciones de traductores también pueden serte útiles en este aspecto, puesto que ofrecen orientación, además de cursos variados. No olvidemos que asociarse es una buena idea porque juntos somos más fuertes. Si aún eres estudiante, entérate de lo que organiza la Asociación Española Universitaria de Traductores e Intérpretes en Formación (AETI) en tu universidad. Si ya has terminado tu formación, échale un vistazo a ASETRAD, ATRAE (centrada en TAV), ACE Traductores (para los traductores editoriales), APTIJ (especializada en traducción jurídica y jurada), AICE (para los intérpretes) o Tremédica (para traductores y redactores del ámbito médico) y las demás asociaciones de las distintas zonas y comunidades autónomas: APTIC en Cataluña, La Xarxa en la Comunidad Valenciana, AGPTI en Galicia, ASATI en Aragón… y muchas otras de las que seguro me olvido y espero que me disculpen.

Si quieres más información para empezar, te recomiendo el librito de Celia Rico, Guía de supervivencia para traductores (Pie de Página, 2018), y, sobre todo, La profesión del traductor e intérprete: claves para dar el salto al mundo laboral, de Purificación Meseguer y Ana María Rojo (Trea, 2018); ambos están reseñados aquí y aquí. De este último, te parecerá especialmente interesante el capítulo «Iniciar la carrera de traducción en el sector privado», de Inmaculada Vicente López, en el que desgrana los pasos que debes seguir para empezar.

Para no extenderme más lo dejo aquí, aunque ya sabes que puedes consultarme lo que sea por las distintas redes. Sobre todo, no te desanimes. Como en cualquier profesión, cuesta arrancar y hay que trabajárselo mucho, pero merece la pena. Deberás ser una hormiguita e ir paso a paso, sin prisa pero sin pausa. De diez correos enviados quizá solo te respondan a uno. Suspenderás algunas pruebas de traducción, pero aprobarás muchas otras (nadie lleva la cuenta de las veces que metes la pata, de verdad). Todos hemos pasado por esto, créeme, y nadie te regalará nada, pero se puede vivir de la traducción. Sé profesional y que tu trabajo hable por ti. Y recuerda, por favor, que no es ningún fracaso trabajar de otra cosa hasta que puedas mantenerte únicamente con la traducción.

Te deseo mucha suerte en esta andadura.