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En la luna de Babel

~ Blog sobre lenguas y traducción

En la luna de Babel

Archivos de etiqueta: traducción literaria

Errores en libros publicados: Ruth Ware explica el proceso y como traductora lo reconfirmo

27 jueves Nov 2025

Posted by enlalunadebabel in Edición, Traducción, traducción literaria

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Edición, editoriales, erratas, errores, escritura, gazapos, libros, literatura, traducción, traducción literaria

Hace unos días la escritora Ruth Ware publicó un hilo maravilloso explicando por qué incluso los libros publicados por grandes editoriales —con equipos enteros detrás— pueden contener errores. Y yo, como traductora editorial, y desde mi parcelita, solo podía asentir. Porque aunque desde fuera pueda parecer que un libro pasa por un túnel de lavado mágico donde sale brillante e impecable…, la realidad es mucho más artesanal, humana y, por tanto, algo más caótica.

Imagen de Glosario Gráfico (https://www.glosariografico.com/categoria_libros)

Aquí va el hilo de Ware aderezado con mi perspectiva desde la traducción.

1. La edición estructural: mover piezas grandes y cruzar los dedos

Ware explica que las primeras rondas de edición se centran en la trama, el ritmo, la coherencia… Y como traductora lo confirmo: cuando recibo un manuscrito, ya ha pasado por estas fases, pero eso no significa que esté «cerrado». A veces aún hay cambios, capítulos reordenados a última hora, frases que desaparecen misteriosamente… y claro, si una pieza se mueve, las demás pueden chirriar. El dominó editorial es muy real y no es infrecuente trabajar con versiones iniciales y hasta de tipo borrador.

2. El copyediting: donde se arregla… y a veces se estropea

Ella comenta que el copy editor corrige estilo y ortografía, pero a veces se introducen otros errores. Aquí, como traductora, añado:

  • Si hay varias versiones del manuscrito en circulación, puedes estar trabajando con la penúltima sin saber que existe una «definitiva de verdad de la buena que ahora va en serio».
  • Cuando el autor revierte un cambio (stet) pero no ajusta lo que rodea ese cambio, nacen palabros maravillosos como el hilairiously del que habla. En nuestro caso, cuando recibimos los cambios propuestos en nuestra traducción, es bastante común que al cambiar algo, se haya dejado alguna palabra (preposición, artículo, etc.) colgando.

3. La maquetación: cuando Word decide que hoy no

Ware menciona que en la maquetación se pueden introducir caracteres fantasma, formatos extraños o signos rarísimos. Por mi parte, he visto espacios invisibles que rompen una línea entera, guiones o comillas que desaparecen… Y por supuesto, la maquetación también afecta a las traducciones: una palabra más larga en castellano puede mover un párrafo entero, crear viudas y huérfanas o colapsar un diálogo.

4. Las pruebas finales: el último baile (sin margen para respirar)

El proof editor revisa la versión maquetada. Y aquí quienes traducimos también volvemos a participar: revisamos galeradas para detectar erratas propias, inconsistencias o errores que nacieron en fases anteriores.

Sin embargo, es la etapa más peligrosa porque hay muy poco tiempo, cualquier cambio puede romper el formato… y ya casi nadie más va a revisar después. En definitiva, es como intentar arreglar el maquillaje del actor mientras está saliendo al escenario.

5. Las primeras ediciones siempre tienen más errores (y no es un fallo: es estadística pura)

Esto lo dice Ware y lo reafirmo. La mayoría de los lectores solo ven la versión corregida cuando el libro llega a bolsillo o a la tienda de ebooks. Pero quienes devoran un lanzamiento el primer día se pueden encontrar todos los gazapillos.

Y entonces es cuando (a Ware le) llegan los mensajes: «Hola, he visto una errata» y ella lo agradece, siempre que se avise con cariño y no con un «vaya chapuza de edición», porque detrás de un libro hay una cadena de personas, no máquinas.

6. Y ojo: no todo lo que parece un error lo es

Ware lo explica muy bien y en traducción lo vemos igual. Que puede haber erratas, sí, ya lo hemos dicho, pero es que algunos errores no lo son. Pueden ser rasgos regionales, puede haber vocabulario poco común, quizá son decisiones estilísticas del autor y hasta errores conscientes y deliberados que caracterizan a un personaje o su forma de hablar.

Y, en estos casos, el reto de esta traductora está en mantener todo esto sin que parezca una errata de verdad. A veces traducimos errores adrede. Y no, no es fácil. No hay nada más divertido que ir justificando por qué esa palabra mal escrita tiene que quedarse así.

En definitiva…

El proceso editorial es un trabajo en cadena —multietapa, multipersona y multiprograma—, cuyos eslabones no siempre encajan a la perfección por muchos motivos. Es colaborativo, complejo y, sobre todo, humano. La gran mayoría de las veces los errores no son señal de dejadez: son la consecuencia inevitable de un proceso vivo.

Como traductora, agradezco muchísimo los hilos como el de Ware y otros escritores porque ayudan a que los lectores entiendan por qué un libro perfecto es prácticamente imposible… y por qué seguimos dejándonos la piel para que cada edición esté un poquito mejor que la anterior. Porque a todos nos interesa que el libro nos salga redondito. Palabra.

Al regreso de Galway: experiencias en traducción

29 lunes Sep 2025

Posted by enlalunadebabel in Traducción audiovisual, traducción literaria, Vida traductoril

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formación, taller, Traducción, traducción audiovisual, traducción literaria

La traducción siempre me ha llevado a sitios maravillosos, tanto figurativa como literalmente hablando. Acabo de regresar de Irlanda donde he tenido el honor de participar en una serie de eventos organizados por la School of Languages, Literatures and Cultures de la University of Galway.

La pasada semana impartí un taller y dos ponencias sobre traducción editorial y audiovisual. Fue una experiencia extraordinaria, en la que no solo compartí conocimientos y prácticas, sino que también aprendí muchísimo de estudiantes, profesorado y colegas traductores.

Algunos momentos destacables:

📔 Conversar sobre las dinámicas del mercado editorial de la traducción, sus retos y oportunidades. Y conocer cómo son algunas particularidades en otros países. (En el primer seminario sobre traducción editorial).

🎬 Explorar estrategias para la traducción audiovisual: subtitulado, doblaje, voz en off, etc. Y destacar la importancia de todas ellas, siempre enmarcadas en lo que necesita un producto en especial. (En el segundo seminario, esta vez sobre traducción audiovisual).

📝 Ver el entusiasmo de quienes se acercaron con inquietudes, dudas, ganas de mejorar, de experimentar… y de trastear con textos nada fáciles, aunque lo pareciera en un primer momento. (En el taller de 2 h sobre traducción editorial).

Vivir en primera persona la hospitalidad de la comunidad académica de Galway, en un entorno tan rico culturalmente, ha sido un gran recordatorio de lo valioso que es el intercambio de ideas entre continentes, idiomas y generosidades intelectuales.

Gracias infinitas al equipo organizador, en especial a Tamara de Ines Anton, por la invitación y el acompañamiento. Y a su gran aliada, Atreyu, que me hizo compañía en algún ratito entre sesiones. Una pena no haber coincidido con compañeras como Pilar Alderete Diez, pero estoy segura de que encontraremos la forma.

Y gracias también a todos quienes asistieron, hicieron preguntas, debatieron, se atrevieron a proponer nuevas rutas. Esta experiencia reafirma mi convicción de que la traducción no es solo una disciplina técnica, sino una labor cultural que abre puertas entre mundos, personas y formas de pensar.

Ahora, de vuelta al despacho, me siento con energías renovadas para abordar proyectos presentes y futuros. Tengo miles de ideas bullendo en la cabeza, pero las mismas ganas de siempre. Que nos sigamos encontrando entre lenguas. Que no nos falten nunca.

De universos inventados y frases hechas

24 domingo Ago 2025

Posted by enlalunadebabel in Lengua española, Traducción, traducción literaria

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fantasía, fraseología, frases hechas, literatura, traducción, traducción literaria

Las frases hechas no viajan bien entre mundos… y ahí empieza el reto del traductor (humano).

En la novela en la que trabajo ahora, los protagonistas habitan un universo distinto al nuestro, donde muchos animales de la Tierra —como perros o ranas— sencillamente no existen. Esto condiciona las decisiones traductológicas: expresiones tan comunes en castellano como «no es moco de pavo» pierden sentido. Lo mismo ocurre con referencias religiosas como «no es santo de mi devoción» o coloquialismos del tipo «donde Cristo perdió el gorro», que en un mundo sin santos, sin Cristo y sin tradición católica carecen de coherencia.

Y no solo pasa con expresiones y frases hechas del estilo, también sucede con medidas y tiempo. Si ese mundo no se rige por relojes —como es el caso que me ocupa—, no podemos hablar de segundos ni minutos; habrá que medir de otra manera, quizá en latidos, pasos o ciclos naturales propios de ese universo.

¿Cómo mantenemos la expresividad de la lengua de llegada sin traicionar la coherencia interna del universo ficticio? Pues la respuesta pasa por la traducción más creativa y humana: encontrar equivalentes que transmitan el mismo efecto al lector, pero que respeten la lógica del mundo narrativo.

Este tipo de decisiones demuestran por qué la traducción literaria (y la no literaria también, ¿eh?) requiere criterio y sensibilidad profesional. Una IA ofrece equivalencias literales, pero no va a evaluar si ese animal existe en la diégesis de la obra o si esa referencia cultural, religiosa o temporal es verosímil en ese universo. Porque no piensa. Esa negociación entre fidelidad y coherencia sigue siendo terreno humano.

¿Qué otras expresiones crees tú que no sobrevivirían en un universo inventado? ¡Te leo!

🖼️ Autorretrato. Dorothea Tanning (1944)

Traducir es puro funambulismo 🎪

22 martes Jul 2025

Posted by enlalunadebabel in Lengua española, Traducción, traducción literaria

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argot, cultura, equilibriotraductor, fechartraducciones, GenZ, jerga, literatura, modernidad, traducción, Traducción, traducción literaria

Los traductores nos movemos constantemente entre dos extremos: por un lado, el respeto al texto original; por otro, la búsqueda de una expresión natural en la lengua de llegada. Y en ese vaivén, a veces nos inclinamos tanto hacia uno de los lados que perdemos de vista lo esencial: la durabilidad, la coherencia, la voz.

En los últimos años, hablamos mucho (y con razón) de la importancia de alejarse de traducciones excesivamente literales, esas que suenan forzadas, antinaturales, cogidas por pinzas, vaya. Sin embargo, en ese afán por sonar «naturales», corremos el riesgo contrario: el de fechar las traducciones, anclarlas en un momento concreto del tiempo al utilizar expresiones demasiado propias de una moda, una generación o una jerga puntual.


Pensemos en palabras como «bro», «PEC» o expresiones como «servir c*ñ*», «F en el chat», «estar alguien en su prime», etc. Tienen fuerza, ritmo, personalidad…, pero también fecha de caducidad. Puede que funcionen de maravilla hoy, pero ¿cómo envejecerán dentro de cinco años? ¿Seguirán siendo comprensibles? ¿O parecerán artefactos de otra era, como los «guay del Paraguay» de los noventa?

Traducir es trasladar palabras, claro, pero sobre todo consiste en decidir qué tono queremos dar, cuánto queremos que pese la actualidad y cuánto queremos que perdure la historia. No se trata de eliminar lo coloquial ni de neutralizar la voz de los personajes, sino de preguntarnos a quién estamos hablando hoy… y a quién le hablaremos mañana.

Este equilibrio no es fácil y no siempre hay respuestas claras, porque, obviamente (se viene frasecita manida) depende del contexto. A veces, una expresión muy del momento es justo lo que necesita un personaje para cobrar vida (hace poco en una novela encontraba, literal, una expresión donde encajaba de mil amores lo del «ir a servir»). Otras, es mejor apostar por una naturalidad menos marcada, más atemporal, que permita que el texto respire con libertad dentro de unos años.

Como traductores, no podemos prever el futuro, pero sí podemos ser conscientes de las elecciones que hacemos. Y sobre todo, podemos defender que una traducción con personalidad no tiene por qué sonar forzada ni tampoco quedar atrapada en una moda pasajera.

Al final, se trata de eso: encontrar la voz, el tono y el ritmo que hagan justicia al original y que, al mismo tiempo, conecten con los lectores… de hoy y de mañana.

***

P. D.: Si hay algo de la imagen que no te suena, te dejo por aquí un minidiccionario: https://lnkd.in/dJndjb-H

Traducir para ser oído: peculiaridades de la traducción de audiolibros

16 miércoles Abr 2025

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, Traducción, traducción literaria

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audiolibros, traducción, traducción literaria, traduciraudiolibros

La mayoría de los textos que traducimos los imaginamos en papel o en pantalla. Pero ¿qué ocurre cuando ese texto no va a leerse, sino a escucharse? La traducción de audiolibros implica una serie de retos y particularidades que no siempre están presentes en otras modalidades editoriales. No basta con traducir bien: hay que traducir para el oído.

Uno de los audiolibros que traduje hace un tiempo, con locución del célebre actor Jordi Boixaderas. ¡Lujazo!

La oralidad como destino

El principal cambio de chip que exige esta modalidad es recordar que el producto final será interpretado con la voz, no con la vista. La oralidad lo condiciona todo. El texto debe sonar fluido, natural y claro. Hay que tener en cuenta la musicalidad, el ritmo de las frases, las pausas, la puntuación, la cadencia… En una lectura silenciosa, el lector puede releer si se pierde. En una lectura en voz alta, no hay marcha atrás.

Esto implica que estructuras demasiado largas o complejas pueden dificultar la comprensión. Es preferible optar por frases más claras y directas, que mantengan la atención del oyente sin exigirle demasiado esfuerzo.

Pensar con el oído

El oído capta el lenguaje de forma diferente al ojo. Algunos elementos que funcionan bien en un texto escrito pueden perder eficacia —o directamente resultar confusos— cuando se oyen. Por ejemplo:

  • Las enumeraciones largas pueden abrumar.
  • Las frases con muchas subordinadas o incisos pueden dificultar el seguimiento.
  • Las ambigüedades o dobles sentidos involuntarios pueden pasar desapercibidos para quien escribe, pero no para quien escucha.

Por eso, conviene revisar siempre el texto traducido leyéndolo en voz alta. Es la mejor manera de detectar cacofonías, repeticiones accidentales, ritmos raros o frases que se tropiezan.

El narrador como aliado

Una de las grandes diferencias respecto a la traducción de un libro impreso es que el texto traducido pasará por la interpretación de una persona: el narrador o narradora del audiolibro. Y nuestro trabajo puede facilitarle —o complicarle— muchísimo la tarea.

La puntuación, por ejemplo, no solo debe ser correcta desde el punto de vista gramatical: también tiene que guiar la entonación. Las pausas deben tener sentido. Las acotaciones emocionales (“dijo enfadado”, “susurró con tristeza”) deben estar integradas de forma que no rompan el flujo ni suenen forzadas.

Además, cuando hay muchos personajes, es útil diferenciar bien sus formas de hablar. Esto no solo aporta color y coherencia al texto, sino que ayuda al narrador a marcar esas diferencias con la voz.

¿Y qué pasa con los elementos visuales?

En ocasiones, los textos incluyen recursos visuales (tipografías, cambios de formato, notas al pie, dibujos, cartas, mensajes de móvil…) que en un audiolibro no se ven. Aquí la labor del traductor consiste en adaptar, resumir o reescribir para que la información se entienda solo con el oído.

Esto es especialmente importante en literatura infantil, donde el texto suele apoyarse mucho en la ilustración y donde la musicalidad, el ritmo o incluso la rima pueden formar parte de la narración.

¿Traducción o adaptación?

Todo esto plantea una pregunta interesante: ¿hasta qué punto estamos traduciendo… y hasta qué punto estamos adaptando? La línea entre ambas disciplinas se difumina en el caso de los audiolibros, porque la prioridad no es tanto la fidelidad palabra por palabra, sino la eficacia del mensaje en formato sonoro. Lo que importa es que el texto suene bien y se entienda bien.

Por eso, traducir un audiolibro exige una sensibilidad especial. No es solo traducir: es pensar con oído, imaginar cómo va a sonar, prever cómo lo va a recibir una persona que, probablemente, esté escuchando mientras camina, conduce o cocina.

Para seguir… escuchando

Aquí van algunas lecturas interesantes sobre el tema, por si quieres profundizar:

  • García Aristegui, David (2022). Audiolibros, traducciones y derechos de autoría. En Vasos comunicantes. Revista de ACE Traductores.
  • López García, Verónica (2020). Propuesta de guía para la adaptación a audiolibro de referencias intratextuales e interpelaciones al lector presentes en libros de no ficción. Universitat Pompeu Fabra.
  • The Spoken Word Audio Report, de Edison Research (aunque centrado en inglés, ofrece datos valiosos sobre consumo y formatos).

¿Has traducido algún audiolibro o te gustaría hacerlo? ¿Qué decisiones creativas has tomado para que una frase funcione bien al oído? ¡Te leo en comentarios!

𝗟𝗼𝘀 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼𝘀 𝗱𝗲 «¡𝘆𝘂𝗽𝗶!»… 𝘆 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗿𝗮𝗰𝘁𝗲𝗿𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗷𝗲𝘀

04 martes Mar 2025

Posted by enlalunadebabel in Traducción, traducción literaria

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literatura, traducción, traducción literaria

Traducir diálogos es todo un arte. Cuando un personaje abre la boca, no solo está transmitiendo información, también nos está contando quién es, de dónde viene y cómo ve el mundo. Sin embargo, ¿qué pasa cuando los lectores sienten que el tono del diálogo no encaja?

Hace un tiempo leí un comentario en Threads sobre una traducción en la que el vocabulario usado parecía infantil para la edad de los personajes (en concreto, se quejaban de expresiones como «¡yupi!», entre muchas otras).

Los mundos de Yupi fue una serie de televisión infantil emitida en España por La 1 de Televisión Española en los años 80 y 90.​


Este tipo de críticas puede ser frustrante (obvio), pero también nos invita a reflexionar sobre nuestro trabajo como traductores. ¿Qué podemos hacer para dar con la voz de los personajes?

✒️ 𝗘𝘀𝘁𝘂𝗱𝗶𝗮 𝗲𝗹 𝗼𝗿𝗶𝗴𝗶𝗻𝗮𝗹 𝗮 𝗳𝗼𝗻𝗱𝗼
Antes de decidir cómo hablarán los personajes en la lengua meta, lee a fondo [escucha] cómo lo hacen en el texto original. ¿Usan jerga, expresiones modernas o un tono más formal? Identificar estas características es lo primero para traducir su personalidad con precisión.

✒️ 𝗖𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗷𝗲𝘀
No es lo mismo traducir a un adolescente rebelde que a un adulto más serio y profesional, por ejemplo. La edad, el entorno y la experiencia vital influyen en el lenguaje. Una adolescente puede usar unas expresiones que parecen artificiales en boca de un adulto.

✒️ 𝗔𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮 𝘀𝗶𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗱𝗲𝗿 𝗻𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱
Algunas expresiones no funcionan al traducirlas literalmente (pasa muchas veces). Expresiones como «yupi» pueden ser infantiles en castellano, aunque su equivalente en el idioma original tenga otro matiz. Busca alternativas más acordes al contexto y al registro lingüístico.

✒️ 𝗖𝗼𝗻𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮 𝘆 𝗿𝗲𝘃𝗶𝘀𝗮
Pide la opinión de otros traductores o lectores beta. Lo que a ti te parece natural puede sonar forzado a otros. Este paso es muy útil para mantener la coherencia cultural y lingüística.

✒️ 𝗡𝗼 𝘁𝗲𝗻𝗴𝗮𝘀 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗮𝗰𝘁𝘂𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗿𝘁𝗲
La lengua está viva y eso se refleja en el habla de los personajes. Un lector actual espera encontrar diálogos que le suenen contemporáneos, aunque 𝘴𝘪𝘯 𝘤𝘢𝘦𝘳 𝘦𝘯 𝘮𝘰𝘥𝘪𝘴𝘮𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘯𝘷𝘦𝘫𝘦𝘻𝘤𝘢𝘯 rápido. Encuentra un equilibrio. (Sí, lo sé, es más fácil decirlo que hacerlo).

✒️ 𝗣𝗿𝗶𝗼𝗿𝗶𝘇𝗮 𝗲𝗹 𝗹𝗲𝗰𝘁𝗼𝗿 𝗺𝗲𝘁𝗮
Esto es elemental. Si estás traduciendo para jóvenes adultos, el tono debe conectar con ellos. Si el público es más amplio, plantéate qué registro puede ser más general sin sacrificar la esencia del personaje.

El vocabulario y el tono en los diálogos son la esencia de los personajes. Traducirlos fielmente implica ser un puente (ya, referencia manida), no solo entre lenguas, sino también generaciones. La cosa está en escuchar al personaje y hacer que su voz se mantenga intacta.

¿Y tú qué estrategias usas para encontrar el tono perfecto en los diálogos?

Una traductora en primaria

26 martes Nov 2024

Posted by enlalunadebabel in Cuestiones laborales, Traducción, traducción literaria, Vida traductoril

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charla de traducción, entrevistas, libros, literatura, traducción, Traducción, traducción en la escuela, traducción literaria, traductores

El mundo de la traducción puede parecer algo lejano para los niños, pero hace poco tuve la oportunidad de acercarles el oficio durante una charla en una escuela de primaria. Lo que comenzó como una invitación para hablar sobre mi trabajo a raíz de una traducción mía que les había entusiasmado (Hi ha un ieti al pati, Pamela Butchart, Bindi Books) se convirtió en una experiencia inolvidable llena de curiosidad, risas y momentos entrañables.

Preparando el viaje hacia las palabras

Cuando me pidieron que hablara sobre la traducción, pensé: «¿Cómo captar la atención de los niños y transmitirles lo bonito que es este mundo?». La clave estaba en hacerlo interactivo y divertido. Preparé ejemplos de libros (que también llevé conmigo), juegos con palabras de otros idiomas, y decidí obsequiarles con marcapáginas y pegatinas variadas para sorprenderlos.

Ellos me sorprendieron a mí con varias traducciones que habían pedido para la ocasión.

Sabía de antemano que había expectación por el tipo de trabajo y por cómo había empezado a traducir, así que no podía faltar una introducción con toda esa información: que de niña me encantaba leer y que mi amor por los idiomas, en concreto el inglés, despertó en cuanto me apuntaron a una academia, que terminé de decidirme al estudiar latín en el instituto y ver que este trabajo era como descifrar códigos secretos, etc.

El día de la charla: historias y descubrimientos

Desde el momento en que entré en el aula, los pequeños mostraron un entusiasmo desbordante. Empecé la charla preguntándoles si sabían que muchos libros, películas y videojuegos no estaban creados originalmente en español. Y no solo eso: que la traducción nos rodea y es imprescindible en muchos ámbitos, como el médico.

Les conté que los traductores somos puentes entre culturas y que nuestro trabajo no solo consiste en cambiar palabras, sino en transmitir emociones e ideas. Porque no siempre funciona traducir lo de palabra por palabra: les puse como ejemplo un «The house is big», que sí que funciona literal, y algunas expresiones que no: «It’s raining cats and dogs» o «It’s a piece of cake».

Les conté anécdotas divertidas sobre títulos difíciles de traducir y cómo a veces tenemos que inventar rimas o adaptar bromas para que todo tenga sentido en otro idioma (les enseñé a modo de ejemplo el original y la traducción de un libro de R.L. Stine de La Pandilla Basura: Welcome to Smellville y Bienvenidos a Villapeste). Este punto en concreto lo ilustré también tomando como ejemplo algunos nombres de personajes y de títulos inventados dentro de un álbum de magia, que ya os enseñé por aquí hace un tiempo.

También les comenté que un libro, como tal, puede cambiar mucho de la edición original a la traducida, y que intervienen muchos otros profesionales, como el corrector, el ilustrador, el diseñador de cubierta, etc.

Juegos y creatividad sin límites

La parte más divertida fue cuando jugamos a traducir juntos. Les propuse frases curiosas en inglés para que las tradujeran al español y al catalán, y me sorprendió su creatividad y sentido del humor. Les fascinó descubrir que las palabras también pueden tener historias únicas y que no hay una sola traducción.

Un final inesperado: autógrafos y entrevista

Al final de la charla, les regalé los marcapáginas y las pegatinas sobre el mundo de la lectura y de la traducción. Lo que no esperaba era que me pidieran firmar sus libros como si fuera una autora famosa. Fue un momento para no olvidar. Ver su entusiasmo y saber que mi charla despertó su curiosidad fue la mejor recompensa.

Poco después me esperaba una entrevista en el programa de radio de la escuela (sí, sí, tienen su pequeño estudio en la zona de la biblioteca), donde me preguntaron cosas la mar de interesantes, como qué editorial me trataba mejor, algo que me sorprendió muchísimo porque no es algo que se pregunte a menudo.

Sembrando la semilla de la traducción

Esta experiencia me recordó la importancia de acercar nuestra profesión a los más jóvenes. Enseñarles que los traductores estamos detrás de muchas de las cosas que disfrutan a diario puede inspirarlos a explorar otros idiomas y culturas en el futuro.

Volví a casa con una sonrisa imborrable, recordando sus preguntas, su creatividad y la ilusión con la que abrazaron el mundo de la traducción, aunque solo fuera durante un día. Puede, incluso, que alguno de ellos sea traductora o traductor en el futuro.


¿Y tú?
Si tienes la oportunidad de compartir tu profesión con los más pequeños, no lo dudes. Les estarás abriendo las puertas a nuevas posibilidades y, quién sabe, quizá siembres en ellos una pasión que les dure toda la vida. 🌍✨

¿Cómo es traducir para niños?

18 lunes Sep 2023

Posted by enlalunadebabel in Uncategorized

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empezaraleer, lecturaenvozalta, librosparaniñosyniñas, primeroslectores, traducción, traducción literaria, traduccióninfantil, traducirparaniños, traducirparapeques

La puerta de entrada a mundos maravillosos (e introducción a la lectura)

Los libros son una ventana mágica que nos transporta a mundos llenos de aventura, aprendizaje y fantasía —no os descubro nada nuevo con esto—, y todos los niños deberían tener acceso a ellos en su propio idioma.

Como traductora de libros infantiles, mi objetivo es trasladar esas historias maravillosas para que ningún niño se quede sin disfrutar de ellas. Cuando tengo entre manos la traducción de un libro infantil, me sumerjo en su universo imaginativo, trato de captar la esencia de los personajes, los juegos de palabras y las rimas, y encuentro las mejores formas de transmitir esas emociones y enseñanzas en el nuevo idioma. Siempre, eso sí, conservando la esencia y el encanto que los autores plasmaron en sus originales. Como toda traducción, hay que dar con ese delicado equilibrio entre la fidelidad y la adaptación creativa.

Libro de una colección especial para contar el cuento al peque antes de dormir. Todo con pareados. Traducción para La Galera.

Las particularidades de la traducción para niños

Traducir un texto infantil puede presentar ciertas dificultades particulares por los lectores meta y los elementos específicos de este tipo de libros. Algunas de las dificultades más habituales son:

1.      Vocabulario y nivel de lenguaje: Los libros para niños pequeños suelen utilizar un vocabulario simple y adaptado a su nivel de comprensión. El quid —y el reto— está en encontrar las palabras adecuadas y transmitir el mismo significado y tono en el idioma de destino. Además, puede haber juegos de palabras, rimas o expresiones idiomáticas que requieren una adaptación creativa para mantener el sentido original. Esto es de vital importancia en colecciones de lectura graduada (libros que van creciendo con el niño), puesto que el lector va adquiriendo más autonomía y se pueden introducir elementos más complejos (frases subordinadas, tiempos condicionales, etc.) y vocabulario más avanzado (un «miedo» puede pasar a ser «temor» o «pavor» más adelante, por ejemplo). Esta última cuestión es algo que tengo muy presente al traducir la serie Escuela de dragones para Molino.

2.      Cultura y referencias locales: Muchos libros infantiles contienen elementos culturales específicos o referencias a eventos, costumbres o personajes locales. Al traducir estos libros a otro idioma, es necesario buscar equivalentes culturales o adaptar las referencias para que sean comprensibles y relevantes para los lectores del nuevo idioma (un shepherd’s pie que acaba traducido como “pastel de carne” en mis traducciones de los libritos de Pamela Butchart, autora escocesa).

3.      Contenido visual: Los libros infantiles a menudo tienen ilustraciones que complementan la narrativa. La traducción debe procurar que las palabras y las imágenes estén en armonía, transmitan el mismo mensaje y mantengan el espíritu visual original. Esto puede requerir una adaptación cuidadosa de los textos (que puede incluir segmentación y cambio de carga textual) y, en algunos casos, la recreación de las ilustraciones. ¡Segmentar es ideal más allá de la traducción audiovisual!

4.      Métrica y ritmo: En muchos libros infantiles, sobre todo en los que incluyen rimas y versos, la métrica y el ritmo son elementos importantísimos. La traducción debe mantener la estructura y el ritmo para que el texto fluya de manera similar al original. Esto puede requerir ajustes y cambios para que la poesía o la musicalidad se mantengan en el idioma de destino.

Este título es un buen ejemplo de musicalidad; un título que hasta «suena» gracioso.

5.      Sensibilidad cultural y temática: Al traducir libros para niños, es importante tener en cuenta las diferencias culturales y cerciorarse de que el contenido sea apropiado y sensible en el nuevo contexto. Algunos temas, chistes o referencias pueden requerir adaptaciones o incluso ser reemplazados para evitar malentendidos o ser ofensivos en la nueva cultura. Eso sí, cambios tan radicales como estos deben comunicarse y consensuarse con el autor y la editorial.

En resumen, traducir libros infantiles implica abordar estas particularidades relacionadas con el vocabulario, la cultura, las referencias visuales y la sensibilidad. El objetivo principal es conservar la esencia del libro original y, al mismo tiempo, adaptarlo para que los niños de distinta cultura e idioma puedan disfrutarlo plenamente.

Una traducción preciosa para Bindi Books sobre un grupo de animales en busca de la felicidad. Con lenguaje poético y metafórico.

Así pues, si alguna vez te has preguntado cómo se traducen los libros para niños pequeños, ya ves —y ya te aseguro— que es un proceso apasionante que implica sumergirse en mundos llenos de color, creatividad y mucha ternura.

Como traductora, es todo un honor contribuir a la difusión de la magia de la lectura entre los más pequeños y ayudarles a descubrir nuevos mundos a través de las páginas de un libro. 📚💕


¿Quieres saber más sobre los servicios que ofrezco? No dudes en cotillear por el blog o mandarme un correo a info@las1001traducciones.com. 📩 

Las ventajas de la continuidad en traducción

30 martes May 2023

Posted by enlalunadebabel in Traducción, traducción literaria

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continuidad en traducción, LIJ, literatura infantil, traducción, traducción literaria, traducir para niños

Estas semanas estoy trabajando en el sexto volumen de una colección de libros infantiles y me ha dado por pensar en las ventajas de que una sola persona se ocupe de una saga de libros, de todos los episodios de una serie o de una colección de textos en general.

Algunos libros de la colección de Izzy y sus amigos, de Pamela Butchart con edición de Bindi Books.

En estos libros, por ejemplo, el narrador es uno de los personajes, una niña llamada Izzy, que junto a sus amigos se embarca siempre en misiones descabelladas porque les da por malinterpretar alguna situación en el colegio. La narración es fresca y desenfadada, y, de hecho, la narradora se expresa como lo haría una niña de esa edad: relatando casi sin pausas, repitiendo mucho los conectores de discurso, anteponiéndose ella cuando se enumeran los sujetos de una frase, etc.

Como traductora de todos estos libros, conozco bien a los personajes (cada uno tiene sus filias y fobias), sé cómo se expresan, recuerdo experiencias pasadas de otros libros que me ayudan a trabajar bien la trama y, sobre todo, entiendo y puedo aplicar bien el tono general de la narración

¿Qué otras ventajas tiene que una misma persona se ocupe de toda una saga (o de todos los episodios de una serie o de una misma serie de textos si hablamos de otras ramas de la traducción)? Hay varias razones, veámoslas:

  1. Coherencia lingüística: Al tener un solo traductor o traductora a lo largo de toda la serie, se asegura una mayor coherencia lingüística. El traductor está familiarizado con el estilo, la terminología y las peculiaridades del autor, lo que le permite mantener una voz consistente a lo largo de los libros. Esto es especialmente importante en series y sagas largas o con tramas complejas, donde la coherencia es fundamental para una experiencia de lectura satisfactoria.
  2. Consistencia de personajes y tramas: Al conocer la serie en su totalidad, el traductor puede mantener la coherencia en la caracterización de los personajes y el desarrollo de las tramas a lo largo de los libros. Esto implica una comprensión más profunda de los personajes y sus motivaciones, así como la capacidad de anticipar y mantener el suspense de manera efectiva.
  3. Mantenimiento de la visión del autor: El traductor que trabaja en toda la colección tiene una mejor comprensión de la visión y el estilo del autor. Esto le permite captar mejor los matices, el tono y la intención detrás de las palabras del autor, y transmitirlos de manera más fiel al público lector. La consistencia en la interpretación de la obra es esencial para mantener la integridad creativa y el mensaje del autor.
  4. Eficiencia y productividad: Al tener un traductor dedicado a los textos, se puede agilizar el proceso de traducción. El traductor ya está familiarizado con la terminología específica y las convenciones lingüísticas utilizadas en la saga, lo que reduce el tiempo de investigación y consulta. Además, al trabajar en esos mismos textos de forma continua, el traductor puede mantener un ritmo constante e incluso evitar posibles retrasos en la publicación de los libros.
  5. Retroalimentación y aprendizaje continuo: Al trabajar en una saga, el traductor tiene la oportunidad de recibir comentarios y retroalimentación de los lectores, editores y el propio autor (más infrecuente, pero no imposible) a medida que avanza en la traducción de los libros. Esto permite un aprendizaje continuo y una mejora constante en la calidad de la traducción, ya que el traductor puede aplicar los comentarios recibidos a los libros siguientes de la serie. Por ejemplo, en un primer libro de la saga infantil me di cuenta de que se me habían escapado un par de Zack en lugar de Zach. En los siguientes, sabía que era una posible metedura de pata y ahora el control de calidad es más rápido.

Algunas veces, es difícil tener a un mismo traductor para todo porque, como profesionales autónomos que somos, se nos pueden solapar los encargos o cambian las condiciones de algún proyecto, pero siempre que se pueda, soy una firme defensora de asignar siempre un mismo texto (y si me apuras, un mismo autor) a un traductor. En el caso de las agencias de traducción, por ejemplo, lo más habitual es que a un traductor se le asigne siempre un cliente determinado. El profesional se acaba familiarizando con los textos, entiende los conceptos, aplica bien la terminología y, al final, acaba sabiendo también qué espera exactamente el cliente.

En resumen, asignar a un mismo traductor toda una serie de libros (o textos, vaya) proporciona coherencia lingüística, consistencia en personajes y tramas, mantiene la visión del autor, mejora la eficiencia y permite un proceso de retroalimentación y aprendizaje continuo. Todo esto contribuye a una experiencia de lectura más satisfactoria para los lectores y al mantenimiento de la integridad creativa de la saga en cuestión.

Juego en el trono

02 jueves Mar 2023

Posted by enlalunadebabel in Traducción

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Etiquetas

escatología, libro práctico, mundo excrementicio, sinónimos de mierda, sinonimia, traducción literaria

Poco imaginaba yo que me tocaría traducir sobre excrementos, pero en plan lúdico. Algunos encargos son como un soplo de aire fresco y este, aunque parezca lo contrario, lo fue.

Me dio la oportunidad de jugar mucho con la lengua (con sinónimos e hipérboles; acertijos y juegos de palabras) y de trastear con programitas que usaba cuando impartía clases de inglés a niños pequeños (benditas páginas de recursos para profes, como las sopas de letras). 

Cubierta del libro.
La contra.
Una de las sopas de letras.
Una de las curiosidades.

Y qué maravilla fue desempolvar el diccionario para ver todas las formas de hablar de excrementos humanos. El DRAE, por ejemplo, incluye: aca, acatanca, alhorre, bojote, caca, cagada, cagajón, cagaluta, cagarruta, cámara, catalina, cerote, chichina, deyección, egestión, excremento, heces, jiña, majada, meconio, miércale, miércoles, miéchica, mierda, mojón, naco, ñaña, ñisca, pez, plasta, popó, privada, zulla o zurullo. Algunos términos más coloquiales no los recoge el DRAE, pero se usan con frecuencia también como chuzo, kea, ñeja o truño.

Además, he descubierto cosas como que las heces del uombat son cúbicas y que el primer cubículo de un baño suele ser el menos frecuentado y, por ende, el más limpio. Yo intento acordarme siempre ahora, por aquello de no ensuciarme mucho las posaderas. 

Sin embargo, el mundo escatológico es muy muy amplio. En este artículo ya os hablé un poco del tema, de hecho. Y como quiero sacarle todo el jugo posible (ya, una imagen un poco desafortunada, lo sé), aquí van algunas curiosidades más que no están en el librito, pero que pueden sernos útiles en algún momento como traductores.

Deyecciones animales

Si la deposición es animal, distinguimos:

boñigaganado vacuno y caballar

bostaganado vacuno y caballar
burrilganado bovino o caballar
cagarrutaganado menor
caninaperro
cagajónganado caballar
carajónganado cabrío
cuitaaves
estiércolcualquier animal
frezcualquier animal
gallinazagallina
guanoaves marinas
morceguilamurciélago
murcielaguinamurciélago
palominapaloma
sirleganado lanar y cabrío
tulliduraaves de rapiña

Otras palabras relacionadas con lo excrementicio

coprofagiaingestión de excrementos
coprofiliaatracción fetichista por los excrementos
coprolitoexcremento fósil
coprologíaestudio de los excrementos sólidos
descomerevacuar el vientre
escagarruciarsehacer de vientre involuntariamente
escatófiloinsecto que, como larva, se desarrolla entre excrementos
palominomancha de excremento en la ropa interior
pujogana continua o frecuente de defecar o de orinar, con gran dificultad de lograrlo y acompañada de dolores
tarzanitolo que cuelga cual liana tras una deposición
zurrapa, zurraspapalomino

En fin, ya veis que, al igual que en el caso del miembro viril, en el mundo de los excrementos también hay nombres mil.

Si os ha llamado la curiosidad el libro y tenéis alguna amistad de las que se pasa un buen rato en el baño con el móvil, ¿qué mejor que regalárselo para que desahogue… aprendiendo? 

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