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En la luna de Babel

~ Blog sobre lenguas y traducción

En la luna de Babel

Publicaciones de la categoría: Vida traductoril

Tu porfolio de traducción sin dramas… ni florituras

16 jueves Oct 2025

Posted by enlalunadebabel in Cuestiones laborales, Recursos, Traducción, Vida traductoril

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empezar a traducir, libros, muestras de traducción, porfolio, portafolio, Traducción, traductor principiante

Una de las preguntas que más me hacen compañeros y estudiantes de traducción —justo después de «¿cómo empezar a traducir?» y «¿cuánto se cobra por palabra?»— es cómo enseñar lo que se sabe hacer o, en otras palabras, cómo crearse un porfolio de traducción que vaya más allá del CV. Así pues, hoy vengo con mi respuesta larga, la que normalmente guardo para cuando hay un cafelito de por medio.

Spoiler: no hay una sola forma correcta, pero sí maneras de hacerlo sin perder la cabeza por el camino.

Si ya tienes horas de vuelo

Si llevas un tiempo traduciendo, enhorabuena: ya tienes material que mostrar. Pero un porfolio no es una lista de «todo lo que he traducido desde 2011» (aunque la tentación esté ahí). No se trata de demostrar que sabes usar Word desde el XP, sino de demostrar tu criterio y tu voz profesional.

Empieza por seleccionar los proyectos que te representan de verdad: los que reflejan tu estilo, tus especialidades o el tipo de encargos que te gustaría seguir recibiendo. Esa guía sobre carretillas elevadoras de 2022 puede quedarse fuera, por mucho cariño que le tengas (salvo que vaya dirigido a empresas del sector, ojo).

Añade un poco de contexto. En lugar de limitarte a «Traducción de la novela X», explica brevemente de qué iba el encargo: el género, el tono, la editorial, los retos específicos. Algo como «Traducción de una novela romántica ambientada en el Ártico, donde mantener la tensión entre la emoción y el humor sarcástico del narrador fue clave». Eso dice mucho más de ti que una simple línea de texto. Si usas traducciones propias y quieres enseñar esos textos, te aconsejo un formato apaisado, por ejemplo, en el que pongas a un lado el fragmento en el idioma de origen y, en el otro, tu traducción.

Si el libro está publicado, enlázalo. Si hay fragmentos disponibles en línea, también. Cuantos menos clics tenga que hacer el lector, mejor. Y cuida el diseño: puede ser una página web, un PDF bonito o una sección en LinkedIn, pero sin muchas florituras ni tipografías recargadísimas. Respeta a tu yo traductor… y al ojo ajeno. Más abajo te doy algunas herramientas para que puedas trastear un poco.

Piensa en tu porfolio como en un escaparate de librería: no se trata de enseñar todos los libros del almacén, sino los que harían que alguien se detuviera y dijera «quiero ese». Un ejemplo fabuloso de este tipo de porfolios es el catálogo físico que usa mi amigo Lawrence Schimel para llevar a ferias del libro y cuyas páginas de muestra te enseño aquí mismo. Esto es un nivel muy muy profesional, ¿eh?, pero no es necesario hacer lo mismo. Piensa en qué te puede funcionar a ti.

Si aún no tienes experiencia

Aquí suele entrar el pánico: «pero ¿cómo voy a montar un porfolio si todavía no me ha contratado nadie?». Respira. Todos hemos empezado ahí. Todos.

Un porfolio no tiene por qué incluir (solo) trabajos remunerados. Lo que quieres es mostrar de qué eres capaz. Y eso se puede hacer de muchas formas.

Empieza por crear tus propias muestras. Elige textos representativos del tipo de traducción que te gustaría hacer —literaria, técnica, audiovisual, marketing— y traduce pequeños fragmentos. Coméntalos si quieres: explica las decisiones que tomaste, el tono que buscabas o los retos del texto. Eso demuestra criterio y conocimiento, incluso sin cliente de por medio. Y si eliges un texto publicado, recuerda dejar claro que es una muestra no comercial.

Otra opción es montar proyectos propios. Un blog, un boletín, una cuenta de Instagram donde hables de curiosidades lingüísticas…, todo eso cuenta. También puedes participar en proyectos colaborativos, revistas o traducciones voluntarias. No regales tu trabajo eternamente, pero una colaboración puntual te da experiencia real y visibilidad.

Y si no tienes todavía material traducido, enseña tu proceso. Explica cómo trabajas, cómo investigas, cómo resuelves un problema de estilo o terminología. Eso transmite profesionalidad y madurez, incluso al principio del camino.

Herramientas útiles

Aquí es donde muchos se bloquean: «¿y ahora dónde lo pongo?». No hace falta complicarse ni saber programar. Lo importante es que el formato sea claro, coherente y fácil de mantener actualizado.

Si te apetece tener una web, WordPress sigue siendo el clásico. Permite personalizarlo todo y tener tu propio dominio. Wix y Squarespace (en soluciones / ejemplos de clientes) son opciones más visuales y rápidas de montar, perfectas si no quieres pelearte con la parte técnica. Y si prefieres algo más minimalista y funcional, Notion funciona muy bien como dosier digital; aquí tienes algunas ideas más.

Por otro lado, también está Clippings, con el que puedes crear porfolios de traducción y redacción como este de Pablo Montero, así de rápido y fácil.

Si lo tuyo es el formato descargable, Canva es tu aliado. Tiene plantillas fáciles de adaptar para crear un PDF limpio, con enlaces, capturas y una estructura profesional que puedes enviar por correo sin sufrir por los márgenes.

Y si quieres alardear de muestras online, Behance o Contently te permiten subir fragmentos, enlaces y proyectos, incluso aunque no sean de diseño. LinkedIn también puede servir: usa la sección «Destacados» para añadir enlaces, publicaciones o muestras en PDF.

No importa tanto la plataforma como la coherencia entre lo que enseñas y lo que dices que haces. Elige un formato que puedas mantener sin que te entren ganas de tirarte de los pelos cada vez que haya una actualización.

En resumen

Tu porfolio no es un álbum de cromos, sino una narración visual y textual de quién eres como profesional. Debe reflejar tus intereses, tu estilo, tus fortalezas… y, sobre todo, que te tomas la traducción en serio. Tengas o no experiencia, el truco está en mostrar potencial: el de tu trabajo, tu criterio y tu pasión por las palabras. Porque sí, se nota cuando la tienes.

Y si al montarlo te asaltan las dudas («¿y si no soy lo bastante bueno/a?», «¿y si esto no le interesa a nadie?»), recuerda: todos los traductores hemos pasado por ahí. Lo importante es seguir traduciendo, aprendiendo y afinando tu voz.

Tu porfolio evolucionará contigo. Y eso, sinceramente, es lo bonito de esta profesión, que nunca dejas de crecer.

***

Más información y enlaces útiles:

  • Cómo crear tu porfolio de traducción, en Connecting Translations.
  • Cómo elaborar un portafolio interactivo para traductores, de Centauri Translations.
  • El portfolio del traductor: ventajas y desventajas de crear un portfolio de traducciones, de Traducciones Creativas.
  • Ivo Fiz te enseña a montar un porfolio (con y sin experiencia) de copywriter, que nos sirve perfectamente a nosotros como traductores.
  • En Wix no solo tienen una opción especial para crear porfolios, sino que también te dan algunos consejos por aquí.
  • Rosa Morel te cuenta en su pódcast cómo enfocar un porfolio de redacción.

Al regreso de Galway: experiencias en traducción

29 lunes Sep 2025

Posted by enlalunadebabel in Traducción audiovisual, traducción literaria, Vida traductoril

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formación, taller, Traducción, traducción audiovisual, traducción literaria

La traducción siempre me ha llevado a sitios maravillosos, tanto figurativa como literalmente hablando. Acabo de regresar de Irlanda donde he tenido el honor de participar en una serie de eventos organizados por la School of Languages, Literatures and Cultures de la University of Galway.

La pasada semana impartí un taller y dos ponencias sobre traducción editorial y audiovisual. Fue una experiencia extraordinaria, en la que no solo compartí conocimientos y prácticas, sino que también aprendí muchísimo de estudiantes, profesorado y colegas traductores.

Algunos momentos destacables:

📔 Conversar sobre las dinámicas del mercado editorial de la traducción, sus retos y oportunidades. Y conocer cómo son algunas particularidades en otros países. (En el primer seminario sobre traducción editorial).

🎬 Explorar estrategias para la traducción audiovisual: subtitulado, doblaje, voz en off, etc. Y destacar la importancia de todas ellas, siempre enmarcadas en lo que necesita un producto en especial. (En el segundo seminario, esta vez sobre traducción audiovisual).

📝 Ver el entusiasmo de quienes se acercaron con inquietudes, dudas, ganas de mejorar, de experimentar… y de trastear con textos nada fáciles, aunque lo pareciera en un primer momento. (En el taller de 2 h sobre traducción editorial).

Vivir en primera persona la hospitalidad de la comunidad académica de Galway, en un entorno tan rico culturalmente, ha sido un gran recordatorio de lo valioso que es el intercambio de ideas entre continentes, idiomas y generosidades intelectuales.

Gracias infinitas al equipo organizador, en especial a Tamara de Ines Anton, por la invitación y el acompañamiento. Y a su gran aliada, Atreyu, que me hizo compañía en algún ratito entre sesiones. Una pena no haber coincidido con compañeras como Pilar Alderete Diez, pero estoy segura de que encontraremos la forma.

Y gracias también a todos quienes asistieron, hicieron preguntas, debatieron, se atrevieron a proponer nuevas rutas. Esta experiencia reafirma mi convicción de que la traducción no es solo una disciplina técnica, sino una labor cultural que abre puertas entre mundos, personas y formas de pensar.

Ahora, de vuelta al despacho, me siento con energías renovadas para abordar proyectos presentes y futuros. Tengo miles de ideas bullendo en la cabeza, pero las mismas ganas de siempre. Que nos sigamos encontrando entre lenguas. Que no nos falten nunca.

Cómo me organizo para rendir (aunque no siempre llegue a todo)

27 martes May 2025

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, Cuestiones laborales, Vida traductoril

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organización, productividad, traducción

A menudo me preguntan cómo llego a todo. Y mi respuesta sincera es: no siempre llego. Esto es así.

Trabajo como autónoma, y eso significa que llevo varios sombreros: traductora, gestora de proyectos, formadora, contable… Aun así, hay varias estrategias que me ayudan a mantener el rumbo, a concentrarme mejor y a trabajar de forma más productiva sin dejarme la piel en el intento.



No tengo una fórmula mágica, pero sí algunos trucos que me funcionan:

🔹 Planificación realista: Intento no sobrecargar mis jornadas. Dejo márgenes para imprevistos, porque sé que los habrá. Tener una visión clara de las tareas me permite priorizar sin entrar en modo pánico (aunque siempre haya algún momentito así, para qué negarlo).

🔹 Listas breves y claras: Cada día empiezo con una lista de entre 3 y 5 tareas clave. Si las termino, perfecto: añado más (o no). Pero parto de lo esencial para evitar la parálisis por exceso (me he dado cuenta de que me pasa bastante; cuando me abrumo, tiendo a postergar decisiones).

🔹 Me como el sapo 🐸: Cuando puedo, empiezo el día con la tarea que más me cuesta. Esa que más me tienta posponer (contestar un correo peliagudo, hacer un presupuesto complejo). Una vez hecha, todo lo demás fluye mejor.

🔹 Bloques de trabajo sin interrupciones: Silencio notificaciones, dejo el móvil boca abajo y trabajo por bloques. Sin excusas.

🔹 Pequeñas rutinas motivadoras: Una taza de café, una lista de reproducción especial, una vela encendida (o lo que me chifla ahora; quemar cera aromática en un quemador), etc. Son pequeños gestos que me ayudan a crear un ambiente que invite a trabajar.

🔹 Descansos estratégicos: Parar no es perder el tiempo. A veces basta con levantarme cinco minutos, salir a dar un paseo corto, sacar al perro o mirar por la ventana para volver con las ideas más claras. A veces, lo reconozco, también implica poner una lavadora o descargar el lavavajillas. Está estudiado: el cuerpo quiere movimiento cuando la mente se cansa, aunque sea barrer.

🔹 Delegar, automatizar, eliminar: Cada cierto tiempo reviso mis procesos y me pregunto: ¿Podría automatizarlo? ¿Esto sigue siendo necesario? ¿Paso el encargo, mejor?

🔹 Decir que no: Aprender a decir que no a ciertos proyectos, reuniones o compromisos también es productividad. No puedo con todo, y reconocerlo me hace más eficiente y más humana. Me cuesta horrores (diría que es lo que más), pero es necesario.

🔹 Celebrar los logros: Marcar una tarea como hecha y tacharla de la lista, cerrar un proyecto… Cada pequeño logro merece su minicelebración. A veces es un café tranquilo. Otras, parar para leer algo por placer o hacer dibujitos en un papel (¿conoces el zentangle?).

No siempre llego a todo, pero con estos puntos llego a lo importante.

Y tú, ¿tienes algún truco que te ayude a concentrarte o rendir mejor en el día a día? ¡Compartir es vivir!

«De la imaginación a la libertad». Celebrando a Ana María Matute y Carmen Martín Gaite

22 jueves May 2025

Posted by enlalunadebabel in Congresos, Off topic, Vida traductoril

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Ana María Matute, ASETRAD, Carmen Martín Gaite, centenario, literatura, mesaredonda

El pasado martes 20 asistí a una mesa redonda dedicada a dos grandes figuras de nuestras letras: Ana María Matute y Carmen Martín Gaite, en el centenario de su nacimiento. El encuentro, celebrado en el Ateneu Barcelonès, reunió a Pilar Aymerich, María Paz Ortuño, Marta Pessarrodona y Lisbeth Salas, con la moderación de Àngels Gregori. Juntas repasaron la importancia de estas autoras en la literatura del siglo XX y el impacto que siguen teniendo en las escritoras de hoy.

También intervinieron María José Gálvez, directora de la Dirección General del Libro, del Cómic y de la Lectura, así como Isona Passola y Lluïsa Julià, presidenta y vicepresidenta del Ateneu, respectivamente.

En la foto, de izquierda a derecha: Lluïsa Julià e Isona Passola, vicepresidenta y presidenta del Ateneu; Àngels Gregori, moderadora de la mesa; María J. Gálvez, directora de la Dirección General del Libro, del Cómic y de la Lectura; y las ponentes Marta Pessarrodona, Pilar Aymerich, Lisbeth Salas y Mari Paz Ortuño. Foto de Jordi Play

Marta Pessarrodona, poeta y crítica literaria, nos habló del vínculo que la unía a Carmen Martín Gaite y leyó una carta que envió a su hermana tras el fallecimiento de Martín Gaite, además de un artículo que escribió en su honor.

María Paz Ortuño, comisaria de una exposición que hasta enero se pudo ver en Madrid y pronto llegará a Barcelona, contó que Matute empezó a escribir desde muy pequeña (se conserva incluso un cuento ilustrado que escribió a los 5 años) y, siempre decidida, se presentó directamente a Destino con su primera novela bajo el brazo. A pesar de las reticencias iniciales, consiguió que el editor se la leyera… y acabó ganando el Planeta.

Ambas se hicieron muy muy amigas. Paz la acompañó en varios viajes hacia el final de su vida y atesora frases de su colega (y vecina) como «quien no inventa no vive» y «la literatura ha sido el faro salvador de mis tormentas». Matute, contaba Paz, se hacía también sus propios muebles y, ante las dificultades, siempre decía que «para todo hay que tener las herramientas adecuadas».

Las fotógrafas Pilar Aymerich y Lisbeth Salas agasajaron al público con una serie de fotografías no solo de ambas autoras, sino también de sus hogares y objetos (Salas) y del contexto político y social de la época (Aymerich).

El hilo conductor de la mesa fue que Ana María Matute y Carmen Martín Gaite, figuras clave de la literatura española del siglo XX, comparten mucho más que el año de su nacimiento, 1925. Ambas destacaron por dar voz a la infancia, las mujeres y los márgenes en una posguerra marcada por el silencio. Matute, con su lenguaje poético y simbólico, y Martín Gaite, con su aguda mirada sobre las relaciones humanas y la introspección, exploraron temas de soledad, memoria y resistencia.

Ambas sufrieron mucho en vida. Carmen Martín Gaite perdió a su hijo de siete meses por una meningitis y a su hija Marta —filóloga y traductora— por el sida. Matute perdió la custodia de su hijo durante tres años tras el divorcio de su marido y pasó por una profunda depresión. La literatura, coincidieron ayer varias ponentes, salvó a las dos a través de la imaginación.

Y lo que quedó muy claro durante y después de la mesa es que ambas fueron pioneras en un mundo literario dominado por hombres y abrieron camino para generaciones posteriores de escritoras, convirtiéndose así en referentes ineludibles de nuestras letras.

Por mi parte, disfruté como una enana, no solo por escuchar a semejantes personalidades del mundo cultural, sino también por poder representar a ASETRAD en un acto así. Además, tuve la ocasión de charlar un ratito con María José Gálvez sobre las inquietudes que, como sector, nos asaltan con la inteligencia artificial generativa y la pérdida de derechos como autoras y autores. A modo de resumen, se están haciendo muchas cosas y es una preocupación compartida, pero hay que seguir trabajando en propuestas efectivas que se puedan llevar al terreno práctico.

Ojalá así sea y, parafraseando el título de la mesa redonda, no se le corten las alas ni a la imaginación ni a la libertad.

Cuando el marketing se sirve en una copa

02 lunes Dic 2024

Posted by enlalunadebabel in Cuestiones laborales, Publicidad, Traducción, Vida traductoril

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demostración, marketing, marketingexperiencial, marketingvivencial, producto, serviciosdetraducción, traducción, Traducción, traductores

Hace poco visité un restaurante en Cardona que no solo destacaba por su comida, sino por una curiosa joya tecnológica: un brazo robotizado que se encargaba de servir las cervezas, los cafés y las copas. Más allá del espectáculo (porque, sí, era imposible no quedarse mirándolo), lo que me fascinó fue la historia detrás de esa máquina.

El dueño del restaurante también es el propietario de una empresa que fabrica estos brazos robóticos, y su intención con esta instalación va mucho más allá de la funcionalidad. Aunque el brazo no es rentable para el restaurante en términos directos (su coste es muy elevado), su presencia tiene un propósito claro: impresionar. Cuando los clientes potenciales de su empresa visitan el restaurante y ven el brazo en acción, llevando a cabo tareas que normalmente asociamos con las personas o que no relacionamos directamente con ese tipo de producto, ocurre algo mágico: dicho producto deja de ser una abstracción para convertirse en una experiencia tangible.

Es un ejemplo brillante de marketing experiencial combinado con demostración de producto. Este tipo de estrategia aprovecha la experiencia directa del cliente con el producto en un entorno inesperado o innovador, generando curiosidad, interés y una conexión emocional con la tecnología.

Lo especial de esta estrategia

¿Por qué me parece algo así tan interesante como estrategia?

  1. Demostración en vivo. Ver el producto en acción es más impactante que cualquier folleto o video promocional.
  2. Ambiente informal y distendido. Al integrarlo en un restaurante, los posibles clientes no sienten la presión de una típica presentación de ventas.
  3. Generación de confianza. Demuestra que el producto no solo es funcional, sino que también está ya operando en un entorno real.
  4. Innovación visible. Atrae tanto a potenciales compradores como a clientes que valoran experiencias únicas, convirtiéndose en una herramienta dual de marketing.
  5. Curiosidad viral. La peculiaridad del dispositivo podría atraer a más visitantes al restaurante, potenciando el boca a boca y la visibilidad en redes sociales.

El restaurante no es solo un lugar para disfrutar de una comida o bebida, sino un escaparate vivo de las posibilidades de la tecnología. Una demostración en un contexto real que permite al cliente imaginar cómo ese producto puede encajar en sus propios proyectos. Aunque no sea rentable para el restaurante en términos directos, el retorno indirecto en ventas y promoción para la empresa del brazo robotizado probablemente lo compensa con creces. Es una estrategia que combina lo mejor de la creatividad y la tecnología aplicada.

Mientras lo veía en acción (puedes echarle un vistazo aquí al vídeo que grabé), no pude evitar reflexionar sobre cómo estrategias como esta pueden aplicarse a otros ámbitos profesionales, incluido el mío: la traducción. Al fin y al cabo, los traductores freelance no contamos con un brazo mecánico que pueda lucirse en un bar, pero eso no significa que no podamos convertir lo que hacemos en algo visible y memorable para nuestros clientes.

Cómo aplicar el marketing experiencial a la traducción

Uno de los retos de nuestra profesión es que, muchas veces, el trabajo del traductor es invisible. Si hacemos bien nuestro trabajo, el lector final ni siquiera notará que el texto es una traducción (ya sabes, lo del traductor a lo ninja). Pero esa invisibilidad no tiene por qué traducirse en anonimato profesional. Aquí van algunas ideas para inspirarnos:

  • Demostraciones creativas. Enseñar ejemplos del antes y después de una traducción puede ser la mar de revelador. Por ejemplo, en una traducción literaria o creativa, podemos explicar las decisiones que tomamos para mantener el tono, la musicalidad o los juegos de palabras. ¿Qué tal una serie en redes sociales con fragmentos de texto y anécdotas del proceso?
  • Eventos en vivo. Si traducimos libros o trabajamos con autores directos, ¿por qué no participar en presentaciones de libros, ferias literarias o talleres donde podamos hablar de la magia de trasladar historias de un idioma a otro? En mi caso, hace poco di una charla en una escuela de primaria para explicar en qué consiste mi trabajo como traductora y fue una experiencia muy enriquecedora, tanto para los niños como para mí.
  • El blog como escaparate: Mi blog ha sido, durante años, una herramienta para conectar tanto con colegas como con clientes (una editorial en concreto me escribió tras conocerme por lo que publicaba en él). Pero más allá de compartir reflexiones, también es un espacio para «enseñar el brazo mecánico» de la profesión. Contar procesos, retos y aprendizajes hace que nuestro trabajo deje de ser un misterio para quienes nos leen.
  • Portafolios interactivos: En lugar de un simple listado de proyectos, ¿por qué no crear una experiencia que invite a los clientes a imaginar cómo podemos ayudarlos? Por ejemplo, un portafolio en línea que permita comparar textos originales y traducidos, con explicaciones breves de las decisiones clave.

El marketing no tiene que ser invasivo ni forzado. Puede ser una forma de invitar a nuestros clientes a experimentar lo que hacemos de una manera más cercana. Así como ese brazo mecánico (¿te he dicho que se llama Paco?) sirve cervezas mientras nos deja boquiabiertos, nosotros también podemos encontrar maneras de hacer que nuestro trabajo brille y deje huella.

¿Qué te parece a ti? Si eres compañero o compañera, ¿cómo lo haces para destacar? ¡Te leo!

Una traductora en primaria

26 martes Nov 2024

Posted by enlalunadebabel in Cuestiones laborales, Traducción, traducción literaria, Vida traductoril

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charla de traducción, entrevistas, libros, literatura, traducción, Traducción, traducción en la escuela, traducción literaria, traductores

El mundo de la traducción puede parecer algo lejano para los niños, pero hace poco tuve la oportunidad de acercarles el oficio durante una charla en una escuela de primaria. Lo que comenzó como una invitación para hablar sobre mi trabajo a raíz de una traducción mía que les había entusiasmado (Hi ha un ieti al pati, Pamela Butchart, Bindi Books) se convirtió en una experiencia inolvidable llena de curiosidad, risas y momentos entrañables.

Preparando el viaje hacia las palabras

Cuando me pidieron que hablara sobre la traducción, pensé: «¿Cómo captar la atención de los niños y transmitirles lo bonito que es este mundo?». La clave estaba en hacerlo interactivo y divertido. Preparé ejemplos de libros (que también llevé conmigo), juegos con palabras de otros idiomas, y decidí obsequiarles con marcapáginas y pegatinas variadas para sorprenderlos.

Ellos me sorprendieron a mí con varias traducciones que habían pedido para la ocasión.

Sabía de antemano que había expectación por el tipo de trabajo y por cómo había empezado a traducir, así que no podía faltar una introducción con toda esa información: que de niña me encantaba leer y que mi amor por los idiomas, en concreto el inglés, despertó en cuanto me apuntaron a una academia, que terminé de decidirme al estudiar latín en el instituto y ver que este trabajo era como descifrar códigos secretos, etc.

El día de la charla: historias y descubrimientos

Desde el momento en que entré en el aula, los pequeños mostraron un entusiasmo desbordante. Empecé la charla preguntándoles si sabían que muchos libros, películas y videojuegos no estaban creados originalmente en español. Y no solo eso: que la traducción nos rodea y es imprescindible en muchos ámbitos, como el médico.

Les conté que los traductores somos puentes entre culturas y que nuestro trabajo no solo consiste en cambiar palabras, sino en transmitir emociones e ideas. Porque no siempre funciona traducir lo de palabra por palabra: les puse como ejemplo un «The house is big», que sí que funciona literal, y algunas expresiones que no: «It’s raining cats and dogs» o «It’s a piece of cake».

Les conté anécdotas divertidas sobre títulos difíciles de traducir y cómo a veces tenemos que inventar rimas o adaptar bromas para que todo tenga sentido en otro idioma (les enseñé a modo de ejemplo el original y la traducción de un libro de R.L. Stine de La Pandilla Basura: Welcome to Smellville y Bienvenidos a Villapeste). Este punto en concreto lo ilustré también tomando como ejemplo algunos nombres de personajes y de títulos inventados dentro de un álbum de magia, que ya os enseñé por aquí hace un tiempo.

También les comenté que un libro, como tal, puede cambiar mucho de la edición original a la traducida, y que intervienen muchos otros profesionales, como el corrector, el ilustrador, el diseñador de cubierta, etc.

Juegos y creatividad sin límites

La parte más divertida fue cuando jugamos a traducir juntos. Les propuse frases curiosas en inglés para que las tradujeran al español y al catalán, y me sorprendió su creatividad y sentido del humor. Les fascinó descubrir que las palabras también pueden tener historias únicas y que no hay una sola traducción.

Un final inesperado: autógrafos y entrevista

Al final de la charla, les regalé los marcapáginas y las pegatinas sobre el mundo de la lectura y de la traducción. Lo que no esperaba era que me pidieran firmar sus libros como si fuera una autora famosa. Fue un momento para no olvidar. Ver su entusiasmo y saber que mi charla despertó su curiosidad fue la mejor recompensa.

Poco después me esperaba una entrevista en el programa de radio de la escuela (sí, sí, tienen su pequeño estudio en la zona de la biblioteca), donde me preguntaron cosas la mar de interesantes, como qué editorial me trataba mejor, algo que me sorprendió muchísimo porque no es algo que se pregunte a menudo.

Sembrando la semilla de la traducción

Esta experiencia me recordó la importancia de acercar nuestra profesión a los más jóvenes. Enseñarles que los traductores estamos detrás de muchas de las cosas que disfrutan a diario puede inspirarlos a explorar otros idiomas y culturas en el futuro.

Volví a casa con una sonrisa imborrable, recordando sus preguntas, su creatividad y la ilusión con la que abrazaron el mundo de la traducción, aunque solo fuera durante un día. Puede, incluso, que alguno de ellos sea traductora o traductor en el futuro.


¿Y tú?
Si tienes la oportunidad de compartir tu profesión con los más pequeños, no lo dudes. Les estarás abriendo las puertas a nuevas posibilidades y, quién sabe, quizá siembres en ellos una pasión que les dure toda la vida. 🌍✨

Reedsy: plataforma de servicios editoriales para encontrar proyectos de traducción y corrección

05 viernes Abr 2024

Posted by enlalunadebabel in Traducción, traducción literaria, Vida traductoril

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clientesdirectos, encontrarclientes, plataformatraducción, Reedsy

Hace un tiempo escribí sobre cómo trabajar con editoriales como traductora, pero quedó en el tintero abordar la cuestión de los clientes directos (autores, en este caso), más allá de la entrevista a Virginia Cavanillas; interesantísima, por otro lado. Pues hoy vengo a hablarte de Reedsy.

Yo me enteré de su existencia hará medio año gracias a una compañera traductora. Le eché un vistazo a la plataforma, me gustó, y allá que me lancé a crearme un perfil. Como me gusta probar las cosas antes de recomendarlas, he dejado pasar un tiempo prudencial y comprobar si recibía algún encargo o no, para ver cómo funciona y si vale la pena. Por cierto, no me pagan por hacerles publicidad, aunque sí tengo este código que podemos usar para que nos den un dinerito adicional a ti y a mí cuando te encarguen tu primer proyecto (traducción, corrección, etc.).

Pero, antes de nada, ¿qué es Reedsy?

En palabras de uno de sus creadores, Ricardo Fayet, «Reedsy es el principal mercado mundial de profesionales de la edición. En la actualidad, reúne a una comunidad de más de 150.000 autores de todo el mundo con una red de 1.500 profesionales autónomos: desde editores a diseñadores de cubiertas, ilustradores, correctores, profesionales del marketing editorial y publicistas. Y ayuda a dar vida a más de 500 libros cada mes». ¡No está nada mal!

Básicamente, y para centrarnos en lo que más nos interesa, la plataforma pone en contacto a los autores con correctores y traductores, y se lleva un porcentaje de cada transacción, pero tú como profesional pones el precio y los plazos. Es decir: tú decides los términos de la colaboración.

Después de crearte el perfil (aquí el mío) y subir al menos el título/foto de una traducción publicada, llega la parte de la validación. Mantienes una entrevista virtual con ellos en la que te lo explican todo y, en general, te ayudan a optimizar el perfil, te dicen qué puede ser más vistoso de las traducciones que ya tengas publicadas y cómo enfocar la bío. Esto me pareció interesantísimo, la verdad.

En vista de sus métricas, te comentan también qué puede atraer más la atención de los autores que piden servicios en la plataforma. De hecho, según comenta Fayet en una entrevista, si decidieron ofrecer un apartado de traducción a los pocos años de crear la plataforma fue por la creciente demanda de este servicio entre los autores de lengua inglesa.

Cuando ya está todo listo, la cuestión es esperar a recibir alguna solicitud. Son los autores los que se ponen en contacto con un traductor o varios (creo recordar que el límite son 5) para proponer el trabajo y recibir el presupuesto. El autor/a debe proporcionarte toda la información para que puedas hacer tus cálculos de honorario y de tiempo, aunque por su parte puede hacerte alguna propuesta también al respecto.

Cómo se ven los datos básicos de una propuesta para poder elaborar tu presupuesto.

Según la reunión con una responsable de la plataforma, el precio no siempre es el factor decisivo y, hasta la fecha, es cierto. El autor/a que tiene las cosas claras no suele regatear, sobre todo si formulas un buen presupuesto con la información más completa y pertinente posible. Es decir: véndete bien y explica bien el servicio:

  • Pide una muestra del texto si no te lo proporcionan en el primer contacto. Es la mejor forma de ver el estilo, la dificultad, etc.
  • Detalla bien en qué va a consistir tu trabajo: si el pedido es para traducir, solo traducirás (la revisión sería otro servicio, por ejemplo).
  • Desglosa bien el precio. ¿Cobras por página, por caracteres, por palabra?
  • ¿Cómo va a ser tu proceso de trabajo? Esto suele darles mucha tranquilidad.

Para cobrar tus honorarios, puedes decidir el número de pagos (si lo quieres antes, durante y después; solo antes y al final, etc.) y el porcentaje de cada uno. Ten en cuenta que, por regla general, Reedsy se lleva un 10 %, así que vale la pena no perderlo de vista para presupuestar, sobre todo si es el cliente quien te propone la tarifa o monto total. Lo que me gusta de la plataforma es que lo pactado va a misa y el cobro es automático, por lo que no hay que sufrir o temer por si no recibes el pago por tus servicios.

Ejemplo de plazos y precios.

Si bien es el cliente quien te encuentra, cada mes tienes la opción de potenciar el perfil de forma gratuita (desde Marketplace), y doy fe de que usar este llamado booster ayuda a ser visible y a recibir más solicitudes. También tienes un calendario visible para los autores para marcar cuándo no vas a estar disponible, lo que puede quitarte presión de encima, puesto que es aconsejable responder rápidamente a las solicitudes.

Otro punto positivo es que desde la plataforma están muy pendientes de que las relaciones con el cliente vayan como la seda y sean legales (por ejemplo, no aceptan solicitudes de personas menores de edad ni ofertas raras). Tienes a alguien por chat en casi cualquier momento si te asalta alguna duda sobre la legalidad de una oferta o petición, o si tienes alguna pregunta en general.

Hasta la fecha he trabajado con un par de autoras, estoy con otros dos proyectos ahora mismo, y veo que la plataforma marcha perfectamente, así que de momento no puedo hacer más que recomendarla.

Si te animas, cuéntame tu experiencia; ya sabes dónde encontrarme.

De tattoos y tradus

26 martes Mar 2024

Posted by enlalunadebabel in Aprendizaje, Testimonios, Vida traductoril

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aprendizaje continuo, empezar a traducir, español, experiencias en traducción, tecnologia, Traducción, traductor principiante, vivencias de traductor

Hasta hoy, nunca había pensado en lo que tatuadores y traductores tenemos en común. Y lo tenemos. ¿No me crees? Pues sigue leyendo. 😉

Hace un par de días llegué por azar a esta historia en el Instagram del tatuador Kasti (@kasti.tattoo en instagram), en la que repasa los aprendizajes tras varios años en la profesión. Leyendo punto por punto, me dije «ostras, esto me suena».


Así que decidí hacer lo propio con nuestro sector. A ver qué te parece:


1️⃣ Te tiene que gustar mucho traducir. De cajón, pero es así. Luego hay otras cosas que quizá no gusten tanto (llevar la contabilidad, perseguir a clientes, vértelas con altibajos de trabajo, etc.), pero lo esencial es que te guste tu trabajo: en este caso, amaestrar textos y hacer acrobacias lingüísticas.

2️⃣ Hay muchos compañeros que ofrecen un servicio similar y la competencia es elevada. También hay que luchar contra la idea de que los traductores automáticos son la panacea. Lo más importante *no* es que un cliente te abra sus puertas y te confíe un trabajo: el truco está en fidelizarlo y eso se consigue ofreciendo el mejor servicio posible.

3️⃣ La ergonomía suele ser la gran olvidada. Pasamos muchas horas sentados y es imprescindible cuidar la espalda. En palabras de mi fisio, tampoco es tan importante el tipo de silla en sí —que influye, no nos engañemos—, sino que nos movamos más a lo largo del día.

4️⃣ Los problemas en el túnel carpiano no son ninguna broma. De nuevo, un buen teclado y una buena postura son esenciales.

5️⃣ A traducir se aprende traduciendo y, además, es una carrera de fondo. No hay más. Hay que ser paciente, sobre todo al principio, para ir ampliando la cartera de clientes.

6️⃣ ¿Cuántas veces se me habrá ocurrido la traducción perfecta para ese juego de palabras justo cuando me estaba duchando o a punto de apagar la lamparita de la mesita de noche? Pues eso. Una libretita a mano y la función de notas del móvil son mano de santo.

7️⃣ Quien más, quien menos (dentro de una misma rama y combinación lingüística) te puede solventar la papeleta, pero dar ese paso más, ofrecer lo que no ofrecen los demás…, ay, amigos, ahí está el punto diferencial.

8️⃣ El nuestro suele ser un trabajo agradecido. Hay traducciones cortas, otras más largas; unas son fáciles y otras te hacen sudar más, pero esa sensación al terminar un trabajo bien hecho no tiene precio.

9️⃣ Siempre está el miedo de decir que no por si perdemos al cliente. Aun así, tanto si se debe a que no nos vemos capacitados para encargarnos de un texto como si tenemos la agenda llena y no nos da la vida, ser sinceros es esencial. Trata de negociar plazos, deriva el trabajo, recomienda a otro compañero. El cliente te lo agradecerá.

🔟 Somos humanos: todos nos equivocamos. Me equivoco yo como traductora y se puede equivocar la otra persona como compañera, gestora de proyectos, etc. Que no se nos olvide ese trato humano y cercano (tatúes un pajarito o traduzcas un texto sobre ornitología).

En fin, que somos primos hermanos. O tal vez es que algunas experiencias son, de hecho, universales. ¿Tú qué opinas?

Algunos apuntes rápidos para encontrar trabajo

06 martes Jun 2023

Posted by enlalunadebabel in Traducción, traducción literaria, Vida traductoril

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Etiquetas

el cv del traductor, empezar a traducir, encontrar clientes, encontrar trabajo, encontrar trabajo de traducción, traductor principiante

Como traductora siempre abierta a nuevos proyectos y trabajos (ya sabes, hay que estar con los ojos abiertos que el mundo cambia muy deprisa) y aprovechando las sesiones de preguntas y respuestas que suelo organizar en Instagram, hoy vengo con varias estrategias que podemos implementar para aumentar nuestras oportunidades laborales.

Vamos con algunas sugerencias:

  1. Mejora tu visibilidad en línea: Crea y actualiza tu perfil profesional en plataformas especializadas en traducción, como ProZ o TranslatorsCafe, y potencia tu LinkedIn (sé que algunas personas son reacias, pero a mí me parece una buena red, sobre todo para tener el CV en línea y ver lo que se cuece en el sector; esto da para artículo aparte). Asegúrate de incluir información relevante sobre tus habilidades, experiencia y especializaciones. También puedes hacerte un sitio web o un blog donde puedas enseñar muestras de tu trabajo y compartir información útil sobre la traducción. De primeras, no te hace falta un sitio web superpotente; trastea con las plantillas de WordPress, verás que puedes montarte algo sencillito en un solo día.
  2. Construye una red de contactos: Participa activamente en grupos y comunidades de traducción en línea y fuera de ella. Únete a asociaciones profesionales de traductores y asiste a eventos y conferencias para conocer a colegas y a potenciales clientes (de ahí que sea recomendable no ir solamente a congresos de traducción). La red de contactos puede generar oportunidades laborales y futuras referencias.
  3. Enfócate en tu especialización: Identifica tus áreas de especialización y explótalas. Es más probable que encuentres trabajos en tu(s) campo(s) de experiencia, ya que muchos clientes, sobre todo los directos, buscan traductores especializados en áreas concretas. Investiga y mantente actualizado/a en tu campo para ofrecer traducciones de calidad y demostrar tu experiencia.
  4. Contacta directamente con clientes potenciales: Investiga y hazte una lista de editoriales, agencias de traducción o empresas que podrían necesitar tus servicios. Envíales una carta de presentación personalizada (en el cuerpo mismo del correo electrónico) y tu currículum, destacando tus habilidades y experiencia más relevantes. También puedes ofrecer muestras de tu trabajo o enlaces a tu porfolio en línea (yo lo tengo puesto en el mismo CV para que se pueda acceder directamente mediante enlace). Te recomiendo que adaptes el CV para cada idioma y oferta concreta seleccionando lo más relevante para ese puesto en cuestión.
  5. Colabora con otros traductores: Establece relaciones de colaboración con otros traductores para trabajar en proyectos conjuntos. Esto te permitirá ampliar tu red de clientes potenciales y acceder a trabajos más grandes o complejos que requerirían la colaboración de varios traductores. Algunos compañeros se han montado una especie de sociedad o cooperativa, pero no es necesario ir tan lejos.
  6. Promociona tus servicios de forma proactiva: Utiliza las redes sociales y tu presencia en línea para promocionar tus servicios de traducción. Comparte publicaciones relevantes, interactúa con la comunidad y muestra tu experiencia y habilidades. También puedes ofrecer alguna promoción especial para atraer nuevos clientes. Como profesional autónomo, tú te lo guisas y tú te lo comes. No tengas miedo a autopromocionarte.
  7. Investiga agencias de traducción: Hay muchísimas agencias de traducción. Empezar con una agencia es relativamente más fácil que dar con un primer cliente directo. Explora la posibilidad de trabajar para agencias nacionales e internacionales contactando primero con aquellas que abordan tus áreas de experiencia (podrás verlo en su web) y envíales una solicitud de colaboración. Muchas anuncian las ofertas de empleo por LinkedIn e incluso a través de sus redes sociales (como Twitter). Aunque cuesta cuando se es novatillo o novatilla, piensa que las tarifas siempre se pueden negociar, así que no te cortes. Ah, y échale un vistazo al BlueBord de Proz o sitios similares para ver si hay algo relevante de esa agencia que debas conocer (condiciones de pago, trato, etc.).

Para más ideas sobre posibles clientes con los que empezar, no te pierdas este artículo del blog. Y para ver qué enviarles y cómo, tienes unos apuntes por aquí. Si lo que te interesa es la literaria, por aquí van unos consejos para empezar en traducción editorial.

La base de datos

Ah, y es importantísimo que lleves un buen control de las puertas a las que llamas. Crear una base de datos de (posibles) clientes puede ser muy útil para organizar la información sobre los CV y materiales que envías. Aquí tienes algunos pasos para hacerlo (son de cajón, lo sé, pero nunca está de más un repasillo):

  1. Elige una herramienta: Determina qué tipo de herramienta utilizarás para crear y gestionar tu base de datos. Puedes optar por una hoja de cálculo en Excel o Google Sheets, o utilizar un software especializado en gestión de clientes, como CRM (Customer Relationship Management) o programas de seguimiento de proyectos.
  2. Define los campos de información y créala: Decide qué campos de información serán necesarios para tu base de datos y disponlos en columnas. Algunos ejemplos pueden incluir el nombre del cliente, la empresa, el cargo, la dirección de correo electrónico, el teléfono, la fecha de envío del CV o materiales (¿les envías el CV general o el especializado? ¿Les has adjuntado un listado de traducciones o una muestra?), si te hacen una prueba de traducción, qué tipo de proyectos te envían (ya más adelante), entre otros. Personaliza las columnas según tus necesidades y añade columnas adicionales para comentarios o clasificaciones, si lo deseas.
  3. Introduce toda la información: A medida que envíes CV y materiales a los clientes, introduce los datos correspondientes en la base de datos (léase: no la tengas muerta de asco en el ordenador, ¡úsala!). Incluye la información relevante para cada cliente y proyecto. Si es posible, guarda una copia de los CV y materiales en una carpeta específica o vincula los archivos correspondientes en tu base de datos.
  4. Mantén la base de datos actualizada: A medida que surjan cambios en la información de tus clientes o proyectos, haz las actualizaciones correspondientes, esto te permitirá tener un registro preciso y actualizado de tus envíos y comunicaciones. ¿Te han dicho que te responderían en breve y ya han pasado tres meses? Vuelve a escribir. ¿Has cursado un posgrado o te has sacado alguna titulación nueva? Aprovecha para darle un toque a ese cliente para quien creas que puede ser una información valiosa. Si lo tienes todo registrado, te será más fácil organizarte y, por ende, comunicarte de modo más eficaz.
  5. Utiliza etiquetas o categorías: Si tienes una gran cantidad de clientes o proyectos, puedes utilizar etiquetas o categorías para clasificar y organizar tu base de datos. Por ejemplo, puedes etiquetar los clientes según su área de especialización o el tipo de proyecto que has enviado.
  6. Lleva un seguimiento: Utiliza tu base de datos como una herramienta de seguimiento de los clientes a los que has enviado CV o los varios materiales y anota las fechas de seguimiento o cualquier respuesta que hayas recibido. Esto te ayudará a mantener un historial y a gestionar eficientemente tus relaciones con los clientes.

El porfolio

«¿Y eso que decías del porfolio?». Podemos ir apuntando los encargos en los que vamos trabajando, sobre todo al principio, si queremos demostrar nuestra experiencia y enseñárselo a un posible cliente interesado. Podemos incluir lo siguiente:

El correo

Lo he dejado para el final, pero es importantísimo que nos sepamos comunicar para que el posible cliente esté interesado en descargarse ese CV que con tanto esmero hemos redactado. ¿Cómo escribir un correo eficiente? Aquí va:

Por último, recuerda que la constancia y la paciencia son clave en la búsqueda de nuevos trabajos, y la traducción no es ninguna excepción. Ten una actitud proactiva, sigue aprendiendo y mejorando tus habilidades y no dudes en buscar oportunidades y contactos que puedan abrirte puertas.

¡Te deseo mucho éxito!

End of the year… when you’re a freelancer

28 miércoles Dic 2022

Posted by enlalunadebabel in Traducción, Vida traductoril

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Etiquetas

end of year, freelancing, marketing, networking, new year resolutions, traductor

As a freelancer, the end of the year can be a busy time as you wrap up projects and prepare for the new year. Here are a few things you can do to make the most of this time:

1️⃣ Review your projects and accomplishments: Take some time to reflect on your work over the past year. What projects were successful? What did you learn from any challenges you faced? This can help you set goals and priorities for the new year.

2️⃣ Update your portfolio: Use this time to showcase your best work by updating your portfolio with your most recent projects. This will help you attract new clients and opportunities in the coming year.

3️⃣ Plan for the new year: Use this time to set goals and create a plan for the upcoming year. Consider what projects you want to work on, what skills you aim to develop, and how you aim to grow your business.

4️⃣ Network and market your services: The end of the year is a great time to reach out to potential clients and promote your services. Consider attending events, joining professional organizations, or reaching out to your network to let them know what you have been working on and what you can offer in the new year.

5️⃣ Take some time for yourself: It’s important to take care of yourself, especially during busy times. Make sure to take breaks and set aside time for relaxation and self-care.

Calendar page with the weeks from the 25th of December to the 6th of January blurred.

Pic by instachaaz (https://lnkd.in/d3VRaKpv)

Also, something that has helped me focus lately: declutter my desk. Believe me, it has been a real lifesaver.

And you? What do you usually do around this time?

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