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Después de hablar del traductor y del material con el que están hechos l̶o̶s̶ ̶s̶u̶e̶ñ̶o̶s̶ los textos en la entrada anterior, esta vez nos centramos en las herramientas de traducción asistida, la burocracia y la organización, entre otros.

Aprendizaje, especialización, planificación, ergonomía, tarifas y algo de fiscalidad nos esperan también en el artículo de hoy, en el que podéis descargaros un ejemplo de factura, una base de datos muy sencillita para estar al día de las empresas con las que contactáis y hasta un libro de ingresos y gastos.

APRENDIZAJE Y ESPECIALIZACIÓN

✏ El aprendizaje en nuestra profesión tiene que ser continuo. No podemos quedarnos atrás con las herramientas TAO. Tal vez no te las pidan ahora, pero aprovecha para aprender cómo van porque tal vez llegue algún cliente que las requiera. Y no solo eso, aunque el cliente o la agencia no te las pida, puedas echar mano de ellas para agilizar el trabajo y ser más eficiente.

Algunos enlaces:

A cada traductor le llega su TAO y hay quien tiene sus preferencias. Yo suelo usar Trados, pero por si queréis más información os recomiendo el blog de Jordi Balcells, Méteteme, y estas entradas:

Al principio las herramientas TAO intimidan, pero vale la pena saber usarlas

Al principio las herramientas TAO intimidan, pero vale la pena saber usarlas

✏ No subestimes tu idioma. Dominar inglés, alemán o francés es indispensable (si son tus lenguas de trabajo), pero de nada vale si no sabes comunicarte bien en tu idioma. Como dicen en 101 things: «As a translator, you are a writer. And your written skills must be better than 98 per cent of the general population (including university graduates)».

✏ Aprovecha toda la oferta formativa que tenemos ahora: carreras, posgrados y másteres universitarios, cursos, webinarios, charlas, etc. Encontrarás cursos de todo tipo para mejorar como traductor. Para escoger bien, sobre todo, fíjate en quién imparte el curso y qué se va a tratar para ver si se ajusta a lo que necesitas.

Algunas propuestas para traductores:

Y no olvidemos los cursos que ofrecen las asociaciones de traducción de todo el país: Asetrad, Aptic, Xarxa, etc.

✏ Seguramente en tu vida como traductor traducirás de todo un poco, pero es buena idea especializarse para destacar y desmarcarse de la competencia. Si en nuestro currículum ponemos una larga retahíla de sectores y ramas, resultará poco creíble. Ya se sabe, quien mucho abarca…

Una buena forma de buscar la especialización es empezar con nuestras aficiones. Si nos apasiona la astronomía, conoceremos la terminología y tendremos unos conocimientos impagables con los que podremos traducir sin (muchos) problemas. Además, teniendo claro estos temas, podremos dirigirnos a unos clientes o a otros y no limitarnos exclusivamente a agencias, por ejemplo.

DESPACHO Y ERGONOMÍA

✏ Bromeamos mucho con lo de trabajar en pijama, pero a veces se trabaja mejor si separas bien tu zona de trabajo de la de vida. Muchos compañeros prefieren vestirse y «aparentar» de algún modo que salen a trabajar. Cada maestrillo tiene su librillo, pero sí creo que trabajar toda la semana pegado a la silla en pijama no es bueno a la larga.

✏ ¿Que lo bueno de los traductores es que podemos trabajar en cualquier lugar? Sí, pero necesitamos un espacio destinado a tal fin. Traducir en el sofá con el portátil está bien un rato, pero no es bueno para tu espalda. Llevarte el Mac al Starbucks es muy moderno, pero la concentración no va a ser la misma. Al final lo clásico es lo mejor: una mesa relativamente grande y despejada, con una pantalla a la altura de los ojos, una silla cómoda y ergonómica y un reposapiés. Otra tarea pendiente también para mí, que siempre termino sentada cual faquir en un lecho de clavos (y así tengo las cervicales).

✏ Es importante tener un horario definido para que el trabajo no nos coma parte de tiempo de ocio. Si conoces a tus clientes (agencias, sobre todo) sabes sus horarios y es recomendable que estéis a la par. También pasa con empresas y otros clientes directos. Al final siempre le echarás alguna hora más o tendrás que echar mano de un fin de semana, pero lo mejor sería tener el trabajo acotado a sus horas. Tarea pendiente para mí, os confieso.

ergonomia

ORGANIZACIÓN

Ser organizado en esta profesión en la que, como traductores, somos hombres y mujeres orquesta es esencial. Elena Fernández, de Trágora, nos da algunas claves en su blog.

✏ Hacer números da mucha pereza, pero lo mejor para no agobiarse a última hora es llevarlos al día. Actualmente existen varias herramientas de gestión, como 4visions manager, que pueden ayudarte a organizarte mejor. Si no, para empezar, siempre puedes tener un Excel a modo de base de datos. En cuestión de ingresos y gastos, en Infoautónomos nos regalan una plantilla bastante útil.

Por ejemplo, yo me preparo un dossier a principios de cada año para apuntar los encargos de cada día, el plazo, el precio y si se ha cobrado o no. Es todo muy manual, como una especie de libro de cuentas, pero es lo que mejor me va. Así, de un vistazo sé cuándo entrego qué y cuándo lo he cobrado.

De este modo se tienen también las armas para gestionar mejor los impagos. «El día YY de ZZ os envié la factura número XXX que debería estar abonada puesto que han pasado X días y…». Tenerlo todo controlado va en nuestro beneficio.

✏ Ten bien fichados a los clientes. Hazte una base de datos con su información (dirección, CIF, persona de contacto, etc.) y las tarifas que tienes con ellos, porque tal vez no sean las mismas para todos. Del mismo modo, apúntate bien con quién te pones en contacto, cuándo y cómo (correo, formulario) y realiza el seguimiento si no responden. Aquí tenéis una propuesta muy sencilla de base de datos para estos menesteres.

Estar pendiente de todo puede parecer complicado al principio, pero es cuestión de coger el ritmo. Somos nuestra empresa y si no estamos nosotros al tanto, nadie lo estará.

En cuanto a la organización de tiempo, cada uno tiene sus truquillos también. Como además de traducir imparto clases en escuelas y empresas, suelo dividirme el trabajo según las horas de que dispongo cada día. También suelo trabajar con listas según prioridades y fechas de entrega.

Lo mismo sucede con la presencia en Internet, que ahora es más fácil que nunca con aplicaciones como HootsuiteIFTTT o con las herramientas de programación de publicaciones de facebook, por ejemplo. Que publique mucho no quiere decir que esté ociosa (hablo por mí, ¿eh?).

Podéis sacar algunas ideas más de los numerosos blogs que tratan de la organización de tiempo (en general, no sobre traducción):

Algunos programas y aplicaciones útiles:

Técnica-Pomodoro

FISCALIDAD

Normalmente, al salir de la carrera no sabes cómo darte de alta y ser autónomo. De hecho, ni sabemos hacer una factura (impuestos que poner, formato, datos que debe llevar, etc.). Puedes descargar modelos de Internet y adaptarlos o bien pedir ayuda a algún compañero traductor. Aquí tenéis una propuesta de factura descargable (con el cálculo del IRPF sin reducción e IVA actual).

Antes de lanzarte, calcula los ingresos que tendrás, estudia todas las ayudas (% de IRPF que se aplica a los nuevos autónomos, ¿me ayudan por ser mujer menor de 30 años?, etc.), lee páginas especializadas (Infoautónomos), blogs de traductores que hablen sobre ello, pregunta a traductores que ya sean autónomos: en definitIVA, infórmate antes de acudir a la Agencia Tributaria o una gestoría. Tal vez recibas directrices erróneas o diferentes; si conoces tus derechos de antemano, gestionarás mejor esta tarea.

Para temas de fiscalidad, la traductora Herminia Páez tiene una serie de entradas muy útiles:

PRECIO Y TARIFAS

Tema delicado donde los haya. No se pueden «recomendar» tarifas y algunas asociaciones han sido multadas por ello, pero por otro lado los traductores que empiezan no saben bien por dónde tirar. ¿Qué hacemos? Muchas veces pueden consultarse encuestas con los rangos de precios o bien preguntar a traductores con los que se tiene cierta confianza. Como siempre, es mejor hacerlo con tacto.

Saber qué cobrar no es fácil, pero se puede echar mano de herramientas como CalPro, desarrollada por los socios de Asetrad. En sus palabras, es una «herramienta concebida para ayudar a los traductores a evaluar sus gastos, ingresos y rendimiento profesional y está dirigida tanto a traductores noveles como a los que llevan años en la profesión». Podéis encontrarla aquí: http://www.asetrad.org/pdfs/CalPro_v1.3.xls.

Y con los clientes, bueno, habrá que pulir las destrezas de negociación para proponer tarifas y realizar presupuestos. Todo se aprende, creedme.

Para más información:

No está muy fino, pero en esto tiene toda la razón

No está muy fino, pero en esto tiene toda la razón

PSICOLOGÍA

No voy a soltaros ningún rollo aquí, no soy una psicóloga experta ni me va la autoayuda, pero creo que en algún momento podemos sentirnos identificados con algunas de estas sensaciones.

✏ Los inicios son difíciles e incluso cuando tienes años experiencia habrá temporadas de sequía. Intenta tomártelo con filosofía y no venirte abajo. Aunque es preferible buscar clientes cuando uno tiene la barriga llena, aprovecha estos periodos para retocar el currículum, pulir destrezas y buscar nuevas oportunidades.

✏ En el paraíso también hay nubarrones. Meterás la pata, es inevitable. Cuando recibas una crítica negativa, asúmelo y no te pongas a la defensiva. Escucha al cliente, explícale tu punto de vista y arguméntaselo bien si crees que no lleva razón (no te enzarces en discusiones) y si la tiene, acéptalo, sé sincero y asume la responsabilidad. Ofrécele alguna opción o compensación si es necesario. No somos infalibles, pero tratamos con personas y siempre hay una solución.

De todos modos, sobre este último tema hablaremos más en la próxima entrada, en la que abordaremos el trato con el cliente directo y las agencias. Algunos compañeros nos ofrecerán su visión de este asunto, así que yo no me lo perdería. ¿Qué voy a decir, no?

¡Hasta la próxima!