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Hoy en día los textos audiovisuales que se traducen son en su gran mayoría en inglés, así que es este idioma precisamente el que provoca las interferencias más importantes. El doblaje exige una modalidad de lenguaje oral escrito para ser dicho, con lo cual hay que fingir espontaneidad. No obstante, se suelen utilizar recursos para dar naturalidad al lenguaje audiovisual que llaman la atención porque los hablantes no los utilizamos.
El agente infeccioso más grave de todos los que campan en las malas traducciones de las películas y las series de televisión es el calco, en cualquiera de sus modalidades (fonético, léxico, semántico…). En sí, como procedimiento de traducción no es rechazable porque muchas veces enriquece la lengua, pero supone un problema cuando se usa mal.
Los calcos que más se repiten suelen ser los relativos al uso abusivo de la pasiva y de los posesivos (sobre todo al referirse a partes del cuerpo en estructuras reflexivas) que en español no son tan habituales. En el tráiler de Titanic, por ejemplo, hay una de estas expresiones calcadas que no tiene desperdicio: “No te sueltes de mi mano”. ¿No sería mejor un «no te sueltes» o «no me sueltes la mano»?
En el artículo de Miguel Duro, «Eres patético: el español traducido del cine y la televisión», se recogen otros ejemplos de esta misma película:
- Tiene toda mi atención — You have all my attention (¿No sería mejor: «Soy todo oídos», por ejemplo?)
- ¿Bromeas? — Are you kidding? (¿Dónde está nuestro “¿Me tomas el pelo?”? Y ya no digo “¿Estás de coña?” porque no quedaría bien en el contexto de la película)
- Eres maravillosa — You are wonderful (Hombre, yo no sé si le diría eso a mi pareja, quizá utilizaría otro adjetivo)
- Me temo que así es, mi querido amigo — I’m afraid that’s the way it is, my dear friend (en español cada vez tememos más)
- No hay ninguna evidencia de que — There’s no evidence that… (un calco bastante común también en las series policíacas. Aquí, mejor “prueba” o incluso “indicio”)
Como sigue diciendo Duro, «la gente repite lo que escucha y lee —por imitación— o lo que oye, por absorción subliminal. Si día tras día recibe el impacto continuo de un español al que se le ven las costuras del inglés, acaba por parecerle normal ese español y éste termina corrompiéndose».
En este sentido, me rechinan los dientes cuando oigo “todo lo que necesitas” (“all you need”) cuando debería ser “lo único que”. Lo más curioso es que he llegado a oírlo en series o películas españolas, no doblajes, una muestra más de la influencia que tienen los calcos en nuestro idioma.
Otros calcos comunes que seguro habréis oído: “We act as if we didn’t” que se dobla por “actuamos como si no”, cuando en realidad no es “actuar” sino “fingir”. También sucede muy a menudo con el verbo “admit”. ¿Por qué traducirlo siempre con “admitir”? ¿No es más natural usar “reconocer”?
¿Y qué decir de los «jodidos» (por «fucking») y «malditos» (por «damned») que salpimientan los doblajes? Cada vez que oigo este último me acuerdo de los doblajes latinoamericanos y de ese «malditos roedores» de los dibujos. ¿Acaso no tenemos un buen abanico de insultos en la lengua española?
Para terminar, y como bien comenta Nieves Muñoz en su artículo: «Negarse a aceptar nuevas realidades cuyo origen se sitúa fuera de nuestro país demuestra una postura retrógrada y empobrecedora. Ahora bien, lo que no podemos permitir es que (1) las formas neológicas desplacen a los equivalentes más castizos ni que (2) a través de la pantalla lleguen a nuestro cerebro multitud de formas lingüísticas incorrectas que, con un mínimo esfuerzo, pasan a formar parte de la «norma» del castellano. En resumen, el español importado de Hollywood siempre será bienvenido en tanto en cuanto no deteriore la salud lingüística de la denominada lengua de Cervantes». Totalmente de acuerdo.
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Si os interesa el tema de los calcos y los anglicismos, vale la pena consultar los siguientes artículos:
- «Calcos recientes del inglés en español» de José Joaquín Gómez.
- «El español importado de Hollywood» de Nieves Muñoz. (muy interesante)
- «El tratamiento del préstamo y el calco» de Juan Gómez.
- «El uso correcto de anglicismos en español» de Ana Calzada.
«“No te sueltes de mi mano”. ¿No sería mejor un “no te sueltes” o “no me sueltes la mano”?»
Anda, mira, justo esto mismo lo puse yo en Twitter hace dos semanas (con la etiqueta #porundoblajemejor), y abrió una discusión sobre las posibilidades de traducción de esta expresión y de otras.
Tengo por costumbre evitar la película dobladas porque me he acostumbrado a verlas en original (llevo más de 7 años viviendo en Londres). De hecho, ahora me pongo nerviosa cuando miro películas dobladas, ya no por los posibles fallos en doblaje, sino también por la falsedad de los dobladores, que usan unas entonaciones antinaturales en español (yo no conozco a nadie que hable así en el día a día). Imagino que, por eso, que me llamó mucho la atención esa expresión, ese amor por los posesivos.
Lo de los «jodidos» es algo que no soporto, y sigo sin entender por qué siguen usándose. Lo mismo ocurre con «malditos», aunque sí que tengo que decir que este último parece que, poco a poco, está usándose más en la lengua del día a día.
Un tema muy interesante. ¡Gracias!
¡Gracias a ti! De hecho, ver tu comentario en Twitter me recordó el artículo de Duro y así fue cómo surgió la idea del post 😉
Cierto lo de los insultos, ¡con lo bien que se nos da a los españoles este tema!
Gracias por pasarte por el blog. Es un honor.
Ay, me alegro que mis «enfados con el mundo» sirvan para inspirar entradas de blog tan buenas 😉
Lo de los insultos, es que tiene huevos. ¿Cuántas veces habré oído lo de «jodido cabrón» («fucking bastard»), cuando en español nos basta con decir solo «cabrón», o aumentarlo con «cabronazo», «cabrón de mierda» o, ya muy enfadado, «cabronazo de mierda»? Más imaginación, señores. Y si las consonantes bilabiales no coinciden, pues que no coincidan, ¡no pasa nada! Yo disfruto más viendo doblajes ingleses que, aunque las palabras vayan por un lado y la boca por otro, suenan natural, que no los españoles que, por intentar la sincronización, se quede todo hecho un trapo. ¡Ay, que me enervo!
Vuelvo al trabajo 😉
¡Hola!
En el caso que comentas de «¿Bromeas?» puede deberse simplemente a restricciones de longitud y de ajuste labial. Para el resto no veo mucha excusa…
Yo también me pongo de los nervios con lo de «jodido». Y leí hace no mucho por ahí que «evidencia» parece que es un término que se usa realmente en la policía, aunque nos fastidie (tampoco aguanto esa palabra, me suena a calco totalmente, pero si se usa en el contexto profesional…).
Muy buen post, esperaré a los siguientes y te agrego a mi lista de lectura.
¡Saludos! =)
Sí, puede que sean las benditas bilabiales. La verdad es que ahora no recuerdo el fragmento y si se le ve hablando o no…
En cuanto a «evidencia», nunca te acostarás sin saber algo más. Supongo que muchas veces nos mostramos más recelosos con estas palabras similares entre lenguas por si fueran calcos o un «false friend».
¡Gracias por el comentario! Te sigo 😉
Sí, a mí me pasa igual… hasta que alguien te da un sopapo y te saca los colores al hacerte ver que algo que para ti es erróneo es totalmente correcto. ¡De todo se aprende! (Es que de esas he tenido alguna que otra ya xD).
¡Nos leemos! =)