• Contacto y otras páginas web
  • Política de privacidad
  • Ponencias y entrevistas
  • Proyectos
  • Servicios
  • Sobre la autora

En la luna de Babel

~ Blog sobre lenguas y traducción

En la luna de Babel

Archivos de etiqueta: buscar clientes en traducción

Acabo de terminar el grado. ¿Y ahora qué? (XVII) Ana Cano y Cristina Felipe

11 lunes Nov 2019

Posted by enlalunadebabel in Testimonios, Traducción, Vida traductoril

≈ 1 comentario

Etiquetas

buscar clientes en traducción, empezar a traducir, traductor en plantilla, traductor in-house, traductor novel, traductor principiante

ANA CANO

Soy Ana, de Barcelona, y a continuación os doy las claves que creo que me ayudaron a encontrar mi trabajo actual. En 2017, justo al acabar el máster de traducción, encontré trabajo como traductora in-house. Yo estaba totalmente convencida de que la única opción realista iba a ser trabajar como autónoma, así que mientras estudiaba leí muchísimo sobre cómo ser freelance y empecé a hacerme mi propia web. Pero no me cerré las puertas y, a la vez, iba consultando webs de empleo generalistas como InfoJobs o especializadas como Multilingual Vacancies y la recopilación semanal de ofertas de Trágora. En alguno de estos canales vi una oferta que me interesaba y preparé mi solicitud a conciencia. Para escribir la carta de motivación, mi pregunta de partida fue: ¿Cómo puedo contribuir a que a esta empresa y departamento concreto les vaya bien? Consulté su web para entender cuál era su misión y valores y utilicé su propio lenguaje y palabras clave de la descripción del puesto. Adapté la estructura de la carta y del currículum y destaqué cosas estratégicamente para que fuera fácil ver cómo mi perfil se ajustaba a lo que pedían.

Para preparar la entrevista, investigué cuáles eran las principales preguntas que se suelen hacer, me preparé las respuestas por escrito y las practiqué con alguien cercano. Sabía que iba a estar nerviosa y cuanto más preparada estuviera, mejor. Al día siguiente, les escribí un correo para agradecerles la oportunidad y aproveché para subrayar un tema que había surgido y que era muy importante para ellos, y por el que quizá yo había pasado un poco por encima. Pasaron dos semanas y no había recibido respuesta, así que les escribí para preguntar cómo iba el proceso de selección; para demostrar mi interés, a la vez aproveché el correo para mandarles información sobre otro tema que había surgido durante la entrevista. Sobra decir que redacté y corregí con atención cada mensaje que  mandé, desde el primero de respuesta a la oferta hasta el último.

Finalmente, al cabo de unos días, recibí la respuesta esperada: ¡me ofrecían el puesto! Me habían comentado que se habían presentado muchos candidatos y yo, en lugar de pensar que entonces tendrían más donde elegir, pensé: «En ese caso, es que valoran mi perfil y cómo lo he hecho durante el proceso». Y entonces hice algo que nunca pensé que haría en mi vida: negocié el sueldo que me ofrecían y conseguí que me lo subieran un poco. En mi opinión, tenemos muy asumido lo de «si no te cogen a ti, cogen a otro» y muchas veces no nos damos cuenta de nuestro valor y de que si una empresa decide apostar por ti, es por algo.

Espero que mi historia os ayude en vuestra búsqueda laboral 🙂

Aunque ser autónomo suele llamar más la atención,
no hay que descartar los trabajos en plantilla.

CRISTINA FELIPE

En 2015 terminé el grado en Traducción e Interpretación por la Universidad Complutense de Madrid. Durante ese año, mandé mi currículum a muchas empresas pero, al no tener experiencia ni poder firmar un acuerdo de prácticas (entre empresa y centro universitario), no encontraba trabajo.

Decidí no quedarme parada y opté por seguir ampliando mis conocimientos: hice un curso de Corrección profesional y, el año siguiente, me matriculé en el Máster de Traducción y Nuevas Tecnologías: Traducción de Software y Productos Multimedia, del ISTRAD.

En la última parte del máster, había que decantarse por un proyecto práctico (con prácticas en empresa) o por uno de investigación, y escogí el primero. Empecé las prácticas a media jornada en una empresa de Madrid; por si a alguien le interesa, sí, fueron remuneradas. Trabajé allí durante seis meses y me sirvió para hacer contactos, para ver cómo se trabaja en una empresa y cómo funciona verdaderamente el sector.

Después de las prácticas, tuve otro trabajo que no está relacionado con la traducción pero que me ayudó mucho a ganar confianza y seguridad en mí misma, algo que nunca está de más.

Unos meses después, ya en paro, apareció de la nada una empresa y me ofreció un proyecto de traducción. Era grande (para ser el primero) y me pareció una buena oportunidad para empezar. Me di de alta de autónoma tras darle muchas vueltas, aunque con rapidez, porque, en estos casos, el tiempo corre en tu contra. Uno de los argumentos que me convenció es que la cuota de autónomo tenía una tarifa plana de 50 €. Con este proyecto, ya me daba para pagar varios meses, así que, por qué no intentarlo.

Empecé a enviar mi currículum, a contactar con empresas y con algunas personas con las que había trabajado y, poco a poco, me iban enviando encargos. Ya llevo un año como traductora autónoma y no me arrepiento de haberlo hecho, aunque no todo ha sido un camino de rosas.

Ese primer cliente que se puso en contacto conmigo tardó más de seis meses en pagarme. Debí sospechar que no era muy normal que contactara conmigo una empresa que no conocía, pero pequé de ingenua —¿cómo iba a estafarme una empresa que me había dado todos sus datos y que no tenía mala nota en internet ni en ProZ?—. Finalmente, tras muchos correos a los que no contestaban, recibí el pago, pero estuve a punto de denunciarles. Por suerte, la única medida que tuve que tomar fue la de escribir algunas reseñas sobre lo que había ocurrido. Me parecía muy importante que los que vinieran detrás supieran lo que había pasado.

No obstante, a pesar de ese mal rato, he ido consiguiendo (mejores) clientes poco a poco. Es una tarea difícil y, a veces, un poco frustrante, pero siempre que tengo un rato libre, aprovecho para enviar mi currículum a empresas. Puede que se pongan en contacto conmigo un año después, pero por mí que no quede.

No, no existen las recetas ni las pildoritas mágicas para el éxito. Además, el éxito representa cosas distintas para cada persona.

En definitiva, creo que es importante tener una experiencia previa y contactos, andar con cuidado con nuevos clientes o con ofertas sospechosas, tener un asesor o alguien cercano que pueda echarte una mano con la parte de contabilidad y fiscalidad, saber reconocer los errores y subsanarlos de la mejor manera posible, así como defender tu trabajo con argumentos. Por supuesto, esto no es la receta del éxito, pero son algunos de los aspectos básicos que he aprendido a lo largo de este año.

**Podéis poneros en contacto con Cristina por correo y por LinkedIn.

***

Tesón y constancia. Las compañeras de hoy lo tienen muy claro. Ana nos demuestra que hay otras vías, como la del traductor en plantilla, para ganarnos las habichuelas. Cristina se lanzó a la piscina de los autónomos en cuanto recibió un encargo jugoso y ha seguido buscando clientes sin parar.

Como hemos visto, no hay recetas mágicas ni caminos únicos para desenvolverse y vivir de la traducción; podemos labrarnos futuros distintos repletos de posibilidades. Ya nos lo dice Cristina, no es un camino de rosas, pero con trabajo, formación y una pizca de suerte, es posible.

Gracias por vuestros testimonios y, ya sabéis, si queréis contribuir con el vuestro, dadme un toque. ¡Nos vemos en la próxima entrega!

Acabo de terminar el grado. ¿Y ahora qué? (XII) Martín Díaz y Yasmina Casado

16 lunes Sep 2019

Posted by enlalunadebabel in Testimonios, Traducción, Vida traductoril

≈ Deja un comentario

Etiquetas

buscar clientes en traducción, empezar a traducir, traductor novato

Tras el descanso estival, volvemos a la carga con más testimonios y más contenidos. Esta semana contamos con las experiencias de Martín Díaz y Yasmina Casado.

MARTÍN DÍAZ MORENO

Cuando terminé el Grado en Traducción e Interpretación en 2017 (Universidad de Valladolid), si algo tenía claro, era que quería continuar ejerciendo esta profesión. Puede sonar algo obvio, pero mi propia experiencia (más bien la de mis compañeros de carrera) me ha hecho darme cuenta de que una gran parte de los estudiantes de TeI, al terminar su grado, no continúan con su profesión de traductores o intérpretes, sino que cursan másteres para trabajar de profesores, diplomáticos, etc.

No obstante, yo no me dejé llevar por los cantos de sirena: «no vas a tener trabajo estable de traductor», «es muy inseguro», etc. Como decía una profesora mía de la carrera: That is all bla bla bla. Yo lo tenía claro, quería al menos intentarlo y, sobre todo, especializarme en la rama que más me llamaba la atención, la traducción audiovisual.

Así pues, decidí cursar el Máster en Doblaje, Traducción y Subtitulación de la Universidad Europea de Madrid (sí, es privada). Si bien no me arrepiento de haberlo hecho, puesto que he tenido grandes oportunidades con profesionales del sector, es cierto que no sé hasta que punto hay diferencias con los másteres públicos en otras universidades como Cádiz o Barcelona. Lo que está claro es que yo quedé muy satisfecho con mi año en Madrid.

De la mano de mi máster tuve la oportunidad de hacer prácticas en algunos de los mejores estudios del país, lo que me abrió un poco la puerta al finalizar los estudios.

Lo que nadie me dijo fue que esto de ser autónomo es mucho más que sentarte en pijama a traducir delante del ordenador. Al principio puedes sentirte abrumado, pero si consigues contactar con alguien que pueda aconsejarte bien acerca del tema «autónomos» (yo he tenido la suerte de que mi padre también lo es y me ha podido ayudar) y pagas una cuota a un gestor para que te lleve las cuentas, todo resulta un poquito más fácil.

En cuanto al propio trabajo de traductor, al principio es complicado. Aún me encuentro en esta etapa temprana yo también. Han pasado 10 meses desde que terminé el Máster y he tenido bastante suerte con algunos encargos y proyectos, pero sigue sin ser un volumen de trabajo que dé para vivir. Sigo sin desistir, eso sí. La clave creo que es no desfallecer: me levanto todas las mañanas entre semana tenga o no encargos para hacer y busco agencias o estudios audiovisuales a las que no haya echado mi CV. Y si no contestan, a picarles a la puerta a las que estén aquí en Madrid. Será por tiempo…

A veces se hace duro levantarse y no tener nada que hacer, pero por lo que tengo entendido de muchas otros profesionales, los primeros meses (incluso años) son muy difíciles hasta que llega la oportunidad de oro. Yo aún sigo esperando la mía para asentarme en un mundo difícil pero ilusionante para los que amamos esta profesión. ¡Ojalá tengamos suerte!

*Martín tiene blog, perfil en LinkedIn y podéis escribirle un correo.

YASMINA CASADO

Desde que era una cría siempre me han fascinado los idiomas.

En 2012 me metí a Estudios Ingleses (aquí donde me veis, venía de hacer un bachillerato de ciencias puro, así que me era imposible acceder a TeI) y ahí no solo profundicé en mis conocimientos del inglés y descubrí otros maravillosos idiomas, sino que también tuve mi primera toma de contacto con la traducción… y me enamoré.           

Al acabar la carrera decidí hacer el Máster de Traducción Audiovisual: Localización, Subtitulación y Doblaje del ISTRAD. ¿Y por qué me decidí por este? Pues en parte porque tenía muy buena pinta y el precio era asequible, pero principalmente porque me ofrecían algo que considero vital para hacerse un hueco en el mundo de la traducción: prácticas de empresa. Fueron tres meses intensos en los que aprendí muchísimo y pude poner en práctica todo lo que había aprendido, y la recompensa a mi esfuerzo fue que dicha empresa se convirtió en mi primer cliente. A partir de ahí, para seguir creciendo, eché mano de una sencilla fórmula: investigar el mercado laboral, echar currículum como si no hubiera un mañana (con cabeza, eso sí) y seguir formándome y especializándome. Y esto lo hago siempre que tengo un ratito libre. Al margen de eso, procuro tener mi perfil de Linkedln organizado, actualizado y bien clarito (aunque esta asignatura está algo pendiente), sigo por redes sociales a varios compañeros e intento aprender todo lo que puedo de ellos a la vez disfruto de su trabajo, me hice socia de ATRAE, una asociación que ofrece cursos profesionales, una bolsa de trabajo y que vela por los intereses y derechos de los traductores audiovisuales…

Es cierto que apenas llevo un año y medio trabajando en este sector y no tengo ni la experiencia ni la cartera de clientes que muchos otros compañeros ya veteranos, pero creo que precisamente por eso puedo empatizar algo mejor: porque hasta hace nada estaba en vuestra piel y estaba igual de cagada que vosotros.

Y no voy a mentiros, meter un pie en el mundillo cuesta lo suyo y quedarse en él otro tanto. Hay épocas de sequía y épocas en las que tengo que rechazar trabajo porque no doy abasto, épocas en las que las empresas ignoran mi existencia y épocas en las que pasas una prueba de traducción y parece que te vas a comer el mundo, épocas en las que las tarifas son más bajas de lo que me gustaría pero hay que pagar las facturas… Es un camino difícil, pero no es imposible.

Y si tenéis dudas, miedos o queréis algún consejo, preguntad, preguntadme a mí, preguntadle a Scheherezade, preguntadles a otros compañeros, que es un gremio fantástico y con gente maravillosa dispuesta a ayudaros.

Y creedme, si os apasiona tanto este trabajo como a mí, todo habrá merecido la pena.

*Si queréis saber algo más de Yasmina, podéis encontrarla en LinkedIn.

***

Martín dice algo muy interesante en su testimonio: «ser autónomo es mucho más que sentarte en pijama a traducir delante del ordenador». Así es. Como autónomos, no solo realizamos las tareas propias lingüísticas de la profesión (documentación, traducción, revisión, transcripción, etc.), sino que además debemos gestionar bien el apartado profesional (búsqueda de clientes, preparación de presupuestos, gestión de reclamaciones) y el financiero (facturas, declaraciones trimestrales, posible cobro de deudas, etc.).

También da en el clavo cuando dice que al principio es complicado y que la clave es no desfallecer. Es algo que ya se ha mencionado en este blog y en otros testimonios. Sí, cuesta abrirse camino, que te den esa primera oportunidad que se convierta en una línea más de experiencia demostrable, pero eso no significa que sea imposible. ¿Frustrante? Mucho. Al poco de graduarme me sentía fatal por no encontrar nada de trabajo. Por enviar correos electrónicos a diestro y siniestro, apuntarme a todas las ofertas de ProZ que podía… y nada. Hasta que ese nada es un «venga, te hacemos una prueba» y sigues llamando a más y más puertas, y alguna más se va abriendo con el tiempo.

Esto una carrera de fondo, también lo decimos mucho, pero es así. Se dice que se tarda un par de años en conseguir cierta estabilidad, pero tampoco os fieis, cada persona es un mundo y la suerte y las circunstancias personales influyen mucho. Eso sí, marcaos un rumbo, poneos objetivos y aprovechad estas mañanas de silencio para retocar el currículo, revisar los perfiles profesionales que tenéis en las distintas redes, buscar clientes que os interesen y presentaos de forma individual. Poco a poco se hace camino.

Yasmina, por su parte, hace hincapié en la formación y el reciclaje profesional. Es importante estar al día en este sector, no solo por las nuevas herramientas que pueden hacernos la vida un poco más fácil, sino también por cómo se están moviendo las tarifas y en qué dirección va la profesión. Por eso, como ella dice, es tan importante asociarse y hacer piña como traductores.  

La traducción es una auténtica montaña rusa (como cualquier otra profesión, vaya, llena de altibajos). Puedes tener una temporada sin parar en la que los encargos llegan sin buscarlos y luego otra de sequía en la que parece que tienes que ir llamando e insistiendo. Yo misma he tenido un agosto demasiado tranquilo y un principio de septiembre de trabajo excesivo. Y estos altibajos no se dan solo en cuanto carga de trabajo. Puede que un día te feliciten por una traducción brillante y al otro te den un toque de atención. Y no pasa nada. Atesoramos lo bueno y aprendemos de lo malo. No somos maquinitas; no todos los días nos cunden igual ni estamos igual de inspirados. Lo importante es no bajarse de la atracción y seguir adelante.

¡Hasta la próxima semana!

Entradas recientes

  • El lenguaje de la noche
  • Juego en el trono
  • Cómo plantear una subida de tarifas
  • End of the year… when you’re a freelancer
  • Lo que dio de sí el #CongresoASATI

Archivos

Tweets

  • @pramireztello @laperifrasis Gracias, bonica. Estamos aprendiendo de hipotecas lo que no está escrito; una pena que… twitter.com/i/web/status/1… 8 hours ago
  • @laperifrasis @pramireztello Lo tenemos en venta desde hace exactamente un mes. No podemos seguir así y menos tenie… twitter.com/i/web/status/1… 8 hours ago
  • @laperifrasis @pramireztello ¿Es aquí la cola para..., no sé, gritar aunque sea? Este mes empiezo a pagar 1500 por… twitter.com/i/web/status/1… 9 hours ago
  • @Gerardipunt Fa molta pudor. 10 hours ago
  • RT @DeremHEstraven: No entiendo que estén desarrollando inteligencia artificial para los robots habiendo tantas personas necesitadas. 11 hours ago
Follow @Scheherezade_SL

Traducción

  • Algo más que traducir
  • De traducciones y otras rarezas
  • El arte de traducir
  • El blog de Mar Traducciones
  • El taller del traductor
  • El traductor en la sombra
  • La paradoja de Chomsky
  • Localización y testeo con Curri
  • No disparen al traductor
  • Nobody is perfect
  • Traducirco
  • TraducThor, la fuerza de las palabras

Categorías

Meta

  • Registro
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.com

Temas y conceptos

calcos castellano cómic cómo ser traductor autónomo diccionarios doblaje empezar a traducir emprender errores inglés lengua literatura productividad recursos subtitulación TAV traducción traducción audiovisual traducción editorial traducción erótica traducción literaria traductor traductor autónomo traductor novel traductor principiante

Enter your email address to follow this blog and receive notifications of new posts by email.

Únete a otros 122.734 suscriptores
Follow En la luna de Babel on WordPress.com

Estadísticas

  • 2.039.563 lunáticos

Las 1001 traducciones

Las 1001 traducciones
Top 25 Language Professional Blogs 2016
Top 25 Language Facebook Pages 2016
Top 25 Language Twitterers 2016

Entradas y Páginas Populares

  • Sexo oral y escrito: argot, eufemismos y etimología
  • El lenguaje escatológico y sus eufemismos
  • La puntuación inglesa y española. Similitudes y diferencias
  • Cómo encontrar tu primer encargo de traducción y no desfallecer en el intento
  • Pinceladas de lengua: las onomatopeyas y las voces de los animales
  • El traductor insolente: traducir el lenguaje soez
  • Cómo gestionar reclamaciones en traducción
  • ¿Tradu... qué? ¿Qué es traducir?
  • Trucos y herramientas para la revisión de traducciones
  • La sinonimia en traducción

Blog de WordPress.com.

  • Seguir Siguiendo
    • En la luna de Babel
    • Únete a 1.911 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Accede ahora.
    • En la luna de Babel
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Acceder
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...