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Cuando leemos un libro traducido, pensamos en el autor, pero no solemos plantearnos tanto la función crucial que desempeña el traductor (salvo si somos del gremio, obvio). Nuestro trabajo va más allá de traducir palabras; queremos capturar la esencia de la obra y adaptarla a la cultura del nuevo público, como ya me habréis leído muchas veces por aquí. Por eso, y cada vez más, se está dando el paso de incluir el nombre del traductor en la cubierta del libro, una práctica que debería convertirse en la norma (#TranslatorsOnTheCover).

Pero ¿qué pasa con las reseñas en periódicos y revistas? Ay, aquí ya no es tan frecuente citar al traductor; al menos, no en aquellas publicaciones que no están estrechamente relacionadas con la literatura. Pienso, por ejemplo, en las secciones de libros que podemos encontrar en revistas de moda como Elle o Marie Claire.

Incluir al traductor en las reseñas no solo da un nivel más de transparencia, sino que también refleja este creciente reconocimiento. Al mencionar su nombre (#citaaltraductor), los lectores pueden investigar un poco la trayectoria y el estilo, lo que les permite formarse una opinión más informada sobre el libro. Esto no solo enriquece la experiencia de lectura, sino que también ayuda a crear un vínculo más profundo con la obra.

📸 Imagen de la revista Qué Leer de septiembre de 2024, con una reseña avistada por Lawrence Schimel. ¡Gracias, compañero! ♥
📸 Imagen de la revista Qué Leer de septiembre de 2024, con una reseña avistada por Lawrence Schimel. ¡Gracias, compañero! ♥

Dar visibilidad a los traductores también fomenta la diversidad en la literatura. Al reconocer este trabajo, abrimos la puerta a una variedad de voces y estilos que, de otro modo, podrían pasar desapercibidos. Cada traducción es una oportunidad para descubrir nuevas perspectivas y enriquecer nuestro panorama literario.

Por último (y no por eso menos importante, ¡al contrario!), mencionar a los traductores es una manera de valorar el esfuerzo que hay detrás de cada libro. La dedicación y el trabajo a menudo pasan desapercibidos, y es justo que se nos dé el reconocimiento que merecemos. Al hacerlo, no solo se da más empaque a la reseña, sino que también se celebra el valiosísimo trabajo de quienes hacen/hacemos posible el disfrute de la literatura de distintas culturas.

Y no olvidemos algo importante: si se cita, existimos, se valora el trabajo y, por ende, se reivindica también que se remunere de forma adecuada. Incluir los nombres en las cubiertas y en las críticas es un paso más hacia un mundo literario más inclusivo y justo, así que ¡a tope con la visibilización!